Capítulo 7
Después de lo dicho en la cafetería y en hora del primer recreo, las horas de matemática e idioma, pasaron rápido para Camus, ya que Albafica y sus amiguitos lo comenzaron a molestar en toda la hora.
Paso todo el modulo sin haber prestado muchísima atención y alertando a Mu, quien se acercó para hablar con él. Pero Camus se levantó y tomo rumbo hacia la salida.
- Déjalo, Albafica nunca se cansara después de lo decretado por Radamanthys – Las palabras de Kanon lo calmaron un poco, pero su seriedad fue trasmitido cuando se volteó para observarlo con una mirada fría.
- ¿Qué intentas insinuar con eso? – Pregunto Mu, para después notar como el gemelo menor se acercaba a él un tanto seductor.
(Opening - Voodoo Doll de VIXX)
Todos los alumnos salieron para disfrutar del recreo como también los docentes, Degel iba rumbo hacia la oficina de su confidente, en este caso Sysipho. Al llegar, toma el picaporte e ingresa para posteriormente encontrarse con una escena poco apropiada en horas de trabajo.
- Cuando lleguemos a casa, te pondrás esos juguetitos que compre la semana pasada para nuestras noches apasionadas y… - Lo que parecía ser, era que El Cid estaba besando el pecho de su amante quien había estirado la cabeza hacia atrás para toparse con la presencia de su compañero de trabajo.
- ¡Degel! – Al nombrarlo, rápidamente Sysipho empujo un tanto brusco a su pareja quien se había ruborizado un poco por aquel joven profesor. No obstante, Degel se cubrió la cara con sus manos de la vergüenza y sobre todo pillar a sus compañeros de trabajo en medio de sus escenas un tanto, eróticas.
- Mil disculpas Sysipho, no tuve la intención de ingresar a tu oficina sin haber tocado la puerta antes – Se disculpó Degel con su compañero quien comenzó a reír a carcajadas, acatando la curiosidad del joven de cabellos verdes - ¿Qué le ves de gracioso? – Pregunto algo desconcertado Degel, logrando que el hombre de cabellos castaños claros calmara su risa.
- A cabo de recordar aquel día en donde, El Cid y yo te encontramos teniendo sexo fugaz con Kardia, en uno de los escritorios del director – Aquella anécdota provoco que Degel se pusiera rojo como un tomate, provocando que El Cid riera al recordar aquella vez.
- No fue lindo, además no tuvimos la intención de quedarnos en la escuela teniendo sexo en la dirección. ¡Pero vale recalcar que fue idea de Kardia! – Dice enfurecido e irritado Degel, mientras desvía la mirada para ocultar su sonrojo masivo - De follar en la dirección – Al decir aquella frase sus dos compañeros de trabajo y cómplices continuaron riendo.
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El timbre sonó después de una hora del segundo recreo, ya que algunos alumnos almorzaron antes y otros esperaban al otro recreo. Todos de la clase E ingresaron al salón, donde ya estaba Degel escribiendo algunas cosas en la pizarra.
- Bueno chicos – Degel se dio la vuelta para dejar el libro y la tiza en su escritorio, para así saludar y contar a todos los alumnos - ¿Falto alguien de esta clase? – Pregunto un tanto preocupado mientras tomaba su cuaderno en donde tenía los nombres de sus alumnos – “Parece que mi primito no está… Qué extraño” – Levanta su mirada del cuaderno para después enfocar el asiento vacío al lado de Afrodita – Bien, parece que sus chistes de mal gusto o la cálida bienvenida que acostumbran dar es de mucha fama ¿No creen? – Algunos bajaron la cabeza por aquellas palabras que fueron dichas en un tono de reproche, sin embargo, Degel se fue hacia delante de su escritorio para posteriormente apoyarse en él - ¿Quién se ofrece para ir a buscar al joven Afrontes? – En ese momento Milo y Albafica levantaron la mano al mismo tiempo, por lo tanto, los amigos de Milo lo observaron asombrados por aquel cambio repentino – joven Kirkpatrick ¿Puede ir en busca de su compañero? – Albafica asintió con una sonrisa para después ir en busca de Camus.
