Capítulo 5
La hora del timbre había sonado y Camus en compañía de su nuevo amigo Mu, volvieron al salón para después dar comienzo a la clase de Geografía con un profesor bastante serio.
- Buenos días clase y me quiero presentar dado que soy maestro suplente de la asignatura, por lo tanto ustedes me pueden llamar El Cid – Todos los alumnos empezaron a cuchichear entre ellos, pero para Camus aquel profesor le asustaba al notar que la piel de aquel era más blanca que la suya, provocando que su mirada y la del profesor se toparan haciendo que el joven Afrontes se sintiera observado.
(Opening - Voodoo Doll de VIXX)
Milo notó como el nuevo se estremecía con la mirada penetrante del profesor suplente, para percatarse de que Kanon recién ingresaba al salón, provocando que su impuntualidad molestara muchísimo al profesor de Geografía.
- Lo siento muchísimo profesor El Cid, yo tan solo fui hablar con los alumnos del centro de estudiantes – El Cid frunció su seño al escuchar aquella escusa que había dicho el alumno recién llegado.
- No importa dónde estabas, por la autoridad que tengo, usted joven Stoltidis deberá cumplir con un castigo – Kanon en su interior maldijo provocando que Deathmask, Aioria y Milo rieran ya que ellos tres habían escuchado con claridad – Tome asiento al lado del joven Balani y usted – Señalo al compañero de banco de Camus, quien parecía estar algo sorprendido – joven Bahamonde se sentara en el lugar del joven Stoltidis, por lo tanto joven Schnieper se sentara al lado del joven Afrontes – Acto seguido los alumnos ya mencionados, cambiaron de lugar para después comenzar con la clase de Geografía.
Camus al notar su nuevo compañero quien con una alegría se sentó a su lado, en cambio, Mu estaba tan irritado por la llegada de su acosador número uno, dado que Kanon estaba muy satisfecho por estar al lado de él.
- Parece que no me presente, mi nombre es Afrodita Schnieper y vos ¿Cómo te llamas? – Camus levanta una ceja al notar que aquel alumno no sabía quién era, por lo tanto admiraba la belleza que desprendía aquel joven, que ya aparentaba ser una mujer y no un hombre.
- Mi nombre es Camus Afrontes y es un placer de conocerte Afrodita – Ambos adolescente estrecharon manos para después ambos sacar sus cartucheras.
- Debes sentirte mal por lo que te están haciendo esa bandada de cuervos – El joven de cabellos y mirada celeste señalo al grupo de amigos que en la clase anterior molestaban a Camus.
- ¿Siempre lo hacen con los nuevos? – Afrodita asintió a la pregunta de Camus, el joven de cabellos aguamarinas deja salir un suspiro para después negar.
- Casi siempre lo hacen, por el simple hecho de que Albafica es el que los dirige, con la bendita idea de que él y nada más él es apropiado para estar con el chico más hermoso e inteligente, que en este caso es Milo Diamantidis – Camus se gira anonado por lo dicho de parte de su nuevo compañero de banco – Lo único que te recomiendo es que tengas perfil bajo y trata en lo posible de estar lejos de Milo, dado que él cretino tiene un humor de perros con cualquiera de este colegio y hasta con sus mejores amigos es de esa manera repugnante.
- “Ahora se me aclara” – Afrodita se da la vuelta para mirar a Camus notando que el chico estaba sumergido en sus pensamientos.
- Bueno clase, vamos a empezar la clase con una evaluación – Todos abrieron sus ojos sorprendidos por lo especulado de parte del docente, El Cid consigo tenía un cuadernillo con los nombres de cada alumno.
- “Evaluación sorpresa… Me quiero morir” – Decía mentalmente Aioria ya que siempre el amante de su tío hacia eso por venganza, por el simple hecho de lo que paso en el receso en los baños.
----- Hace 10 minutos antes -----
- Déjenme en paz – Gritaba un joven de cabellos verdes tratando de zafarse del agarre de Aioria y de Deathmask.
- ¡Quédate quieto mortal, sabes muy bien como son las cosas si pones resistencia! – Aquel muchacho que tenían agarrado de ambos lados trataba de alejar su cuello, dado que Milo tenia los colmillos afuera y su mirada se torna carmesí expulsando su sed.
