Capítulo 12
- ¡¿Quién activo el sistema anti-incendios?! – Pregunto a los gritos Radamanthys golpeando su hombro con el de Milo quien no podía contenerse las ganas de golpearlo por el simple hecho de aporrearlo.
Los del centro comenzaron avanzar por los pasillos para investigar quién o donde se llevó a cabo el incendio, dado que era una explicación lógica para cualquiera.
Todos los alumnos que participaron en el club de cocina se dirigieron a la enfermería ya que Sasha se asustó muchísimo con el tema de que algún alumno estuviera bien, después del mini incendio que se ocasiono.
- Esto es mi culpa y me disculpo con todos – Dijo Camus bajando su cabeza de lo arrepentido que estaba, algunos lo insultaron en voz baja, otros lo comprendían y Sasha estaba consciente de que ella no debió estar atenta a que un alumno tomara las riendas con un horno que no funcionaba correctamente.
(Opening - Voodoo Doll de VIXX)
Al cerciorarse que todos estuvieran óptimas condiciones, Camus junto a sus dos amigos se quedaron en la enfermería para hablar con Sasha, dado que la enfermera tenía culpa de ver aquel joven tan triste y culposo.
- No te sientas afligido mi pequeño Camus – Le decía la enfermera mientras le secaba el cabello mojado con una toalla, dado que Afrodita y Shaka no sabían cómo recomponer el estado anímico de su amigo – La culpa de esto la tengo yo como adulto, tu no debías haberte atrevido en prender un horno que no funcionaba correctamente – La muchacha de cabellos lilas toma la barbilla de Camus para levantarla y apreciar aquellos hermosos zafiros que tenía por ojos, para así dedicarle una sonrisa maternal – Además ya le reclame al director y al presidente del centro de estudiantes de que deben cambiar ese horno, hace más de cuatro años – Afrodita se acerca a Camus para atraerlo hacia él y darle un gran abrazo, Shaka también se les unió mostrando una bella escena de amistad incondicional, algo que para Sasha le significaba muchísimo.
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Los miembros del centro de estudiantes llegaron al salón del segundo piso, donde se dictaba el club de cocinas, ingresan al lugar topándose con que el fuego de allí se había extinto por completo a causa del sistema anti-incendios.
Radamanthys estaba tan impactado de como quedo la zona donde estaba el aparato en malas condiciones. Milo y sus amigos siguieron a los del centro de estudiantes para así ver la sala del club de cocina.
- Parece ser que el presidente y sus lacayos ocasionaron el desastre – Hablo Milo en un tono de sarcasmo haciendo que Saga, Aioros, Dhoko y Kanon rieran ante sus palabras, haciendo que Radamanthys se voltea para mirarlo con enojo.
- ¡MATARE AL QUE OCASIONO ESTO! – Grito haciéndose escuchar en toda la escuela, dado que su poder vampírico se activó sin más, Regulus mira a su hermano Aioria quien lo observaba con desaprobación ya que lo dicho por Milo daba lugar a los que seguían muy ciegamente a Radamanthys y su loca ideología.
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En la oficina del director todo estaba mojado, los papeles, los docentes que se reunieron para hablar de los pagos mensuales que serían subidos por petición del gobierno. Las puertas se abren para mostrar la idéntica forma física del director quien estaba vistiendo un saco impermeable, estando sequito.
- Mando a llamar a los tutores de los alumnos – Sage asintió ante la propuesta de su gemelo quien ya había sacado su teléfono celular para marcar los dos números, de Kardia y de Degel.
- Si me disculpan, tengo que disciplinar a un grupo de alumnos – Los docentes que estaban allí asintieron para salir de la oficina dejando a los directivos hacer lo que tenían que realizar. Sage apretó un pequeño botón para sacar el micrófono que era un regalo de sus alumnos “que supuestamente” del centro de estudiantes – Se solicita en dirección a los siguientes alumnos – Se hizo escuchar para tomar una carpeta con los nombres de los alumnos con llamados de atención de los docentes que dictaban sus clases – los miembros del centro de estudiantes, al trio de salvajes, y al joven Afrontes – al acabar de nombrar a los alumnos, el director apago los altavoces para disponerse a esperar aquel grupo.
