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Order Vampire por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí les traigo un capitulazo, desde aqui en adelante comenzare a frecuentar en actualizar la historia, sabiendo que no le queda nada para llegar al final de esta temporada, sin más preambulo, los dejo disfrutar.

Capítulo 17

- Si me lo llevo ¿Qué me harás? – Le pregunta en el mismo tono que uso Aiacos con él, los recién llegados parecían estar vigilando a un Aiacos fuera de sí.

 

Aiacos aprieta sus puños de la impotencia, jamás pudo creer que ese ingrato le hiciera frente, mirarlo a los ojos era algo que no podía hacer, algo en él había producido con el simple hecho de notar como esos ojos celestes lo penetraban – “Ya deja de mostrarte débil, tu eres más poderoso que él, tienes más cualidades que él, eres diez vez mejor que él… ¡Es mejor que lo destroce!” ¡Te repetirás por retarme! – Se lanza hacia Milo, con el único fin de aniquilarlo con sus propias manos. Los que estaban ahí de espectadores no sabían que hacer, dado que Milo tenía en brazos a un Camus bastante mal, y la prioridad de todos es que ambos estén bien.

 

(Opening - Voodoo Doll de VIXX)

 

- ¡MILO! – Gritaron al unísono cuando vieron como el menor de los Diamantidis era agarrado del cuello por un Aiacos bastante satisfecho, pero lo malo de todo eso, era que Camus quedo suspendido en el aire e inconsciente. Toda la adrenalina que estaba experimentando era producto de todas las hazañas que hizo junto a sus dos parientes, la sed de sangre, el hambre de poder y la fuerza adquirida con el simple hecho de beber todos los días, la sangre más embriagadora que era del primer fundador el pueblo.

 

- Me las pagaras muy caro, Diamantidis – Milo trataba de zafarse del agarre pero el miedo que le daba al ver esa forma tan salvaje que portaba Aiacos, era algo que nunca se imaginó que su raza fuera a tener ese lado oscuro y salvaje. Le propino una patada, lanzándolo hacia arriba, Aiacos golpeo su espalda contra el techo y dejo salir un poco de sangre, pero en el techo se había formado una grieta a causa de la fuerza aplicada.

 

- “¿Qué demonios le sucede?” – Se pregunta a si mismo mientras busca con su mirada a Camus, pero cuando alza su mirada lo encuentra suspendido en el aire, da un salto para atraparlo, pero paso demasiado rápido, ya que Aiacos reacciono antes y le propino un puñetazo en la cara, lanzándolo hacia los casilleros quienes se derrumbaron encima de Milo.

 

Todos alzaron sus miradas hacia el aire, viendo como aquel muchacho caía en picada con dirección al suelo, Manigoldo trata de saltar pero se comió el cuerpo de Aiacos quien lo lanzo hacia las escaleras.

Sin previo aviso alguien agarro a Camus, todos se acercaron a socorrerlo, pero para sorpresa de Shura, jamás espero que él siguiera viviendo en el pueblo.

 

- “No lo puedo creer, es…” ¿Aldebarán? – El susodicho baja la mirada para esbozar una cálida sonrisa a sus amigos, los demás le correspondieron la sonrisa.

 

- Hola chicos – Saluda aquel grandote, de piel morena, cabellos largos y de tono lila oscura, Saga y Aioros no podían creerlo, jamás repararon en la presencia de Aldebarán, aquel bonachón que siempre los ayudaba con el tema de las carretas.

 

Aiacos se levanta a duras penas, pero nota que alguien lo estaba mirando de mala manera y era Manigoldo quien le gruñía, si, para el de cabellos morados ya estando en su forma normal de vampiro y sentir como su cuerpo flaqueaba, dado que alguien estaba al otro extremo del pasillo.

Milo se reincorpora de su caída, estaba muy adolorido a causa del pequeño enfrentamiento con aquel miserable, en si su agotamiento era palpable. Se desvanece, pero siente como alguien lo agarraba antes de que se desplomara.

