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Million Dollar Man por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Lamento mucho la tardanza, pero he estado trabajando en otros proyectos. 

 

Pero espero el capítulo sea de su agrado!

 

IMAGEN! IRONQUICK STONY

Capítulo 9

—¿Seguro que no quieres ir?  —Tony se encontraba en su taller, tomando un poco de Whiskey, en compañía de Pietro, que estaba recostado en su sillón especial, ese que parecía la parte trasera de un auto.

—Seguro Tony, sé que es algo que necesitas hacer sólo—El joven se puso de pie, y tomó el vaso de su novio, dándole un trago largo al Whiskey.

—Hey, despacio niño—Le quitó la bebida. —Déjale el alcohol a los adultos. —Le advirtió, dejando el vaso junto a la botella—Prometo no llegar tarde.

Pietro le sonrió de lado, tomándole de la cintura. —Tómate el tiempo que necesites—Le acarició la mejilla, inclinándose a besarle suave, usando sólo sus labios. —Yo estaré esperándote.

El millonario suspiró, recargándose en el hombro del otro, aspirando el aroma de su cuello, y sintiendo el calor de los brazos alrededor de su cuerpo.

—Bien, entonces nos vemos, no me esperes despierto, preciosa—Le dio un beso chasqueante en los labios, alejándose de sus brazos. —De verdad, intenta dormir—Recomendó, dando un par de pasos hacia atrás, mientras una de sus armaduras volaba a su cuerpo, hasta tapar su rostro.

—Adiós Señor Starrk….—Susurró Maximoff, viendo a Tony alejarse por la enorme puerta de la cochera, que se cerró, cuando este se volvió solo un punto brillante en el cielo.

--

La distancia no era muy grande, y era casi la hora indicada, Tony sabía que él Capitán era puntual, así que se estaba preparando mentalmente para verlo en cuanto llegara, había ensayado en su mente, e incluso un poco frente a él espejo sobre lo que diría, pero sabía que de nada serviría, porque al final diría otra cosa, y quizá lo arruinara, pero… era algo que tenía que hacer por él, por Steve, por Pietro. Necesitaba dejar claro todo de una vez, y fue allí que se preguntó si tendría el valor de hacer eso, sin Pietro a su lado, sospechaba que no…

Conociendo a la perfección a su viejo compañero de armas, no se equivocó, en cuanto sobrevoló la zona, pudo ver la solitaria figura en el centro del parque, sentado junto al carrusel, recargado en un caballo con la pintura resquebrajada. Era un lugar bastante familiar para ellos, lo habían visitado antes de que fuera cerrado, debido a que una parte comenzaba a hundirse, la corporación Stark había ayudado para construir uno nuevo a un par de kilómetros de allí, hasta ese momento se dio cuenta que era el mismo que había visitado con Pietro. Sonrió, ese niño le hacía olvidarse de tantas cosas.

Cuando puso los pies en la tierra, vio al Capitán ponerse de pie, no llevaba su traje, estaba allí, como Steve. Mientras la armadura se iba abriendo, no pudo dejar de verlo a los ojos, de preguntarse si era el final, si cómo los niños le dijeron adiós al viejo parque para asistir al nuevo, de la misma manera él tendría que decirle adiós a Steve. La desventaja, es que quizá ahora ya era muy tarde para decirlo, pues las cosas en su caso, se habían hundido antes de si quiera saber que estaba pasando.

—Tony—Steve le sonrió al ver el rostro del castaño, a veces se preguntaba que pasaba por su cabeza al alejarse de él, se preguntaba cómo es que pudo hacerlo, si lo que más deseaba en esos momentos era besarlo.

—Steve—Pronunció al dar un paso fuera de la coraza de metal, quedando su mirada a centímetros.

—Tony me alegra mucho que podamos hablar, fui un idiota, y con el tiempo aprendes que no vale la pena lamentarte de los errores, sólo intentar enmendarlos.

—Los dos lo arruinamos Steve—Sonrió el genio, caminando para sentarse en dónde estaba antes el otro—Todo esto, lo que pasó, lo que ha pasado hasta ahora, me di cuenta que me deje llevar por el rencor, por el odio, que explotó todo lo que tenía dentro de mí de una manera que… bueno—Le miró—sabes que nunca hago nada a medias, o de manera modesta.

