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El último partido por Fullbuster

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Caminó entre la gente, perdiéndose entre la multitud de los que se habían reunido para disfrutar del festival. Algunos copos de nieve empezaron a caer a medida que Naruto se alejaba  de allí. Quería llegar a su hotel, estar con su hijo y relajarse, olvidarse por un momento de todos los problemas, estar únicamente él con sus pensamientos. Quizá Sasuke no podía imaginarse nada de todo aquello, pero para Naruto, Neji había revuelto en un turbio pasado del cual trataba de huir.


Cuando consiguió llegar al hotel y entraba por el hall, escuchó a su espalda la voz profunda de Sasuke llamándole. Al parecer había llegado antes que él y le esperaba en el hall. Aquello le sorprendió, no esperaba tener que cruzárselo una vez más. Aprovechó a quitarse la bufanda mientras esperaba a que el moreno llegase hasta él.


- ¿Podemos hablar? – preguntó Sasuke.


Naruto miró al ascensor. Quería descansar, irse con su hijo a la habitación pero también era cierto que en algún momento debería contar la verdad de todo aquello. Quizá era mejor quitarse ese peso cuanto antes y acabar con todo.


- ¿Te apetece un té? – preguntó Naruto mirando la cafetería del hotel.


Sasuke sonrió y le indicó con la mano que pasase delante de él. Naruto se quitó la chaqueta y al llegar al bar, la dejó bien colocada tras su silla mientras Sasuke pedía un par de tazas de té para entrar en algo de calor en esa fría noche. Se sentaron frente a la gran cristalera y mientras Naruto miraba a la gente y las parejas pasear bien abrigadas entre los copos de nieve que caían, Sasuke traía las tazas y se sentaba frente a él.


Naruto cambió la visión a su humeante taza. Estaba caliente y enseguida puso las manos rodeando la taza para entrar en calor. Sasuke le observaba. Parecía tan calmado pese a la situación que había vivido momentos antes. Aun así, sabía el esfuerzo que hacía aquel chico hiperactivo para mantenerse tranquilo.


- Ya te conté lo de mis padres – dijo Naruto mirando nuevamente por la ventana.


- Lo del accidente, sí, lo recuerdo – comentó Sasuke.


- Mis abuelos vivían allí en Hokkaido. Habíamos ido a verles y de paso mirar yo la universidad. El día del accidente… todo mi mundo se derrumbó. Fueron mis abuelos quienes me dieron la noticia de que mi madre había fallecido y mi padre estaba grave en el hospital. Cuando ellos se fueron al hospital me llevaron con ellos pero… supongo que no aguanté la presión. Tenía diecisiete años y se suponía que debía estar feliz porque iba a ingresar a la universidad, pero estaba en una sala de hospital recibiendo la noticia de que no volvería a ver a mi madre y que era posible que tampoco a mi padre – Naruto sonrió un segundo algo frustrado – supongo que esos son los casos donde cometes las locuras de las que luego te arrepientes. Me fui a un bar, mentí sobre mi edad, me colé con un carné falso y me emborraché, no quería saber nada de la vida durante unas horas. Era la primera vez que bebía.


- Pero no has vuelto a beber.


- No – sonrió Naruto – ya tuve bastante con aquella vez, créeme. Me emborraché demasiado – dijo Naruto al final –al día siguiente estaba en casa de mis abuelos y a las pocas semanas, sacaron a mi padre del hospital así que volvimos a casa. Yo renuncié a la universidad por cuidarle, me necesitaba más que nunca, no era capaz de levantar cabeza después de lo de mi madre.


- ¿Y Kaito? – preguntó Sasuke observando el brillo que subía a los ojos de Naruto.


