Reporteros, flashes, muchas celebridades y fans gritando en la orilla de las barras de contención intentando tomarse una foto con su artista favorita. Ese día era la entrega de los MTV movie awards, algo divertido y juvenil, que después de revisar sus múltiples invitaciones tiradas en la basura, Tony había elegido para llevar a Pietro.
Ambos abordaron uno de los lujosos y pequeños autos del genio, hacía mucho tiempo desde su última aparición en público de esa manera, y la verdad es que se sentía algo nervioso, el de cabello blanco pareció notarlo cuando se acercaban a la gala y los alrededores se empezaban a llenar de gente.
—¿Nervioso? No se te notan tanto las arrugas, lo prometo—Pronunció Pietro, a lo que el genio sonrió, girándose a verlo.
—¿Arrugas? Niño, yo soy como los vinos, sólo mejoro con la edad—Respondió y Pietro no pudo estar más de acuerdo, pero no lo dijo en voz alta.
—Claro, claro lo que digas anciano…—Palmeó ligero su hombro antes de que estacionaran, bajando del auto sintiendo al instante las cámaras en su rostro y los flashes deslumbrando sus ojos. Caminó detrás de Tony, mirando todo a su alrededor, eso en cierta manera no era tan extraño para él, por muchos años, estuvo enjaulado, siendo observado por muchas personas que lo analizaban de pies a cabeza, allí por lo menos tenía mayor libertad, sonriendo al ver lo natural que Tony se movía en aquel ambiente, saludando a celebridades, sonriendo ante los medios.
Sin embargo, los reporteros se acercaron, para preguntarle sobre los incidentes sobre lo relacionado con el Capitán, Bucky y los demás, el castaño pareció paralizarse.
—El señor Stark, no tiene nada que decir al respecto—Pietro interrumpió poniéndose al lado del genio, tomándole de la cintura en un gesto protector y posesivo, que causó que el millonario se girará a verlo, con la duda clara reflejada en su rostro.
—¿Quién es usted señor…? —Interrogó una chica que a Tony le pareció la versión renovada de la reportera de chismes, Christine Everhart.
—Un buen amigo del señor Stark—Le respondió de manera sencilla, jalando a Tony, que miró sólo un momento a los reporteros, antes de seguir el paso a Pietro, continuando por la alfombra roja.
—¿Por qué hiciste eso? —Cuestionó Tony, una vez que estuvieron lo suficiente alejado de los micrófonos.
—No parecías querer hablar de ello, además nos estaban entreteniendo mucho. Prometiste presentarme estrellas de cine. ¿Recuerda Señor Starrk? —Preguntó mirándole a los ojos.
Tony no creía eso, y sabía en realidad porque el chico lo había sacado de allí, pero no dejaba de ser sorprendente de que alguien estuviera tan al pendiente de él en momentos como ese, ante las cámaras siempre se creyó sólo o en todo caso “usado” por las personas a su alrededor, pero en este caso todo fue demasiado diferente.
—Sí, eso prometí—Asintió con una sonrisa—Pero no esperes mucho, la mayoría me odia por no llamar al día siguiente.
—Eso si lo esperaba—Sonrió Pietro, siguiendo al mayor cuando caminó hacia el interior del evento.
Pietro no podía recordar con cuantas personas se presentó, cuantas manos estrechó y cuantas modelos besaron su mejilla, no podía mucho menos contar, cuantas veces se sintió celoso, por los coqueteos a su acompañante, y cuantas miradas sugestivas recibió el mismo, aunque estaba demasiado pendiente de Tony, para si quiera tomarlas en cuenta.
El evento fue realmente divertido, tuvieron un lugar privilegiado frente al escenario, cerca de los nominados a las diferentes categorías, a un lado tenían a un afamado director con su nueva esposa, y al otro a una joven pareja de actores que habían comenzado una relación durante el rodaje de una película. Eso le agradó, ambas parejas estaban demasiado ocupadas en sí mismos, para entablar conversación con ellos, y eso le permitía tener toda la atención de Tony.
