Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Order Vampire por ScarlletParaise

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Aca les traigo un capitulin más, espero que lo disfruten.

Le dolía todo el cuerpo, su cabeza le daba vueltas todo por un mismo punto. De sus ojos brotaban lagrimas amargas, no podía dejar de pensar lo que le acabaron de hacer, fue violado, una y otra vez, primero Radamanthys y después Aiacos, ¿Qué más seguía? No dejaba de pensar cuando seria el día que lo soltaran, sufrió un montón en el orfanato todo por ser un niño retraído, creció excluido de la sociedad marcándolo como un ser inculto, llego a ser un adolescente de quince años con una ahora familia, amigos e incluso iba a un colegio, algo que creía imposible.

No se contiene más, se abraza a sí mismo, grita con mucha fuerza, se sentía muy mal consigo mismo, se estaba empezando a odiar, se insultaba una y otra vez, no aguantaba las ganas de seguir con su vida. Perdió todo lo que deseo, jamás volvería a ser él mismo, pero las pocas esperanzas que tenía las depositaba en una sola persona.

(Opening - Voodoo Doll de VIXX)

Ya había pasado un día desde que se desmayó, no entendía el motivo de ese repentino malestar, su hermano Aioria parecía muy preocupado por eso y más su pareja, ambos los amaba con todas sus fuerzas, pero había algo que no comprendía y era la visión que tuvo cuando permaneció unas buenas horas inconsciente.

 

- ¿Se puede pasar? – El castaño mayor guía su mirada hacia la puerta de su habitación para después usar su poder vampírico para girar el pestillo y dejar pasar a su amado. Shura ingresa al cuarto que comparte con su novio, entre sus manos tenía una bandeja con medicina, un florero con una rosa de plástico, un plato con comida y un vaso con jugo de naranja, lo mejor que pudo hacer era tener un libro recién comprado – No vuelvas a usar tus poderes, porque tu tio parece muy preocupado por eso y te lo prohibieron – asevero Shura, no deseaba ser partícipe de los impulsos de su amado, lo conocía y conocía a la perfección a los tres hermanos León.

 

- No me importa usarlos o no – respondió Aioros en un tono melancólico, el de cabellos cortos y verdes oscuros lo mira con recelo, ya conocía esa mirada ausente, algo le estaba preocupando a su adorado castaño.

 

- Manigoldo me comento algo al respecto, pero me sugirió que te mantenga vigilado -  Se incomoda al ver la mirada despectiva y severa que le estaba dedicando su novio, lo conocía, pero verse en ese estado solo había una respuesta y era que es imposible de olvidar que hace un siglo atrás era sirviente de aquel muchacho de cabellos castaños. Agacha su mirada para no aguantar aquellas obres pardas que lo observaban de una forma que las simples palabras lo describirían que él es un pobre e indefenso venado a la atenta mirada de un oso hambriento, comienza a caminar hasta la cama con su mirada gacha y entre sus manos sostenía la bandeja de plata.

 

- No entiendo porque siempre actúas como si siguieras siendo un simple sirviente a disposición de mi familia – Comento con frialdad Aioros sin quitarle los ojos encima a su hermoso y adorable pareja, lo conocía y se conocían, pasaron por muchas cosas malas y otras buenas, pero había veces que el pasado los alcanzaba estando en el presente – Deja la bandeja en la mesita de noche y acuéstate a mi lado – Shura asiente ante el pedido de su novio, deja la bandeja en el lugar ya mencionado y toma asiento al borde de la cama - ¿No te acuestas a mi lado? – Le pregunta en un tono infantil y despreocupado, Aioros parecía no entender el motivo de aquello, pero solamente sale de la cama para sentarse al lado de su novio – Shura ¿Hay algo que te preocupa? – El joven vampiro de cabellos cortos en un tono verde oscuro, gira su rostro para enfocar su mirada verde en aquellos ojos pardos que lo volvían loco.

 

- Aioros no te hagas que no me escuchaste, sé muy bien que tuviste una visión todo este tiempo que te mantuviste inconsciente y esa pregunta que me acabaste de decir, deberías preguntártelo a ti mismo – El heredero a la fortuna León se asombra muchísimo ante las duras palabras dichas por Shura, jamás creyó discutir alguna vez con aquel muchachito de procedencia española.

