Después de separar a su esposo de su pretendiente, salieron al Rodorio a comprar algunas cosas para la cena de la noche. Sin embargo, una gran tensión se sentía en el ambiente, los dos iban con auras demoníacas, mandándose miradas asesinas y susurrándose cuanta grosería conocieran. El caballero de Virgo comenzó a desesperarse por la situación que ocurría cada año, lo bueno, que es el último año donde vivirán en el santuario y después se irán al inframundo, ese año los caballeros de bronce se convertirían en los nuevos dorados. Llegó hasta cierto punto donde ya no pudo más con los dos hombres.
Shaka: ¡¡Se pueden calmar de una vez!! – habló molesto. – ¡¡Ya dejen de decirse cuanta maldición conozcan!!
Radamanthys: ¡Ese semidiós de quinta comenzó! – señaló a su rival.
Hércules: ¡Fuiste tú quien empezó con las maldiciones!
Una nueva discusión comenzó y esto terminó en gritos, la gente que pasa por ahí ya sabían lo que venía, sólo se apartaron del camino y contaron hasta tres, como lo supieron los dos hombres volvieron agarrarse a golpes y el pobre caballero, como siempre, los trataba de calmar, ya es algo cotidiano en el Rodorio. Al final terminaron sangrando con muchos golpes y los tuvieron que llevar a un médico para curar las heridas.
0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0
En el consultorio, el caballero de Géminis se alistaba para recibir a uno de sus compañeros, sólo esperaba a que se marcada la hora. En cinco segundos entró Escorpio decaído y se acostó en el diván. Comenzaría con las preguntas, pero su compañero se adelantó.
Milo: Ya sé como es esto así que mejor no me preguntes y te cuente desde un principio.
Saga: Como gustes.
Milo: Bueno, todo comenzó cuando éramos niños…
Saga: Ya me sé esa historia. – interrumpe. – Mejor dime…
Milo: Es mejor que la recuerdes. – ignoró lo dicho por el mayor. – Cuando Camus y yo éramos niños me enamoré de él a pesar de ser tan frío me gustaba su forma de ser.
Saga: Paciencia, Saga. – se decía a si mismo. – Por algo quisiste elegir Psicología y es para ayudar a las personas con el mismo comportamiento que Milo. – pensó todo eso. – Esto tomará horas.
0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0
En el olimpo, la diosa Athena tomaba el té con su hermana y hermano, Artemisa y Apolo, cada quien tenía sus protectores que se miraban con tanta rivalidad ya que no confiaban en buenas intenciones de parte de los otros dioses. Pegaso pensaba que en la bebida de su diosa había veneno o algo para acabar con ella. Mientras que los otros ángeles pensaban que harían un ataque o algo, pero los dioses se llevaban tan bien que hasta reían de cosas chistosas.
Apolo: ¿Y cómo te va en la tierra hermanita? – preguntó.
Athena: Muy bien. – sonríe. – Los humanos son tan simpáticos.
Artemisa: Tienes razón. – sonríe. – En el tiempo que estuve en diferentes países me enamoré y pienso que nuestra idea de acabar con ellos es el peor error que hubiéramos cometido.
Apolo: Lo mismo me dijo Hermes, Afrodita, Perséfone, Hera, Hefesto y Ares. – toma un poco de té. – Creo que iré una temporada por allá. – mira a cierto caballero y le da una sonrisa sexy. – Y me gustaría que el caballero de Pegaso sea mi guía.
Athena: Por mí está bien, claro si a mi caballero no le importa.
Seiya: Por mí no será problema alguno. – sonríe. – Será un placer guiarlo por Grecia y conozca el mundo humano.
El dios se levanta se su asiento y se dirige al caballero, toma su mano y la besa sonrojando al menor por lo caballeroso que es. Sin embargo, el dios del sol tenía otras intenciones con el caballero de Pegaso, ya que le gustó desde la primera vez que lo vio, lo recuerda como si hubiese sido ayer, pero en realidad han pasado dos meses desde aquel encuentro.
