Poco a poco fui recuperando la consciencia gracias a al sonido que propiciaba el timbre de mi casa. En estos momentos ese sonido me parecía de lo más irritante de todo el universo. Me sentía de la MIERDA en todo su esplendor tanto físicamente como mentalmente. La cabeza me dolía bastante y sentía un asco increíble. Me levante abruptamente y eso solo provoco que me sintiera aún más mareado. Al parecer me había quedado dormido en el sillón con Capitán, ya que él se encontraba a un lado mío completamente despierto y atento a mis movimientos. Todo me dolía, sentía que en cualquier momento volvería a vomitar de lo revuelto que traía el estómago. Con toda la pesadez del mundo me levante para caminar hacia la entrada y abrir la puerta sin importarme ni un poco mi aspecto. Al momento de estar frente a la puerta la fui abriendo lentamente hasta encontrarme con mi inesperada visita.
—Te vez fatal —dijo Pepper al momento en el que me miro con las cejas enarcadas. Pude ver que atrás de ella también se encontraba Bruce mirándome con una expresión sorprendida, para después pasar a una preocupada.
—Y me siento fatal —complemente su oración para después darme la vuelta y dejarlos entrar—. ¿Se puede saber que hacen en mi casa tan temprano? — pegunte a la vez de que me rascaba la cabeza y me dejaba azotar en el sillón donde me encontraba dormido hace unos instantes.
—¿¡Temprano!? Tony son las dos de la tarde —ahora fue bruce el que exclamo incrédulo—. De hecho queríamos venir antes pero decidimos venir a esta hora para no molestarte pero al parecer resulto lo mismo.
Ellos solamente siguieron mis pasos hasta el living sin quitar su mirada consternada. Capitán al ver nuevos huéspedes se puso alerta y comenzó a ladrar de manera constante. Yo rápidamente lo llame para que dejara de hacer aquello a la vez de que le acariciaba su cabeza.
—¿Ese es el cachorrito que te regalo Steve? —preguntó Pepper con emoción sin saber lo que ese nombre provocaba ahorita en mí. Al momento de escucharlo solo pude recordar con claridad lo que había pasado antes de perder la consciencia sumergida en alcohol y con tristeza baje mi mirada. Al parecer Pepper ya suponía algo de lo que había pasado anoche ya que sin recibir respuesta ante su cuestionamiento, siguió hablando—. Estábamos preocupados por ti Tony, ayer te pusiste muy mal y según yo esos no eran tus planes originales —prosiguió con un tono suave y con una mirada intranquila.
—Bueno nunca se sabe lo que puede pasar ¿cierto? Justo cuando crees que todo va a salir de maravilla te llevas bastantes sorpresas desagradables —respondí con una sonrisa irónica con mi mirada aun en el suelo.
—¿Qué sucedió Tony? —preguntó Pepper de forma preocupada a la vez de que se sentaba en el sillón de al lado junto con bruce imitando sus actos—. Le dije a Bruce respecto lo que planeabas hacer ayer, espero que no te moleste.
—Claro que no, ya sabes que entre nosotros tres no hay nada que ocultar —respondí restándole importancia a ese asunto. Al terminar mi frase el salón quedo invadido en un profundo silencio, al parecer ellos solamente estaban esperando que yo prosiguiera así que di un largo suspiro para continuar hablando—. Todo se fue a la mierda, jamás podre conseguir el amor de Steve.
—¿Por qué dices eso Tony? — pregunto Bruce un poco alterado por mis palabras.
—Le confesé a Steve todo lo que sentía por él, le abrí mi corazón de una forma que jamás pensé que haría con ninguna persona en este mundo y a cambio recibí un doloroso rechazo bastante claro —al momento de estar hablando se me cortaba la voz, no quería llorar, no enfrente de ellos pero no pude evitar el sentir como la humedad envolvía mis ojos y una minúscula lagrima se escapaba atravesando toda mi cara a la vez de que yo bajaba la mirada para poder continuar—. Se acabó, lo dejo bastante claro y a pesar de yo solamente le pedí una oportunidad el me la negó rotundamente, diciendo que el solamente estaba interesado en chicas y que jamás me vería de otra forma que no fuera un simple amigo —finalicé a la vez de que removía todo rastro de lágrimas con mi mano derecha. Cuando subí mi mirada pude observar como los dos mantenían su vista fija en mí y con una expresión algo afligida.
—No sé qué decirte, la verdad es que por un momento yo pensé que el también sentía lo mismo que tú, esas miradas, esas sonrisas me parecían más que una simple amistad, pero al parecer yo también me equivoque —dijo Pepper bajando su mirada lentamente—. Lo siento mucho Tony.