En ese momento la puerta de los baños de arriba, deja pasar a un hombre alto de piel blanquecina y de cabellos cortos de color azules.
- Ustedes tres dejen en paz al alumno y lárguense de aquí – Milo aprovecho para tomar al joven que tenían agarrado sus dos mejores amigos para comenzar a succionar la sangre de este, pero en el momento El Cid aprovecho para detener a Milo - ¡Déjalo de una vez Milo! –
- Olvídate de eso El Cid, sabes bien que estoy muerto de sed a causa de tener que ¡convivir con alguien asqueroso en la misma aula y en la clase! –
- No importa lo que impongas, pero vos y ustedes dos están castigados – Milo observo a su desayuno para después volver a su estado normal, sin embargo el joven que le succionaba estaba tirado en el suelo con las perforaciones en su cuello - ¿Se convertirá en uno de nosotros? –
- No, yo no tengo la habilidad de un vampiro de sangre pura y el único que podría convertirlo es mi hermano mayor – Acto seguido Milo se fue del baño seguido de sus dos amigos.
------ Volviendo a la clase ------
- Vamos salteando, primero pase el joven Doría – El mencionado se pone de pie y se acerca al profesor algo temeroso, dado que el profesor suplente de Geografía tenía una habilidad de temer – Dígame las cinco fronteras que hay en Grecia – Deathmask trago grueso mientras miraba el mapa que había a una esquina del salón.
Camus trataba de recordar los países que limitaba con Grecia, dado que en el orfanato él siempre leía libros relacionado con la geografía y otras materias que le agradaba. En otra parte del salón, Aiora y Milo se miraban dudosos porque su amigo no se le daba muy bien la geografía, ya que a los tres siempre le daban los mismos temas en los exámenes. En cambio, Mu deleitaba al ver como aquel vampiro se ponía nervioso por una simple pregunta y a Kanon no le agradaba el semblante que tenía su compañero de banco.
- Eres un sádico con nosotros y no eres así con el nuevo – Mu se dio la vuelta para mirar a Kanon quien estaba cruzado de brazos y estirado en la silla.
------- Hace 15 minutos antes ------
Al llegar al baño, Mu se topó con un Camus sentado al frente de la ventana, con una expresión seria y deprimente; pero sabía que la llegada de Kanon al baño de hombres era una buena ayuda para lo que tenía pensado hacer.
- ¿Quieres desahogarte? – Camus se giró al escuchar la voz de Mu y dedicarle una sonrisa triste, para posteriormente asentir - ¿Qué sucedió? –
- Creo que nadie en el curso desea mi presencia y… No entiendo porque Milo no fue bueno conmigo – Mu asintió a lo que contaba Camus para después tomar asiento al lado del peli aguamarina.
Escondido en uno de los baños, Kanon escuchaba en silencio lo que estaban hablando.
- Él es así de engreído y lo único que te puedo decir de él, es que no tolera a las personas muy ambiguas. – Camus se secaba las lágrimas que caían por sus mejillas dado que sentía un gran dolor en el pecho – En este caso, parece que no duraras muchísimo si estás muy cerca de él y más cuando se trata intercambiar palabras –
- ¿Por qué es así? ¿Le sucedió algo malo para que este de esa manera? – Mu lo miro sorprendido al haber escuchado las dos preguntas formuladas por parte de Camus.
- No sé qué responder o comentarte, pero lo que si estoy seguro es de que tu no debes seguirle la corriente a los pesados del curso y menos tratar de entender a un cretino como lo es Milo – Camus no parecía estar conforme a lo dicho por el joven de cabellos lavandas, pero Mu le extendió su pañuelo para que él se secara las lágrimas derramadas. - ¿Te desahogaste por completo? –
- No… Pero ¿Puedo confiar en ti? – Mu se asombró ante la pregunta y no le quedó otra que dedicarle una sonrisa y asentir – Creo que siento como si a Milo lo había visto en otra ocasión, como si habíamos salido en un pasado o cruzarnos en alguna ocasión, pero no estoy muy seguro de ello – Mu no sabía que decir o refutar, pero lo único que pudo haber hecho era abrazar a Camus quien rompió en llanto. No obstante, Kanon aprovecho para desvanecerse e irse del baño antes de que los nuevos amigos se percatasen de su presencia.
