Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Slaughter Boxing Club por Iratxe

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y ya estamos de nuevo con una actualización de este maravilloso fic que nadie lee porque no son otps populares -w-

 

Más o menos con las fechas de siempre, 3-4 semanas entre actualización de un mismo fic, maravilloso

 

Vamos a leer :D

Me rendí. Finalmente me rendí y hablé con Anis para que supervisara mi entrenamiento. Solo por un día, nada más, lo suficiente como para que me diera el visto bueno y que pudiera seguir con mi vida como hasta ahora. Cuando se lo dije me ofreció un abrazo por “haber entrado en razón por fin”, pero lo rechacé. Quiero subir al ring, pero aún no me he vuelto loco.



–Realmente eres muy bueno.–me felicitó, después de un largo día de trabajo–Entiendo por qué estás a la cabeza del club.–



–Ya, ya sé que soy el mejor.–yo me quedé dando de comer a Green, al final me había encariñado con él



–Pero tienes un par de problemas en lo que respecta a tu posición.–y Anis detrás de mí



–¿Ah?–era la primera vez que alguien me sacaba una falta–¿Qué le pasa?–



–Colócate.–



–A cuatro paaaatas~–Green nos acompañó, y traté de ignorarlo



Volví junto a mi “entrenador” y me coloqué como lo haría si fuera a combatir:



–Verás.–se puso detrás de mí–Esta forma de posicionarte no es la más indicada para tu estilo de combate, te retrasa.–empujó con su rodilla mi pierna derecha para adelantarla un poco, y sus manos fueron a parar a las mías–Prueba así.–su voz en mi oído, y me sentí extrañamente débil entre sus brazos–¿Mm? ¿Tiemblas?–



–No. Es que no tengo buen equilibrio en esta postura de mierda.–me defendí



–Eso o que esta es una zona erógena.–un ligero soplo en mi oído, y me aparté de él de inmediato–¡Hey, era una broma!–se rió, y le di la espalda–No te enfades ahora que nos empezamos a llevar bien, hombre.–



Estaba realmente avergonzado, quería largarme.



–No somos amigos, no nos llevamos bien, y no me gusta que me toquen.–



–Entendido, tipo duro. Combatirás la próxima semana.–



–Vale.–



–Estate preparado.–



–Yo siempre estoy preparado. Nunca me han lesionado en un combate.–enfrenté su mirada, y se quedó callado



Zasca.



Yo gano.



**

Después de estar consultando todas y cada una de las opciones y de hacer algunas búsquedas en internet me decidí a apuntarme a uno de los cursos del gimnasio, eso de aerobic no sonaba tan mal: Estaba clasificado para todos los públicos, todos los rangos de edades y tipos de experiencia. En definitiva, no era tan pesado como esos cursos de “esculpe tu cuerpo de playa en tres meses” de los que la gente salía sudando y pidiendo atención médica. Entré a la clase y había una gran tranquilidad, solo un par de chicas habían llegado. Al principio me dio un poco de vergüenza pensar que sería el único chico -que lo fui- pero no tuve tiempo de darle vueltas a eso porque antes de comenzar la lección un grupo de mujeres...maduras...se abalanzaron sobre mí.



–Uy, ¿tú quién eres?–



–Ah...Subaru...–hice una reverencia por educación



–Oioioioi qué guapo...–



–Qué muchacho...–una de ellas me agarró del brazo–Estás fuerte, ¿eh?–



–...–creo que hasta me puse rojo



¡Por unas señoras!



–Venga, vamos a empezar la clase.–la profesora sí que era joven y guapa



Me coloqué en la última fila de alumnos, intentando que no se me viera mucho...y me perdí nada más empezar. No es que me perdiera un poco al principio y luego me acostumbrara, me perdí tanto tanto tanto tanto en medio de la “coreografía” que incluso la monitora me llamó la atención:



–¡Venga el chico del fondo! ¡Uno dos, uno dos!–



Y daba vueltas y vueltas y yo me iba para el otro lado y me volvía a perder y no sabía qué estábamos haciendo. Cuando terminamos nos hicieron tumbarnos en el suelo y hacer algunos ejercicios de relajación. Relajación mis muertos, qué calambres en el estómago tuve al día siguiente...



