—¿Qué fue eso? —preguntó Pepper cuando regresé a mi asiento.
—Ni siquiera yo lo sé —respondí tratando de no inmutarme a los ojos de Steve que me habían seguido hasta donde yo estaba ahorita, sin quitar aquella mirada triste. Después de unos segundos pude ver de reojo como el daba un largo suspiro para después voltearse correctamente en su lugar, dando la vista al frente. Fue cuando ya estuve completamente seguro que no me estaba mirando que yo también pude dejar salir un poco todo lo que estaba conteniendo y fingiendo.
Pepper no había dejado de mirarme interrogante en busca de respuestas y estaba a punto de susurrarle toda la ilusión que me estaba ocurriendo, solo que el profesor entró a clase de un humor no muy agradable, callándonos a todos al instante para que le prestáramos total atención. Ambos nos resignamos a que nuestra platica esperara, no era buena idea el molestara al maestro y menos cuando a veces parecía traerme de bajada por mi mal comportamiento.
Estaba plenamente al pendiente de los minutos que faltaban para que terminara la clase, quedaba muy poco tiempo y yo estaba casi seguro que cuando el profesor diera el permiso de retirarnos, Steve vendría a mi lado como lo hacía antes. Suena estúpido pero tenía miedo, con cualquier desliz, palabra o mirada caería nuevamente ante él y eso no lo debía de permitir. Decidí irme por el camino más fácil, me volteé hacia mi izquierda donde a dos pupitres del mío se encontraba una chica de cabello castaño que cruzaba una que otra palabra conmigo en estos días, yo sabía que le atraía y a veces me distraía siguiéndole el juego. Obviamente nadie más llamaba mi atención más que mi noble caballero, pero me gustaba el saberme deseado por más de una mujer en el instituto, ya que con esto subían mi ego y es algo que simplemente no puedo cambiar en mi personalidad. Yo miré a aquella chica que le decían Cindy y comencé un juego de miradas coquetas y atrevidas con ella para cuando fuera el momento de la salida ella se acercase a mí y así fue.
Tenía razón al suponer que Steve me buscaría, ya que inmediatamente después de dar la clase por terminada él se levantó de su asiento para dirigirse al mío. Para mi gracia Cindy fue más rápida y cuando él ya estaba a pocos centímetros de mi lugar, ella ya se encontraba enfrente de mí recargando sus brazos en la paleta de mi asiento de forma sugerente, encorvando su espalda y así haciendo que se resaltase más su parte trasera.
—Hey Tony, hoy te ves de muy buen humor —comentó Cindy en modo de ligue a lo que yo solo le sonreía seductoramente mientras veía de reojo el cómo las facciones de Steve se descomponían un tanto extrañado. Aun así pareció que aquello no iba a detenerle, siguiendo su camino hasta ya estar a mi lado aunque yo “no le prestaba atención”
—Ejemmm Tony ¿vas a tu próxima clase? —preguntó algo cohibido al interrumpir nuestro momento de “ligue”, sin embargo yo seguí con mi jueguito sin siquiera voltear a verlo y en cambio mandarle una que otra sonrisa provocativa a Cindy que ella también correspondía—. Si quieres yo te puedo acompañar a tu salón.
—Lo siento Steve, estoy ocupado —dije solo viendo sus ojos unos instantes, para después voltear mi mirada nuevamente a donde ya estaba en un principio y volver a poner aquella sonrisa que en lo personal me era bastante sencilla de hacer—, tengo que hacer unas cosillas con Cindy en un lugar más íntimo.
Y con esa respuesta implícita perfectamente a un doble sentido, me levanté de mi lugar juntando mis cosas, para después tomar a Cindy por la cintura y salir de ahí, secreteándonos una que otra cosa sin importancia mientras reíamos, dándole así completamente la espalda, sin titubear sobre mis acciones, porque yo sabía que si volteaba mi rostro y veía alguna mirada abatida como la de hace rato, volvería como un idiota y me aventaría a sus brazos sin pensarlo dos veces.
Caminando por el pasillo, Cindy me contaba cosas que realmente no me molestaba en escuchar, sumido en mis pensamientos hacia aquel perfecto hombre hasta que sentí como ella se colgaba de mi cuello para después comenzar a besarme “apasionadamente” ya que para mí aquel beso no tenía nada de apasionado, al contrario, era como besar un cacho de carne. Me pasó exactamente lo mismo con el beso de Bucky, el tipo besaba de maravilla, pero en si yo no sentía ningún mariposeo o algo por el estilo, nada a comparación de todo lo que había sentido al momento en el que Steve me estampó en aquella pared, haciéndome callar con aquellos rosados labios que parecían saber mil veces mejor a cualquier dona o hamburguesa en el universo y eso ya era mucho decir.