—Lo sé—Asintió Steve —y de igual manera, creo que si me hubiera comunicado contigo, si hubiera sido más comprensivo respecto a lo que sentías.

—Igual debí de serlo contigo, pero la empatía no es mi punto fuerte. Mucha gente me ha dejado en claro eso. —Se pasó una mano por el cabello haciéndoselo hacía atrás—Involucramos  a otras personas, y  de nuevo dañamos a más gente de la que debíamos. —Pronunció haciendo un gesto con la boca—Muchas veces nadie lo cree, pero me arrepiento de tantas cosas que he hecho, de tantas…

El Capitán se sentó a su lado, y con lentitud elevó su mano para meterlo entre las hebras castañas, las sintió suave contra su palma, mientras quería proporcionar confort al otro. —¿Te arrepientes de nosotros?

—Nunca—Negó Tony de inmediato volteando a mirarle a los ojos—Nunca Capi, sea lo que sea que tuvimos, —Le miró—Porque no puedes decir que fue una relación, así que… sea lo que sea que fuera eso, es algo que nunca me arrepentiré de haber hecho, ni de haber sentido.

—Ni yo—Aceptó con una sonrisa—Tony, Tony no sé lo que hice, siento que pude haber hecho tantas cosas diferentes, siento que fui muy débil, que no pensé las cosas, y lo peor de todo es que eso me llevó a hacerte mucho daño, pero de eso… ya sabes que lo siento.

—Sé que es así, sé que debí haber aceptado tus disculpas hace mucho tiempo, sé que en cuanto leí esa nota, en cuando vi el celular, quizá debí llamarte, pero no hubiera podido resistirlo.

—¿Resistir?

—Correr hacia ti… Soy el maestro de las malas ideas, hubiera corrido hasta ti, las cosas hubieran estado bien, ¿Por qué? Dos meses, luego otro conflicto, luego más peleas, y luego mi ego, y el no soportar no tener toda tu atención. Por más que así pudiéramos quererlo Steve, es obvio que tener algo, es más que imposible.

—No creo que sea así—La mano de Steve descendió acariciando la mejilla de Tony—Sé que lo sientes Tony, Stark… te amo—Declaró firme—Te amo, y ahora no sé cómo lidiar con ese sentimiento más que decírtelo.

Tony se quedó unos momentos callado, unos momentos que sirvieron para que Steve aguantara la respiración, dónde tuvo miedo, dónde se dio cuenta que no tener a Tony, que no sentirlo de verdad cómo algo suyo, era más atemorizante de lo que había imaginado. No era lo mismo saber que allí estaba, a darse cuenta que ya no lo tenía cómo quisiera.

—Es gracioso, casi irónico cómo las cosas cambian, hace dos años, hubiera dado lo que fuera porque me dijeras esas palabras. Hubiera sacrificado todo por oírlas, pero…—Colocó su mano sobre la que acariciaba su mejilla y cerró los ojos—…las cosas ya no son como hace dos años Steve. —Entrelazó sus dedos con los del rubio. —Hay errores insalvables, hay cosas que cuando mueren, ya no puedes traerlas a la vida de nuevo, que tú seas una excepción—Dijo con una sonrisa divertida—No quiere decir que así vaya a ser siempre.

—Puedo ser bastante perseverante.

—¡Oh vaya que se eso!—Exclamó— “Podría seguir todo el día” ¿Recuerdas? —Steve desvió la vista—No, no te estoy culpando, Capitán bobo. Es sólo que sé que ahora estás confundido.

—¿Confundido?

—Me estás perdiendo—Se encogió de hombros—Y no, no es que me esté dando importancia. Bueno, está bien, si me la estoy dando un poco, pero lo que quiero decir es que, perder lo que amas, siempre es doloroso, y en el fondo sé que…

—Te amo—Completó Steve.

—Y yo te amo a ti, y quizá nunca deje de hacerlo. Pero no es el mismo amor de antes. ¿Entiendes? Siempre formaras parte de mi vida, siempre formaré parte de la tuya. Pero no como antes, no puede ser como antes.

—Creo que te rindes muy fácil Stark—Increpó el Capitán—De alguna manera, siempre supe, siempre he creído que juntos podremos salir de todos los conflictos, incluso de este.

