Capítulo 11
Los tres parecían estar muy alterados y el ejercicio que les hizo hacer Sasha no duro ni unos minutos. Milo y Aioria tenían sus miradas carmesís al límite sus colmillos salidos, Deathmask estaba desesperado ya que no sabía qué hacer para calmar a Milo por la metida de pata de Aioria.
- ¡REPITE LO QUE DIJISTE! – Le exige Milo a su ahora no amigo, ya que los parecían estar un poco lastimados por la reciente pelea.
(Opening - Voodoo Doll de VIXX)
---- Hace unos minutos antes ----
- Nunca espere que volviéramos hablarnos – Dijo Deathmask bastante feliz de que los tres volvieran a ser lo que eran, verdaderos amigos.
- Y todo gracias a Sasha – Agrego Milo con una sonrisa en su rostro, Aioria se voltea para mirar a Milo y toparse con la bella imagen de que estaba sonriendo.
- Mi media hermana es única, lamentablemente no compartimos sangre y menos apellido – Finalizo Aioria haciendo que su caminata diera por finalizado, Milo se gira para mirarlo con neutralidad y Deathmask lo mira de reojo tratando de descifrar la jugada de Aioria – Más cuando el innombrable le pidió que ocultara su cuerpo en otra parte de este pueblo, sabiendo que tres personas estuvieron en su fusilamiento de parte de un chico que no recuerdo como se llama – Milo abre sus ojos enormemente para después acercarse a su amigo con sus colmillos salidos y su mirada carmesí enfocada en él, Aioria se da cuenta pero no se salvó de un golpe certero en su quijada haciéndolo tirar lejos de allí.
---- De regreso a la pelea ----
- Qué tu amado fue asesinado por tres sujetos o cuatro – Milo lo soltó con brusquedad para después flaquear en el intento de evitar llorar, Deathmask lo agarra a tiempo pero Aioria se sentía muy mal al ver lo que ocasiono en menos de unos segundos – Lo siento mucho Milo, él hablo con ella o con otra persona, pero lo que si recuerdo de aquella vez, es que él deseaba que tu fueras feliz sin estar en estas condiciones que para el innombrable era un futuro, pero para ti es un presente – Sus palabras no funcionaron ya que su mejor amigo comenzó a sollozar y apretando sus puños con fuerza.
Camus se acerca a ellos para ver que le sucedía a Milo, jamás vio aquella faceta de su compañero - ¿Te encuentras bien Milo? – Aioria y Deathmask levantan sus miradas para mirar al recién llegado, estaban muy sorprendidos, pero Milo se calmó de repente para levantar su mirada y estar sorprendido al ver aquel rostro preocupado, el mismo que hace muy poco tuvo la oportunidad de apreciarlo.
- ¡¿Y tú que haces aquí?! – Le grita de manera furiosa y frívola, Camus se cruza de brazos mirándolo con reproche, Aioria y Deathmask se miraron bastante divertidos al notar como aquellos dos se entendían.
- Escapado de tus exigencias – Le responde con ironía, hasta que por el otro lado aparecía Aiacos, los tres sienten aquel olor, Milo se pone de pie para así acercarse a Camus de manera cómplice con sus otros amigos, Deathmask lo agarra del brazo derecho y Aioria del brazo izquierdo, para después esconderse en un rincón oscuro entre los casilleros del frente.
Aiacos continúa su andar y en busca de Camus Afrontes, ya que deseaba invitarlo a salir o proponerle ser su novio. Se había enamorado a primera vista de él, pero no comprendía las pocas veces que le coqueto o le dijo algún piropo lo haya ignorado por completo, no le gustaba que hiciera eso, pero tenía un plan en mente si ese muchachito lo seguía ignorando.
Los tres estaban un poco tensos al vigilar a Aiacos, dado que Aioria recordó aquella reunión que hizo Kardia en la casa de los Diamantidis.
---- Flashback ----
- ¿A qué se debe esta reunión? – Pregunto Kanon a su amigo de la infancia, que estaba dándoles la espalda y observando una foto que se hicieron él con su hermano y novio.
- Es del mensaje que les envíe por parte de Manigoldo – Respondió para voltearse y mirar a todos sus amigos, Aioria quien estaba sentado muy cómodo en uno de los sillones mira al mencionado.
- A mí no me llego ese mensaje – Dijo Aioria para girarse y mirar a Kardia, ambos se miraban con vehemencia.