Hakurei se colocó atrás de su gemelo, sino antes de hacerle saber algo importante – Hermano, deberás de suspender las clases únicamente por este día, ya que no creo que todos los alumnos desearan estar empapados y si pasan más tiempo podrían resfriarse – Sage cerro sus ojos para meditar aquello para después asentir a la propuesta de su gemelo. El vice-director camina unos cuantos pasos para después apretar un botón que activaba todos los timbres de la institución anunciando el suspenso de clases, sin haber explicado el motivo.
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Al cabo de unos minutos, Kardia junto a Degel ingresaron al despacho del director para ver que ocurrió, pero lo que vieron era la respuesta más clara de todas, algo malo sucedió en el colegio como para ser llamados.
Todos los directivos del colegio se habían reunido en la dirección, Degel estaba ahí en compañía de Kardia, ya que el director Sage los mandó a llamar. Milo y sus dos amigos estaban allí, Camus con sus amigos también, hasta los alumnos que conformaban parte del centro de estudiantes.
- No puedo creer que unos alumnos tan brillantes puedan ocasionar que esta institución este patas arriba en menos de dos meses – Todos los alumnos bajaron sus cabezas de la vergüenza que les estaba dando, sobre todo a Camus ya que su primo no parecía estar contento – Sin embargo, tuve que suspender las clases por el sistema de incendios que esta sin arreglar – Radamanthys dio un paso al frente para negociar sobre el tema, pero el director lo fulmino con la mirada – La vergüenza más grande es que un presidente del centro de estudiante no sea responsable con uno de los alumnos que es nuevo en esta institución como explicarle la modalidad de los clubes, todo por mostrarse un tirano – Radamanthys regresa a su lugar muy frustrado al verse indefenso ante el director.
- Es una conducta que se debe corregir con un castigo muy severo para todos ustedes – Se integró el vice-director al regaño, dado los alumnos que estaban parados allí con sus caras caídas de la vergüenza por lo que sucedió.
Afrodita estaba por acotar algo, cuando de repente la puerta de la dirección se abrió haciendo que esta se rompiera en mil pedazos, Degel y Kardia se giraron para observar anonados por el semblante furioso que traía Sasha.
- ¡USTEDES DOS VIEJOS PERVERTIDOS! Son unos hombres tan crueles con este grupo de chicos – Haciendo referencia al grupo de Milo y al de Camus, Radamanthys junto a Minos y Aiacos, levantaron sus miradas para observar como la enfermera los miraba de reojo y con la furia que trasmitía hacia ellos tres – No puedo creer que el presidente, el vice y el tesorero del centro de estudiantes, no tengan los pantalones puestos como para decirme a mí que esos hornos no podían ser reparados, ya que fui a ver la gravedad de las cosas fueron víctimas de un pequeño incendio causado por un alumno – Camus alzo su mirada hacia Sasha al escuchar aquellas últimas palabras, notaba que lo estaba protegiendo y salvando de un castigo – Además, la semana pasada fui a la tienda de electrodomésticos para averiguar cuanto costaban unos hornos industriales de buena calidad, y la respuesta no era favorable para mí, salen más de cien mil dólares unos hornos nuevos – Radamanthys parecía estar a punto de gritar de la rabia por la osadía que estaba cometiendo aquella muchacha.
El director se gira para mirar a su gemelo quien no sabía que decir o pensar, ya que su propuesta de un castigo disciplinario bastaría, pero visto la situación desde otro ángulo opto por solamente castigar a los del centro de estudiantes.
- Radamanthys con tu lista se encargaran de todos los daños que haya esta institución, se les dará un monto superior a los gastos que teníamos pensado aplicar, pero se deberá esperar un semestre más – Los del centro de estudiantes bufaban por lo que acababa de decir el director – Sin más que decir, les pido una disculpa a los dos adultos que vinieron por ustedes – Mirando al grupo de amigos que fue defendido por la enfermera de la institución, se pone de pie para después irse de su oficina – Que tengan una buena tarde, jóvenes.
Los que contuvieron el aire por minutos lo dejaron salir, para así todos marcharse de allí mismo. Camus se despidió de sus amigos y les agradeció por apoyarlo con el tema del director, al despedirse de ellos, se voltea para mirar el semblante frio de su primo quien no parecía estar de buen humor ese día.