—Vamos a poder hacerlo, claro que si Capitán. Los vengadores tendrán que volver a estar juntos tarde o temprano, yo lo sé, porque el mundo nos necesita así. Pero Steve tú lo sabes, tu sabes mejor que nadie, que en todas las guerras hay bajas.

—¿Estás diciendo que “nosotros” fuimos la baja de nuestra guerra?

—Era lo más justo, ya que nosotros la iniciamos. —Apretó la mano que aún se mantenía entrelazada con la del otro—No es fácil dejarlo ir.

—Dímelo a mí. Tony lo he intentado, todo este tiempo he luchado con dejarte de ir. Pero te recuerdo a cada momento.

—¿Incluso cuando estás con él? —Preguntó mirando hacía las estrellas—supe que decidió volver a congelarse.

Steve se quedó un momento callado. —No confía en sí mismo. Piensa que alguien más puede venir y usarlo. Aún no está…

—Lo sé, leí sus programas de entrenamiento, lo que le hicieron, no algo muy distante de Natasha. Ella puede manejarlo, en cierta medida, el sargento necesita un reajuste de tornillos, no estoy seguro que volver a congelarlo ayude.

—Es su decisión, y…

—Pues es una decisión estúpida. —Interrumpió—Es una decisión bastante estúpida, con una modificación en la máquina de comando, con una reprogramación por parte de alguien más, hay tantas cosas que se podrían hacer, y él ya sabes… podría llevar una vida normal.

—Los investigadores de T’challa…

—Estúpidos de nuevo. Podrá tener quizá más dinero que yo, pero mis investigaciones y mi cerebro es mejor—Volvió a interrumpirle—He trabajado en una manera de rediseñar sus patrones de comportamiento, y si me deja echarle a un vistazo, podríamos hacer algo mejor.

—¿Qué dijiste, Stark? —Steve le soltó y se puso de pie, mirando al otro, pensando que había comenzado a hablar en otro idioma.

—Estoy diciendo que se puede llegar a una solución mejor de la que sus cerebros congelados pudieron pensar. Si, será un proceso largo, pero he estado desarrollando un nuevo…

—No, entiendo, creo…. Creo que entiendo lo que intentas explicar, pero a lo que me refiero es que, ¿Quieres ayudar a Bucky?

Tony volteó los ojos y se puso de pie—¿No me harás decirlo, o si?

—¿Estás siendo sincero? Nunca pensé…

—Es complicado de entender, y no es que ahora ame al tipo, pero… es alguien importante para ti. Además—soltó un suspiro—Entendí cosas, yo no tuve la culpa, de que los padres de Pietro murieran, de que a él y a su hermana les pasará lo que les pasó. Me siento muy culpable, por su puesto, y en este punto, te juro que sacrificaría todo lo que tengo por poder volver a atrás y evitar que él fuera lastimado, pero a veces, no siempre, pero a veces las cosas que ocurren no están en nuestras manos. No quise matarlos, no quise que eso sucediera. Pietro lo sabe, y me ama, pese a ese terrible hecho. Supongo que eso lo hace mejor persona que yo. Quizá no he perdonado ahora a Barnes, pero estoy intentándolo, y ayudarlo es cómo una especie de pasos, ya sabes cómo en doble AA, no que yo haya ido a ninguna de esas reuniones, pero tu entiendes.

Steve guardó silencio, y analizó oración por oración, palabra por palabra de lo que había dicho Tony, sus expresiones, sus gestos, le miró a los ojos, esos brillantes, aguerridos, y al mismo tiempo heridos de los que se había enamorado. Lo supo, fue casi obvio, y se maldijo por no verlo desde un comienzo.

—Estás cambiado, te han cambiado.

—Increíble que un niño mucho menor pueda enseñarte madurez, ¿No crees?

—No, no me parece tan increíble—Contestó mirándole fijo, haciendo que Tony soltara una pequeña risa.

—¿Crees que yo te hice madurar?

—No intencionalmente, no con ejemplo quizá, pero los sentimientos y los golpes en la vida, son los que te hacen madurar.