- Él… vino poco después de eso. Fue la decisión más dura y complicada que he tomado hasta el momento en mi vida, pero no me arrepiento. Él lo es todo para mí, es mi hijo, yo lo llevé durante nueve meses dentro, ya lo quería desde que me enteré que venía. Por un momento pensé que quizá era mejor abortar, no sabía nada de su padre, seguramente no volvería a saber de él, me iba a tocar cuidarlo solo y eso me asustaba. Pero… no pude. Después de perder a mi madre no era capaz de deshacerme de otra vida, casi sentí como si la vida me diera algo a cambio de mi madre, sentía que era importante que viniera, que mitigaría nuestro dolor. Es el ojito derecho de mi padre – sonrió Naruto – su esperanza de vivir, le da alegría y a mí también. Llegó en el peor momento pero es lo mejor de mi vida.


- ¿Qué ocurrió con su padre? – preguntó Sasuke extrañado - ¿Era alguien del pueblo que se marchó a estudiar fuera?


- No… era un chico de Hokkaido – dijo Naruto muy convencido – o eso creo.


- ¿Eso crees?


- Ya te he dicho que me emborraché, no recuerdo mucho de esa noche excepto que me acosté con alguien o al menos eso debió pasar porque me quedé embarazado. Ni siquiera recuerdo que me fuera con nadie ni que me acostase con él – sonrió Naruto – Te diría quien es el padre… pero es que no lo sé. Cuando me desperté a la mañana siguiente estaba yo solo durmiendo en un banco. Me volví a casa de mis abuelos.


- Naruto – susurró Sasuke – ¿por eso no tomaste precauciones? ¿Porque no recordabas lo que habías hecho?


- Sólo sé que entré al bar, me emborraché, hable con el camarero, hablé con alguna persona más del lugar y no sé… me desperté en el banco de ese parque. No sé lo que pasó en ese intervalo de tiempo.


El silencio se hizo un segundo, un segundo en el que Naruto se tensó dándose cuenta de lo que toda su historia suponía y podría hacer pensar a Sasuke.


- Ya sé lo que parece, pero no me voy acostando con cualquiera por ahí – dijo Naruto – fue un error, no he vuelvo a acostarme con nadie desde aquello, excepto contigo esta noche. Me gustas, Sasuke – le confesó Naruto – me gustas demasiado y sé que te he ocultado que tengo un hijo… pero no fue adrede, nunca lo he ocultado, Kaito para mí es lo más importante. Tú me mentiste primero.


- Lo sé y lo siento. Mi relación con Neji era… complicada. Nunca pensé que podría enamorarme, Neji era simpático y agradable, quizá quise ver en él ese amor que tanta falta me hacía sin darme cuenta de que me mentía a mí mismo. Eso no era amor. Te amo a ti, Naruto, eso lo sé.


- ¿Cómo puedes estar tan seguro ahora?


- Porque siento esta opresión en el pecho cada vez que te alejas, cada vez que te vas, sé que eres al único al que no quiero perder ni que se separe de mi lado. Te necesito a ti en mi vida, pero también sé que me ocultaste algo importante.


- Lo sé. La gente siempre se va cuando se enteran que tengo un hijo.


- Eso me da igual, Naruto. No me importa ser un padre para Kaito, pero tengo que ordenar mis sentimientos.


- ¿Es porque no sabes quién es el padre?


- ¿Y si el padre aparece, Naruto? ¿Y si quiere sus derechos con Kaito?


- Nunca lo había llegado a pensar, ni siquiera sé quién es su padre, no creo que él sepa que tiene un hijo por ahí y no puedo sacarle ADN porque no tengo otra prueba con la que compararlo. ¿Qué iba a hacer? ¿Pedir una muestra genética a todos los hombres de Hokkaido? – sonrió Naruto – no sé quién puede ser.


- Te ayudaría a investigar quién podría ser el padre, pero vivo en Tokio, créeme que conozco poca gente en Hokkaido. Mi hermano quizá porque vive allí al igual que mi tío Madara, quizá ellos sí pudieran investigar algo si es que aún te interesa saber quién es su padre.


