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Million Dollar Man por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Bueno, como ven estoy actualizando un poco más rápido, bastante más rápido de lo normal. Espero y les guste este nuevo capítulo!

Aquí es el comienzo de algo que muchos querían. A ver que les parece.

 

IMAGEN IRONQUICK

 

 

 

Tony había dormido como un bebé, aún justo en esos momentos no quería levantarse, y tampoco podía, los fuertes brazos de Pietro le sostenían, le apresaban con una delicadeza demasiado cómoda, para desear escapar de ellos. Abrió los ojos lentamente, topándose con la sonrisa dulce en el rostro del chico, quien llevó una mano acariciar su mejilla.

—Buenos días, Señorr Starrk.

—Buenos días, Señor Maximoff—Le respondió, sacándole una risa a Pietro, quien se acercó a besarlo suavemente, acariciando su cintura aún desnuda, pegando sus frentes. —¿Tienes hambre? Bajaré a preparar el desayuno.

—Yo creo que ya me lo preparaste—Pronunció Tony, bajando una mano a acariciar la entrepierna medio despierta del otro—Los adolescentes, siempre con sus problemas matutinos.

—Tony no tienes que…—Se vió callado por un beso, contra el que gimió pues el otro le masturbaba con habilidad, haciendo que sus hormonas se dispararan. —Eres tan increíblemente atractivo—le dijo al separarse y verlo, llevando una mano al trasero del genio, acariciándolo con el mismo descaro con el que el otro tocaba su erección.

—Comprendo… ¿Por qué no continuamos en la ducha? —Le insinuó Tony.

Pietro se levantó de la cama, para ver al otro, ocurriéndosele una idea, cuando este apenas se estaba incorporando. Lo jaló de la mano, y se lo echó al hombro, como un costal de papas.

—¿Qué rayos haces niño? —Se quejó, al ir de esa manera, desnudo, sobre uno de los hombros del otro.

—Lo llevo a la ducha, Señorr Starrk—Le respondió divertido, dándole una juguetona nalgada, que hizo reír y gemir al genio de igual manera.

Pietro no lo soltó hasta llegar a la ducha, dónde al encender las llaves, comenzaron a besarse suave bajo el agua caliente, sus cuerpos se rozaban húmedos, y pronto se estaban masturbando el uno al otro, con sus bocas robándose caricias apasionados, terminando juntos luego.  

Tony disfrutó enjabonar la enorme y musculosa espalda del menor, y a este le encantó  llenar de jabón las fuertes piernas y los firmes glúteos del mayor, robándose dulces besos en el proceso.

El baño estaba lleno de vapor cuando terminaron. Se colocaron solo ropa interior y encima unas batas de baño, bajando entonces a la cocina/comedor, para disponerse a desayunar, Pietro empalagoso abrazaba por la cintura a Tony, besando su cuello, mientras esté hacía muecas y fingía gestos de desagrado entre risas, parando cuando se topó a Visión allí, y no precisamente solo.

—¡Rhodey! —Exclamó viendo a este, quien parecía visiblemente sorprendido. Pietro miró al hombre de color con curiosidad, cuando Tony se soltó de su agarró y caminó hasta donde este estaba sentado.

—No, no, espera—Le detuvo Rhodey, poniéndose de pie con un poco dificultad, dando un par de pasos con problemas hasta pararse frente al genio.

—Están… están funcionando—Pronunció Tony,  a lo que su amigo palmeó sus piernas—bastante bien, fueron un gran regalo en mis vacaciones Tony, gracias.

—Sabes que no tienes nada que agradecer Rhodes—lo abrazó y este le devolvió el gesto con fuerza, viendo entonces al chico, cuyos ojos estaban fijos en ellos. —Pero se supone que aún deberías estar en la playa.

—¡La playa aburre Stark! —Se quejó este. —Quería volver, hay trabajo que hacer. ¿No es cierto? Aunque en realidad, veo que tú eres el que ha estado “trabajando” arduamente.

