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Enemigos Naturales por Cliosan9

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Notas del capitulo:

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Hola muy buenas madrugadas chicas lindas, yo se lo que quieren,,, quieren matarme, lenta y dolorosamente! lamento haberme atrasado tanto con el capítulo aún cuando dije que iba a tenerlo antes :'v tuve una serie de inconvenientes con la lap, que al parecer voy a tener que reinstalarle en Windows y lo otro fue el cuello de botella monumental en mi cabeza :'D


Gracias por todos sus comentarios chicas las adoro, y alguien me dijo que la spoilié, pero no fue así, quien se moría era yo (too much feelings pls?), Akashi no sale herido XDDDDD igual Fujimaki es un pendejo ;v Weno las dejo con el capi de hoy.


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2. Aroma


Akashi había regresado de una cacería. Atrapar personas desprevenidas en el bosque se había vuelto una tarea cada vez más complicada si no quería ser descubierto. Para Akashi como para otros monstruos que se ocultaban en la oscuridad de la noche, prefería que los humanos pensaran que su existencia se limitaba a mitos y leyendas, después de todo el enemigo más difícil de combatir era aquel que no sabes que está allí.


Todo estaba extrañamente calmado, cosa que le llamó la atención. Fue a revisar a las habitaciones para encontrar a Momoi saliendo del cuarto que se le había asignado junto con Furihata. No necesitó preguntar nada, de una manera casi telepática la muchacha suspiró para luego decir:


-Sigue dormido.


-No sabía que los lobos tenían un periodo de invernación.


-Según mis datos, no lo tienen, es sólo como si no hubiese dormido en paz hace mucho tiempo.


Akashi dio media vuelta y decidió no fastidiarlo. Había sido cruel, algo parecido a la culpa se instalaba en su pecho muy lentamente, una enorme necesidad de proteger a su pareja y al pequeño cachorro iban creciendo poco a poco, el instinto por formar una familia además del deseo por copular, no conocía a Furihata de nada, incluso habían conversado muy poco cuando estaba despierto, pero aun así algo dentro de sí le decía que aquel era su único y verdadero amor. Vaya que el destino a veces es caprichoso, aquella vez aquel lobo lo había hecho perder la presa perfecta, más aun, la pareja que él había decidido tener a la fuerza.


Kuroko Tetsuya, un muchacho de contextura delgada, blanca piel y claros cabellos. Normalmente no se interesaba en la comida, pero aparte de su atractivo físico, Akashi percibió a alguien con gustos afines y de manera unilateral decidió convertirlo en vampiro para que este se convirtiera en su compañero. Cuando le comunicó sus intenciones al muchacho, éste se negó rotundamente y desapareció. Buscarlo se había vuelto su primera prioridad, inclusive haciendo pactos con jefes de otros nidos de vampiros para tener algún dato del muchacho, pero había sido imposible. Imposible hasta ese día. Había salido de día como muy pocas veces, tenía una fedora y lentes oscuros. Siendo su apariencia escondida por los accesorios el muchacho no caviló cuando chocó accidentalmente con él. Akashi lo reconoció de inmediato y lo siguió.


Manteniendo su distancia se aseguró de no ser descubierto. Esperó pacientemente hasta muy entrada la noche. Un muchacho de cabello negro y de estilizado porte salió de la casa, pero las ventajas de ser un vampiro es que nadie puede engañarlos cuando se trata de sangre, y aquel muchacho olía a Kuroko, el olor que tenía de él en la mañana. El ritmo de los latidos, el sonido de la sangre al, son como una huella digital. Cada uno tiene una característica que los define, diástole, sístole, la suave melodía de su latir era la misma.


