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Order Vampire por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí les traigo el capitulo más esperado de todos, espero que lo disfruten muchisimo.


 


Antes de comenzar a leer este capitulo, les invito a leer Me quieres... o No me quieres, Order Vampire "The Angel of the Night" y Es un ADIOS o un TALVEZ. para que esten al tanto de todo lo que ocurrira apartir de este capitulo en adelante.

Al verlos salir de aquel Museo, todo el mundo comenzó a gritar, algunos del miedo y el pavor al ver ambos jóvenes llenos de sangre, otros lloraban a los gritos por estar pensando que le ocurrió al joven que fue secuestrado y los más conocidos trataban de contener la rabia al ver que ni los malhechores salían de allí dentro.

 

Kardia acompaña a su novio y suegro hasta donde estaba Milo cargando con Camus, la mayoría no podían creer en las condiciones que estaba el más joven – Es mejor muchacho que lleves a tu amigo a la camilla – Sugirió el policía de turno a un Milo que parecía estar ido ante sus pensamientos vagos y de una manera reciproca comenzó avanzar hasta la ambulancia.

 

(Opening - Voodoo Doll de VIXX)

 

- ¡Camus! – Lo llama Degel en un tono melancólico, verlo en ese estado lo ha desconcertado más, flaco, con ojeras, usando una camisa blanca completamente manchada de sangre y lo llamativo de todo eso era que reaccionaba al llamado.

 

- Señores ¿quién se subirá al transporte en compañía del chico por si despierta? – Pregunto el bombero a los adultos, Kardia le hace una seña a su novio para que deje subir a su padre quien no dudo en hacerlo, pero al tratar de manotear a su hermano, nota que este depositaba el cuerpo en la camilla y tomando su mano lo acompaña hasta subirlo en la ambulancia – Eso son todos, ¡Vayan despejando que la ambulancia parte al hospital! – Hizo saber el bombero a toda la multitud que estaba perturbada al ver todo el movimiento de las autoridades, los policías entrando al museo armados, los bomberos buscaban indició de incendio o lo que fuese que haya dentro.

 

- Espero que mi padre no mate en el proceso a tu hermano, amor – Especula Degel mientras es guiado por su novio hasta el coche, dado que todos sus amigos hicieron lo mismo y se encaminaron hacia el hospital, para así apoyar a la familia.

 

- Milo sabrá como endulzarle los oídos y puede que de algo le sirvió ser novio de un noble francés – Le comenta logrando que su amado le sonriera muy contento al escuchar aquello, ambos abrazados se suben al coche del peli-azul – “Como también espero no enterarme lo que haya ocurrido allí dentro” – Piensa para sí mismo al estar observando la mansión Monthay, algo extraño estaba ocurriendo en esa casa, más cuando sintió la misma sensación que hace tres años y medio le paso. No le dio más vuelta a su suposición y se subió al vehículo, para así los dos encaminarse hacia el hospital.

------- /////// -------

Shura ya no sabía cómo contener a su prometido, parecía estar al borde de la locura, dado que no dejaba de murmurarle que su visión se cumplió y rezaba a todos los dioses existentes del mundo para que Milo y Camus no les sucediera nada malo. Prácticamente, estando los cinco en el coche blindado de la familia León era un martirio, dado que Shaka estaba solo y Aioria no aparecía por ningún lado, cuando de más, Regulus no dejaba de reírse y tontear con su celular.

 

- Espero que Camus este bien – Murmuro tristemente Shaka, le dolía ver como su mejor amigo era cargado por Milo, los dos con malas pintas y lo más notorio de todo eso era apreciar la mirada ausente del menor de los Diamantidis.

 

Aioros se pasa al otro asiento para estar al lado de su cuñado, lo entendía perfectamente, pero sabía que en un momento como ese es mejor apoyarse mutuamente y a la familia Afrontes – Él es un chico fuerte, tiene a Milo que lo apoyara como también tiene a una gran familia que le brinda un amor incondicional y los tiene también a nosotros que somos sus amigos – Shaka se gira para así dejarse abrazar por el hermano mayor de su novio, él tenía mucha razón, en un momento como ese todos deberían estar unidos por una buena causa.

