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Mi Niña por LimonyMiel

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Notas del capitulo:

-En notas finales-

La vida se presenta de diferentes formas, a veces sorprende como ninguna otra, o simplemente arrasa con todo y destroza el corazón.

Durante la estadía de May todo había sido perfecto, sus dos primeros días fueron medio temerosos por ver cuanto de lo que nuestra imaginación había creado sobre la otra era verdad, además de tratar de concordar nuestras rutinas.

Nos habíamos besado y acariñando entre ambas, habíamos visto películas y nos habíamos quedado dormidas sobre las piernas de la otra, todo había sido perfecto, pero…pero como todo en la vida algo debe ocurrir ya que no todo puede ser perfecto.

La tormenta pego con fuerza contra mi integridad. Había llegado al departamento una carta de parte de abogados que trabajaba con mi familia solicitando mi cambio de apellido, y presentándome además que los bienes familiares no iban a pasar a mis manos en el caso de algún familiar muerto. En otras palabras, mi familia, ya no era mi familia, y yo no era alguien sin apellido.

Cuando era pequeña siempre había pensado que cuando sea grande me cambiaria el nombre, no el apellido sino solo el nombre, estaba obsesionada con un video juego y quería que mi nombre sea el del personaje principal de este, luego junto con la madurez vino el entendimiento que eso seria inmaduro y no tenia sentido. Pero ahora…cuando en mis manos tenia esos papeles me descoloco completamente.

No quería que May viera esto, porque tenia miedo que ella se sienta culpable o que por esto decida que seria mejor que ella se vaya, y eso iba a ser un golpe que no iba a poder resistir.

Tome los papeles contra mi pecho y le ordene a mi mente a prohibirme llorar o sufrir por nada de esto, no valía la pena, el lunes cuando tenga que ir a mi trabajo hablaría con los abogados para ocuparme de estas cosas.

Entre al cuarto y mientras se escuchaba el agua de la ducha abrí mi armario y guarde todos los papeles en una caja, debía estar en un lugar donde May no puedo hallarlos a si que los puse a una altura donde ella no los alcanzaría y por ende yo tampoco. Bendita sean las sillas.

Me sentía destrozada, y por más que me obligaba a mi misma a no llorar, una que otra lagrima se escurrió por mis mejillas.

Tome mi celular y marque el número de Tiago.

-Dime pequeña, es raro que me llames- me contesto el otro alegre mientras al escuchar su voz yo solo intentaba morderme los labios para no llorar. – ¿Iso?, ¿estas bien?- y no pude sostener el sollozo mas tiempo en mi garganta y este exploto contra el auricular.

-E…ellos mandaron papeles Santi- las lagrimas empezaron a caer una tras de otra, y yo salí al balcón del departamento y cerré con traba la puerta corrediza mientras apoyada contra el barandal me prendía un cigarro y quitaba con las mangas de mi buzo las lagrimas que no paraban de salir de mis ojos.

-Oh peque… ¿quieres…quieres que vaya a verte?-

-No, no…solo, solo quería avisarte que ya, ante la ley no eres mi hermano, soy una bastarda- expulse el humo por mi boca entre bocanadas de aire que camuflaban sollozos.

-No digas eso Nina, siempre serás mi hermana, no pienses que porque nues… porque ellos hayan hecho eso algo cambiara entre nosotros, vamos, tu sabes que siempre tuve una buena relación contigo y eso no va a cambar jamás. ¿Enserio no quieres que pase a verte?, sabes que no me molesta, puedo llevar a Lidia y hacer una cita doble- trato de hacerme reir pero era casi imposible en esa situación.

-¿Nina?- escuche la voz de May llamándome desde dentro del depto a si que me apresure.

-Pueden venir si quieres, pero no quiero hablar del tema de los papeles en frente de Sam, a si que vengan pero solo para conocernos, no nos pongamos a hablar de eso, luego te envío un mensaje, me esta llamando a si que después hablamos, te amo mastodonte- escuche su positiva y luego corte el celular.

Suspire y una vez mas me limpie la cara y abrí la puerta del balcón.

-Aquí estoy vida- Grite desde el cuarto y May vino con unos pantalones holgados de toalla y una remera con un gatito dibujado.

-¿Te paso algo?, ¿Por qué tienes esa cara?, ¿estuviste llorando?, ¿Nina?- con cada palabra se acercaba mas a mi, y estirando una mano que se quedo suspendida en la dirección de mi mejilla me venia con unos ojos angustiados y pidiendo respuestas de aquello que me pasaba.

-Solo…solo te extrañe demasiado, y llore porque estuviste lejos de mí demasiado tiempo- tome su mano que estaba suspendida atrayéndola a mí, envolví con mis brazos su cintura y coloque mi cabeza en el hueco de su cuello aspirando su aroma para poder tranquilizarte.

