Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuevo Exorcista Nuevas Experiencias por Sakura Taisho

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

BUENAAAAAAAS!! regresé luego de mucho tiempo jeje espero sepan perdonar u_u' aunque se que me merezco un buen castigo...

Bueno como parte de mis disculpas traje un cap un poco mas largo de lo normal, espero les guste.

 

Les recuerdo q los dialogos entre * son pensamientos.

-Quieres decir que...

-Si...

-¿Y solo lo golpeaste y corriste?

-Si...

-Bueno... No digo que haya estado bien pero, supongo que fue una reacción... ¿normal? Digo, era tu primera vez así que... no te preocupes tanto. Así que ya para de llorar... ¡Y DEVUELVEME MIS SÁBANAS! ¡TENGO FRIO Y ESTOY HERIDO! –dijo jalando las sábanas con las que se cubría el albino.

Luego de la bofetada que el albino le propinó a Lavi, este salió huyendo hacia el hospital y de alguna manera había llegado a la habitación de Suzuki, y se había lanzado sobre él tirándolo de la cama, metiéndose bajo las sábanas y comenzando a llorar.

-¡NO QUIERO! Estoy...avergonzado... –dijo suavemente el albino aun oculto.

-¿Avergonzado de qué? ¡Tienes 15 años, maldita sea! A tu edad ya me habían abandonado tres novias y dos me abofetearon con más fuerza de la que tú usaste para golpear al cabeza de antorcha.

-Mentiroso...

-¿Mentiroso? ¿Crees que miento? No tengo porque hacerlo, además no es nada de otro mundo.

-Te creería si hubieses dicho “una” novia. Es imposible que tuvieras tres novias con quince años. ¡Lenalee es mayor que yo y nunca tuvo novio!

Allen y Suzuki se quedaron en aquella habitación de hospital discutiendo un tiempo más respecto al tema hasta casi entrada la noche.

.....

Luego de la bofetada que recibió del menor, Lavi se había quedado sentado bajo un árbol absorto en sus pensamientos repasando en su cabeza  una y otra vez su beso con Allen.

-Vaya...me alegra no poder olvidar nada. –se dijo a sí mismo.

.....

Esa misma noche, los doctores pidieron a los exorcistas que se quedasen un día más para que Suzuki pudiese descansar y tratasen apropiadamente sus heridas, Allen aún estaba preocupado por las heridas del pelinegro por lo que accedió sin miramiento alguno al igual que Lavi y James. Pero, lo que Allen no recordó fue que debería de pasar la noche fuera del hospital... junto a Lavi, lo peor de todo...era que aún no sabía qué decir o cómo actuar ante la situación.

Una vez finalizados los horarios de visitas, Allen fue literalmente “arrojado” fuera del hospital por las enfermeras y semi-obligado a tener que socializar con Lavi y James, muy a su pesar, para ir en busca de una posada y pasar allí la noche.

-Supongo que debe haber algún lugar en el centro... también podríamos ir a la Iglesia a pedir asilo y comida. –opinó el Buscador.

-Nah, la comida de Iglesia siempre sabe mal. Pan desabrido, vino sin alcohol... eso no es lo mío. –dijo Lavi. –Además no recuerdo que el informe dijese que esta Iglesia este adherida a la Orden.

-Supongo que si no lo está sería inútil pedir ayuda. ¿Usted qué opina, Walker-dono?

Allen ignoró a James. Absorto en sus pensamientos, analizaba las palabras de su amigo.

FLASH BACK: EN EL CUARTO DE SUZUKI.

-¿Y bien? –preguntó Suzuki. -¿Qué respondiste?

-¿Disculpa? –dijo confundido el albino dentro de las sábanas.

-Dije... ¿Qué respondiste? ¿Respondiste que sí o que no?

-No entiendo de que hablas.

-¡No te hagas el tonto! ¿Aceptaste o no sus sentimientos? ¿Acaso crees que él se confesó solo para que lo supieses? Debiste de haberle dicho algo o... ¿No lo hiciste?

- ...