----- De vuelta en clases ------
- Tome asiento joven Doría y pase al frente joven Afrontes – Camus se acomodó su uniforme y comenzó avanzar hasta el frente, todos estaban expectantes a la pregunta del profesor; en cambio, Deathmask llego a su lugar, para después dejarse caer en la mesa algo atontado por la presión que sentía.
- Eres un idiota, ¿Cómo se te atreve decir cualquier cosa? – Reprocho Milo enfuscado al notar que el profesor de Geografía lo miraba muy fijamente, pero notar aquello no le quedó otra que escuchar a la pregunta.
- Dígame joven Afrontes, todas las capitales de los países europeos – Camus asintió para después comenzar a señalar los países en el mapa y decirlos de memoria al profesor.
- La capital de España es Madrid, la capital de Francia es París, la capital de Italia es Roma, la capital de Grecia es Athenas, la capital de Alemania es Berlín, la capital de Holanda es… es… - Camus se trabo para tratar de recordar la capital del país mencionado. En cambio, Milo estaba asombrado al ver la fluidez y rapidez que tenía el nuevo, con decir seguidamente los países y las capitales de los mismos, mientras lo señalaba en el mapa.
- Pss, Milo ¿Te encuentras bien? – Milo estaba con su boca semi abierta con el ver aquel joven de cabellos aguamarinas y con un semblante nervioso. – Milo –
- “Creo que voy a votar” – Acto seguido Milo se puso de pie para después salir corriendo del curso para después dirigirse al baño más cercano. El profesor de Geografía sonrió de lado, por ver como el alumno Diamantidis salía del curso sin su permiso; Aioria y Deathmask se miraron para después cruzar mirada con Kanon quien parecía estar extrañado por ver como Milo salía corriendo del curso.
El timbre se dejó sonar y Camus aprovecho para volver a su lugar dado que el profesor comenzó a guardar sus cosas en el maletín, pero lo malo estaba por llegar. La puerta del salón se abrió dejando pasar a un hombre alto, de cabellos blancos largos hasta la cintura, un hombre de traje y de mirada olivo.
- Director Sage, debo de decirle que tuve que hacer cambios en este curso por algunas razones y el alumno Diamantidis tuvo que salir del salón porque no se sentía bien – El director asintió a lo dicho por el profesor de Geografía y todos en aquel salón agacharon la cabeza, menos Camus quien parecía estar algo extrañado por el extraño comportamiento de sus nuevos compañeros de curso.
- No se preocupe profesor, usted vaya a la clase que le toque y más tarde hablamos de ello – El Cid asintió a lo dicho por el director y fijo rumbo al salón que le tocaba dar. Camus se giró hacia el lugar de Milo y vio que su asiento estaba vacío, pero de ello Aioria lo nota para después levantar la mano - ¿Qué sucede joven León? –
- ¿Puedo ir a ver como esta Milo? – El director frunció el ceño al escuchar la pregunta de aquel joven, y a la espera de la respuesta Aioria aprovecho para mover algunos objetos haciendo que golpearan contra el pizarrón.
- Eso no joven León, ira en su lugar otro alumno – Todos comenzaron a cuchichear al ver lo que hizo Aioria dado que la mayoría sabia de que él era un vampiro, pero el profesor de historia ve a todos los alumnos para después reparar en el alumno nuevo, en este caso en Camus – joven Afrontes ¿Puede ir a ver cómo está el alumno Diamantidis? – Camus se asombró al notar que él había sido escogido para ir a ver como estaba el alumno más aclamado por la clase.
Camus guardo sus cosas en la mochila para después dejarla en su asiento y salir del salón, rumbo hasta la enfermería. Al ver los pasillos vacíos, trago grueso notando el frio mientras caminaba; observa el pasillo que toma hasta sentir como la puerta de un salón se abre dejando a la vista a una persona muy parecida al alumno que conoció en la clase de ciencias.
- “Vaya, parece que Kanon no bromeaba del todo…Pero ¿Le sucede algo al nuevo?” Hola – Saludo aquel chico de cabellos largos azulados, pero de un tono más oscuro y los ojos esmeraldas dado que su tez era blanquecina. Camus se le quedo mirando confundido, pero el joven que salió de dicho salón lo miro algo serio y divertido – No rebusques mucho en tu mente o tratando de encontrarle la lógica a lo que ves. Mi nombre es Saga y soy el hermano gemelo de Kanon – Saga le tendió la mano a un Camus asombrado por lo que había escuchado y por inercia el joven de cabellos aguamarinas la estrecho.