—No te disculpes Pepper, el único culpable soy yo al no ver claramente las cosas y hacerme ilusiones realmente imaginarias —comenté con una sonrisa un tanto forzada—. Al parecer no significo nada en la vida de Steve ya que ni siquiera lo vi cuando me puse mal, aunque no esperaba más.
—Steve se fue algo temprano de la fiesta, talvez por eso ya no lo viste —comentó Pepper dándole una explicación a los sucesos de la noche anterior—. Por cierto Tony, Bucky me pidió tu número, él también estaba bastante preocupado por ti y quería saber tu estado, pero yo aún no se lo doy porque no te había comentado.
—Ya que sacaste el tema debo decirles que me pareció muy extraño su comportamiento, no es como si él y yo fuéramos muy amigos para que se tomara tantas molestias por mí, de hecho en algún momento llegue a creer que me odiaba o algo parecido ya que actúa muy raro cuando estoy con el —dije cambiado mi tono a uno algo confuso respecto al tema.
—Dudo mucho que te odie Tony, ese hombre fue el primero en darse cuenta de que estabas lo suficientemente pedo como para ya no darte cuenta de lo que estabas haciendo —defendió rápidamente Pepper a Bucky dándole crédito por sus acciones— a mí también se me hizo extraño pero aun así fue de gran ayuda, si no hubiera sido por él ni siquiera quiero imaginar que hubiera hecho, le debes una gran disculpa y un sincero agradecimiento. —y de la nada cambio su semblante a uno molesto—. Imagínate Tony en tu estado era imposible que manejaras, así que el amablemente se ofreció a llevarme a mi casa para después dejarte en la tuya sano y salvo. Tengo muchas ganas de regañarte en estos momentos Anthony, pero entiendo por qué lo hiciste así que no te atormentare con ello, solamente te pido por favor que no lo vuelvas a hacer de verdad estaba muy preocupada. Gracias a dios Bruce no se puso tan mal porque si no me hubiera vuelto loca —ahora fue que volteo con una mirada irritada hacia Bruce que simplemente se encogía en su asiento haciéndose cada vez más pequeñito.
—Lo lamento Pepper, de verdad no sé qué me paso —dijo Bruce a la vez de que agachaba la mirada como un niño recibiendo un merecido regaño.
—Lo bueno es que Natasha me ayudo a cuidarte, ya que no se si lo sepan chicos pero ¡soy humana! y no puede estar en dos lugares a la vez cuidando a dos mendigos borrachos que no saben controlar el alcohol en su organismo —exclamó Pepper subiendo un poco más el tono de su voz—. Pero bueno ya me clamo —suspiró un tanto más tranquila—. Lo importante aquí Tony es saber qué es lo que piensas hacer después de todo esto.
—No lo sé Pepper, probablemente siga como si nada con Steve, si el quiere hablar conmigo está bien, fingiré que no me duele y con el tiempo me lo sacare completamente del corazón. No quiero que él sepa que su rechazo me afecto de esta manera y para mi mucho mejor si no vio lo miserable que me mostraba en la fiesta.
—Ese hombre definitivamente no sabe de lo que se está perdiendo, mira que rechazar a un genio con rostro de Hollywood y sonrisa Colgate, eso claramente es estar mal de la cabeza —dijo Bruce con cara de no entender el simple pero claro rechazo de Steve hacia mi persona. Ante sus ocurrencias yo simplemente sonreí sin más.
—Lose Bruce, de verdad es un completo idiota, pero bueno él se lo pierde —comenté de forma coqueta y con una sonrisa ladina en mi rostro.
—jaja claramente Tony y si Steve no va a aprovechar todo lo que eres, alguien más lo hará, eso tenlo por seguro —dijo Pepper de forma segura.
Después de aquello yo no quise volver a tocar el tema. Continuamos hablando principalmente de la experiencia de Bruce la noche anterior. Al parecer el si se la paso de puta madre y eso me hacía alegrarme por él, y ¿Cómo no? Ya que tenía a la persona que él quería a su lado disfrutando del momento. El tiempo trascurrió hasta que se volvieron las 6:00 de la tarde y ellos se retiraron de ahí. Antes de irse Pepper me recordó el encargo que le había dejado Bucky y le dije que no había problema con ello, que le podía pasar mi número.
La verdad es que no tenía la mínima idea de que era lo que tramaba Bucky, pero claramente le debía un enorme favor y se lo iba a recompensar como tal. Una vez solo fue que me volvieron a invadir de muy mala forma los recuerdos de la fiesta. Cuando te pones tan ebrio ya ni siquiera disfrutas la fiesta, todo se vuelve un amargo recuerdo que quisieras borrar y la cereza en el pastel sin duda era el rechazo de Steve. Tenía que salir adelante, y sobre todo arrancármelo del corazón y de mis pensamientos.