.
(***)
Capitulo 11
.
Día XX, Mes XX, Año 20XX
.
Santuario de Athena, Grecia
.
(***)
.
¿¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!
.
Aquel habia sido el primer grito de la mañana, más de uno termino cayendo de bruces contra el suelo por el susto, otros tan solo se habían levantado de un humor negro por haber sido despertados tan temprano. Y algunos se han de preguntar, ¿a qué se debe aquel grito mañanero que habia interrumpido su sueño de belleza? ¿O las meditaciones matutinas de los de Virgo? O simplemente las pequeñas horas de descanso que aún tenían los demás caballeros de la orden dorada? Pues, resulta que ese día el patriarca habia mandado a llamar desde muy temprano a los caballeros de Cáncer, Escorpio y Capricornio. Pero, ¿Qué tal si les contamos lo que sucedió?
.
(***)
.
Eran alrededor de las cinco de la mañana de un día jueves y los entrenamientos no empezaban sino hasta las ocho de la mañana; no sin antes tener un delicioso desayuno en el templo principal con sus demás camaradas. Ese día el Patriarca Shion se habia levantado temprano y con un rostro radiante. Ese día se habia levantado lo más temprano, habia tomado un buen baño y se habia cambiado por otra de sus blancas túnicas, con aquellos adornos en oro; mientras cepillaba sus larga melena verdosa, no pudo evitar ver por el espejo a aquel hombre de hebras castañas y alborotadas que aun dormía en su cama. Un ligero rubor cubrió sus mejillas ante los recuerdos del día anterior en el que ellos…
-- No… --Negó repetidas veces con la cabeza y dejo de cepillar sus hebras, dejando aquel objeto sobre el tocador y partiendo a la Oficina Patriarcal pues aún tenía muchos papeles por revisar además de que tenía que llamar a ciertos caballeros.
.
(***)
.
Probando, probando…
1, 2, 3…
1, 2, 3…
¿Me escuchan?
.
Pero los dueños de los Templos de Cáncer y Escorpio seguían en su quinto sueño y ni enterados del comunicado estaban. Shion parecía tener un tic nervioso en el ojo izquierdo, pues este ya era el quinto llamado que les hacía a aquellos holgazanes. Mientras tanto El Cid y Shura se mantenían en silencio y observando el semblante del Patriarca, quien parecía estarse alterando más y más pues ya llevaban más de quince minutos esperando a que los santos de Cáncer y Escorpio se dignaran a contestar su llamado; pero todos sus intentos resultaban en vano.
.
Probando, probando…
1, 2, 3…
1, 2, 3…
¿Me escuchan?
Repito…
¿¡ME ESCUCHAN!?
.
Mientras tanto en los templos de Cáncer y Escorpio, los dueños de estos se encontraban en sus respectivas habitaciones y descansando todo lo posible; ninguno de ellos quería ir a los entrenamientos del día pero bien sabían que si no lo hacían, la gordis Patriarcal les terminaría mandando a quien sabe dónde y sin retorno.
-- / ¿A quién le dicen gordis? \ -Se escuchó una voz espectral, pero ninguno de los santos respondió. Es más, cada quien cambio de posición en aquella enorme y mullida cama.
Kardia lucía una hermosa sonrisa en su rostro moreno mientras murmuraba algunas cosas morbosas con respecto a cierto caballero de hebras verdosas, y ojos verde azulado, aquellas gemas que se encontraban protegidas por esos lentes de lectura de forma ovalada, con un marco hecho de plata fina; vaya que amaba a su cuatro ojitos. Una pequeña risa se escapó de sus labios mientras dormía.
