El cielo raso blanco fue lo primero que vio al abrir los ojos, le costó mucho comenzar a pensar, ubicarse, sentía el cuerpo pesado, luego un dolor punzante que no sabía de dónde venía, el dolor invadía cada partícula de su ser, trató de abrir la boca para quejarse pero su voz no salió ni pudo abrirla por completa.
Comenzó a quejarse, estaba asustado y desorientado, ni siquiera podía mover su cuello, trataba de hacer memoria de cómo había llegado ahí, trataba de hacer memoria, pero sentía una nebulosa densa en su mente.
Mas al fin recordó a sus hijos, eso lo desesperó, luces vagas sobre el accidente llegaron a su mente, quería gritar y no podía, tampoco mover sus manos, de frustración comenzó a llorar. Gracias al cielo un enfermero entró, inmediatamente fue hasta él para calmarlo, luego apretó el botón de llamada, otra enfermera entró, entendió todo fue en busca de un médico.
-Tranquilo joven, tuvo un accidente de tránsito, puede recordar, solo mueva la cabeza, no trate de hablar, dislocó la mandíbula, tiene una malla- Explicó un galeno varón se presentó como médico cirujano General.
Naruto movió lentamente la cabeza para afirma, el no poder hablar le asfixiaba el médico le hablaba de mil cosas mientras lo examinaba, sin quererlo sus ojos se llenaron de lagrimas, solo quería hacer una pregunta y no podía.
Pensó que su calvario había acabado, pero luego llegó otro médico, se presentó como su neurólogo, también se tomo su tiempo, pero fue más pausado y le explicó más o menos su accidente y cuánto había sufrido, era un doncel, quizás por eso sentía empatía con él, también le dijo que su padre estaba bien y sus hijos.
Eso fue suficiente para que se calmara, Naruto se apaciguó, fue como si un bálsamo de tranquilad lo cubriera desde su cabeza a sus pies, solo necesitaba saber que su papá estaba bien, pero sobre todo sus hijos, gracias al cielo no habían sufrido daño alguno, jamás se perdonaría si algo malo lea hubieras pasado, cómo le diría a Sasuke, se había vengado de él, al llevarse ese secreto con él. Debió decirle en cuanto supo, Sasuke era duro de mollera llevado de su idea pero él también y si hubiese querido de una u otra forma habría logrado de contarle a Sasuke de su gravidez, pero no lo hizo, porque en ese tiempo lo aborrecía, siempre peleaban, se dañaron de maneras insospechadas, pero debió decirle, la dicha que sintió en su primer ecografía, el ultrasonido, sus primeras pataditas, cuando nacieron y los sostuvo, privo a Sasuke de eso, y a pesar de ser un hijo de puta merecía saber, cuando el Uchiha lo supiera seguramente le mataría. Le hicieron algunos exámenes.
Los médicos estaban complacidos con su estado, ya que a pesar del fuerte golpe sufrido en la cabeza, no había causados problemas sicomotores o en el sistema nervioso, le dijeron que le había quedado con una pequeña secuela en uno de sus oídos, que éste había quedado con una pequeña sordera, que con el pasar del tiempo seguramente podría quedar sordo pero le aseguraron que sería en su vez, le pidieron no oír música fuerte con auriculares, le explicaron todos los daños y traumatismo sufridos y las terapias que tendría que realizar.
Sintió que habían pasado horas, cuando Fugaku entró en la habitación, su expresión decía todo, estaba aliviado de verle despierto y feliz, pidió que lo dejasen solos.
-Oh, Naruto no sabes lo aliviado que estoy, que estamos, tu padre quería venir pero no lo dejaron, mañana vendrá a primera hora, si es que no logra escabullirse antes, aunque no puede movilizarse solo aún, recibió daño en su espalda, lo operaron, ahora está recuperándose, y los niños están muy bien querido, no te preocupes…-
-Es verdad que Naruto despertó-Sasuke entró en la habitación casi sin aliento
-No quiero ni saber a cuántos kilómetros por horas venías hacia acá-Fugaku soltó un suspiró, se giró hacia Naruto nuevamente y acarició la cabeza del rubio-Bueno chicos los dejo- caminó hacia la salida-Sasuke no te aproveches de que Naruto no pueda hablar-Le advirtió dándole una palmada al hombro.