No obstante, Milo comenzaba avanzar hasta la salida en compañía de su hermano mayor, que por su parte no parecía estar de acuerdo con que él director no castigara a su hermano por algo que sabía que hizo.
- ¿Degel? – Llamo Camus a su primo pero este lo ignoro por completo, acto seguido deja salir un suspiro triste para después alcanzarlos.
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La reunión con el director dio por finalizado, pero el castigo que deberían de tener lo debían de cumplir, sino el centro de estudiantes. Camus parecía estar respirando normal, pero lo malo de todo eso era que debía compartir auto con Milo.
- ¿Debemos viajar juntos? – Preguntaron los dos al mismo tiempo y en el mismo tono frio, ya que Kardia estaba neutro ante su pregunta.
- Ese será un castigo suficiente para ti – Le dice a Milo quien se subió en la parte trasera antes que Camus.
Camus abrió la puerta en donde Milo subió, dado que este se la había cerrado en la cara, con pesadumbre se sube al vehículo que este se había puesto en marcha, cierra la puerta del auto estando ya estando dentro.
- Milo respóndeme algo – Milo se acerca al asiento donde su hermano estaba conduciendo para escucharlo de cerca - ¿Cómo eso que los dos no llegaron a clases puntualmente? – Degel mira del retrovisor a la mirada perdida de su primo, hace una mueca de tristeza ya que la pregunta hecha por Kardia era para los dos jóvenes y no para uno solo.
Milo se volteó para mirar a Camus quien no parecía estar prestando atención en la pregunta que hizo su hermano mayor – Me perdí en ese colegio de porquería y este mocoso – Señalo a Camus quien reacciono ante la contestación de Milo, pero Degel no sabía si intervenir conocía a Milo y no sabía si su primo soportaría de que lo tratasen como basura – Se le canto de buscarme y darme un regalo de cumpleaños, que no me gusta para nada porque es cursi – Acto seguido Kardia freno de golpe haciendo que los menores golpearan contra los asientos, Milo y Camus se reincorporan frotándose las partes donde fueron víctimas de aquella frenada, Degel se llevó la mano a su boca reteniendo las ganas de llorar, Kardia al girarse se percata de aquello.
Camus se acerca a su primo para tomar de su mano libre dándole fuerzas de superar aquel comportamiento inmaduro de Milo – Milo – Llamo Camus a su compañero de clase, quien lo miraba con aquellos ojos turquesas que destellaban desprecio ante su persona, pero eso no le pareció en lo más mínimo amigable – Ese regalo no es mío, yo no sabía que hoy era tu cumpleaños o tu desprecio por tu único día en el que te sientes importante – Milo abrió la puerta del auto para después salir de él dejando a Camus bastante irritado por aquel comportamiento, Kardia se voltea para dedicarle una sonrisa de agradecimiento por aquel gesto, ya que notaba como su hermano salía del vehículo con el único pensamiento “soy un completo imbécil”, por el simple hecho de no sospechar de otra persona bastante cercana a él - ¿Te encuentras bien primo? – Degel asentía ante la pregunta de su primo mientras buscaba en su bolsillo un pañuelo para sonarse la nariz, Kardia apaga el motor del auto para esperar que su hermano menor regrese sino deseaba que lo castigara por primera vez después de dos siglos.
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Al cabo de unos minutos, Milo se volvió a subir al auto con un pequeño regalo para Degel sorprendiendo a su hermano Kardia – Acepta este regalo en modo de disculpas por ser tan cretino al no saber de ante mano que tu Degel, me hayas dado un hermoso regalo – Degel se voltea para aceptar aquel ramo de rosas de plástico, ya que Milo no soportaba las rosas naturales e igual que Kardia.
- Gracias Milo, son muy lindas – Toma una de las rosas de platico para asimilar que las huele, pero para los ojos escépticos de Camus aquello no era el regalo más apropiado para pedir unas disculpas por ser un gran imbécil.
- Que asco – Dice en voz baja logrando que Kardia y Milo lo escucharan maldecir, no obstante, Kardia miraba a su hermano y al primo de su novio a través del retrovisor notando que ahora Milo lo miraba de mala manera.