Y para ser exactos eso mismo pasaba en la habitación continua a la de Kardia. La mayoría de los sueños que Milo tenia eran con respecto a cierto galo menor, debía admitirlo, él se encontraba profundamente enamorado de Camus aunque, era una lástima el no saber si el francés sentía lo mismo por él. Al menos en sus sueños tenía la libertad de soñar con aquel hombre de aura fría. Oh, ambos escorpiones parecían perdidos en los caballeros de Acuario. Aun se preguntaban, ¿Qué era aquello que tanto le gustaba de los galos? A veces no sabían si era aquella forma de hablar con su marcado acento francés o quizás la forma tan elegante para caminar.
.
.
Por otro lado y varios templos más abajo, para ser exactos en el cuarto templo zodiacal, aquel mismo que se encontraba libre de los rostros pútridos de personas. Los dos caballeros de cáncer se encontraban despatarrados sobre sus camas y durmiendo plácidamente. Mascara de Muerte se encontraba soñando algo muy hermoso. En su sueño, él se veía a sí mismo en uno de los estados más bellos de su bella Italia. Se encontraba en Venecia, y para ser más exactos en una góndola y con un hermoso acompañante, su hermoso Dita. Aquel caballero, dueño de la doceava constelación y considerado el más hermoso de toda la orden de los 88 caballeros.
.
Che bella cosa na jurnata 'e sole,
N'aria serena doppo na tempesta!
.
Ambos se encontraban sentados y bien juntitos en aquella góndola, Afrodita miraba aquel bello cielo despejado de la hermosa Italia mientras acomodaba su cabeza en el hombro izquierdo del italiano; mientras el gondolero remaba amenamente y cantaba aquella canción para los enamorados. La luna resplandecía, las estrellas brillaban pero para el italiano aquello no se comparaba con el bello rostro de su Dita. Nada de eso podía competir con la belleza de aquel pisciano, quien parecía haber sido creado por la mismísima diosa del amor.
.
Pe' ll'aria fresca pare gia` na festa,
Che bella cosa na jurnata 'e sole.
Ma n'atu sole cchiu` bello, oje ne', 'o sole mio, sta 'nfronte a te!
.
-- ¡Oh, Masky~! Esto es hermoso~ -El italiano sonrió complacido al ver aquellas gemas que el otro tenia por ojos, brillar con dulzura--
-- Si, pero no tan hermoso como tu… Mi hermoso Dita –Las mejillas del peli celeste se tiñeron de un ligero carmín y sus ojos se abrieron por completo pues, el canceriano siempre decía aquellas palabras tan dulces cuando se encontraban solos. Afrodita sabía que su pareja era así, no porque le avergonzara declarar su amor a todo el mundo; tan solo era porque Mascara de Muerte era tímido y, mejor así. Afrodita prefería que aquellas palabras solo fueran escuchadas por sus oídos
.
O sole, 'o sole mio, sta 'nfronte a te, sta 'nfronte a te!
Quanno fa notte e 'o sole se ne scenne,
Me vene quase 'na malincunia.
.
La bella pareja se quedó en silencio tan solo escuchando el canto del gondolero y dejando que la brisa soplara amenamente. Aquello sin duda era hermoso, demasiado bello y sublime. El italiano vio de reojo a su pareja, quien aún mantenía la cabeza apoyada sobre su hombro izquierdo. Sonrió tenue y llevando su mano derecha a aquel rostro blanquecino para acariciarle la mejilla izquierda y tomarle con amor.
--D-Dante… -Pronuncio en un susurro al ver como el de hebras azules oscuras, acercaba sus labios a los ajenos para besarlos. La serenata seguía, las pequeñas olas chocaban contra la góndola mientras la voz del gondolero seguía armoniosa. Ambos pares de labios se encontraban a pocos centímetros de ser tocados, el italiano sonrió al notar como Dita tenía los ojos cerrados y con un sonrojo aún más fuerte en su rostro- …
.
Sotto 'a fenesta toia restarria,
Quanno fa notte e 'o sole se ne scenne.
Ma n'atu sole cchiu` bello, oje ne', 'o sole mio, sta 'nfronte a teENNNNNNN…..
.
¡DESPIERTEEEEEEEEENNNNNNNNNNNNN!
