Bajamos la escalera tomados de la mano y cuando llegamos al recibidor me quede impacto por la escena que se desarrollaba delante de mis ojos: mi padre estaba besando a un omega y mi madre estaba besando a una alfa pero lo peor de todo fue que ni siquiera habían notado nuestra presencia hasta que Ryu comenzó a besarme y yo empecé a suspirar. Al escuchar mis suspiros cuatro pares de ojos se posaron en mí y yo avergonzado por la situación empuje a Ryu alejándolo para que dejara de besarme.
- Pero que mierda haces Yuki!! – Ryu estaba furioso y al ver que alzo su puño empecé a retroceder y cerré los ojos esperando recibir su puñetazo pero en lugar de eso sentí como unos suaves y cálidos brazos me rodeaban.
- Ryu por favor cálmate, Hatsume dile que se tranquilice por favor – el omega que me estaba abrazando fue quien pronuncio esas palabras, era un joven de cabello negro, como de mi estatura, con unos ojos cafés que parecían estar a punto de lagrimear, ese mismo hombre que unos segundos antes estaba besando a mi padre.
Acaricio mis cabellos mirándome a los ojos para tranquilizarme mientras que me decía que no tuviera miedo porque su hijo no estaba realmente enojado, solo era un poco impulsivo y a veces actuaba sin pensar. En ese momento se apartó de mí y con una sonrisa se presentó.
- Es un placer conocerte Yuki yo soy Hayakwa Hide y ella es mi esposa Takeshi Hatsume – cuando dirigí mi mirada a donde se encontraba la madre de Ryu pude ver que lo tenía sujeto del brazo.
Me puse nervioso al ver como ambos me miraban pero hice mi mejor esfuerzo y los salude de la mejor manera que pude después Ryu se soltó del agarre de su madre.
- Mamá yo estoy tranquilo, no es así Yuki? – abrió los brazos y puso una sonrisa totalmente falsa, yo dude en acercarme pero note como rápidamente la sonrisa empezaba a borrarse de su rostro y corrí a abrazarlo. El me atrapo y empezó a apretar el agarre mientras que me olía el cabello y me susurraba suave al oído para que solo yo pudiera escucharlo.
- Una más y me veras enojado y créeme que eso no te gustara – me puse a temblar y hundí mi cabeza en su pecho mientras le pedía perdón. Pasados unos segundos la voz de mi adre rompió aquel ambiente tenso.
- Bueno chicos lo que presenciaron recién tiene una pequeña explicación. Yuki veras Hide es el amor de mi vida y Hatsume antes era la pareja de tu madre – en ese momento mi madre me tomo de las manos.
- Hijo quien se iba a imaginar que terminarías casándote con el hijo de nuestro primer amor y que gracias a esto nos reencontraríamos – cada uno fue y abrazo a su pareja y yo sonreí al verlos tan felices.
Nos quedamos hablando sobre trivialidades un rato hasta que mi padre me sugirió llevar a nuestros invitados al comedor para comenzar con la cena. Era un espacio amplio y tenía la particularidad de tener una enorme mesa redonda, cada quien tomo asiento al lado de su antiguo amor. Cuando me levante para ir a traer los platillos mi madre y Hide se acercaron y me ayudaron a traer todo. La cena constaba de arroz, fideos, ramen, camarones, costillas en salsa agridulce y de postre un pie de manzana con helado napolitano. Sonreí al ver todos los platos en la mesa, les agradecí por su ayuda y fui a sentarme al lado de Ryu.
- Yuki cariño me sirves agua por favor – tome la jarra de agua para hacer lo que me estaba pidiendo y en ese instante me di cuenta que a partir del momento que firmara los papeles mi vida iba a estar sometida a su voluntad. Me puse tan mal que derrame algo de agua sobre él, asustado por su reacción y por todo lo que venía después me puse a llorar y me fui corriendo a esconderme a la cocina.
Estaba sentado en el suelo apoyado contra un mueble, cuando escuche que unos pasos se acercaban, escondí mi rostro entre mis manos, estaba seguro que era Ryu y que me iba a golpear por haberlo mojado pero estaba equivocado porque otra vez las suaves manos de Hide acariciaban mis cabellos. Se sentó a mi lado y me dijo que todo estaba bien, que su hijo no estaba enojado porque a cualquiera se le puede caer un poco de agua por los nervios. Honestamente no sé como es que Hide lo hace pero logra tranquilizarme inmediatamente como por arte de magia. Cuando deje de llorar se levantó y me ofreció su mano para ayudarme a levantarme, salimos juntos de la cocina y antes de sentarme nuevamente al lado de Ryu le pedí disculpas por lo sucedido, las acepto pero me advirtió que después cuando estuviéramos solos íbamos a hablar. Los nervios no me abandonaron durante toda la cena y cometí varios errores más, tenía tanto miedo por lo que iba a pasarme nunca creí que iba a llegar el día que tuviera que estar sometido a un alfa y menos que me casaría sin ni siquiera poder terminar la secundaria.
