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Order Vampire por ScarlletParaise

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Capítulo 3

 

- ¡Camus! ¡¿Por qué demonios me arrastras?! – Dégel parecía estar alterado en su tono de vos, sabiendo que su primo lo estaba llevando a tirones fuera del centro comercial ya que lo que vio no le gusto para nada y menos sentir el miedo a flor de piel.

 

- Quiero volver a casa ahora mismo – Dijo en un tono de vos frio y horrorizado, Dégel freno el paso de su primo para después tomarlo de los hombros y girarlo para que lo viese a los ojos. La mirada de Camus parecía pálida y más percatarse que no respiraba correctamente.

 

- Camus ¿Estas bien? – El menor negó con la cabeza para después aferrarse al pecho de su primo y comenzar a llorar, Dégel no entendía porque lloraba su primo pero en ese mismo instante se dio la vuelta para encontrarse con su novio y el amigo de este.

 

- ¿Cómo está amor? – Pregunto Kardia mientras se acercaba a Camus y acariciarle la cabeza para tratar de tranquilizarlo.

 

- ¡Parece que esos tres cretinos que en verdad nos quería como todos los días! No se dan cuenta que mi primo no debía de enterarse de esta forma y de que ustedes dos son unos vampiros – Aioros y Kardia bajaron la cabeza sabiendo que la escena que montaron era demasiado para un adolescente que ahora sabía de su especie. – Por ahora Kardia no quiero verte en la puerta de mi casa hasta dentro de tres meses y menos cruzarme contigo Aioros. – Acto seguido Dégel volvió a entrar al centro comercial y consigo llevaba a su primo que todavía seguía llorando. No obstante, Kardia se sentí muy avergonzado, ardía de la rabia y saber que esos tres trillizos le habían separado de su novio por décima vez.

 

En cambio, Aioros comenzó a recordar hechos del pasado que tenían relación con lo que había pasado esos instantes, mientras recordaba notó que el primo de Dégel era y nada menos que la reencarnación del futuro cuñado de Kardia.

 

- Kardia, antes que nada cálmate – El susodicho fulmino con la mirada a su amigo de la infancia ya que Aioros estaba muy serio que de costumbre. – Y lo que te voy a contar te costara que recuerdes hechos relacionado con el joven Monthay y tu hermano.

- ¡¿Qué estás diciendo, Aioros?! – En eso Aioros tomo la mano de su amigo para después usar sus poderes psíquicos para mostrarles ciertas imágenes con sonido y todo.

 

--------- 1880 ---------

- No los entiendo a los dos – Dijo Kardia cruzado de brazos y sentado al frente de su hermano y su futuro cuñado, quienes parecían estar muy enamorados y felices con la compañía del otro.

 

- Kardia debes de entender a tu hermano, Milo desea saber si estás de acuerdo con la boda – Decía Aioros quien estaba trayendo en una bandeja de plata el té que iban a beber y con unas rebanadas de torta.

 

- No me convence del todo y menos saber que mi hermano se va a casar con una persona de sangre inmunda – El otro amigo de Kardia le pego una colleja y esto causo gracia a los dos menores quienes se tapaban para evitar reírse a la cara del mayor, por supuesto Kardia no estaba contento - ¡¿Por qué diablos haces eso Saga?!

 

- Lo hago para que entiendas a tu hermano por lo que siente por el joven Camus – Kardia se puso de pie para ir hasta donde estaba su hermano y futuro cuñado quienes optaron un semblante serio.

 

- Kardia – Llego articular Milo mientras apretaba las suaves manos de su prometido quien lo había mirado con un semblante algo desconcertante por lo que vaya a suceder.

 

- Milo quiero saber si amas a este jovencito y de que asumirías las consecuencias que habría con el consejo – El muchacho de cabellos rubios asentía con orgullo sabiendo que el amor prohibido que tenía con su adorado joven Monthay, quien estaría siempre de acuerdo con él. – Además hermanito tú ya eres adulto y eres un vampiro de sangre pura, pero hay algo Milo que… - El menor de los Diamantidis miro algo confundido a su hermano mayor quien bajo la cabeza y se puso de pie para ir directo a la planta, en cambio Kardia no deseaba contarle todavía la verdad acerca de su familia y el árbol genealógico de está pero opto no hacerlo para prevenir las razones.

