La tención del momento se palpaba claramente, nadie parecia comprender absolutamente nada y los unicos que estaban por demás decididos de aclarar todo no se atrevian a decir una palabra más. Con tan solo observar todo su alrededor le indicaba que el peligro se sentia, más cuando esa mirada ambarina, despidiendole esos sentimientos de repudio, de frialdad absoluta, el sadismo a la hora de hablarle y más con lo brusco cuando le insultaba.
Tirado con su mirada perdida en el frio marmol blanco, su respiración era pausada e intranquila, sus ojos zafiros se aguaban a causa del dolor por no saber que decir al respecto o como detener esas persecuciones en su mente. Muchisimas sombras lo seguian, le insultaban, se burlaban, le incitaban a cometer el peor de los hechos para cualquier adolescentes, hasta que no recistio más y se deja tirar por completo al suelo, asustando en el proceso a Milo, a Alberich y a los demás.
(Opening - Voodoo Doll de VIXX)
Presurosos todos se organizaron para mandar a llamar al director o algun docente para que socorriera a Camus, sabiendo que Milo lo cargo para llevarlo a la enfermeria del instituto, sus dos amigos se habían ido junto a él. Los que salieron de la clase G se marcharon para dejar lo que pretendian hacer e ir directo a la sala de profesores con el fin de llamar al coordinador de la clase E, sin embargo, Alberich se mantenia ahí quieto sin saber que hacer, su mente quedo en un completo estado de shock, hasta que Radamanthys rompe el silencio.
- ¿Eres el bisnieto del anciano fundador de este colegio y de la organización? – Aquella pregunta lo tomo desprevenido, traga grueso dudando si emitir alguna respuesta, su mirada se oculta en sus largos flequillos, su mandivula temblaba del nerviosismo con el simple hecho de recordar a sus antecesores, y sus manos se formaban en puños que eran presionados con una gran fuerza y enterrando en el proceso sus uñas.
- Mi familia no es de su incumbencia, yo estoy en este colegio para tener amigos y no para cumplir alguna misión, por lo tanto, si me permiten tengo que ver a mi compañero – Acto seguido comienza avanzar hacia donde se fueron Milo y sus amigos, no obstante, el brazo deteniendolo le indicaba que volviera a mirarlo.
- Eso quiere decir que tambien eres un caza vampiros como ese chiquillo de cabellos lavandas, je, veo que las cosas no estan por completo perdidas para mi y puedo asegurarte que tu no podras hacer nada, porque tengo información muy valiosa para ti acerca de la muerte de tus padres – Alberich abre sus ojos de la sorpresa al oír aquello, gira su rostro para sentir que esa mirada ambarina parecia transmitirle esa duda que tuvo Milo cuando lo invito a su casa, en cambio, en ese caso era muy particular.
- Tu no eres el que crees ser, menos tus hermanos Minos y Aiacos, los tres son de sangre, pero sus vidas son distintas y eso se esta por demostrar dentro de unos meses, a la misma epoca de este mismo año – Radamanthys le da un empujon a ese chico temblando del terror al oír aquello, jamás en su vida vio a un ser humano comportarse de esa forma tan automatica, Minos también estaba en shock cuando escucha eso y más aun cuando Aiacos estaba desaparecido.
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Cuando llegaron lo primero que hicieron los docentes era que ese muchacho ingresara a al enfermeria para ser atendido como corresponde, Milo desde que salio allí dentro por petición de Orfeo que estaba siendo acompañado por Hasgard y Hades, hasta que Andreas volviera para corroborar que sucedió en los pasillos.
- Nunca espere que Camus se sientiera tan mal con tan solo ver a ese imbecil, no comprendo que le hicieron para que acabara de esa forma – Hablo Milo con un tono de voz ausente y firme, logrando acatar la mirada de sus dos mejores amigos.
- Unos días antes cuando fuimos a hacer hablar a ese perro faldero, ¿no fue información suficiente para saber lo que le hicieron a Camus? – Milo rebusca en su memoria todo lo hablado hace tres días atrás cuando los tres fueron al lugar en donde estaba pricionero Aiacos.