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En el baño, Camus estaba encerrado en uno de los privados mientras tomaba la libreta que le dio su primo con anteoridad para así escribir algunas cosas, sobre todo lo que le estaban haciendo sus compañeros.
- Camus – El muchacho de cabellos aguamarinas se tensó al escuchar la vos de Albafica, para después trabar el baño y levantar sus piernas para así sentarse como indio en el retrete – No te escondas, imbécil – Camus traga grueso, mientras guardaba su cuaderno en su mochila y cerrarla bien. En eso Albafica se coloca al pie del baño donde estaba Camus y se ve en el espejo para así retocarse un poco – Nunca espere de que fueras tan llorón y gallina, Afrontes – Camus esconde su rostro en la mochila muy tenso al escuchar aquellos insultos hacia su persona – Con tu semblante o disfraz de niño frio y callado, no te pinta bien. – Albafica se da la vuelta para después caminar los pocos centímetros, para después de un manotón abre el baño en donde estaba Camus – Ahora que pareces sumiso, me vas hacer un gran favor – El joven de cabellos aguamarinas lo mira aterrado, ya que su compañero de clases tenía una mirada un tanto maquiavélica.
Regresan al salón, Albafica tomando de la muñeca a Camus y calmándole los ánimos con una mirada un tanto, dulce y a la vez reconfortante. Aquello no pasó desapercibido por Mu, Kanon, Milo, Deathmask y Shaka, dado que Aioria se retorcía de la risa en su interior al ya notar lo sucedido antes de que sus dos compañeros volvieran.
- Tomen asiento los dos – Camus obedeció al profesor de gramática, quien lo observaba un tanto extrañado al ver aquella mirada perdida en el alumno; ya estando los dos sentados, Degel prosiguió con la clase – Quiero que habrán sus libros de actividades, para así hacer un repaso oral entre todos y para después darle una ayudita a su nuevo compañero con la modalidad de esta materia – Todos obedecieron la consigna dada por el docente y así Degel comenzó a hacer preguntas salteadas, y Camus prestaba muchísima atención a la clase.
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Al finalizar la clase de Gramática, todos los alumnos salieron del salón para así disfrutar la hora del almuerzo. Camus parecía estar sumergido en sus pensamientos, teniendo en su cabeza la mala broma que le hará pasar Albafica en la hora de Gimnasia, y al ver como su amigo iba callado hasta la cafetería, solo, Mu y sus otros dos fueron tras Camus.
- ¿Qué te hizo la arpía celosa de Albafica? – Pregunto enrabietado Afrodita mientras se cruzaba de brazos indignado.
- Me va hacer la más chistosa para todos ustedes – Dice aquellas palabras sin ánimos y sin vitalidad Camus, logrando que Shaka agachara la cabeza apenado por su amigo.
- Él siempre hace eso con todos, además… - Trato de reconfortar y cambiar de parecer a un Camus perdido, Shaka toma el brazo del nuevo para así este acatar su atención – No eres el único que molestan – Camus observo primero a Mu quien le asentía con la cabeza y una media sonrisa, después se volteó a observar a Afrodita quien dejo salir un gruñido y por último, agacho su cabeza para así cruzar con un Shaka sonriente.
- ¿Entonces lo dices para hacerme sentir menos importante con el tema del Bullying extremo? – Shaka lo miro serio y amenazador, para después negar con la cabeza.
- Piensa Camusin, piensa – Dice Afrodita mientras abre las puertas de la cafetería y tomar asiento en la mesa de ellos cuatro.
- Afro, en estos momentos no tengo ganas de pensar – El peli celeste negó, para después señalarle en donde pasaba Albafica y su sequito.
En la otra mesa, Albafica tomo asiento al lado de un Milo serio y jugando con su comida fastidiado, provocando que Deathmask y Aioria se miraran algo nerviosos.