------ De vuelta a la actualidad ------

 

- ¿Te acuerdas de aquel día y de la imagen del joven Monthay? – Le pregunto Aioros mientras que su mirada estaba enfocada en el semblante de su mejor amigo, quien por supuesto estaba horrorizado.

 

-¡¿Qué demonios quieres mostrarme Aioros?! – El castaño cerro sus ojos listo para irse a su casa antes de que su hermano menor lo retase por la tardanza - ¡Ese muchacho está muerto y por su culpa mi hermano esta como esta! – En eso el mayor de los León paro su andar para después mirar sobre su hombro a su amigo de la infancia y Kardia no parecía estar analizando muy bien aquel recuerdo y menos asimilar los hechos.

 

- Te lo digo una sola vez Kardia y espero que algún día encuentres una respuesta coherente antes de realizar una escenita, porque yo estaré vigilando al primo de Dégel porque presiento que Aiacos hará lo imposible para realizar lo que siempre ellos tres quisieron. – Kardia comenzó avanzar hasta donde estaba su amigo quien le había dado la espalda para después desvanecerse frente suyo - ¿Crees en las reencarnaciones? – Aquella pregunta que formulo Aioros quedo en tendida en el aire haciendo eco en las calles vacías de la entrada al centro comercial, Kardia parecía estar confundido y más sabiendo que debía irse antes de que su “ex” novio apareciese y lo echase de la forma que siempre estuvo acostumbrado.

 

Dentro del centro comercial, Dégel y Camus ya se habían tranquilizando ya que el mayor de los Afrontes miraba las vidrieras en compañía de su ahora primo quien ya había cesado sus nervios y las ganas de llorar. En cambio al salir del centro comercial, Dégel y Camus ambos cubiertos de un montón de bolsas con ropa, útiles escolares, zapatillas y una cuantas cosas para llevar como recuerdo.

A lo lejos, Kardia los estaba vigilando hasta que su amado y el primo del mismo, tomasen un taxi para después estar seguro de que ellos estaban en buenas condiciones.

 

- ¿Ahora que hacemos primo? – Pregunto Camus mientras que rebuscaba en la mochila algún chuche para comérselo, por lo tanto Dégel de su bolsillo sacó su teléfono celular para así llamar a un taxi.

 

- Lo más obvio, volver a la casa antes de que mi padre nos reté por llegar tarde – en eso el peliverde cerro la tapa de su celular sabiendo que el taxi que pido ya los estaba por buscar. En eso Dégel se da la vuelta para mirar a su primo quien no lo dejaba de observar algo serio - ¿Por qué me miras así?

 

- No sé – Decía Camus mientras que fruncía los hombros, haciendo como si las cosas fluyeran normal – Dégel – El mencionado se acerca a su primo para después tomarlo de los hombros y guiarlo hasta la parada donde paraban siempre los taxis - ¿No te estas olvidando de algo? – El de cabellos verdes cambio su expresión a una de horror, sabiendo que esa misma noche tenía una cita con Kardia y de que ya había arruinado la salida con el tema de las compras y de sacar a su primo a conocer el pueblo.

 

- ¡La cita! – En ese preciso momento un coche deportivo que ya los dos primos conocían como el de Kardia, quien estaba piloteándolo y se estacionaba frente suyo – “Creo que estoy castigado” Ho… Hola.

 

- ¿Se suben o desean una invitación? – Camus señalo con su dedo el maletero y después las tantas bolsas que ellos cargaban encima, el peli azul asintió para después buscar a su costado la palanca que abriría el maletero; Al hacer esto, Camus tomo a su primo del brazo para después arrastrarlo donde está el maletero.

 

- ¿Qué pretendes mocoso? – Pregunto Dégel mirando de reojo a su primo, mientras que los dos subían algunas bolsas.

 

- Pretendo entender esta realidad y más procesar lo que vi yo – Aquellas palabras tomaron por sorpresa a Dégel y más darse cuenta que su primo no estaba del todo bien.

 

- ¿A caso eres un típico adolescente que no cree en lo sobrenatural? – Camus se dio la vuelta para mirar a su primo quien estaba cruzado de brazos y con una ceja alzada, en cambio, Camus dejo salir un suspiro para posteriormente comenzar avanzar hasta la puerta de atrás – “No te comprendo primo y menos entenderé tu forma de ser”

 

Acto seguido, al notar que ambos primos estaban arriba del vehículo, Kardia prendió el motor para así dirigirse hasta la casa de los Afrontes. Durante el trayecto el silencio predominaba, un adolescente aburrido en la parte trasera y una pareja distanciada por los errores.