Durante la gala el genio se la pasó haciéndole un montón de comentarios sarcásticos de los presentadores, actores y actrices, Pietro contribuía algunas veces, además muchas de las películas nominadas las habían visto juntos durante su tiempo en recuperación, por lo que era algo en común que podían rememorar en ese momento. Sabía que podía parecer que no tenían mucha historia en común, que eran prácticamente extraños que por azares del destino terminaron juntos, pero por el contrario, Pietro sentía su destino atado al de Tony, desde que era un niño, y vio su apellido en un misil, las cosas habían dado un giro de 180 grados desde entonces, pero a su parecer, así era la vida…
—Y el ganador a mejor actuación de acción es…
—¡Chris Pratt! Por Jurassic World…. —Anunciaron los presentadores y poco después se escucharon los aplausos ensordecedores, mientras el actor subía al escenario a recoger su premio…
Flash Back.
—Te lo haré, de verdad—Repetía Tony, con una cerveza en la mano, mientras estaba sentado en el suelo, recargado en el sofá, viendo la enorme pantalla, en donde se proyectaba la nueva entrega relacionada con un gigantesco parque de dinosaurios.
—No necesito un velociraptor, además. ¿Qué tal si se sale de control como esa cosa? —Señaló Pietro, quien estaba completamente recostado en el sillón, mientras su mano estaba sujeto a una máquina de suero, que serviría para su recuperación.
—No se saldría de control, además solo sería uno, para que te haga compañía en este lugar, sería divertido verlo jugar carreritas contigo, cuando ya te funcionen—Dijo palmeando un poco las piernas del corredor, y es que la movilidad de este, después de tres meses de haber despertado, no era la mejor.
—Bueno, sería un compañero menos molesto que usted, Señor Starrk. —Respondió con una sonrisa de lado, cuando el genio se giró a verlo.
—¿Qué dices? Si soy encantador—Pronunció con un gesto dulce exageradamente falso, que hizo reír al peli blanco. Mordiéndose los labios, para no contestarle con un “lo eres”.
Fin del FLASH BACK
—Hey…—Tony le golpeó el brazo—Te dije que era más lindo en persona, pero no es para que te le quedes viendo así. —Pronunció haciendo que el menor parpadeara rápido.
—No, sólo… me quede pensando. ¿Me harás mi velociraptor? —Preguntó postrando sus ojos en el castaño, y en nada más que él. Sintiendo su corazón agitarse un poco, cuando este sonrió de una manera realmente sincera. Y es que a Tony le alegró de una manera curiosamente extraña, que el otro recordará eso.
—Los niños y sus caprichosos, ahora si lo quieres. ¿No temes que se me salga de control? —Cuestionó.
—Confió en usted, señor Starrk—Respondió, y aunque la proposición era un juego, ambos sintieron esa frase como algo más sincero y profundo de lo que parecía, pero antes de que cualquiera de los dos pudiera decir algo más, fueron envueltos por el ruido a su alrededor y la multitud que se paró a bailar con el nuevo performance, por lo que en un acuerdo silencioso, decidieron dejar ese tema de lado e unirse a la euforia general.
Al terminar el evento, ambos terminaron en el “After Party” , llevado a cabo en la terraza con piscina de uno de los más lujosos hoteles de la ciudad, normalmente Tony perdería hasta beber el conocimiento, más en esos momentos donde las pesadillas lo asolaban cada noche. El problema o dilema es que estaba más pendiente del chico que lo acompañaba, no quería perderse, después de todo lo que había hecho, de todos los errores cometidos , no quería darle esa imagen.
—¿No beberás nada, Tony? —Una vieja conocida se acercó llevando dos tragos en la mano, y él estaba por negarse, cuando vio a un par de lindas chicas cerca del chico Maximoff, este les sonrió devuelta, de una manera que notó que varios productores de cine estaban por acercarse a darle su tarjeta, y eso le molestó, le molestó la idea de las manos de las chicas en los perfectos pectorales del peliblanco, sobre el traje negro. Por lo que tomó la bebida de las manos de la mujer y se la tomó de un solo trago, no comprendía que era lo que estaba pensando, últimamente solo intentaba vivir el día a día, pero era más complicado de lo que pensó.