- Hoy estas lindo Milo – Dice Albafica mientras le tocaba los cabellos a un Milo por demás hastiado – Sabiendo que el chico nuevo, dice que eres muy cruel con él y te va a reportar con los cazadores – Los ojos de Milo se abrieron en par para después mirar iracundo a Camus quien en ese momento había cruzado mirada con él, no obstante, Aioria se sintió un poco mal ya que no le agradaba que su mejor amigo sea engatusado por alguien como Albafica.
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Al notar la mirada furiosa de Milo, Camus se puso de pie para así irse de allí, dejando a sus amigos desconcertados y algo ofendidos por ver aquello. Sin embargo, Mu y Afrodita se pusieron de pie para acercarse hasta donde estaba Albafica junto con Milo.
- Me sorprendes zorra – Especulo Afrodita en un tono de repugnancia, provocando que Albafica dejara a Milo y tomara de pie.
- Lo tomare como un alago Dita – Afrodita tomo el almuerzo de Deathmask, quien se sorprendió ante esa acción y se lo tiro a la cara de su “enemigo”. Albafica lo recibió de lleno, tratándose de animales muertos - ¡Eres un hijo de perra! – Bramo indignado Albafica para así limpiarse, al percibir aquello Milo se puso de pie y en eso Mu lo encaro, ya que el pelilila no estaba de buenas.
- Ten muchísimo cuidado con lo que le haces a Camus, porque tarde o temprano te vas arrepentir – Dijo en un tono frio y alertarte, provocando que Milo se quedara pensativo con aquellas palabras.
- En cambio vos gorda de circo ¡Deja a nuestro amigo en paz! – Acto seguido ambos se fueron, dejando a un Albafica iracundo por haber escuchado aquellas palabras ofensivas.
- “Me las van a pagar muy caro” – Pensó Albafica para después retirarse de aquella mesa e ir hasta donde estaba el centro de estudiantes.
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La hora del almuerzo había terminado, todos fueron a sus salones y los de la clase E, tomaron rumbo a los vestuarios. Mu y sus otros dos amigos, fueron corriendo a los vestuarios, para así encontrarse con Camus ya cambiado y sentado en las gradas.
- Será mejor vestirnos rápido e ir con él – Afrodita y Shaka asintieron, para abrir sus casilleros, cambiarse de ropa y al terminar los tres fueron hasta donde estaba Camus
-¿Podemos contarte algo? – Pregunto Shaka a un Camus algo apenado y serio, pero por inercia asintió ante la pregunta del rubio.
- Cuando yo ingrese a este instituto, mi primer día en el segundo trimestre… - Afrodita hizo una pausa para tomar asiento debajo de las gradas y al frente de un Camus atento – Albafica me insulto al ver mi rostro bello, ya que la mayoría de los chicos fueron a recibirme y alagarme por ser un chico lindo – Camus se sorprendió al escuchar aquella experiencia con el Bullying extremo de Albafica – No obstante, aquello provoco que en esta hora o después de gimnasia, me fui a darme una ducha y en eso noto que mi shampoo tenía un tinte, logrando colorear mi cabello celeste por un verde olivo muy feo – Camus trato de reprimir la risa, pero no aguanto más y los cuatro rieron.
- Una experiencia mía con el inmaculado Albafica – Hablo Shaka acatando la atención de Camus y de los demás – fue cuando estaba en biblioteca, yo hace un año usaba lentes y tenía brackets, y bueno me molestaron muchísimo por ser un rubio empollón – Mu asintió ya que siempre compartió grado con Shaka, pero en eso Camus apoyo su cabeza en el hombro del rubio y este lo abrazo.
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En ese momento, el profesor de Gimnasia se colocó al centro del gimnasio para así todos sus alumnos se acercaran hasta donde estaba él. Camus y sus amigos se quedaron en las gradas charlando amenamente.