- Aioria – Le regaño su hermano mayor, logrando que el menor dejara salir un bufido – Tu continua Kardia – Le dice al mayor de los Diamantidis, para hacer que la reunión sea la más corta y precisa posible.
- Les quiero decir que deben de ayudarme con cuidar a mi hermano Milo, ya que la orden vampírica está investigando sobre el caso de Camus Afrontes – Todos se miran bastante alarmados, no era la primera vez que sucede eso, ya había pasado con Degel – Además, yo estuve meditando sobre el pasado y la conexión que tiene el presente, llegando a que hay una enorme posibilidad que el primo de mi actual pareja sea Camus Monthay.
- ¡Estás loco! – Exclama Aioria bastante atónito con la situación y se pone de pie para irse de allí.
- Tengo una duda – Dice Kanon para así aportar su teoría a la de Kardia para ver las posibilidades antes de que la orden vampírica haga un movimiento. Kardia enfoca su mirada turquesa en Kanon atento a lo que pudiera decir - ¿Es posible que el joven Monthay haya reencarnado en Camus Afrontes? – Aioros se acerca al gemelo menor para posar su mano en su hombro.
- No estamos seguros de ello, pero tu duda puede ser una hipótesis clave para la orden o para cualquiera – Kanon asiente a lo que decía Aioros, Aioria mira sobre su hombro a todos y atento a lo que decían.
- Pero nos estamos olvidando de un gran detalle – Habla Dhoko acatando la atención de todos y el alza su mirada para mirar a Kardia – Los tres jueces ya están planeando algo en contra de tu hermano y de Camus Afrontes – Manigoldo deja salir un suspiro bastante profundo, ya pensando en lo que podría pasar.
---- End Flashback ----
Aioria sacude su cabeza para borrarse aquel semblante distante de Kardia, porque su preocupación y el pedido que les hizo de cuidar a los dos chicos, era mucho trabajo. (*) Deathmask se asoma un poco para ver que Aiacos no estaba por ninguna parte, regresa a su escondite para así decirle a Milo que podían salir.
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Todos estaban a la espera de sus compañeros por petición de la profesora Marin, Afrodita estaba preocupado por Camus y por Deathmask, se gira hacia atrás para encontrarse con la mirada de Kanon, él también estaba preocupado y más cuando la profesora se cansó de esperar.
- Muy bien clase, creo que empezaremos sin ellos cuatro – Hablo la docente para después tomar el libro y escribir unas ecuaciones químicas – Espero que me hayan traído la tarea que les di la semana pasada porque en tres días tendrán un examen de un horario de corrido – Todos dejaron salir un “Oh” colectivo y escuchar aquello le dio gracia a la profesora Marín.
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De nuevo se asoma para ver y lo que se encontró era la imagen de Aiacos guiando al vice director – Será mejor quedarnos aquí por unos minutos más – Comento en un susurro, Camus estaba entrando en un ataque de asma y los tres no se habían dado cuenta de eso.
Los cuatro se estaban escondiendo del vice-director que estaba siendo guiado por Aiacos, hacia el pasillo donde los cuatro estaban. Camus estaba muy nervioso ya que estaba siendo agarrado en cada brazo por Deathmask y Aioria, y Milo estaba tapándole la boca con su mano derecha.
Era enorme la tensión que había dado que el gemelo del director estaba muy cerca de su escondite, los oye hablar y entre la plática el hombre de mayor edad regaña a Aiacos llevándoselo de la oreja fuera allí.
- Será momento de regresar a clases – Dice Aioria para así los cuatro salir de allí, pero Camus trataba por sus medios de encontrar su inhalador y Milo se había percatado de ello.
- Déjame hacerlo más rápido – Le dice en un tono desesperado para así tomar el bolso del joven de cabellos aguamarinas para buscar entre sus cosas el inhalador. No obstante, Deathmask se asoma en el rincón oscuro y toma del piso un cosito.
- ¿Es esto? – Camus y Milo se voltean, para después Camus acercarse a Deathmask y sacarle el inhalador para así volver a la normalidad.
- Gracias – En eso el foquito de Camus se le prendió y busco antes de que Milo se fuera – Milo – El susodicho se le acerca con los brazos cruzados y Camus de su bolsa saco el obsequio para así extendérselo – Feliz cumpleaños – Aioria mira a Deathmask y los dos a un Milo que no sabía cómo reaccionar.