-...

-No sabía que tenía que decir algo...

-¡ALLEN! Vas a matar de la angustia al pobre cabeza de escoba, debe de estar esperando tu respuesta aún, debes decidirte. ¿Lo aceptaras... o no?

FIN FLASH BACK.

-¿Walker-dono? ¿Walker-dono? ¿Se encuentra bien?

-¿Eh?

-¿Te encuentras bien Allen? –preguntó Lavi. –Llevamos hablándote un buen rato y no respondías.

-¿Ah, sí? perdón. Estaba pensando en otras cosas. ¿Qué me decían? –dijo desviando la mirada.

-Hablábamos de donde podemos pasar la noche. –respondió James. –La iglesia de aquí no está aliada a la Orden Oscura así que...

-¿Qué hay del lugar al que íbamos a registrarnos antes de encontrarnos a los akumas?

-Fui allí mientras ustedes estaban con Taisho-dono y está repleto. Ni una solo habitación.

-Oh... bueno, conozco un lugar pero...no es...bonito. –dijo Allen.

Los tres amigos caminaron rumbo a la dirección que el albino comentó. Al parecer, ya habían parado junto a su maestro en aquella “posada”. En el camino se toparon con otras posadas y hosteles pero todos tenían el mismo problema...estaban repletos. Luego de unos minutos de caminata llegaron a la dirección propuesta por Allen.

-¿Es aquí? –preguntó dudoso el pelirrojo.

-Sí. –respondió el albino.

-¿Tienes deudas aquí también?

-No, estas ya las pagué. ¿Entramos?

-Walker-dono... ¿está seguro que...podremos pasar la noche aquí? ¿Vivos?

-¡Claro! Es un bar y tiene habitaciones, aunque son algo pequeñas.

Al ingresar, se encontraron con un bar andrajoso cayéndose a pedazos y a un gran grupo de enormes, sudorosos y, posiblemente también, peligrosos hombres bebiendo hasta el hartazgo y más. El albino se acercó a la barra y habló con el cantinero como si de un viejo amigo se tratase; y logró conseguir 2 habitaciones. Una para James y otra... “para ellos”, Allen definitivamente odiaba que los buscadores siempre se negaran a compartir cuarto con los exorcistas.

-Es bueno no tener que dormir a la intemperie ¿no, Allen? –dijo Lavi al ingresar a la habitación.

-S...Si. Tuvimos suerte. –contesto nervioso el menor. Estaban completamente solo en un cuarto donde apenas podían estar de pie junto a las camas, el lugar solo tenía 2 camas, unos estantes pequeños en una de las paredes y un ventanal con vista a... una pared de otro edificio. El pobre albino  tenía los nervios de punta, sabía que no podía escapar del pelirrojo para siempre y que en algún momento deberían de hablar sobre “cierto” tema. -*Solo dormiré hasta mañana, ¡SÍ! Eso haré...me acostaré y dormiré hasta mañana que inicien las horas de visitas* -pensaba el menor.

-Neeh, Allen. –lo llamó el pelirrojo.

-*¡RAYOS!* -se maldijo internamente. -¿Qu... Qué sucede? –preguntó algo asustado, mientras se sentaba en su cama de espaldas al mayor, acariciando a Tim para disimular sus nervios.

-¿Podemos hablar un momento?

-*¡Dios! ¿Por qué me odias?* -se recriminaba el menor. –¿Pu... Pu...ede ser mañana? Tengo sueño y quiero descansar...un poco...

-¿Cuánto tiempo piensas escapar de mí? –diciendo eso Lavi se sentó en la cama del menor apoyando su espalda con la contraria. Ante su repentino movimiento pudo sentir como Allen temblaba levemente junto a su espalda. –Sabes...sé que dije que no necesitaba que me aceptes pero... me gustaría saber qué piensas al respecto.

El albino completamente sonrojado hasta la orejas apretaba al pobre Timcampy entre sus manos, mientras sentía como el calor de la espalda del mayor pasaba a través de su camisa.