Sasuke fue junto con Naruto, le sonrió antes de acariciar el rostro del rubio con mucha delicadeza-Hola Dobe, siempre tienes que andar con tanto drama-Sin quererlo su voz se quebró-Esta vez si que me diste un susto de muerte-Sin quererlo comenzó a llorar. Se agachó hasta quedar casi sobre Naruto y llorar en uno de sus hombros con sumo cuidado-Por favor ya deja de ser tan dramático-
Naruto estaba impactado, Sasuke estaba llorando a su lado, sus sollozos eran de desesperación, quería moverse, pero un brazo tenía yeso, el otro tenía sondas, todo su cuerpo dolía.
A pesar del aroma a hospital, Naruto aún desprendía su delicioso aroma a cítricos, que a Sasuke le encantaba, besó la mejilla a su Dobe antes de incorporarse para volver a sonreírle.
-Quita esa mirada Naruto, sé que no puedes hablar, así que hablaré yo sí, así me tendrás que escuchar, está bien- el Namikaze asintió con un leve movimiento – Primero que nada nuestros hijos están bien, te daría un coscorrón por no contarme pero ya te duele todo me doy por satisfecho- Le sonrió con malicia, el rubio rodó los ojos-Además también hay algo que te escondí, tú y yo aún estamos casados-Dijo sonriendo la expresión de Naruto fue única, no pudo no largarse a reír-Los dos somos unos casos perdidos, pero bueno aprovecharé de que no puedes hablar y tú me vas a oír esposo mío, la última vez no me dejaste, pero para no variar Naruto sacó ímpetu a pesar de su dolor movió su brazo, le lanzó lo que su mano pudo encontrar e hizo sonidos guturales que seguramente eran maldiciones para él…
Naruto miró el techo blanco, Sasuke se había ido unos minutos antes, había estado en coma por más de quince días, y su cabeza era un hervidero, era una juguera de sentimientos y emociones que se mezclaban entre sí, saber que estaba casado aún con Sasuke lo impactó, pero sobre todo la verdad de él, odió a Sakura y a Mikoto, tanto o más de lo que amaba a Yousuke y sus cuatrillizos. Pensando en todo eso se quedó dormido, al despertar su padre estaba a su lado, conversaron, mejor dicho su padre le hablo y él trataba de hacerse entender con sus expresiones y leves movimientos, lamentablemente no podía escribir porque su mano derecha se encontraba enyesada y tenía fierros que estaban afirmando cada uno de sus huesos.
Recibió a toda su familia, menos a sus hijos, según los doctores podía generar una impresión en sus niños dañina, bastante habían tenido con verle todo herido frente a ellos.
Lo bueno de no poder hablar, era que podía observar a todos, se había dado cuento de muchas cosas, su tío Tobirama miraba con odio a Madara, el tío de Sasuke, y éste a él, pero siempre estaban bien cerquita él uno del otro peleaban mucho, se parecían mucho a Sasuke y a él. Su padre y Fugaku como siempre tenían muy buena química, pero no podía dilucidar si se amaban como amantes o como amigos, era difícil ya que se complementaban muy bien, lo que sí lo tenía sacado de onda era Itachi, cada vez que su ex de nuevo cuñado ingresaba a verlo Deidara siempre estaba cerca, su tío, medio hermano de su padre, también entraba, al final conversaban entre ellos, y él solo era un espectador, era increíble ver a Deidara nuevamente interesado en algo, había perdido hace tres años su marido de cáncer y de ahí se volvió muy apático. Pero ahora esas miraditas y sonrisitas decían que Itachi le llamaba profundamente la atención.