—En realidad, el señor se la ha pasado con el Señor Pietro todo este tiempo, se ha alejado bastante de su taller. Ya no se queda dormido encima de las herramientas—Dijo Visión, interviniendo de manera inocente.

—No me digas… Así que Pietro—Miró al muchacho—Te vi en algunas fotografías. —Extendió su mano al menor —Coronel James Rhodes.

—He escuchado de usted. Pietro Maximoff, es un placer—Estrechó su mano.

—Espera… espera… ¡Tu moriste! —Señaló James, recordando al gemelo aún sin el cabello blanco. Ya sabía que había algo familiar en él.

—Igual pensé eso—Sonrió Pietro.

—No, no murió. No del todo—Negó Tony—Logré salvarlo, solo que tuvo que pasar un largo tiempo en observación.

—Ya veo. —Asintió Rhodes.

—Le decía a Visión que venía a ver si estabas interesado a salir a desayunar juntos, pero veo que estás ocupado. Así que vendré otro día.

—No, no para nada. —Negó Pietro—Tony lo extrañó este tiempo, yo desayunaré con mi buen amigo Visión—Dijo Pietro acercándose al humanoide, colocando una mano sobre sus hombros. A lo que el tipo de capa amarilla, se giró a verlo con la cabeza ligeramente ladeada—Tenemos asuntos que tratar.

—No estaba al tanto de ello—Manifestó Visión.

—Sobre mi hermana—Le recordó Pietro, a lo que el aludido abrió los ojos un poco más, para luego asentir.

—¿Ves? No hay problema Rhodey, solo espera que me ponga un poco de ropa—Le dijo Tony, dándose media vuelta para volver a la habitación.

James volvió a su lugar en la barra, mirando como Pietro, comenzaba a tomar cosas de aquí y allá para cocinar, dándole órdenes a Visión, sobre lo que prepararían.

—Tengo que preguntarlo. ¿Cómo es que tú y… Tony?

Pietro quebró un par huevos en un bol, comenzando a batirlos, sonriendo soñadoramente ante la pregunta—Toda mi vida, Tony Stark siempre estuvo allí, desde que murieron mis padres, no podía apartarme su nombre la cabeza. Pensaba sobre que lo haría el día que lo viera, pero no pasó como yo imaginaba. Y después de lo de Sokovia, las cosas cambiaron aún más.

—¿Qué cambio? —No era para menos que sabiendo la historia de los gemelos, el soldado estuviera preocupado.

—Lo conocí—Respondió sencillo, tomando entonces un poco de jamón, para comenzar a cortarlo. —Conocí a Tony Stark, al real Tony, y bueno, aquí estamos—Le dijo mirándole a los ojos y Rhodes supo que era sincero, que era difícil para el gemelo admitir como cambiaron sus sentimientos, pero que aún así era real, lo que sentía, el aparente amor hacía Tony.

—¿Nos vamos encanto? —Tony bajó con un pantalón de mezclilla, que entallaba su trasero y cintura, y una camisa roja, que le sentaba a la perfección.

—Nos vemos luego chicos—Se despidió Rhodey, bajando de la mesa, sus movimientos eran cada vez más fluidos, y eso alegraba a Tony, lo que, por ende, alegraba a Pietro.

Cuando ya se habían ido, Tony volvió sobre sus pies, robándole un beso apasionado al chico Maximoff, que este le respondió entusiasta. — Tardaré un poco, quizá no llegue a comer, pero…

—Está bien—Negó Pietro, dándole un nuevo beso, esta vez pequeño, dulce y chasqueante. —Saldré a dar un paseo en la motocicleta. 

—No te pierdas. Se roban a los niños, ¿Sabes? —Le daba pequeños besitos, ajenos a la mirada de Visión.

—Y tu ten cuidado, sé que a veces los ancianos olvidan donde viven, dile a Rhode que te lo recuerde.

Tony rió y se alejó de él, cuando escuchó los gritos de Rhode.

