Capítulo 15
Las cosas para Camus se tiñeron en colores reales y no eran como los veía antes que eran en colores oscuros. Estaba enfurecido por lo que estaba viendo, no podía tolerar tremendo abuso y enfrente de muchas personas, se pone de pie para abofetear muy fuerte a un Aiacos bastante sorprendido, ya que él también se puso de pie.
- ¡Eres un insensato! ¡¿Cómo te atreves a usar tus poderes vampíricos conmigo?! A mí nadie me priva de mis recuerdos y menos abusarme frente a todo el alumnado ¡Eres un ser asqueroso y sin sentimientos! – Camus se aleja de Aiacos para posteriormente sentir como algo lo estaba inmovilizando, gira la cabeza para observar sobre su hombro el semblante aterrador que tenía Aiacos.
(Opening - Voodoo Doll de VIXX)
Los tres tratan de ir a intervenir, pero algo los detuvo. Milo se voltea para toparse con la mirada despreocupada de su hermano mayor – “¿Qué haces aquí Kardia?” – Se pregunta mentalmente mientras con su mirada transmitía esas palabras.
Kardia se hace a un lado para dejar pasar a Degel y todos los alumnos vampiros, ya que los que no eran vampiros estaban durmiendo en sus salones, no obstante, Mu y los demás fueron hasta el patio mientras se habría paso entre los demás alumnos. Milo esboza una sonrisa y hace que sus dos amigos se giraran para encontrarse con todos aquellos alumnos, Degel se voltea a un costado y encontrarse con aquellos tres, pero no evito sonreír disimuladamente.
El director junto a el vice y dos docentes, fueron hasta donde el joven Afrontes estaba siendo privado de su mente, ya que Aiacos al verse descubierto por todos, alza su mirada hacia la ventana donde se juntaba el centro de estudiantes encontrándose las miradas desaprobatorias de Radamanthys y Minos, regresa a observar a los docentes para posteriormente atraer hacia él a un Camus desmayado.
- ¿Qué crees que estás haciendo Aiacos Pariyar? – Aiacos saca sus colmillos advirtiendo al director quien no se inmuto por la acción hecha por un alumno inteligente que estimaba.
- Solamente estaba pasando un lindo rato con mi novio – Dijo al haber encontrado calmarse y una forma de esparcir todo los murmullos que estaba escuchando esos momentos – Hasta que esos tres – Señalo al grupo de Milo y a sus amigos que parecían no entender aquellas palabras, las autoridades giraron sus cabezas para mirar sobre sus hombros al trio de amigos – Hicieron que mi novio Camus se desmayara – Continuo con su excusa, logrando ver que los murmullos cesaron y que la atención de todos se enfocaron en él – Puede que entro en un conflicto y yo sabiendo que Milo Diamantidis anda asechando a mi adorado Camus, quien no dejaba de contarme las cosas malas que le hizo – Degel se acerca a Kardia para preguntarle algo al oído pero el mayor de los Diamantidis no le contesto su pregunta, pero ambos enfocaron sus miradas en el semblante rabioso del menor.
El directo se acercó en compañía de Sysipho y Hasgard para así los dos corroborar los signos vitales del joven, Aiacos los miraba de reojo a los dos adultos quienes no pasaron por alto aquello. Sysipho siente como los signos vitales del alumno Afrontes no estaban estables – Esta en unas condiciones no tan optimas Aiacos – Le dice a él y se gira para mirar al docente encargado de la dictar la asignatura de Gimnasia, su mirada parda transmitía un mensaje desconcertante para el otro adulto.
Hasgard tomo la decisión de ir hasta los directivos para informar el estado del alumno, se acerca al vice para decirle a él – Hakurei, el alumno Afrontes está en un estado de shock provocado por el mal uso de la habilidad hipnótica, sabiendo que hay un bloqueo mental creado para la seguridad del muchacho hecha por un vampiro de sangre pura – Le susurra el descubrimiento mientras enfocaba su mirada en el semblante irascible de Milo. El vice director se acerca a su gemelo para informarle lo primero pero no lo otro, ya que era demasiada información.