0-----0-----0-----0-----0
El dios del sol, la música y muchas cosas más paseaba seriamente por el santuario de Athena como un humano cualquiera, quería buscar la manera de darle motivos a su padre, Zeus, que los humanos deben de recibir un castigo divino y que Athena debe de ser destituida de su puesto por dejar cometer tanto pecado en aquel mundo donde antes les temían y rezaban. Se disfrazó de un estudiante para pasar por alto, no encontraba ninguna manera de comprobar aquello, se comenzó a desesperar y se encontraba muy furioso, tan enojado que no observó a la persona con quien iba chocar en unos instantes.
Los dos chocaron y el dios se cayó en lodo sintiendo repugnancia por haber caído en lodo de parte de la tierra y no del olimpo, mataría al que se atrevió en no verlo y se haya cruzado en su camino. Le iba reclamar, pero al verlo se quedó sin hablar por ver un joven tan bello de cabellos castaños, ojos chocolatados y una armadura y porque la recuerda es la de Pegaso.
Seiya: Lo siento mucho. – dijo apenado. – Yo te ayudo. – le da la mano.
No rechazó con esa pequeña ayuda volvió estar levando sucio, pero valió la pena sentir aquel contacto con ese hermoso ángel.
Seiya: Un gusto y una disculpa. – hace una leve inclinación y sigue su camino.
Sus sentimientos se combinaron de inmediato, nunca volvió a sentir aquel sentamiento desde hace muchos años atrás, ahora en ese época le vuelve a latir el corazón. Se dio cuenta al instante que se enamoró a primera vista y debía de averiguar más, pero sería muy sospechoso que nadie lo encontrada en el olimpo así que se dirigió de nuevo a su templo y ya después haría un plan para estar más cerca del joven caballero de Pegaso.
0-----0-----0-----0-----0
Fueron pocos momentos en verlo, pero hubo un sortilegio porque es extraño que alguien como él pueda sentir ese sentimiento que murió con el pasó de varias generaciones. Dejó de besar aquella mano y lo miró dando una leve sonrisa.
Apolo: ¿Cuál es tu nombre? – preguntó.
Seiya: Seiya, caballero de Pegaso y futuro sucesor de Aioros, caballero de Sagitario.
Apolo: Son muy respetuosos tus caballeros, Athena. – no deja de observar al caballero.
Athena: Son bien educados.
Apolo: No lo dudo. – sonríe y observa a su hermana. – Artemisa, tenemos que ir hacer algunas cosas importantes antes de preparar la celebración para tomar el “té”. – volvió a estar serio.
La diosa de la luna se levanta de su asiento y le ordena a sus ángeles que se retiran mientras ellos se dirigen hacia el templo donde se llevara acabo la hora de tomar el “té” que durara durante una semana entera.
Pegaso se sorprendió en ver aquellos dioses ser tan educados, nunca se imaginó que los dioses tuvieran aquel comportamiento y ni si quiera con los mortales, a lo mejor, los años han cambiado ese carácter. Salió de aquellos pensamientos ya que su diosa lo toma bruscamente de la mano para acercarlo y decirle algo muy importante.
Athena: Seiya, ten cuidado al estar aquí en el olimpo y más en está semana. – dijo seria, pero se le notaba lo preocupada.
Seiya: ¿Por qué lo dices, Saori? – cuestionó.
Athena: Ha llegado la semana donde todos nuestros protectores deben de preparar su trasero y mantenerlo intacto.
Seiya: No la entiendo.
Athena: A lo que me refiero es que es una fiesta para dioses donde elegirán a su presa y llevársela a la cama y más si es un virgen de primera.
Seiya: ¡¿Qué?! – se sorprende. – ¡Si lo sabía por qué no le pidió a alguien más que la acompañará!
Athena: Los demás caballeros se hubieran dejado llevar por el placer por los encantos de un dios y como tú eres diferente por esa razón decidí escogerte para la misión donde debes evitar aceptar TODA – recalcó. – Invitación de un dios.
Seiya: ¿Qué ganaría si nadie logra cogerme? – preguntó.
Athena: Además de dignidad y honor a la orden, nos darían cincuenta mil monedas de oro por el esfuerzo.
Seiya: Está bien. – suspira. – Haré mi mayor esfuerzo.
Athena: Te puedo aceptar que te toquen y te besen, pero no aceptes preposiciones de cama o de vamos a estar solos.