------- /////// -------

Kardia y Milo no parecían comprender a Degel, los tres se quedaron despiertos toda la noche, había tres razones para que pasaran una noche entera en vela. Una de ellas era porque Degel no dejaba de insistirles a los hermanos Diamantidis de poner una denuncia por la desaparición repentina de Camus, pero Milo logro convencer a un preocupado y terco que tenía por cuñado, a no hacerlo porque pensaba que era innecesario; el segundo motivo era porque Degel comenzó a llorar desconsoladamente enumerando las posibles cosas horribles que lo podría estar pasando a su inocente primo, Milo parecía no inmutarse al escuchar los disparates que decía o pensaba Degel, no obstante le parecía tan cursi ver a su hermano diciéndole cada piropo, chistes de mal gusto y anticuados para que su novio riera, hasta incluso proponerle a ir al cuarto para hacer cosas de adultos; y la última razón era la más terrorífica que podría haber hecho, Kardia se lo prohibió, rompiendo todos los cables de comunicación de la casa de su pareja evitando que este llamara a Krest para decirle lo que ocurrió con Camus.

 

- No soporto más esta angustia, quiero mucho a mi primo, deseaba ser un hermano para él, brindarle recuerdos para que nunca se olvidara de nosotros, pero… – Degel se deja caer en uno de los sillones de la casa, dolido, preocupado e incluso angustiado, cada palabra que decía era como si se despidiera de alguien muerto. Kardia y Milo simplemente lo observan atentos a esas palabras, más Kardia que entendía a Degel, parecía muy emocionado cuando le conto todo sobre los tramites por el reclamo para ser ellos los tutores de su pequeño primo, aquel chico que parecía ser buena persona, hasta que lo conoció; sin embargo, Milo simplemente parecía no importarle en lo absoluto aquello, prácticamente consideraba todas esas cosas inútiles, sin importancia y cursis, porque él no deseaba tener recuerdo y menos algo porque atesorar – desde que mis tíos fallecieron en ese accidente de tránsito, no pudo volver a ver a mi primito, cada verano, cada invierno que íbamos con mi padre a visitarlo a ese horrible y atemorizante orfanato, para mi siendo un niño más grande que él, era el peor sitio para cualquier chico – Deja salir un suspiro triste, se lleva una de sus manos a la boca evitando que sus gritos de angustia salgan de su garganta, sentía un horrible dolor en su pecho, quería con todas sus fuerzas a Camus, siempre lo quiso como al hermanito más pequeño que jamás logro tener – Mi papá trataba por sus medios e influencias en Francia para así llevarnos a Camus con nosotros, pero no se podía, todo porque un señor muy influyente impedía hacer esos malditos tramites – Kardia se pone de pie cuando escucha aquellas duras palabras que decía su novio, al estar cerca de él simplemente se agacha a su altura para abrazarlo con mucha fuerza - ¡Simplemente era reclamar la tutoría de Camus, somos su familia de sangre y tenemos derecho a eso! – Se deja embriagar por el confort, pero no pudo contener más las ganas de llorar, haciendo que sus gritos de dolor inundaran la casa.

 

Milo no parecía comprender todo aquello, en parte deseaba entender a Degel, y a Camus, algo en ellos dos que le mostraban como era tener sentimientos, aquellos sentimientos que se les fue arrebatados. Se pone de pie, sale de la casa para posteriormente caminar por ahí, dejando a su hermano con Degel.

Kardia desvía su mirada hacia la entrada al salón, no comprendía el comportamiento despectivo de su hermano, hace unas horas antes parecía estar de buen humor, después volvió a ser el típico chico de mente fría y sin rastro sentimientos, aquello le molestaba por completo. Por lo menos, ahora su prioridad es cuidar a su novio y si las cosas no salen como pensaban que sería, simplemente se dispondrían a levantar una denuncia en la comisaria y por supuesto, avisar a su suegro de lo sucedido.

------- /////// -------

Los dos estaban parados al frente de la casa del de cabellos rubios, estaban muy ansiosos no tanto como estar a solas cada quien por su lado y con el chico que le gustaba. Afrodita parecía estar mirando su reloj de pulsera una y tres veces, odiaba la impuntualidad, no deseaba que esa cita doble saliera muy mal.