 

- No siempre puede ser así y menos si la Orden vampírica está al tanto de esta situación, donde se involucra a vampiros nobles y a un mísero humano – Comento Regulus, provocando que su tio Sysipho lo mirara de mala manera atraves del retrovisor, en cambio, Shaka aprovecho de mostrarse solemne y decidido a poner en su lugar a ese divito malcriado.

 

- Mira quien habla, alguien que le va por detrás a un canalla como Radamanthys y como también estar encubriendo ese crimen – El menor de los León dejo su celular a un lado, no podía aguantar aquella tontería que acababa de oír y más teniendo las miradas de todos sus familiares puestos en su persona.

 

- Retráctate o lo pagaras muy caro – Le espeta en un tono carente de furia contenida e indignación ante lo que estaba ocurriendo entre unas paredes muy pequeñas.

 

- No pienso retractarme a algo que si tengo pruebas con las que demostrar la veracidad de mis palabras – Esboza una sonrisa malvada, su ceño estaba fruncido y su mirada celeste cambio a una carmesí, para después lanzarse contra su cuñado quien estaba aterrorizado al verlo en ese estado.

 

- Cierra la maldita boca y ni se te ocurra comentar esto lo que sucede aquí dentro a nadie, porque estoy muy seguro de que soy capaz de borrarte de la faz de la tierra – Aquella amenaza lo helo por completo, trataba de buscar apoyo por parte de Shura o de Aioros, pero estos dos estaban shockeados al apreciar aquella escena. Regulus lo suelta, para posteriormente calmarse y descansar, porque no deseaba armar un escándalo y convertirse en el malo de la película.

 

- “Qué… Q… ¿Qué acaba de ocurrir?” – Shaka pasa saliva y traga grueso al sentirse por demás intimidado, jamás vio a un vampiro enojado tan de cerca, ahora lamentaba al atreverse enfrentar a la peor diva del colegio, porque casi la mayoría de los que se metían con Regulus y su grupito de amigos era cavarse la tumba de uno mismo.

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Al ver que todos los vehículos de las personas se hayan retirado, únicamente eran ellos dos los que faltaban por desplazarse, sin embargo, tenían que cumplir con su parte de la misión.

 

- Es mejor entrar encapuchados y utilizar guantes para no levantar sospechas – Recomendó Deathmask a un Aioria que asentía, le entrega el par de guantes negros para ocultar sus huellas dactilares.

 

- No debemos atrasarnos más y entremos enseguida – Deathmask asiente, los dos se colocan las capuchas y se suben las cremalleras de sus respectivas camperas.

 

Ingresaron por la puerta trasera de la mansión, los dos ya se conocían todos los atajos de esa casa y como también la ubicación de cada habitación de esta. Trataron de esquivar como podían de los oficiales de policía que parecían estar investigando y allanando las zonas donde supuestamente se dio el enfrentamiento o lo que fueses.

En cambio, al revisar la zona donde ya fue registrada por un detective y dos policías, encontraron un gran rastro de sangre. Aioria se asombra al percibir con su olfato el olor algo pudriéndose, no le agradaba para nada y más cuando un puñado de policías lo alumbraron.

 

- ¡¿Quién anda ahí?! – Se hizo escuchar uno de los cinco policías que lo alumbraban, esboza una sonrisa malévola, deseaba divertirse un poquito esa noche y sin tratar de llamar la atención, porque no deseaba estar tras los barrotes por un caso que él era libre de culpas.

 

- Shh, bajen un poco el volumen desquiciados uniformados, es mejor que se retiren y apaguen las luces, hagan de cuenta que nada extraño ocurrió por esta zona – Hablo Aioria en un tono grave y carente de un aire fúnebre, causo miedo en aquellos inocentes humanos que parecían estar temblando, hasta que, sin previo aviso, estos profesionales soltaron sus armas, se dieron media vuelta y caminaron en completo silencio hacia la salida del edificio. El castaño se sacó la capucha y feliz de haberse divertido con aquella escena, prosiguió por manotear un arma de fuego y llevársela a su colección. Sin embargo, Deathmask le propino un certero golpe en la cabeza - ¡¿Por qué demonios me pegas?! – Le grita mientras se da la vuelta y se encuentra con la mirada más aterradora de su mejor amigo.