Al recibir la información el director se da la vuelta para mirar a todos los alumnos que eran vampiros - ¡Por el día de hoy se suspenden las clases! – Todos comenzaron a gritar y se marcharon del lugar, menos Mu y sus dos amigos ya que estaban preocupados por Camus – No obstante – Comienza avanzar hasta Milo para esbozar una sonrisa de felicidad, ya que como un viejo vampiro de sangre pura, pudo conseguir que uno de sus alumnos más brillante lograra obtener gran habilidad para ser un próximo vampiro ejemplar. Al quedar a una distancia prudente del joven Diamantidis opto por continuar su discurso – Tu Milo eres un excelente vampiro de sangre pura como tu hermano – Le señalo a Kardia quien le sonreía desde la puerta, Milo no comprendía aquello pero entendía que no sería reprendido por el director – Ve ayudar a tu compañero y evita tener mucho contacto con él hasta que tu corazón te guie a ser lo que eras antes, porque tu estas destinado a ser el sucesor del legajo de tu padre, Milo – Asiente con seguridad para después bajar de las escaleras e ir hasta donde estaba Aiacos, para posteriormente fulminarlo con la mirada y tomar en sus brazos a un Camus desmayado.
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Todo en su mente parecía volver a estar en colores clásicos y destellantes de represión, aprieta sus ojos con fuerza y se remueve en su lugar como si tratara de escapar de algo. Escucha gritos en su cabeza, disparos que hacían de su cuerpo un simple objeto, en total y como alumno aplicado logro contar cinco disparos en total - ¡Auxilio! – Grita al despertarse de aquella pesadilla, si era una simple pesadilla, se observa para notar que estaba en su casa y en compañía de su primo Degel – Disculpa si e gritado – Se arrepiente al haber grita sabiendo que estaba en su casa y en compañía de su primo, siente la mano fría de este posarse en su mano izquierda lo observa y aquel rostro preocupado que tenía su primo era algo que no le gustaba ver.
Degel se acerca a su primo, para abrazarlo efusivamente y no deseaba soltarlo nunca – Agradezco que Kardia te haya hecho reaccionar y traerte de regreso, porque esta mañana estabas muy raro para mis ojos y para los de tus amigos – Camus corresponde el abrazo para refugiarse en el cuello de su primo para comenzar a derramar lágrimas amargas, Degel al sentir como su primo comenzaba a llorar pasa su mano derecha en la cabeza del menor para transmitirle seguridad y confort, sabiendo que su preocupación desaparecía a medida que el menor se desahogaba – Evita que tu asma no regrese de nuevo, porque Kardia me advirtió que no te diera muchas responsabilidades y debes mantenerte en un estado anímico estable donde en tu rostro se adorne una bella sonrisa – Al terminar de decir aquellas palabras motivadoras, Degel se despeja de su primo para pasar sus dedos por el rostro del menor, ya que Camus gimoteaba al tratar de mostrarse inmune a los sentimientos, pero no podía contener la mirada violeta de su primo enfocada en él - ¿Mejor? – Le pregunta con una sonrisa dibujada en sus labios y hacer que su primo esbozara un sonrisa y asentir a su pregunta.
- Gracias Degel – Le dice Camus al lograr detener su llanto y acomodarse un poco sus cabellos alborotados – Nunca espere que me apoyaras y que hicieras el papel de un hermano mayor – dice esto con un tono de vergüenza, pero el mayor dejo salir una risa al escuchar aquellas bellas palabras.
- Yo siempre estaré para ti en las buenas y en las malas, porque te digo que yo pase por algo parecido cuando tenía tu edad – Le revela a Camus quien parecía estar algo atento a sus palabras – Sin embargo un hermoso príncipe de cabellos largos y rizados de color azul vino a rescatarme con su corcel blanco – Al terminar de describir a su novio (*), Degel observaba con diversión al puchero que le estaba haciendo esos momentos su primo – Me cargo como si fuera un chico frágil como la porcelana en sus fuertes y trabajados brazos, me sentía muy feliz cuando vi su rostro – Al terminar su primo se lanzó encima de él para así los dos hacerse cosquillas.
Al cabo de una media hora y de que los juegos entre ellos dos acabaran, Degel se había dado una ducha y vestido listo para salir. Camus estaba en la cocina preparándose algunos cereales para comer, al salir de aquel sector de la casa se topa con las pintas de su primo y silba logrando que el mayor lo observará.