 

Shaka se percata como su mejor amigo comenzaba a sentirse intranquilo, prefirió calmarlo – Deja de estar mirando cada segundo que pasa en tu reloj de pulsera, puede que Death y Aioria se estén retrasando, sabiendo que tienen algunas cosas pendientes – El de cabellos celestes resopla fastidiado al pensar aquello, sabía algo acerca de Death pero no sabe casi nada de Aioria, algo que pronto conocería.

 

- Si claro, para ti es sencillo decirlo, pero para mí no lo es – Shaka no sabía que más decir, no podía estar ni un segundo al lado de una persona tan perfeccionista como lo era Afrodita.

 

- Si lo sencillo fuese que Aioria tuviera un auto nuevo, ya habrían venido hace dos minutos, pero como la otra vez, él arranco con su fuerza sobrehumana el motor de su vehículo – Afrodita lo miraba aterrado al imaginarse aquello ¿A caso ese chico era loco? – Con la simple idea de llamar a su hermano Aioros para que nos vinieran a recoger, dado que después recibió un regaño por parte de él, jeje – En esos instantes el sonido de un auto estacionarse les llamo la atención, ahí estaban, aquel par de amigos, Shaka salió corriendo para saludar a su novio quien tenía una sonrisa en sus labios – Hola tesoro – Le decía mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello del castaño.

 

- Hola mi amor – Le contesto en el mismo tono pero con un dejo sensual, sabiendo que era el primer día que ya eran novios formalmente - ¿Cómo has estado? – Shaka lo pensó mientras se volteaba hacia Afrodita que por supuesto lo estaba mirando con envidia, Aioria se percata de aquella mirada y opta por usar su poder para hacer que su mejor amigo tomara la mano de aquel hermoso chico. Death se asombra al sentir como a la fuerza su mano tomaba la de Afrodita, los dos intercambian miradas avergonzados al sentir el tacto del otro. – “Así está mejor” – Toma el rostro de su novio para depositar un beso en aquellos labios que tanto ansiaba besarlos, Shaka se asombra al sentir el tacto pero no dudo ni un segundo para corresponder el beso.

 

- “¡Cómo lo envidio! Eso no es justo, yo ni siquiera recibí mi primer beso” – Agacha su mirada de lo indignado que estaba, no era justo ver a sus amigos felices por tener su primer beso, sabía que Mu si tuvo su primer beso con Saga, Camus no sabía si lo tuvo o no, ahora se entera que Shaka dio su primer beso con Aioria, y él era siempre el último en esas cosas.

 

Death se voltea para mirar a su lado derecho a Afrodita, se apiada de sus pensamientos, pero él no tenía las fuerzas necesarias para besarlo, prácticamente se sentía inseguro si después del beso se harían novios permanentemente, no quería pensar aquello y prefirió romper el encanto del momento para así proseguir con la cita doble – Bueno, ya que todos estamos reunidos, súbanse a mi coche par de tórtolas y nos marchamos rumbo al restaurante – Aioria y Shaka se separan para después asentir a lo que dijo Deathmask, por otro lado, Afrodita esboza una media sonrisa por lo que estaba haciendo aquel chico que poco a poco se estaba enamorando.

------- /////// -------

No habían discutido más, sabiendo que la mejor de las soluciones que podrían darle es tener una buena hora de sexo. Los dos estaban siendo tapados por las sabanas de seda, Aioros estaba muy feliz y satisfecho, amaba lo fugaz y apasionado que era su novio, sin embargo, Shura también lo estaba, más con todavía los gritos entre medio de los gemidos y hasta las ordenes que le daba su amado Aioros, seguían resonando en su cabeza.

- Ahora me dirás lo que soñaste o lo que te mostro tu visión, porque de seguro Manigoldo te colgara en el mástil del parque – Aioros ríe al escuchar la amenaza tan infantil de su amado, no podía creer que Manigoldo dijera tal barbaridad sabiendo que ya lo habría hecho y no dicho.