–¡Buen trabajo!–todos aplaudimos y recogimos el material



–Subaru-san.–me volvieron a rodear las señoras–¿Y tú por qué te has apuntado? Es la primera vez que te vemos.–



–Bueno quiero...perder algo de peso.–



Y ducharme, me gustaría ducharme por favor.



–Oh bueno pero solo eres un poco barrigón no pasa nada.–y soltó la bomba



–Mi nieto está igual.–y otra la siguió



–...–quería irme



–¿Baru?–



–¿Ah?–qué hacía Kuina en la puerta de clase



–Menos mal me he recorrido el gimnasio entero y un tío con tatuajes me ha mandado a la mierda.–se acercó a mí y me dio un beso en los labios–¿Cómo ha ido?–



La cara de las señoras era de película.



–Bien, bien...–



–Oioioioi, ¿es tu novio?–ya estaban cotilleando



–Ah...sí, este es Kuina.–



–Uy pero cuántos hierros tiene en la cara...–una de ellas le estiró de uno de sus piercings de la oreja



–¡Ay!–



–Bueno nos vamos...–agarré a Kuina de la mano y nos escapamos juntos del aula



–Qué miedo cariño.–



–No me han dejado en paz en todo el día y me duele todo y estoy sudado y doy asco.–me dio un lametón en la mejilla–¡Ah!–



–Muy rico.–se rió de mí–Anda, tira para el vestuario, que tienes que trabajar.–



–¿Para eso has venido?–



–Y por si tus compañeras estaban buenas.–



–Imbécil.–le pegué en el brazo, aunque sabía que Kuina estaba tan poco interesado en las mujeres como yo



–¿Vamos a la ducha?–me mordió el cuello



–Claro.–le devolví el mordisco

 

**



Shinya vino a buscarme por sorpresa después del entrenamiento; de alguna forma siempre sabe cuándo necesito verlo. Yo estaba hablando con Yuusei, mi mejor amigo del club, y estaba tan ensimismado hablándole de mi próximo combate que ni siquiera me di cuenta de quién estaba detrás de mí:



–Aki, tienes visita.–me advirtió mi compañero



–¿Mm?–me di la vuelta–¡Shinya!–me lancé a abrazarlo



–Shinya no, a la ducha, guarro.–me regaño, pero lo ignoré

 

–¡Tengo combate el viernes!–grité, y le planté un beso en la mejilla de la emoción



–Ya te dije que no estarías sin combatir por mucho tiempo.–me despeinó



–Hey, Aki.–me di la vuelta, aún colgado del cuello de Shinya, y ahí estaba Anis–Recuerda, nada de eyacular los tres días previos al combate, ¿eh? Aprovecha ahora.–me guiñó un ojo y se fue riéndose



–Gilipollas.–gruñí



–¿Ese es Anis?–



–Sí.–



–Es más guapo en persona.–



–¡Ni lo mires!–



–¿Qué pasa, es tuyo?–



–No, pero tú sí.–lo abracé fuerte, reclamándolo



–Solo somos amigos.–



–Ya, y los amigos no se follan a los enemigos de sus amigos.–



–Aha...tranquilo, no es mi tipo.–



–¿Te van más bajitos?–lo solté



–Y tatuados.–se dio media vuelta y me acompañó al vestuario



–¿Por qué has venido a buscarme?–



–He salido pronto y quería verte.–



–¡En cinco minutos estoy!–corrí a la ducha



–Cuidado que te resbalas.–Shinya se quedó sentado fuera

 

Me metí bajo el chorro de agua y me duché a la velocidad de la luz.