Al parecer todos habían disfrutado de la cena, contentos por el reencuentro luego de comer se fueron a hablar al living mientras que yo ordenaba la cocina y preparaba unos cafés. Lleve la bandeja, serví una taza a cada uno y cuando estaba a punto de servirme Ryu tomo una de mis manos y me pidió que me sentara a su lado. En ese momento Hatsume nos observó y cuando Ryu asintió con la cabeza empezó a hablar.
- Bueno como sabrán yo trabajo como jueza, así que ya está todo el papeleo arreglado solo deben firmarlo y listo – Mis padres estuvieron de acuerdo entonces Ryu tomo los papales y los firmo, me dio el bolígrafo para que hiciera lo mismo pero no pude.
Me quede con el bolígrafo en la mano incapaz de moverme por el medio que sentía, firmar era mi condena. Iba a estar condenado todo lo que me restaba de vida a cumplir las órdenes y caprichos de mi alfa y en el caso de no cumplir iba a estar sometido a cualquier castigo que quisiera imponerme, sin que nadie pudiera hacer nada para defenderme porque era él era mi dueño. ¿Por qué tenía que ser así? ¿Por qué no podía ser libre? ¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? No pude seguir lamentándome porque un fuerte dolor en mi hombro me trajo de nuevo a la realidad, los dedos de Ruy estaban hundiéndose en mi piel. Levante la vista para encontrarme con aquellos ojos furiosos que sin palabras me decían que si no firmaba tal vez no sería capaz de contarla, no tenía ninguna opción así que finalmente firme los papeles. Sentí las voces de mis padres y mis suegros felicitándonos como si fueran un eco lejano, amargas lágrimas surcaban mi rostro pero no tuve tiempo de decir nada que mi esposo ya me estaba cargando a mi habitación.
Estaba todavía en shock cuando sentí el ruido de las llaves cerrando la puerta pero no fue por mucho tiempo porque casi inmediatamente una cachetada me tiro al suelo a eso le siguieron patadas en mi estómago lo único que atine a hacer fue a intentar cubrirme pero así como estaba me levanto del suelo y me arrojo a la cama. En cuestión de segundos me encontraba llorando, boca abajo, con las manos atadas y no podía dejar de observar el lamentable reflejo mío que me devolvía el enorme espejo que se encontraba frente a mi cama.
Ryu me había dado varios azotes con su cinturón después de eso sentí como me desvestía. Yo le pedía disculpas pero él no se detenía y ahora me estaba penetrando de manera tosca y violenta. Sus manos recorrían mi piel delineando con la punta de sus dedos las huellas de sus mordidas, algunas eran tan fuertes que llegaban a hacerme sangrar y yo solo mordía la almohada intentando ahogar mi llanto. Esta ya era la segunda vez que se corría dentro de mí y no parecía tener intenciones de parar pero era mi culpa que me estuviera tratando de esta manera. Soy un idiota nunca debería haber dudado de firmar los papeles, tenía tanto miedo que creí que lo mejor era escaparme, es obvio que nunca lo hubiera logrado y termine firmando después de mi momento de duda pero eso no evito que Ryu se enfadara conmigo.
- Ryu basta!! por favor detente!! – sentí como las embestidas aumentaban y como jalaba fuertemente mi cabello.
- -Noo!! Este es tu castigo, como se te ocurrió intentar dejarme plantado!! A mí!! – su voz estaba cargada de enojo y lujuria.
- Aah eres tan estrecho Yuki – mordió mi hombro haciendo que soltara un fuerte gemido de dolor mientras él seguía embistiéndome cada vez más rápido.
- De quien eres Yuki?? – esta vez mordió el lóbulo de mi oreja y solté un chillido.
- Vamos dilo, di a quien le perteneces zorra!!!! Di que esto te gusta!!!! – arremetió con más fuerza y yo entre sollozos le respondí.
- A ti!! Solo te pertenezco a ti Ryu!! Yo soy tuyo!! Ryu solo quiero complacerte snif – tomo mi miembro y comenzó a masturbarme mientras besaba mi cuello. Y yo quería amor, quería su amor, quería que me hiciera el amor con cariño así que continúe disculpándome.
- Ryu lo siento, te necesito, por favor nunca me dejes yo soy tu zorrita snif – siguió besándome para luego morderme y después termino adentro mío. Me dolió horrores cuando sentí que se anudo pero no me moví y él se quedó dentro de mí.