-¿Allen? –preguntó Lavi girándose sobre su hombro para buscar la cara del menor.

-¡NO ME MIRES! –dijo uniendo más su espalda con la de Lavi y ocultando su cara entre sus rodillas. –Sigue mirando para el otro lado...no mires.

-¿Qué te pasa Allen? –dijo intentando darse media vuelta. –Deja de actuar como un niño y respóndeme por fa...

-¡SOY UN NIÑO! ¡SOLO TENGO 15! ¡YA TODOS DEJEN DE PRESIONARME, NO ES MI CULPA!

-¿Qué? ¿Q...Que te pasa? Oye, no llores... –Al poder girarse, Lavi se encontró con la escena de un albino sujetando sus piernas rompiéndose en lágrimas. Inmediatamente lo abrazó tratando de calmarlo. -¿Po...Por qué lloras? ¿Dije algo malo?

-Suéltame... déjame... –se quejaba sollozando el albino mientras se removía en brazos de Lavi. –Quiero estar solo...

-¿Qué? No te voy a dejar así, Allen... ¿Por qué dices que no es tu culpa? No entiendo...

-¡DE TODO ESTO! –dijo mirándolo a los ojos enojado. -¡YO NO ENTIENDO TODO ESTO! ¿¡POR QUE TODOS ESTAN ESPERANDO QUE YO LO SEPA!? COMO ACTUAR, QUE DECIR, QUE ELEGIR... ¡SHISSHOU SIEMPRE DIJO QUE YO ERA DEMASIADO PEQUEÑO PARA SABER ESTAS COSAS! ¡Porquederepenteresultaquedebosabersobreestocomosifuesealgonaturalademasyo...! –decía a tropezones y muy rápidamente el menor.

-¡Oe!... más despacio... no sé de qué estás hablando. ¿Qué Cross no te dijo que? No sé qué...

-¡DE ESTO! –gritó Allen empujando a Lavi haciéndolo caer de la cama. -¿Cómo se supone que sepa...sobre “esto”? lo único que sé es que las mujeres ríen mucho luego de una copa de vino... ¡Pero ni tú ni yo somos mujeres!...–el albino había comenzado a golpear la cama con sus puños mientras le gritaba al pelirrojo aturdido en el suelo. -¡ESTO ES MUY DIFÍCIL! –dijo finalmente arrojándose a la cama y cubriendo su cabeza con la almohada.

Luego de ver al menor tan alterado Lavi trató de centrar su cabeza y analizar todos los gritos que Allen había tirado al aire en su momento de desesperación, llegando así a una conclusión: ¡Allen no sabía recibido “la charla” vergonzosa que todo adolescente debe sufrir! Ante tal descubrimiento el pelirrojo no pudo evitar el pensar que el menor era demasiado inocente además, tampoco pudo resistir las carcajadas que salían de su boca.

Allen al oír a su amigo retorcerse de la risa en el suelo no pudo evitar enojarse.

-¿De qué te ríes? –dijo aun debajo de la almohada.

-Hahahaha perdón, perdón. Haha pero... haha es que... se me hace difícil asimilar que uno de los mejores exorcista de la orden se altere por algo así. –Lavi se sentó en el suelo y apoyo sus brazos sobre la cama mirando al menor. –Nee Allen, ¿Quieres aprender conmigo? Sobre “esto”. Te diré todo sin rodeos para que lo entiendas  a la primera, aunque puede que sea algo vergonzoso. ¿Qué dices? ¿Aceptas?

El menor miraba de reojo a su amigo dudando en aceptar o no su propuesta, pero luego de unos segundos terminó por asentir con la cara roja. Ante dicha acción Lavi se paró y sentó en la cama apoyando su espalda contra el respaldo de ésta y pidiéndole al albino que hiciese igual. Allen obedeció sentándose a su lado pero se mantuvo sujetando su almohada y a Timcampy todo el tiempo.