Sasuke siempre iba a verlo en la mañana y en la tarde, llevaba grabaciones de sus bebés, y dibujos, él siempre le llevaba girasoles, Naruto los amaba. Hablaba un rato, lo molestaba mucho haciendo bufar a Naruto, a pesar de no poder hablar Sasuke parecía comprender cada uno de sus pensamientos, maldito teme, por qué le conocía también y aún así no haber visto la verdad cuando estaban casado. Bueno suponía que hasta los genios eran idiotas…
Las sesiones con el quinesiólogo y el traumatólogo eran horrorosas, tenía que recuperar la movilidad de sus brazos y piernas, sus costillas también no le daban tanta tregua, algunas veces lloraba de frustración, lo peor era su brazo derecho, algunos de dedos de su mano los tuvieron que recomponer, lo hacían jugar con una maldita pelotita de goma roja, pero antes muerto que rendirse, al menos ya le habían sacado el yeso de la nariz, sus moretones habían casi desaparecido, y iban a sacarle la malla, así al fin iba a poder hablar y le iban a escuchar.
Luego de semanas, por fin podía mover la boca, sus doctores fueron claros al decirle que tenía que comer colados y hablar poco, eso lo enervaba, hablar poco él, era como si le dijeran que estaba a dieta de Ramen.
Sasuke sonrió al recibir un mensaje de Naruto, este ya podía mover los dedos lo suficiente para tomar el celular y escribir pequeños mensajes.
“Maldito Teme Mentiroso ven”
Tres maneras de insultarlo y una orden, ese era su Dobe, si no mal recordaba ese día debían de sacarle la malla a Naruto, uuuf eso si que iba ser intenso, si Naruto lo quería sería para hablar.
Naruto caminaba con ayudaba de sus bastones, necesitaba abrir la boca, ya había dicho algunas palabras con los médicos pero hablar con el teme, eso lo tenía ansioso.
-Hola- Ese saludo fue todo lo que necesito el rubio para soltarse
-Teme maldito cómo es que no estamos divorciados- Gritó, tenía tanto que exigir, tanto qué decir-
-Dobe lunático cómo me escondiste que tenía hijos-Sasuke hizo lo mismo.
-Tú no querías saber nada de mí- Se defendió desviando su mirada, como era obvio el Uchiha lo había contra atacado.
-Pero eso era porque creí que me atacarías, obviamente si hubiera sabido que teníamos un bebito en común yo…-
-Nada Sasuke, nada, nos hubiéramos matados y nuestros hijos verían a sus dos padres que se odiaban y sufrirían, no obré bien y tú tampoco, qué se supones que tengo que ser ahora volver contigo- Inquirió, eso lo estaba inquietando, su corazón decía sí, y su cabeza decía ¡¡NO!!
-Si puedes y quieres claro vuelve conmigo- Contestó a secas el Uchiha cruzándose de brazos.
-Olvídalo Teme, eso no va a pasar- Prefirió hacerle caso a sus cabeza, era más sano.
-Por qué no, nuestros hijos están conmigo así se quedara no me voy a separar de ellos y además estamos casados- Argumentó frunciendo el ceño, Naruto hizo lo mismo.
-Pero yo firme un divorcio, nuestros hijos tienen mi apellido Namikaze, y tengo una vida en Italia que se supone que deje todo allá por ti, fue una canallada no validar el divorcio, después de todo tú lo querías con ansías si mi cabeza no mal recuerda, fuiste bien bajo serpiente rastrera- Naruto le desesperaba estar discutiendo con Sasuke.
-No- Sasuke pasó de sus insultos y contestó la consulta realizada.
-He, qué dijiste-Miró al Uchiha tratando de descubrir qué significaba el escueto “no”.