No se cuanto tiempo nos quedamos así porque estaba tan cansado y adolorido que me quede dormido ya en la mañana cuando desperté no tenía las manos atadas y él estaba caminando por cuarto hablando por teléfono, noto que había despertado, hablo unos segundos más y colgó.
- Nos vamos – me cargo, me metió a la tina y nos bañamos.
Nos vestimos en silencio y antes de que volviera a ponerse a hablar de nuevo por teléfono me dio una pastilla, la tome y mientras él hablaba por teléfono me levante tome una mochila y guarde unos libros que me gustaban, mi diario, una sudadera que adoro, un dije me que me dieron mis abuelos y por ultimo tome mi oso que tanto amo, lo abrace y me acosté de nuevo en la cama. Ryu colgó me beso y justo en ese momento vi que un carro llegaba.
- Vamos ya llegaron por nosotros – volvió a besarme y lo seguí. Abajo estaban mis padres junto a mis suegros que nos esperaban para despedirnos.
- Bueno ya nos tenemos que ir pero antes que van a pedir por Yuki – me quede boquiabierto va a ofrecer algo por mí!! Él me quiere, me quiere!!!! Comencé a dar saltitos y los omegas se me unieron. Mi padre con una sonrisa hizo su pedido.
- Queremos que nos ayudes a cambiar de identidad – Ryu sonrió y me jalo de la cintura.
- Eso solamente?? Cuando tengan todo listo llamen a esta persona y digan que van de parte de Deadblack – le dio una tarjeta y salimos de ahí dirigiéndonos a una nueva etapa de nuestras vidas.
Cuando estábamos los dos solos en el auto me atreví a mirarlo a los ojos y preguntarle si iba a poder seguir estudiando se acercó y me dio un tierno beso.
- Mira amor yo soy un investigador policial de alto rango y debo viajar mucho así que si quieres seguir estudiando lo tendrás que hacer por internet. Ahora debemos viajar a Italia, Londres y México pero te prometo que podremos hacer cosas lindas. Te amo Yuki y te hare feliz pero siempre debes obedecerme entendido?? – asentí con mi cabeza, me abrazo y me senté en sus piernas. Él me quiere!!!! Bueno no debo emocionarme pero no puedo evitar sonreír, me recosté en su pecho y me quede dormido.
No sé con exactitud cuánto tiempo había pasado cuando me despertó para poder bajarse del auto, estaba a punto de seguirlo cuando me dijo que lo mejor era que fuera solo a la casa de su amigo. Me quede solo en el auto me recosté abrazando a mi osito y no pude evitar ponerme triste y derramar algunas lágrimas. No paso mucho tiempo que Ryu ya estaba de vuelta en el auto, me tomo del brazo para que me sentara de nuevo sobre sus piernas y empezó a darme suaves besos. En ese momento vi sangre en su mejilla, saque una toallita desmaquilladora de mi mochila y lo limpie.
- No vas a preguntar nada Yuki??- me sonreía mientras que acariciaba mi cuello.
- Yo estem, que es lo que hacías en ese lugar?? – Me dijo que solo era trabajo nada de lo que debería preocuparme y que antes de ir a nuestro departamento iríamos a comprarme ropa, cerré los ojos por el miedo y asentí a todo lo que me decía.
El miedo que sentía fue desapareciendo poco a poco con las suaves caricias de mi esposo que recorrían mi espalda, cuando llegamos al centro comercial ya estaba bastante tranquilo pero igual había algo, no se decir exactamente que era pero yo en el fondo intuía que algo estaba mal.
Ryu Pov
Se sentía tan bien tenerlo así tan sumiso, sentado sobre mis piernas totalmente entregado, dejando que lo acariciaría disfrutando de la suavidad de su piel. Llegamos al centro comercial Yuki iba de tienda en tienda fascinando y modelando todo conjunto que encontraba. Sus ojitos brillaban al verse en el espejo y yo solo lo miraba fascinado y le compraba todo lo que él se probaba pero después se desilusionaba y lo dejaba todo botado.
- Señorita lo envuelve para llevar aquí está la dirección – pague toda la ropa y le deje la dirección para que enviaran todo a nuestro departamento, luego fuimos a un puesto de comida rápida y deje que Yuki escogiera.
Se pidió un pastel de chocolate y yo ordene un café con unas galletitas dulces, disfrutamos de la comida en silencio. Al terminar le dije que ya era hora de ir a nuestro departamento lo abrace de la cintura y comencé a repartir besos en su cuello, haciendo que se retorciera de gusto.