- La verdad que lo siento muchísimo… Yo… - Saga le poso su mano en el hombro de Camus dándole ánimos, ya que el joven parecía estar todavía en un estado de shock por lo que vio.
- Es mejor que hablemos en otra parte que no sea en la puerta de mi clase, ya que… - Saga empuja delicadamente a Camus para así los dos comenzar alejarse de la clase – debo de recalcarte que los de mi clase son más chismosos que los de las otras clases – Camus sonrió al escuchar aquel comentario por parte de Saga, quien parecía estar algo confiado por la situación – Dime Camus, ¿Cómo se está portando el imbécil de mi gemelo en tu clase? –
- ¿Disculpa? – Camus deja de avanzar para mirar de una manera algo anonada por lo que recepto, ¿Cómo sabia su nombre? Aquello era muy sencillo de responder - ¿Cómo sabes mi nombre? –
----- Hace 20 minutos antes -----
Se podría apreciar, como un muchacho de cabellos largos y azulados iba a paso rápido y decidido hasta un lugar que supuestamente debía de encontrar alguien, posiblemente de su máxima ayuda. Al encontrar el salón, el joven toma el picaporte para así ingresar a una sala de junta, ya que parecía ser donde el centro de estudiantes del instituto estaba la mayor parte del tiempo, pero en este caso iba a ser diferente.
Al llegar, nota que una persona idéntica a él estaba rebuscando en un escritorio lo que parecía ser unos documentos. Se acerca para después apoyarse en el mueble para mirar aquel joven de las mismas facciones que él.
- Ni siquiera aprendiste a tocar la puerta cuando eras un mocoso – el recién llegado deja salir un bufido para negar con fastidio al comentario sardónico de su gemelo para después, el mayor se volteara a mirarlo con el ceño fruncido.
- Me importa un mísero mortal por lo que me digas Saga – el mencionado cierra sus ojos para después dejar salir un suspiro algo cansino por la situación.
- ¿Qué te trae hasta aquí hermanito? – El menor de los dos se cruza de brazos para después usar su poder vampiro, que consistía hacer aparecer cosas importantes, en este caso hacer surgir en una de sus manos libres un documento con los datos de lo que parecía ser el tema de su llegada a la sala de reuniones del centro de estudiantes.
- Creo que deberías informarte antes de que yo hable – Kanon le extendió la carpeta con cierta información a su hermano gemelo quien lo tomo con algo de seriedad, para toparse con la imagen de un joven con las mismas facciones de cierto muchachito que conocía de hace tiempo.
Kanon deleitaba el semblante de desconcierto que tenía su gemelo al ver la foto del muchacho en cuestión. Por otro lado, Saga rebuscaba en la carpeta cualquier índice de realidad al asunto, hasta toparse con un papel recién escrito por el muchacho, el típico papel de compatibilidad.
- “Esto debe ser una broma de mal gusto del destino” – Saga miro aterrado a su gemelo quien asentía a su expresión, como si lo había leído como a un libro abierto – Kanon ¿A qué punto quieres ir con esto? – Saga trataba de llamar a su autocontrol ya que aumentar su furia hacia que su mirada serena y verde, se convirtiera en una de sed de sangre y de un tono carmesí.
- De qué parece ser que nuestro amigo íntimo y amor eterno de nuestro mejor amigo, reencarno en este siglo para volver a repetir la misma historia – Saga tiro la carpeta al suelo para después tomar a su gemelo por las ropas y levantarlo un poco, ya que no soportaba la furia que llevaba acumulada.
-¡Qué demonios te sucede a vos! – Afuera de la sala donde el centro de estudiantes se junta para debatir, se muestra un joven de cabellos morados, largos hasta las caderas, de mirada del mismo tono caminar a paso elegante y sereno hasta el lugar de su máximo agrado. En una de las salas de juntas, estaba Kanon y su gemelo al borde de una discusión.
- Es mejor que te calmes Saga y bájame, porque saldremos castigados y expulsados del instituto por nuestras típicas discusiones – El mayor de los dos lo bajo para después usar su poder vampírico haciendo que los vidrios de aquella sala explotaran provocando un sonido ensordecedor, Kanon y Saga quienes estaban allí se taparon los oídos por el sonido de los vidrios romperse.