-No, esta vez no te pediré dejar todo por mí, egoístamente, tampoco nuestros hijos tendrían que llevar el Uchiha como primer apellido, por mí está bien si quieres mantener el tuyo primero, y sobre todo me iré a Italia, o a la polo sur, si ahí van mis hijos, porque no voy estar sin ellos otra vez, te guste o no- Su determinación fue palpable y la mirada fiera de decisión era obvio para Naruto que el Uchiha tenía resuelto todo.
-Te mudarías a Italia- Naruto estaba escéptico, no era algo que el moreno antes hubiera hecho, no si eso no fuere beneficio para él.
-Te dije que me iría hasta el Polo Sur por ellos y por ti, te lo dije y te lo vuelvo a decir te amo demasiado Naruto, dame otra oportunidad- Rogó colocando esa mirada de gatito abandonado, Naruto era susceptible a ella, el Uchiha se acercó hacia el rubio hasta que estuvieron casi a dos centímetros de separación-Te amo tanto que no puedo concebir vivir más tiempo sin ti, te busqué mucho, pero tu papá y el mío se las ingeniaron para que yo no te encontrará ni el resto del mundo, así que no, Naruto, voy a pegarme a ti como la sanguijuela que dices que soy- Sin querer aguantarse más lo besó.
Sentir los labios del otro sobre los suyos era la gloria, ninguno dejaba de amar al otro, se querían demasiado, el beso fue lento, suave, casi como una cura para todas sus heridas. Naruto dejó caer sus muletas para aferrarse al moreno, se abrazaron con necesidad. Sasuke tomó a Naruto en vilo y lo depositó sobre la cama, luego él se subió sobre ella y volvió abrazar al rubio.
-Escúchame aún no estoy listo para tener Sexo, animal hambriento-Ttebayo-Se burló, sabía que Sasuke no intentaba nada más que estar abrazado a él, el aludido soltó una risotada-Sasuke tengo miedo, no quiero volver a pasar por lo mismo, nos hicimos demasiado daño… y me está doliendo la mandíbula, creó que dejaré de hablar- Quería arrancar, al final era verdad soldado que arranca sirve para otra guerra, en ese instante él no estaba pensando con la cabeza, su corazón hizo posesión de su ser.
- Sabes hace unos años te hubiera prometido un millón de cosas, pero ahora, solo puedo decirte que nunca jamás dejaré que alguien se meta en lo nuestro, y solo tengo asistentes varones desde Sakura, no confió en nadie, pero con un varón tengo menos riesgo de que haga un complot para quedarse conmigo-Susurró besando el cabello de su amado.
-Un varón se puede enamorar de mí sabes, soy todo un bombón y luego urdir un complot para quedarse con tu hermoso y sexy esposo-Ttebayo- Se burló.
-Un sexy Bombón relleno de peta zetas, tiene que ser un varón muy, pero muy valiente te diré, auch- Naruto lo pellizcó por decirle eso.
-Quiero ver a mis bebes, me siento mejor y creo que estoy presentable-
-Por supuesto, el fin de semana los voy a traer para que los veas, están muy demasiado emocionados sobre todo nuestra pequeña, es muy terca y llevada de su idea, se parece a ti-
-Lo sé, y Kaede a ti de pequeño, cuando eras mono y Kiosuke a ti de grande, pusiste mucho empeño en ellos-
-Puse mucho empeño en hacerte el amor, en demostrarte cuanto te amo y te necesito, pensé que al fin nos íbamos arreglar- Soltó un suspiro de cansancio
-Yo también lo pensé pero fuiste con Sakura y me dejaste solo…
No hablaron más, ambos se quedaron dormidos, horas más tardes los enfermeros les regañaron al descubrirlos, por dormir de esa manera a Naruto tuvieron que administrarles relajantes musculares.
Sasuke llevo a los niños ese fin de semana, los niños estaban extasiados de tener a su papito de vuelta y estar con su papá, Himawari era la más feliz, lo demostraba haciendo reír a todos, Kaede estaba demasiado pegadito a su papito, lo había extrañado montones, estar con su padre varón le daba seguridad pero tener a su papito le entregaba tranquilidad, Tamaki jugaba con Kiosuke contentos de estar con sus padres.