 

- Eso lo que tú dices y piensas – Dijo sin más Aioros mientras apoyaba su cabeza en el torso desnudo de amado, en cambio, Shura esboza una sonrisa pícara al escuchar aquello – Pero al tener sexo durante una hora me hizo despejar mis dudas, sabiendo que la visión que tuve y que me mantuvo atado por unas largas horas, es la más horrible que haya tenido, no obstante, tuve más de una – Ambos intercambian miradas, el de cabellos cortos y verdes oscuros lo mira neutro ante lo que escucho, sin embargo, Aioros parecía ya tener toda la atención de su novio. – Vamos al caso, en la primera etapa de mi visión, pude apreciar como Milo luchaba contra Aiacos, sé que eran ellos dos, porque los reconocí al instante – Hizo una pausa para acomodarse en la cama y apoyar su espalda contra la pila de almohadas que tenía atrás, deja salir un suspiro y acomoda sus ideas en la cabeza – Una y otra vez se me repetía las imágenes, hasta que me percate que Mio parecía estar transformado en un demonio sin control sobre sus acciones – Shura se alarma al escuchar aquello, algo le estaba indicando que era la misma visión que tuvo cuando ocurrió el incidente con Degel.

 

- Amor, es la misma visión que tuviste con Kardia y Unity ¿Acaso es una coincidencia? – Aioros voltea su mirada hacia su pareja, lo medita una vez más hasta negar ante la pregunta hecha por Shura.

 

- Cielo, yo no creo en las coincidencias y creo en el destino – Shura deja salir un suspiro de derrota, no podía creer en lo que estaba diciendo su novio – Te sigo contando mi visión – El de cabellos verdes oscuros niega ante las palabras altaneras de su pareja, simplemente pasa su brazo por el cuello del castaño para después atraerlo hacia su pecho – Cuando veo la mirada perdida de Milo, noto que su ropa y rostro parecían estar manchado de muchísima sangre, me asuste cuando vi aquello, pero lo que más me aterro era ver a Camus todo mal herido, la ropa desarreglada, su cabello tintado de rojo vivo, creí que se trataba del Joven Monthay, pero lo más aterrador era ver sus puntas aguamarinas. – Aioros esconde su rostro en el cuello de su amado, sabiendo que todavía sentía el miedo a flor de piel.

 

- ¿Eso es todo? – Pregunto Shura a su pareja mientras lo abrazaba, Aioros asiente con la cabeza sin mirarlo a los ojos, sin embargo, las cosas no quedarían para mal sino tendrían otro tipo de color, ni con colores del amor y ni con los colores del resentimiento. – Entonces quedaría escuchar la visión buena – Dijo sin más, sabiendo que al mismo tiempo sus miradas se encontraron, pero la sonrisa pícara de Aioros le indico que no la escucharía por esa vez.

------- /////// -------

Cada paso que daba era una reflexión distinta, cada recuerdo que se plasmaba en su mente era otra reflexión, cada sentimiento que florecía en su interior y en su mente también era otra reflexión. En otras palabras, era un simple muchachito sin carencia de sentimiento o emoción, era hueco como un árbol, frio como los mismos desiertos del norte y del sur, y vacío como el mismo espacio.

En eso alza su mirada cuando se percata de un auto azul, lo reconocía, camino pausadamente y a medida que avanzaba sus ojos le mostraban las figuras de sus mejores amigos, siendo acompañados por los otros mejores amigos de aquella persona que no alcanzaba reconocer como su otra mitad. Sin dudarlo más, se adentró al local, con la esperanza de abandonar sus pensamientos por un largo rato y pasar tiempo con sus mejores amigos.

Los cuatro se la pasaban de bomba, charlando entre ellos, sacándose las dudas, todo por el bienestar de ellos o para el futuro. Las bromas eran constantes entre Aioria y Deathmask, los dos parecían estar molestándose uno al otro, arrancando una risa por vez aquellos dos chicos que consideraban sus amores eternos.

 

Hasta que algo los sorprendió, Aioria no podía dejar de observar a la figura de su otro mejor amigo, aquel sin carente de sentimientos, aquel personaje que consideraba sin el menor sentido del humor – “Milo” – Fue el nombre que cruzo por su mente, cruza mirada con Death y nota que él también estaba en la misma sintonía que él.