—Yo no aprendo así, si no para estos momentos, sería el rey de la madurez. Lo que es cierto es que he cambiado. Para bien o para mal, no lo sé. Pero fue lo suficientemente cerca de la cordura y la razón, para saber que tú y yo necesitábamos un cierre.

—¿De verdad lo pensaste así?

—No—Contestó rápido girándose a verlo—Pietro me lo dijo, me lo pidió, yo estaba terriblemente nervioso de venir aquí. No quería verte, no quería ver a nadie de ustedes, pero —Suspiró mirando a la nada— me hizo ver que lo necesitaba, que era lo que ambos necesitábamos.

—Stark, ¿Estás enamorado de él? ¿De verdad amas a ese chico?

Tony sonrió de lado y cerró los ojos, recordando la sonrisa de Pietro, sus manos alrededor de su cuerpo, el olor de su piel, el sabor de sus besos.

—Sí, lo amo. —Respondió—Lo amo—Comenzó a reír—Steve, no tienes la menor idea de cuanto y con que rapidez me he enamorado de él. —Se talló el rostro, girando por completo su cuerpo, para quedar de nuevo frente a Rogers—Es algo tan fuerte que asusta, me tiene en pánico, y no es fácil para mí reconocer algo así, pero… lo que sé es que no soportaría perderlo.

—Eso duele.

—Lo sé.

—No, escucharlo, me duele escucharte decir eso, de alguien que no sea yo.

—Así que el Capitán si puede ser bastante egoísta.

—Contigo siempre—Le susurró, tomándole de la cintura, dejando a centímetros su boca—Me muero de celos Stark, quiero que seas solo mío—Pronunció antes de unir sus labios en un beso furioso y posesivo, que disparó los sensores de recuerdo en el cuerpo del moreno, recordando apasionadas sesiones, noches en las que el Capitán le hacía suyo una y otra vez. Sin embargo, y aunque a él mismo le sorprendió, aquello no fue suficiente para cegarle, para hacerle olvidar a quien le pertenecía su corazón ahora.

Alejó a Steve, empujándole, y al verlo a los ojos, se acercó a darle un beso dulce, chasqueante, lleno de nostalgia—Adiós Capitán—Susurró alejándose de sus brazos, dando un par de pasos hacia atrás.

—Tony…

—Se nos va a pasar, esto se va a pasar. Tú lo tienes a él.

—No sé si lo tengo—Steve dio un paso de nuevo al frente—Amo a Bucky, siempre será alguien muy importante para mí, pero siento que no es lo que yo pensé, no existe el sentimiento de…—Tony le calló, levantando la mano.

—Sí no es él, será alguien más Steebe. Lamento escuchar esto, porque suena a que tiramos toda por la borda, sin una verdadera razón, pero lo que es cierto, es que yo te lo agradezco. Era algo que quizá debía pasar a mi vida, para que fuera consiente que tenemos que tomar responsabilidades de nuestras acciones en todos los aspectos.

Steve le miró, sintiendo que lo hacía por última vez, no porque no fuera de verdad a volver a verle, pero sentía que era la última vez que lo vería como lo estaba haciendo ahora. La última vez que podía decir que Tony era sólo suyo por un momento.

—Saber que lo tenemos que hacer o que debía pasar, no lo vuelve más sencillo. —Le dijo con una sonrisa de lado.

—No es esa la intención, por el contrario, creo que lo vuelve más complicado. —Aceptó con un encogimiento de hombros—Supongo que, hasta los genios increíblemente apuestos, estamos propensos a este tipo de cosas—Pronunció con una sonrisa.

Steve sonrió de lado—Entonces… este… este es el fin, el fin de todo.

—No, no de todo Capitán, es más bien un nuevo comienzo, tú crees en eso. ¿No es cierto?

—Más que nadie en el mundo—Aceptó con una sonrisa de lado, dando un paso frente a Tony. —Puedo pedirte una cosa. Sólo un beso Stark, no uno robado, no uno salvaje, no un beso sin sentido, un beso…—Lé miró a los ojos.

Tony sopesó las cosas, y luego le dedicó una sonrisa radiante—Nos lo debemos, supongo.