–¡Estoy!–salí deslizándome por el suelo mojado



–¡Aki tápate por dios!–



¡Hice que Shinya se sonrojara! ¡Shinya, el témpano de hielo por excelencia!



–¿No decías que hacía mucho que no me la veías?–balanceé mis caderas cual Shin-chan–Trooompa, trooompa.–



–...–



Me dio un ataque de risa con la cara de Shinya.



–No vuelvo a venir a buscarte.–



–Vengaaaa no seas tonto.–lo abracé



–¡Pero vístete!–



**

 

Me pasé varias semanas yendo a aerobic, un día sí un día no, dos horas por sesión. Realmente no pensé que lo lograría después de aquel comienzo. Conseguí ser constante, dejar de perderme en medio de las coreografías e incluso llevarme bien con mis compañeras las señoras. Ya me daban igual sus comentarios y...además...



–¡Kuina! ¡Kuina!–fui a despertarlo corriendo



–¡¿Qué pasa, nos atacan?!–se incorporó–¡Te dije que compráramos una casa en otro sitio!–



–¡No es eso! ¡He perdido peso!–



–...–me tiró sobre él a la cama



–¡Ah!–



–Dormir.–se abrazó a mí



–No idiota que tengo que ir a abrir la tienda...–me revolví un poco–Venga suelta...–



–Felicidades.–me besó



–Mhn...–



–Venga, que te acompaño.–nos levantamos y después de una sesión de sexo en la ducha para celebrarlo, fuimos a la tienda bien arreglados y sonrientes



–Muchas gracias, vuelve de nuevo~–no podía evitar atender con emoción a todas las chicas que venían, y poner especial mimo al doblar las prendas o envolverlas para regalo



–Subaru-san, estás genial~–y algunas de las clientas incluso notaban mi cambio



–¡Muchas gracias!–



–Uuh, qué popular.–Kuina detrás de mí en el mostrador–Se van a poner celosas tus señoras.–



–Quiero apuntarme a algo mas fuerte ahora.–



–¿Sí?–



–Sí, no sé a qué.–



–Apúntate a Zumba–



–¿A qué?–



–Como aerobic con baile pero a lo bestia.–



–Oh, igual. Más señoras.–



–Eso mismo.–nos dimos un beso para gusto de las clientas que estaban mirándonos haciendo como que ojeaban las perchas y seguimos trabajando



Cuando terminó mi turno fui a la mentada clase de “zumba” y...



El panorama era muy distinto al que yo había visto. Chicas fitness, de las que salen en la página de inicio de youtube si has buscado cualquier cosa referente a la dieta o el ejercicio. Mujeres atléticas, preciosas, enérgicas, con ropa de deporte ajustada...si fuera heterosexual me moriría. Me coloqué en la fila de detrás como siempre, y las escuché hablar.



–Ah, qué mal...otro pervertido que viene a mirarnos el culo...–



–Sí...-



¡¿Hablaban de mí?! No no no no no. No quería que pensaran nada parecido, la única razón por la que me pongo atrás es para que no me miren ellas. Me acerqué al grupito con una mezcla de miedo y vergüenza:



–Esto...–



–¿Qué quieres?–me miraron mal



–Yo...no quería incomodaros...no he venido a lo que pensáis...–



–Ya.–



–Tengo novio...–no sabía por qué les estaba dando explicaciones, supongo que porque no quería sentirme incómodo en clase durante el tiempo que estuviera allí



–¿Ah?–no parecieron creérselo pero les enseñé una foto con Kuina



–Llevamos tres años...–pasé a una foto de los dos en Disneyland–Vivimos juntos...–una foto en la que nos dábamos un beso



–Qué monos... ¿Cómo te llamas?–



–Subaru.–



¡Y al final nos hicimos amigos! Me explicaron que sentían haber dicho eso pero que muchos chicos se apuntaban para mirarlas e intentar meterles mano más tarde, que daban mucho asco y habían tenido muchos problemas con ellos. La clase...bueno. Fue dura, era mucho más movimiento del que estaba acostumbrado a hacer, pero cuando me perdía mis nuevas amigas me ayudaban. Cuando terminamos me invitaron al vestuario con ellas -cosa que estaba prohibida pero fui- y nos quedamos hablando mientras nos cambiábamos.



