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Amor y Sacrificio por Demonio_Nocturno

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Notas del capitulo:

Hola como estan?? espero y bien, ya esta aqui el siguiente capitulo y espero les guste. sin mas que decir los dejo leer.

Shun entro al colegio donde estudia aun con la cólera que le había provocado su hermano pero más que estar enojado estaba triste; ya iba medio camino recorrido cuando se encontró con dos de sus compañeros de clase pero que además eran sus amigos por no decir que eran sus mejores amigos.

 −Hola Shun como estás –le pregunto uno de ellos.

El chico era alto, de piel un tanto morena, sin llegar a exagerar, sus ojos eran de un color verde grisáceo que reflejaban serenidad y sus cabellos eran largos de un color ónix. A simple vista se veía que era alguien calmado e incluso serio pero más que nada era un chico apacible que emanaba un aura serena como la superficie del agua cuando está en estado de reposo pero al igual que esta, si llegaban a alterarlo, algo un tanto difícil, se tornaba algo violento todo con tal de proteger a sus seres queridos.

−Hola Shiryu, ¿Cómo amaneciste? −preguntó Shun evadiendo la pregunta de su amigo, ya que el recordar los problemas en los que se veía envuelta su familia, le producía un sabor amargo además de que el simple hecho de recordar ese tema hacia que sus ojos se cristalizaran por las lágrimas que luchaban por salir.

El otro amigo de Shun, que hasta ese momento no había dicho nada, se dio cuenta que el más bajo estaba ocultándoles algo y el pensar que algo atormentaba al peliverde y que ese algo era realmente grave como para tener que ocultárselo a ellos que eran sus amigos, le daba mala espina además de que lo preocupaba.

−Yo amanecí excelente −dijo Shiryu con una gran sonrisa.

Shun le regreso el gesto pero al instante cambio su expresión a uno más sombrío y triste, en ese momento fue cuando el otro chico que había preferido mantenerse callado, hablo llamando la atención de sus dos amigos.

− ¿Pasa algo Shuny? Te noto raro no eres el mismo de siempre, es como si nos ocultaras algo grave.

El chico era sumamente hermoso, de rasgos finos que llamaban la atención. Su piel blanca y suave, ojos celestes de largas pestañas risadas y su cabellera larga quebrada de color igualmente celes, hacía que los chicos voltearan a verlo y las chicas le tuvieran envidia además de que su estatura un poco baja y su silueta bien definida, lo hacía alguien muy atractivo pero a pesar de haber nacido con el don de la belleza, era alguien de gustos simples además de que era amable.

− ¿Por qué lo dices Afrodita? –contesto Shun haciéndole otra pregunta aun insistiendo en evadir el responder cualquier pregunta que tuviera referencia a su estado de ánimo o a lo que lo atormentaba.

−No sé, siento que algo te pasa cuéntame Shuny sabes que somos amigos, y nos queremos como hermanos, claro está, apartando al ogro de tu hermano Ikki –bromeo con lo último, el chico que recibió como nombre el de la diosa griega quien era denominada la diosa de la belleza y por esto fue bautizado con este nombre.

El comentario logro su cometido el cual fue sacarle una sonrisa al peliverde y eso hizo que Afrodita y Shiryu sonrieran un poco más calmados

 

En otro lugar de Tokio en una zona residencial de lujo, se encuentra una enorme mansión, con unos jardines de una gran variedad de exóticas de flores y rosas de varios colores muy bien cuidadas. En la habitación principal de la mansión se encontraban dos amantes muy entretenidos, el menor de ellos era de contextura delgada, de piernas y caderas muy bien formadas y seductoras; era un peli naranja de piel muy blanca y suave, sus ojos de color rojo eran muy llamativos e hipnotizante. El más alto, de 1.90, tenía una apariencia que hacía pensar que era una divinidad ya que su piel era blanca, sus largos cabellos tenían un color negro como la noche y sus ojos eran de un hipnótico jade y su complexión trabajada que parecía, hubiera sido esculpido por los mismos dioses, lo volvían alguien de belleza cautivante.

El peli negro se encontraba encima de su amante, penetrándolo con fuerza sin importarle si su pareja sentía dolor, lo único que a él le importaba era satisfacer sus deseos. Aun con toda la fiereza con la que era tratado, el chico de apariencia más frágil, se sentía en el cielo.

−Ha… Hades… −gemía mientras se aferraba a las sabanas−. Si, así más duro –pedía sintiéndose desfallecer del placer recibido−. Eres increi…ble… amor…

− ¿Te gusta así…? –pregunto Hades con voz endemoniadamente seductora que hacía que el más bajo se excitara mas−. Eres exquisito… Mime.

En un movimiento ágil hizo que Mime cambiara de posición dejándolo en cuatro y sin miramientos se volvió a enterrar en su interior llevándose como recompensa un gemido de placer combinado con algo de dolor.

−Hades… métemela hasta el fondo… −rogo suplicante−. La tienes enorme –soltó con descaro sabiendo que si aumentaba el ego de su pareja, le daría lo que quería−. Hades… eres solo… mío… −soltó sin pensarlo.

−Yo no soy de nadie Mime –gruño molesto deteniendo sus movimientos−. Yo no tengo dueño –aclaro saliendo bruscamente del interior del chico causándole dolor pero eso no le importo.

−Agh –gimió de dolor− ¿Hasta cuándo voy a seguir siendo tu juguete? –grito molesto y herido por el comportamiento de su pareja− ¿No entiendes que yo te amo?

Hades no respondió lo cual cabreo más al chico pero más que enojado, se sentía usado y herido por no ser correspondió y por saberse utilizado.