En respuesta, Steve llevó una mano a la mejilla del genio, y se inclinó sobre él, pegando sus frentes. —Gracias—Susurró, antes de fundir sus labios en una caricia reconciliadora, un beso sublime, etéreo, delicado, dónde sus labios parecían tocarse con el alma, tan nostálgicos, siendo consciente hasta las más pequeña celular de su cuerpo, que aquello era el fin, un fin que ninguno deseó, pero que el destino había decidido.

Las manos de Tony se sujetaron a la ancha espalda por última vez, y su cintura percibió la mano en su cintura, cómo un merecido y protector “adiós”.

Se separaron con lentitud, Steve hundó su nariz entre el cabello castaño, aspirando ese aroma para guardarlo en su memoria, así como el agarre de Tony en su chaqueta.

—Quizá en otra vida.

—Quizá cuando te congelen y descongelen de nuevo. —Se apartaron. —tengo que volver.

—Él te espera—Le dijo más como afirmación que cómo pregunta.

—Tengo esa seguridad, y es algo maravilloso. Sí.

—¿De verdad lo amas Tony? ¿Lo amas cómo…?

—Cómo a ti…—Completó—Es más complicado que eso Capitán, no lo amo más o menos, simplemente lo amo, de una manera que no creí poder hacerlo. No puede decir si es más intenso, si es “mayor” pero lo que sí, es que me siento bien, al hacerlo, y eso es nuevo. —Caminó hacía la armadura.

—Espero verte pronto.

—Claro, tienes que llevar a “robotina” a mi laboratorio, dile que congelarse es estúpido. —la armadura comenzó a adherirse a su cuerpo.

—Eso haré… gracias por todo Tony.

—Gracias por todo Steve—Correspondió, antes que la armadura terminara de cerrarse a su alrededor. Siendo esas sus últimas palabras, se perdió en el cielo estrellado.

Steve no pudo más que sonreír, quizá ahora no estarían juntos, quizá en esta vida, en este universo, su destino era separarse, pero sentía que había un lugar, aunque fuera lejano, dónde estaban juntos.

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Se quitó la armadura, sentía que se había quitado un peso de encima, esperó ver a Pietro en el taller todavía, pero este se había marchado. Volteó a la mesilla al lado del auto, y al parecer se había ido con su botella de Whiskey.

Subió a buscarlo a su habitación, topándoselo tirado en la cama, estaba lanzando una pelota, haciéndola rebotar en el techo. Miró la botella en la mesita de noche de este, pero se encontraba justo en donde la había dejado.

—¿Creíste que me la había tomado? —Pietro señaló la botella con los ojos, leyendo sus pensamientos, y se puso de pie, sentándose en la orilla a los pies de la cama. —Alguien necesita ser el sobrio de la relación.

—Ese fue un golpe bajo—Apuntó caminando hacia él.

—No lo dije así, sólo ya sabes… no quería ahogarlo en alcohol.

—¿Ahogar qué? —Preguntó ya frente al otro, mirando directamente esos ojos, que parecían brillar cada vez que se conectaban con los suyos.

—Mis celos.

—Pero si tú fuiste el que sugeriste que…

—Lo sé—Le interrumpió—lo sé, pero sólo quería verme maduro, siempre me morí de celos. No quiero ni siquiera que vuelvas a verlo, o hablar con él, o ver sus películas, ni siquiera un maldito muñeco. —Confesó en un berrinche infantil.

—¿Por qué no lo dijiste antes?

—Te lo acabo de decir, Señorr Starrk, quiero verme maduro, salgo con un hombre que me dobla la edad, no puedo permitirme verme cómo un niño.

—Pero eso no quiere decir que… espera—Se interrumpió a sí mismo—No, no te doblo la edad, no soy tan viejo. —Se dijo con un ligero gesto en el que frunció sus cejas—Espera, ¿Qué edad dijiste que tenías?

Pietro se rió, negando con la cabeza, y lo atrajo de la cintura, apoyando su frente contra el abdomen del otro.

—Bueno, si lo pienso, un par de años atrás, y en esta situación sería ilegal, quizá si soy viejo. —le dijo con ternura, acariciándole las hebras castañas, en las que poco a poco se comenzaba a filtrar de nuevo el color plateado del cabello.

—Aún así, te hubiera seducido. —el menor alzó los ojos, con una sonrisa en su rostro. —¿Dónde estabas hace… ocho años, señor Starrk?