 

- ¡¿Qué es todo este alboroto?! – Exclama aquel sujeto de apariencia angelical, cabellos largos y rizados en un tono celeste claro, mirada del mismo tono que destellaba tranquilidad, pero esa vez era distinto.

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No podía dejar de pensar lo que escucho la otra noche en el restaurante, aquel infeliz, su rival en belleza, lo detestaba, pero ¿A qué se refería con un padre exigente? Le hacía recordar aquella noche, cuando su padre lo abandono, no tenía recuerdos de él, su mente estaba nublada. Se lleva las dos manos a la cabeza porque aquella opresión en su cerebro le estaba dejando un gran dolor, es como si deseara beber algo más, sentía miedo a convertirse en vampiro, pero siempre vivió con la marca del primer hibrido de la existencia, ya que no conocía del todo por qué él era así.

Cada paso que daba, era como caminar en un sendero de espinas, le dolía muchísimo la cabeza, estaba traumado por cosas que él mismo hizo, como matar a su único amigo, dejar a la única persona que lo aceptaba, hasta seguir obsesionado con una persona que jamás le correspondería, pero ahora no sentía nada por Milo, sino que su corazón quedo en aquella noche donde Manigoldo lo hizo suyo, en medio de un fiesta que se celebró en la mansión Doría.

 

- “Manigoldo” – Lo llamaba con su mente, pero era imposible, se detiene a la mitad del pasillo para apoyarse en la pared y recordar aquel día que lo salvo de las garras de Minos – “¿Por qué me salvaste? Sabiendo que no me lo merecía, hice cosas malas, perdí todo, desde que comencé a salir con Minos. ¡¿Por qué me salvas?!” – Se agarra la cabeza por no podía dejar de pensar en la cálida mirada de Manigoldo, atrae sus piernas a su pecho para después comenzar a sollozar – “No puedo dejar de pensarte, no puedo… No sabes la falta que me haces, me duele mi alma, no quiero vivir más… ¡NO QUIERO!” – En eso siente dos pesos en sus hombros, alza su rostro para después ver las caras de sus únicos amigos, Sorrento y Balder, aquellos dos chicos que lo consolaron cuando él era el único chico sin amigos y más brabucón del curso.

 

- Sabes que no estás solo Albita – Le dice Sorrento a su mejor amigo, mientras sacaba de su bolsillo un pañuelo de seda.

 

- Aquí nos tienes para lo que sea, somos tus amigos y somos tu familia – Albafica sonríe de felicidad al escuchar las dulces palabras de Balder, los atrae hacia su pecho y les da un gran abrazo.

 

- Gracias chicos – Les dice en un tono amable, con ellos siempre se mostró lleno de vida y siempre fuerte, pero había algo que no deseaba decirles.

 

Sorrento alza su mirada y lo observa algo preocupado - ¿Qué te sucede Albita? – Le pregunta a su mejor amigo mientras les abrazaba.

 

- Dudo en contarles que me pasa, pero… Minos quiere que haga algo malo y no me atrevo hacerlo, si lo hago, terminare por volverme loco con todas las atrocidades que hice – Balder lo abraza con fuerza, sabiendo que el peli celeste rompió en llanto, ellos dos se observaron, conocían el terrible pasado de Albafica, sabían de su naturaleza, pero jamás de los jamases lo lastimarían por ser lo que es.

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Los cinco corrían por los pasillos en busca de Manigoldo, sabiendo que no les quedaba mucho tiempo para que el receso acabe.

 

- ¿Saben dónde puede estar tu hermano, Death? – Le pregunto Afrodita al muchacho de cabellos azules, pero para sorpresa de los cinco, encontraron a sus amigos en aprietos – “¡¿Qué es lo que ocurre aquí?!” – El timbre sonó, pero la presencia del profesor de Música hacía del ambiento poco tenso, sin embargo, Death busca a su hermano quien parecía estar sosteniendo de los brazos a un Aiacos bastante irritado.