 

- Deja de estar payaseando y ven, que ya encontré a Aiacos – Aioria entrecierra sus ojos y hace un puchero, no le agradaba para nada esa faceta de incorregible y rebelde de Deathmask.

 

- Esta bien, está bien, como tú digas – Le responde para así los dos ir hasta donde supuestamente Deathmask encontró a Aiacos. Al llegar Aioria no podía creer que ese bastardo seguía con vida y con una gran herida en su hombro - ¿Lo noqueamos o lo llevamos amordazado y encadenado? – Pregunto sin escrúpulos mientras veía como su amigo le aplicaba un medicamento liquido en el hombro del enemigo, era algo inimaginable, pero siempre habrá alguien tan bondadoso como lo es Deathmask.

 

- Con esto sobrevivirás y no creo que llegues a vivir a partir de estos momentos – Aiacos alza su mirada hacia el menor de los Doría, quien lo observaba con el ceño fruncido, lo entendía perfectamente, ya estaba condenado al sufrimiento eterno por lo que ocurrió hace unos minutos atrás.

 

- Bien, es mejor llevarlo cargado hasta el coche e ir directos al rancho – Deathmask asiente y los dos comenzaron atar de manos y pies a un mal herido Aiacos, porque debían asegurarse de que este no intentara escaparse.

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El silencio se había instaurado dentro de la ambulancia, el paramédico había conectado a Camus a la máquina de respiración artificial, como también colocándole otras cosas más, hasta que les dijo si reaccionaba trataran de calmarlo y decirle que ya estaban por llegar al hospital.

Krest no dejaba de observar al hermano más pequeño de su “yerno”, podía notar que ese chico era totalmente distinto a su hermano, era muy clara la diferencia de edad y más cuando una persona inteligente como él notase que también es un vampiro. Quita su mirada en ese muchachito para así acariciar el rostro pálido de su sobrino, ya lo tenía en sus brazos, aquel pequeño niño de cinco añitos que perdió a sus padres en un accidente de tránsito; maldecía esa horrorosa restricción del estado de París quitarle la custodia de su sobrino e ingresarlo a un orfanato clandestino, esos lugares donde los niños no eran felices como deberían serlo, ubicados en los barrios más pobres de una enorme ciudad como lo es París. Pero todo eso ya había acabado, ya lo tenía debajo de sus alas y su hijo parecía estar muy contento al saber que por fin tendría a su primito como su hermanito, eso era lo que le conmovía muchísimo, su familia por fin estaba unida de nuevo.

 

- ¿Usted es doctor? – Aquella pregunta le llamo la atención, toma la mano de su sobrino y posa su mirada castaña en aquel muchacho que rescato muy valientemente a su amado sobrino.

 

- Si, es cierto, era doctor hace unos meses atrás – Al escuchar aquella respuesta, Milo se sorprendió muchísimo, más sabiendo que Krest Afrontes era un médico distinguido en toda Francia y en Estados Unidos, y ahora saber que ya no lo era.

 

- “¿Por qué dice algo así en un momento como este? ¿Acaso?” Lo siento mucho por hacer una pregunta innecesaria – Krest comienza a reír y niega al saber que ese muchachito era bastante ingenuo. Milo agacha su mirada y sonríe tristemente, no sin antes percatarse que su mano era tomada por otra, desvía un poco la mirada para notar que Camus estaba recobrando la conciencia, pero antes debía evadir a Krest para así hablar los dos un poquito a solas.