-No tengas miedo, no voy a morderte. –dijo el pelirrojo acariciando su cabello intentando calmarlo. –Bueno, supongo que debo empezar desde el inicio. Sabes, aunque el General diga lo contrario, tú ya estás en edad de saber estas “cosas” todo hombre saludable se interesa en esto en algún momento de su vida.

-¿Qué cosa? –preguntó inocentemente el albino.

-*Qué lindo* Etto... conseguir... pareja.

Allen se puso rojo hasta las orejas y desvió la mirada de su amigo. –Ah, eso.

-*Oe oe ¿esa es la expresión que un guerrero debe poner?* -Eh, bueno. Es básicamente de lo que vamos a hablar. Bueno, para conseguir pareja debes de intentar... convencerla de que salga contigo. Debes de hacerle llegar tus sentimientos.

-¿Cómo haces eso? Recuerdo que Shisshou siempre les ofrecía vino a las mujeres que le gustaban. ¿Es así?

-¿Qué?  ¡No! Bueno, es una manera pero no es...exactamente para, bueno... ¿Recuerdas las cosas que dije en el hospital? Esa es una manera...aunque tú no lo entendiste. Lo que hacía el General se lo conoce como “coqueteo” o “ligar” y...bueno, no necesariamente lo haces solo para conseguir pareja, más bien él lo utilizaba para obtener otras “cosas” a cambio.

-Mmm... ¿Su dinero? *debe ser eso, Shisshou siempre terminaba obteniendo dinero* –dijo pensativo el menor.

-No me refiero a eso... *Whoa, esto es más difícil de lo que pensé* ¿Acaso no sabes lo que hacía Cross con aquellas mujeres luego de tomar vino...a solas? –remarco el mayor en las últimas palabras.

El albino dudo algunos segundos mientras trataba de recordar que había de extraño en eso, hasta que un recuerdo surcó su cabeza a modo de flecha, el cual hizo que su cara explotara de la vergüenza. El recuerdo que había aparecido fue el de una tarde de invierno donde su maestro estaba con una de sus tantas amantes muy acaramelado bebiendo de un vino muy caro mientras el menor se moría de frio fuera de la casa de la mujer, ante tal situación él, en ese entonces pequeño albino, dejó todo miedo atrás por su maestro para aventurarse a buscar al menos unas mantas para cubrirse, pero al asomarse por la ventana de la habitación se encontró con la imagen erótica de su maestro recorriendo el cuerpo de la mujer semi desnuda con su lengua, mientras se quitaba su abrigo de exorcista lentamente. Ante tal imagen el pequeño Allen había quedado petrificado a un lado de la ventana, pero al momento de oír extraños ruidos “femeninos” salió de su transe y optó por salir corriendo tan rápido como pudo lejos de la residencia.

Lavi miraba la cara sonrojada del menor a su lado mientras este estaba perdido en sus pensamientos, realmente no sabía en qué pensaba pero él no podía evitar sentirse afortunado de ver aquel lado tan tierno e inocente del albino. –Nee Allen, aunque sé que el General Cross no es un buen ejemplo para explicar esto, no está muy desviado del asunto. Aunque él solo tenía amantes temporales, eso que ellos hacían es algo que las parejas también hacen... –dijo mirando las reacciones del menor.

-Su...Supongo que tienes razón. –dijo Allen tensándose. –Eso y... “eso” también...aunque Shisshou lo hacía hasta que ellas parecían estar enamorándose y nos íbamos.

-¿“Eso”? ¿A qué te refieres? –preguntó con miedo Lavi. -¿Qué... Qué tanto viste?

-Él... no lo hacía frente a mí pero, yo sabía que hacían. Incluso si no lo veía algunas mujeres eran muy malas y me lo terminaban contando solo para hacerme pasar un mal rato.

-¿Qué cosa? ¿Qué hacían? –preguntó asustado el pelirrojo. –Oe Allen, que cosas viste...?

-¿Eh? Me refiero a los besos... Shisshou decía que era como su “tercer inocencia”, viejo fanfarrón. –decía entre dientes el menor.