- He pensado mucho en el padre de Kaito, a veces pienso que sería bueno contactar con él y decírselo, otras veces no sé… me parece una estupidez presentarme en la puerta de su casa y soltarle un… “hola, éste es tu hijo”.


Sasuke sonrió ante la espontaneidad de Naruto. La verdad era que tenía razón, a cualquiera a quien le soltase algo así tan directo podría darle un infarto, pero por otro lado… era el padre biológico, tenía derecho a saber que tenía un hijo perdido en una pequeña isla llamada Rebun.


- ¿Cómo se le dice algo así a alguien, Sasuke? ¿Cómo vas a destrozar una vida y decirle que es padre? ¿Y si tiene mujer e hijos? ¿O novio? ¿Y si yo le pongo patas arriba su maravillosa vida? No necesito nada del padre, puedo rehacer mi vida y me ha dado a Kaito, es el mejor regalo que podía pedir. En estos últimos años… no sé, pensé tanto en ese tema… sé que lo correcto es decírselo porque tiene derecho, pero por otro lado… no sé, me da miedo cómo se lo pueda tomar, no sé quién es, ni sé su carácter, no lo conozco ¿Y si es una mala persona?


- Creo que deberías buscarlo – le dijo Sasuke – aunque sea sólo para quitarte esas dudas. Luego puedes decidir tú mismo si quieres contárselo o no lo de tu hijo, pero por lo menos… conoce a la persona, saber quién es, te quitaría muchas dudas, Naruto. Podrías contratar un investigador privado, que investigase lo que ocurrió aquella noche. ¿Cuándo fue?


- Hace dos años, en verano, creo que en agosto – comentó Naruto.


- En agosto hace dos años – susurró Sasuke – vale, podría investigar un poco – ¿Recuerdas el bar y la ciudad? La isla de Hokkaido es enorme, Naruto.


- En Hakodate, al sur de la isla Hokkaido, viven allí mis abuelos. Del bar… lo recuerdo vagamente, creo que era el que estaba muy cerca del ayuntamiento. No recuerdo el nombre, lo siento.


- No pasa nada, con eso me sirve. Aunque puede que sea más complicado de lo que esperaba.


- ¿Por qué?


- Porque Hakodate es la ciudad más turística de Hokkaido. Puede que el chico sólo estuviera de paso y viva en otra prefectura y no en la de Hokkaido. Si ya la isla de Hokkaido es enorme… imagínate si tengo que buscar en todo Japón.


Naruto jugó con los dedos golpeando levemente la taza de té, mirando una vez más por la ventana. Estaba claro que a Sasuke no le convencía la idea de no saber quién era el padre de ese niño pero no podía hacer nada para remediarlo, ni él sabía de quién se trataba.


- ¿Estás molesto conmigo? – preguntó Naruto al final sin mirar a los ojos a ese chico moreno que perdía sus intimidantes ojos en su bebida.


- No, molesto no – dio un sorbo a su té – es sólo… que quiero hacer las cosas bien, Naruto, no quiero que me pase como con Neji, no quiero equivocarme. Necesito saber quién es su padre y saber que no se interpondrá en lo que quiero iniciar contigo, quiero dejar las cosas claras para que luego no haya malos entendidos. ¿Me comprendes?


- Sí, te entiendo – dijo Naruto.


- Pero, ey… no estoy rompiendo contigo ni nada por el estilo – le dijo Sasuke sonriéndole, acariciando la mejilla del joven – te quiero y quiero estar contigo, es sólo que necesito encontrar al padre de ese niño, necesito asegurarme de que no vendrá a darnos problemas con reclamos. Es cuestión tuya si quieres decirle la verdad o no, pero yo al menos… quiero saber quién es para quedarme tranquilo.


- Yo también quiero saber quién es – dijo Naruto - ¿Lo encontrarás?


- Lo voy a intentar. Le pasaré la información a mi tío y veré qué puedo hacer. Él debe de estar allí ahora, estaba investigando un caso con tu padre en esa ciudad.


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