- ¿Qué opinas de esta camisa violeta? – Camus miraba a su primo como si se tratara de un modelo y ser el quien lo vistió, se lleva un poco de los cereales a la boca para saborearlo.
- Los pantalones ajustados hacen que tus partes sean más grandes que tu trasero, ya que opaque toda a tu verdadera anatomía es bastante – Degel se llevó las manos a su caderas y mirarlo de mala manera – En si la camisa está bien, pero abajo está mal seleccionado y lo de arriba me gusta – El peli verde toma un cojín del sofá para tirárselo a la cabeza a su primo, pero el adolescente lo esquivo antes de que lo ensuciara.
- Te agradezco tu opinión como un experto en la materia – Le responde en un tono sarcástico para así tomar su chaqueta de cuero – En el refrigerador te deje una pizza para que te la pre-cocines, una ensalada de frutas para el postre y de bebida esta jugo de granadina, ya que es lo único que conseguí en el supermercado – Camus asiente a las indicaciones de su primo, quien se disponía a irse – Sin embargo, te quedaras solo en la casa, cuídala, no le abras la puerta a nadie y menos a un desconocido, pregunta dos veces quien es antes de dejarlo pasar. Yo pasare la noche en casa de Kardia y volveré a primera hora de la mañana ¿Entendido? – Camus asiente de una bastante feliz de que la casa queda a su cuidado, Degel al terminar de dar todas las indicaciones se marcha de la casa.
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Estaba tirado en el sofá y haciendo zapping en la televisión, trataba de encontrar algo entretenido en la tv, hasta que el sonido del timbre sonó, con fastidio apaga la televisión y se levanta para ir a ver quién era. Cuando abrió la puerta del frente la sorpresa era que allí mismo estaban sus amigos, los observa a los tres con una confusión notable, Shaka parecía estar vestido para un ocasión no favorable para él (**) y traía consigo dos mochilas pero con su mano derecha sostenía una bolsa de dormir, después guía su mirada al semblante bastante desconcertante de Mu quien traía sus cosas, no quería saber lo que podría estar sucediendo en esos momentos, pero el gritito que pego Afrodita lo saco de sus pensamientos.
- ¡Tendremos nuestra primera pijamada! – Decía muy animado Afrodita mientras los tres ingresaban a la casa de Camus, ya que su primo se fue a pasar la noche con su novio.
- O quisieras decir la primera y última – Todos miraron a un Mu diciéndole con sus miradas que era un aguafiestas – Está bien, habrá más – Shaka y Afrodita chocaron manos para después los cuatro ubicarse en la sala.
- Por lo menos deberían saludar y darme alguna explicación lógica a sus pintas – Los tres soltaron sus cosas con todo y desviar sus miradas a diferentes partes de la casa, Camus se cruza de miradas sin entender aquellos semblantes – Aprovechen esta oportunidad porque no quiero perderme mi película favorita – Todos lo miraron de reojo, pero Camus se adelantó y apunto una película que había traído Mu.
- ¿Esta? – Se lo muestra y Camus asintió, ya que el título que decía videos compilatorios de los 70 y 80, algo que jamás pensó traer.
- Sé que son compilación de videos clips, pero detesto las películas de hoy en día, prefiero las en blanco y negro – Afrodita abrió su boca tan grande ya que no parecía estar reaccionando con la indirecta que le acababa de lanzar Camus – No obstante, espérenme que busco dos colchones – Avanzo hasta las escaleras para cumplir con lo que dijo, mientras que los demás se acomodaban en la sala.
Al cabo de unos quince minutos en que se organizaban, colocaban los cables del reproductor de DVD en el aparato y en el televisor, Afrodita aprovechaba de ir a la cocina y preparar palomitas saladas y con azúcar, los zumos de fruta y los nachos con queso, ya que aquella noche debería ser memorable.
- Es una lástima que tu tio y primo no tengan muchas fotos tuyas Camus – El susodicho termino de hacer la tarea del reproductor para ir hasta donde estaba Shaka, quien veía las fotos de Degel con Kardia, con su padre, todas sobre el colegio.