Entendió a la perfección lo que acaba de decir su diosa, debía de cuidarse mucho porque ahora entendía el comportamiento del dios hacia él, sólo quería un revolcón y lo deja como trapo sucio. Además, él no quería ser tocado por un hombre quien no fuese el amor de su vida. Conociendo ahora las intenciones de los demás dioses, al parecer ya entendía por una parte a Shaka para no quedarse en el olimpo y tal vez es por esa tradición tan extraña. Ahora si estaba en serios problemas con su virginidad.
0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0
En el coliseo, el futuro caballero de Aries no dejaba de pensar en el de cabellos azules que se encontraba por una parte del santuario. Desde todo el rato de entretenimiento no pudo en evitar ver características de él; últimamente es amigable con todos los compañeros, enseñaba clases en Palestra y el cuerpo bien tonificado que tenía. ¡Por los dioses! Es perfecto para él, pero debía de conocer más a fondo, sin embargo, puede ser que sólo sea una atracción y sólo confunda las cosas, ¿Y si no es así? En realidad puede estar enamorado de un caballero, pero el problema sería la edad, tan sólo cáncer tenía veintitrés años cuando él tenía siete años. Averiguaría cual de todas sus opciones es la correcta si está enamorado o simplemente es atracción por tener a alguien a su lado.
Mu: Kiki. – dijo serio. – ¿Te pasa algo? – preguntó.
Kiki: No es nada, maestro. – salió de sus pensamientos. – Estoy cansado.
Mu: Pues, pareces en las nubes.
Kiki: Le he dicho que es cansancio, es mejor dejar el entrenamiento hasta aquí.
Mu: Bueno., – suspira. – Tienes razón, además tengo que acompañar a Aldebarán con unas cuantas cosas al Rodorio. – se pone serio. – Mañana continuaremos con el entrenamiento así que tómate el resto del día libre. – camina hacia la salida del coliseo.
¡Genial! Su maestro se iba al pueblo así que tenía la oportunidad de seguir al caballero de Cáncer para comprobar sus sospechas si esta enamorado o simplemente un rato de amor. Sin más se dirigió hasta el templo de Cáncer y entablar una platica con él o hacer algo.
Durante el resto del día se la pasó investigando a Cáncer apuntando en una libreta sus actividades.
La noche se hizo presente en todo el santuario. Aries su guardián y el futuro suceso descansaban, sin embargo, el de ojos lilas conversaba con su mejor amiga, Sonia, diciéndole lo ocurrido ese día. Tauro tranquilidad y paz. Géminis pues…se encontraba el gemelo mayor escuchando todo lo de Milo, su vida entera y la verdad no podía creer que alguien tuviera esa capacidad de recordad cada detalle hasta las horas, minutos, segundos, fechas y hasta la ropa.
Milo: Y fue ahí cuando ocurrió que estaba en mi cama, me levanté y vine hasta aquí para contarte todo esto. – volvió a limpiar sus lágrimas.
Saga: Bueno, lo que te puedo decir es que debes de olvidar a Camus por completo y conocer nuevos rumbos.
Milo: No quiero hacer eso. – dijo triste. – Amo a Camus con todo mi corazón.
Saga: Entonces vamos hacer algo. – suspira. – Conocerás a nuevas “presas”, como les decías, y convivirás con ellas, si llegas a enamorarte es porque no amabas del todo a Camus y tan sólo es una obsesión o por quedarte en la soledad.
Milo: Está bien. – suspira. – Voy a intentarlo. – se levanta del sillón. – Bien, descansa y gracias. – se dirige a la salida muy decaído.
Saga: Va ser difícil su caso. – se levanta para acostarse en el sillón donde estaba antes su compañero. – Mejor descansaré aquí y mañana si tendré tiempo para conquistar a Mu. – estaba por cerrar sus ojos, pero se acordó de algo. – ¡Demonios! – se levantó. – Tengo que prepararme porque mañana tengo que dar clases en Palestra. – se da unos pequeños golpes en la cabeza. – ¡¿Cómo pudo habérseme olvidado?! Además, mi hija entrada mañana. – se levanta. – Voy a preparar todo.