Pietro se había alejado un poco de su guía, quería darle espacio, pensaba que quizá estar en un ambiente más familiar para él lo ayudaría, pero por extraño que pareciera, Stark lucía bastante huraño, por lo que después de fingir interés en las aburridas charlas de un par de chicas, decidió volver donde el genio, que estaba sirviéndose ya su quinto trago, en la esquina de una barra.
—No parece el Stark casanova de las noticias, aislándose en esta esquina—Le comentó Pietro sentándose a su lado.
—Las noticias mienten todo el tiempo—Le respondió Tony, mirando el ligero rubor en las mejillas del chico. —Bebiste un poco, ¿No?
—Las chicas no dejaban de traer cocteles, pero estoy bien. ¿Y usted, Señor Starrk?
—Perfectamente—Tony bebió despacio el trago que acababa de servirse—Creí que no te vería en unas horas, los ángeles de victoria seecret, tienen un alto poder de convencimiento, y yo puedo esperarte aquí, mientras tú te entretienes en las suites…
—Claro…No será que quiere que me vaya, para que usted haga lo mismo—Le dijo inclinándose—Tu relación con Pepper terminó, estoy seguro de que estás ansioso entonces de volver a lo de antes. —Ante esto, Tony le dedicó una débil y triste sonrisa, no era la relación con Pepper en la pensaba, y la verdad es que tampoco extrañaba ese estilo de vida, quería algo más, necesitaba algo más, pero aún no lograba averiguar qué. —¿Entonces?
—Supongo que estoy algo oxidado—Sirvió un trago más, y le ofreció uno con la mirada a Pietro, a lo que este aceptó, y ambos bebieron el contenido de estos de una sola vez. —¿Volvemos a casa?
—¿No quieres intentarlo con las modelos? —Señaló a las chicas que al girarse ambos hombres, les saludaron coquetas.
—No, no quiero dar decepciones, ni un nuevo escándalo de internet—Negó con una ligera risa, poniéndose en pie, sintiéndose algo mareado, estaba dejando de tolerar el alcohol como antes. No dejó que el otro lo notará, y simplemente le hizo la indicación de que lo siguiera, la fiesta había acabado para ellos, y aunque pensó que el chico rumano mostraría algún gesto de molestia, no era así.
Él traje transcurrió en silencio, Tony se concentraba en el camino, y Pietro en que el alcohol que había ingerido desapareciera de su organismo.
Al llegar a la base, cada uno fue a su habitación, Tony se cambió de ropa, las últimas noches se había quedado hasta tarde en el taller, trabajando y durmiendo apenas un par de horas, pero esa noche quería intentar conciliar el sueño de una forma mínimamente normal.
Fue a la habitación de Pietro, y lo encontró sentado en su cama, mirando una fotografía, fotografía que al instante reconoció, la había visto desde que lo había despertado. Sabía lo que significaba, un odio hacía él, y esa misma fotografía, hacía que fuera más confuso la estancia del muchacho a su lado.
—Te lo he dicho, puedes golpearme e irte en el momento que quieras—Le dijo caminando a sentarse a su lado, a lo que el chico volteó a verlo con una sonrisa dolorosa de lado.
—Qué más quisiera, pero no puedo… y no es algo fácil, pero…
—¿Pero?
—Pero estoy donde debo de estar—Pronunció guardando la fotografía en uno de los cajones con mucho cuidado.
—La verdad que no te entiendo mocoso, recuerdo cuanto me odiabas al despertar, cuanto me odiaste por lo de tú y tu hermana, tu familia, tuve que rogarte y sedarte para que aceptarás el tratamiento, si no mal recuerdo—Le recordó viéndole directo a lo que el chico sólo se encogió de hombros.
—Tengo razones para odiarte, tienes razón, encarcelaste a mi hermana, después de to.
—Entre comillas también deje que escapara.
—¿Cómo voy a odiarte, si pones excusas?
—Sólo planteó los hechos como son—Sonrió y Pietro hizo lo mismo. —Ya estoy harto de que me odien por cosas que no hice.
—Lo sé—Asintió el rumano. Lo sabía demasiado bien en realidad, y por ello estaba allí.
—Entonces, Volvemos al mismo punto ¿Cuándo dejaste de odiarme? —le cuestionó.
—No creo que haya habido un momento. Las cosas a veces sólo pasan Señor Starrk, no para todo hay respuesta.