---- Flashback ----
Cuando llegaron al lugar en donde se le mantenia en cautiverio a esa pieza fundamental, los tres se bajaron del coche ya estacionado, sacaron de la parte trasera del vehiculo algunas cosas fundamentales que Milo tanto queria saber de lo ocurrio hace siglos atrás.
- Parece que muy comodo no estas, por lo tanto seria más divertido si me vieras a los ojos, ¿Qué piensas Aiacos? – Le pregunto con un tono sarcastico y de temer, algo que en cierto punto caracterizaba a Milo cuando debia tomar cartas en el asunto.
- ¡VETE AL INFIERNO! – Le gruño cuando los vendajes se les fue retirados, viendo que Aioria sostenia un par de guantes negros, Deathmask traía consigo una concervadora con cosas desconocidas dentro y Milo sostenia en sus manos una fusta, los tres vestian de negro y elegantemente.
- No creo que yo me vaya al infierno, puedo cometer delitos menores y ser un pandillero, pero eso no me convierte de un ascesino y psicopata como tu – Se mantuvo en silencio dudando si responderle o agredirlo por el simple hecho de que estaba secuestrado – Entonces demos por comenzado con esta busqueda de información – Milo le hace una seña a Deathmask para que sacara de la conservadora una botella de vidrio transparente con un contenido que parecia ser más bien un liquado de verduras y algo más.
- Cada mentira que digas beberas de la botella el “nuevo” producto que la familia de Death esta fabricando, y tu serias la perfecta rata de laboratorio – Los tres esbozaron una sonrisa de satisfacción, Aiacos estaba por demás horrorizado con la idea de ser el blanco perfecto para las jugarretas de esos tres.
- Muy bien, entonces me responderas a esta primera pregunta ¿Por qué diablos interfirieron en mi relación con el joven Monthay? ¿Eh? – El de cabellos violetas desvia su mirada hacia otra parte, no queria tocar esa parte de la historia y más cuando las principales victimas eran él y sus hermanos, estaba por demás seguro que ni Milo y nadie podria tomarlo encerio.
- Nunca interferimos en tu relación entre tu y él, porque si no sabes esa parte de la historia sería lo más convincente de que te informaras antes de hacer ese tipo de preguntas. Sabiendo que ese prometido tuyo era una ramera de feria, tu no eras el unico amor para él, sino que tambien busco a Radamanthys, se acosto con él y lo dejo tirado, después Minos, ellos salieron por dos meses a escondidas, repitio lo mismo y lo dejo, después seguiste tu, y yo siempre estuve enamorado de ese niñito mimado, pero abri los ojos tarde cuando ustedes anunciaron su compromiso – Milo estaba dispuesto a golpearlo, pero dentro suyo parecia estarle diciendo que no lo haga, y no se contuvo, porque le propino un gran golpe con la fusta en toda la cara, dejandola marcada en la mejilla izquierda de Aiacos – Sino me crees rebusca en mis recuerdos, tienes el poder para hacerlo, pero de seguro que todavia no lo dominas del todo, ¿No es así Milo? – Lo enfrenta enfocando su mirada en aquellos turquesas que parecian desprender esa ira que ya conocia a la perfección.
- ¡No cambies el tema desgraciado! – Exclamo con autoridad Aioria mientras le propinaba un puñetazo en toda la cara, logrando que ese chico escupiera una gran cantidad de sangre.
- Se que tienes muchisimas dudas al respecto, y tu piensas que nosotros tres lo matamos, pero no es así, dimos la orden de fusilarlo, y el que lo hizo siempre lo tuviste como tu fan numero uno, el que te alababa, el que siempre decia que él era apropiado para estar junto a ti. Ja, menuda diversión para esa triste marioneta, ni amigos tuvo, ni padres, ni nada, Albafica es un pobre diablo que se dejo arrastrar por los cortejos de Minos y convertirse así su saco de boxeo, una almohada que sirve para descargar su ira y rabia con el simple hecho de recordar la frustración que tenia pregnada en su alma y cuerpo – Esta vez fue Deathmask quien le propino una gran cantidad de golpes, Milo lo agarra de los pelos para así entre los tres comenzar a golpearlo y dejarlo ya sin aire.