.
Ahí fue cuando la magia se acabó para Mascara de Muerte, quien se encontraba durmiendo demasiado cerca al filo de la cama y termino cayendo de bruces contra el suelo.
-- Agh… -Soltó un gutural quejido mientras apoyaba las manos contra el suelo para levantarse, fue ahí cuando se dio cuenta de que no se encontraba en su amada Italia, y que Dita no se encontraba con el- Maldición… Suficiente, ya me canse de toda esta tontería…
Nuevamente volvió a escucharse la voz molesta del Lemuriano, DM vio hacia todos lados como buscando el origen de aquella voz tan aterradora, y cuando menos lo vio venir, el Patriarca se apareció en medio de su habitación. El Lemuriano lucia completamente molesto desde el lugar donde se encontraba, por un momento DM tuvo que tragar grueso al ver al peli verde caminar a grandes zancadas hacia el.
-- Hasta que por fin te despiertas –Exclamo molesto, DM tan solo le vio sin saber que decir. Shion lucia completamente imponente desde aquella posición y el, el lucia pequeño ante el Patriarca. ¡Y cómo no! Si aún se encontraba en el suelo y medio aturdido por el golpe!--
-- P-atriarca Shion… -El mayor tan solo hizo un ademan para que guardara silencio y lo tomo de la muñeca, milisegundos después ambos aparecieron en la oficina Patriarcal donde eran esperados por los caballeros de Capricornio, Escorpio y un muy molesto Manigoldo que no dejaba de murmurar algunas maldiciones en italiano.
-- Bien, los he llamado aquí para discutir algunos temas importantes –Los caballeros de Capricornio vieron con seriedad al sumo Pontífice, quien se dirigía a su asiento mientras que los de Escorpio y Cáncer lucían aun molestos por la forma en la que habían sido traídos--
-- ¿Acaso ha sucedido algo malo, Patriarca? –Pregunto el español mayor a lo que el peli verde tan solo negó con la cabeza y sonrió levemente--
-- Nada de eso, El Cid –Nuevamente Shion volvió a acomodarse en su asiento y a inclinarse un poco hacia el frente mientras apoyaba los codos sobre el escritorio y la barbilla sobre sus manos- Como verán, aún sigue el tema de sus aprendices y… -Ni tan siquiera habia terminado de hablar cuando Kardia soltó una exclamación de alegría pues, ya sabía a donde venía el tema y tanta palabra bonita--
-- ¡Por fin! ¡Ya era hora! ¿Cuándo partimos? --El Lemuriano tan solo negó con la cabeza y soltó un sonoro suspiro para luego apoyarse sobre el respaldo de su asiento, bien sabía que sin importar cuantas décadas pasaran, su amigo y compañero de armas jamás cambiaría su forma de ser--
-- De eso mismo quería hablarles y fue por eso que los invoque a estas horas –Los de hebras azules tan solo se hicieron los desentendidos viendo aquellas pequeñas e insignificantes partículas de polvo en el suelo, aunque nada de eso les salvada de sentir aquella poderosa mirada amatista del carnero sobre ellos- Mascara de Muerte, Manigoldo, ustedes serán los primeros en partir
Los mencionados solo vieron sin poder creer lo que escuchaban, pero el más afectado parecía ser Mascara de Muerte que no pudo evitar soltar un estruendoso chillido de indignación--
-- ¿¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?! –Inmediatamente todos los presentes se taparon los oídos por aquel ruido ensordecedor- ¿¡Y porque nosotros?! ¿Por qué tenemos que ser justamente nosotros los primeros en ir? Además…
-- Porque yo lo digo además, así lo han previsto las estrellas y será mejor que partan cuanto antes –El italiano tan solo guardo silencio y bajo ligeramente la mirada, sabía que sin importar cuan cínico y burlón fuera, jamás podría faltarle el respeto a aquel hombre que tenía enfrente. Por otro lado, Manigoldo tan solo se mantenía en silencio él tampoco estaba de acuerdo con tener a un pequeño como aprendiz es más, ni tan siquiera estaba seguro de hacerlo bien- Confió en que lo harán bien –Menciono como adivinando los pensamientos de los de Cáncer, Shion sabía muy bien del porque ambos caballeros se negaban a tener un aprendiz; pero él les conocía y podía asegurar de ante mano que tanto Manigoldo como Mascara de Muerte podrían cuidar e instruir bien a aquel pequeño que les esperaba. No supieron por qué pero, aquellas simples palabras parecieron ser más que suficientes para ambos italianos que, recibieron en silencio las indicaciones del Patriarca para luego salir de la estancia, no sin antes hacer una leve reverencia y dejar a sus demás compañeros en compañía del peli verde.
