TE AMO TONY
Me quede completamente inmóvil, en shock. Esto a simples palabras era una utopía, si es que era real. Estaba boquiabierto y pequeños temblores invadían todo mi cuerpo, posé mi mirada nuevamente en Steve, que se encontraba parado frente a todo esa declaración de amor, buscándome con la mirada con algo de ansias. Mi corazón explotó, sencillamente explotó, no tenía más palabras para todo lo demás, sentía que en cualquier momento me iba a dar un paro cardiaco. Recordé esa frase que usan a menudo acerca de que la realidad superaba la ficción y si esto era verdad, definitivamente había sobrepasado cualquier tipo de sueño que mi mente pudiera haber creado. No podía, simplemente no podía contener toda la felicidad que aquellas únicas palabras provocaban. Pequeñas lagrimas se escurrieron por mis ojos y por primera vez en toda mi vida pude experimentar lo que era llorar de felicidad. A pesar de que trate de reprimirme para no verme tan jodidamente ridículo, naturalmente no lo conseguí ¿así que así se siente? ¿Así se siente el amar? ¿El ser amado?... era algo celestial.
Tape mi rostro con ambas manos mientras trataba de parar las malditas gotas de agua salada que salían por mis ojos. Instantáneamente Loki me sacudió fuertemente despertándome de mi trance.
—¡¿Qué estas esperando imbécil?! ¡Ve ahí abajo! —gritó exasperado mientras que Pepper y Bruce asentían del todo enternecidos y con una amplia sonrisa.
Yo les eché una última mirada a los tres, eternamente agradecido, para ponerme en marcha y correr por las escaleras a todo lo que daban mis piernas para llegar a donde Steve me estaba esperando, aunque por haber estado tan concentrado en los pasos que daba en las escaleras para no caerme no me di cuenta que cuando llegué al campo Steve ya no se encontraba ahí. Rápidamente fui a donde Natasha mientras la bajaban en un salto que yo ni en toda mi vida podría hacer.
—¿¡Donde esta Steve?! —pregunté alterado mientras veía como la mascota también se acercaba a nosotros y se quitaba la cabeza con ambas manos dejando ver a nada más ni nada menos que—. ¡¿Clint?! ¡¿Qué estás haciendo ahí?!
—No es tiempo para preguntas sin importancia Stark, Steve se fue a buscarte, corrió para esa dirección —habló Clint dentro de aquella graciosa botarga y apunto a la entrada donde en un principio habían salido los equipos.
Les agradecí algo apurado para correr a donde me habían dicho. No fue tan difícil encontrarlo, había tenido muy poco de haberse retirado y estaba en uno de los corredores que se encontraban del todo solos a causa de que todos estaban en el estadio. Cuando menos sentí ya tenía la espalda de él en mi vista y al parecer sintió mi presencia, ya que detuvo su andar sin siquiera avisarle y lentamente se fue volteando para dejarme ver su magnífico rostro.
—Tony siento si te incomode, fue demasiado ¿cierto?, es mi culpa por ser tan ostentoso, ni siquiera pensé en que te sentirías obligado a resp…—se veía muy nervioso y con trabajos pude entender sus palabras ya que hablaba demasiado rápido, pero yo me encargué de detener todas esas frases sin sentido, colgándome de su cuello para alcanzar sus labios y depositar un deleitable beso que tardo solo un poco en ser correspondido.
Delicioso, era cierto que ya había probado los labios de Steve con anterioridad, pero esta era la primera vez que nos besábamos de verdad, porque por primera vez ambos nos correspondíamos y ambos movíamos nuestras bocas de tal forma que encajaban a la perfección, el uno con el otro, haciendo que todo a nuestro alrededor desapareciera enteramente y que a cada movimiento mi mente se vaciara por completo, solamente disfrutando el momento, en el presente. Sentí como el pasaba sus brazos alrededor de mi cintura y me pegaba a su cuerpo aún más, sin despegar nuestros labios ni un segundo pero tampoco convirtiéndolo en algo pasional. Yo Anthony Stark había probado sin fin de labios y experimentado varias clases de besos, algunos muy expertos y otros no tanto, sin embargo, ninguna clase de sabor ni ninguna clase de experiencia se comparaba a la de estos instantes. Ninguno de los dos nos queríamos separar, pero conforme pasaron los segundos fue algo necesario. Pausadamente fuimos deshaciendo nuestro contacto pero solo nos separamos un poco, sin mantener demasiada distancia entre nuestros rostros y conectando nuestras miradas anhelantes por el alma del otro.