-*Ah, era solo eso* -pensó aliviado Lavi. –Bueno, eso es algo que mucha gente hace, incluso si no es con su pareja. Eso... bueno, las personas suelen hacerlo cuando...el ambiente es el adecuado, supongo.

-¿Y cómo sabes que el ambiente es adecuado? Shisshou lo hacía a toda hora. –decía confundido el albino.

-Ah, etto... eso depende de las personas. Yo por ejemplo... etto–dudo un momento en hablar o no. –Yo creí que era apropiado... en el hospital... –dijo avergonzado mirando para otro lado.

-¡ESAS COSAS NO ENTIENDO! –dijo alterado Allen golpeando a Lavi con la almohada. -¿Cómo tú lo supiste y yo no? ¡Yo no sentí ningún estúpido ambiente! –se quejaba el menor intentando ahogar al pelirrojo con la almohada.

-¡Espera, espera! No puedo... respirar... pensé que era el momento porque estabas sumiso... ¡Argh, espera Allen!

-¿Qué es eso? –preguntó dejando de hacer presión con la almohada pero sin quitársela de encima.

-*Mmm, ¿Cómo se lo explico...?* estabas...tranquilo, a pesar de lo que te había dicho no me habías rechazado y tampoco te alejaste... sin mencionar que te habías sonrojado y... te veías muy lindo. –dijo apenado el pelirrojo dando gracias por estar debajo de la almohada.

-Aun... no entiendo, como eso tiene algo que ver con lo que hiciste. –dijo el menor soltando la almohada y dándole la espalda a su amigo. –Yo estaba sorprendido... y asustado. Por lo que dijiste.

Lavi se quitó la almohada de la cara y miró por unos segundos la espalda de su pequeño compañero. –Perdón, no era mi intención el molestarte. Es solo que... –Lavi tomó uno de los mechones del albino y comenzó a acariciarlo. –Yo solo me dejé llevar por el momento, ¿Me perdonas?... ¿Al menos de eso?

-La próxima... por favor pregunta. –dijo en un susurro el menor, sorprendiendo al otro.

¿Próxima? Entonces, podía volver a ocurrir ¿no? ¿O solo era un mal uso de las palabras? Las palabras del albino, aunque temerosas parecían no mentir, lo cual hacia que el corazón del pelirrojo se sintiese mucho más inquieto de lo que ya estaba.

-¿Lo dices en serio? –se atrevió a preguntar. -¿Puedo...una vez más? Si pregunto... ¿Puedo?–el mayor se había sentado detrás del albino rodeándolo con sus brazos y apoyando su frente en el hombro contrario. –Allen... si lo dices en serio yo...quiero, quiero hacerlo ahora. ¿Me dejas?

El pequeño albino se sorprendió ante el contacto pero aún más ante la pregunta. Nunca se le hubiese ocurrido que sus palabras tuviesen ese impacto en su amigo.

-Pero...yo no sé cómo hacerlo. ¿Por qué querrías hacerlo conmigo? –dijo apenado Allen. –Además... ¿No es mejor una mujer...para eso?

-Yo no quiero una mujer... –le susurró al oído haciéndolo temblar. –Te quiero a ti.

-Pe...Pero yo no...

-No me importa, yo te enseñaré...todo lo que quieras saber, yo quiero enseñarte. TODO y más... –dijo el pelirrojo mientras tomaba al menor de la barbilla para que lo mirase de frente.

-*Waaaa, esto debe de ser “el ambiente” del que Lavi hablaba* Pero... y si... lo... hago... mal... entonces... –hablaba lenta y pausadamente mientras inconscientemente cerraba sus ojos ante el acercamiento del pelirrojo a su cara.

-Eso no interesa ahora... Allen... –Lavi rodeo con su mano izquierda la cara del albino para terminar de cortar la distancia y con la otra tomó su mano para inspirarle confianza.

En cuanto sus labios se tocaron Allen tomo fuertemente con ambas manos la mano de Lavi por los nervios mientras este solo se limitaba a sujetarlas y a acariciarlas con el pulgar para calmarlo. Aunque aquel beso era solo un pequeño roce el menor estaba duro como una piedra, lo cual no pasó desapercibido por el astuto bookman.