-- ¿Patriarca? –Shura fue el primero en animarse a hablar después de que los caballeros de Cáncer abandonaran la estancia. El mayor tan solo soltó un suspiro y se levantó de su asiento, por alguna extraña razón los caballeros de Capricornio y Escorpio intuían que algo no andaba bien--
-- Hay algo muy importante de lo cual quiero comentarles…
.
(***)
.
Unas cuantas escaleras abajo,
justo a unos cuantos metros del Templo de Piscis
.
(***)
.
Ambos caballeros iban caminando en total silencio, ninguno de ellos sabía que decir tan solo se encontraban inmersos en sus pensamientos que ni tan siquiera notaron la presencia de Albafica; que como cada mañana se levantaba a regar a sus pequeños capullos de rosa.
-- ¿Se encuentran bien? –Pregunto el Pisciano quien si habita notado el pesar de los italianos, Manigoldo solo volteo a ver de reojo a su amigo y le sonrió tenuemente.
-- Claro que sí, Alba-chan –El sueco ni tan siquiera se inmuto por aquel apelativo con el cual habia sido llamado, pues por lo general Manigoldo siempre lo hacía de forma burlesca pero esta vez no habia sido así. Por otro lado, Mascara de Muerte siguió caminando y dejando a su maestro atrás junto con el santo de Piscis, el aún tenía muchas cosas en que pensar--
-- Tan solo… tan solo debemos de partir… -Fue lo único que alcanzo a pronunciar y sin ver al pisciano, Albafica tan solo ladeo ligeramente la cabeza pues no entendía muy bien el significado de aquellas palabras. El pequeño jardín de Piscis se llenó de un extraño silencio, Albafica pudo notar como Manigoldo seguía inmerso en sus pensamientos y bien sabía que, por más que tratase de hacerlo hablar el cangrejo no lo haría a menos que le naciera a el-
.
(***)
.
Unos cuantos templos más abajo
.
(***)
.
Mascara de muerte seguía inmerso en su propio mundo, las palabras del Patriarca aún seguían retumbando una y otra vez en su cabeza. Suspiro decaído mientras se detenía y apoyaba la espalda contra un pilar de la casa de escorpio, la cual se encontraba vacía pues los guardianes aún seguían allá arriba en el templo principal con el Patriarca. Él no estaba hecho para enseñar, en especial a un mocoso.
-- Ahh… hubiera preferido que me castigara con otra cosa… -Murmuro al cielo, sin darse cuenta que un par de ojos turquesa le observaban con gran detenimiento.