- Bueno clase, ya estamos en el último módulo de clases y haremos cinco vueltas por la cancha y cuando terminen, empezaran a jugar los quemados pero en dos equipos de diez personas – Todos asintieron pero Albafica alzo la mano acatando la atención del profesor - ¿Qué sucede joven Kirkpatrick? – Algunos observaron algo enojados con Albafica, pero el peli celeste los ignoro.
- El cuarteto de haya – Todos se voltearon para observar el grupo en cuestión y el profesor al ver a Camus se quedó perplejo – ¿Se quedaran allí o qué? – Pregunto sin más, ya que el profesor de cabellos platinados tomo el silbato para así tocarlo.
- ¡¿Se puede saber que hacen ustedes cuatro ahí?! – Los que estaban en las gradas hablando se pusieron de pie y fueron hasta donde estaban sus otros compañeros.
- Lo sentimos profesor Hasgard, es que Camus nos estaba contando de que él antes nunca pudo hacer Gimnasia – Camus asintió a lo que contaba Afrodita, para después Camus extenderle un papel con su ficha medica al profesor de turno – Sufre de asma – Milo abrió los ojos con sorpresa para después notar que aquellos síntomas eran los mismos que su anterior amor.
- Esta bien, ustedes dos – Señalo a Mu y a Afrodita quienes estaban atentos a lo que digiera el docente – harán las cinco vueltas con sus compañeros y el joven Dadbin hará con el joven Afrontes una vuelta y media, dado que ambos sufren de asma – Albafica se cruzó de brazos indignado y enojado, ya que no le salió bien esa parte de su plan - ¡Comiencen a trotar! – El profesor toco el silbato y todos se esparcieron, para así comenzar la clase de Gimnasia.
Milo con sus amigos iban a la cabeza junto a otro de sus compañeros, atrás iban Albafica y su grupito quienes hablaban de lo ocurrido anteriormente, más atrás iban Afrodita y Mu quienes parecían estar hablando de supuestas cosas en relación a Albafica. No obstante, un alumno se acercó hasta donde estaba Camus para así comentarle algo.
- Hola – Saludo aquel muchacho de cabellos azules, logrando que Camus se volteara y le mirara – Mi nombre es Frodi Agramunt – Camus hizo una seña con la cabeza – Y bueno, quería advertirte sobre Albafica –
- ¿De qué tienes que advertirme de Albafica? – Pregunto algo extrañado Camus, pero en ese momento el profesor toco de nuevo el silbato y los que estaban adelante se callaron.
- Él te tiene envidia y esto no viene de ahora, si no de hace bastante tiempo atrás – Shaka se quedó algo perplejo al escuchar la advertencia de Frodi, quien después acelero su trote y reunirse con sus amigos.
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Al terminar de hacer calentamiento, todos se sentaron o se acostaron en el suelo, para así recobrar el aliento, pero Milo y sus amigos tomaron asiento en las gradas.
- Se ve que caíste de nuevo en las garras seductoras de Albafica – Comento Shura mientras utilizaba su poder vampírico, con cautela, para hacer aparecer una botella enorme de agua y compartirla con los otros.
- Eso ya me canso, además no entiendo que quiere de mi Albafica – Comento irritado Milo, mientras bebía de la botella.
- La respuesta es simple, esta ultra celoso del joven Monthay, y en este tiempo Afrontes es la reencarnación de él – Shura y Aioria lo miraron algo perplejos, pero aquello logro hacer reír a Milo.
- Jajaja… - Rio Milo mientras se ataba el pelo en una cola baja – Si claro, como si eso fuera posible – Acto seguido Shura le dio una torta haciendo que Milo reaccionara y dejara de ser tan antipático.
- Es más posible que ocurra tratándose de vos un vampiro Milo – El muchacho de rizos rubios enfoco su mirada de enojo a Shura, pero este no se dejó intimidar – Además hay muchas cosas que vos deberías de saber antes de que termines siendo carnada de la Orden Vampírica – Kanon asintió ante aquel comentario, logrando hacer reflexionar a Milo y también a Aioria.