- Mi tio dice que mi madre no le gustaba enviarles fotos mías cuando era un bebe, ya que mi padre estaba peleado con mi tio Krest por una cuestión que nunca sabré – Conto Camus mientras pasaba sus dedos por un marco donde la única foto que se sacó con sus parientes fueron cuando lo visitaron en el orfanato en Francia - Papillon d’air…que tu es belle!... Papillon d’air… Or et vert… (***) – Recitaba en francés con un tono nostálgico ya que sus recuerdos cuando estaba en el funeral de sus padres, él siendo un niño pequeño se atrevió a recitar para todos un pequeño poema que siempre lo decía junto a su madre, y decir el primer verso le dolió al recordar aquel día.
- Tampoco hay que ser pesimistas todos los días o incluso de por vida, sino dejar el pasado atrás y vivir el presente – Dijo Afrodita quien ya se había colocado su pijama, que consistía una pieza completa de ceda cara y en un tono rosa.
- Si claro – Hablo Mu en tono sarcástico mientras tomaba de su mochila su pijama, Shaka y Camus sonrieron al toparse con la imagen de Afrodita con los cachetes inflados como si de un niño pequeño y caprichoso fuese.
- Antes que mi cabeza las millones posibles muertes maquiavélicas que te podría dar Mu – Todos comenzaron a reír al escuchar aquel comentario bastante raro de parte del peli-celeste – No obstante y cambiando el ambiente de bromas hacia mi persona – Camus toma una manta que había por allí tirada para aventársela a la cara de un Afrodita bastante fastidiado de ser él un centro de burla - ¡Camus! – Grita volviendo a crear las risas en sus compañeros y amigos, él como un adolescente infantil, se lanza hacia Camus para hacerle cosquillas.
- Esta será la mejor pijamada de todas – Pensó en voz alta Mu, ya que su noche junto a sus amigos iba a ser un recuerdo que jamás olvidaría. Sabiendo que Afrodita y Camus tomaron sus almohadas para pegarse y empezar una guerra de almohadas entre los cuatro.
Al cabo de unos minutos, se habían calmado un poco y optaron por jugar algún juego típico de las pijamada, verdad o desafío.
- Shaka ¿Qué eliges, verdad o desafío? – Le pregunta Afrodita mientras se lleva a la boca un nacho y enfoca sus ojos en el rubio.
- No sé qué me conviene, pero elijo decir la verdad, ya que no me gusta mentir – Confiesa aquello último para recibir los aplausos de sus amigos, él se ríe al verlos felices.
- Eso está bien – Dice Afrodita con una sonrisa demasiado picara - ¿Te gusta Aioria? – Shaka se ruborizo al escuchar aquel nombre, pero opto por confesar aquel sentimiento que estaba sintiendo por aquel vampiro poco tradicional.
- Si me gusta Aioria – Mu abre sus ojos de la sorpresa, ya que no podía creer que eso este pasando – Y debo de contarles algo que me ocurrió esta tarde antes que Mu fuera a mi casa para organizar esta pijamada – Camus y Afrodita se acercaron al rubio para escucharlo con nitidez.
----- Flashback -----
Se podía apreciar a un chico de cabellos rubios y largos, cargando con una pila de bolsas de las compras, no estaba acostumbrado estar cargando cuatro bolsas, una en cada mano y las otras dos cargándolas como si fueran bebes. Su tarde parecía la más alentadora, ya que siempre su hermano mayor le diera la bella tarea de hacer las compras de la semana.
- “Ya estoy harto de ser siempre su sirviente y más aguantar al tipo que tiene por esposo” Terminare por mudarme yo solito – Al llegar a la puerta de su casa, trata de buscar en su bolsillo de la chaqueta las llaves, pero en ese momento se resbala para caerse al suelo y las compras hechas desperdiciadas – Demonios – Bufa al ver como los huevos de gallina se habían roto, las verduras y las frutas tiradas en el suelo, algunas otras cosas más. Aquello era lo peor que le pudo haber sucedido. (****)
----- End Flashback -----
Los minutos de charlas, de confesiones y hasta contarse lo que hicieron en todo el día transcurrido de manera divertida. Los cuatro parecían estar motivados esa noche, eran amigos, hasta pasar a ser mejores amigos hasta el punto de preguntarse cosas personales.