- Mereces morir maldito bastardo, y no pienso que te victimices porque lo que hiciste con Camus Afrontes es meterce conmigo, y no dejare que le sigan hostigando y arruinarle su felicidad ¡¿Entendiste bien?! – Con cada golpe que le daban era como si sus culpas se expiraban, él también fue partidario de arruinarle la existencia dentro del instituto, un dolor que no podria arrancarlo a menos que la luz del día se muestre ante sus ojos.
---- End Flashback ----
- No importa que Camus era al que se referia, para mi esta vida es un gran tormento con diversos huracanes en sus senderos, y eso no podria justificar mi accionar anterior. Lo trate como uno más de ese mundo que yo consideraba ajeno, ahora lo que podria decir en mi defensa es que también algo florecio en mi interior y no sabria que rotulo colocarle – Aioria esboza una media sonrisa, le parecia ironicas las palabras que decia Milo y más cuando la vida le ponia esas cosas que concidero irreal, el claro ejemplo era que por una vez en su existencia se reencontraba con el amor.
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Le dolia por demás las profundas cortaduras y horifisios que le causaron aquellos tres mal nacidos, cada paso que daba debia arrastrarse como una simple lombriz sobre el fango, al apoyarse de su boca salia más cantidad de sangre y todo a causa de no recibir ayuda aparente. Cuando llega a cierto lugar, se desploma dejandose en el evidencia ante dos personas que pasaban por allí.
- ¡¿Qué le sucede?! – Exclama un hombre de largos cabellos rizados celestes, su mirada azulada se posaba en el cuerpo innerte de aquel muchacho.
El otro individuo lo alza, apoyando su cabeza en su brazo izquierdo y poniendolo boca arriba – Parece recobrar la conciencia – Ambos se asombran cuando aquel joven de cabellos rizados y morados despertaba, para así toser con fuerza.
- Quiero por una denuncia hacia mis hermanos – Tose con más fuerza mientras alzaba con temerosidad su mano derecha que es agarrada de inmediato por el otro hombre – Tengo que decirle algo, presidente – El hombre de cabellos celestes frunce el ceño guiando su mirada y cruzarla con la de su otro hermano.
- Esta bien, vamos Hades será mejor atender sus heridas cuando antes – Sentencio ya intuyendo lo que podria haberle sucedido a ese pobre muchacho, lo conocia y jamás penso que llegaria a querer acercarse a ese lugar por el simple hecho de ser enviado por alguien, no obstante, entre los dos lo levantaron para así transportance en un abrir y cerrar de ojos en su oficina.
El lugar era bastante lujubre, varias pinturas adornaban aquella gran sala, en cada cuadro representaba los que pasaron por el puesto de precidentes de la Orden Vampirica, desde un hombre de largos cabellos castaños rojizos y mirada turquesa, hasta el último que paso por ese puesto, aquel hombre era el claro ejemplo del actual regente.
- Listo con estos vendajes y la medicina que no hace mucho mande hacer por cualquier cosa que ocurriese, por lo tanto, quiero que te tranquilices y me digas porque deseas colocar una denuncia hacia tus hermanos – Aiacos guia su mirada hacia el hombre que parecia estarle inyectando una gran dosis de paz y confianza, para después dejarse fluir por sus palabras.
- Quiero pedirle que reabra el caso de la familia Monthay y realice una investigación afondo por el acontecimiento reciente, en el museo podra encontrar las pruebas que les hacia falta hace dos siglos atrás, como también en mi casa, la mansión Abagnali hay más pruebas y en el colegio Everglades. Todas las pruebas suficientes como tambien testigos, victimas, y aliados, todo lo necesario esta allí – El presidente de la Orden abre sus ojos enormemente al escuchar aquello, su hermano y mano derecha no sabia que decir al respecto, porque él siendo coordinador de clase en esa escuela, jamás llego a pensar que haya información tan condundente como para hacer más de una pericia.
- “¡¿QUÉ DEMONIOS ESTA DICIENDO ESTE JOVENCITO?! ¿Acaso me esta demostrando parte de su culpabilidad?” Joven Aiacos, ¿Usted esta tratando de decirme que es uno de los presuntuosos integrantes o el que dio parte de la orden a cometer esos crimenes? – El susodicho sin rechistar y sintiendo el arrepentimiento, asiente ante la clara pregunta. Julian se sienta en su escritorio y manteniene su mirada puesta en la puerta de su despacho, era el claro momento de hacer lo que hace mucho queria realizar.
