Se me hizo algo tarde en la mañana, ya que me había quedado del todo dormido sin haber escuchado la alarma sonar. El problema fue que a mis padres les paso exactamente lo mismo, por lo que a toda la familia se nos hizo tarde para nuestras actividades. A pesar de que me levante corriendo y haciendo las cosas en cuestión de segundos, llegue hora y media tarde a la escuela perdiendo así mi primera clase. Era bastante raro que me pasara esto, pero vaya que yo también soy un humano y este tipo de cosas te deben de pasar por lo menos una vez en tu vida. Con un largo suspiro me encamine hacia las próximas clases. No es como si perdiera mucho al faltar solo a una clase, pero a mí no me gustaba el que eso pasara sin contar que no podría hablar con Tony e invitarlo a mi casa, a menos de que me lo encontrara por la escuela en algún descanso.
Pasaron las horas y con ello las clases. En la última asignatura nos habían dejado hacer una actividad en forma individual y quien fuera terminando se podía retirar del salón. Era algo que a mí se me facilitaba así que inmediatamente me puse a ello terminando muy pronto. Entregue mi trabajo y fui a ver a Bucky para ver si el ya mero terminaba y así poder retirarnos del salón, lo que no fue posible ya que en todo este tiempo él se la había pasado parloteando y platicando sin siquiera haber comenzado la actividad. Le pregunte que si quería que lo esperara, a lo que contesto que no había ningún problema, que me fuera yendo ya que de todas formas el saliendo se iría con Tony. Recordé que hoy era jueves, y que Bucky me había comentado eso de las sesiones de estudio. Sentí un poco de envidia al pensar aquello pero rápidamente borre ese sentir.
Estando de acuerdo con Bucky, tome mis cosas y me retire de ahí. Cuando iba caminando por fuera de la cafetería, vi que Tony se encontraba solo, disfrutando de lo que parecía una hamburguesa y su semblante mostraba que realmente lo estaba gozando. Columpiaba sus piernas de un lado a otro mientras cerraba los ojos deleitándose con el sabor que esa hamburguesa poseía. Sonreí un poco al verlo en esa faceta, recordé el como yo lo había visto exactamente igual al momento en el que le regale unas donas los primeros días. Inmediatamente comencé a tener un debate interno por si debería ir con él o no, yo definitivamente si quería ira a hablar con él pero no sabía si a él le desagradaría mi presencia. Instantáneamente recordé que ayer ya se había mostrado algo más normal y no me había ignorado, así que eso solo me empujo a acercarme hacia él. Si yo veía que realmente le incomodaba mi presencia, me retiraría de ahí, pero por lo menos debía de intentarlo.
—Parece que realmente lo estas disfrutando —comenté al momento en el que ya me encontraba frente a él con una sonrisa.
—Que te puedo decir, esto y las donas son el mejor alimento que puede existir para un ser humano —dijo con simpleza a la vez de que se encogía de hombros y volvía a dar una nueva mordida.
—Eso lo puedo ver —dije haciendo mi sonrisa aún más grande al ver lo mucho que le gustaba. Decidí el sentarme frente a él para poder estar un poco más cómodo—. ¿Saliste temprano?
—Claramente, el profesor de la última clase falto y vi que no había mucha fila en la cafetería así que me dispuse a probar uno de los más grandes placeres de la vida —Su comentario me hizo algo de gracia, de haber sabido que la hamburguesas le hacían tan feliz, le hubiera comprado una desde hace tiempo.
—¿Vas a ir mañana al parque acuático? —pregunté para no dar por terminada la conversación.
—Mmmm yo creo que sí, suena divertido y una refrescada con todo este calor no estaría nada mal ¿y tú? —preguntó dando una nueva mordida a su alimento.
—También —contesté sin saber que más decir. Se instaló un breve silencio que yo quería romper, pero no sabía cómo, pero gracias a dios Tony fue el que se aventuró a continuar hablando.
—Sabes me gustaría el llevar a capitán conmigo. Obviamente la escuela no me dejara, pero cuando tenga oportunidad lo llevare al mar o a las albercas para que se divierta en el agua —con su comentario fue que recordé con mejor claridad a ese pequeño cachorrito, al parecer se estaban llevando bien y eso me alegraba.