- Trata de hablar rápido y espero que tengas una buena excusa Kanon – el mencionado dejo salir una carcajada, pero debía de cambiar su semblante divertido por uno serio. En cambio, la puerta de la sala de juntas se abrió sin hacer ruido y dejar pasar a un joven de cabellos morados, quien se había quedado a mitad de ingresar a la sala.
- No es excusa, sino algo que debo de comentarte y parece ser que Camus Afrontes es el Camus Monthay. – Saga miro a su hermano gemelo con desconcierto al escuchar lo que decía su igual – Sé qué Milo está ciego o ni siquiera presta atención a su entorno, ya que desde que ese muchachito este estudiando en el mismo colegio y clase que Milo. Saga ¿Sabes lo que puede llegar a pasar si los trillizos se enteran de que el joven Monthay reencarno como Camus Afrontes? – Saga negaba al razonar todo la información dicha.
- No sé si creerte Kanon, esto no es posible y menos de que él muchachito tenga los mismos gustos que el joven Monthay, como el amor por la literatura antigua, la música clásica pero romántica y la afición por el arte – Kanon miro al cielo y dejo salir un suspiro de fastidio, ya que Saga comenzaba a caminar de un lado a otro.
- Encerio Saga, te estoy diciendo que el alumno nuevo es el joven Monthay. Por lo que pude haber leído en su alma, era que hay pena y dolor, dos sentimientos similares a los que está sintiendo Milo, desde que el idiota se dejó llevar por el simple hecho de haberle jurado amor eterno a ese asqueroso humano – Saga se giró furioso al escuchar lo que contaba su gemelo, pero lo malo de todo el asunto era que en ese momento había ingresado Aiacos y los dos hermanos se voltearon para encontrarse con la mirada expectante del recién llegado.
- “Parece que tenemos a la perra en este miserable colegio, y parece que me costara mucho deshacerme de ella” – Aiacos comenzaba avanzar hasta donde estaban los gemelos quienes lo miraban serios.
----- De vuelta en los pasillos -----
- La verdad es que mi hermano Kanon me conto maravillas de ti – Camus sonrió al escuchar el comentario de Saga, para después los dos mirarse un rato - ¿Necesitas algo Camus? –
- Si, es que… ¿Sabes dónde se habrá ido Milo Diamantidis? – Saga se llevó la mano al pelo para tirarse unos mechones hacia atrás y enfocando su mirada hacia otro lado, pero en escasos segundos una flecha de color dorado se mostró en la pared señalando los baños.
- Creo que lo vi antes de salir del curso y tomo rumbo hacia los baños, que están por… - Saga señalo los baños y Camus por inercia asintió y se fue de su vista. – “Parece ser que deberé comprarle el almuerzo a mi hermanito… Ya que esta vez él gana” – Saga se fue a la sala de juntas para buscar unos afiches para después colocarlos en los salones con los alumnos que conformaban parte del centro de estudiantes.
Mirando cada pasillo en busca del baño del primer piso, Camus parecía estar algo sereno cuando se cruzó con el gemelo de Kanon y estar satisfecho con la plática que sostuvo con el peliazul. En eso se topa con el baño de hombres, con ímpetu el joven de cabellos aguamarinas se adentra al baño y notar que la iluminación era escasa, y el lugar desprendía penumbra.
- Milo – Llamo Camus al muchacho en cuestión. No obstante, el joven de cabellos rubios se percató de que alguien lo llamaba, pero estando encerrado en uno de los baños del fondo tratando de calmar su ansia de morder y lo malo de todo eso, era que esa ansiedad le estaba generando un dolor agudo en su estómago.
- ¡¿Quién demonios se atreve a seguirme?! – Camus dio un respingo al escuchar aquella pregunta que fue dicha en un tono agresivo, por lo tanto el joven Afrontes paro su caminar para quedar al pie de los lavabos.
- Es… Es… Qué me envió el director a ver como estabas – Milo tiro la cadena del baño para posteriormente salir de donde estaba, en eso se topa con la presencia del nuevo.
- ¿Qué haces aquí? – Otra pregunta más, Camus agacho la mirada algo incómodo por los ojos celestes que lo miraban gélidamente.