-Nina, me estas preocupando, ¿paso algo?- sus brazos se envolvieron protectores a mi alrededor y apoyo su barbilla en mi cabeza burlándose una vez mas de mi estatura.

-Solo quédate así conmigo, nada mas me puede pasar si estoy a tu lado. Soy transparente frente a ti, siempre seré yo misma, siempre te demostrare lo que me pasa, se que puedo llorar, que puedo gritar y puedo amar, y ahora solo necesito que me abraces con fuerza y no me sueltes mas-

Terminamos ambas acostadas sobre la cama compartiendo besos, caricias y palabras empalagosas una vez mas. Prometiéndonos un futuro, hablando de nada en el mismo segundo donde hablábamos de todo.

(…)

No le hable a cerca de los papeles, no hablamos de nuestras familia, solo hablamos del sabor de la miel, hablamos de la textura de nuestra piel, del gusto de nuestros labios, y del vaivén de nuestras lenguas. Habamos del amor, del deseo, de la felicidad. Ese día no llore mas, mi cuerpo se termino de acoplar al suyo y una y mil veces mas probé sus labios.

Cuando el sol se iba escondiendo, la temperatura bajaba y nuestros cuerpos se pegan al otro en busca de un roce mas intimo recordé la cena con mi hermano y sonreí sobre esos carnosos labios hinchados que se posaban sobre los míos.

-Mi hermano quiere conocerte, quiere venir a cenar al departamento con su novia, ¿te gusta esa idea?- ella suspiro por mis caricias bajo su remera que no se detenían pasando la yema de mis dedos por sobre sus caderas.

En respecta solo conseguí un asentimiento y sentir como ella subía su cabeza con el fin de juntar nuestras bocas una vez mas en un beso.

(…)

-¡Nina, suena el timbre!- escucho el grito de May desde afuera, se a mantenido con el celular renegando por el tema de la cobertura luego de ver una película. Cuando me fui a bañar para estar presentable ella aun seguía con el celular.

-¡Voooooy!- respondí en gritos mientras terminaba de poner una traba invisible en mi pelo para sostener mi flequillo que de nuevo estaba mas largo de lo necesario recordándome que debía cortarlo.

Abrí la puerta del departamento y Tiago y Lidia estaban tomados de la mano. Ella traía puesto unos pantalones blancos y una remera negra con puntilla en los bordes, mi hermano traía una camisa azul oscura con las mangas arremangadas a la altura de sus codos, unos pantalones beige u unas zapatillas que aunque eran eso, zapatillas, quedaban bien con su look.

Lidia, me sonreía mientras me pasaba el vino que habían traído y en sus ojos verdes se notaba el nerviosismo. Obviamente mi hermano le había contado a su novia, que su hermana era lesbiana, y como el común de la gente piensa cualquier cosa de los homosexuales seguramente piense que le tengo ganas o algo por el estilo.

-Pasad, no voy a comerlos- me hice a un lado y ambos pasaron al departamento y pasaron al comedor.

Estaba todo acomodado, habíamos puesto la mesa y May había cocinado mientras yo llamaba por teléfono pidiendo helado de postre. Ellos se quedaron charlando en el comedor.

-Iré a por Samay, ahora vengo- dije alejándome de ese ambiente tensionado que se había formado.

Fui a buscar a May en el balcón y la encontré apoyada contra la baranda mirando el celular con el ceño fruncido.

Se veía completamente hermosa, su cabello ahora medio colorado, medio castaño relucía con la luz de la noche, su espalda se curvaba y su trasero se fruncía al contacto con su pantalón negro. Traía una remera mangas tres cuartos que tenia transparencias así como en la espalda como en los hombros, como tentándome a rasgarla y ver aquello que la tela no me dejaba ver. Su altura era aun mayor porque traía unas botas cortas negras.

Repase una vez mas mi vestimenta, traía una pollera corta como de 7cm mas arriba de la rodilla, una remera sin mangas gris que en la parte trasera era de gasa negra, para tapar mis piernas blancas traía unas medias de seda color piel y unos borcegos cortos negros, me reí por dentro pensando en como es que ella siempre era tan femenina y sexy, mientras yo solo era casual medio gótica.

Me pare tras ella acercándome poco a poco y la rodee con mis brazos besando su hombro en un gesto delicado y, cuando la tuve cerca mío suspire con alivio al sentir su calidez.

-Dime, mi niña, ¿quieres conocer a mi familia?- susurre contra su piel, sintiendo bajo esta, como sus músculos se contraían.

°°°

|Ella sabe exactamente quien soy, sabe todo de mi, soy transparente, porque mi corazón esta abierto de par en par, porque mi cabeza se perdió completamente.

Porque soy suya, y así será por siempre.|

°°°
Notas finales: Perdón por la demora!!, aquí les dejo la sexta parte de esta historia.

Gracias a todas por sus comentarios. Besos.



Argentina.22/03/2016. 21:45. Las estrellas iluminan la noche, haciéndola mas incógnita y seductora.

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