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Al cabo de unos minutos los cuatro ingresaban a la clase de ciencias topándose con la cálida mirada de la profesora Marín cruzada de brazos y mirándolos muy enojada – Los cuatro después de clases en mi oficina – Camus estaba muy espantado por escuchar aquello, no quería regresar a su casa con la bella noticia a su primo de que fue castigado por segunda vez, al cabo de unos minutos el coordinador de curso ingreso al salón en compañía de un Albafica vendado por completo y parecía estar ausente en esos momentos.
- Disculpe profesora, pero el alumno Kirkpatrick se retirara de la institución por un altercado y el alumno Balani también se retira – Mu guarda sus cosas con rapidez ya que sabía de ante mano que su hermano mayor lo retiraba, en cambio, Albafica ya con sus cosas paso a salir del aula dejando a sus compañeros con la semilla de la curiosidad. En eso Andreas se voltea a su derecha para mirar con desaprobación aquel cuarteto de hombres - ¿Qué sucedió con ellos cuatro? Profesora – Pregunto el coordinador a la docente quien suavizo su semblante para después decirle a sus alumnos que se sentaran en sus lugares.
- Llegaron tarde a la clase – Le reporto para después acercarse aquellos cuatro para darle un libro cada uno, al hacerlo regresa con el coordinador – Pero de ese asunto yo me encargo – Andreas asiente a ello para así darse la vuelta sino antes darle una mirada al joven Afrontes y después retirarse.
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El timbre del primer recreo sonó, anunciando a los alumnos que es hora de divertirse o cumplir obligaciones escolares. Camus no había guardado sus cosas, pero si se refugió en sus brazos para sollozar al volver aquel día donde su primo le dejo hablar por todo el tiempo que tuvo el castigo por agarrarse a los golpes con Albafica.
Afrodita en compañía de Shaka estaban muy consternados y tristes por ver a Camus tan solo, hasta que Kanon se le acercó un poco preocupado.
- ¿Quieres desahogarte? – Le pregunta el gemelo menor a un Camus bastante deprimido y alza su cabeza para mirarlo de su lado izquierdo.
- No quiero ser castigado por mi primo – Respondió para después romper en llanto, Kanon se sentía desarmado ante la situación, no le gustaba que otras personas lloraran y menos alguien que se parece mucho al joven que revoluciono la vida de los vampiros.
- Degel es bueno, si lo hace es para que tu aprendas a no seguirle la corriente a otros imbéciles, como Albafica, Milo y su junta – Camus sonrió al ver las expresiones de ironía que hacia Kanon al mencionar a los principales su caso – Ya que el director les dio un nombre a los tres como el trio de salvajes – Afrodita y Shaka trataban de no reírse al estar escuchando aquella platica sin consentimiento, a Camus también le dio muchísima gracia.
- Ellos tres son buenos, hasta donde pude ver cuando los tres discutían en los pasillos – Al instante de haber soltado aquello, Camus se tapó la boca por haber dicho algo fuera del tema de conversación. Kanon ríe para posteriormente negar al imaginarse aquello
- Eso es normal con ese trio infernal – Dice al recomponerse de su ataque de risa, para después darle un papelito que él mismo escribió – Toma, ábrelo y cuando hayas tomado la decisión les dices a los buitres de ello – Se pone de pie para después irse de allí. Más tranquilo y feliz, abre el papelito para leer que tenía tres días para decidirse a que club pertenecer.
Afrodita y Shaka se hicieron a un lado para dejar que Kanon saliera del curso, los dos van con Camus para así hablar con él un buen rato.
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Recordar el momento de desvarió que tuvo aquel muchacho, Kanon niega la casualidad que su buen corazón hizo por el chico. Toma un camino certero para así buscar a la fiera antes de que él sea otro juguete para el presidente del alumnado, al tomar uno de los pasillos que llevan a las escaleras del primer piso lo encuentra mirando a un obsequio.
- ¿Por qué no lo abres si es tu cumpleaños? – Le pregunta logrando obtener lo que deseaba ver, a Milo abriendo el obsequio que le dio Camus, le saco el papel y el lazo para dejar al descubierto una pequeña cajita de color negro.
- Eso estoy haciendo – Le responde para levantar su mirada y fulminarlo con ella, pero Kanon ni se inmuto a la acción. Milo saca la tapa de la cajita y toparse que dentro de la misma había una pulserita con su nombre entre medio de la cadenita – “Qué lindo detalle a pesar que es nuevo y no me conoce” Es linda la pulsera – Dice para ponerse de pie y trata de buscar alguna nota en el envoltorio pero no encontró nada.