Se dirige hasta su habitación donde su hermano se encontraba en su cama, no le importó, además no se encontraba de humor para discutir. Después de acomodar todas sus cosas se dirige a la habitación de su hija donde ya se hallaba dormida como un angelito, sin hacer un ruido se acercó para darle un beso en la frente. Sin seguir haciendo ruido acomodaba las cosas de su hija y ya cuando todo estaba listo se fue al cuarto de su hermano para dormir.
En Cáncer el guardián dormía profundamente, pero con una gran sonrisa. En Leo su guardián no dejaba de sonreír por el día tan hermoso que pasó con su amado y suspiraba, no se daba cuenta de la desaparición de su hermano.
Leo habitaba el silencio por la cita entre Aioria y Shura.
En Virgo es casi lo mismo que en Géminis, pero diferente, los niños dormían después de un largo día y en la recámara de la linda pareja pues…
Radamanthys: Sigo sin entender. – dijo molesto. – ¡¿Por qué demonios tiene que estar éste aquí por toda está semana?! – preguntó.
La cama matrimonial se encontraba del lado derecho Radamanthys que leía un libro de “¿Cómo matar a tu peor enemigo?” que es una novela de tragedia y romanticismo, en medio el de cabellos rubios leyendo una novela romántica llamada “Dos Hombres y un Destino” y en el lado izquierdo Hércules que leía un libro de Mitología Nórdica. El hindú deja de leer su libro para ver a su pareja y le dijo:
Shaka: Porque está semana ocurrida algo en el olimpo.
Hércules: Además esos eventos no me gustan para nada. – dijo sin apartarse de la lectura.
Radamanthys: ¿Y qué tiene de malo ese evento? – cuestionó.
Shaka: Es cuando los dioses y semidioses quieren cogerse a cuanto protectores encuentren en su camino durante una semana.
Radamanthys: ¿Qué significa? – seguía sin entender.
Shaka: A lo que me refiero es que cada dios o semidios buscará a un chico o chica con su pureza para arrebatársela, pero a la vez para disfrutar el hermoso cuerpo del doncel o doncella. Se puede hacer orgías o en publico. Al final el ganador que demuestre la capacidad de su guerrero ganará el respeto de la orden, además de cincuenta mil monedas de oro.
Radamanthys: De casualidad. – deja su lectura y lo mira directamente. – ¿Te tocó vivir aquello? – preguntó dando muestra de sus celos por pensar que alguien más que ese semidios, Saga y Zeus le hicieron con su amado.
Shaka: Sí. – afirmó. – Zeus, Ares, Dionisio, Hércules y Perseo quisieron llevarme a la cama para una orgia, pero ninguno de ellos lo logró.
Hércules: Yo les dije eso nada más para que me ayudaran. – dejó su lectura. – Pero no pensaba en comportarlo con nadie.
Radamanthys: ¿Y como lograste librarte de estos? – seguía mostrando sus celos.
Shaka: Tuve la ayuda de Hermes, según la pase con él, pero en realidad nada pasó entre nosotros.
Radamanthys: Sin embargo, ¿Por qué se tiene que quedar con nosotros?, Hay tantas habitaciones en tu templo.
Shaka: La habitación de Shakiel no está todavía, la de todos los huéspedes sigue en mantenimiento, muy pronto Heracles, Radamanto y Eneas ocuparán las demás habitaciones y la de Shun le falta el detalle que es su balcón.
Radamanthys: ¿La de Evangelina?
Shaka: Ese cuarto es privado para ella.
No tenía más excusas para correr aquel semidiós lejos de su amado, le molestaba aquella sonrisa burlona que le dedicaba su peor enemigo, no permitiría que estuviese cerca de su amado toda esa semana. Si es necesario lo tendría vigilado todo el día sin quitarle un ojo, no volvería a repetirse la historia de la última vez. Al poco tiempo se quedaron dormidos los tres, pero estos dos sin ni si quiera estar dormidos dejaban de pelear por abrazar al rubio o estar más cerca. Una semana larga le espera.
Mientras que Shun hablaba durante tres horas con una persona quien le envió su número mediante una carta. Conversar con aquella persona le daba otro ambiente diferente, tan simple con la llegada de Touma le hice sentir algo diferente.
En Libra el silencio habita.