Camus estaba satisfecho por haber encontrado durante los tres meses de escuela y viviendo en la casa de su tío y primo, había sido la mejor idea. Observaba como Afrodita molestaba con cargadas a Shaka quien parecía ser que se las tomaba bien y no como otras veces, que siempre terminaban discutiendo; se voltea para cruzar mirada con Mu, lo notaba feliz al verse los cuatro tan unidos y sentir confianza con los demás, pero había algo que lo inquietaba, y era algo que pronto sabrían.
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Todos estaban reunidos en la casa de los Diamantidis, con el único motivo de reportar lo que vieron y vivieron, pero el problema de la reunión era que Milo se había sumado a ellos, con el pretexto de sacarse el aburrimiento con molestar a su hermano mayor.
- Esto será una larga noche – Comento Manigoldo viendo a Milo de reojo, ya que el menor de los Diamantidis era un vampiro bastante astuto con los pensamientos.
Degel estaba sentado al lado derecho de Milo con el fin de separarlo de su hermano mayor quien estaba enfuscado en el otro extremo del sillón – Y bien ¿Cuál es el motivo de esta convocatoria? – Pregunto Degel haciendo que el ambiente sea un poco más tranquilo, pero Kardia lo había mirado de mala manera como si le estaba pidiendo que se callara y no emitiera ni una sola palabra.
- La de siempre, todos no hablaran hasta que YO me vaya – Hablo Milo en un tono de enojo contenido y con un dejo de tristeza.
Degel lo observa algo triste al escuchar sus palabras para después ponerse de pie y cruzarse de brazos, se voltea y enfoca su mirada en los hermanos Diamantidis – Se dan un abrazo, ahora – Dice de manera autoritaria haciendo que los hermanos lo miraran anonadados ante sus palabras, sin embargo, los presentes parecían estar conteniendo las ganas de reír pero lo único que consiguieron fue algo poco creíble o menos imaginado.
- No lo pienso abrazar – Dijeron al unísono ambos muchachos, no obstante, los demás comenzaron a reír haciendo que Kardia y Milo se sintieran avergonzados.
- Parece ser que siempre ganas en la batalla Degel – Comenta Kanon para acercarse al novio de Kardia y darle unos golpecitos en la espalda de este – Sabiendo que el motivo de esta reunión es para que tu estés presente, ya que eres el primo de la víctima y uno de los que sobrevivieron a lo que te sucedió hace dos años atrás – Milo se sorprende al escuchar aquello, se gira para mirar a su hermano mayor quien tenía su mirada perdida en los recuerdos.
- No deseo verte a ti Milo, poseído por tus fuerzas, sabiendo que nuestra familia esta maldita desde hace siglos, cuando nuestra dinastía se convirtiera la potencia más grande del pueblo, junto con los León, los Stoltidis, los Steklov, y las que tú puedas imaginar, hermano – Comenta Kardia mientras se gira para mirar con un dejo triste a su hermano más pequeño, Milo parecía estar conmocionado por escuchar aquello, hasta que recuerda algo, pero debía sacarse la duda.
- Hablas ¿De cuando tú llegas a casa con aquellas pintas demoniacas tatuadas en tu rostro? – Manigoldo, Aioros y Saga se rascaron cada uno su cabeza, dudosos si afirmar ante la pregunta, pero debían de mantenerse al margen, ya que Kardia tenía la misma valentía e impulsividad que el menor.
- Si Milo, pero como dijo el director Sage, tú ya debes de haber notado que algo en ti cambio, en tu actitud y accionar ante los problemas – En ese momento un teléfono celular comienza a sonar, parecía que la reunión se vio interrumpida a causa de que Saga tuvo que atender la llamada en frente de sus amigos.
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Mu tapa la parte inferior de su celular para evitar que Saga los escuchara – Ya atendió al celular, no sé qué decirle – Afrodita le daba un sorbo a su copa de vodka, propiedad del tío de Camus, le pasa un papelito recién escrito con una confesión un tanto subida de tono.
- Diga – Se escuchara la voz varonil de Saga, algo que provoco en Mu era que sus nervios se apoderaran de él, pero había juntado la valentía suficiente para confesarse ante la persona que tanto amaba, era cierto, debía de ser él quien tome la iniciativa de confesarse y de que dejen de ser amigos para ser algo más que eso.