Permití aquel beso solo unos instantes al haber estado sumido en mis pensamientos, para finalmente caer en cuenta en donde estaba y separarla con un poquitín de brusquedad y poder cortar aquel contacto sin chiste. Yo tenía la culpa al haberle hecho creer que iba a fajar con ella o algo por el estilo pero la verdad era que simplemente la había usado para molestar a Steve. Sí, yo sabía que era malo y aprovechado pero no lo pude evitar, además, si ella se comportaba de esa manera nadie la podía tomar en serio.
—Recordé que tengo algo que hacer, no vemos luego —dije para quitármela de encima a la vez de que me retiraba y la dejaba con una cara completamente desconcertada que a mí me importaba poco.
Las clases nunca me habían parecido tan más abrumadoras, estaba muy enfadado y quería hacer cualquier cosa para distraerme, ya que al no estar en algunas materias con mis amigos, me la pasaba pensando DEMASIADO en Steve. Era verdad que últimamente estaba socializando más con todos los de la escuela, de hecho era más correcto decir que ya no los corría a la primera que se trataban de acercar a mí, ya que en si la mayoría me buscaban, nunca creí que hubiera tantas personas que tuvieran ganas de hablarme, pero a eso también se agregaba el pensamiento de que solo lo hacían por interés así que platicaba pero también mantenía mi distancia con todos, excepto mi grupito de idiotas claro está.
Debo de admitir que en mi cabeza había pensado en ir a escondidas al aula donde tomábamos la primera clase e intentar recuperar aquella nota que Steve me había escrito, pero mi vocecilla de coherencia me decía que eso era demasiado patético y además tendría que esculcar entre bastante basura para un simple trozo de papel y con aquel pensamiento desistí de mi idea principal.
Por fin se acababan una de mis horas de tortura, aprovechando aquello para poder ir a encontrarme con Pepper. Mientras caminaba por todo el instituto en busca de mi queridísima amiga, pude ver como se encontraban varios alumnos pegando carteles en todas partes acerca del próximo partido de futbol americano, después de todo iba a ser esta semana y todos andaban como locos preparando la organización. En nuestra escuela los partidos de futbol americano son muy importantes, ya que en cierta forma consiguen más prestigio para la academia y ganan buenas críticas gracias a las victorias de los jugadores, esa era una de las razones por las cuales los participantes en el juego eran de los más populares en todo el lugar, como Steve, Bucky e incluso Thor, eso y también que los tres eran de muy buen ver. Pero bueno, el punto es que se hace un completo revuelo el día del juego, asistiendo la mayoría de los estudiantes para darle apoyo a nuestro equipo, de hecho la mayoría de veces he escuchado que si el equipo gana, hacen una festejo en grande, cosa que no he podido comprobar gracias a mi falta de socialización, pero probablemente este año si iría, aun no lo sabía ya que sinceramente yo no soy muy fan de los deportes pero al parecer todos pasan un buen rato cuando surgen este tipo de eventos y eso no estaría mal de probar.
—¡Tony! —escuché un grito de la voz de Pepper que llamaba mi atención. Rápidamente me giré para encontrármela caminando hacia mí, mientras que Loki venía detrás de ella sin ninguna expresión en particular—. Llevamos buscándote por todos lados
—¿Y tú qué? —pregunté burlonamente a Loki mientras el simplemente rodaba los ojos.
—Déjate de jueguitos Stark, que yo también quiero saber el cuento —contestó Loki indiferente mientras caminaba hacia un lugar para sentarnos sin voltear hacia nosotros, sabiendo a la perfección que lo seguiríamos para también tomar asiento.
Yo solo miré con una ceja enarcada a Pepper a lo que ella había dicho un “jijiji lo siento, le conté un poco a Loki” bueno la verdad era que si era Loki no me incomodaba en lo absoluto, ni siquiera me di cuenta como aquel engreído se había convertido en alguien de mucha confianza para mí y más aún, en tan poco tiempo.
Ya estando sentados fue que les conté todo con detalle. Desde los inesperados besos y palabras de Steve, hasta los increíblemente cursis obsequios que él se había empeñado en darme. Mientras mis anécdotas avanzaban, las sonrisas de ambos se iban ensanchando cada vez más y ya cuando terminé de hablar fue que Pepper se levantó de su lugar para después comenzar un pequeño baile entre saltos.
—Yes yes yes, lo sabiaaa lo sabiaaa —fue lo que dijo Pepper sin dejar de lado su peculiar danza de alegría. Yo solo la miré con gracia, dejándola ser y ver como todo aquello parecía hasta emocionarle más que a mí, aunque obviamente eso era imposible. Volteé con Loki que simplemente mantenía su sonrisa para nada inusual.
—Como siempre, mi plan fue todo un éxito —comentó cambiando su rostro a esa expresión que hacia normalmente cuando había realizado alguna travesura.
—¿Cuál jodido plan? —pegunté totalmente desconcertado ante sus palabras en busca de alguna explicación.