Octavo templo, la discípula de Escorpio se encontraba feliz porque dos buenas noticias que recibió en el día, su amigo Kiki al parecer se enamoró, lo notó desde el primer momento que enviaba tantos corazones por el Chat y como hablaba de un caballero misterioso, le daba curiosidad en saber de quién se trata, pero es mejor que su amigo le cuente sobre la persona que coniquito su corazón y por otra lado, la otra noticia es sobre su amigo Shakiel donde entre a Palestra, donde estudia su hermano. Mientras tanto, Milo buscaba todos los teléfonos de sus ex para pedirles una cita.
Noveno templo nadie avita por sus dueños encontrándose en el olimpo.
Capricornio ya hacia solo.
Acuario cierto pato ruso se moría de miedo porque su maestro mostraba una sonrisa enorme desde la mañana y no dejaba de cantar. Ya estaba buscando un psiquíatra o pensar en un viaje a Siberia para recuperar a su maestro el serio de antes. Y Camus, como se acaba de mencionar, no ha dejado de festejar en ser libre y pensaba estar así por una temporada larga.
En piscis el guardián se daba un baño en su lujoso jacuzzi para después descansar.
El templo principal el patriarca soñaba con su amado alumno soñando en un nuevo día para verlo.
Todo el santuario en la noche es tranquilidad y paz, sus habitantes haciendo algunas actividades nocturnas otros descansando para despertar en una mañana donde les esperan grandes sorpresas.
0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0
Un nuevo día da inicio, en el olimpo a temprana hora ya todos hacían levantados ya que empezaba lo que se le llama “Tomar el té”. Pegaso ya hacia nervioso en una de las habitaciones donde le dieron una sotana griega que le llegaba por las rodillas y un hombro descubierto, pero sería la envidia de todos por una simple razón importante es por sus glúteos.
Athena: No te pongas nervioso, Seiya. – dijo con tanta tranquilidad.
Seiya: ¡Es que sólo de pensar que Apolo o cualquier dios me va querer cogerme! – dijo con mucho temor.
Athena: No te preocupes. Aunque… – mira detalladamente a su amigo. – Aioros tenía razón en decirme que te protegería de cualquier pervertido porque tienes un buen trasero.
Seiya: ¡Athena! – exclamó apenado.
Athena: Es la verdad. – dijo sin tomar importancia al reclamó. – Ten mucho cuidado porque no estaré para defenderte.
Seiya: ¡¿No estará conmigo?!
Athena: No. – dijo tranquilamente. – Nosotras las diosas tenemos que mantener nuestra castidad a excepción de la diosa Afrodita, no nos involucramos en esto.
Seiya: Entonces qué va hacer.
Athena: Nosotras iremos a la tierra a divertirnos.
Seiya: Si no iba participar ¿Por qué me trajo?
Athena: Es obligatorio, las diosas dejan a sus protectores y nosotras nos divertimos.
Ya se estaba arrepintiendo de acompañar a su diosa, mientras ella se divertía él estaría protegiendo su virginidad de todos los dioses y semidioses del olimpo. Un tiempo después llegó un mensajero de algún dios avisando que Pegaso debía de pasar al templo donde se llevada acabo toda la fiesta, sin embargo, aquel mensajero no evitó decirle al pobre castaño sobre si querían pasar la noche, en el cual, Pegaso se negó rotundamente, suspiró, se despidió de su diosa y siguió a ese hombre para ir directo a su perdición.
0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0
En el santuario, los caballeros se preparaban para ir a dar clases en Palestra ya que los profesores que antes estaban ya habían marchado, ahora ellos les tocaba dar clases. Todos se pusieron un traje para lucir elegantes y presentables ante un grupo de estudiantes y darles un buen ejemplo. Los únicos que se quedarían en el santuario son los caballeros de bronce, Kanon, el patriarca, Radamanthys y Hércules.
Mientras tanto, Palestra los jóvenes estudiantes con sus típicos uniformes entraban a las aulas platicando sobre muchas cosas y otros pasándose las tareas ya que les iría muy mal sino la hacen. Momentos después entran los “profesores” a las clases.