Al otro lado del salón, el profesor toco el silbato nuevamente para así llamar a todos sus alumnos para que se acercaran, y al estar todos reunidos, el profesor comenzó a extender dos balones de baloncesto a Milo y el otro a Aioria.
- Elijan a sus compañeros de equipo, los demás se forman en fila – Aioria y Milo se miraron para después cambiar palabras de competición.
- Te doy pase libre Milo – Dijo Aioria mientras comenzaba hacer rebotar una de las pelotas que tenía, y Milo se aclaró la garganta para después tirar una de sus pelotas al primer elegido.
- Elijo a Isaac – El muchacho de cabellos verdes agarro en el momento la pelota y se reunió a lado de Milo – Tu turno minino – Aioria le lanzo una mirada amenazadora por el apodo que le dio su mejor amigo, pero Milo dejo salir una risa de diversión.
- Elijo a Frodi – Aioria le lanzo el balón al elegido quien le guiño un ojo a un Camus, quien trago grueso, y el joven de cabellos azules oscuros se a posiciono al lado de Aioria, quien después tomo otro balón de igual forma lo hizo Milo.
Milo termino eligiendo a Kanon, Afrodita, Fafner, Albafica, Mu, Sorrento, Shura y a Bud, en cambio, Aioria eligió a Deathmask, Balder, Siegfried, Kasa, Utgard, Syd, Shaka y por último Camus.
- Perfecto, ya que todos fueron escogidos por sus dos compañeros, elijan un capitán en cada equipo – Indico Hasgard, mientras anotaba los alumnos formados en los dos grupos para así tenerlos apuntados.
En el equipo de Milo, las cosas no pintaron bien ya que Albafica tomó las riendas en la decisión del equipo.
- Yo diría que Shura fuera el capitán por este cortito tiempo – El muchacho elegido le pego una colleja a Albafica quien se lo devolvió más fuerte.
- Trata de comportarte o si no te hago mil pedacitos arpía – Amenazo Shura haciendo sacar sus colmillos y Albafica se acojono un poco, pero Shura se calmó enseguida – Milo, tu siempre terminas teniendo la palabra – Milo saco un péndulo de su bolsillo para después extenderlo al frente.
- Si se deja de mover y señala a uno, ese será el capitán – Acto seguido el objeto se quedó inmóvil y en unos segundos termino escogiendo a Kanon – Quedas vos, Kanon – El gemelo agradeció, ya que soportar a sus nuevos compañeros de curso le valía.
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En cambio el equipo de Aioria, Siegfried quedo como capitán del equipo, por decisión de la mayoría. El profesor tiro las pelotas al centro y dio un silbido, para así todos tomar una pelota y tirársela al otro jugador contrario.
Sin embargo, Camus había tomado una pelota porque era su primera vez jugando a un juego demasiado bruto, observaba como todos sus compañeros se tiraban las pelotas entre ellos, algunos esquivaban con agilidad los tiros del equipo contrario.
-¡Estas fuera! – Festejo Kasa al haber pegado a Afrodita quien había colocado una cara de ofendido un tanto chistosa, acatando la mirada de Deathmask quien reía al ver la escena.
- No te creas – En ese momento se escuchó un pelotazo un tanto sonoro, logrando que Kasa cayera al suelo por el tiro que le dio Isaac, y los que estaban allí rieron a carcajadas.
- “Esta es la mejor materia en donde todos disfrutamos” – Pensó Deathmask, mientras observaba con disimulo a Afrodita quien se fue a donde estaba el nuevo.
Afrodita le coloco una mano en el hombro de Camus, quien lo había visto ir hasta él.
- ¿Por qué no lanzas la pelota a cualquiera? – Pregunto curioso Afrodita, ya que no eran del mismo equipo, pero lo hacía para no ir a la banca de los derribados.
- No me gusta este tipo de juegos, son muy brutos y no es lo mío el deporte – Acto seguido, Afrodita esquivo la pelota y esta termino golpeando a Camus quien fue de lleno al suelo, golpeando su nariz contra el piso de la cancha.