 

Por otra parte, Shaka observa a Milo con su rostro tranquilo pero lo analizaba con mucho detenimiento – “¿Acaso pretende arruinar la felicidad de otros con su aura negativa?” Idiota – Esto último lo susurra desviando su mirada hacia otro lado, al escuchar aquel susurro Milo se da cuenta de ello, pero al mirar de reojo hacia Aioria, quien prácticamente sudaba frio al sentir su mirada encima de él

 

En cambio, Afrodita parecía estar algo nervioso con la presencia de la persona más gélida de su salón, no le caía bien Milo, pero lo respetaba como cualquier otra persona – Parece que todos necesitamos de unas vacaciones para asimilar todo lo que está ocurriendo – Dice esta frase mientras se llevaba a la boca unas patatas fritas, ahora era turno de Death de sufrir la mirada gélida de Milo, prácticamente no sabían los dos donde meterse.

 

- ¿A qué se debe esta reunión? – Pregunto sin más Milo, haciendo que las dos parejas se giraran para posar sus miradas en él.

 

- Se debe a algo que tú nunca lograras encontrar, por mal agradecido – Respondió Afrodita manteniendo un semblante altanero, detestaba mostrarse así, pero lo que más  desaprobaba era que otros interrumpieran su cita.

 

Milo dejo salir un bufido mientras posaba su mirada en Afrodita, aquel chico no parecía entenderlo – Yo ¿Un mal agradecido? – Le volvió a interrogar, pero el peli celeste no se dejó intimidar por la mirada gélida que le estaba dedicando el de cabellos rubios.

 

- Todos piensas que eres un mal agradecido, una persona prácticamente sin sentimientos, alguien que no comprende a otros y menos a sí mismo, alguien que se aferra al pasado hasta el punto de autodestruirse – Milo se pone de pie, golpeando la mesa con sus manos, ya se estaba impacientando con las duras palabras que le estaban diciendo aquellos dos. Aioria al ver la reacción de su mejor amigo, era algo que nunca él o Death hayan logrado, lo habrán intentado muchas veces, pero el resultado era innegable.

 

- ¿Qué demonios tratas de decir con eso? – Esta vez la pregunta fue para Shaka, quien prácticamente se acurrucaba al lado de Aioria, demostrándole a Milo lo que pretendía decirle con un simple gesto.

 

- Que yo sé todo lo que tu sufriste, y te entiendo a la perfección – El rostro de Milo se suavizo hasta el punto de mostrarse desalmado, Aioria estaba asombrado, Death no le cabía duda que su amigo estaba en un estado tranquilo.

 

Por otro lado, Afrodita esboza una sonrisa triunfante, lo habían conseguido lo que pocos hicieron, hacer de un tempano de hielo a un simple manantial – Acá todos te entendemos Milo, puede que algunos te odien, pero si no empiezas por cambiar tu actitud así nunca lograras hacer que el alma de la persona que tanto amaste descanse en paz, terminaras por volverte loco, y eso debes tenerlo en cuenta siempre – Afrodita agacha la cabeza haciendo referencia que estaba un poco dolido, no le cabía la menor duda, Milo había sufrido muchísimo tiempo, todo por la presuntuosa muerte de cierto jovencito.

 

- Yo… yo… - No se aguantó más las ganas y rompió a llorar, eran las últimas lagrimas que derramaría, era la última vez que pensaría en su amor, aquella persona que le costó meses en cautivar, quería estar con ella, pero el destino se la arrebato de sus manos. Aioria y Deathmask dejaron salir un suspiro triste, se acerca a su mejor amigo, para así abrazarlo, debían apoyarlo en todo, eran amigos desde muy pequeños – Aioria – Milo alza su rostro y se limpia el camino que hicieron sus lágrimas por sus mejillas, para después observar a su mejor amigo – Lo siento mucho si te trate mal, creo que fui al extremo con mis regaños – El de cabellos castaños esbozo una cálida sonrisa, para después hacer un gesto con la cabeza indicando que aceptaba las disculpas – Death – Milo se gira para así abrazar a su mejor amigo, al que siempre escuchaba, al que admiraba por ser la mejor persona – Lo siento mucho, sé que no hay palabras para disculparme, pero prometo escucharte a partir de ahora – Death corresponde el abrazo mientras le daba golpecitos en la espalda a su mejor amigo, estaba bien con esas disculpas.