- Saga, debo decirte algo, pero me disculpo por no habértelo dicho en la escuela o hace tiempo – Mu deja salir un suspiro para continuar con su confesión – Pero no dejo de pensar en ti, de cómo te verías sin ropa al lado de mí, los dos sobre mi cama, algo que siempre fantaseo, algo que deseo desde que nos volvimos cercanos, amigos como para dar un título – Veía a sus tres amigos quienes parecían estar riéndose en silencio pero él se contuvo para no cortar la magia de su confesión ante Saga, por teléfono – Me gustaría que mis sentimientos sean correspondidos por ti, espero tu respuesta, Saga – De manera veloz corta la llamada, para después sentir aquel cosquilleo en su estómago, al ver lo que acababa de decir, pero lo único que esperaba era algo que supuestamente llegaría.
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Parecía estar ardiendo de la vergüenza, no sabía dónde meterse, hasta que siente la mano de su gemelo tocándole la frente - ¿Quién te llamo? – Saga sacude su cabeza y guarda su celular en su mochila para posteriormente mirar de mala gana a Kanon.
- Era papá, quiere que cuando termine la reunión volvamos a casa – Kanon asiente a la repuesta de su hermano mayor, por otro lado, Saga se sentía libre, pero había algo en él que le estaba advirtiendo de que las palabras de Mu parecían sinceras y algo ¿Pervertidas?
- No importa quien llame, pero sigamos con la bendita reunión – Espeto algo fastidiado Kardia, Degel abraza a su novio para transmitirle calma y eso al peli azul le gustaba muchísimo.
- Creo que deben de todos saber lo que paso el día de ayer, y es sobre el extraño comportamiento de Camus – Milo se gira hacia el lado derecho y mira a Aioros quien estaba en compañía de Shura, para ambos intercambiar miradas – Estaba en la sala del centro de estudiantes, haciendo las cosas que debía de hacer, prácticamente la contabilidad de los gastos. Sé que debí intervenir, pero ver a Camus hablar de manera animada y sobre que había encontrado un club, que era el de ciencias, uno de los nuevos clubes. Pero después de contar, note que Radamanthys, Minos y Aiacos estaban actuando extraño, más saber que el imbécil de Aiacos uso su poder vampírico en él para hacerlo creer que él era su novio y la única persona que debía amar – Milo estaba estupefacto, su cuerpo estará paralizado, imaginarse toda aquella escena, era lo peor que podría suceder. Esconde su mirada debajo de sus flequillos hasta que el sonido de las ventanas y la vajilla que había de en la cocina se rompieran a causa del manifiesto de poder que estaba despidiendo.
Degel se asusta, pero Kardia entendía el accionar de su hermano mayor, pero ¿Hacia falta hacer aquello? - ¡Cálmate Milo! – Le grita para lograr que su hermano menor reaccionara algo herido por escuchar la información dada por Aioros.
- Era de esperarse de esos tres – Hablo Manigoldo mientras se acercaba a un Aioros un tanto perturbado por lo que acababa de suceder – Esto no es la primera vez, ya sucedió con el joven Monthay – Degel frunce su ceño bastante extrañado al escuchar aquel apellido, deshace el abrazo para notar que ahora Kardia lo estaba abrazando por la cintura y apoyando su mentón en su hombre izquierdo.
- Kardia, ¿Leíste la carta que me diste esta mañana? – Le pregunta a su novio para recibir una afirmativa.
- Si amor, la persona que escribió esa carta dirigida a mi hermano, era mi cuñado – Milo toma asiento en el sofá para volver entrar a la prisión de siempre, pero sus dos mejores amigos se acercan a él para abrazarlo, aquel abrazo le hacía sentir el calor de la amistad, pero no era suficiente ante su dolor.
Degel se gira a Manigoldo quien estaba cruzado de brazos y observando al trio inseparable – Albafica fue el asesino de Camus Monthay, ya que el chico fui abusado por Aiacos, torturado por Minos, e incluso humillado por Radamanthys, aquellos tres, usaron a Albafica como un arma de doble filo, algo que nadie podría pensar de una persona tan inhumana como lo es Albafica – Degel parecía estar sorprendido y aterrado, pero Milo comenzaba a llorar desconsoladamente ya que escuchar aquello era algo que no podría habérselo imaginado.