—¡Deja de ser un pedófilo y camina, Stark!

Se despidieron y al marcharse, Pietro le dio una nalgada a Stark, que este juró que pagaría.

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—Nuevas noticias de Stark y tu hermano—Carter entró a la casa abandonada en la que se habían establecido, poniendo sobre la mesa, una serie de periódicos y revistas, impresos de última hora, en donde se veía una serie de fotos de la cita de Tony y Pietro en la feria.

Wanda tomó uno de las revistas, hojeando las paginas, mientras Steve y los otros hacían lo mismo, la bruja pasó las paginas lentamente, ajena a lo que los otros decían o discutían, una pequeña e imperceptible sonrisa se formó en su rostro. Hacía tanto que no veía a su hermano así de feliz…

—¿Por qué habrá sido el cambio de cabello? —Interrogó Clint, tomando el periódico con una mano, mientras en el otro sostenía una taza de café.

—¿Creen que sepa que estamos aquí? —Preguntó el hombre hormiga—Quizá intenta ya sabes, disfrazarlo.

—Tony es mucho más listo que eso—Apuntó la viuda, levantando otro de los periódicos, sonriendo de igual manera internamente, dudaba seriamente de las acciones que iban a tomar al respecto.

—¿No dirás nada? —Carter preguntó a Steve, quien solo arrojó la revista a la mesa, poniéndose de pie rápido, para salir, la rubia intento ir, pero  Natasha hizo su silla hacía atrás, cortándole el paso, poniendo luego una pierna, sobre las de Bucky, cuando este también intentó ponerse de pie.  Mirando luego a Sam, haciéndole un gesto con la cabeza.

Falcón asintió, yendo tras Steve, topándoselo en la parte trasera de la casa, sentado en los escombros de lo que debió haber sido un hermoso jardín.

—Así que… aún sientes algo por él. ¿No? —Comenzó Wilson, sentándose a su lado, Steve ni si quiera preguntó cómo lo supo, para esas alturas, quizá lo que él y Tony tuvieron debía ser evidente para todos. —Yo pensé que Bucky o Carter…

—No lo sé Sam, estoy, tan confundido. Yo quiero a Tony, nunca he dejado de quererlo realmente. Pero las cosas cambiaron.

—Y tu elegiste amigo, y no fue a él—Le recordó Sam, tenía que ser franco, eso es lo que a su opinión haría un verdadero amigo.

—No podía, Bucky estaba…

—Lo sé, lo sé, y no te estoy culpando por ello. Lo que digo es que tu elegiste Steve. Tu elegiste y él tiene derecho a elegir también.

—¿Y si no quiero? —Le preguntó, viéndole con ojos brillantes. —Y si no quiero que escoja, si quiero… si quiero que me escoja a mí.

—Ya no es tiempo de pensar en eso—Suspiró Sam—Mira Steve, estas asustado, las cosas no han sido sencillas, y Bucky se irá en menos de un mes. Pero no debes dejarte llevar por eso, menos en esta situación. Estamos aquí por el hermano de Wanda, querías protegerla, lo prometiste incluso, ¿Recuerdas? Y ahora ella necesita a su hermano, no este tipo de conflictos entre tú y Tony. Y necesito, necesitamos saber que si él está haciendo algo mal, tu podrás reaccionar.

—¿Qué no lo hice antes?

—¿Qué no te arrepientes ahora? —Steve giró de nuevo su vista al suelo.

—Le falle, pero siento que lo necesito Sam, es algo extraño, pero lo necesito, su voz, su risa, sus bromas, su sonrisa….. sus —Cerró los ojos recordando—su mirada. Por eso le deje la carta, no podía irme, no podía irme solo así.

—Y no lo hiciste, pero como te dije, ya tomaste una decisión, y el quizá está tomando las suyas. Piensa en eso, y enfócate en el trabajo. Se que puedes hacerlo.