El caballero de Géminis recibió su horario dando clases a primera hora al grupo donde se encontraban los caballeros que serán los futuros de bronce. Antes de entrar suspiró por ser un largo día, a lo menos, le agradecía a los dioses que Shion no estaba presente y llegando el receso puede conquistar a su amado carnero. Un suspiró largo y entró a la clase donde los jóvenes al verlo se sentaron en sus respectivos asientos. El profesor se dirigió hacia su escritorio donde sacó varias de sus cosas y después de ello se puso enfrente del escritorio para presentarse porque veía caras nuevas.
Saga: Buenos días, alumnos. Algunos de aquí ya me conocen y los que no es un placer. Mi nombre es Saga simplemente y yo les impartiré la clase de Psicología como cada año. La forma de evaluar será la disciplina un 10%, tareas un 5% y el examen 85% así que si reprueban todos los parciales no es mi problema y no recibo regalos de parte de nadie ni si quiera que me vengan a llorar con ayudarles en décimas, se avaluará del 1 al 100.
Seguía hablando sobre la forma de evaluar y los estudiantes ponían atención, otros no tanto y algunas platicaban en voz baja.
Saga: Si nadie tiene una duda entonces comenzaré.
Cuando estaba por comenzar a dar sus clases tocaron la puerta, en la cual, Géminis sólo contestó con un “adelante”, entrando quien menos se esperaba y es justamente Shion. El ambiente de inmediato se puso tenso porque ellos se odiaban, aunque ninguno de los presentes lo sabía, pero se notaba él odio de cada uno.
Saga: ¿Se te ofrece algo, Shion? – preguntó sin quitar esa seriedad que lo caracteriza como uno de los más estrictos.
Shion: Lamento interrumpir, pero hay un nuevo alumno y después de analizarlo profundamente decidí enviarlo aquí. – fingió una sonrisa.
Saga: Que bien. Entonces valió la pena que me interrumpieras.
Shion: No importa lo que digas.
Se miraba directamente a los ojos, los que presenciaban la escena se daban cuenta de todo lo que pasaba. Todos los años es lo mismo cuando se ven. Suspiraron porque esto tardaría mucho tiempo.
Saga: ¿No vas a continuar con tu trabajo?
Shion: Una disculpa. – su mirada se dirige al grupo de estudiantes. – Buenos días, jóvenes. Perdón por interrumpir el comienzo de la clase, vine a dejar un nuevo compañero, quiero que lo traten con mucho respeto.
– Sí, director. – respondieron al unísono.
Shion: Bien. – mira hacia la puerta. – Puedes pasar.
Los jóvenes por curiosidad voltearan a la puerta para ver a su nuevo compañero, aunque se llevaron la gran sorpresa de saber de quien se trataba y sobre todo a uno de ellos le dio en su orgullo ya que lo recordaba perfectamente.
0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0
Pegaso se hallaba sentado bebiendo un poco de vino y con sus mejillas sonrojadas porque su temor se hizo realidad. Al entrar aquel templo se llevó las miradas de todos los dioses y semidioses hasta del mismo Zeus, de inmediato, las proposiciones para llevárselo a otra parte más “privada” no se hicieron esperar, obviamente todas las rechazó, pero no evitó que el dios Apolo y Zeus se acercaran a él. Hasta ahora se libró de ellos, pero no tardaría en llegar otro dios que quieras aprovecharse de su pureza. Durante todo el rato no se ha levantado de aquel diván y tenía mucha sed, sin remedio alguno se levantó esperando no llamar la atención de otro pervertido.
Mientras tanto, el dios de los mares daba presencia con su túnica que usó cuando fue la batalla entre Athena en su reino. Lo acompañaba su marina Eo de Escila ya que es el único puro, además de Sorrento y Thetis, que quedaba con su castidad. Y no es el único que hacia presencia ya que en ese momento entró Abel (El que sale en la película) con uno de sus guerreros y Hades también hace presencia con su elegante túnica negra y acompañado de Aiacos de Garuda que estaba nervioso ya que él tenía pareja y tuvo que mentir para acompañar a su dios ya que los demás espectros corrieron al enterarse de “tomar el té”. El dios de los mares desde que está en el cuerpo de Julián Solo ha tenido como bipolaridad.
Julián: De nuevo ha esté tipo de fiestas.
Poseidón: A mí me encantan y no puedes negar que a ti también te gustan. – su tono de voz cambió.
Julián: Tienes razón. – suspira. – ¡Es hora de entrar en acción! – dijo alegremente.