Kanon se le acerca para después colocar su mano en el hombro de Milo, quien abandono esa búsqueda para mirarlo con enojo – Cálmate y no intentes cometer un homicidio – Milo deja salir un suspiro y ruda sus ojos para después darle vuelta la cara – El presidente quiere que vayas a la sala de reuniones porque desea hablar contigo – Milo lo vuelve a mirar a los ojos pero esta vez más dudoso de ir, Kanon lo percibe pero le va a decir algo que no se arrepentirá – Seguro que te dará el oficio de ser niñera de ese muchachito parecido a tu antiguo amor – El joven Diamantidis se zafa del agarre de Kanon para comenzar avanzar hasta la sala de reuniones muy enojado. El gemelo menor comienza a reír al ver que su mini plan funciono correctamente, riendo comienza avanzar para alcanzar al menor de los Diamantidis.
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Milo ingresa a la sala de reuniones dado que Kanon le dijo que Radamanthys lo solicitaba, el ingresa bastante fastidiado ya que no sabía que hacer frente aquel sujeto.
- ¿Qué quieres? – Le pregunta muy enojado y frio a Radamanthys, quien no parecía estar apto para soportar cualquier cosa.
El presidente deja salir un suspiro para posteriormente ponerse e ir hasta donde estaba Milo – Tu relájate, solamente quería hablarte sobre el pasado – Le dice en un tono cálido y reconfortante, pero Milo abre sus ojos enormemente al escuchar aquellas palabras.
- No quiero hablar del pasado – Se niega a la petición para después colocar sus manos en el escritorio haciendo que el sonido del golpe al posarse se escuchara y que el escritorio de madera saltara - ¡Solo dime porque me llamas! – Le grita y Radamanthys se pone de pie bastante enojado con el accionar impulsivo de su examigo.
- Sabias que la orden vampírica dio el okey a un grupo de jóvenes como nosotros – comenzó a contar mientras caminaba hacia un sector de la sala de juntas, teniendo sobre él la mirada turquesa de un Milo bastante atento a sus palabras – hace mucho tiempo, mandando a fusilar a una familia adinerada por tener contacto directo con las familias de sangre pura, como nosotros dos – le dice para darse la vuelta y ambos quedarse observando, Milo lo miraba con nerviosismo y Radamanthys deleitaba el semblante del hermano menor de Kardia – Es una lástima por tu perdida Milito, él en verdad te amaba, pero – Hace una pausa la relamerse los labios, se gira para mirar un estante y sacar de una vitrina una de las tantas cartas que tenía almacenadas para casos como esos, se vuelve a voltear para acercarse a Milo y darle aquella carta – Esta es la original, dado que la recibiste le faltaba cosas para que se te aclare las dudas – Milo toma con rapidez aquel papel para abrir la carta y leerla con pausa.(**)
Radamanthys sonríe al ver la expresión de tristeza que estaba teniendo Milo, lo estaba saboreando muchísimo, se gira para mirar a Minos quien estaba sentado en una de las sillas con la necesidad de reírse a carcajadas pero Radamanthys alzo su mano derecha para indicarle que no lo haga.
- ¿Me la puedo llevar? – Le pregunta en un tono melancólico y ausente, alza su mirada para mirar con sus ojos a un punto de estar acuosos.
- Puedes llevártela y si necesitas aire, puedes retirarte – Milo asiente para posteriormente irse de allí arrastrando sus pies – Ah Milo – el susodicho se detiene dándoles la espalda a los dos – Feliz cumpleaños – Milo le contesta con un “Gracias” sin vida para así retirarse de allí. Al ver como la puerta era cerrada los dos se miran muy satisfechos para comenzar a reír muy malvadamente.
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El timbre se dejó sonar, Camus estaba hablando con Shaka y Afrodita sobre los clubes dado que tenía dudas o no sabía cómo funcionaba un club. Los tres se giran para toparse con la mana de sus compañeros ingresando al salón quejándose con el profesor de idioma quien parecía estar regañando a Kasa y a Fafner quienes no querían trabajar ese día.
- ¡TODOS TOMAN ASIENTO EN SILENCIO! – Grita el docente haciendo que el transito se agilizará, al ver que todos tomaron asiento, Sysipho escribe en la pizarra las siguientes actividades del día – Bueno clase, saquen sus cuadernos de actividades y comienzan a realizar las actividades de las siguientes páginas - Escribe el número de las páginas y voltearse a sus alumnos – Los que tengan problemas al realizarlas aquí les dejo unas fáciles – Había pocos alumnos con una discapacidad escolar pero la mayoría era apta de realizar las del cuadernillo.