Steve asintió, pidiéndole con la mirada que le dejara solo. Eso le daba una muy mala espina a Sam, las cosas nunca fueron sencillas al entrar allí, pero todo se estaba enredando demasiado.

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—Si, bueno, así están las cosas… Rhodey, deja de reírte—Le recriminó Tony.

—Estás perdido por un adolescente. Esto es lo mejor del mundo, es como poder vengarme de todo lo que mas hecho. Podré hacerte un gran número de bromas. No dejaré esto ir. —Amenazó divertido, sacando una risa en su amigo.

—No fue lo que planee, en realidad, creí que al estar listo me daría un golpe, pero no lo hizo, se… se quedó, aquí.

—Tomó la decisión correcta—Asintió el coronel.

—¿De verdad crees eso? —Preguntó Tony, sirviéndose un poco más de café. Se encontraban en una cafetería bastante agradable, algo alejada de la ciudad y las cámaras, quería algo tranquilo esta vez.

—Uno debe hacer lo posible por estar con quien ame, Tony, y ese niño está loco de amor por ti, se le nota en la mirada—Le aseguró, expandiendo entonces sus ojos, totalmente sorprendido. —¡Te sonrojaste! ¡Tony Stark esta sonrojado!

—Oh, ¡Callate, Rhodey! —Le dio un tragó al café desviando la vista a la ventana. —No me sonrojé.

—Sí, si lo hiciste, es más, justo ahora estás un poco sonrojado.

—Odio esto. Me siento tan asustado. —Respiró Tony.

—¿Asustado? —Preguntó su amigo, ya mucho más serio.

—De arruinarlo, de alejarlo, de perderlo… Sé que es idiota, sé que quedó como un imbécil al necesitar tanto a una persona en tan poco tiempo. Pero es complicado de explicar—Respiró—Ya no hay pesadillas Rhode, y no han aparecido mis episodios de ansiedad, cuando tuve uno, se calmó cuando él llegó. Es terrorífico necesitar de esa manera a alguien.

—A eso se le llama amor, Tony—Le palmeó la mano—El chico no va a dejarte, te lo dije, se reconocer sinceridad cuando la veo, y ese chico se está esforzando en hacerte feliz, me alegra saber que lo está logrando.

—Dices cosas muy cursis Rhodey.

—¿Yo? ¿Quién empezó? —Se rió.

—Mejor cuéntame cómo te fue en las vacaciones. ¿Muchas bellezas? —Le guiñó el ojo.

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—¿Saldrás entonces? —Preguntó Visión, viendo como Pietro se colocaba su chaqueta, bajando hasta dónde estaban los autos de Tony, y entre ellos un par de motocicletas desde Harley clásicas, hasta algunas de pistas bastante modernas, que el genio había designado fueran suyas.

—Sí, sigo escuchando tus “confusos y apasionados” sentimientos por mi hermana, voy a vomitar. —Le respondió con una ligera risa, eligiendo una Harley en acabados negros y plata, de diseño ochentero.

—Tú me pediste que te explicara lo que…

—Sí, se lo que pedí, pero… fue un error, uno muy grande —Se colocó uno de esos lentes que siempre robaba de la habitación de Tony, y subió a la motocicleta.

—Puedo acompañarte.

—No, gracias, quiero un tiempo para despejarme. Pensar ¿Sabes?

Visión asintió, la mayoría de los sentimientos de los humanos le resultaban nuevos, extraños y muy confusos o complicados de comprender, sin embargo el deseo de la soledad para aclarar el pensamiento, no le era ajeno.

Pietro salió de la fortaleza acelerando en la motocicleta, podía ir corriendo claro, pero no lo deseaba. Quería escuchar el ronroneo del motor,  sentir el vibrar de la máquina, la potencia entre sus piernas, y la brisa en el rostro.

Salió del lugar, tomando la carretera libre, que se perdía en las afueras, en espesos bosques con escasos locales, muchos bares de motocicletas en general. Algunas cafeterías, pero en general la naturaleza era la que reinaba allí.

