Lo primero que tenía que hacer en estos momentos era comprar las cosas fundamentales para la buena crianza de un cachorro, así que sin más por el momento me adentre a mi carro para poder salir de compras. Una vez encontrando una tienda de mascotas decente, fue que me baje del coche para comenzar a escoger todo lo que necesitaba. Termine comprando un costal de alimento para perro, dulces caninos, una correa para sacarlo a pasear, un traste para perro donde pudiera alimentarse y una espaciosa cama especialmente para él. Cuando llegue a la caja para poder pagar pude observar un hermoso collar azul con una estrella plateada en medio, me encanto, así que sin pensármelo dos veces la tome para que la pusieran en la cuenta.
- ¿desea que le grabemos algo en especial al collar?-. dijo una linda chica que se encontraba del otro lado, cobrándome los productos. Permanecía con una sonrisa y mirándome de abajo hacia arriba de forma coqueta. La verdad es que ni siquiera me había dado cuenta de su presencia de no ser porque me dirigió la palabra.
- ¿grabar algo?-. no sabía a lo que se refería.
- Ya sabes, el nombre del cachorro y una dirección por si se llegase a perder-. Decía sin quitar su sonrisa provocadora. No había pensado en ello, aun no decido el nombre que tendrá la pequeña bola de pelos.
- Por ahora no, gracias-. Dije a la vez de que tomaba las bolsas donde venían mis compras y pagaba la cantidad correspondiente.- luego vendré a hacer el grabado, ya que decida el nombre del cachorro-. Una vez dicho esto me gire para salir de la tienda.
- Te estaré esperando guapo-. Escuche como la chica decía en un tono más alto de voz para que yo la pudiera escuchar. Simplemente sonreí un poco sin siquiera girarme para seguir mi camino. Sinceramente, mi yo antiguo no hubiera desaprovechado la oportunidad de coquetear con aquella chica, que por cierto era bastante linda, pero ahora mi mente y corazón tenían un solo dueño y ni siquiera se me ocurría el voltear a ver a alguien más que no fuera mi príncipe azul.
Al momento de abrir la puerta de mi casa vi como el pequeño perrito se encontraba en la entrada esperándome, meneando la cola de un lado a otro y con una mueca de felicidad en su peludo rostro. Yo sonreí ante este acto, para después acariciarlo e instalar sus cosas alrededor de la casa. Afortunadamente tenía un enorme patio, así que no le haría falta un espacio para divertirse en la casa mientras no estoy. Finalmente le serví su comida en el trasto a lo que él fue corriendo para poder alimentarse. Me la pase el resto del día jugando con el cachorro, al parecer los perros tienen energía inagotable, ya que se la pasaba corriendo por toda la casa de un lado para otro con gran felicidad, me alegraba que le gustara su nuevo hogar, tenía razón Steve, este pequeño es totalmente adorable. El domingo no ocurrió nada en especial, me la pase en casa atendiendo al cachorro y avanzando más con mis proyectos tecnológicos. En todo el fin de semana no había vuelto a hablar con Steve ni tampoco recibido sus característicos mensajes de buenas noches. Me la pase todo el tiempo esperando aunque sea un mensaje o una llamada pero mi espera fue en vano, pensé que no sería tan mala idea el llamarlo yo, pero faltaba poco para el día lunes, así que no tendría mucho caso. Nunca me había alegrado tanto por la llegada del lunes, pero en estos momentos estaba emocionado, ya que volvería a ver a Steve y su preciosa sonrisa. Con muchos ánimos me levante pronto de la cama para realizar mi rutina matutina y encaminarme a la escuela, no sin antes checarme variadas veces en el espejo. Cuando llegue al salón aún no se encontraba Steve, probablemente estaba en camino, así que me fui a sentar a mi lugar a lado de Pepper.
- ¿Cómo te encuentras Romeo?-. decía Pepper con una sonrisa.
- Excelente, por cierto tú lo sabias ¿cierto?-. pregunte de forma acusadora.
- ¿de qué hablas Tony?-. comentaba Pepper sin siquiera quitar su sonrisa.
- Sabes a lo que me refiero Potts, tu sabias que Steve me regalaría un cachorro
- ¿ya te lo dio? ¿Cómo es?-. preguntaba Pepper emocionada y a la vez un poco sorprendida.