 

Afrodita estaba algo contento al ver que su cometido había funcionado correctamente, Shaka también lo estaba pero debían proceder con el plan. Ambos observaban al trio quienes ya parecían estar en paz, en la mesa se podía aspirar el aire a uno más estable y no como lo estaba hace unos minutos atrás.

 

- Ahora que todos estamos en armonía, será mejor que integremos al  grupo de Camus para así todos ayudarnos, ¿Qué piensas Milo? – Pregunto Deathmask con mucho entusiasmo, pero Shaka y Afrodita intercambiaron miradas al tener en mente la opinión de Mu, sin embargo, optaron no darle mucha vuelta a ese tema, porque después lo hablarían.

 

- Por mí no hay problema, ya que veo que ustedes dos aprovecharon en desembuchar muchísima información a sus amorcitos – Aioria y Death pusieron sus ojos en blanco, estaban desnudos ante la atenta mirada de Milo. No obstante, Afrodita comenzó a reír al ver como estaba Death, también Shaka rio, pero opto por ser discreto.

 

- ¡¿Cómo te diste cuenta?! – Le preguntaron al mismo tiempo y a todo pulmón, provocando que todos en el restaurante de comida rápida rieran ante la graciosa escena.

 

- “Creo que era demasiado obvio ¿No creen?” – Milo se llevó la mano derecha a la boca, para privarse de reír ante lo gracioso que era la situación.

------- /////// -------

Recorría uno de los pasillos de aquella enorme mansión, que ahora funcionaba como el museo del pueblo. Albafica parecía estar atormentado con sus pensamientos, no dejaba de gritarse a sí mismo lo sucio que era, mato a su único amigo, abandono a la persona que tanto amaba por un simple capricho de su actual pareja, se dejó de hablar con su padre que tanto amaba y respetaba, todo eso por ser alguien tan ingenuo y poco astuto.

En eso llega a la puerta donde adentro estaría el prisionero, no deseaba verlo en malas pintas, lo ayudo a bañarse y sin que este lo descubriera, todas horas a escondidas de los tres monstruos, le llevaba comida, le cambiaba de ropas, hasta le cantaba para que este se tranquilice, pero obtenía lo opuesto. Abre la puerta, para así ingresar al cuarto, pudo apreciar que arriba del lecho estaba hecho una bolita aquella persona que poco a poco la estaba estimando, se acerca con la bandeja con comida, pretendía sacarle las vendas por unos escasos minutos, estaba él y Camus solos en la mansión Monthay, ninguno de los otros tres estaban, dado que su deber era vigilarlo, y algo sencillo.

 

- Espero que te encuentres bien, porque sería malo que volvieras a tener un ataque de asma por culpa de esos tres – Hablo con suavidad Albafica mientras dejaba la bandeja en una punta de la cama, su mirada tan melancólica pudo apreciar las manchas de sangre que estaban en las sabanas de seda, veía todo el cuerpo lastimado de Camus Afrontes, no podía creerlo, en su interior estaba floreciendo odio hacia aquellos tres degenerados y psicópatas, pero debía mantenerse al margen de todo.

 

- ¿Por qué siempre me traes comida? – Le pregunto con muchísima confianza, pero en su tono de voz se notaba que estaba muy asustado, deseaba marcharse, estar en su casa, con su familia, y no estar en aquel siniestro lugar con aquellas tres personas que le estaban lastimando.

 

- Lo hago porque quiero redimirme, por lo que te hecho en el paso y por lo que te hecho hace unos meses atrás – Le respondió con mucho pesar, toma asiento en la cama y trata de extender su brazo para tocarlo, pero en modo instintivo Camus se alejó un poco de él – “Parece que esto no acabara aquí, de seguro que lo continuaran torturando hasta que Radamanthys decida asesinarlo una vez más. Todo por lo que sucedió en el pasado” – Se aleja de Camus para darle espacio, ver si por si solo le agarra confianza, trata de observar hacía otro lado, pero en ese mismo instante siente como alguien le abraza por detrás.