Al cabo de unos minutos, Camus se pone de pie para ir hasta el escritorio del docente para entregar sus actividades ya realizadas. Sysipho alza su mirada y le sonríe a Camus, sabiendo que era un alumno muy brillante en todas las asignaturas.
- ¿Ya te decidiste en que club vas ingresar? – Camus agacha su mirada un tanto preocupado ya que no sabía en qué club pertenecer – Tomare ese gesto que haces como un no – Corrige las actividades del alumno para después pedirle que regrese a su lugar.
Volvieron a pasar los minutos, los murmullos en la clase de idioma se dejaron oír, Frodi se pone de pie para ir hasta donde se sentaba Balder para hablar con él, Fafner comienza a romper algunas hojas, para hacer avioncitos y tenerlos hechos se pone de pie para comenzar a lanzarlos por el salón.
El docente alza su mirada para ver el caos de aquella sala, niega al comenzar escuchar las charlas a todo volumen, pero su mirada parda se enfoca en el trio del fondo donde Shura y Kanon se acercan para ver que le sucede a Milo. Se pone de pie para ir hasta haya con el cuadernillo de Camus se lo devuelve cuando pasa por ahí, y continua su recorrido.
- ¿Qué le sucede? – Pregunta Sysipho a sus alumnos, Aioria le extiende la carta que tenía Milo que había empezado a llorar en silencio. Toma el papel para toparse que era otra de las cartas, cuando él había sido uno de los vampiros que fue a registrar la casa donde ocurrió el homicidio - ¿Te lo dio él Milo? – Le pregunto haciendo referencia a Radamanthys, el joven Diamantidis asiente para después alzar un poco el tono de su llorar – Shura acompáñalo a dirección y habla con Sage antes de que todos se alarmen de esto – Shura asiente para tomar a Milo del brazo, le coloca su chaqueta para que se cubra y sacarlo del salón, acatando las miradas de algunos pocos.
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La clase de idioma dio por terminado, Camus en compañía de sus dos amigos salen del salón para ir al club de cocina, ya que Afrodita no paraba de insistirle que vaya a probar - Ya llegamos – Dice al haber caminado un pasillo completo en silencio, subir las escaleras del primer piso y subir las otras escaleras hasta el segundo, recorrer otro pasillo y logran llegar al salón donde se dictaba el club de cocina.
Shaka se gira a su izquierda para mirar con neutralidad a su amigo Afrodita que abría la puerta del salón dejando a la vista a la enfermera estando allí, con un conjuntito bastante ajustado y su cabello era decorado con dos coletitas.
- Hola señorita Sasha – Saluda Afrodita a la enfermera quien los recibe a ellos tres con una sonrisa de felicidad.
- Hola chicos – Se acerca ellos para recibirlos con un gran abrazo, Camus y Shaka se miran un poco dudosos ante la muestra de cariño de parte de la enfermera - ¿Qué les trae por aquí? – Deshace el abrazo para así llevarse las manos a sus caderas.
- Camus desea probar el club de cocina – Sasha lo mira con un aire de duda, provocando que el susodicho frunciera los hombros diciendo “Es lo que me queda”, al poco tiempo la profesional deja salir una risa cálida.
- Como gustes, mi adorado Camus – Ella va hasta un mueble del lugar para sacar tres adelántales, pero en cuestión de segundos otros alumnos ingresaron al lugar – Ustedes dos lo apoyaran en esto – Les dice a Afrodita y a Shaka mientras les entregaba sus delantales.
Shaka ve su delantal y no le gustaba para nada el color – “Odio el verde lima, es un color muy alegre” – Piensa para después colocárselo a duras penas.
Afrodita estaba feliz de haberle toca el delantal que siempre deseaba tener – Adoro tener este delantal de unicornios – Camus y Shaka lo miran como si fuera un raro, pero a los pocos segundos los tres rieron.
Camus luchaba de saber cómo colocarse un delantal de cuerpo entero, Sasha se acercó a él para colocárselo – Siempre tenen en cuenta dos pasos – Camus pasa su cabeza por las tiras en donde iría al cuello – Después te lo atas tu solo o si no puedes pídele alguien que sepa – Camus asintió, cuando su amigo se le acerca para atarle el cabello ya que no deben de estar con el pelo suelto en aquel club.