- Hay más que tengo que decirle y tiene que ver con relación a los atentados contra los tres principales cabecillas de las tres familias nobles, puede que me cueste mi vida en este proceso, pero estoy dispuesto a correr esa clase de peligro – Hades al escuchar aquello no aguanto más la necesidad de salir de la oficina para mandar a llamar a todos los miembros de la Orden Vampirica, dado que su hermano mellizo parecia estar diciendo eso con su semblante sumamente iracundo.
- No te preocupes, apartir de ahora y agradeciendo que te hayas entregado, que tendras inmunidad y estaras bajo tutela de nosotros dos – Dijo estas palabras con una sonrisa ladina, demostrandole a ese pobre chico que solo no caera porque él también sabia perdonar, todo si la otra persona estaba de acuerdo con el castigo que se le imponga.
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Cuando lo mandaron a llamar porque a su sobrino le dio un colapso nervioso su mundo parecia venirle abajo, sabia que su hijo estaba ya en compañía de su primo, era lo mejor que podria pasar y más cuando todo el instituto parecia estar en un completo caos, alumnos fuera de sus salones, los docentes y coordinadores de salón batallando para mantenerlos dentro. La verdad era que todo ese lugar era un completo caos y una persona externa al ambito educativo pordía apreciarlo.
Al dar con la enfermeria podia observar que los amigos de su sobrino estaban muy preocupados y con cruzar su mirada en cada una de esos chicos, podia apreciar la consternación que tenian. La puerta de la enfermeria se abrio dejando mostrar a la enfermera quien le indico con la mirada que ingresara al lugar, al entrar se encuentra con su sobrino aferrado al pecho de su hijo y llorando a todo pulmón, le traía recuerdos muy amargos y más cuando lucho por la custodia de él por muchisimos años.
- Gracias por venir señor Afrontes - Hablo Orfeo como porta voz de ser el coordinador, dado que Andreas anuncio que estaria por un largo rato fuera del colegio, una vez más.
- Ya Camus, todo esta bien, ya saldremos de aquí cuando los pasillos esten vacios – Le decia con una voz tranquilia y amable Degel, no queria mostrarse debil una vez más delante de su primo, lo queria proteger y más cuando él estaba muy traumatizado por lo que tuvo que pasar.
- Pensé que la idea del joven Milo iba a funcionar, pero veo que no fue así – Hablo por fin Krest mientras se acercaba a su sobrino para así acarisearle la cabeza, logrando obtener la atención de él.
- Milo es un gran chico, atento, responsable y solidario, es bueno escuchar que tuvo la intencion de traerlo de nuevo al colegio, pero analizando el estado del muchacho, creo que no fue tan acertada – Se unio a la conversación Hasgard obteniendo la afirmativa de todos los presentes, en ese preciso momento la puerta de la enfermeria se volvio abrir dejando pasar a las maximas autoridades.
- Gracias por venir Krest, como bien aprecio que los profesores se encargaron de darle la explicacion ante su llamado – El hombre asiente a las claras palabras del director, Sage camina hasta Camus quien lo miraba con unas inmensas ganas de llorar – Ya paso todo pequeño Camus, pronto recibiras el tratamiento necesario y seguiras llendo al instituto, no te queda mucho para finalizar la preparatoria y tus notas no deben de bajar, ¿Entiendes? – El chico de cabellos aguamarina asiente con una sonrisa triste, logrando que los docentes presentes se compadecieran por él – Llendo al caso, como bien pudimos apreciar es por lo acontecido y a partir de estos momentos el colegio lamentablemente dara una clara asamblea entre padres, docentes y el centro de estudiantes, para así tomar medidas de seguridad, dado que esto no deberia estar ocurriendo en esta institución, por lo tanto, le sugiero que el joven Camus permanezca en su casa continuando sus clases, pero con el programa de ayuda psicopedaoga en donde se les enviaran docentes capacitados en diversas materias para el muchacho, con finalizar una evaluación de quince días, veremos si continuamos dejando que este joven siga viniendo o simplemente seguir con las clases personalizadas – Krest escucha todo aquello con atención y más asiendo enfasis a lo último, estaba pensando buscar ayuda particular por su cuenta, y agradecia que ese colegio al que manda a su sobrino tenga esa clase de programas y era algo que debia pensarlo con sumo cuidado.