Los días pasaron con rapidez cosa que agradecía Naruto, tenía muchas reticencias con respecto a su futuro, quería a Sasuke, más que eso, lo amaba, quería estar con él, pero no sabía si como antes, él había cambiado, era independiente, tenía un trabajo que amaba, también gustaba mucho Italia, odio América, pero Italia su gente era divertidísima, sus calles, los restaurantes, Europa era pequeño y en cosa de horas podía ir a otro país, le gustaba Europa, obviamente amaba Japón pero sentía que aún no estaban abiertos de mente, toda la vida se sintió un pez fuera del agua, la gente era un poco reprimida, mucha rigurosidad, mucha apariencia, y mucho doble estándar, quería que sus hijos vivieran otra cosa que él, experimentaran otra cultura más diversa.
Dos meses después por fin le dieron el ansiado alta, aún estaba condicionado al tratamiento físico, los médicos le indicaron que lo más importante era que fuera prudente, que no hiciera esfuerzos innecesarios, temían que el rubio no les hiciera caso, Naruto podía palpar la preocupación en sus galenos, ya que el rubio muchas veces se irritaba por no poder hacer algo, y le ponía más empeño del que debía, tampoco siempre seguías las indicaciones y allá tenían que ir acusarlo cuan niño pequeño fuera con su padre o esposo, algunas veces recurrían a ambos. Allá Minato con infinita paciencia trataba de aconsejarle, Sasuke era más seco y le decía “Dobe como no hagas casos, estarás todo un año acá antes de que consigas tu alta, y tu idiotez avanzó gravemente desde tu accidente” eso llevaba a que comenzaran a pelear como si fueran dos adolescentes, y Minato abandonando el lugar cansado de sus riñas.
-Listo para ir a casa- Inquirió Sasuke, éste se encontraba en ascuas, Naruto aún no le respondía que quería hacer, si volver con él, quedarse en Japón, o volver a Italia, tampoco éste le dijo que eran exactamente, se habían besado algunas veces también compartían abrazos y caricias, pero Naruto estaba hermético como una ostra, cada vez que le insistía le decía “Cuando me den el alta Bastardo” así que gracias a Dios el tan ansiado día había llegado.
-Sí, pero antes me puedes llevar a un lugar-Pidió tratando de esconder todo dejo de nerviosismo, tenía una conversación pendiente con Sasuke, pero no podía decidirse qué quería, tenía mucho miedo de muchas cosas, habló con Shikamaru en busca de la mirada de un tercero, el Nara le aconsejó, agradeció que comprendiera sus miedos, y también aconsejó que cerrara el pasado y para eso necesitaba dejar ir lo que le hacía mal.
-Claro, dónde quieres ir-
Sasuke pensó que Naruto le pediría ir al cementerio para visitar la tumba de su madre, más como siempre el rubio salió con algo insospechado, nunca se le pasó por la cabeza que quisiera ir a la cárcel.
Sakura se sorprendió cuando la guardia le dijo que tenía visitas, ella nunca había sido visitada por nadie, no desde que la declararon sicópata, acosadora, una malhechora, la misma paria, sus padres le dieron vuelta la espalda, incluso osaron desheredarla, todas sus amistades se esfumaron más rápido que un cigarrillo en una fría noche. Llena de curiosidad llegó hasta la sala de visitas, debía de ser una persona importante si iba a aquella sala, siempre las visitas eran a través de un vidrio y se comunicaban por un teléfono.
Su sorpresa fue grande al ver a Naruto en la sala, estuvo esperándole durante meses después de su juicio más nunca apareció, luego pensó que el rubio de la depresión al fin se había matado, pero no, ahí estaba él con su gran mirada azul, con semblante serio, y todo con una expresión de póker, se sentó frente al rubio, un millar de emociones nacieron de su ser, lo odiaba, lo detestaba, no sentía un ápice de culpabilidad por lo que había hecho, odiaba no haberse salido con la de ella como usualmente pasaba, sonrió con sorna, bien lo iba atormentar para su deleite personal.