Para romper con su aburrimiento a Camus se le ocurrió volver a interrogar a Kardia quien estaba atento al frente ya que ni la música servía para aliviar la distancia que se pusieron la pareja.

 

- Kardia ¿Quieres a mi primo Dégel? – El heleno de cabellos azules piso el freno de mano provocando que todos se estiracen un poco hacia adelante, no obstante Dégel se cruzó de brazos y fulminar con su mirada a su adorado primo quien tenía una sonrisa de oreja a oreja.

 

- Eh… Yo… No sé qué decir o como contestar tú pregunta Camus, pero mis sentimientos hacia tu primo son grandes e inmensos como la vida misma – El tono de vos que uso Kardia era un poco anormal en su carácter y es más aquellas palabras tomaron por sorpresa a Dégel quien se acomodó en su asiento y estirar un poco su mano para después tomar una de las manos de amado, quien por supuesto estaba un poco sonrojado al terminar de declararse.

 

- Esta bien, aquellas palabras me parecen muy poco como para describir el amor en sí… pero tan solo te he preguntado si lo querías y la respuesta correcta es un sí o un tal vez, porque si tan enfadado parecía estar mi primo por creerme el cuento de que tú y tu amigo sean “Vampiros” porque no me lo trago tan fácil ese cuentito – Kardia y Dégel se miraron muy anonados por escuchar las palabras del menor, pero lo que prefirió el heleno es continuar con el viaje – Y cambiando de tema ¿hace cuánto están de novios? Y esta pregunta va para vos Dégel.

 

- Un año y tres meses Camus – el susodicho saco cuenta de la edad de ambos y parecía que Kardia fuese un poco más chico que su primo, pero en ese mismo instante en su cabeza se formuló otra pregunta.

 

- Kardia ¿Cuántos años tienes? – Dégel miro al mencionado quien no sabía que contestar, pero lo que opto el mayor de los Diamantidis era responder con la mentira.

 

- Tengo veintisiete años mocoso policía – Camus se aposición atrás de Kardia para después patearle el asiento y esto provocó el enojo del interrogado - ¡Ya basta!

 

Y así comenzó una pelea de palabras entre Camus vs Kardia, y esto estaba provocando una enorme jaqueca Dégel. Todo esto iba ser una locura para nuestro protagonista y más sabiendo que Dégel conocía todo de acerca de todos los conocidos y amigos de su novio.

Ya era de noche cuando llegaron, sabiendo que durante el paseo en auto y por ocurrencia de Camus de conocer un poco el centro, Kardia de en vez en cuando le dedicaba una sonrisa cálida y llena de amor a su adorado Dégel quien le respondía con un beso en la mejilla.

Al llegar a la casa, Dégel y Kardia se bajaron del vehículo, para después el joven de cabellos verdes sacara de sus bolsillos sus lentes sabiendo que el cansancio en su zona ocular le mataba. No obstante, Kardia se fijó en el asiento de atrás para percatarse de que el menor estaba tendido en el asiento trasero descansando plácidamente.

 

- Parece que tu primo se cansó rápido por las tantas vueltas que dimos por el pueblo – Comento Kardia mientras que habría una de las puertas para después alzar con cuidado al menor de los Afrontes.

 

- Siempre fue de cansarse rápido y más cuando ya lleva unas cuantas horas aquí – Dégel con un poco de cuidado cargo las bolsas que saco del maletero para después buscar en su bolsillo derecho las llaves de la puerta de entrada.

 

- ¿Quieres que te ayude con algo? – Pregunto Kardia quien cargaba a un Camus quien se movía un poco y para después aferrarse al pecho del heleno.

 

- Te lo agradecería, toma con mucho cuidado tres bolsas que me deje en el maletero y éntralas a la casa ¿Sí? – el joven de cabellos azules y rizados asintió con la cabeza para posteriormente dar media vuelta  ir a una velocidad sobre humana hasta el maletero buscar aquellas tres bolsas, ponerlas encima del cuerpo dormido del menor y volver al lado de su novio quien parecía algo feliz al ver aquella acción de su pareja.