- ¿Tienes algún problema con ese tipo de flores? – Camus se gira para mirarlo muy seriamente y con pocos amigos - ¿A caso tienes celos? – En ese preciso instante Camus se sonrojo al escuchar aquello, no sabía dónde meterse o que decir al respecto. Milo negó al no recibir una respuesta y se voltea para observar el paisaje, ya que su hermano mayor encendió el auto para continuar con el trayecto hasta la casa.
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Camus se sorprendió al ver por primera vez la casa donde vivía el novio cretino de su primo y de Milo, no sabía que pensar al respecto, pero lo que jamás se espero era que el jardín de aquella casa era un desastre y despedía terror.
Kardia estaciona el vehículo en la entrada a la mansión para después todos bajar del auto, Degel se acerca a su primo para animarlo dado que estaba muy asombrado e incómodo al ver la fachada de la casa.
- ¿Por qué no pintan la casa? ¿Por qué el jardín es un asco? – Kardia se detiene al pie de las escaleras para mirar sobre su hombro todo el jardín hecho un basural, jamás pensó que iba a traer visitas además de su novio, quien anteriormente tuvo la misma oportunidad de conocer su casa.
- Es para asustar a personas repulsivas como vos – Dijo Milo para tomar las llaves de la puerta de entrada y abrirla, ingreso a la casa dejando a los dos mayores muy anonados por el comportamiento del menor, no obstante Camus frunció su seño ya furioso que siempre Milo lo tratase como un ser incompetente.
- Pobre de tus amigos que te tienen que aguantar todos los días – Degel se llevó las manos a la boca temeroso por la discusión que tendría Milo y su primo, ya que Camus era muy frívolo y preciso con las palabras.
Al escuchar aquello, Milo dejo su mochila a un costado de la entrada para ir hasta donde estaba Camus y enfrentarlo - ¡¿Qué dijiste?! – Camus se cruzó de brazos y mirarlo con frialdad. Kardia tenía la intención de intervenir pero agacho su mirada y notar como su hermano menor apretaba sus puños de la furia que sentía.
Camus esboza una sonrisa juguetona para después mirar al novio de su primo, Kardia no sabía cómo interpretar aquella mirada del menor pero pudo descifrar las intenciones del menor – Tú no sabes la importancia de la amistad, sabiendo que tienes dos amigos que desean ayudarte, pero lo único que haces es lastimarlos y encerrarte en tu burbuja – Milo alzo su mano dispuesto a pegarle una abofeteada a Camus, pero el muchacho de cabellos aguamarina y mirada azulada continuo con su respuesta – En síntesis, tu dejas te ser una persona cálida, aquel Milo que me saco de un estado de ebriedad – el susodicho abrió sus ojos al recordar aquella noche.
---- Fiesta de cumpleaños de Radamanthys ----
Camus trataba de zafarse del agarre de Milo, sabiendo que el joven Diamantidis estaba un tanto enojado al ver aquello. Al llegar a uno de los cuartos, Milo tumbo a Camus en una de las camas y para después trabar la puerta quedando los dos a solas.
- ¡¿Por qué lo haces?! – Grito fastidiado Camus mientras se ponía de pie y avanzaba hasta Milo con su ceño fruncido.
- ¡Lo hago porque no debes estar relacionándote con esa clase de persona! – Le devolvió el grito, pero Camus estando hipnotizado y fuera de en sí, levanto su mano y tratando de abofetearle, pero Milo lo detuvo – No lo intentes, porque no deseo pelear contigo –
- Ah ¿Y entonces porque me interrumpes? – Pregunto frívolamente, pero Milo había reparado en el collar que llevaba puesto Camus.
- Tu primo me pidió que te alejara de él, ya que me comento las cosas malas que hizo – Camus reacciono al escuchar aquella frase, Milo se acercó a él para después tomar el collar que tenía puesto.
- ¿Qué haces? – Pregunto un tanto anonado al ver como Milo se acercaba a él, pero lo que había tomado era aquel collar con la cruz al revés.
- Este collar te queda feo, ya que arruina tu imagen – Camus retuerce un poco la cabeza confundido al escuchar aquello. Milo fue hacia la cama para después recostarse un poco, pero Camus se fue hasta él para preguntarle ciertas cosas.
- ¿Por qué me trajiste aquí contigo? – Le pregunto mientras tomaba asiento a un costado de la cama y al escuchar aquella pregunta Milo se voltea para mirar aquel semblante que le parecía un tanto particular de su acompañante, sabiendo que Camus estaba algo neutro en esos momentos.