Miró por todas partes para buscar a su presa, pero se quedó maravillado con una belleza. Sirviéndose un poco de vino en una de las mesas estaba un caballero de Athena y quien más que Pegaso, quien lo derrotó en la guerra y destruyó el soporte principal. No lo veía desde la fiesta de compromiso de Hércules y Shaka, los años no le hicieron nada mal, lo recordaba un niño, pero ahora un joven doncel con una piel perfecta, unos ojos tan llenos de brillo y alegría, un cuerpo perfectamente para un doncel y para darse cuenta que es pasivo, pero ese trasero tan bien redondo le hacia sentir ganas de darle con todo, en la mesa, en el sillón, contra el muro y donde su imaginación lo llevase.
Eo: ¿Pasa algo, señor? – preguntó.
Poseidón: No es nada. – dijo sin dejar de admirar. – ¿Qué piensas?
Julián: Te voy a decir en pocas palabras… – silencio por largos segundos. – Vamos a quitarle lo virgen.
Poseidón: Con gusto.
Observó como el joven caballero se sentaba en aquel diván, así que se dirigió hacia él porque es su presa para pasar la noche y toda la semana. Se sentó a su lado derecho del castaño, éste volteó y se sonrojó al instante.
Poseidón: Hola. – dijo educadamente, toma la mano del castaño y la besa para después mirarlo. – Mucho gusto en volverte a ver, caballero Pegaso. – sonríe.
El Castaño después de conseguir una bebida se dirigió al mismo lugar para sentarse y trataba de evitar ver a los demás ya que muchos estaban teniendo sexo. Sin embargo, sintió que alguien se sentaba al lado suyo, volteo llevándose la sorpresa de ver al dios de los mares, su enemigo del pasado, pero al verlo tan guapo no evitó sonrojarse. Cuando el dios lo tomó de la mano y la besó sintió un cosquilleó, escuchar aquella voz tan varonil le provocó estremecerse.
Seiya: Un gusto en verlo, Poseidón. – dijo apenado. – ¿Qué lo trae por aquí? – preguntó.
Poseidón: Vine para disfrutar un buen amante. – sonríe. – Y creo que lo tengo a mi izquierda sentada.
El corazón de Pegaso latió rápidamente porque entendió en ese instante cuando le dijo amante. No permitiría que lo tocada y no debe de faltarle a su diosa. Cuando el dios estaba a punto de ofrecerle ir a un lugar más privado se apareció otra persona.
Apolo: Hola, tío Poseidón. – dijo serio y seguido se sienta al lado izquierdo de Pegaso. – Pensé que no ibas a venir. Tengo entendido que tanto Hades, Abel y a ti no les gusta el evento.
Poseidón: Quise venir para disfrutar un rato.
Se miraban con tanta seriedad y se podía notar aquellas chispas de odio porque hayan interrumpido o tratado de tomar a Pegaso.
Abel: Hola, Apolo y Poseidón. – se sienta en el suelo enfrente de Pegaso. – Mucho gusto. – toma la mano de Pegaso y la besa. – Nos volvemos a ver Pegaso.
Las cosas no podían empeorar…
Hades: Hola. – saludó poniéndose atrás de Pegaso.
Zeus: Al parecer la pasan tan bien. – aparece a un lado de Hades. – Al parecer todos nos divertiremos.
De hecho, sí, las cosas van a empeorar, cinco dioses fuertes quienes derrotaron o acaba de conocer lo quieren coger, pero él no se dejaría ya que es una misión que le encomendó a Athena así que no fallaría.
Los dioses estaban interesados en Pegaso por distintas cosas, Apolo lo amaba desde que lo vio por primera vez y ahora tenía a fuertes rivales, hará lo posible por deshacerse de ellos y no tocaran a su joya. Zeus quería probar, de nuevo, un caballero de Athena. Hades buscaba venganza por tantas guerras santas donde el odioso de Pegaso se entrometía en todo, sólo esperaba que no le comente nada a su amado Shunny. Abel buscaba lo mismo que Hades, solamente venganza. Poseidón / Julián si quiso tener sexo, pero había algo más ahí, de hecho, desde mucho antes, sin embargo, no lo aceptaba.
Continuará…