Empezó a cazarlo, acechándolo en la oscuridad de la noche, fue completamente obvio de su presencia, pues quería que el chico escapara hacia los bosques cosa que consiguió, persiguiendo el delicioso aroma a sangre y la danza en allegro de su corazón. Le demoró un poco cavilar bien a lo que se enfrentaba. Perseguía a un chico de cabello negro, pero ahora había un rubio, más adelante se convirtió en un castaño, pero cuando lo atrapó del cuello, el juego ya había terminado. El cambiaformas ya no podía seguir convirtiéndose por lo tanto regresó a su verdadera forma. Sus cabellos celestes se le hicieron suave al tacto y su garganta demasiado delgada, pero no importaba ya que pronto sólo tendría un solo propósito. Servir a su líder.


Escuchó un ligero sonido de ramas y hojas secas quebrarse, provenientes de la hierba alta, cosa que durante unos segundos lo distrajeron. ¿Un humano? No, lo hubiese olido a kilómetros, el olor de aquella criatura era muy neutra, así que decidió agudizar el oído. Pudo escuchar un suave palpitar, demasiado suave y controlado para cualquier persona presenciando a un vampiro a punto de convertir a alguien. Kuroko, aprovechando el agarre menos tenso de la mano de Akashi, logró escapar.


El pelirrojo inmediatamente comenzó a perseguir a Kuroko, pero no sabe bien qué fue lo que le impulsó empezar a cazar a la criatura que se ocultaba. Tenía a su presa en frente suyo, sin embargo la dirección a la que iba empezó a desviarse con rumbo a aquella mata de cabello castaño. A medida que se acercaba las orejas se hicieron más visibles, era un lobo. Apretó con furia la mandíbula y recordó su aversión por aquellas criaturas.


El olor del peli celeste se había perdido, de alguna manera lograba burlar sus sentidos, pero aún tenía una recompensa. No estaba seguro porqué en ese momento no lo destripó dejando su cuerpo sin vida en aquel pasto verde para que a la mañana siguiente los cuervos tengan su propio festín, no está seguro aún ahora porqué terminó llevándoselo consigo, después de todo en todo el tiempo que el lobo estuvo encerrado, no entró ni una sola vez a ver su condición.


Todos los días lo alimentaban y en noches de luna llena se le prohibía al personal acercarse siquiera a la jaula. Tal vez su razón principal fue hacerlo sufrir como él había sentido la pérdida del que podría haber sido su compañero, así que se dedicó a buscar la manada de aquel lobo.


Regresó al bosque a tratar de rastrear las huellas dejadas, e incluso trató de seguir el aroma alcalino que normalmente expedían los lobos, más no encontró a ninguno más. Akashi no iba a desistir, así que valiéndose de contactos pudo encontrar una humilde casa escondida entre el bosque y dentro un niño esperando el regreso de su madre.


-¿Quién es usted señor? – preguntó el pequeño niño con lánguida voz. El hambre había arreciado en el tiempo que su madre no había vuelto de cacería. – ¿Viene a matarme?


Algo dentro de Akashi se removió dolorosamente. Aquel niño no había vacilado en pronunciar aquella pregunta, sus ojos se veían sin vida, completamente dispuesto a aceptar a la muerte si esta se le presentaba.


-¿Dónde está tu manada?


-No tengo manada.


-¿Tienes hambre? – El muchacho asintió moviendo la cabeza – Conseguiré algo para ti.


¿Qué hacía? Había llegado a aquella casa con toda la intención de matar a cuanto lobo encontrase allí, sin embargo se encontraba saliendo de cacería para alguien quien no era su protegido y menos un vampiro. Volvió en una hora, con el cuerpo de una mujer joven entre sus brazos.


-Come – le dijo autoritariamente. El muchacho lo miró expectante y a la vez apesadumbrado. - ¿Qué sucede?


-Muchas gracias, pero ¿Por qué un vampiro me está ayudando?


Allí estaba la gran interrogante que él mismo no se podía responder.


-Es bastante impresionante que puedas decir lo que soy si no me has visto mostrando mis colmillos.


-Su olor señor, usted huele a sangre.