Mi departamento se encontraba en una de las zonas más exclusivas en Tokio, estaba en el último piso de una enorme torre y se podía apreciar un hermoso paisaje de la ciudad. La carita de sorpresa de Yuki cuando vio la decoración hizo que me derritiera. Todo estaba impecable, las decoraciones eran en blanco y negro, tenía un gran plasma en el recibidor, luego un living con un precioso sillón de cuero negro junto con una enorme pantalla, nuestra habitación solo contaba con una cama enorme y dos mesas de luz, la cocina contaba con una barra para desayunar, una amplia mesada de ónix negro que brillaba reluciente y había una pequeña mesa blanca como todos los electrodomésticos que la equipaban. Eso sin olvidar la hermosa vista que se podía apreciar desde el balcón, allí hay algunas plantas y una pequeña mesa de cristal con unos sillones en los cuales suelo sentarme cuando salgo a fumar o a mirar algún atardecer.
Me acerque lentamente a Yuki, me encantaba ver lo fascinado que miraba todo y le dije al oído que todo esto era suyo también, sus lindos ojitos brillaron asombrados con una hermosa luz y no pude resistirme lo tome de la cintura y empecé a besarlo hasta que nos interrumpió el timbre. Lo solté para que fuera a abrir la puerta y pude ver como saltaba de alegría al ver todo lo que le había comprado.
Gracias, gracias, gracias!!!! Eres el mejor Ryu!!!! – vino corriendo a abrazarme y me dio pequeños besos en toda la cara, yo los acepte contento y luego le di un apretón en sus glúteos y le dije que fuera a acomodar todas las cosas a la habitación mientras que yo veía unas cosas del trabajo. Me senté en uno de los sillones del balcón y apoye la laptop en la mesita pero no pude concentrarme en revisar los archivos que me habían llegado porque no podía sacarme de la cabeza lo que había pasado unas horas antes, aquel inepto me había sacado de mis casillas. Los recuerdos inundaban mi cabeza y pude escuchar mi voz claramente
- Deberías tener listo el trabajo!!!! – lo tome del cuello y lo golpee contra la pared ocasionando que brotara sangre de su boca, enfurecido le di un golpe directo a la boca del estómago pero antes de que pudiera darle otro golpe abrió su boca.
- Sabes necesitan más gente para el lugar que ya conoces y con el lindo angelito ese que traes contigo podrías conseguir bastante dinero como lo hiciste con los otros.
- Ese angelito es intocable porque es mío!! Así que ni se te ocurra ponerle una mano encima o pagaras las consecuencias!! – lo tire al piso para luego pisar fuerte sus costillas, en cuestión de segundos empezaron a romperse, el pobre infeliz solo soltaba suplicas mientras empezaba a ahogarse con su propia sangre. Al ver que no suplicaba más lo patee y antes de volver al auto con Yuki le hable a un amigo que es doctor para que viniera a ver a ese estúpido antes de que se muriera porque si no después tendría que buscarle un reemplazo y la verdad que no tenía ganas de hacerlo. En ese momento de lo único que tenía ganas eras de estar con Yuki, la verdad es que no me importa el dinero que me deja este trabajo porque gracias a mis dos trabajos tengo dinero suficiente para no trabajar por un buen tiempo pero al abandonar uno se que el otro va a absorberme y si esto llegase a suceder sé que él me abandonaría y eso es algo que nunca le permitiría.
Me quede un rato en el balcón fumando un cigarro mientras que miraba de reojo los mails, como ya había pasado un rato largo decidí ir a ver que hacia Yuki. Lo encontré durmiendo con una camisa mía como piyama se veía tan sensual, sus labios estaban entre abiertos invitándote a morderlos y jugar con ellos, sus piernas largas blancas y bien torneadas estaban dobladas haciéndolo ver tan tierno e inocente que sentía la sangre hervir bajo mi piel pero en ese momento no podía disfrutar de mi precioso ángel porque primero tenía que resolver algunos asuntos.
Tome mi abrigo del armario le di un beso a mi Yuki y salí de la habitación. En mi portafolio metí unos papeles, la laptop y mi fiel cuchillo. Cuando tenía el cuchillo entre mis manos sentí un cosquilleo, como me gustaría poder ver a mi Yuki temblando de miedo a causa de este, delinear su espalda e ir dejando a su paso un camino de sangre pero no puedo lastimarlo, en realidad no quiero lastimarlo así que lo mejor es que me vaya por ahí porque tal vez no sea lo suficientemente fuerte como para contenerme. Camine hacia la puerta pero antes de irme sentí como unas manos se aferraban a mi brazo.
- Ryu no te vayas por favor, no me dejes solo – unas lágrimas surcaban su rostro, acaricie una de sus mejillas y le di un beso rápido.
- No llores Yuki, voy a salir por un momento, prepara la cena mientras que no estoy – me di la vuelta y salí del departamento por las dudas cerré la puerta con llave. Necesitaba salir urgente de allí, la sed de sangre que sentía era enorme, necesitaba saciarla con cualquiera y temía que si me quedaba ahí ese alguien seria mi Yuki.