- Por que estabas siendo víctima de uno de los poderes vampíricos que tú mismo no saldrías de él, sino alguien externo debe de hacerlo, por lo tanto fuiste una víctima más de la hipnosis de Aiacos – Camus asentía ante la información que le decía Milo, sin embargo sus dudas incrementaban ante su entorno.
- ¿No te dan ganas de morder a un humano y chuparle su sangre? – Milo lo miro un tanto sorprendido, sabiendo que Camus no podía saber tanto sobre su especie, sin más Camus había lanzado un bostezo.
- La verdad que siempre tengo hambre, pero lo ocurrido en el instituto me es preferible que no lo haga – Respondió a secas para después notar que Camus se acostaba a su lado, pero muy incómodo Milo se corrió un poquito para así el joven Afrontes se acostara.
- ¿Por qué no se reflejan en los espejos? – Volvió a preguntar Camus mientras se giraba para quedar de costado, observando a Milo con su rostro cansado y neutro.
- Eso jamás lo sabré, ya que cuando era niño, jugando con mi hermano Kardia, él me empujo contra un espejo enorme que había en la sala y todos los cristales se me cayeron encima y yo me había cortado la cabeza – Camus se asombró al escuchar aquella historia, mientras se imaginaba a Milo de pequeño y las reacciones del bruto que es el novio de su primo.
- Me imagino de lo preocupado estaban tus padres – Milo había sonreído aquella suposición de Camus, que al ver la sonrisa de Milo lo había encantado.
- No querrás decir mis nanas, ya que los de la mansión al verme sangrar querían matar a mi hermano mayor, pero el pobre se había escusado de que el espejo se me había caído y se estrelló en mi cabeza logrando lastimarme – Camus coloco su cabeza en la almohada ya cansado, mientras pestañaba varias veces del sueño que tenía.
- ¿No tienes sueño? – A la pregunta Milo negó y Camus se acurruco a su lado, haciendo que el corazón de Milo latiera a mil por hora. – Entonces ¿Por qué no descansas? – Al preguntar Camus cerro sus ojos ya agotado para así comenzar a dormir, al verlo descansar plácidamente, Milo no sabía que hacer esos momentos, pero lo único que hizo fue abrazarlo con el fin reflexionar ante la bella conversación que tuvo con aquel joven.
- “Espero que todo esto acabe, ya que mi vida está cambiando por algún motivo que no se” – Aquel pensamiento fue el pasaje a su noche de reflexión, teniendo millones de pensamientos y charlas de antes, donde el protagonista era el joven Monthay.
---- Fin del recuerdo ----
Su corazón estaba latiendo de nuevo, como aquella noche. Camus niega al ver la cara de estupefacción de Milo para después girarse y mirar a su primo – Degel ¿Podemos regresar a casa? – Su primo negó para después tomar la mochila de su primo para indicarle algo.
- El Cid me dijo que tenían un trabajo que hacer y Marin me pidió que ambos estudiaran para la evaluación de ciencias – Camus se acomodó los cabellos nervioso al ser descubierto, tomo su mochila para después ingresar a la casa de Kardia sin antes pedir permiso.
Milo sentía como su burbuja se rompía al recordar aquella vez, Kardia abraza a su hermano menor quien reacciono ante el tacto para después este flaquear y dejar salir un gemido de dolor.
Degel se acerca a Milo para después pedir disculpas por el accionar de su primo – Lo siento Milo, Camus es un poco inoportuno con las personas que lo molestan – Milo gira su cabeza hacia Degel para mirarlo con una mirada sin vida – Lo único que te sugiero que nunca lo retes hacer cosas que él no desea, es un poco rebelde en ese sentido.
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Los cuatro estaban en la casa, Degel junto con Kardia se sentaron en el sofá para charlar entre ellos, ya que Milo se recompuso y empezó con el trabajo grupal con Camus, los menores estaban con libros, un ordenador portátil, sus apuntes de la escuela mientras resolvían las preguntas que les dio el docente.
- Estoy asombrado por la atmosfera que hay en estos momentos – Hablo Kardia mientras le daba un sorbo a su taza de té y acariciaba con su otra mano el brazo de su pareja.