-Si quieres saber porqué, no tenías que venir aquí para imaginarlo, solo quería a Sasuke, él era mucho para un burdo tonto como tú, que ni siquiera puede engendrar un bebe como corresponde, odio a los perdedores como tú que insulsamente creen que pueden igualarse y aspirar a tener algo que está más allá de su estrato social, así que si vienes a preguntarme, es porque amo a Sasuke y haría lo que fuera, no me arrepiento de nada y si de nuevo estuviéramos en la misma situación haría todo igual pero esta vez me aseguraría de que te murieras, lamento decirte que no necesito tu perdón y…-
La risa de Naruto la congeló, era una risa maliciosa, tenía la expresión de un zorro antes de cazar a su presa.
-Pobrecita siempre supe que tenías problemas mentales, tú realmente crees que vine aquí a darte mi perdón, eres más tonta de lo que imaginé, no soy tan bueno sabes, no creo que esté listo en mucho tiempo antes de perdonarte, eres mala mujer, todo en ti es malo por eso tu vientre está seco, oh sí tontita sé que eres estéril, pedí una investigación de ti en cuanto Sasuke me informó de todo lo que me hiciste- Se mofó, dándole justo donde más le dolía a la mujer, solo le devolvió el mismo trato que tuvo para con él cuando trató suicidarse por su causa.
-Estás con él- Sus peores pesadillas se hicieron realidad, ella aún esperaba que Sasuke la fuera a ver, que le dijera que entendía porque había hecho todo, que iba a estar ahí para ella, porque la quería, ella había visto todo el cariño que éste le tenía, a pesar de los golpes era normal que se enojara, pero pensó que él volvería.
-Claro que estoy con él, de hecho está detrás de ese cristal viéndonos, por qué piensas que no íbamos a estar juntos nos amamos, vaya aún más tonta, tengo algunas cosas que rebatirte bobita, no soy un igualado, soy hijo de Minato Namikaze sabes, vengo de una familia muy bien posicionada socialmente, tengo mucho dinero, tanto que me faltaría vida para gastarlo todo, mi vientre es fértil, le di a Sasuke cuatro hermosos hijos, experimento la felicidad de ser padre cosa que tú nunca sabrás, y aún estoy casado con Sasuke, tengo todo, aún a pesar de tu veneno y saña, a pesar de todo lo que hiciste Sakura, tú perdiste, estás aquí y me voy a encargar de que te pudras acá, esa es la razón de estar aquí, vengo a informarte que te denuncié, ahora yo, la causa anterior era de Sasuke, pero esta es mía, veré que jamás puedas estar tranquila una noche más en toda tu existencia, no tienes idea de lo maldito que puedo llegar a ser, me hiciste vivir un infierno aré lo mismo contigo, creo firmemente en ojo por ojo, diente por diente, y es mi momento de cobrármela perra, no te confíes de tus compañeras- Se levantó con elegancia y salió de ahí dejando a Sakura gritando histéricamente mientras lloraba, saboreó el placer de la venganza en su boca.
-Eso fue lo la broma más cruel que te he visto hacer en la vida-Sasuke tenía una sonrisa de lado divertido.
-Se lo merecía-Dattebayo- Naruto, él en verdad iba a perdonarla, pero la idiota siempre hablando de más, lo sacó de sus casillas, así que sí, la iba a demandar en cuanto supo lo que hizo y pudo hablar le pidió a Shikamaru que refundiera en la cárcel a Sakura y también a Mikoto si tenía la misma actitud. Claro que no le iba a pagar a ninguna reclusa para que le hiciera daño a la ex de su esposo, creía firmemente en el karma y tampoco era un maldito.