- El director me envió a ver como estabas – Milo dejo salir un suspiro cansino para mirar hacia otra parte mientras negaba. Para evitar que el joven más hermoso e inteligente de su clase, Camus guio su mirada hacia los espejos y notar que el joven de cabellos rubios rizados, no se reflejaba – “Qué extraño, jamás vi que una persona no se reflejara en el espejo” –
- ¿Tenemos historia? Vaya, salgo por unos minutos del salón y el viejo de historia se digna a cambiar – Milo comenzó avanzar hasta la salida pasando al lado de un Camus algo confundido, pero tratando de no tocarlo – Es mejor que regrese al salón y tú también deberías de hacerlo –
- Es extraño escuchar a una persona que se siente mal del estómago y vuelva a clases sin haber consultado a una enfermera – Milo paro su andar con brusquedad teniendo su mirada algo severa, como si las palabras del nuevo le hayan molestado del todo.
- ¿Eres mi madre o qué? – Camus se volteó para mirar a un Milo que se giraba al mismo tiempo que él y quedando ambos enfrentados.
- N… No, pero si te sientes… m… mal del estómago, deberías ir a la… enfermería – Milo miro al cielo como si tratando de buscar un poco de paciencia, dado que Camus estaba algo incómodo y confundido por lo que había descubierto.
- “Yo ir a la enfermería… ¿Qué hago? ¿Voy o no?” Está bien, iré a la enfermería, pero – Milo se volteó para mirar a un Camus nervioso y serio – Tú me acompañaras – Camus abrió sus ojos enormemente y un poco su boca, en cuestión de segundos Milo se acercó a él para tomarlo de la muñeca – No te quedes ahí parado o sino el director ira en nuestra búsqueda y debemos evitar un castigo –
- “Siento como si su mirada me leyera por completo y siento el frio de su mano… ¿Por qué noto que el tiempo se me congela a mi alrededor?” S… Sí – Camus y Milo se miraban fijamente haciendo que su alrededor girase lentamente.
(Ending – Apology de IKON)
------- En el próximo capítulo de Orden Vampire -----
(…)
- Muy bien, parece que tu sistema inmunológico no anda correctamente Milo – Hablo la enfermera de cabellos lilas y con el uniforme que la caracteriza era bastante ajustado.
- ¿Tienes problemas de salud? – Pregunto Camus algo extrañado por el diagnostico que dio la enfermera, pero Milo y la profesional se miraron anonados por la pregunta hecha por parte del joven de cabellos aguamarinas.
(…)
- ¡Estás loco de remate Camusin! – Mu y Shaka se ahogaron en su risa al escuchar el apodo súper tierno por parte de Afrodita, y esto a Camus no le gusto para nada.
- Yo no estoy loco, primero me cruzo con el gemelo idéntico a Kanon, después me entero que Milo tiene problemas de salud – Sus tres amigos se miraron anonados por lo que escucharon ultimo por parte de Camus, quien le daba un mordisco a su almuerzo.
En otra parte de la cafetería, Milo y sus amigos estaban mirando al grupo de amigos quienes reían e intercambian cualquier cosa.
- No creo que el nuevo se entere de que la mayoría de este colegio somos vampiros y haya pocos mortales, dado que sentir y estar tentado por morder esos cuatro cuellitos – Milo uso su poder vampírico para hacer que la cabeza de Aioria se le comprimiera - ¡Ya basta Milo! –
- Qué sea la última vez que te escuche decir eso – Milo fulmino con su mirada a un Aioria adolorido quien trataba de recuperarse del dolor provocado por su mejor amigo. Sin embargo las cosas en la cafetería cambiaria en un abrir y cerrar de ojos.
(…)
- Escúchenme todo el alumnado – Los tres más populares del instituto estaban parados en una de las mesas del centro cerca de donde estaba Camus y sus amigos, como también de Milo y su pandilla – A partir de este momento en todas las aulas habrá unas grillas para que todos ustedes escriban lo que piensen acerca de los mortales, porque no tolerare que una perra este suelta por esta escuela –
Acto seguido, los alumnos que eran vampiros y los docentes del colegio habían presenciado el peor decreto por parte de los tres alumnos que formaban parte del centro de estudiantes, sus nombres eran Radamantys, Minos y Aiacos, ambos se les conocía como los tres jueces o tiranos del colegio.