- Ups, lo siento Camus – Se disculpó de manera irónica y arrogante Albafica, logrando que su grupito se riera de aquello, no obstante, Milo había visto aquello de mala manera ya que no le había gustado para nada.
- “Ya me canso… Odio ponerme y mostrarme como soy fuera de un colegio o en mi propio mundo. Pero esto es intolerable” – Camus se levantó del suelo con dificultad, dado que su nariz empezó a sangrar masivamente, esto provoco que sus compañeros sacaran sus colmillos y acercarse a él.
- “O no…” – Mu cruzo mirada con el profesor de Gimnasia, quien trato de controlarse y con la mirada le dijo que sacara al joven de allí. Fue hasta los vestuarios a toda velocidad, para buscar el spray de ajo para así comenzar a rociar a Camus – Lo hago para protegerte de los vampiros – Acto seguido Camus miro a Mu con asombro, obteniendo la respuesta a sus dudas.
- La verdad que lo siento mucho, zorrillo – Albafica se tapaba la nariz mientras le tendía un pañuelo blanco, pero Camus lo recibió de mala gana y sin quitarle la mirada de enojo – Te recuerdo que tu aceptaste a ser mi sumiso, en esta clase y no quiero ver esa carita de que ahora estás enojado conmigo, ya que eso no te durara mucho, zorrillo – Su grupito y él se reían, pero ya que algunos eran vampiros que sabían controlar su hambre.
- ¡Cállate! – Grito Camus, para después lanzarse encima de Albafica y comenzar a pegarse entre ellos. Mu parecía estar sorprendido al ver aquella pelea, Afrodita noto que el grito de Camus había calmado a todos los vampiros, ya que el tono agudo del grito provoco aquello.
El docente se acercó a sus alumnos, y separo a los que se batían a una pelea. Milo se había calmado, ya que un recuerdo lo había calmado pero un dolor agudo se presentó en su pecho, Aioria y Deathmask fueron ayudar al docente quien no parecía estar muy contento.
- ¡Los dos pasan directo a dirección! – Acto seguido, Camus parecía estar desaliñado, con rasguños en su cara, su uniforme de gimnasia estaba todo rasgado y su cabezo alborotado, y de igual manera estaba Albafica, pero con algo distinto, un ojo morado.
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Los gritos en la oficina del directo eran escuchados por el sector de aquel lugar. Sage parecía estar aturdido por los insultos que se decían aquellos alumnos, ya que allí estaban los tutores de los jóvenes.
- ¡YA SE CALLAN LOS DOS! – Grito harto Sage, haciendo que aquellos jóvenes se callaran, pero lo único que recibió fue la mirada de Lugonis quien les diera un castigo a ambos – Ambos estarán castigados por pelearse en horas de clase y estarán acomodando los libros de la biblioteca por tres días, y comienzan a partir de mañana.
Las clases habían finalizado, como también el primer día. Camus salía en custodia de Degel, dado que su primo tenía algunas cosas que preguntarle en casa, sobre todo lo que había ocurrido en la hora de Gimnasia.
- Sube al auto – Ordeno frívolamente Degel, ya que no parecía estar de buen humor, a duras penas y triste, Camus se subió al auto para después su primo ponerlo en marcha.
- Lo siento mucho Degel, no quería terminar en dirección por culpa de Albafica, yo… - No pudo terminar la frase ya que su primo lo fulmino con su mirada fría, no obstante Camus agacho la mirada sumamente avergonzado por lo ocurrido, era la primera vez que él peleaba con un chico y haber terminado en dirección.
- Esa no es la excusa tan perfecta para decírmelo a mí, Camus – El joven de cabellos aguamarinas parecía estar tan compungido por lo ocurrido, sin embargo, Degel suavizo su carácter – Además, quiero saber que te hizo Albafica con lujo y detalle – Su primo lo miro un tanto anonado, pero sabía a lo donde deseaba ir Degel.