—Por cierto ¿cómo te ha ido con él? ¿No te ha dado problemas?
—Bueno obviamente si he tenido conflictos como con cualquier otra mascota, ya sabes, que rompe una que otra cortina o que de la nada se hace del baño en medio de la sala, pero últimamente ya lo he estado entrenando para evitarme los disgustos, de ahí en más el cachorro es todo un amor. Es bastante agradable el tener a alguien que me espere en casa y sobre todo que me demuestre todo su cariño día a día —expresó con una sonrisa un tanto nostálgica, mirando hacia la nada. Mi corazón se apretó al ver aquella expresión, hace mucho que no lo veía así. Y pensar que yo rechace precisamente su cariño sin siquiera hesitar al respecto. Soy de lo peor.
—Sabía que el dártelo era una buena elección —y en ese momento recordé por qué había ido ahí con el principalmente—. Por cierto mi madre esta organizando una comida familiar para este domingo y me pidió que te invitara a comer con nosotros, claro si podías. Al parecer le agradaste mucho las veces que fuiste a mi casa —comenté con una sonrisa a lo que él puso una mirada un tanto afligida al respecto.
—Lo siento Steve, no puedo —fue lo único que respondió a mi invitación. Lo sabía, probablemente si tenía algún compromiso pero estaba casi seguro que estaba declinando mi invitación para no tener que pasar más tiempo conmigo. Di un corto suspiro para después continuar.
—No te preocupes Tony, ya será en otra ocasión —dije a la vez de que lo miraba a los ojos, el volteo su mirada hacia a mí y así nos quedamos, mirándonos el uno al otro sin decir absolutamente nada. Esos ojos, esos ojos definitivamente eran magníficos, no había manera de no dibujarlos. Lentamente fui bajando mi mirada a aquellos labios que componían curvas perfectas. Note que en la comisura izquierda de esos labios rojizos se encontraban restos de ajonjolí del pan de la hamburguesa e inconscientemente levante mi brazo derecho para después pasar mi pulgar lentamente por toda la suave extensión, quitando así todo rastro de morusas. En unos segundos reaccione en lo que había hecho y voltee mi mirada nuevamente a sus ojos con algo de miedo. Vi que él me miraba con impresión a la vez de que sus mejillas se iban tiñendo del mismo color que sus labios.
—C-creo que ya es a-algo tarde, mejor me voy ya que Bucky me debe de estar esperando —dijo algo nervioso y con su sonrojo haciéndose aún más notorio a la vez de que tomaba sus cosas con rapidez.
Se levantó y justo cuando ya estaba dando un paso para poder retirarse fue que instintivamente lo tome de la mano para poder detenerlo. No quería que se fuera, quería pasar solo un poco más de tiempo con él.
—¿Que? —pregunto tratando de sonar molesto, aunque claramente no había funcionado ya que más que nada se veía nervioso.
—N-no nada —dije algo asombrado por mi propio comportamiento. Sentí como el soltaba su agarre abruptamente para poco a poco perderlo de vista.
¿Por qué hice eso? ¿Qué era lo que me estaba pasando? Seguramente mis comportamientos le habían parecido de lo más raros y no puedo culparlo, ya que hasta yo mismo pensaba que había actuado bastante extraño hace unos segundos. Mis pensamientos fueron interrumpidos nuevamente por unas chicas que se habían acercado conmigo animadamente para poder charlar. Pensé que lo mejor era olvidar lo que había ocurrido y no darle más vueltas al asunto, él también se olvidaría pronto de ello y era preferible dejarlo en el pasado.
TONY:
¡OH POR DIOS! Oh por dios oh por dios ¿Qué mierdas acababa de suceder? Te estas imaginando cosas Tony, definitivamente te estas imaginando cosas, pensaba mientras corría directamente al sanitario para mirarme al espejo y ver como efectivamente, traía la cara hecha un tomate. Rápidamente abrí el grifo del lavamanos y comencé a echarme agua fría por todo mi rostro. Una vez acabando fue que me mire al espejo viendo como a pesar del agua aún seguía bastante agitado.