- Es un Golden retriever de ojos azules, la verdad se parece bastante a Steve, tanto físicamente como en personalidad-. Dije con simpleza.- ¿Por qué no me lo dijiste Pepper?-. pregunte de nuevo usando mi tono acusador.
- Quería que fuera una sorpresa, ¿no es lindo? Cuando Steve llego preguntándome que si te gustaban los animales se me hizo muy extraño, pero después que me conto lo que planeaba hacer me emocione bastante-. Decía sin quitar si expresión de alegría.- después de todo parece ser que si tienes una gran oportunidad con el chico perfecto
- ¿tú crees?-. pregunte algo tímido y con la voz baja, para que nadie nos escuchase.
- Estoy casi segura Tony, ponte las pilas y veras que ese niño bonito no se resistirá a tus encantos-. Dijo Pepper dándome unas palmaditas en la espalda. Sus palabras me animaron bastante, tenía razón, yo siempre obtengo lo que quiero y esta no será la excepción.
La clase transcurrió y aun no había señales de vida de Steve. Pasaron las horas hasta que llego el descanso y fui reunirme con Bruce y Natasha que se encontraban en una banca abrazados. No quería interrumpir ni mucho menos hacer mal tercio, solo quería saber si ellos sabían algo acerca de Steve.
- Así que ¿ya es oficial?-. dije al momento de estar frente a ellos.
- Ya es oficial Tony-. Dijo Natasha a la vez de que entrelazaba sus dedos con los de bruce, ante este acto bruce se sonrojo.- no podría encontrar mejor partido-. Y con esta última frase le dio un beso en la mejilla a Bruce a lo que el simplemente sonrió si dejar sus coloradas mejillas atrás.
- ¡Iugh! Demasiada miel para mí-. comente a la vez de que fingía el tener escalofríos por mi cuerpo.
- Ya quisieras Tony, por cierto te estas tardando-. Decía Natasha de forma burlona a la vez de que me dedicaba una sonrisa pícara.
- Si si, lo que digas, por cierto ¿han visto a Steve?-. pregunte directo al grano.
- Según yo, hoy falto a la escuela, aunque desconozco las razones-. Dijo Bruce en tono pensativo. Voltee a ver a Natasha para ver si ella tenía más información.
- A mí ni me voltees a ver, no tengo la más mínima idea de porque no vino.- dijo Natasha con un ademan de inocencia.- aunque podrías intentar preguntarle a Bucky, seguramente el sabrá decirte
- Ok, gracias chicos-. Dije para de una vez salir en busca de Bucky.
- Por nada Tony-. Escuche a bruce a lo lejos, ya que yo ya me estaba alejado de ahí.
Busque a Bucky de prisa por todo el campus para poder hablar con el antes de que terminara el descanso. Finalmente lo encontré en uno de los pasillos, coqueteando con una chica. No quería entrometerme ni interrumpir su ligue pero de verdad quería saber por qué Steve no se encontraba hoy en la escuela.
- Hola Bucky-. Dije un poco alto para que los dos me escucharan y voltearan a verme.- lamento interrumpir solo quiero preguntarte algo-. Dije volteándolo a ver directo a los ojos. Bucky parecía algo impresionado por mi presencia pero enseguida me dedico una sonrisa.
- Luego te llamo-. Dijo secamente a la chica para inmediatamente acercarse más a mí.
- ¡Oh! no es necesario Bucky, es algo rápido-. aclare para que no mandara a la mierda a aquella chica que parecía molestaba por la repentina indiferencia hacia ella.
- Tranquilo, no tiene importancia-. Dijo haciendo referencia a la joven que después salió bastante enojada y a paso rápido de donde nos encontrábamos. Auch, hasta a mí me dolió ese trato.
- Solo quería preguntarte si tú sabes algo acerca de la ausencia de Steve el día de hoy-. Y con esas palabras fue que su enorme sonrisa se borró para pasar a un gesto de fastidio. wow que repentino cambio de actitud.
- El muy idiota pesco un resfriado, desde el domingo no se estaba sintiendo nada bien, así que supongo que la enfermedad empeoro -. Dijo de forma indiferente y sin siquiera voltear a verme a los ojos.
Y justo en ese momento se me vino una alocada idea ¿sería muy entrometido de mi parte? ¿Estará bien? ¿Acaso le molestara? Al parecer no me pare a pensar demasiado esas preguntas ya que inmediatamente tome mi decisión.
- ¿me podrías dar su dirección? Probablemente le hare una visita después de clases-. Dije finalizando mi oración.