No supo por cuanto tiempo condujo, pensaba en muchas cosas; en la relación que tenía ahora con Tony, en lo cerca que estaba de que este aceptara su protección, en su hermana, en que pensaría al respecto. La primera impresión podría ser que esta estuviera molesta al enterarse, pero sabía que esta podría comprenderlo, que Pietro podía hacerle ver, lo feliz que era, que entendía que Tony había cometido errores, pero que no era el monstruo que lo hacían parecer. No sabía si en el tiempo que su hermana estuvo allí, se dio el tiempo de conocerlo, de tratarlo, de saber la increíble persona que era, pero si no lo había conseguido ver, Pietro se encargaría de que así fuera, además, le parecía chistoso y raro, que la creación de Tony, estuviera enamorado de ella, y ya podría sacar eso a flote también.

En cierto momento, detuvo la moto, al toparse con una pendiente al lado del camino. Estacionó y descendió, acercándose a ella, se desprendió de los lentes, guardándolos en su chaqueta y se apoyó en la valla de seguridad del mirador, observó el vacío, sintió la fresca brisa otoñal de finales de septiembre agitando su cabello ahora castaño, y sonrió, sonrió al pensar en regresar a casa… a casa dónde estaba Tony, dónde podría abrazarlo, dónde sus brazos era el hogar que tanto tiempo buscó, dónde su aroma, sus besos, lo hacían sentir que todo el tiempo de espera valió la pena, donde cenarían juntos, verían películas, y sentiría su dulce peso en su  hombro al dormir. Era una sensación tan indescriptible de anhelo, que le hizo darse cuenta de lo enamorado que estaba.

Tan distraído se encontraba, que no logró percibir el zumbido que rasgó el aire, la flecha aproximándose, cuando se dio cuenta, esta se adhirió a su cuello, se la desprendió y estaba por correr, pero las fuerzas le fallaron, un adormecimiento lleno su cuerpo, ¡lo habían sedado! Cayó de rodillas, viendo entonces frente a él a Clint, al Capitán, y a una mujer rubia que no conocía. Cuando estaba por caer al suelo, unos brazos familiares le sostuvieron, la sonrisa de su hermano, la caricia en su rostro, fue lo último que vió, antes de perder el conocimiento.

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Tony volvió a revisar su celular, antes de entrar a la exposición de autos a la que había ido con Rhodey. Pietro no le había mandado ningún mensaje, lo cual era bastante extraño.

—¿Puedes dejar de revisar el celular? El chico no tiene por qué estar pensando en ti todo el tiempo—Se burló su amigo.

—Eso dices tú, yo creo que todos deberían pensar en mi todo el tiempo.  La gente sería más feliz, al imaginar mi belleza—Le respondió guardando el celular.

—Estás loco Stark, de verdad. Vamos… no lo vayas a abrumar. —Aconsejó, Tony asintió, guardando su celular. Rodes tenía razón, no debía sofocar al menor.

El problema fue, cuando se despidió de su amigo y volvió  a casa para cenar, se topó con Visión en el balcón, quien miraba extrañado hacía la nada.

—Hey, ¿Dónde está Pietro, ya preparó la cena? —Cuestionó Tony.

—No… ha… regresado—Respondió lentamente, girándose a ver a Tony a los ojos, lo cual pudo ser nada, pero los ojos de Visión, le transmitieron una preocupación enorme, trago grueso, sonriendo de lado, nervioso.

—¿Qué… que quieres decir, desde… desde a qué horas salió?

—Hace… cinco horas más o menos señor, una hora después de que usted se marchó con el Coronel.

Tony abrió y cerró el puño de su mano, antes de tomar el celular, comenzando a llamar al otro, escuchaba que sonaba, pero nadie contestaba, volvió a llamar, pero ocurría lo mismo, llegó a la habitación del menor. ¿Habría huido? ¿Lo había dejado? No lo creía. Llegó al cuarto, todo estaba en su lugar; la ropa, la guitarra, los posters, los relojes, todo estaba allí, las fotografías de sus padres, no… Pietro no se había ido. ¿Entonces qué había ocurrido? Se sentó en la cama, pasándose las manos por el rostro. Levantó el rostro, viendo a Visión en la puerta de entrada.