 

Ya dentro, Dégel cerró la puerta y dirigirse a la sala para dejar las bolsas que cargo él, en cambio Kardia subió hasta la planta de arriba e ir al cuarto del menor para dejarlo descansar en su mullida cama.

 

- “Tantas dudas tengo contigo mocoso del averno y dudas que siempre las tuve desde la primera vez” – Los pensamientos de Kardia parecían distintos a los que tenía anteriormente. Al admirar el cuerpo durmiente de aquel joven de cabellos aguamarinas le parecía demasiado parecido a su futuro cuñado en aquella anterior vida que tuvo.

 

En ese preciso momento una vida imagen del pasado se le presento a Kardia y provocando que sus colmillos hicieran aparición como también sus  ojos comenzaron a cambiar a un tono carmesí ¿Por qué razón? Sabía muy la razón y eso era producto de la maldición que recibió meses atrás cuando empezaba convivir con Dégel.

La imagen, era la viva imagen de cuando su hermano menor estaba por suicidarse a causa del dolor y la traición. Lo que veía aprecia ser una pesadilla, su hermano menor estaba siendo producto de un adiestramiento que jamás espero que sucediera y aquello era acción de los sujetos que desconocía pero si los escucho ser nombrados como los sujetos del consejo de vampiros.

 

- “Por qué ahora… ¡¿Por qué?! Maldita seas, maldita seas que haces acto de aparición… Destruiste la vida prospera de mi hermano, destruiste el lazo de pasión que tenía con mi adorado Dégel… ¡Juro cuando te tenga frente mío te hare pagar la traición hacia mi familia y hacia mi nombre!” – En eso la puerta del cuarto de Camus se dejó abrir para después dejar a la vista unas cuantas entidades encapuchadas quienes mostraban una sonrisa horrorosa y de apoco iban avanzando directo hasta el cuerpo del menor. Kardia se puso en guardia, pero no prefirió alarmar a Dégel quien supuestamente estaba acomodando las compras, sin embargo, Una visión se mostró enfrente de Kardia, eso le hizo recordar aquella noche de lluvia y gritos.

 

---- 1880 ----

Era otoño Milo siempre disfrutaba una hermosa tarde en compañía de su hermano mayor quien siempre estaba coqueteando con las sirvientas quienes atendían sus necesidades.

 

- ¿Ya hace cuanto no tomamos el té? – Pregunto Milo mientras daba la vuelta de una de las páginas de un libro que había tomado prestado de la mansión Monthay.

 

- Desde que mamá murió – Contesto Kardia de una manera despreocupada ya que ambos fueron huérfanos por parte de madre en un tiempo que sus conocimientos como vampiros estaban en plantación.

 

- Estas equivocado hermano mío, hace más de tres años que no tomamos el té y dudo que algún día lo volvamos a disfrutar como ahora – Las palabras que decía su hermano le había provocado un tremendo dolor en la boca de su estómago, ya que Kardia conocía la elocuencia de Milo quien siempre parecía estar hundido en libros, pergaminos y escritos que siempre relataban hechos sobrenaturales, de ciencias y acerca del porqué de la vida misma.

 

- ¿Qué quieres decir Milo? – Pregunto Kardia mientras se ponía de pie para después comenzar avanzar hasta el cerezo que tenían en el enorme jardín.

 

- Lo que trato de decirte es que… - En ese mismo momento la presencia de una criada había alertado a los dos hermanos y más cuando la bella señorita le estaba tendiendo un sobre hacia Milo, quien abandono su lectura para tomar aquella carta.

 

Los minutos pasaron desde cruzaron miradas, Kardia parecía muy impaciente desde que su pequeño hermano estaba leyendo aquella carta de unas cuantas hojas escritas. La viva imagen de su hermano menor le parecía de las más dolorosas, jamás espero que el mismo cayese de lleno al suelo para después destrozar con fuego aquella carta.

 

- ¡Por qué! ¡¿POR QUÉ?! – Kardia corrió hacia su hermano y al llegar lo tomo de los brazos para atraerlo a su pecho sintiendo como este comenzaba a llorar a vivos gritos. Le dolía mucho y más sentir como su ser lo estaba dejando.

 

- “Ya Milo, ya… ¿Dime que sucede hermanito?” – Kardia acariciaba los cabellos rubios de su hermano quien no dejaba de pronunciar el nombre de su prometido y sentir como este mismo jadeaba a causa de la fuerza por el acumulo de ira.