—Soy un hombre lleno de preguntas, y por tanto espero muchas respuestas.
—Pues en este caso no hay—Le dijo dejándose caer en la cama, con las manos tras la nuca, Tony le examinó, si existía una respuesta, a esa y muchas preguntas que tenía con respecto al menor, peor también le era obvio que este no querría decírselas.
—Bien, buenas noches, entonces… —El castaño le palmeó la pierna delicadamente y se puso de pie, cerrando tras él la habitación del joven.
No era tiempo, aún no le podría decir a Tony lo que pasaba, él no estaba listo, no quería que las cosas se malinterpretarán, quería primero que Tony estuviera bien, que tuviera mayor estabilidad y seguridad de las cosas, después de eso, le diría. Le confesaría todo, lo que pasaba en su cabeza y en su corazón desde meses atrás.
Aunque en algo había sido sincero, no podría decir que hubo un momento exacto en el que comenzó a quererle.
Los primeros días fueron bastante difíciles en realidad, Stark no le agradaba, y que no lo dejará salir, ni ver a nadie, le ponía nervioso, no confiaba en el castaño. Sin embargo este comenzó a pasar más tiempo en él, según el genio, para compensar la soledad de estar allí encerrado, hablaba con él aunque Pietro no le respondiera nada, trabajaba y revisaba planos junto a su cama, se fue acostumbrado a su presencia y sarcasmo, hasta que pudieron mantener una conversación pacífica, luego fueron charlas divertidas, hasta llegar a un punto en el que Pietro ansiaba la hora de hablar con él.
No quería admitirlo, nunca lo hizo, pero se alegra realmente al verlo llegar. Sin embargo, los sentimientos que le hicieron darse cuenta que el odio por Tony se había ido, y que algo más fuerte había comenzado a surgir en su interior fueron por cosas bastante negativas; celos, frustración, ira y enojo.
Primero fue Pepper, al principio, le tenía cierto aprecio, por como hablaba Tony de ella, luego fueron celos, porque cuando Tony se iba, muchas veces era por su llamada, luego esta le abandonó, le fue dejando de lado poco a poco, no soportó el cambio que se daba en el millonario, no fue lo suficientemente fuerte para amarle cuando debía, y fue entonces que lo entregó a algo peor… mucho peor que el simple abandono.
La primera vez que le miró una mordida, se calló, el otro después de todo tenía fan de casanova, no debía ser raro que tuviera ya alguien que lo consolará en las noches. Pero continuaron apareciendo, mordidas y chupetones, que el genio a veces intentaba cubrir, y otras parecía que le daba igual. Era una sola persona quien se las hacía, una que parecía querer monopolizarle; mente, corazón y cuerpo…
Pero algo malo pasaba, porque Pietro no veía sonriendo a Tony, su semblante no era el de una persona feliz con su relación, parecía más bien preocupado, angustiado y abrumado, sus ojos se llenaban más de ojeras, y muchas veces, Quicksilver pudo notar qué al llegar con él, Tont se había lavado la cara, para que no notará que había llorado, pero era algo que no podía ocultarle, no ahora, no a él… Cuyo entretenimiento era grabarse de memoria cada facción de Stark.
Por ello, un día se armó de valor, y mientras veían una comedia romántica, que ambos encontraban estúpida, se atrevió a cuestionarlo, Tony no quiso contarle entonces, ni las siguientes cinco veces que le interrogó tiempo después. Hasta que en la sexta, mientras el genio pasaba un escáner por su cuerpo, y su mirada se veía aún más triste, justo allí le contó lo del Capitán. Le contó cómo era ser el amante del hijo predilecto de américa, le contó a su manera que las cosas no estaban geniales como quería aparentar, agregando un “… Pero el sexo es genial…” Con un encogimiento de hombros.
“Yo si cuidaría de ti, te querría como mereces, no dejaría que lloraras” Esa frase fue la primera que acudió a su cabeza, cuando el otro terminó su relato. Fue allí que él se dio cuenta lo que sentía hacía Tony, aunque claro, el comerse su cuerpo con los ojos cuando usaba ropa ajustada, también fue una buena señal en su momento.