 

- ¡Hermano! – Exclama a todo pulmón Death, corre hacia su hermano mayor pero cuando observa que no tenía ningún rasguño, simplemente dejo salir en un suspiro todo el aire que había contenido por unos escasos segundos - ¿Qué sucedió hermano? – Manigoldo mira a su hermano pequeño para después hacer una seña con su cabeza hacia Aiacos.

 

Aioria ayuda al profesor con un Milo bastante agotado, pero el menor de los Diamantidis abrió los ojos fijando únicamente su mirada al cuerpo sostenido de Camus, trata de zafarse del agarre del docente y de su mejor amigo, pero Aioria lo detiene.

 

- Es mejor que descanses por ahora Milo – El susodicho se voltea para mirarlo con sus facciones neutras, no sabía lo que sucedía o porque estaban todos allí.

 

- Es mejor que lleven a ambos chicos a la enfermería, así Sasha los revisa – Sugirió el docente, para así todos comenzar avanzar hacia la enfermería, pero Manigoldo soltó a un Aiacos quien se calló al suelo.

 

Al sentir que lo soltaban, solamente alzo su mirada hacia los hermanos Doría quienes parecían tener la misma cara de pocos amigos – Tú te las arreglas solo “Maldita escoria” – Acto seguido, Manigoldo y su hermano se marcharon de allí, dejando a un Aiacos bastante enojado.

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Abre sus ojos con dificultad, se sentía mareado y agotado, las voces a su alrededor no le ayudaban mucho, hasta que sintió las cálidas manos de Milo quien lo ayudaba a sentarse en la camilla.

 

- ¿Te encuentras bien? – Asiente con dificultad cuando ya pudo apreciar la presencia de todos, la enfermera se acerca a Camus para así chequearlo.

 

- Eso creo – Dice mientras se bajaba de la camilla, avanza unos cuantos pasos pero se desploma, Milo lo agarra a tiempo y todos parecían estar esbozando una sonrisa, pero menos los amigos de Camus.

 

- Será mejor que descanses un poco Camus – Le dice Sasha con una media sonrisa, no quería que ese muchachito se enfermara más de la cuenta, sabiendo que los resultados del chequeo no parecieron los más favorables.

- No quiero descansar señorita Sasha – Dice Camus mientras observaba como todos allí le reprochaban la mirada, casi todos menos Milo.

 

- ¿Por qué no haces caso? – Le pregunta Milo mientras se cruza de brazos y lo mira con cara de pocos amigos, sin embargo, Camus lo imita de igual forma.

 

- Y a ti ¿Quién te pidió tu opinión? – El heleno deja salir un suspiro ya demostrando que se estaba empezando a enojar, Aioria y Death se miraban bastante divertidos, ya que por fin su amigo hacia algo sin notar la presencia de todos.

 

- Tengo los mismos derechos que tú, si quiero opinar lo hago y tú no eres nadie para mí – Camus se cruza de brazos, avanza hasta la salida, pero le pega en el brazo demostrando su enfado con el simple hecho de chocarle, para después irse de la enfermería dejando a todos con la diversión. Sin embargo, Milo se voltea observa cómo se marcha, no entendía porque sentía dolor o sentirse idiota, algo en él cambiaba pero desconocía el motivo.

 

Mu observa como su mejor amigo se marchaba de enfermería a causa del comentario hecho por Milo, se gira para mirar a Saga pero simplemente le transmitió el mensaje con una sonrisa de que se disculpaba, después le señala a Afrodita y a Shaka para así los tres salir detrás de Camus.

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- Oye ¡Camus! – Le grita Mu, el mencionado muy dolido se detiene, se lleva una mano a su boca y sentía como su corazón se destrozaba a causa de las palabras dichas por Milo. Los tres se acercan al de cabellos aguamarinas, hasta que unos pasos los alertaba, Afrodita se voltea para cerciorarse de quien era, para sorpresa de él era Death.