—Hace ocho años… ocho años—Repitió, mientras Pietro se dejaba caer de espaldas a la cama, jalando a Tony para que este subiera despacio a la cama, sentándose en sus caderas. —creo que tenía poco de haberme convertido en Iron Man, y… había dejado Industrias Stark en manos de Pepper, fue un año mitad bueno, mitad … horrible.

Pietro giró en un salvaje movimiento, colocando al mayor contra la cama, recargando la mitad de su cuerpo sobre el del genio. Llevando una mano a acariciarle la pierna, despacio. —Si yo hubiera estado allí, todo el año pudo ser bueno.

—Con la policía y una demanda por estupro siguiéndome. Un paraíso. —Se burló, tomándole de la mejilla, para acariciarle el rostro, atrayéndolo para fundirse en un beso sensual y lento, saboreando un ligero sabor a fresa en la boca del alterado. Las paletas de ese sabor le gustaban, y era algo ya familiar que a Tony le agradaba probar cada vez que le besaba.

Sin embargo, y aunque estaba disfrutando demasiado las manos moviéndose por su cuerpo, y la intensidad de la caricia húmeda, el otro se separó repentinamente, viéndolo fijamente.

—Lo besaste—No fue una pregunta, era una afirmación, y el genio pudo leer en los ojos de Maximoff, que este no estaba nada contento con lo que acaba de descubrir. —Lo besaste…—Repitió en un tono más bajo, quizá algo decepcionado, queriendo apartarse, pero fue detenido por las manos de Tony.

—No fue nada, fue solo una despedida. —Le sujetó con cuidado del cabello y la espalda, para que se mantuviera sobre él. —Sólo un adiós a lo que tuvimos. Nada más Pietro.

—¿Me lo prometes? ¿Prometes que terminó? —Preguntó viéndolo esperanzado.

—Terminó. —Le afirmó, acercándolo de nuevo a su coma, siendo envuelto entonces, por un torrente de pasión juvenil.

Pietro le tomó entre sus brazos, besándole con una pasión desbordante, los labios le ardían y la saliva escapaba por las orillas de sus labios, mientras sentía las grandes manos, apartando la ropa hacía un lado. Aunque él no se quedaba atrás, desprendió al menor de la camisa, y le abrió el pantalón, gimiendo por las mordidas a sus hombros y pecho. Sentía las ansias del gemelo queriendo marcarle, volverle solo suyo.

Cuando menos se dio cuenta, sólo les quedaba la ropa interior. Pietro se encargó de recorrer su cuerpo lentamente, con sus labios y sus dientes, sentía le presión en su abdomen, en sus muslos, en la parte interior de estos, que causaba que su cuerpo se estremeciera.

—Voy a ser mejor que él, lo prometo. —Tony pudo ver los ojos azules refulgiendo de decisión.

—Ya lo eres…—le aseguró, arqueando su cuerpo, aferrándose al cabello del otro, cuando este empezó a succionar y lamer por encima de la tela de su ropa interior.

Las manos de Pietro, no paraban sobre el cuerpo del genio, se deslizaban, acariciaban y apretaban, dejando las marcas de sus dedos por toda la piel canela. En cierto momento, harto de la barrera, apartó la ropa interior.

—¡Niño! —Exclamó Tony en un jadeó, cuando Pietro alzó sus caderas, y su boca se dedicó a saborear la parte más íntima de su cuerpo.—Eso…!Oh dios!... no tienes que…—No podía dejar de gemir, y es que no sabía si Pietro tuvo mucha práctica en eso antes, o simplemente era innato, pero su lengua le llevaba al paraíso.

—¿Estuvo bien? —Preguntó elevándose, para dejar un beso en el hombro del moreno.

—Estuvo… estuvo… bien—le contestó con la respiración agitada, causando una gran sonrisa en el menor.

—Tony, de verdad… de verdad quiero continuar—Le pidió, pegando su frente al otro. —se mío, se mío…

—Después de eso, ¿Cómo decir que no? —Preguntó —Sólo que el lubricante está en la mesilla de noche de mí…—Pietro desapareció, y en un parpadeo, volvió a hacerlo, con el bote de lubricante en la nave, causando una risa en Tony, que se ahogó al bajar su vista, topándose con la erección del menor. —¿Qué esperas?