----- En la actualidad -----

 

En eso sus recuerdos fueron interrumpidos por la puerta abrirse y mostrar la bella imagen de su novio, quien estaba vistiendo ropas de entre casa, que consistía de una playera de color verde con un dibujo de un pájaro blanco, un pantalón de gimnasia que le marcaba muy bien las piernas y también calzaba de unas pantuflas con forma de conejo de color verdes.

 

- ¿Estas bien Kardia? – el susodicho levanto su mirada para toparse con un semblante algo anonado de su novio y lo único que hizo por inercia fue ponerse de pie.

 

- La verdad que estoy muy cansado y quiero dormir contigo en la cama de tu padre – Dégel se acercó a su novio para después tomarlo de la mano y sacarlo del cuarto de su primo. Kardia se dejó guiar por la persona que amaba con todo su ser y más sabiendo que las entidades se fueron por arte de magia y eso se debía a la voluntad que le daba de Dégel.

 

Al llegar al cuarto del padre de Dégel, Kardia paso su brazo por la cintura de su novio para después comenzar a besarlo de una manera apasionada, Dégel entendía las necesidades de su pareja y más sabiendo que las dificultades que pasaron en compañía del otro.

 

No obstante, la situación era otra, afuera de la casa se podía mostrar todos los seres que entraron sin permiso a la casa de los Afrontes parecían estar multiplicándose a causa de una manipulación y era acto de un vampiro de cabellos blancos y que empuñaba un látigo, estaba arriba de una terraza con su mirada fija en la imagen de Dégel y Kardia desatándose en una velada de besos y carisias.

 

- Es un asco verlos a ellos dos muy melosos, pero tener la imagen de la presa en este plano debe ser un acto de brujería. Pero no, estoy muy satisfecho que ustedes seres de bajo sean lindas mascotas de vuestro señor – Todos los seres encapuchados y rebosantes de una alegría negativa comenzaban a volar hacia diferentes lugares del pueblo, algunos se transformaban en otros habitantes, una parte de estos seres usurpaban cuerpos de los humanos para estar en los planos y algunos pocos se mantuvieron en las sobras para así crear más de ellos.

 

---- En el próximo capítulo de Order Vampire ----

(…)

- Bueno clase, les quiero presentar a su nuevo compañero Camus Afrontes – Presento aquel maestro de cabellos bordos y de ojos morados.

 

Todos en aquel salón comenzaban hablar entre ellos menos dos jóvenes quienes parecían estar fijando sus miradas en él. Camus era nuevo en un instituto donde solamente asistían hombres.

Al sentarse en su asiento y al lado de un muchacho de cabellos negros y en mascarado quien parecía tener puesto su mirada ámbar en su cuaderno.

(…)

 

Al tocar el timbre, Camus salió casi corriendo de aquel salón sabiendo que su mala experiencia con el alumno más hermoso y ansiado por todo el instituto lo había ignorado en toda la clase de ciencias.

 

- ¡Camus! – Una voz lo había parado en medio de la multitud de alumnos y maestros quienes parecían hablar entre ellos y estando sumergido en cosas cotidianas o habituales en un instituto. - ¿Estas bien?

- La verdad que no Mu y más sabiendo que no quiero estar en este colegio, quiero volver al orfanato y no volver más aquí – Las palabras duras que dijo aquel joven de cabellos aguamarinas lo hirieron, jamás espero que la fuerza de ignorar a alguien lastimase a muchos y eso a Mu no le gustaba para nada.

 

- ¿Qué sucedió bello cordero? – Mu se dio la vuelta para toparse con la figura de un muchacho de cabellos azules quien tenía un semblante muy particular de un hombre sediento de lujuria.

 

- Espero que entiendas lo que te tengo que decir asqueroso insecto – El muchacho de cabellos azules y mirada esmeralda frunció el ceño al escuchar aquel insulto por parte del muchacho de cabellos lavandas quien a paso tranquilo comenzó avanzar hasta los baños donde supuestamente estaría cualquier alumno lleno de dolor y sufrimiento.

(…)

Notas finales:

Bueno espero q les haya gustado... No se olviden dejar un hermoso reviews y denle a favoritos si es que desean saber más acerca del fanfic.

 

Nos leemos en el proximo cap...


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