–¿Y a qué te dedicas, Suba-chan?–



–Kuina y yo tenemos una tienda de ropa.–



–¡Ooh, trabajáis juntos!–



–Qué monos~–se desnudaron delante de mí



Vi muchas tetas.



–¿Aahh? ¡Pero si no estás mal!–todas me alagaron cuando me quité la camiseta–¡Y además eres super mono!–



Qué bonito es ser el amigo gay estereotípico.



–Gracias...Antes estaba peor...–



–No sería para tanto, además si sigues haciendo ejercicio te vas a poner genial y Kuina no querrá soltarte.–



Sonreí como un imbécil al pensar en él.



–Nunca lo ha hecho.–



–Ooh~–



**



Aquel día fue mal desde el principio, tenía que haberme quedado en casa: No me desperté con la alarma del teléfono, y para cuando se me ocurrió mirar el reloj ya iba tarde. Me vestí a tientas en la oscuridad con lo primero que pillé y salí corriendo sin desayunar en dirección al gimnasio.



¿Y por qué yo, un hombre hecho y derecho, iba con tanta prisa en mi día libre? No iba para trabajar, hoy era el día en el que me pesarían para comprobar que seguía en la categoría indicada y podía combatir contra mi oponente. Había controlado los excesos, nada de alcohol, nada de sexo, nada de paquetes de galletas devorados a media tarde. Y para más inri...depilado de arriba abajo.



De arriba...abajo.



–Aki llegas tarde.–Anis me regañó–Todos los demás ya han pasado por la báscula.–



–Ya voy ya voy.–me desvestí rápidamente y me subí al aparato



Unas risas detrás de mí.



–Qué coño pasa.–me mantuve quieto para no dar un resultado erróneo



–Nada, oso amoroso.–la voz de Anis detrás de mí



Miré hacia abajo. Y caí en la cuenta. En mi ajetreada mañana ni siquiera había mirado lo que me había puesto y había acabado cogiendo unos boxers de los osos amorosos que me habían regalado por mi cumpleaños a modo de broma.



Y Anis los había visto.



–...–me puse rojo hasta las orejas



–Perfecto Aki-san, puede bajar.–



Me vestí a la misma velocidad a la que me había quitado la ropa y me alejé de donde se encontraban el resto de mis compañeros. Salí por la parte de atrás y saqué el paquete de tabaco que había estado evitando coger toda la semana.



–Eh.–pero me apartaron el cigarrillo antes de que pudiera llevarlo a mis labios–No deberías fumar antes del combate.–



–Vete a la mierda Anis.–apreté mis puños, arrugando la cajetilla



–Bueno, pero no vas a fumar.–



–Psch.–



–¿Por qué te cabreas tanto por todo?–



–Porque soy así.–



–Intenta tomártelo con calma, son solo bromas.–



–No me gustan tus bromas.–



–¿Eres igual con tu novio?–



–No tengo novio.–



–¿Mm? ¿Y el chico que te vino a buscar?–



–Es un amigo.–



–Mm. Pensaba que si habías asumido que Nadia y yo salíamos por portarnos cariñosos si te veía con alguien así debía ser tu pareja.–



–Pues no. No tengo pareja y no te importa.–



–A mí sí me importas aunque te comportes como un gilipollas.–



–¿Ah?–



–Estás en mi equipo.–su mano en mi hombro, y una sonrisa que no parecía de este mundo–Te convertiré en profesional.–



–...–     

Notas finales:

y acabó :D

 

Rw por subaru haciendo aerobic con las señoras.

 

AKI VA A COMBATIR. ESPERAD ESE SALSEO. >:3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).