- Gracias señorita – Sasha le hizo un ademan de aceptando las gracias, para después llamar a sus alumnos para comenzar hacer una comida para todos almorzar.
- Bueno chicos, el día de hoy haremos dos tipos de comida, una entrada y después el postre – Los alumnos se acercan a la mesada para ver las hojas de papel que había allí mismo – la entrada serán empanadas vegetarianas al horno y el postre será un tiramisú con mucho chocolate – Todos se relamían al escuchar aquellas sugerencias para así ponerse manos a la obra.
El grupo era pequeño, eran unos diez chicos contando a Shaka y a Camus, Sasha dividió aquel grupo en dos, cada uno cinco personas. Unas de las labores que tenía la enfermera como docente era preparar las cantidades para todas las preparaciones tanto para las empanadas como para el tiramisú, en eso Sasha deja de hacer lo que hacía para repartirlos en los dos grupos, hasta que llega a donde Camus estaba con sus amigos.
- Espero que tu primer día en el club de cocina te vaya bien – Le decía Sasha a un Camus que parecía estar llevando un delantal rosita con un estampado de fresas, la verdad que estar en compañía de Afrodita en uno de sus clubs favoritos no era lo suyo. Al cabo de unos minutos, todos los del club salieron a causa de un pequeño incendio que provoco Camus con el horno – Esta bien este no es un club apto para ti, pequeño Camus – Camus se sentía muy mal al ocasionar un incendio en su colegio en menos de unos segundos.
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Todas las alarmas de incendio comenzaron a sonar, provocando que los extintores se activaran y expulsar agua en todos los sectores de la escuela, tanto en las oficinas, en los salones, en el gimnasio, en la cafetería y hasta en los pasillos.
En uno de esos, Milo en compañía de sus amigos se detuvieron en la puerta de la sala de reuniones y arriba de ellos se activaron estos aparatos, haciendo que se empaparan completos.
- ¡MALDITA SEA! – Grita Shura de la rabia mientras se miraba como su uniforme estaba mojado y su cabello se apachucho.
Los miembros del centro salen de la sala todos mojados, incluyendo al presidente, Regulus golpea su pie con el piso muy indignado por su nueva apariencia.
(Ending – Apology de IKON)
------- En el próximo capítulo de Orden Vampire -------
(…)
Todos los directivos del colegio se habían reunido en la dirección, Degel estaba ahí en compañía de Kardia, ya que el director Sage los mandó a llamar. Milo y sus dos amigos estaban allí, Camus con sus amigos también, hasta los alumnos que conformaban parte del centro de estudiantes.
- No puedo creer que unos alumnos tan brillantes puedan ocasionar que esta institución este patas arriba en menos de dos meses – Todos los alumnos bajaron sus cabezas de la vergüenza que les estaba dando, sobre todo a Camus ya que su primo no parecía estar contento – Sin embargo, tuve que suspender las clases por el sistema de incendios que esta sin arreglar – Radamanthys dio un paso al frente para negociar sobre el tema, pero el director lo fulmino con la mirada – La vergüenza más grande es que un presidente del centro de estudiante no sea responsable con uno de los alumnos que es nuevo en esta institución como explicarle la modalidad de los clubes, todo por mostrarse un tirano – Radamanthys regresa a su lugar muy frustrado al verse indefenso ante el director.
(…)
La reunión con el director dio por finalizado, pero el castigo que deberían de tener lo debían de cumplir, sino el centro de estudiantes. Camus parecía estar respirando normal, pero lo malo de todo eso era que debía compartir auto con Milo.
- ¿Debemos viajar juntos? – Preguntaron los dos al mismo tiempo y en el mismo tono frio, ya que Kardia estaba neutro ante su pregunta.
- Ese será un castigo suficiente para ti – Le dice a Milo quien se subió en la parte trasera antes que Camus.
(…)
Muchas emociones por solo día, realizar un trabajo de geografía para el jueves y con vigilancia era más exhaustivo. Camus y Degel regresan a casa un poco neutros ante todo, el menor sube para su cuarto para ponerse a estudiar ciencias, ya que el viernes tenía examen.
Degel no comprendía a su primo, es un excelente alumno y muchacho, pero lo hablo mucho con su novio, y ambos llegando a la conclusión que debían hacer de ante mano porque la carta que le dieron a Milo en el colegio le parecía algo extraña.