Akashi miró como el chico acariciaba suavemente el rostro de la fallecida y le cerraba los ojos, pronunciando unas palabras en un idioma que no supo identificar. El pequeño niño lobo se transformó a voluntad para luego abrir a la mitad el cuerpo de la chica con sus afiladas garras y comer el corazón aún tibio.


Muchas veces había clasificado el comportamiento de los lobos como sucio y sin ninguna clase, ya que le parecía de muy mal gusto dejar un cuerpo destripado y sin corazón a la vista de la gente, en cambio los vampiros eran diferentes. Muy prolijos con sus cacerías, a excepción de las marcas de colmillos la víctima estaba completamente ilesa.


-¿Desea comer usted también? – le preguntó.


-Lo he traído para ti.


-Lo sé, pero no puedo comer otra cosa que no sea el corazón.


-No comeré.


-Entiendo


El muchacho cogió algunos artículos de limpieza y empezó a limpiar las manchas de sangre que habían salpicado al comer. Intentó cargar a la mujer pero esta era muy pesada para él.


-Déjame yo la llevo.


Levaron el cadáver hasta la parte trasera donde se erguía un jardín con bonitas flores aun estando al medio de un bosque.


-La enterraré más tarde. – El muchacho se notaba agitado, no había comido en mucho tiempo por lo tanto todo lo que había comido ahora lo hacían sentir lleno y con sueño.


-Ven conmigo – dijo de manera impulsiva.


-Gracias, por todo, pero aún sigo esperando a mamá.


-Tu mamá, ¿es castaño como de mi altura? – el niño pareció recuperar la vivacidad que no tenía mirando expectante al más alto, tratando de descifrar si tal vez aquel vampiro era el heraldo de malas noticias. Akashi en medio de su locura momentánea decidió mentir. – Lo conocí hace mucho tiempo, mi familia y su manada nos separaron a la fuerza. Dime que sabes de tu papá.


-¿De papá? – el niño negó con la cabeza. Siempre que había querido preguntar algo de su padre o de la manada, su madre cambiaba de conversación o simplemente no respondía. - ¿Tu eres mi papá?


Akashi entornó los ojos y con una sonrisa, asintió.


-Lo soy.


*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*


Las miradas intensas de su “familia” no se hicieron esperar cuando finalmente trajo al pequeño Hikari al nido. Muchos tuvieron la suposición que Akashi había adoptado costumbres de otros nidos en los cuales raptaban niños para convertirlos en bolsas de sangre permanentes, pero para todos no pasó desapercibido que ese niño era diferente. No era humano.


-Es un lobo


Muchos estuvieron a punto de replicar, pero la mirada gélida que los ojos heterocromáticos mandaban, era una clara advertencia de que cada uno debería medir sus palabras ahora en adelante. Aceptaron sus nuevas órdenes, que contemplaban tratar al pequeño lobo como uno de los suyos, más aún, con los privilegios que un hijo del líder debe tener.


Pronto el muchacho se adaptó al nido y empezó a llevarse bien con otros vampiros. Para ellos fue como una brisa refrescante, muchas veces no perciben la noción del tiempo y olvidan que ellos mismos en algún momento fueron niños, tal vez humanos o híbridos, desde aquella época para muchos han pasado siglos.


Los lobos no viven eternamente, al igual que los humanos tienen un ciclo de vida que dura mucho más, pero al igual que todas las especies, perecen en la vejez. Por eso ver a Hikari tan lleno de vida, “creciendo” a su ritmo, alegró a muchos. El nido se había vuelto un lugar más apacible y casi por un momento Akashi olvida lo que ha dejado aún en el sótano.


Aquel olor era delicioso en escalas que no sabría definir en palabras de ningún idioma que él supiese. Cuando Kise logró arrastrarlo fuera de aquella masa olorosa de feromonas, se dio cuenta que no podía mover su cuerpo libremente y la cabeza le daba vueltas. Nunca le había pasado algo de esa magnitud con ningún omega. Quien tuvo que darle la gran noticia del diagnóstico de su situación fue la peli rosa. Momoi había visto muy pocos casos de parejas destinadas, después de todo, sólo una persona en todo el mundo es quien ha nacido para estar enlazada a ti. Con esa premisa se hacía cada vez más difícil la búsqueda de una única pareja y muchos morían sin encontrarla. Aunque en la realidad casi nadie deseaba encontrar a su otra mitad pues preferían decidir su propia pareja guiados por sus corazones y no por el instinto.