 

- No hace falta que te disculpes muchacho, todos los jóvenes como tu tienen curiosidad ante su entorno “No como tu hermano que no me dio una buena impresión” – Su mirada se torna sombría al recordar aquella noche donde su hijo le presento a su novio, o la otra cuando su hijo y en compañía de ese gorila le contaron de que Degel estaba embarazado. Deja salir un suspiro, cierra unos minutos los ojos para serenar sus pensamientos, porque no podía comparar a ese joven tan educado con su hermano, lo notaba, los dos eran muy distintos en todo sentido.

 

Milo pestañea y observa atónito al no comprender lo que estaba escuchando, podía presentir que Krest hablaba con muchas referencias a su hermano y eso le podía molestar un poquito – Lo noto muy cansado, señor Afrontes, ya es de noche, mientras que usted descansa y si me lo permite, cuidare de su sobrino y le prometo que le avisare cuando despierte – Krest abre sus ojos sorprendido al escuchar aquellas palabras y más aun no tanto que ese jovencito era muy perceptivo ante todo. Le dedica una cálida sonrisa, se dio por vencido sin haber luchado aun, porque estar pocos días sin dormir y menos saber que su sobrino estaba desaparecido, eso fue un golpe muy duro y ahora lo tenía ahí a su lado, completamente destrozado y mal herido, de eso no le cabía ninguna menor duda.

 

- Esta bien, tratare de dormir un poco entonces – Así lo hizo, se acomodó en su asiento, cerro sus ojos y poco a poco su respiración se volvía pausada, quedándose así dormido.

 

Al momento, Camus abrió los ojos un poco aturdido y mareado, su vista se tornó borrosa por unos segundos, gira un poco su rostro hacia su lado derecho encontrándose a Milo, que parecía estar feliz con verlo despierto – Milo – Esas fueron sus primeras palabras, el menor de los Diamantidis reacciono ante el llamado con depositarle unas suaves cariseas en el cabello del muchacho - ¿Dónde estoy? – Una pregunta más, no comprendía su entorno, sentía la fatiga dominarlo por completo, le costaba muchísimo mantenerse con aire y podía sentir la calidez de la mano que le sujetaba.

 

- Camus, habla menos, estas en una ambulancia y dentro de poco llegaremos al hospital para que te hagan chequeos y que la policía tome tus testimonios – El menor de los Afrontes cierra sus ojos y sonríe amargamente, aquello era muy vergonzoso y humillante, eran tantas las emociones que no se contuvo más, rompiendo así en un llanto silencioso. Milo lo observaba con neutralidad, por muy dentro de su ser, podía decirse que estaba muy lastimado y sentía la humillación transmitida por ese lazo que logro hacer con Camus.

 

- No quiero vivir más… ¿Porque me tiene que pasar esto a mí?... Yo no les hice nada… - Escucharlo decir aquellas cosas dolorosas y egoístas lo hacía sentir enojado, de nuevo su mala actitud se reaparece y más sabiendo que Camus parecía estar diciéndole lo que le sucedió – Me da muchísimo miedo poner a mi tio y a mi primo en peligro… Son capaces de hacer un montón de cosas muy crueles… No quiero más sufrimiento… No quiero vivir más, ya no… ya no más… ya no más, no quiero sufrir más Milo – En eso el paramédico se pasó a donde estaban para así chequear a Camus, el joven no dejaba de llorar a moco tendido, Milo aprieta la mano de Camus logrando que este lo mirase con lágrimas en sus ojos.

 

- Tu vivirás, no sirve de nada lamentarse por algo que ya paso – Camus no entendía nada, recordaba poco de lo que sucedió antes de su desaparición y que lo torturasen de las miles de maneras posibles, pero había algo que le hacía sentir confianza en Milo – y yo siempre estaré ahí para lo que me necesites y evitare que ese momento nunca llegue, porque Degel ha sufrido muchísimo, tus amigos estaban fuera de contexto y tu tio que está aquí a tu lado, tuvo que sacrificar muchas cosas por estar aquí y proteger a su sobrino – El paramédico al escuchar la conversación quedo impresionado ante la fuerza de voluntad y protección que le estaba dando ese joven al paciente, era algo que no todos los días se ve. Sin embargo, decidió darles espacio y procurar la última miradita al monitor de los puntos vitales del chico.