Desde hacía un buen rato que habia llegado del pueblo vecino, pues se le habían acabado los suplementos para aquella creación que él y su antecesor habían estado planeando crear. Apenas se encontraba en el octavo templo cuando noto un cosmos familiar, se trataba del cuarto custodio zodiacal quien parecía muy inmerso en sus pensamientos y solo sucedía cuando algo le incomodaba--
-- ¿Mask? --Y justo como lo imagino, el peli azul ni tan siquiera se dio cuenta del llamado del otro. Dita suspiro levemente y se acercó a su cangrejo-
-- Dante, ¿Qué sucede?–Solo hasta entonces Mascara reacciono, primero lucia enojado al escuchar a alguien llamarle por su nombre pero sus facciones cambiaron al darse cuenta que se trataba de su hermosa Dita quien lucía preocupado--
-- ¿Dita? –El peli celeste solo negó con la cabeza y dejo los suplementos sobre el suelo para luego sentarse el en las escalinatas, Mascara solo suspiro e imito la acción del sueco. Ninguno de los dos dijo nada por los siguientes minutos, el sueco bien sabía que no podía obligar a su pareja a hablar; siempre era el italiano que debía hacerlo por su propia cuenta y sin sentirse presionado--
-- Dentro de poco… dentro de poco mi maestro y yo partiremos a Italia –El de piscis tan solo se dedicó a verle en silencio y dejo que continuara- Al parecer, al parecer el mocoso ha aparecido y debemos ir por el
Al escuchar esas palabras la mirada de Dita pareció adquirir un inusual brillo, además de sentir una gran emoción en su ser.
-- ¡Masky! ¡Eso es maravilloso! –Pero el italiano no pareció tomarse bien aquello, pues inmediatamente volteo a ver con malos ojos al sueco--
--¡Eso no es nada maravilloso! –Exclamo- Tú mejor que nadie sabe que yo soy alguien incapaz de cuidar a un ragazzo, eso… eso es algo imposible de hacer
Y ahí estaba de nuevo, los fantasmas del pasado aun perseguían al cuarto custodio. El cuándo estuvo vivo no fue la mejor persona que digamos, mato a varias personas fueran o no inocentes además de que infesto su templo con los rostros de estos; ¿en serio podían creer que el seria la persona indicada para enseñarle a un pequeño? Si él estaba loco, mas locas estaban las personas que lo creían capaz de cuidar a un mocoso.
-- Dante, lo harás bien… -El italiano tan solo volteo a ver sorprendido al peli celeste quien lucía una bella y tenue sonrisa en su rostro, mientras sus largos y ondulados cabellos celestes se movían al compás de la brisa mañanera--
-- Dita… -El mencionado solo negó la cabeza y volvió a hablar- Lo harás bien, los tiempos han cambiado y tú también Dante además, recuerda que también esta Manigoldo-sama y también me tienes a mí para ayudarte en lo que pueda. Aunque estoy seguro que, tanto tu como tu maestro lograran hacer un buen trabajo –El de mirada purpurea tan solo guardo silencio, como siempre Dita lograba calmarle con simples palabras pero aquellas simples palabras eran como el mejor bálsamo para el italiano- Además… estoy impaciente por conocer al pequeño cangrejito~
--Cangrejito? --Replico el italiano--
¡Así es! –Chillo emocionado- Manigoldo-sama y tu son los cangrejos mayores, mientras que su aprendiz será el cangrejito menor~ -Dante tan solo observo en silencio al caballero de las rosas, quien lucía extremadamente feliz. Suspiro, el bien sabía que a su Dita le emocionaba la idea de que hubieran pequeños rondando por las doce casas es más; siempre le guardo cariño al pequeño borreguito que cuidaba Mu, y como olvidar a los nuevos mocosos que rondaban por ahí. El pequeño tigrillo (según como Dohko habia apodado a Jian) el arquero menor, el nuevo dúo dinámico, y como olvidar al pequeño leoncito, quien parecía ser el consentido de todos por ser el más pequeño y ahora con un nuevo miembro en la caballería, el sueco se volvería loco en cuanto viera al cangrejito menor- Tan solo espero que no sea tan hiperactivo como tu
-- ¿A qué te refieres? –Exclamo algo indignado el peli azul--
-- A que tú siempre andabas de un lado a otro con Milo gastándonos bromas a todos, inclusive, aún recuerdo aquella vez que intentaron gastarme una broma echando aceite por todo el piso de mi templo y el único que termino cayendo en TU broma fue nada más y nada menos que el Patriarca Shion –Ante el recuerdo Mascara de Muerte no pudo evitar soltar una sonora carcajada, pues era verdad y aun lo recordaba muy bien. Ese día Aioria, Kanon, Milo y el habían planeado gastarle una broma muy pesada al joven pisciano. La broma consistía en derramar algo de aceite sobre las escaleras que estaban entre el Templo Principal y del de Piscis, así como la estancia de este pero con lo que no contaban era que el Santo Pope se las diera por bajar ese día a chequear a sus pequeños retoños. Aunque con lo que no conto fue deslizarse una y otra vez hasta caer de cara, llenar sus vestiduras, su cabello y su rostro con aceite además de ganarse un horrible dolor en el cuerpo.