- Es una gran alternativa, también deberiamos coordinar con el psicologo al que asistira Camus a causa de los sucesos que tuvo que pasar, se que será largo el proceso, pero si tenemos el apoyo del colegio, podria conciderar ambas opciones. Sin embargo, tengo que pensarlo – Sage asiente en un completo silencio, hasta que el sonido del timbre anuncio que todos los alumnos debían regresar a sus salones, los docentes que estaban pasaron a retirarse y Degel era el unico que parecia estar batallando con su primo para que lo dejase ir a su trabajo.
- Ya Camus, tengo que regresar a trabajar, no puedo estar siempre conti… - No pudo terminar de hablar hasta que oye a su primo decir cosas que jamás penso que diria, alarmo al director y a su padre, dado que era algo impensado.
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Con el anuncio de que las clases se suspenderian por dos días, eso era motivo de celebración para algunos alumnos, menos para cierto grupo de chicos. Milo estaba a la espera de que Death y Aioria se despieran de sus “parejas” para así los dos salir por ahí como hace mucho tiempo no hacian.
- Ya era hora – Exclamo Milo a modo de sarcasmo, sus dos amigos no parecian estar de buen humor y eso lo podia ver – Veo que hay problemas en el paraíso llamado amor, ¿No es así, para de gavilanes? – sus dos amigos intercambiaron miradas entre ellos para posteriormente fulminarlo con la mirada.
- Y tu pareces estar de buen humor después de dos siglos deprimido – No le gusto para nada ese tipo de comentario por parte de Aioria, se cruza de brazos para posteriormente los tres abordar el auto de Death.
- Eso no justifica nada mi cambio de humor, soy un vampiro como todos y eso no les da el derecho a ustedes dos reclamarme por cosas que ya se veían venir – Le devolvio las palabras causando que los tres estallaran en carcajadas.
- Todos podemos equivocarnos y deprimirnos, pero es la excusa más sencilla de decir, sabiendo que cualquier ser humano se puede equivocar o simplemente comportarse como un cretino o lo que fuese – Milo frunce el ceño no entendiendo el punto de vista de Death y Aioria estaba de la misma forma, hasta que se le ocurrio una gran idea.
- Oye Milo, no nos contaste como te fue la expedicion de la guarida de la orden vampirica, ¿Qué tal el lugar? – El de cabellos rubios alza sus cejas un tanto extrañado ante el repentino cambio de tema, más cuando siente las miradas curiosas de sus amigos.
- No fue la gran cosa, hice lo que me pidio que hiciera Kardia y ni tiempo me dio para escuchar una de las reuniones, por lo tanto, digamos que me da igual – Death deja salir un suspiro resignado y Aioria hace un pucherito infantil, los dos estaban por demás desconformes ante las palabras de su amigo – Pero eso no quita que tengo la curiosidad de saber lo que hablan o dicen, ¿Qué dicen, se apuntan a infiltrarnos al lugar? – El ambiente cambia a uno de felicidad, diversión y emoción, para así los tres al mismo tiempo decir que sí.
Deathmask aprieta el acelerador para así fijar rumbo hasta el sitio que Milo le indicaba, durante el camino no dejaban de comentarse sus vidas privadas, Milo aconsejandoles y ellos dos haciendo lo mismo con su amigo. Prácticamente su amistad se retomo, disfrutando de sus compañias y sobre todo la necesidad de hacer las paces como se deben.
Cuando llegaron, los tres vestian sus ropas elegantes y de vampiros, Milo traga grueso al recordar las malas vibras que despredia ese pequeño recinto – Parece un pequeño ranhito abandonado, ¿Estas seguro que es aquí? – El menor de los Diamatidis asiente con temor, los tres intercambian miradas para así comenzar avanzar hasta la entrada.
Al llegar notan que parecia ingresar Kardia tuvieron la oportunidad de filtrarse con mucha facilidad, cuando ingresan, no dejaban de admirar la decoración y Aioria parecia estar por demás hipnotizado al ver un rertato de su padre – No saben como lo extraño, de seguro que él hubiera deseado que Aioros tomase su lugar, pero mi hermano vive una vida complicada estando al lado de Shura (*) – Milo coloca su mano en el hombro de su mejor amigo, lo entendia hasta que fue el turno de Death quien no aguanto la necesidad de despedir ese odio al recordar su infancia.