-Nee Allen –susurró de manera pícara cerca de los labios del menor haciéndolo sonrojar aún más. -¿No estas incomodo? Porque no intentas... así. –dijo haciendo que el menor quedase mirándolo de frente y colocando sus manos alrededor de su cuello.

El albino se sorprendió ante la acción del junior quitando sus manos de su cuello, pero Lavi lo detuvo mientras lo miraba a los ojos. Haciendo que volvieran a su lugar.

-No tengas miedo. Prometo que no te haré nada raro. –dijo uniendo nuevamente sus labios en ese pequeño roce que el mayor no quería sobrepasar para no asustar al quinceañero.

Para sorpresa de Lavi, Allen lentamente tomó confianza y terminó por rodear su cuello por completo haciendo que de alguna manera el beso fuese un poco más profundo. Ante esa situación junior pasó sus manos por la cintura de Allen firmemente para inspirarle confianza pero podía sentir como este temblaba de los nervios. Su mente ya estaba en las nubes desde ya varios minutos pero aun así se las arreglaba para contenerse y no hacer movimientos extraños, pero aquella situación lo sobrepasó cuando un pequeño quejido salió de la boca del albino, al haber ejercido un poco más de fuerza en su abrazo. Ese ligero sonido fue lo que llevó gran parte de la conciencia del pelirrojo a quien-sabe-donde, haciendo que abandonara ese ligero roce para seguir con un beso un poco más atrevido, donde él se deleitaba de saborear los labios contrarios con un poco más de vehemencia, aunque siempre procurando no permitirle a su lengua el invadir al inexperto exorcista para no ahuyentarlo en el mejor momento.

Obviamente, como Lavi supuso que sería,  el pobre albino no sabía cómo actuar ante los nuevos movimientos por lo que solo dejó que el otro hiciese con su boca todo lo que quisiera. Lo cual él aprovechó.

Mientras ambos chicos estaban perdidos en sus bocas, alguien llamó a la puerta volviéndolos a la realidad.

-¿Walker-dono? ¿Está despierto? –llamó James desde el otro lado de la puerta.

-S...Sí. ¿Qué pasa? –respondió alterado separándose rápidamente del pelirrojo.

-Tiene una llamada de Link-dono.

-¿Link? Ahora voy. –dijo intentando bajarse de la cama rápidamente pero fue detenido por una de las manos del pelirrojo que sostenía su mano derecha y que lo miraba con un particular brillo en sus ojos. -¿Qué pasa? –preguntó nervioso.

-Nada. –dijo soltando su mano. –Ve, dos puntos se va a enojar si lo haces esperar.

Allen miró extrañado la reacción de su amigo pero al recordar lo que habían estado haciendo simplemente decidió salir lo más rápido posible del cuarto. En cuanto salió del cuarto Lavi se levantó de la cama del menor y se dirigió a la suya en silencio mientras se quitaba la chaqueta y las botas. Una vez listo se recostó en ella y cubrió su cabeza con las sabanas. -Waaaa, espero que no sea un sueño. –murmuró para sí mismo con la cara toda roja al recordar los hechos.

Allen debía de contarle a Link como fue la misión para compararlo junto a los informes de Lavi, lo cual le llevo como una hora. Al volver, se encontró con su amigo durmiendo con una enorme sonrisa en su cara. –BakaLavi. –susurró antes de irse a dormir también.

A la mañana siguiente, ambos despertaron e intentaron verse normales frente a James mientras iban rumbo al hospital a visitar a Suzuki. Al llegar entraron al cuarto y pudieron ver a su amigo de pie mientras el doctor lo chequeaba. Eso alegró a Allen aunque no mucho a Lavi, por lo que recibió una reprimenda por parte del albino y fue algo que Suzuki no pudo ignorar.

Notas finales:

Bueno...¿que les pareció? espero que haya sido de su agrado

jeje bueno, nos leemos la próxima. byeee.!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).