− ¿Por qué no me das una oportunidad? –pregunto suplicante−. No entiendo que soy para ti –dijo con la voz quebrada− ¿Qué es lo que siente por mí?

−Por favor Mime, ¿Hasta cuándo vamos a seguir con esta discusión? –pregunto irritado−. Ya te lo he dicho miles de veces que yo no quiero tener una relación seria ni contigo ni con nadie –aclaro sin importarle herir los sentientes del peli naranja−. El amor no está hecho para mí así que deja de insistir  ya que bien sabias cuales eran mis condiciones cuando te involucraste conmigo así que no me vengas con lloriqueos. No sé quién te ha metido esas idioteces –soltó molesto−. Si tanto quieres saber que es lo que siento por ti, te lo diré –tomo aire−, eres muy bello y me gustas, además en la cama eres increíble. Me encanta que siempre estés dispuesto a complacerme en lo que yo te pida –explico y seguidamente agrego−. Pero si ya estás cansado de esto, la puerta está abierta, puedes irte y hacer la vida que tanto deseas.

Mime quedo en shock con las palabras de Hades e inevitablemente unas cuantas lagrimas surcaron sus mejillas. Estas lágrimas eran tanto de tristeza como de odio y justo cuando iba a responder se vio interrumpido por la voz de Hades.

−Bueno vístete ya que tengo que salir a arreglar unos asuntos muy importantes y no tengo tiempo que perder, así que está conversación se acabó.

− ¿Así nada más me votas? ¿Cómo a un animal? –interrogo más molesto aun−. Eres un cobarde, un animal sin corazón –insulto pero no logro afectar al más alto− ¿Sabes todo lo que he sacrificado por estar contigo? Y ahora me votas como si fuera una basura –reclamo histérico−. Nunca signifique nada para ti, ¡Simplemente te gusta lo bueno que soy en la cama! –siguió reclamando ya que estaba dolido por cómo era fácilmente desechado− ¿Por qué me haces esto, si yo te amo Hades Omori?

− ¡Basta ya! –rugió−. No estoy como para tus berrinches y cursilerías, si te quieres quedar otro rato más en la cama, quédate. Yo tengo que salir pero te advierto –se le acercó y lo abarro del mentón fuertemente marcando sus dedos en la nívea piel−, que no te quiero ver aquí para cuando regrese.

Lo soto y sin importarle nada se fue a su baño pero se detuvo cuando escucho las palabras del que aun permanecía en la cama.

− ¡Te odio Hades! ¡Te odio! –grito sin aguantar más las lágrimas que había contenido hasta ese momento.

Hades solo volteo a verlo para reírse en su cara y después entro al baño dejando a Mime destrozado por la forma con la que había sido tratado, aun a pesar de haber sacrificado tanto por él.

Cuando entro al baño y dejo solo a Mime en la cama, le vinieron recuerdos de unos años atrás; miro la tina que ya estaba preparada con  sales minerales y hierbas aromáticas y sin dudarlo más se desprendió de la bata de baño quedando completamente desnudo. Se adentró a la tina para relajarse y poner su mente en blanco y así olvidar de la escenita que le armo su amante, pero nuevamente le vino a la mente ese recuerdo que quería dejar enterrado para siempre en la oscuridad. Nada más con recordar ese maldito nombre se llenaba de ira

– Maldición – tiro al aire–, Orfeo… ¿Por qué te fuiste así de mi lado? –pregunto a la nada−, te di todo de mi... Esa vez falle pero te dije que no se iba a volver a repetir ¡Y te valió mierda lo que yo sentía por ti! –gruño−, entonces nunca me amaste de verdad.

Hades estaba molesto por verse débil cada vez que pensaba en su pasado, por recordar a Orfeo Luria, quien había sido su prometido.

Ellos se habían conocido en el colegio y la primera vez que sus miradas se encontraron quedaron prendado del contrario; fue amor a primera vista. Hades lo cortejo y  salieron varias veces hasta que Orfeo acepto ser su novio y pasado un tiempo se comprometieron en matrimonio, pero todo cambio de un momento a otro.

−Rayos. −Hades le dio un puñetazo a la tina y la cuarteo. Tanto era su odio que no tenía control de su fuerza ni de sus acciones.

 Cuando se dio cuenta de lo que hiso se, salió de la tina mientras el agua se estaba saliendo donde estaba la grieta que él mismo le había causado. Salió más molesto de lo que había entrado y sin importarle mucho, salió del baño desnudo; cuando vio que no estaba Mime suspiro pesadamente.

–Vaya por lo menos me hiciste caso y no te quedaste –dijo para si mismo−, así es mucho mejor. Lo siento Mime pero yo no te puedo amar no quiero abrir más mi corazón, la persona que este conmigo tiene que tener en claro que yo no puedo cambiar de vida que yo soy Hades Omori –dijo como si lo estuviera diciendo al ya ausente Mime−. Que soy el gran señor del infierno –rio escalofriantemente−, así como me llaman los que me respetan y temen. Orfeo fuiste un grandísimo cobarde, espero que donde te encuentres estas feliz sin mí.

 Una sonrisa de amargura se reflejó en su rostro así que sacudió la cabeza para dejar de pensar y empezó a vestirse para seguir su rutina del día

–Bueno Shion Takamura vamos a ver que me tienes –dijo cambiando a su semblante de siempre.

Los ojos le brillaron peligrosamente y termino de vestirse para seguidamente salir de la habitación.

Notas finales:

HAdes es un mendigo pero tendra su meresido, espero. Yo aun no e corregido el otro capitulo asi que no se que pasa pero el proximo domingo lo sabremos.

dejen sus reviews para saber que les paresio y asi darle animos  la autora.


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