-Es imposible – gritó fúrico


-Lamento que es así. Mandé a hacer análisis de vuestra sangre, dos veces y no hay error. Lo siento Akashi-sama


¿Cuál era la probabilidad? Se preguntó Akashi. Despues de tantos años de vida, había aprendido a ver cada instante no como un acontecimiento separado, sino como un gran sistema entrelazado a menor o gran escala que decidía por nosotros. Si él no se hubiese interesado en Kuroko, nunca lo hubiese seguido hasta el bosque, no hubiese perseguido a la pequeña criatura que exactamente ese día por ser de luna llena decidía salir a cazar. Cuál era la probabilidad de haberlo dejado vivo a pesar de la lógica, de traerlo al nido y dejarlo hasta que su celo apareció.


 


Momoi entró a su oficina sin haber tocado antes.


-Lamento la intromisión, pero si desea conversar con Furi-chan, acaba de despertar.


-¿En dónde está?


-En mi habitación, está jugado con Hikari-chan.


El pelirrojo asintió, para luego pedirle a la chica que se vaya. ¿Cómo debería proceder ahora mismo? Nunca en su vida había tenido una interrogante que no pudiese resolver con facilidad. Tratar de convencerlo con bonitas palabras no funcionaría, los trucos que usualmente utilizaba para ganarse a la gente estaban completamente descartados pues aquel castaño había visto su peor lado, aquel que trataba de suprimir con desesperación, que sólo dejaba en libertad cuando iba tras alguna presa.


No sabía si era culpa de las feromonas pero a veces era difícil controlarse estando a su lado, quería tocarlo y hacerle cosas indecentes, pero siempre era alejado con un gruñido. Aunque había notado que aquel comportamiento extraño con respecto a ser tocado, no solo era con él. Momoi le había comunicado que muchas veces había sido empujada con relativa fuerza al intentar coger al muchacho de manera amistosa. Tal vez el lobo sufría de afenfosfobia, pero no tenía problemas para jugar con su hijo menor.


Tratar con gente que no sea vampiro y que no pueda manipular sólo le deja un dolor de cabeza, así que tomó el teléfono y marcó el  número predeterminado #2. El tono de llamada sonó 3 veces antes de que alguien contestara al otro lado.


-Shintarou, necesito conversar contigo. – Tal vez su amigo más antiguo podría ayudarle.

Notas finales:

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Holi, espero que les haya gustado el capítulo, pobre Furi :'v lo hago sufrir mucho, no es mi culpa, a la Waifu le gusta el angst XD 


Yo no se que onda con el fandom de KnB ultimamente, han visto cuanta arena hechan a las AkaFuri shippers o a Furihata como personaje? El niño es un amor y se ha esforzado muy duro para llegar a donde está ahora y tambien para haberse ganado el cariño de sus fans. Entiendo que un personaje no te guste porque es malo, tipo Hanamiya que le gusta hacer Ankle break literal :v pero a Furi lo vapulean por "inutil" y "feo" además de poca cosa para estar con Akashi. No se, se suponía que no debería molestarme por se ambos personajes ficticios, pero me he encariñado mucho con Furi y con el AkaFuri en general, así que si me molesta que se les vaya de las manos la arena y ataque no solo la pareja sino a las shippers.


Lamento haberme extendido, queria desahogarme al menos aquí, porque si lo publicaba en paginas de confesiones sólo generaría más arena y comenarios ofensivos de Anti-Akafuri's


Nos vemos la próxima semana con el siguiente capítulo :D


Bye


Clio ::off::


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