- Me humillo, hizo enojar a Milo quien casi me asesina con su mirada de perro rabioso – Aquello logro hacer reír a Degel, ya que conocía a la perfección a su cuñado – Después en Gimnasia, me pega un pelotazo haciéndome caer al piso y romperme la nariz, para así enterarme que mis compañeros son vampiros – En el tercer semáforo cambia de color a rojo, haciendo que Degel frenara antes de tiempo haciendo que los dos se tiraran un poco hacia adelante.
- “¡¿Pero qué demonios?!” ¿Algo más sucedió? – No sabía que pensar Degel, estaba por demás sorprendido con la acción hecha por Albafica, lo conocía, pero jamás llego a pensar que llegaría hasta los límites. La última pregunta que formulo, lo dijo algo nervioso dado que le había pasado algo parecido con Kardia en sus tiempos como adolescentes.
- Todo lo otro ya lo sabes, porque Mu te lo conto antes de que entraras a la oficina del director Sage – Respondió Camus mirando de reojo a su primo, quien volvía avanzar con el auto, quedando así los dos en un largo silencio. – Dime una cosa ¿Cómo conociste a Kardia? – Pregunto Camus para romper el silencio un tanto incomodo, logrando ruborizar a su primo y Camus comenzó a reír al ver aquello.
- Esto… Es complicado Camus… Y no sé por… Donde empezar – Lo dijo con un tono algo raro, ya que la pregunta formulada por su primo lo había tomado por sorpresa. (*)
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Al llegar su casa, Milo se sentía mal ya que él fue el causante de esa pelea. En ningún momento sintió el dolor ajeno o sobre todo, comenzar a sentir cosas apresuradas por aquel joven de cabellos aguamarinas, se apoya en la pared y fija su mirada en las escaleras recordando cosas del pasado.
- Milo ¿Te encuentras bien? – El joven de cabellos rubios levanto su mirada al escuchar la voz de su hermano mayor, quien bajaba en compañía por uno de sus amigos de la infancia.
- Mi hermano Death me dijo que no te encontrabas en buenas condiciones – Milo frunció su seño y observar al hermano mayor de su mejor amigo.
- A ambos no les importa mi salud y menos lo que me pasa – Kardia se adelanta para después tomarlo del cuello y mirarlo mal.
- Ten muchísimo cuidado con Radamanthys Milo, sabes muy bien como maneja los hilos ese mal parido, porque estas corriendo un gran peligro, tanto vos como el primo de Degel – Aquellas palabras lo asombraron, no sabía que decir, ya que lo único que recordaba era las palabras que dijo Albafica en la escuela cuando le pegaba al chico nuevo. – “Te vas arrepentir por no haberme salvado aquella vez” – No sabía cómo Albafica había conseguido ser un hibrido, sobre todo sentir ese resentimiento hacia su persona o hacia Camus.
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Un nuevo día en la escuela, Camus ingresa al salón saludando a sus amigos, cuando escucha las risas de sus compañeros, sobre todo la mirada penetrante de Aioria, se voltea y se topa con algo escrito en la pizarra.
“Muérete infeliz… No eres bienvenido en este colegio, atentamente, EL CENTRO DE ESTUDIANTES”
Camus sale del salón dejando a sus tres amigos sorprendidos, pero mientras salía se chocó con Milo, quien lo observaba algo extrañado.
- “¿Qué le sucede?” – En el momento nota que sus sentimientos afloraban, pero trato de reprimirlos ya que cruzar mirada con un Mu enojado, lo había hecho tragar grueso.
Pero en ese momento Albafica saboreaba el momento, sobre todo sentir como su celular sonaba y recibiendo el cálido mensaje de su novio. – “Ven después de clases, a la oficina del centro de estudiantes, para así repetir lo de mi casa, porque el trabajito que hiciste por nosotros debe serte recompensado, mi bella rosa” - No obstante, aquello extraño a Afrodita para así avisarle a Mu por si era importante ese detalle.
(Ending – Apology de IKON)