 

- Milo… ¿Puedes acercarte un poco? – El chico de cabellos rubios lo observa estoico al ver aquella sonrisa, algo raro estaba ocurriendo y le asustaba la idea de que haya salido afectado por demás de allí dentro, sin dudarlo, trago grueso y pasa saliva, para así acercar su odio a los labios de un Camus bastante contento – Cuando estuve secuestrado, al último momento, revise en un ropero que había en la habitación donde me allanaron y lo que encontré fue esta carta – Al escuchar aquellas palabras claves, su mirada celeste se tornaron carmesí, amargas lágrimas salían de sus ojos y recuerda aquellas palabras que lo marcaron por completo.

---- Flashback ----

- ¿Camus? – Se pone de pie, comienza avanzar hasta el cuerpo que parecía estar acostado en una camilla de hospital, trataba de fijar su mirada en el muchacho que poco a poco estaba empezando a sentir cosas y esos sentimientos hacía él, los nervios que sintió cuando lo rescato, deseaba recordar que sucedió antes de verse envuelto en todo ese misterio.

 

Notaba que la luz que le iluminaba en los ojos le molestaba, pero tratando de tocar aquel joven que poco a poco sentía algo y percatarse de que algo le obstruía. Abre sus ojos enormemente al ver que un joven de cabello largo y carmesí, su mirada rojiza como el mismo fuego le destellaba tristeza y a la vez felicidad al verlo, extiende su mano para tocarlo, pero las palabras de este lo detuvieron – Él te ama en el fondo y no dudes en amarlo – Milo estaba por demás embelesado al verlo una vez más, aquel joven de largos cabellos rojos como el fuego mismo, observar aquella mirada carmesí que despedía un aire frio.

 

- No puedo corresponder a eso, yo te amo a ti y solamente a ti – Le refuta, pero el joven Monthay niega con la cabeza al escuchar aquellas palabras poco coherentes.

 

- No te confundas más amor mio, yo te herí, te usé y tu simplemente me perdonas mis pecados – El joven Monthay esconde su mirada debajo de sus largos flequillos, toma la mano de aquel joven y la de su amado, quien parecía estar observándolo muy dolido ante su revelación – Si sigues dudando de mis palabras, aquí mismo está la respuesta, ante todo – Milo enfoca su mirada celeste en un sector del pecho del chico, que debajo de aquella camisa completamente manchada de sangre, emergía una luz rojiza.

 

Fue un instante cuando aquella persona desapareció ante sus ojos, lagrimas brotaban de ellos, era él, estaba seguro de ello, pero ¿Qué quiso decir con eso?, la respuesta la obtendría cuando despertara.

---- End Flashback ----

Camus trata de buscar entre sus ropas aquel sobre con la carta dentro, sin embargo, Krest había despertado y estaba muy contento al ver que su sobrino había reaccionado, pero al acercarse nota que su pequeño Camus sacaba entre su camisa toda manchada de sangre y sucia, un sobre bastante deteriorado a esas alturas – Ten Milo, si dudas al respecto… Ármate de valor, léelo cuando el sol salga y desearía que tu sufrimiento eterno terminase ahora – Milo esconde su mirada debajo de sus largos flequillos, lagrimas rodaban por sus mejillas, toma aquel sobre entre sus manos y en un completo silencio permanece allí petrificado al verse acorralado por esos sentimientos egoístas y tortuosos.

------- /////// -------

Al estacionar la ambulancia frente a la puerta del sector de emergencias, no les quedaba muchísimo tiempo a los paramédicos con el chico, dado que las maquinas dentro del transporte comenzaron a sonar, el chico de unos quince años comenzó a experimentar hiperventilación y los médicos al recibirlo no pudieron calmarlo.