- Entonces ¿Qué hay de las cartas que recibió Milo? – Pregunto Kanon algo serio ante toda la información, era sumamente serio lo que estaban hablando y demasiado fuerte para una persona tan débil como lo es Milo – De seguro que esas tres zorras las falsificaron – Manigoldo asintió, pero Deathmask mira a su hermano mayor, hasta sentir que su celular estaba sonando, deja de abrazar a su mejor amigo para disculparse con sus amigos e irse al pasillo de la casa y atender.
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Su corazón latía a mil, ya que haber tenido una cita con aquel chico que jamás espero ser él quien lo haya besado en una fiesta y estando borracho – Perdóname si te llamo a esta hora, pero quería agradecerte por haberme invitado a salir, la pase en grande y espero que me entiendas, pero no deseo ir rápido ya que sería… - Sus palabras fueron interrumpidas por la risa de la persona que acababa de llamar. (*****)
- Entonces estas diciendo ¿Qué te gusto? – Afrodita esboza una sonrisa satisfecho al escuchar aquella pregunta, era raro, hace pocos meses que comenzó las clases, pero debía admitir algo, Deathmask era súper guapo, diez veces mejor que Milo o Aioria, entendía que eran sus amigos, pero siendo él no lo cambiaría por nada y nadie.
- Dije que no te apresures en sacar conclusiones, nos estamos conociendo y tener solamente una cita no es el significado de que mañana seamos novio, pero te aviso que eso conmigo no funciona – Aclara, para después colgar la llamada, ya que había cumplido con el reto impuesto por Shaka.
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Esboza una sonrisa divertida, ya que lo dejó con la palabra en la boca era algo que no pasaría por alto, apaga su celular y se lo guarda en su bolsillo para regresar a la reunión sabiendo que se estaba adelantando muchísimo – Me disculpo por si me llamaron a una hora que no debían – Manigoldo lo mira severo, pero Deathmask toma asiento al lado de su mejor amigo y sacarle la lengua a su hermano mayor.
- Regresando al tema de conversación – Habla Kardia haciendo que su hermano menor lo mirara – Debemos encontrar la carta original, ya que cada palabra escrita en esos dos papeles son falsas ¿O no Milo? – Degel mira a su cuñado quien parecía estar algo confundido, pero estaba tan abstenido al entorno.
- Tienes razón Kardia, mi amado Camus nunca me escribiría una carta con tan pocas palabras, sabiendo que siempre nos escribíamos dos o más hojas para enviárselas al otro – Degel se sorprende y Kardia también lo estaba, pero ver la sonrisa cálida que adornaba en los labios de Milo era la señal perfecta de que estaba asumiendo la perdida.
- Espero que no estés diciendo que sueñas algo como eso – Milo y los demás observaron a Degel extrañados, pero Kardia le explica todo en su oído.
- Listo, asunto arreglado – Comenta Kardia triunfante, todos notaron que el rostro de Degel cambio a uno de tristeza.
- Perdóname Milo, no quise decir aquello y me vuelvo a disculpar – El menor se ruboriza al sentir el abrazo tan cariñoso de Degel, le corresponde ya que no podía negarse ante aquel error, era un pequeño error, pero lo único que hizo fue continuar su llanto.
- “Será mejor dejar esta reunión hasta acá, pero...” – Otro celular comenzó a sonar y esta vez era el teléfono de Aioria, el castaño solamente atendió para después escuchar un “Me gustas” exprés y aquello lo consterno demasiado. Sin embargo, al cabo de unos minutos el teléfono de Degel comenzó a sonar y Kardia parecía estar fastidiado de que los celulares sonaran a mitad de una reunión.
Degel toma su celular que estaba en su bolsillo para posteriormente atender, pero lo que oía al otro lado de la línea era unas risas - ¡¿Qué hace tu primo con estas dos pollas de hule?! – Los que estaban los chicos que estaban en la reunión esbozaron unas sonrisas traviesas y enfocaron sus miradas en Kardia y en Degel, pero el peli aguamarina parecía estar muy avergonzado. Pero escuchar la risa de su primo, parecía ser el causante de porque se estaba enojando y aquello alerto a Kardia – No sé qué hace mi primo con esas pollas monstruosas, no creo que compare la pilila pequeña que tiene Kardia con esas dos – Lamentaba de intentar colgar la llamada pero lo que hizo era imperdonable, había puesto en altavoz la llamada.
(Ending – Apology de IKON)