/Young Saeng/
-Feliz cumpleaños querido – abrí los ojos lentamente para descubrir a mi madre a mi lado, acariciando mi rostro
-¿mamá? – Me incorpore con cuidado de no empujarla - ¿Qué hora es?
-las ocho, que bueno que es sábado, pasaremos el día en casa ¿cierto? – dice ella también incorporándose, ignoro su pregunta y hago la mía
-¿peleaste con papá? – ella también me ignora
-tenemos que hablar
-mamá~
-te espero abajo – deja un beso en mi frente antes de desaparecer tras la puerta. Termino de arreglarme y bajo justo como me lo pide, mis padres ya esperan por mí en nuestra gran mesa en la que ciertamente se ve más adornada que otros días ¿por mi cumpleaños?
-buenos días – me inclino levemente antes de sentarme de modo en que ninguno este cerca de mío, sentía mi cumpleaños arruinarse poco a poco. Quería buscar a Kyu – hoy saldré con unos amigos – digo viendo a mamá en respuesta a su pregunta
-tenemos que hablar – esta vez es mi padre él que lo dice y parece que soy el único que esperaba un “Feliz Cumpleaños”
-tu padre tiene algo muy importante de que hablarte – imagino que és y aunque me asuste esperaba una felicitación antes, suspiro rendido. No pienso rogar por nada
-Yo… hace mucho tiempo yo, tu madre es mi segunda esposa hijo – empezamos mal… - hay un niño fruto de aquella relación digo la primera pero era si no está aquí con nosotros desde siempre fue por algunos inconvenientes, algo que les contare más adelante por supuesto
-entonces tengo un hermano ¿podrías ir directo al grano? – no quería más drama, tenia suficiente con el mío
-si lo tienes
-¿Por qué lo dices apenas hoy?
-ya te dije que hay algunas cosas que … ustedes de hecho no deberían conocerse nunca
-¿no merezco conocer a mi hermano?
-no me refería a eso hijo
-Young Saeng escucha a tu padre
-eso hago mamá
-dejalo, tiene razón. Lo siento – la puerta fue tocada interrumpiendo a mi padre haciendo que este formara una gran sonrisa en su rostro, Joder, aun no obtengo mi Feliz Cumpleaños – pero hijo, ahora lo sabes y es genial, ustedes se llevan tan bien
-¿lo conozco?- ni siquiera sé porque pregunte, la respuesta me aterra
-tu hermano es Kim Kyu Jong – dice por fin, sin borrar esa estúpida sonrisa. Ahora tengo nauseas.
/Kyu Jong/
-¡Mamá!
-¿que? – ella se aparta en el momento en que la toco, hace ya varias horas que está empacando todo en varias cajas y parece hacerles más caso a estas que a mi
-¿nos iremos? – un camión se estacione al frente de la casa – nos iremos – afirmo - ¿por qué?
-no preguntes
-¿por qué? – tiro la caja que ella está a punto de cargar – no pregunte cuando me hiciste empacar y venir a Seúl, ni tampoco el por qué papá desaparece y de pronto se vuelve el más atento. Recordé los últimos días y sus mimos hacia mi madre e incluso hacia mí - ¿Qué está pasando? – ella se deja caer al suelo y rompe en llanto, mis ganas de recriminarle desaparecen. Estúpido Kyu Jong
- lo siento – la acuno como a una niña y ella se aferra a mis brazos, la manera en la que llora me rompe el corazón – lo siento Kyu Jong, lo siento – repite una y otra vez – espero que puedas perdonarme – dejo un beso en su frente
-yo siempre te perdonaré todo mamá - se levanta de pronto, limpia sus lágrimas y ahora una sonrisa adorna su rostro
-recuerda que te quiero mucho – parece que va a volver a quebrarse pero eso no pasa, su sonrisa crece y vuelve a ponerle atención a las cajas. Mi padre aparece por las escaleras
-Kyu, acompáñame a un lugar –él mirada atento el camino por donde mi madre iba cargando más cajas
-¿Qué le pasa a mamá?
-está muy cansada – coge las llaves del auto y sale indicándome que lo siga
-¿por qué tenemos que irnos de nuevo? – pregunto ya en el auto
-tú no te iras Kyu Jong – la manera en la que dice mi nombre me suena a forzada, el auto va a una velocidad muy lenta como si no quisiera llegar a su destino
-¿de qué hablas?
-te quedaras en Seúl hij… Kyu Jong – me fastidia su corrección
-¿papá?
-yo y mi esposa volveremos al pueblo
-¿qué?
-tú … - toma mucho aire y empieza a acelerar – volverás con tu verdadero padre
-¡papá! – Aprieto el freno - ¿de qué demonios hablas?
-¡que no somos tus padres! – se limpia con rabia las lágrimas, creería que es una broma pero demonios. Él está llorando, él nunca llora… nunca lo había hecho – tu madre murió al dar a luz así que tu padre no quiso saber de ti, de hecho … él ordeno que te abandonáramos pero no pudimos, mi esposa y yo no podíamos tener hijos así que escapamos contigo – explica sin dejar de llorar y volviendo a poner en marcha el auto – hace algunos meses logro encontrarnos, él te quiso de vuelta – se estaciona frente a una gran casa que se me hace bastante conocida – el bastardo nos amenazó y yo hice todo lo que estuvo a mi alcance pero al final … - entiendo lo que trata de decir
-¿Por qué estamos aquí? – Baja del auto sin responder, se acerca a la puerta y toca muy intranquilo - ¿papá? – lo sigo
-no me llames así, yo… por favor ya no lo hagas – una de las tantas sirvientes que antes conoci nos abre la puerta – ustedes se llevaran muy bien
-¿nosotros? – él ingresa de inmediato hasta el comedor por el que tantas veces he pasado
-tú y tu hermano – es lo único que dice y cuando por fin aparto mi vista de él ahí lo veo, Young Saeng y sus padres alrededor de una gran mesa
-¡Hijo! – el padre de Young Saeng se levanta de su sitio pero no lo llama a él, su atención esta en mi, se acerca y me abrazo pero no correspondo ni lo aparto. Estoy en shock, dura unos minutos
-Young Saeng es mi hermano – susurro muy bajo que estoy seguro que nadie me ha escuchado, pero más que causarme felicidad me aterra … Mi Young Saeng, la persona que tanto amo … ¡es mi hermano!. Reacciono al fin alejándolo lo más brusco que puedo ser y lo miro con horror al igual que a mi padre, ellos me estaban quitando lo único que me pertenecia, ellos están alejándome de mi Young Saeng y también me dieron un hermano.