-Ahora quieres ver a Mikoto-
-Sí, quiero ir a ver a mi suegrita linda-Dijo Naruto se largó a reír junto a Sasuke.
Mikoto en cuanto le vio, supo porque estaba ahí el rubio, Naruto le observo, la mujer parecía otra sin el maquillaje, los costosos trajes, sin ningún tipo de joya, era pequeña sin tacones, tenía el rostro deslavado, poseía ojeras que competían con las de Itachi.
-Hola Naruto-Saludó la mujer tranquila.
-Señora Mikoto-
-Veo que estás mejor, supe de tu accidente, tu padre se encuentra bien-
-sí gracias, él está bien, le dieron el alta hace unas semanas, a mí me lo acaban de dar-Susurro a pesar de todo se sentía pequeño ante Mikoto.
-Bueno supongo que esto no es una visita de cortesía Naruto- La mujer le sonrió, a pesar del traje naranja, el rubio podía ver la elegancia y educación en la mujer.
-No, no lo es, vine a dejarle esto- de su bolsillo extrajo una fotografía y se la pasó.
La mujer la tomó con curiosidad al verla, se turbo, eran cuatro niños juntos a Sasuke.
-Son nuestros hijos, cuando nos divorciamos estaba en gravidez, solo sabía que estaba embarazado cuando me fui con mi padre a Italia, luego supe que eran cuatrillizos, Sasuke los conoció recién ahora- Los sollozos de la mujer cortaron su explicación.
-Lo siento, lo siento- Pidió la mujer- Lamento todo el daño que te hice Naruto, lo peor de esto es que por mi causa prive a Sasuke de ser padre, lamento mucho todo lo que viviste no sabía que Sakura te drogaba, tampoco que habías perdido un bebe, es verdad que odié a los donceles muchos años, porque yo amaba a Madara pero él me cambio por un doncel como Tobirama, supe que eras hijo de Minato cuando tenías doce años, escuché a Kushina hablar con Fugaku sobre ti y tu padre- Reveló mientras enjuagaba sus lágrimas.
-Me odiaba por ser doncel y peor un Namikaze- Naruto sintió que sus ojos se llenaban de lagrimas-Pero yo no tenía idea de nada, yo amo a su hijos desde siempre, solo quería hacerlo feliz-
-Lo sé, pero entiéndeme yo amaba con locura a Madara nos íbamos a casar, pero me dejó, del shock tuve un aborto, Fugaku dejó a la persona que amaba por mí, a tu padre, sus padres le obligaron a casarse conmigo para enmendar el error de Madara, luego hice hasta lo imposible por alejar a Madara de Tobirama, nunca creí que la muerte de Izuna a causa de Harashima hiciera todo por mí, cuando creí que todo estaba en orden llegaste tú- La mujer lloraba sin limpiar sus lágrimas ya – Odié todo lo que representabas, no te quería cerca de Sasuke, pero ustedes los Namikaze - Seju son unos atrapa Uchiha, tienen algo en las feromonas que los hace enloquecer- Dijo con un dejo de burla en la voz.
-Yo quiero que sepa que la perdono de todo lo malo que me hizo, no entiendo su razonamiento, me va a costar mucho tratar de hacerlo, pero no quiero cargar con todo esto, no con la abuela de mis hijos, no quiero que ellos crezcan odiándola-
-Me demandaras- Consultó.
-Tengo el derecho de hacerlo señora Mikoto, realmente quiero hacerlo sabe-
-Hazlo entonces Naruto, lo que te de paz, solo dile a Sasuke e Itachi que los quiero- Pidió- Dales mis saludos a Fugaku y a tu padre, cuídate mucho y quiere a tus hijos-
-Gracias, atrás de la fotografía salen los nombre de ellos, son Kaede y Tamaki donceles están abrazados, en los brazos de Sasuke está Himawari, el chico que está solo a la izquierda con el ceño fruncido es Kiosuke es un varón- Se levantó para irse, pero la voz de Mikoto lo paró.