 

- No lo entiendo Mu, no entiendo el comportamiento tan escabroso de Milo – Mu lo atrae a su pecho para así dejarlo llorar, estaba muy enojado, no soportaba ver que una persona tan frágil como lo es Camus sea lastimado por un animal, se sentía identificado con él, pero su situación es distinta. Deathmask se acerca a Camus, coloca su mano en el hombro de él para así transmitirle paz, cruza su mirada con la de un Mu bastante enfadado, comprendía el mensaje, pero no dejaría que su mejor amigo siga lastimando a una persona tan brillante como lo es Camus.

 

- Es fácil decirlo de esa forma Camus – Comentaba Mu en un tono lleno de pesadumbre, sabiendo que escuchar el llanto tan ahogado de su mejor amigo, era muy doloroso para él – Siempre habrá personas así como tú las defines, sabiendo que en este mundo siempre habrá personas tan frías, sin sentimientos, sin valores y lo que únicamente saben, es lastimar a personas tan sensibles como tú lo eres Camus – Lo toma del rostro para verlo a los ojos, el de cabellos aguamarinas, hacia pucheritos, se sentía muy mal, deseaba irse a casa o simplemente refugiarse en cualquier sitio, con tal de no sufrir más – Ignóralo, no le hagas caso en todo lo que te dice, se tú mismo, no dejes que otros te dominen, eres un chico fuerte e inteligente, más que Milo – Deathmask frunce su ceño al escuchar aquellas palabras, no le parecía lo más correcto, pero entendía el motivo del consuelo.

 

- Death, déjanos a solas con Camus, y ve con tu amiguito – Aquello le dolió, más viniendo de Afrodita, quien agarro a Mu del brazo y así los cuatro alejarse de la enfermería.

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Sin embargo las cosas en la enfermería no parecían estar bien, dado que Milo estaba siendo revisado por Sasha. En cambio, el profesor de Música se para para colocarse en un lugar donde todos lo puedan ver.

 

- ¿Qué se suponía que hacían en los pasillos? – Todos lo miraron algo extrañados por la pregunta, Sasha deja su labor por unos minutos para así cruzarse de brazos y mirar a Milo con una preocupación típica en ella.

 

- Orfeo – El docente encargado de dictar las clases de Música se voltea un poco y mira algo neutro a la enfermera – Parece ser que Milo también tendrá la misma evolución que Kardia – Más de uno se incomodó al escuchar aquello, pero Aioria simplemente frunció el ceño, ya que no comprendió nada, en eso la puerta de la enfermería se abre e ingresa Death bastante decepcionado, Manigoldo lo nota y simplemente lo abraza.

 

- “Eso no debe de ocurrir ¿A caso será?” – El mayor de los Doría carraspea un poco su garganta, para llamar la atención de Sasha – Sasha, acaso ¿Puede ser que sea una epidemia? Por qué Aiacos también evoluciono, pero el imbécil solamente se desmayó por unos segundos y al reincorporarse ya parecía ser él de nuevo – La peli lila se lleva su mano al mentón y medita las circunstancias, ella era conocedora de las evoluciones vampíricas, pero no estaba tan segura como catalogarla como epidemia o es parte de una simple evolución, pero errónea.

 

- No estoy segura de ello, Manigoldo – Lo vuelve a mirar para después figar su mirada en Milo, quien parecía estar muy asustado con el tema de conversación – Lo que puedo decir, es que antes del pleito, Aiacos vino a la enfermería todo lastimado, sostuve que Radamanthys le hizo eso, sin embargo – Hace una pausa para después hacerle una seña a Milo de que abriera su boca y saque una pequeña muestra de su colmillo – Observen esto – Busca entre el bote de basura que tenía atrás de su escritorio, para así sacar de allí una de las vendas usadas, con la sangre de Aiacos, todos se acercaron al escritorio de la enfermara y se quedaron expectantes a lo que verían a continuación – Si dejo caer un poco de la toxina que nosotros despedimos al transformar a los humanos en vampiros, y lo mezcles con la sangre de un vampiro no noble, en este caso Radamanthys, Minos y Aiacos, ellos no son de sangre pura – Vierte el líquido de un color verde en la venda con la sangre rojiza, para después esperar un poco de tiempo para asombrarse con lo que veían – “Era lo que me imaginaba, esto debe ser obra de ese imbécil” Orfeo – él de cabellos celestes asiente para buscar entre sus bolsillos un frasco pequeño para así encerrar aquel experimento.