-- Seee, aquellos tiempos –Sonrió con nostalgia, vaya que aquellos tiempos cuando todos eran pequeños habían sido los mejores pues no tenían tantas obligaciones más que entrenar y conseguir sus armaduras--
-- Deja las preocupaciones aun lado y da lo mejor de ti, ahora todos somos nuevas personas y nuestras malas acciones han sido perdonadas por nuestra bondadosa diosa y el gran Zeus –El italiano le vio sorprendido y sin poderlo rodeo la cintura del otro con sus brazos y deposito un casto beso sobre la mejilla del peli celeste--
-- Gracias –Murmuro contra su oído, Dita tan solo soltó una leve risilla-
--Sabes que puedes contar conmigo –Dante tan solo asintió con la cabeza y se levantó de su lugar, para luego tenderle la mano a su pareja y ayudarle a levantarse también. Debía admitir que con las palabras del sueco ahora se sentía mejor que antes y quizás, solo quizás, tener un pequeño mocoso en el templo no era tan mala idea.
Ambos se vieron a los ojos por última vez y se despidieron con un último beso. Dita solo un suspiro en cuanto el otro se dio la vuelta para ir rumbo a su templo pero, cuando menos se lo espero sintió las manos del otro rodearle la cintura y darle otro beso con mordida, el pisciano sonrió el beso y llevo sus manos al cuello del otro para rodearlo y así juntar sus cuerpos. A Mascara de Muerte le gustaba jugar con el otro a darle cortos besos con mordida, mientras sus dedos se enroscaban en aquel cabello sedoso y ondulado.
-- AHEM… perdón, ¿interrumpo algo? –Exclamo alguien, inmediatamente Afrodita y Dante se separaron; el primero con la cara roja por la vergüenza y el segundo por haber sido interrumpido en un momento tan íntimo--
-- ¡Manigoldo! --El santo mayor de cáncer tan solo sonrió al ver la cara llena de molestia que tenía el otro cangrejo, debía admitir que después de haber hablado con Albafica su humor había vuelto a ser el mismo y por ende había terminado aprovechando aquella oportunidad que se le daba para molestar a su discípulo--
-- Ya, ya que no es para tanto –Exclamo el italiano mayor mientras hacia un ademan con la mano como restándole importancia al asunto pero, para Mascara de Muerte aquello era importante--
-- Recuerda que aún tenemos cosas que hacer y que debemos partir hoy mismo –Mascara tan solo soltó un bufido acompañado de una mala expresión en italiano que solo provoco la risa en el peli azul mayor, mientras que Afrodita miraba de forma reprobatoria a su pareja--
-- ¡Masky! -La risa de Manigoldo aumento aún más al escuchar aquel apelativo que el peli celeste usaba para con su pareja, provocando que el moreno rostro de Dante se pusiera completamente rojo por la cólera y amenazara con lanzarse a atacar a su maestro--
-- Pfff ahahaha buahahaha esto… aahh dios… por… por Zeus… -Exclamaba en medio de la risa, cabe decir que Dita no pudo evitar soltar una pequeña risilla y ganándose con ello una mala mirada del italiano- Oh Dante, no te enojes
Pero el cangrejo cascarrabias se cruzó de brazos e hizo un mohín, Dita le vio y negó con la cabeza mientras ponía los brazos como jarra y se acercaba al otro para besarle la mejilla.