-Sé que no estoy en posición de pedírtelo pero tienes una foto de Yousuke- Pidió, Naruto visiblemente emocionado, sacó de su bolso una fotografía- Gracias, de verdad me dolió saber que perdí un nieto, se lo que es perder un hijo Naruto, por eso no puedo dormir, pensando en cuánto daño te hice- Nuevamente se puso a llorar visiblemente afectada.
Naruto se acercó a ella y le abrazó.
-Siempre quise que usted fuera mi segunda madre-Dattebayo, de verdad espero que con esto usted pueda encontrar la paz, yo la perdono, cuídese señora Mikoto- Se despidió de ella, incorporándose y saliendo de allí.
Sasuke lo estaba esperando, le abrazó con amor, estaba sumamente preocupado, de Sakura se esperaba locura, pero con su madre maldad.
-Fue mala contigo-Consultó preocupado.
-Para nada, fue buena, deberías venir a verla, le ha hecho bien la cárcel-
-La vas a demandar-
-Creo, no lo sé-
-Bueno vamos con nuestros hijos- Besó el cabello de su hermoso rubio.
Tuvo un gran recibimiento, toda su familia estaba ahí, fue una tarde encantadora junto a sus seres queridos.
-Cuando volverán a Italia- Madara preguntó a la hora de la cena.
-Yo me voy a quedar-Respondió Deidara, llamando la atención de todos.
-Ah sí, y eso por qué-Consultó Tobirama
-Me gusta Japón, creo que podré hacer algo de arte acá, para cambiar de aires-
-Que bien querido, es lo mejor que puedes hacer- Tsunade sonrió- Naruto, qué harás tú-
-¿Yo?- Por qué tenían que preguntarle a él, cuando aun no sabía nada.
-Claro tú, tienes trabajo que hacer, estás atrasado con tus cuentos y traducciones-Recordó Dan el esposo de Tsunade.
-Tengo que…-
-Tiene que hablarlo conmigo, aún no sabemos qué vamos hacer- Sasuke estaba claro que Naruto estaba complicado con él tema.
Toda pregunta quedo atorada en la garganta de los demás, no querían incomodarlos con su curiosidad, Minato cambió el tema, cosa que todos agradecieron.
-Al fin solos- Sasuke se dejó caer en el sofá de su sala de estar, se encontraba cansado, pero necesitaba saber que iba a pasar con ellos, ya- Entonces rubio qué pasa por tu cabeza-
-Sasuke, te amo, lo sabes, pero tengo miedo, no quiero volver a ser dependiente de ti otra vez, no quiero volver a pelear y caer tan bajo contigo, a pesar de todo aún resiento todo lo que pasó, tus palabras, tus actos, y a pesar de que solo besaste a Sakura, me dejaste por ella, aún si no te metiste en su cama si estuviste con ella, me fuiste infiel, quizás no a los nueve meses de perder nuestro bebito, pero lo hiciste, me dejaste solo y sufriendo lo peor es que no creíste en mí, no quiero volver a respirar a través de ti nunca más, y lamento decirte esto pero no puedo volver a ser tu esposo, no estoy preparado para estar contigo de nuevo, y voy a volver a Italia, mi vida está allá, si quieres ir no te lo impediré, pero no viviremos juntos- Al fin lo dijo. Lo que tanta complicación y caos creo en su cabeza, cómo decirle a Sasuke que no quería volver con él-
Sasuke, supo la respuesta, antes de que Naruto comenzara hablar, su expresión corporal, sus ojos mostraban su nerviosismo, sabía la respuesta hace semanas, solo quiso ignorar que estaba frente a él todo el tiempo.
-Está bien, me lo temía, pero te lo dije iré a Italia no estaré lejos de mis hijos, y quiero que lleven mi apellido- Respondió se guardó todo lo que sentía en ese momento y la promesa eterna que conquistaría nuevamente a Naruto.