Milo al ver toda esa escena no le quedo de otra que quedarse petrificado a un costado de la puerta de la ambulancia, estaba en shock, con la carta en mano y sin abrir el sobre, su mirada continuaba derramando lágrimas, pero manteniéndola en un punto en específico. Krest salió en compañía de los paramédicos, estaba por demás estresado y parecía estar sufriendo una crisis nerviosa al escuchar toda la información que le estaban dando esos médicos, pero en uno de esos partes, no le agrado mucho la idea, su sobrino debía pasar por un gran procedimiento de estudios y más cosas aún.

Cuando todos los vehículos se estacionaron, prácticamente todos fueron donde la ambulancia se estaciono. Kardia en compañía de Degel, fueron hasta donde esta Milo, verlo los alarmo muchísimo, en cambio, el mayor de los Diamantidis se aterroriza al ver en la mano derecha de su hermanito otro sobre.

- Ven Milo, vayamos a esperar a mi primo en la sala de espera – Le decía entre penurias Degel a su cuñado, quien automáticamente se dejó guiar por él hasta la sala de espera.

 

Kardia parecía estar delirando entre sus pensamientos, sacando conclusiones, esquematizándose escenas en donde su hermanito obtenía ese sobre. Aprieta sus puños de la furia, su mirada la oculta entre sus flequillos azules, aprieta mucho su mandíbula ante la rabia que sentía en ese momento – “Milo… ¡Maldito!... ¡Maldito bastardo!... Cuando lo encuentre lo asesinare con mis propias manos” – Estaba por demás ido, hasta que siente una mano transmitiéndole paz, conocía aquella mano, regresa a la normalidad y se voltea para encontrarse con Saga, pero había otro detalle, Manigoldo entro apresurado a emergencia teniendo en brazos a un Albafica desmayado.

 

- Es mejor ir dentro y hablar con tranquilidad – Le hablo el gemelo menor, Kardia asiente sin más, podía sentir la atmosfera agria y sin paz que había entre los gemelos Stoltidis.

 

Todos ingresaron al hospital, incluyendo a Aioria que estaba en compañía de su novio, que parecía estar llorando en silencio, y Deathmask que abrazaba por detrás a un Afrodita que no dejaba de observar serio la situación. Prácticamente las cosas en su grupo de amigos cambiaria para bien, sabiendo que ahora no había ningún peligro aparente.

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Los médicos no comprendían la magnitud de la conmoción que había, las enfermeras trataban en lo posible de apaciguar la angustian en los menores. Sin embargo, la puerta del cuarto donde estaba el joven en cuestión salió dos personas, el Dr. García con su hija la Dra. Seraphina, ambos adultos parecían observar la situación en todo el pasillo.

 

- Veo que el joven Camus tiene mucho amor en momentos como estos, eso me alegra muchísimo la existencia, sin embargo – Hace una pausa la hermosa mujer de largos cabellos platinados y mirada celeste cristalina, podía apreciar con sus ojos el rostro descompuesto de Milo, prácticamente podía decir que no le hacia ninguna gracia su forma muy ambigua de hablar con respecto a ese muchachito – “Si me escuchas Milo, alza tu rostro y mira a mi padre” – Al transmitirle ese pensamiento con telepatía, logra que el joven vampiro alzara su rostro para mirar a su hermano y su cuñado.

 