- Il fatto che sono molto meno, madre, padre – Comenzo a hablar bajito mientras fijaba su mirada en aquel retrato de sus padres juntos, le traía tantos recuerdos amargos y todo porque Manigoldo no se atrevia a decirle la verdad - Giuro che troverò il colpevole della loro morte – aprieta sus puños con muchisima fuerza, pero el abrazo de Aioria lo saco de sus cabilaciones y más cuando Milo se le sumo. (**)
- Si estamos unidos los tres nada malo nos sucedera – Dijo Milo obteniendo así la determinación y a fuerza de sus dos mejores amigos, sabiendo que ellos sufrieron lo mismo que él.
Los tres comenzaron adentrarse más al recinto, manteniendose ocultos ante las vistas de cualquiera, hasta que dieron con una puerta que parecia dar acceso a un lugar que desconocian. Milo que estaba al final de la fila, mira ambos lados del pasillo asegurandose que no viniera nadie, hasta que oyen pasos aproximarse a su ubicación.
- Maldita sea – Murmuro Milo empujando a sus dos amigos adentrarse enseguida a ese cuarto, cuando ingresan notan que estaban en la sala de juntas y la puerta se abre par en par, ya cuando los tres se escondieron debajo de la mesa – “Eso estuvo cerca” – La tensión debajo de la mesa estaba palpable, Deathmask se tira para más al centro cuando observa que todas las sillas se corrian y Aioria trataba de mantenerse tranquilo, dado que no dudarian ni tres segundos allí abajo.
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Una vez más habían sido convocados a una larga reunión, las horas de clases se vieron interrumpidas a petición de la dirección dando por asentado una asamblea constitucional. Sin embargo, los tres estaban escondidos debajo de la gran mesa de aquel lugar tan lujubre, que los unicos consientes de su presencia eran Aspros y Kardia, dado que Seraphina no estaba presente, ya que se encargo personalmente de atender a cierto joven.
- Creo que ya estan enterados por lo que esta ocurriendo y no tolerare una falta más hacia mi autoridad, porque el que atente ante mis decisiones será castigado ¡Con la reclución de todas sus virtudes y capacidades, como vampiro! – Todos los miembros se alarmaron, inclusive Kardia, nadie sabia que sucedió para que el presidente se enojara muchisimo.
- Como verán, dentro de una semana se abria un caso donde involucrarian a todos los presentes y todos los que esten relacionados con el caso del joven Afrontes, dicho muchacho que fue envuelto en un macabro plan llevado por uno de sus partidarios – No dudaron de intercambiar miradas, incluso Kardia miraba con neutralidad y despidiendo de sus turquesas una gran fuerza de rabia hacia Hypnos, quien apretaba con gran fuerza sus puños que estaban encima de sus rodillas.
Deathmask observaba el comportamiento fisico de aquel hombre, temia que este lo descubriece, sabiendo que los tres parecian estar sudando frio devido a la tención que se palpaba en el ambiente.
- ¿Por qué no dar por comienzo ahora? Sugiero que con el material previamente recolectado por alguno de los miembros les serviria al caso que usted presidente y vicepresidente llevaron a cabo cuando tenian estos puesto – Los hermanos Solo intercambiaron miradas serias, aceptando la sugerencia de Seraphina quien estaba neutra a todo.
- Para mi dentro de una semana, porque el trabajo es de todos los miembros de esta comitiva y no de tres personas exclusivas – Contraataco Hilda obteniendo la mirada llena de rabia por parte de Aspros, sabiendo que la muchacha de cabellos rubios platinado baja su mirada un poco contrariada ante ese contraataque.
- Es cierto lo que dice la señorita Hilda, no se puede permitir el trabajo selectivo y menos dejar de lado las opiniones de los demás miembros – Rompio el silencio Hypnos, ya más tranquilo ante el ambiente tenso que se instauro en la sala de juntas.