 

- ¿Me puedo sacar la venda de mis ojos? – Albafica esboza una cálida sonrisa para después voltearse y ser él quien le saque las vendas. Camus siente como poco a poco la claridad vuelve a su mirada, hasta que se topa con el rostro de Albafica, se asombra por lo que estaba viendo, no podía procesar lo que estaba ocurriendo esos momentos - ¿Qué haces tú aquí? – Pregunto Camus en un tono amargo, pero Albafica le hace una seña de que coma la comida y que guarde silencio.

 

- Camus, esta será la última vez que te ayude, puede que las cosas se tornen más terroríficas, te entiendo a la perfección de cómo te sientes, pero pronto alguien te podrá sacar de aquí y ese no seré yo, sino otra persona – Albafica le vuelve a colocar las vendas en los ojos, lo ayuda a comer, y después se retira de la habitación dejando a un Camus bastante confundido.

------- /////// -------

 

Ya todos parecían estar en buenos términos, Aioria y Deathmask no paraban de darle justificaciones sin sentido, provocando que Milo volviera tener su semblante terrorífico. Al apreciar todo aquello, Shaka y Afrodita parecían no comprender los motivos de tener a tres vampiros poco maduros, pero si con muchas experiencias de vida y en su mayoría todas monótonas.

 

- Parece ser que los tres no dejan de hablar sobre cosas tontas e inciertas – Dijo Shaka a su mejor amigo quien manoteaba una papa frita del plato de su cita, sin embargo, no sabían el motivo de la reunión y por qué Milo se sumó al encuentro.

 

- Déjalos, total nosotros ya sabemos porque Milo anda disculpados con estos perdedores – los dos sientes que el trio de vampiros dejaron de hablar, Aioria le fulmina con su mirada al de cabellos celestes y Deathmask lo mira con el desconcierto tatuado en su rostro, sin embargo, Milo trataba de oprimir las ganas de reír ante las palabras dichas por Afrodita.

 

- ¿Por qué demonios nos llamas perdedores? – Le cuestiono Aioria al borde de perder la paciencia, pero Shaka lo toma de la mana y le transmite con su mirada tranquilidad, por otra parte, el castaño no sabía cómo emplear aquel sentimiento que le transmitía su novio.

 

-  Eso lo que son, dado que si usaran un poco la cabeza y dijeran el porque nos reunimos aquí, nos harían un gran favor a nosotros dos – Al terminar cruza mirada con su amigo, para posteriormente los dos ponerse de pie e irse de allí.

 

- Si nos disculpan, nos retiramos – Dijo sin más Shaka, para posteriormente los dos irse del restaurante, dejando a sus citas con la palabra en la boca.

 

- Parece ser que las cosas están dichas – Comento Milo haciendo que sus mejores amigos le fulminaran con sus miradas, pero el deja salir un bostezo y los mira con indiferencia – Ustedes dos son vampiros, tienen la habilidad de leer las mentes de los demás pero no los usan con ellos dos – Aioria y Deathmask cruzan miradas de desconcierto, para después prestarle atención a su amigo – Pero yo si pude leer sus pensamientos, Shaka estaba por proponernos que busquemos las posibilidades de donde podría estar Camus, pero en mi caso yo no sé nada de ese niñito – El de cabellos castaños esboza una sonrisa divertido al escuchar aquello.

 

- Ay Milo, parece ser que poco a poco te estas volviendo a interesar en otra persona que no sea tu difunto ex prometido – El heleno lo fulmina con la mirada, pero Aioria no se deja dominar, porque estaban consiente de que su mejor amigo logro superar su perdida pero no quita la incomodidad que le provoca al escucharlos mencionar su nombre – No obstante, mi ahora novio, ya me lo había expuesto la noche anterior, dado que estuve chateando con el dos horas enteras – Saca su teléfono móvil de última generación, para así abrir la aplicación y enseñarles a sus amigos la conversación.

 

Todo parecía encajar, el plan ya estaba estipulado y la reunión que deseaban tener ya se había dado, pero aquel par de amigos, parecían tener otros motivos para moverse sobre sus creencias. Sin embargo, Milo parecía estar impaciente en poder encontrar respuestas certeras, no quería arruinar la felicidad de su hermano junto a Degel, sabía que la vida de su familia dependía de una sola decisión, y era la de él.

(Ending – Apology de IKON)

Notas finales:

Espero que les haya gustado y nos leemos en el próximo capitulo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).