- Gracias Seraphina – La mujer desaparece del lugar dejando a todos con la intriga, pero la familia Afrontes no parecía estar apta para la espera en esos momentos – No quiero ser cruel con usted y su hijo – Guio su mirada a su pupilo que parecía estar un tanto inquieto ante el suspenso que colocaba ese médico, por lo tanto, García prosiguió por darles el informe que tiene el pequeño Afrontes – me encantaría que los presentes se retiraran por estos minutos, los que podrían quedarse son los más cercanos a ellos – Todos se miraron entre ellos, Aioria tomo a Shaka para así guiarlo hacia la cafetería del hospital, Aioros y Shura se quedaron para apoyar a Degel, Deathmask tomo de la mano a Afrodita quien lo mira sin entender nada y lo saca a tirones de allí, Sysipho y El Cid prefirieron llevarse a Regulus fuera del hospital, porque no deseaban que Kardia lo asesinase por sus comentarios sarcásticos e inhumanos. Al ver que todos los presentes se fueron, los pocos que se quedaron, fueron Aioros, Shura, Saga, Kanon. El médico esboza una amplia sonrisa, era de esperarse y más viendo que su protegido estaba entre el mar de sentimientos – Les seré directos, no me gustaría que sufrieran con mi forma de expresarme, pero en estos momentos el joven Camus está conectado a una máquina de oxígeno, le detectamos una mala formación biológica en su pulmón, donde este órgano no se desarrolló correctamente, por lo tanto, dentro de unas horas será intervenido porque gracias a Dios pudimos encontrar donante – Degel rompió en llanto, su primo seria intervenido en una cirugía bastante larga, más sabiendo que lo más horroroso vendrá – Por otro lado, hay malas noticias con respecto a su integridad humana – Krest alza su rostro, observaba a su ex maestro con un terror tatuado en su rostro, de igual forma estaban los demás – Le hicimos una examinación por petición de la policía, y pudimos gracias a Dios obtener lo que muchos temían – Gira su rostro hacia Milo quien lo observaba con nerviosismo y con lágrimas saliendo de sus ojos – Tiene unas cuantas infecciones en su zona anal, como también obtener muestras de semen de los agresores… “Eso quiere decir que esos tres terminaran llendo delante de la justicia… Pero… ¿Cómo le explico a Krest de que su sobrino tiene o tendrá secuelas en su mente? No puedo asegurarlo todavía” En otras palabras, fue violado más de una ocasión – Degel cae desmayado ante ese detalle, Kardia se alarma muchísimo al lograr atrapar a su pareja antes de que se estrellara contra el suelo.

 

Aioros rompe en llanto, Shura estaba un tanto impactado, pero debía consolar a su prometido. Saga estaba por demás furioso, el mejor amigo de su novio había sido ultrajado hasta más no poder por esas tres escorias, por otra parte, Kanon le da un puñetazo a la pared sin crear un boquete, le era inimaginable el horror que tuvo que pasar ese pobre chico.

 

- Dime que no es mentira… Dime que no lo es… - García gira su rostro hasta donde estaba Krest, no podía entenderlo, lo conocía desde que lo encamino en el mundo de la medicina. Avanza hasta él y no pudo contenerse más, lo abraza delante de todos, esos sentimientos habían muerto con el pasar del tiempo y con la noticia que fue padre primerizo, estaba feliz por sus logros, pero esta vez, debía cumplir con su promesa – Dime que mi sobrino estará bien… que no le hicieron eso… él es chico, no sabe nada de esto… ¿Por qué él y no yo?... “Camus…” – No podía contener más la necesidad de llorar, su sobrino había sido violado, algo que nunca creyó posible y esa pesadilla para cualquiera sucedió.

 

Milo se adentra a la habitación, no quiera ver ese escenario melodramático. Se encierra en ese pequeño y oscuro cuarto, su mirada se torna carmesí iluminando un poco el lugar, dado que la luz de la luna iluminaba con un tenue color rojizo, vaya sorpresa que obtuvo, más cuando sus mejores amigos lograron obtener su presa, su plan ira en marcha, después de que Camus recobrara la conciencia y poder demostrarle lo arrepentido que estaba por serle un mal educado, un chico sin clase y un perro amargado, ya no más, se lo iba a decir hasta con promesas que cumpliría.

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La mayoría presentaron condolencias a la familia Afrontes, conocidos y amigos, Kardia parecía estar un poco incomodo con la situación, más cuando su hermano se había encerrado en el cuarto del primo de su amado, vaya dolor de cabeza, sin más remedio, tuvo que usar sus poderes para abrir la puerta y encontrarse a su hermano dormido al lado de ese muchachito. Rememorar ese hecho, le pareció un poco precipitado y arriesgado, pero conocía perfectamente a su pequeño hermano y decir que es un imprudente en lo que hace.