—Digamos que se me ocurrió el que si Steve veía como eras besado por alguien más en frente de sus ojos él se daría cuenta más rápido de sus sentimientos y comenzaría a actuar, cosa que resultó un éxito ya que no pasaron ni tres días para que el explotara todo su amor hacia ti, me había quedado más que claro al ver como había reaccionado cuando tú y Bucky se besaron, fue GENIAL —contó mostrando una sonrisa triunfal mientras que Pepper y yo lo veíamos algo boquiabiertos, al saber que todo lo del beso había sido perfectamente planeado por alguien.
—¿Crees que Steve salió corriendo de casa de Nat porque estaba celoso? —pregunté aun sin creérmelo del todo. Si eso era verdad significaba que sus sentimientos si se estaban acercando bastante a los míos y hasta había una posibilidad de que fueran iguales, que todo lo que ha hecho últimamente lo ha hecho con el corazón.
—¿Es enserio Tony? pensé que eras un genio….. Es OBVIO por dios, si desde antes se notaba como no te quitaba la mirada por nada del mundo —expresó Loki algo exasperado por mi lentitud—. Debo de admitir que dudé un poco al escuchar todo lo que me contabas, pero mi intuición desde el principio estuvo en lo correcto, hasta puedo apostar que desde antes sentía una atracción hacia ti, solo que no se había dado cuenta de que era con lo que estaba lidiando.
—Lo importante aquí es que ¡por fin ya acepto sus sentimientos! Es tu oportunidad Tony —dijo Pepper bastante emocionada y con algo de ilusión.
—No lo sé Pepper, aún estoy inseguro —dije expresando un poco todo lo que sentía en estos momentos.
—Está bien hombre, tu tranquilo tómate tu tiempo, de todas formas ya lo traes de una ala —dijo Loki restándole importancia a todo.
—Jajaja Loki tiene razón —finalizó Pepper con una pequeña sonrisa.
De ahí pasaron las horas y cuando ya estaba terminando mi última clase vi como en la puerta se encontraba Bucky, esperándome pacientemente. Me extrañé un poco, pero después recordé que hoy era martes y que normalmente me quedaba con él para estudiar cálculo. No lo hice esperar más y tomé rápidamente mis cosas para acercarme a él y salir del aula.
—¿Tantas ganas tienes de ir a aprender cálculo? —comenté sarcásticamente ya estando frente a él. Acabando de decir mis palabras percibí la figura de Steve por encima del hombro de Bucky. Él venia hacia acá, pero al vernos juntos detuvo su andar, conectando así nuestras miradas solo por unos instantes, hasta que vi cómo me dedicaba una noble sonrisa y daba la vuelta para caminar sentido contrario hacia donde Bucky y yo nos encontrábamos.
—De hecho de eso quería hablarte Tony —dijo Bucky un poco apenado haciendo que volteara mi vista nuevamente a él—. Ya no serán necesarias las sesiones de estudio, gracias por ello.
No pude evitar el mostrar una cara un tanto decepcionada. Era muy predecible, ya que lo había rechazado y probablemente querría mantener distancia, lo entendía perfectamente ya que yo había pasado por lo mismo pero debía de admitir que me hubiera gustado el haberlo conservado como el buen amigo que era.
—Oh no no no hagas esa cara Tony, no es por lo que tú crees. Bueno, si tiene un poco que ver pero tú no tienes la culpa —explico rápidamente Bucky al ver mi desilusión—. Ok al parecer voy a tener que ser completamente sincero. La verdad es que mentí al haber dicho que era malo en la materia, solo había sido un pretexto para poder pasar más tiempo contigo —confesó algo sonrojado mientras desviaba la mirada y se alborotaba un poco su cabello.
Yo solo sonreí tiernamente al escuchar aquello. No podía juzgarlo si sabía a la perfección como era todo al momento en el que te gusta alguien, hasta yo también había usado una que otra mentira para poder pasar tiempo con Steve.
—No te preocupes Bucky, lo entiendo. Aun así espero haberte enseñado cosas que no supieras —dije con una sonrisa plenamente sincera, a lo que vi como él también me correspondía la sonrisa.
—Créeme Tony que me enseñaste más de lo que te puedas imaginar —dijo ya un poco más tranquilo para después dar un largo suspiro, dejando salir todo el aire un poco resignado—. Bueno no hay nada que hacerle, te deseo mucha felicidad.
—Gracias Bucky, lo mismo digo, espero que encuentres a alguien quien verdaderamente te merezca —dije aun con un poco de tristeza al no poder corresponderle. Pero Bucky era alguien grandioso y sabía que pronto encontraría a alguien que fuera realmente para él.
—Y quita esa cara por favor que me haces sentir mal a mí también —expresó con algo de gracia mientras con una mano alborotaba mi cabello. Yo hice caso a su petición, mostrándole una sonrisa divertida, ya que en parte lo comprendía y no quería que llegara a pensar que sentía lastima por él o algo parecido. Me sentía muy bien al ver la grandiosa manera en la que había tomado toda la situación y por lo que veía, iba a poder seguir compartiendo buenos momentos con él.