Ambos caballeros degustaban la cena preparada por Saga, sin duda estaba deliciosa pero nuestro querido Dohko aún se encontraba intrigado respecto a la "segunda sorpresa" que le esperaba a parte de la actitud del peliverde.
D
Primero dice estar muy ocupado para atender a alguien y debido a eso no pude pasar el día junto a Shion.
Luego van a buscarme de parte suya por una emergencia la cual resultó ser una cena romántica... en definitiva esto es muy extraño porque él no es esa clase de... bah a quien engaño si también puede llegar a ser alguien descuidado, torpe, desesperante, pero a la vez apasionado, responsable y tierno.
Shion: — Hey Dohko.. Dohko —
Dohko: — ¿Hmm, qué sucede? —
Shion: — Te decía que si estás listo para irnos —
Dohko: — Pero ¿a dónde?—
Shion:- Ya lo verás ahora ven conmigo - se levantó para acercarse y tomar mi mano.
Nos dirigimos de vuelta al santuario en completo silencio, regularmente siempre tenemos de que hablar sin embargo en esta ocasión no es así, a decir verdad esto es un poco incómodo.
S
Vaya, creí que reaccionaria de otra manera aunque es comprensible pues la forma en que se enteró no fue la adecuada. Además.. ¿qué es lo que me pasaaaaa? Rayos solo cuando estoy con él actuó de esta forma tan... impulsiva, no es que me moleste sino que eso puede dar un resultado inesperado. No cabe duda que el amor puede cambiar a las personas. En fin esta vez lo haré mejor y será especial.
Narra autora:
20 minutos después
Estaban subiendo las escaleras que llevaban al primer templo, al llegar había un sendero de estrellas el cual guiaba a la habitación principal, lo siguieron y al abrir la puerta el primero en entrar fue Dohko quien encontró un cartel que decía algo así:
"Cada momento a tu lado ha sido maravilloso, mi mundo es hermoso por ti. Te agradezco las sonrisas regaladas al igual que esos besos robados, eres mi tesoro más grande y quisiera preguntarte algo..."
Dohko se encontraba confundido pero esas palabras calmaban esa sensación, dio media vuelta y vio a Shion incado en una pierna con una hermosa sonrisa en su rostro.
Shion: —Antes que nada disculpame por haberte preocupado esa no era la intención, solo que quería pasar un lindo momento contigo por tu cumpleaños... pero en fin eso ya pasó, ¿crees poder perdonarme? —
Dohko: - Claro que si, pero para la próxima no hagas que me preocupe, tonto —
Shion: - Trato hecho — en ese momento de su traje saca una pequeña cajita de cristal y la abre. —Bueno, ahora me gustaría saber.... si acaso tú ¿quisieras casarte conmigo?—
Dohko: — Eh, ¿qué pregunta es esa? ¡Por supuesto que no! —
Shion: Al escuchar eso se quedó mudo, se levantó con la mirada gacha y empezó a alejarse pero sintió unos brazos alrededor de su cintura y no pudo evitar voltear —¿Qué estás..?—
Dohko: - Je ya estamos a mano -
Shion: — ¿¡Ahhh!? — Un aura oscura comenzó a rodear al carnero al tiempo en que su cosmo se incrementaba. — Sueltame — masculló
Dohko: — Vamos solo era una broma— empezó a acariciar su cabeza
Shion: —¡Dije que me soltaras!— gritó enfurecido a la vez que apartaba sus manos y se alejaba
Dohko: —Espera yo no quería...—
Shion: —¡Callate!— En otras ocasiones podía aguantar sus bromas, aunque este fue la gota que derramó el vaso. —¡Todo para ti es un maldito juego, nunca tomas las cosas enserio! Eres un idiota— Dicho esto sentía unas cuantas lágrimas de coraje resbalar por sus mejillas y sin esperar a que el otro le respondiera salió de la habitación, dejando caer la cajita de cristal.
El santo de la balanza no podía creer aquel desplante de parte del peliverde, solo que esta vez entendía el por qué. Después de todo debía de encargarse de los pendientes del santuario, que no era tarea fácil, además de planear la cena para celebrar.
En ese instante sintió como si un cuchillo se le clavara en el pecho.
—Soy un estúpido— Cayó de rodillas al suelo y sin poder evitarlo comenzó a llorar.
—Perdoname... perdoname— susurraba, mas el silencio era su único compañero. Hasta que se escuchaban pasos que anunciaban la llegada de otro individuo.