 

- Deberías ir a casa Kardia con Degel, ambos necesitan descansar – Aquellas palabras lo hicieron sonreír sarcásticamente, como si le fuera fácil despegar a su novio de aquella silla.

 

- Lo dices con una facilidad Aioros – El mayor de los León no dudo en tomar a su amigo de ambos lados y arrastrarlo hasta donde estaba Degel, Kardia al apreciar el panorama, noto que Degel parecía estar por demás nervioso y aquello no le gusto para nada.

 

- Entonces haz de esposo y ve a llevarlo a un lugar tranquilo, Shura y yo nos quedaremos en el hospital por si ocurre algún cambio o contratiempo con el dulce Camus… ¿Te parece justo? – Al apreciar aquella idea, Kardia no tuvo más remedio que hacer lo que le dijo su amigo, estaba al tanto del mal genio que tenía el castaño mayor cuando no se le tomaba en cuenta.

 

- Tu ganas Aioros – El castaño deja salir una risita contento al lograr que ese gorila tomase a su pareja en brazos, le pareció lindo el cuadro romántico, pero no todo es color de rosas y eso lo pudo comprobar de las miles de formas – No dudas en llamarme si ocurre algo – Aioros asiente ante las palabras de Kardia, para posteriormente apreciar que esos dos por fin irían a descansar como se debe.

 

Shura se acerca a su prometido y depositarle un beso en los labios, podía sentir la consternación que sentía el castaño, lo ama muchísimo, a pesar de los malos ratos y la gran cantidad de tropiezos que tuvieron como pareja – Ven a sentarte amor – Le sugirió el de cabellos cortos y verde oscuro, ambos estaban por sentarse cuando un sonido característico los hizo voltear.

 

Aioros abre sus ojos enormemente al ver de quien se trataba, Shura no sabía que hacer al respecto, porque ver a la ex prometida del castaño los hizo sentir miles de estacas clavárseles en todo el cuerpo - ¿Qué haces aquí Hilda? – Pregunto con nerviosismo y frialdad Aioros al ver a la mujer de largos cabellos platinos, quien los observaba con seriedad y a la vez transmitirle con su mirada perla lo enrabiada que estaba al verlos.

 

- Veo que el mundo es como un pañuelo – Contesto con altanería la mujer aristocrática, sabiendo que los tres parecían entablar una atmosfera por demás incomoda. (*)

(Ending – Apology de IKON)

------- En el próximo capítulo de Orden Vampire -------

(…)

- Puede que en estos días despierte su hijo, Señor Lugonis – Afrodita parecía estar por demás shockeado al ver que su padre le estaba ocultando algo muy grande y más con relación a Albafica.

 

Deathmask no parecía estar al tanto de lo que pasaba alrededor del peli celeste, al rememorar la discusión que tuvieron en la escuela era algo que jamás se perdonaría y más hacerlo llorar de la impotencia.

(…)

Shaka trataba por sus medios no contarle nada a su novio con respecto a lo que le acabaron de hacer Regulus y sus amiguitos, porque aquella jugarreta era por lo que sucedió, si, él había abierto la boca y le conto toda la verdad a Aioria, parece ser que el más chico de los León lo había descubierto de alguna manera – “Entonces ese desgraciado es un mal parido y un mal educado, veo que no soportare más esta humillación” – Se dirigió hasta la oficina del director con el fin de levantar un llamado de atención a Regulus a sus amiguitos, porque volver a ser molestado por brabucones no estaba a su altura.

 

En ese momento, Aioria apreciaba en compañía de su hermanito todo lo que hacía Shaka – Ves hermanito, tu novio planea hacerme expulsar de la escuela y no sé porque se las agarra conmigo, si solamente quiero ser más cercano a él – Le contaba Regulus en un tono infantil y tierno, Aioria no sabía que decir o hacer, conocía las artimañas de su pequeño hermano, pero jamás pudo creer que Shaka fuese esa clase de chico.

(…)

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado muchisimo, dejen Reviews para saber que opinan del capitulo.

 

Aclaración: (*) Próximamente Juego Prohibo.


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