Cerró los ojos, recordando una vez que Tony se quedó dormido recargado en él en el sillón, cuando escuchó un ruido extraño, proveniente de la habitación de Tony, llegó allí en menos de un segundo (literal) y vio al genio agitado en la cama, con tres de sus armaduras rodeándole.
—Tony…—Llamó acercándose lentamente a él, pasando entre las grandes figuras de metal sin temor, su mayor preocupación ahora era el gesto perdido del mayor, que respiraba algo agitado.
—Lo voy a arruinar, yo… todo es mi culpa—Decía, a lo que Pietro negó con la cabeza y apoyando las rodillas despacio en la cama, y con temor de ser rechazado, le abrazó…
Aquel contacto, le trajo algo de cordura al genio, lo trajo a la realidad, volteó a ver a sus armaduras, y estás se retiraron con sonidos pesados y metálicos.
—No es cierto, no vas a arruinar nada Tony—Negó, recordando las visiones de las que su hermana le había hablado, el mayor temor de ese hombre, era tan noble, y era increíble que nadie pudiera notarlo.
El mayor permitió que le sujetara en sus brazos, y Pietro aprovechó para pegarlo más a él, le acunó con cariño, sin saber que más hacer, no quería fallar en cuidarle, por lo que actuó por instinto, intentando hacer algo más; se recostó lento, jalando con él a Stark, sin despegarlo de su cuerpo, se acomodó en la cama, dejando al otro apoyado en su pecho fornido, le regaló caricias tranquilizantes, esperando que pudiera volver a dormir, estaría toda la noche allí despierto de ser necesario.
Tony no estaba seguro de que estaba pasando, pero se sintió realmente cómodo allí, sintió que podía dormir, que podía descansar, por lo que no puso oposición cuando el chico hizo aquello… sólo se dejó llevar, tenía que hacerlo… si no, no podría dormir nunca.
Mientras tanto, en el otro lado del mundo. Natasha y Sharon aparecieron al mismo tiempo, en la mesa de desayuno donde se encontraban; Bucky, T’challa, Wanda, Sam, Scott, y por supuesto Steve, todos se habían mantenido juntos, e intentaban animar el ambiente, pues todos sabían que en un par de semanas congelarían a Bucky.
Por ello, es que la entrada de las espías, tan repentina y seria, los dejó bastante sorprendidos.
—Creo que estamos aquí por lo mismo—Pronunció Natasha al ver a la agente.
—Eso supongo—asintió Sharon. —Si quieres…
—No, adelante, diles tú…
—Esto no será bueno—Pronunció Scott, diciendo en voz alta lo que quizá todos pensaban.
—La noche pasada, fue la entrega de unos reconocidos premios juveniles, y la reaparición del afamado Tony Stark, por primera vez en mucho tiempo fue noticia.
—Tony por fin dejo su encierro. —Pronunció Steve.—Los medios siempre están cubriéndole.
—¿Esa es la gran noticia? —Inquirió T’challa.
—No—Interrumpió Natasha—La gran noticia es que no apareció solo—Encendió la televisión de la cocina, cambiando las canales, hasta dar con un programa en el que hablaban del evento, y en ese momento aparecieron las imágenes de Tony y Pietro juntos en el evento, la entrevista donde el menor interrumpió a Tony, y sus pláticas y risas, durante la entrega de premios. La gente de la televisión especulaba sobre si sería la nueva pareja del excéntrico millonario, un actor o modelo con su carrera en crecimiento, pero nadie tenía a ciencia cierta información del chico, sólo que se habían ido juntos a la “After Party” y también se habían marchado de esta juntos.
T’challa, Scott y Bucktt, vieron como Wanda se llevó las dos manos a la boca, ahogando un sonido de mezcla sorpresa y felicidad, mientras las lágrimas afluían de sus mejillas. Esperaron por preguntar qué pasaba pero no fue necesario.
—Mi hermano está vivo…—Pronunció la chica, con un hilo de voz.
Steve le vio a ella con una dulce sonrisa, ante el hecho que era bastante grato, y luego giró de nuevo al televisor, donde el mayor de los Maximoff se inclinaba al oído de Tony, sacándole una dulce risa, que hace mucho no se veía en el genio…