 

- Me lo llevare, para así entregárselo al presidente de la Orden Vampírica – Manigoldo agacha la cabeza muy nervioso, lo veía venir, ya podía estar suponiendo que era aquellas burbujas de un color extraño.

 

- Mi hermano me va a regañar – Dice sin más Milo, Aioros se acerca al menor de los Diamantidis, entendía aquel miedo, pero solamente abrazo a Milo.

 

- No lo hará, él te quiere proteger de esa evolución, porque a él también le toco – Milo se aleja un poco de Aioros para mirarlo con tristeza, el castaño mayor lo toma del rostro y lo acaricia muy tiernamente, quería transmitirle confort, no deseaba que el mejor amigo de su hermano se sienta desamparado – Sin embargo, tu Milo debes estar bien contigo mismo para evitar aquella evolución, bastante errónea, pero sostengo un pequeña teoría – Se gira para mirar a Sasha y a Orfeo, quienes parecían estar atentos a sus palabras – Creo que la extraña desaparición de Unity, la muerte del primer cazador de vampiros y padre fundador de su secta, que parece ser aquel humano con el tipo de sangre más difícil de conseguir para nuestro deleite, pero todo esto me lleva a dudar acerca de nuestros enemigos – Manigoldo alza la mirada, se gira para cruzarla con el gemelo mayor, Saga se acerca a Aioros para así aportar algo.

 

- Seguramente Radamanthys desea algo, pero ¿Qué? – Todos se quedaron pensando, sabían muy bien que las cosas en el pueblo estaban andando mal, y las cosas para la Orden Vampírica, el círculo donde las familias nobles, participan en las investigaciones, en los programas que presentan la alcaldía del pueblo y sobre todo, las fuentes de inversión más grande del lugar.

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Los cuatro estaban charlando entre ellos, comentándose cosas extrañas, pero teniendo su atención a sus estudios. Camus parecía estar de muy buen humor, algo bueno para sus tres amigos.

 

- Encerio chicos, será mejor que estudiemos – Dice Shaka mientras sacaba sus apuntes de ciencias, Camus hizo lo mismo y Afrodita igual, pero Mu simplemente se puso a dibujar en su libro de actividades.

 

Camus se gira para mirar curioso a Mu, para recordar algo, sacude su cabeza y se aventura a preguntárselo a su mejor amigo - ¿Te cuesta la asignatura de ciencias? – Mu se voltea para mirarlo con asombro, jamás pensó en repasar, ya que el otro año se llevó cuatro materias juntas, ciencias, literatura, matemáticas e idioma.

 

- Si, Camus – Responde a duras penas Mu, se sentía avergonzado con la situación, sin embargo, Afrodita apoyo sus codos sobre la mesa, entrelaza sus dedos y mira de manera divertida a su mejor amigo.

 

- No te preocupes mucho Camus, seguro que Mu se olvidó pedirle ayuda a su Saguita – El de cabellos lilas manotea su cartuchera y se la avienta a Afrodita, quien comenzaba a reír, no obstante, Shaka también se acoplo a la broma, dado que Mu estaba rojo hasta las orejas con el simple hecho de mencionar a Saga.

 

- ¿Por qué siempre debes hacer esas bromitas pesadas? – Le pregunta algo enojado Mu, pero Afrodita se calma, dado que Camus lo fulminaba con la mirada.

 

- Si, lo mismo me pregunto eso – El de cabellos celestes se indigna un poco con la situación, pero en ese momento, la puerta de su salón se abrió dejando paso al grupito de Milo. Shaka se voltea para mirar a Deathmask, estaba deseoso de darle una probadita de su medicina a Afrodita, quien ya parecía estar entendiendo el contraataque de sus amigos contra él.