—¿Dijo algo?

—Que quería dar una vuelta, que volvería rápido—Respondió este, y Tony asintió. Aquello no podía estar pasando, Pietro… tenía que encontrarlo, tenía que estar bien.

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—¿Por qué aún no despierta? —Preguntó Wanda preocupada, viendo a su hermano, dormido en la cama, mirando a Natasha y Clint. El capitán se encontraba cruzado de brazos en la puerta, viendo con emociones encontradas al joven dormido.

—No lo sé, ya debió haberlo hecho—Respondió Clint, tomándole el pulso de nuevo, sabía que era algo bajo, y que era normal, pero ya para ese tiempo, este debió haber vuelto en sí. —La dosis fue la normal. Nat, tú me ayudaste con el somnífero.

—Lo sé, no pusimos nada demás, la formula incluso es la misma que para un humano normal. —Dijo, también preocupada por él estado del muchacho.

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Tony se encontraba en su habitación, nervioso caminaba de un lado a otro, hasta que un cajón medio abierto llamó su atención, lo abrió, viendo su colección de lentes, la que tenía parte de su tecnología, faltaba uno…. ¡Faltaba uno!

Bajó rápidamente a su taller. —¡Friday! ¡Friday! Lentes número 03567, dame GPS y visión satelital. Ahora. —Indicó, abriendo las pantallas.

—Enseguida señor—Respondió la sensual voz de mujer, sintiendo a Visión pararse tras él. —Visión satelital activada, señor.

Tony miró con atención, el sitio era una casa abandonada a las afueras, pero había algo que ligeramente bloqueaba la señal, sin embargo, nadie tenía mejor tecnología que él. —Haz un zoom a las siguientes coordenadas—indicó marcándolas con sus dedos, la IA lo hizo, y Tony pudo apreciar varias cosas interesantes, en la ventana, entre ellas, el perfil de un rubio que conocía a la perfección.

Abrió los cajones debajo de la plataforma 3D, sacando una caja muy anticuada para él, abrió con una llave que llevaba en su pantalón, sacando entonces un celular y dio marcar….

 

Steve miraba por la ventana de la habitación, cuando el sonido le sorprendió, porque no era su celular usual… era ese teléfono especial, miró la pantalla, y respiró hondo antes de contestar. —¿Tony?

—¿Dónde está él? —Preguntó firme el castaño, quien miraba la ventana, con la respiración agitada. —¿Dónde está Pietro? Déjame hablar con él. —Exigió.

Steve se giró, notando como todos le observaban. —No, no es posible Tony, no ahora—Le dijo sin creerse que la primera vez que Tony usaba ese teléfono fuera de esa manera, para hablar de “él” y no de “ellos”.

—¿De qué hablas? ¿Cómo que no es posible? Rogers, escucha, dile que solo tengo que hablar con él, sólo…—Se apretó el puente de la nariz—Necesito hablar con él.

—Stark, no es posible ahora—Le dijo en un tono serio, ya encontrándose algo molesto, por la desesperación palpable en la voz de Tony. —él esta … inconsciente Tony.

—¡¿Qué le hicieron?! —El grito quizá fue audible para todos los presentes.

La Viuda tomó el teléfono arrebatándoselo a Steve—Sustancia VB230, pócima del sueño, de SHIELD—Le dijo, escuchando entonces como este colgaba.

—¿Por qué hiciste eso? —Le preguntó Clint.

—No lo sé—Dijo la viuda, con una mirada que daba entender que no quería ser interrogada. 

Notas finales:

Muchas gracias por leer!

Ya saben críticas, comentarios, todo es bien recibido! :D

 

Saludos!


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