Los días que falte a la escuela estuve pensando el que no debía de ser tan cortante con Steve, ya que yo era el único responsable de la situación y claramente se podía apreciar que Steve quisiera que las cosas fueran como antes. Había decidido el tratarlo normal y llegarle a hablar SOLAMENTE si el me dirigía la palabra, pero joder que me estaba costando más trabajo del que podía imaginar. Al principio me sentí bien al poder seguir el ritmo de la conversación casualmente sin mostrar emociones pero después todo se me salió de control. Estúpido Steve, todo es su culpa.
Poco a poco mi corazón se fue calmando al recordar explícitamente todas y cada una de las palabras que Steve había usado para rechazarme, al recordar el cómo corto mi beso, el cómo me miraba con lastima y compasión por no poder corresponder mis sentimientos. Soy un completo imbécil al ser el único que se altera en situaciones como esta, mientras él está como si nada. De la nada comencé a sentirme tan bobo, era increíble el como a pesar de todo simplemente no podía olvidarlo y calmar mis latidos. Debo de dejar esto atrás de una vez por todas, aunque es más fácil decirlo y pensarlo que realmente hacerlo. Joder que era terriblemente difícil el arrancarte del corazón a alguien, nunca pensé que el olvido fuera tan difícil.
Después de unos minutos frente al espejo fue que di un largo suspiro con pesadez, para después retirarme de ahí y salir rumbo a mi auto. Exactamente cuando estaba en el estacionamiento fue que recordé que había quedado con Bucky, maldita sea. Era tarde y cuando llegue no espere que me encontraría con un Bucky un tanto cansado y molesto. Pensé que sería como las veces anteriores, que no le iba a importar que yo me haya atrasado pero al parecer estaba completamente equivocado.
—Sabes Tony, no quiero estarte obligando a pasar tiempo conmigo mientras tú solo lo consideras un fastidio. Me has ayudado con las sesiones y te lo agradezco, pero no quiero quitar más de tu tiempo —expresó con fatigo mientras tomaba sus cosas para poder retirarse de ahí.
—Lo siento Bucky —dije a la vez de que agachaba la mirada—. No es ningún fastidio, es solo que últimamente tengo bastantes cosas rondando por mi cabeza y no estoy del todo concentrado en el presente —finalicé a la vez de que cubría mi rostro con una mano. No soportaba el que Steve me afectara tanto con solo unas palabras o una que otra simple acción. Debía de dejarlo de ver de aquella manera tan “sucia”, como decían algunos y ver en el solo un buen amigo y nada más. Pude sentir como una mano se posaba en mi cabello, sobándolo suavemente para después bajar a mi rostro y acariciar mi mejilla. Ante este tacto yo subí mí mirada algo extrañado para ver a Bucky.
—Yo lo siento Tony, no supe comprenderte y seguramente ahorita estas pasando por mucho. Me enoje sin tomar en cuenta lo que tú estabas sintiendo —se disculpaba con una mirada triste en sus ojos. Ciertamente no tenía nada de que pedir perdón, no es como si me hubiera insultado o algo por el estilo, pero ahí se encontraba, del todo arrepentido.
—No te preocupes Barnes ¿continuamos con los estudios? —pregunté quitando su mano de mi rostro pausadamente con una sonrisa. Él no me contesto, simplemente se quedo mirando fijamente todo mi rostro con precisión.
—Eres tan lindo Tony —¿eh? Ok definitivamente ese comentario estaba totalmente fuera de lugar además de que era algo extraño viniendo de Bucky, ya que ahorita no estábamos bromeando ni nada, así que decidí seguirle el juego para poder romper el ambiente que en mi parecer se estaba volviendo algo incómodo.
—Si si ya sé que soy adorable. Ahora vuelve a sacar tus cosas que tenemos mucho que estudiar. —dije cambiando completamente el tema y tornando las cosas de una forma más natural, restándole importancia a su comentario anterior.
El finalmente aparto su vista de mí para obedecerme y así proseguir con los estudios. Después de aquello no volvió a surgir ningún comentario extraño de parte de él. Continuamos con calculo y en cierta parte me alegraba el que Bucky estuviera avanzando, sin embargo, sentía que no siempre se concentraba en las operaciones, varia veces se encontraba distraído pensando en sabe que cosas que no tenían nada que ver con calculo. Finalizamos pronto y nos quedamos solo algunos minutos platicando de cosas sin real importancia, Bucky era un buen chico y sentía que ya también lo estaba considerando un buen amigo.