 

- Oye, Death – Llama Shaka, haciendo que el mencionado se volteara para mirarlos algo dudoso, pero Aioria también lo hizo pero expectante a lo que podría decir el rubio – Afrodita dice que tienes un lindo trasero – Death se gira para mirar a Afrodita bastante confundido ante el comentario, pero Aioria estaba muy incómodo, se acercó a Shaka y lo toma del brazo. El rubio lo ve y mira de mala manera - ¿Qué haces? – Aioria lo jalo hacia afuera del salón sin prestar atención a lo que decía el rubio, no obstante, los demás se quedaron incrédulos por lo que veían, más Milo y Camus.

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Al habérselo contado todo, sus dos mejores amigos, parecían estar muy preocupados con la tarea que tiene Albafica. Sorrento y Balder cruzan miradas, pero el de cabellos celeste se percata de ello.

 

- Chicos, no quiero meterlos en mis problemas, pero… -Sorrento lo cachetea algo que lo deja sorprendido, Balder simplemente se cruza de brazos y lo mira de mala manera.

 

- No digas más nada, lo primero que harás, es hacer lo opuesto de lo que siempre te diga ese imbécil de Minos – Albafica los mira sin entender nada, pero al cabo de recibir otro golpe y de parte de Balder, quien tenía muchísimas ganas de darle unos buenos golpes.

 

- Si debes matar a Milo por el mero capricho que tiene ese troglodita, no mereces nada de lo que tienes ahora – Albafica agacha su mirada hacia el suelo, se sentía muy apenado ante el regaño de sus amigos, no obstante, los tres fueron sorprendidos por el otro trio.

 

- Vaya, parece que nuestros grupos se reúnen después de un año ¿No crees Albafica, querido? – Dice Regulus con un aire de divo, ya que a su lado derecho estaba Mime con su rostro demostrando ser altivo, a su lado izquierdo estaba Eo, prácticamente era el guardaespaldas del menor de los León.

 

Albafica mira a sus dos amigos, quienes se acomodaron en sus respectivos lugares, Sorrento representaba su mano derecha y Balder su mano izquierda, se cómoda su ropa y sus cabellos, ya que no podía verse como mosquita muerta ante los ojos de felino que tenía Regulus.

 

- Perdona co-cuñado, sino tuvimos algún tiempo para salir los seis juntos pero se presentaron algunos… - Hace una pausa ya que Sorrento carraspeo un poco, Albafica acata el mensaje y trata por sus medios esbozar una cálida sonrisa – contratiempos – Regulus resopla y hace un globo con su chicle de fresa, prácticamente detestaba escuchar las excusas de los demás.

 

- ¿Seguro? – Le pregunta interesado, ya que ellos tres no tenían intenciones de ir a clases, por muchas razones, dado que deseaban pasearse por los pasillos. Se acerca un poco a su co-cuñado para así los dos mirarse de manera retadora – Sabes muy bien que estoy al tanto de tu misión, sabes perfectamente que si fallas en ella, de seguro que alguno de estos días tu vida terminara – Sorrento y Balder cruzan miradas de desconcierto, aquello les pareció más una amenaza que una simple advertencia, no obstante, en el mismo pasillo que se estaba llevando a cabo este encuentro poco común, Aioria en compañía de Shaka estaban escondidos entre medio de uno de los casilleros que estaba a pocos metros de la reunión.

 

Shaka se aferra a Aioria quien parecía estar a punto de explotar de la rabia, no entendía por qué su hermano menor hacía esas cosas – Debes tranquilizarte, puede que este bromeando ¿No crees? – Le dice en un susurro Shaka, pero el castaño se voltea para mirarlo con preocupación, no le parecía convincente las palabras, pero estaba seguro que Regulus y Albafica tramaban algo.

 

- Pienso cumplir la misión que se me dio, pero necesito de tu ayuda con el tema de preparar el terreno para así yo asesinar Milo Diamantidis – Regulus esboza una sonrisa bastante feliz y malicioso, adoraba escuchar aquello, no era un juego sino una tarea sencilla para él. En cambio, Aioria cruza mirada con Shaka ambos asombrados por lo que estaban escuchando.