-- Deja de ser un cangrejo cascarrabias, y lo mejor es que ya vayan haciendo lo que deben hacer… Supongo que entre más tiempo tengan para ir a buscar al pequeño cangrejito mucho que mejor~ -Solo hasta entonces Manigoldo dejo de reírse, su estómago y garganta dolían y de sus ojos aún se escapaban unas cuantas lagrimas- ¿cangrejito? –Pregunto confundido, Dita tan solo les sonrió a ambos y volvió a tomar los suplementos para dirigirse a su templo--
-- Sera mejor que no preguntes… -Dijo el italiano menor cuando su maestro volteo a verle. Ambos guardianes se dirigieron a su templo después de ver que la silueta del Pisciano había desaparecido en el templo del escorpio; solo así descendieron hasta el suyo para comenzar a empacar con el pensamiento de que, dentro de muy poco tendrían a un nuevo integrante.
.
(***)
.
Mientras tanto en las escalinatas del Templo Principal hacia Piscis
.
(***)
.
Cuatro caballeros dorados descendían por las escalinatas y los cuatro de ellos se encontraban sumergidos en un profundo silencio. Ni los de Capricornio o Escorpio querían dirigirle la mirada al otro no después de las palabras que el Patriarca había compartid con ellos.
--Esto no se quedara así -Exclamo Kardia con una sonrisa en los labios a medida que se detenía- Si lo que el Patriarca nos dijo es cierto... -Tanto El Cid como Shura se habían detenido también, ambos notaron como los escorpiones celestes sonreirán de manera burlona hacia ellos- El será nuestro -Declaró sin un ápice de miedo, es más, la mirada del escorpión mayor era aquella que utilizaba para intimidar a sus enemigos y a cualquiera que se le interpusiera en el camino--
-- Querido Kardia... -Tanto Milo como Kardia alzaron una ceja al escuchar aquella forma que El Cid había usado para llamarle--
-- Si lo que el Patriarca Shion dijo, es cierto... -La mirada acero del portador Excalibur era igual de filosa que su arma, puesto que él era alguien que no se dejaba intimidar por nada ni por nadie- Es obvio que él será un buen candidato y merecedor de la armadura de Capricornio, ese pequeño será de nosotros
Milo tan solo hizo una mueca de desagrado ante las palabras de El Cid, cosa que termino molestando a Shura por la acción de su compañero para con su maestro. Por otro lado, Kardia se mantuvo en silencio por breves segundos, para después estallar en una fuerte carcajada; como si aquello de tratara de la mejor broma de todo el mundo.
-- JAJA JAJAJA Muy buena broma... -Exclamo en medio de carcajadas- Pero... -El heleno menor sonrío con complicidad a medida que la risa de su maestro cesaba- Eso es algo que no permitiré -Y sin más que decir, ambos caballeros de Escorpio se fueron la vuelta y caminaron directo al recinto de Acuario pues, antes de irse a su destino debían de hacer una parada express en la casa de las vuele rascón patas
-- Vamos, Shura... Entre menos tiempo perdamos, más rápido lograremos terminar con esta misión -Y como fiel discípulo que era, el español menor siguió los pasos de su maestro hasta perderse en los templos zodiacales y llegar al décimo. El tiempo corría, el tiempo es y continuará siendo valioso para todas las personas. Y ese mismo tiempo determinaría quien sería el ganador de la custodia del pequeño.
.
(***)
.
El tiempo es único, el tiempo es vital
Por eso mismo existe una persona destinada a controlarlo
He ahí el padre Tiempo,
He ahí al Gran Cronos.
Siendo el, el único capaz de controlarle a su antojo
Por eso mismo, los humanos deben de aprovechar
Cada ínfimo segundo de vida,
Y llevarla hasta el máximo.
.
(***)
.