- Si claro, como si fuese a permitir que una rata como tu este aquí dentro, para lo unico que sirves es fastidiarles la excistencia a muchos aquí dentro y además, quisiera decirte tres cositas que de seguro te mantendran a raya – Hablo Kardia mientras se ponia de pie para ir hasta un sector de la sala en busca del material que guardo con recelo allí dentro, tanto Hypnos, Hilda y Pandora, estaban asombrados al ver una pantalla demasiado grande que se encendia y comenzaba a proyectar imágenes.
Los tres amigos se asoman un poquito para apreciar las imágenes, dado que la disputa entre los miembros de lo que parecia ser la orden vampirica – “Hermano, acaso… No puedo creerlo, ¡ese es Unity! Y… ¡¿Cómo escapo el desgraciado?!” – Al ver las dos imágenes de un cuerpo exumerado y dentro de un ataud con refrigerante, una proyección de un joven bastante conocido que parecia estar encerrado en una de las celdas rodeada por vampiros de clase baja.
- Una de las cosas que deberias saber Hypnos, es que aquí todos somos sospechosos de cada caso que el presidente y el vicepresidente decidieron reabrir, segundo, me puse al tanto con mi papeleo y no perdí el tiempo en replantearme el plan que tenia hace siglos atrás y tercero puede que cualquiera de nosotros pierda su puesto en el proceso. ¿No es así Julian y Hades? – Lo mencionados cerraron sus ojos para así asentir sin rechitar, Hypnos no soportaba verse humillado de esa manera por parte de ese chiquillo malcriado, odiaba a muerte al heredero primordial a la fortuna Diamantidis.
- Estas dandole a todos los clavos, querido Kardia – Todos los presentes guiaron sus miradas a Andreas que parecia estar manteniendo una guerra de miradas entre él e Hilda, dado que la mujer no parecia estar muy afavor de ceder ante su pequeña disputa.
- ¿Qué quieres decir con eso Andreas? – El hombre de cabellos morados esboza una sonrisa de diversión, cierra unos minutos sus ojos para después abrirlos, se da la vuelta y se pone de pie, con el fin de ser también parte de esa pequeña alianza.
- Me refiero que todos los casos ya existentes se les incluiran como uno solo con los demás que ya se abrieron como nuevos casos, porque si bien sabemos, todos los casos se relacionan entre ellos, la extraña muerte del joven Unity, el atentado contra la vida del antiguo presidente, contra las familias nobles, la masacre de la familia Monthay, el caso tuyo Kardia y del joven Afrontes, etc. Son muchos por nombrar y estoy dispuesto a dar mi voto si se llega aprobar esta propuesta, señor Julián – Hypnos se pone de pie golpeando la mesa, estaba por demás iracundo y no estaria dispuesto a darse por vencido. Los tres estaban en un estado de shock al oír las firmes palabras de su coordinador de salón, era demasiado duro el choque para Aioria, dado que él también desconocia la repentina muerte de su difunto padre.
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En el circulo familiar, la situación era deplorable, su hijo no dejaba de luchar con su primo para que fuesen a la primera cita con el psicologo. Krest deja salir un suspiro, ya que había faltado a una seción porque a Camus le paso algo horrible en el colegio que no tuvo la más obcion que retirarlo de clases.
- “Parece que reconciderare el consejo de Sage, será lo mejor para mi sobrino, él esta pasando por un momento muy duro y si queremos que siga llendo a clases, será mejor contratar a los docentes personalizados” Aunque sea por unos días hasta que un tratamiento psiquiatrico lo retablezca – Esboza una sonrisa mientras manotea su telefono celular para así llamar al colegio con el fin de aceptar la propuesta.
- No tienes porque preocuparte papá, Camus superara esta mala racha, de la misma forma que yo sobre pase mi trauma. Todo en compañía de la única persona que en verdad amamos – Krest se voltea para mirar a su hijo que lo abrazaba por detrás, esboza una sonrisa sabiendo que ya podia entender los sentimientos de su hijo hacia su actual pareja.
- Espero que el joven Milo no le haga nada malo a Camus, porque si de ser así no dudare en levantar las armas contra ese par de hermanos – Degel suelta una risita de diversión, le hacia mucha gracia imaginarse a su padre siendo el hombre sobreprotector que era.
