¿Que hice mal?, ¿tanto me odia el destino que me ha dado este castigo?. Quizás, las palabras que mi padre me dijo hace años atrás sean ciertas, ahora estoy sintiendo lo que él me advirtió, ¿pero que podía hacer? Ya era demasiado tarde cuando me di cuenta que te amaba.
Me acerque sigilosamente a través del grueso árbol que me ocultaba esa fría tarde. Sentí una punzada en mi hombro herido y lo apreté con mi mano para luego quejarme en silencio, lo que menos quería en ese momento era que me vieran
Con un ramo de rosas en las manos mire a todas las personas que vestían un preciosos luto, hubiera sonreído por eso, pero me era imposible
Cuando todos de retiraron, me dieron la oportunidad de que mi paciente espera sea recompensada, me acerque con la cabeza gacha y a paso lento al enorme agujero en la tierra y contemple la fría caja de madera, arroje el ramo de rosas y unas lagrimas lo siguieron, tu estabas ahí acostado, no te podía ver, pero me lo imaginaba, durmiendo placidamente en esa caja, eso quería creer....que dormías, pero que nunca despertarías....y todo por mi culpa, perdóname Taichi
Una mano se poso en mi hombro, no había necesidad de voltearme si sabia de quien era
-Lo lamento....si yo hubiera ido a ayudarte....quizás.... Yagami no estaría.....
-No...el destino lo quiso así...-me voltee y mire a Seiji- es solo mi maldita culpa...y de nadie mas
Sin mas mi amigo me abrazo cálidamente, me sorprendí claro, pero le correspondí con un sollozo
-Gracias....
-¿Qué haces aquí?- pregunto una voz muy directa
Levante la mirada a la persona que me trato tan fríamente como yo lo hacia con los de más hace unas semanas
-Mamá...tranquila, vámonos por favor- una chica parecida a ti la trataba de retener
-Perdone...pero no podía estar tranquilo si no lo venia a..-una bofetada me paro en seco
-¡¡Madre!!- grito la chica en un regaño
-Por tu culpa- me apunto con su dedo anular- mi hijo murió...fue tu culpa chiquillo maldito...-sus ojos estaban hinchados de tanto llorar
-¡Señora, Yamato no tiene la culpa...!
Con una mano calle a Seiji, y mire con los ojos empapados a tu madre. Cerré los ojos y le coloque la otra mejilla, como diciendo: “falto la otra, señora, siéntase libre de golpearme”. Mi pena por perderte era tan grande, que mil patadas no me causaban dolor alguno
Cuando se dispuso a hacerme caso, Seiji se coloco frente a mi con los brazos extendidos, protegiéndome de los golpes
La señora Yagami miro a mi amigo con el seño fruncido y bajo el brazo
Las tremendas ganas de morir y cortarme las venas de una vez por todas ya eran mas fuertes que yo...corrí lejos del cementerio hasta mi hogar...
Cuando llegué recordé que mi padre guardaba lo que me quitaría el dolor, la culpa, la angustia, y las ganas de verte, por y para siempre. Busque en el desastre de su cuarto aquel objeto, hasta que encontré una pequeña caja de madera bastante llamativa...trate de abrirla pero parecía que estaba cerrada con llave, la golpee contra el suelo, pero no había caso
Salí al patio y volví al cuarto con un alambre, tras varios intentos de abrir aquella caja y tener ya las manos adoloridas, me hiba a dar por vencido pero de repente....pude abrirla
Dentro había un objeto envuelto en un pañuelo rojo...¡lo encontré!
Dirigí la pistola a mi boca, temblando, con miedo, con sudor en mi frente, cerré los ojos temeroso...debía hacerlo, sentía, de alguna forma que era una obligación...de repente abrí mis ojos y no vi nada, como un ciego...no veía nada, todo era blanco, ni siquiera sabia donde estaba parado...era extraño
Un “no se que” apareció frente a mi hasta tomar forma...la tuya...
Me observas con una sonrisa, estas feliz, tus ojos brillan, al igual que mi corazón que se quería salir de su lugar. Te mire con la alegría mas grande que jamás pensé tener en mi vida
-Tai...chi...-dije tu nombre, no podía creer que estabas frente a mi. Te abrazo fuertemente, como si soltarte, me haría perderte otra vez y para siempre
Acaricias mi cabeza dulcemente con tu mano, y me abrazas también...creí que te perdería...creí que no te volvería ver nunca mas... creí que seguiría sufriendo por toda la eternidad, ¿por qué estas acá, Taichi?, ¿acaso volviste por mi?
Te separas de mi y me vuelves a regalar una de tus bellas sonrisas, parecía que me habías perdonado por lo que te hice, por todo el daño que te cause...parecía que...me amabas...tanto como yo a ti, no podía ser mas feliz en ese momento, morir ya no seria nada...pues moriría feliz, y ya hubiera cumplido mi sueño de volverte a ver
Cierras tus ojos para embellecer tu sonrisa y juntas tus labios con los míos, como si te lo hubiera pedido con la mirada, correspondo como si la vida se me fuera...y en el momento que te rodeo con mis brazos una bala atraviesa mi cabeza...
.:::.Ahora si FIN.:::.