- La verdad que si – Afirma Degel mientras también le daba un sorbo a su té, para posteriormente los dos mirarse con amor y deseo – Kardia – el mencionado le sonríe y pone atención a lo que podría decirle su novio - ¿Por qué tu hermano menor te dio aquella carta, cuando se recompuso por la mini discusión que sostuvo con mi primo? – Kardia le da otro sorbo a su té, vaciándolo por completo y levantarse hasta la mesita de café para tomar aquel pedazo de papel.
- Esta carta es una copia de otra que tengo en mi despacho – Con agilidad el mayor de los Diamantidis utiliza su poder vampírico para hacer aparecer la otra carta, que estaba en un sobre amarillento – Espero que me creas Degel – el joven de cabellos verdes y mirada rosada lo observa con intriga de lo que pueda decirle su novio – Hace mucho tiempo atrás, mi hermano menor se estaba a punto de casar con otro joven que se parece muchísimo a tu primo, y es el que escribió estas cartas – Kardia saca la otra carta del sobre para después dársela a su novio – Me gustaría que me creyeras, pero no deseo obligarte esta vez – Kardia se pone de pie para disponerse a irse de la sala, dejando a Degel con un mal sabor en su boca.
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Muchas emociones por solo día, realizar un trabajo de geografía para el jueves y con vigilancia era más exhaustivo. Camus y Degel regresan a casa un poco neutros ante todo, el menor sube para su cuarto para ponerse a estudiar ciencias, ya que el viernes tenía examen.
Degel no comprendía a su primo, es un excelente alumno y muchacho, pero lo hablo mucho con su novio, y ambos llegando a la conclusión que debían hacer de ante mano porque la carta que le dieron a Milo en el colegio le parecía algo extraña. Vuelve abrir las dos cartas que le dio su novio para después analizarla con lujo y detalle, no le llevo mucho tiempo para después darse cuenta de algo extraño en la gramática.
- “No parece ser la misma tipografía que tiene mi primo” – Se dirige a su habitación para encerrarse en él, busca su maletín del trabajo para sacar una tarea que hizo su primo hace unos días y comparar ambas letras – “Mi primo escribe con minúsculas, pero la otra vida de mi primo escribía en cursiva” Pero “¿Es posible que?” – Degel negó a la conclusión que estaba sacando para después guardar todo en su maletín y las dos cartas las guardo en su cómoda, en el cajón de las toallas.
(Ending – Apology de IKON)
------- En el próximo capítulo de Orden Vampire -------
(…)
- Qué dices ¿Saldrías conmigo? – Afrodita no sabía que decir ante la propuesta que le estaba haciendo Deathmask, Shaka estaba al lado de él y no sabía cómo tomarse aquella escena bastante comprometedora para su mejor amigo.
(…)
En la sala de reuniones, Aiacos estaba con sus dos parientes planeando el próximo movimiento para aniquilar al muchacho que tanto detestaban y a Milo, dado que se sentían acorralados por todos.
- Tengo un plan que podría funcionar a la perfección – Hablo Radamanthys para todos y enfocar sus ojos ámbar en Aiacos – En donde tu Aiacos, sales con Camus Afrontes y tenerlo bajo amenaza por tres días, hasta que el cuarto día llegue llévalo a una cita al museo para después hacer lo mismo que hicimos con la rata muerta – La mirada de Aiacos se ilumino de muchas esperanzas ya que tendría un papel importante esa vez.
(…)
Era miércoles y Camus no había terminado en decidir que club pertenecer. Intento con el club de deportes, pero lo descarto por su condición física, después probó con el club de artes marciales junto con Mu.
---- En el club de Artes marciales ----
-¡AH! – Grito Camus al ser derribado de un solo golpe por Mu, quien lo dejo tumbado en la lona y mirándolo desde arriba con una sonrisa de burla.
- Parece ser que este club no es lo tuyo – Camus negó al comentario de su mejor amigo, para así ser ayudado a ponerse de pie y dejar salir un suspiro cansino.
---- De regreso en un momento reflexivo ----
- “Ningún club es lo mío” – Pensó para después ir hasta un salón donde Marín estaba dando lecciones a un grupo de alumnos, se acerca a la puerta para mirar con atención aquella clase.