Maximoff se abalanzó sobre él, y se fundieron de nuevo en un intenso beso, mientras colocaba un poco de lubricante en su mano. —Relájate—Le pidió entre el beso y las mordidas que Stark le daba a sus labios. Se abrió pasó en su interior, comenzando a dilatarle a la vez que besaba su cuello, y le masturbaba lento.

Pietro había estado con un par de chicas. Pero hacerlo con un hombre, un verdadero hombre era muy diferente. Sentía el miembro ajeno palpitando en su mano, la barba pica contra su rostro, los firmes pectorales contra su pecho, y con todo eso, su cálido interior, invitándole a invadirlo.

Cuando Tony apartó la mano de su entrada, supo que era el momento, se acomodó entre sus piernas, las cuales separó, y colocó contra sus hombros, perfilando su miembro hacía su interior.

Sus cuerpos se abrazaron y se fundieron en uno, las manos de Tony se apretaron en la espalda blanca, y los dientes se enterraron en el juvenil cuello.

Esperaron solo unos momentos, unos pocos en los que disfrutaron estar así, unidos por primera vez. Cuando ambos se acostumbraron a la avasallante sensación, el vaivén comenzó.

—Te amo Tony—Las palabras fueron dichas en medio de rudos gemidos, de respiración agitadas, donde sus alientos se mezclaban.

—Te amo—Le correspondió, apartando el cabello que se venía hacía el rostro del alterado, y sin dejar de mirarle a los ojos, y sin decir palabra, solo gimió y jadeó para él, lo hizo notar lo mucho que disfrutaba tenerlo dentro, lo mucho lo que le gustaban sus manos recorriéndole.

Pietro le masturbaba al mismo ritmo que agitaba sus caderas. Tony podía escuchar claramente el sonido de sus cuerpos uniéndose, el chasquido de sus pieles al chocar.

Sus labios y sus brazos no alcanzaban a transmitir la pasión que poco a poco se desbordaba de su cuerpo.

Giraron en la cama, hasta que fue Tony el que dominó, dejando al otro boca arriba, se apoyó en su pecho, comenzando a cabalgarle.

Una de las manos de Maximoff se aferraba a la cadera de Tony, la otra viajaba, atrapando uno de los pezones del genio para retorcerlo suavemente, haciendo que el castaño, se mordiera el labio inferior, de una manera más que sensual. Le continuó masturbando, y lo miró gritar de placer a la vez que se movía sobre su erección.

Le tomó con fuerza de la cintura, elevando sus propias caderas, hasta que el mayor terminó de una manera escandalosa, manchando su propio abdomen y pecho de esperma. Deformando sus facciones por el intenso orgasmo, lo cual fue un detonante en el chico Maximoff.

Salió de Tony, sólo para colocarlo contra la cama, boca abajo, dejando su pecho contra las sabanas, y sólo sus caderas alzadas, permitiendo así que Pietro embistiera contra él, haciendo sollozar a su pareja de placer por el orgasmo alargado, cayendo totalmente exhausto cuando sintió la esencia caliente del menor bañando sus entrañas.

Una vez su respiración se hubo calmado, salió despacio de Tony para acomodarse dentro de las sabanas. Tony se recargó en las almohadas, y dejó que el chico se apoyara en pecho, dándole un masaje despacio en la cabeza.

—¿Estás bien? —Le preguntó Pietro, con los ojos cerrados, sin voltear a verle.

—No—Respondió Tony, haciendo que este se separará y le mirará.

—¿Te hice daño?

—Estoy en el cuarto de un adolescente, hay posters en las paredes de algunos grupos que no conozco, una guitarra eléctrica por allí, esos… esos son tus libros de la universidad ¿No es cierto? Dónde vas a comenzar la carrera.  —La cara de confusión del chico era genuina, no entendía a que se refería el otro. —acabo de tener uno de los mejores orgasmo de mi vida, en el cuarto de un adolescente universitario. —Reclamó, a lo que Pietro le besó el pecho, y luego mordió travieso uno de los pezones del genio.

—El primero de muchos. —Prometió y Tony sabía que ese joven, cumplía sus promesas. 

Notas finales:

Espero les haya gustado! Ya saben, comentarios, críticas, todo es bien recibido!!


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