 

- Por mí es un hecho – Ambos estrechan sus manos para cerrar el trato, para posteriormente irse de allí, cada grupo por diferentes caminos.

 

Aioria y Shaka se esconden más, para evitar que Albafica los pille husmeando en sus conversaciones. El de cabellos rubios, estaba algo alarmado con todo el tema, no encontraba explicación alguna, pero deseaba investigar a fondo, sin embargo, Aioria estaba bastante preocupado por su mejor amigo, estaba al tanto de que Albafica tomaba a Milo como su amor platónico, pero ¿Por qué lo mataría?, esa era su máxima duda y sabía que con la ayuda de Shaka y de sus amigos, alcanzarían ese punto de la historia.

(Ending – Apology de IKON)

------- En el próximo capítulo de Orden Vampire -------

- Aioria ¿Qué fue lo que dijo Albafica? – Shaka trataba de calmar sus nervios, no podía procesar la información que acababa de escuchar en compañía del castaño.

 

El de cabellos castaños y mirada parda, toma el rostro de la persona que amaba en secreto para así los dos mirarse fijamente – Antes de que responda a tu pregunta, necesito que nos ayudes a nosotros los vampiros, te aclarare todas tus dudas, si hace falta no iremos a clases de historia, porque presiento que Camus y Milo corren un gran peligro – Shaka se desvanece de la impresión, cayendo hacia atrás pero Aioria le amortigua la caída, quedando así en una posición muy romántica.

(…)

Las horas de estudio concluyeron, todos los que estaban en sus respectivos clubes, en sus clases o incluso pasando un rato libre. Camus sale del salón rumbo a un pasillo que supuestamente estarían las máquinas expendedoras, quería tomarse un aperitivo, ya que sus horas de clase y explicándole también a su amigo Mu, todo el examen de Ciencias, sabiendo que él tenía problemas de estudio, pero supo cómo sobrellevarlas con un buen tutor.

Al llegar a una de las máquinas expendedoras, buscaba en sus bolsillos alguna moneda o billete para así sacar algún dulce, pero no se había percatado que atrás suyo estaba Aiacos.

(…)

A mitad del recreo había sido retirado por su hermano mayor, Milo no deseaba saber el motivo, pero lo veía venir desde que su hermano le había revelado que un organismo secreto de la comunidad vampírica lo habían reclutado como un miembro más.

 

- ¿Se puede saber porque me llevas ahora y no me llevaste las otras veces? – Kardia se voltea a su lado derecho para mirar a su hermano menor, ambos cruzaron miradas frias y a la vez neutras.

 

- Por qué no le veía alguna importancia, pero ahora si es importante que vengas conmigo a la Orden Vampírica – Milo asiente ante la respuesta bastante convincente, esbozó una sonrisa de satisfacción ya que el ambiente entre ellos dos había cambiado. Kardia lo nota y deseaba saber el repentino cambio en su pequeño hermano – Cambiando de tema – El menor de voltea para mirar extrañado a su mayor - ¿A caso hay alguien que te haya hecho cambiar de parecer? – Milo abre sus ojos enormemente, estaba asombrado y no se había percatado de que estaba comenzando a sudar de los nervios.

Notas finales:

Las opiniones para las futuras mini historias de las parejas que ustedes mis lector@ eligan, seguira su curso, hasta la publicacion del capitulo final de esta increible historia. 


Antes que nada, aclaro que esten alerta por una pronta actualización, ya que habra más tensión entre los Vampiros y Humanos, apareceran nuevos personajes que son clave en la historia, se aceptan opiniones y sugerencias.


Espero que les haya gustado, dejen Reviews y denle favoritos a la historia para que les llegue la notificación de que se actualizo, los que no estan logados a esta pagina, esten alerta. Sin más que decir, nos leemos en el próximo capitulin. nwn


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