- “Me compadezco por ti primito, si ese día llega” – Piensa para si mismo cuando los dos giraron sus rostro hacia las escaleras viendo a un Camus muy arreglado por lo que parecia ser - ¿Tenemos que ir a la cita? – El menor asiente con una sonrisa triste, así los dos adultos intercambiar miradas y ser Degel quien vaya a llevarlo.
(Ending – Apology de IKON)
------- En el próximo capítulo de Orden Vampire -------
(…)
Las cosas arriba de la camioneta de Kardia demostraba lo enojado que estaba, más cuando le llamo Manigoldo notificandole la tardanza de Death al no ir a casa – No puedo creer que ya los tres se convierten los mini ninjas de este siglo, ¡si serán unos irresponsables! – Les regaño con humor Kardia, con observar las caras largas de Deathmask y de Aioria era mucho por mostrarle que si habían escuchado toda la reunión con sumo deteniemiento, y más cuando se gira a su lado derecho nota que su hermano menor no parecia estar con animos de mirarlo a los ojos – “Veo que tanto a Aioria, a Death y a mi hermano les afecto muchisimo, yo tambien estoy afectado por todo esto… Por qué tampoco se lo que ocurrio cuando eramos unos niños, me encantaria saber toda esa historia por boca de alguien cercano a nuestras familias, pero sería imposible encontrar a alguien de suma confianza” – Se limita a mantenerse serio hasta que llegaran al consultorio del psiquiatra, ya que su hermano le dijo que debia ir a su último examen rutinario, y sobre todo, estar presente para ver como esta el primo de su novio.
(…)
Ya había pasado una gran cantidad de días más, las cosas para Afrodita no eran las mejores de todos los días, ya que en su casa las cosas eran pesimas, su padre no le escuchaba, regresaba tarde del “trabajo” y con una cara de depresión. Él también estaba muy dolido por todo lo que vio y oyo, dado que tenia tantas dudas con respecto a su identidad y de los secretos que se les estaban siendo ocultos.
Hasta que observa a lo lejos por el pasillo que conectaba el pasillo principal y la oficina del director, vio a su padre en compañía de Albafica, estaba a pocos metros de ellos dos y más fue el impacto cuando sus miradas se cruzaron.
- “Ya no soporto más, se que mi padre me esta ocultando algo muy duro y estoy decidido en hacerle frente” – Cuando se dispone a dar un paso, escucha esas claras palabras tan cariñosas que se les eran dadas desde pequeño, pero esta vez hacia Albafica. Oculta su mirada debajo de sus flequillos, no queria llorar, ya era muchisimo el dolor de saber que algo extraño ocurria dentro de su circulo familiar.
- Ingresemos Albita, puede que el director nos escuche a los dos, cariño – El de cabellos lisos y celestes enfoca su mirada muy apenado en el semblante oscuro que parecia portar Afrodita, temia que las cosas se complicaran de ahora en adelante, porque estaba conciente de que las mentiras eran muy grandes y dificiles de ocultar.
(…)
Se había levantado muy temprano ese día, ya que su tio le pidio que le ayudara con las cosas de la casa y preparar todo para sus clases personalizadas, se sentia emocionado y era tanta la alegria cuando a su primo se el ocurrio llevarlo al instituto por el tema de los papeles y otras cuestiones.
- Tio me ire con Degel al intituto, me llevara hacer los tramites de las clases personalizadas – Anuncio con animos Camus obteniendo así una gran sonrisa por parte de su tio, que ahora estaba sentado en el sillon con algunos papeles en mano.
- Esta bien, espero que les vayan bien a los dos – Ambos asintieron a esas palabras para posteriormente irse hacia el colegio, Camus ansiaba por visitar a sus amigos, queria hablar con ellos y sobre todo darles las gracias a un personita muy importante.
Cuando llega nota que todos los alumnos lo miraban con pavor, no sabia los motivos ante eso y más lo sorprendido cuando oye el sonido de los altavoces encenderse. Su mirada comienza a despedir un brillo de embelesamiento cuando escucha una dulce melodia de diversos instrumentos, más el solo de un piano sonar, hasta que no dudo caminar por ese pasillo que parecia incitarle ir hasta donde se dirijia la voz. Estaba seguro que el dueño de esa voz sería la respuesta a su mejoria, cada paso y cada latido, le indicaba que estaba por demás cerca a lo que anciaba buscar.