—Tony…. —susurró suavemente con sus ojos expresando completo amor y pasión—, ¿quieres ser mi novio?
—Creí que eso ya había quedado más que claro —contesté una sonrisa incondicional. Con mi respuesta se fue formando una sonrisa en las facciones de Steve, probablemente igual a la que yo traía.
Me apretujó entre sus brazos y me cargó dándome vueltas para poder desahogar un poco toda la alegría cabida. Cuando finalmente me bajo al piso, tomó mi cara con ambas manos y comenzó a repartir pequeños besitos por todo alrededor de mi cara mientras que yo reía un poco más al sentir aquellos labios por toda la extensión de mi semblante, en mis parpados, mejillas, nariz, frente, barbilla……
—Jajaja Steve me vas a dejar la cara toda babeada —protesté con risitas sin poder desvanecer el contento en mi ser.
—Será un signo más de que ahora si ya eres completamente mío —respondió parando los besitos y acariciándome las mejillas.
—Y tu también ya me perteneces, de ahora en adelante eres propiedad Stark ¿estás de acuerdo? Después de esto ya no te podrás arrepentir y será muy difícil el alejarte de mí, jamás voy a dejar que te vayas de mi lado —dije en advertencia algo serio para poderle hacer saber que una vez que él me aceptara no había vuelta atrás.
—Nunca he estado más de acuerdo —sonrió amplia y sinceramente, hablando con una seguridad que me estremecía. Le devolví la sonrisa para continuar con algo de curiosidad.
—Por cierto ¿Qué acaso todos conspiraron a mis espaldas para hacer todo ese show? —pregunté divertido aun sin soltarme de su agarre, al fin y al cabo no era necesario.
—Jajaja algo así….. De alguna manera todos se terminaron enterando y por consiguiente, cooperando. Mientras Loki, Pepper y Bruce te distraían, Natasha y Clint me ayudaban a hacer los carteles, decoraciones y demás. El entrenador estaba muy estricto con nuestro tiempo y su ayuda fue realmente una salvación —contó ya más relajado y entretenido por toda la situación—. De hecho a Natasha le pareció buena idea el probarse el uniforme de porrista y hacer una que otra acrobacia, mientras que Clint usaba la botarga. Jajaja la verdad nadie me quería ayudar con eso pero a mí se me hacía un lindo detalle el traer a nuestra mascota que jamás se presenta y al final después de muchas suplicas Clint acepto. Le debo una grande.
—Ja pues yo también le debo una muy grande al formar parte de todo lo mágico —respondí conmovido y algo seductor por su elaborado plan.
Steve se sonrojo un poco para después acercarse nuevamente a mí y poder besarme, pero fue la voz de Natasha o más bien dicho los tosidos fingidos lo que nos hizo poner a ambos nuevamente los pies en la tierra.
—Cof cof…este… lamento interrumpirlos, de verdad, pero todos ya se están organizando para poder salir a festejar y queremos saber si van a ir —dijo algo tajante y con los brazos cruzados esperando por una respuesta.
—¡Por supuesto que iremos! Hay más de una cosa por la cual celebrar —comentó Steve volviendo la mirada hacia mi haciéndome entender que yo era esa otra cosa. Sonreí y asentí.
Steve me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos para seguir a Natasha en donde ya se encontraban todos los demás. Me sentía como un completo estúpido al estar nervioso por un simple agarre de manos ¡pero estaba fuera de mi control! Después de todo era un sueño hecho realidad y si, era en exceso patético pero hacia mi mayor intento por que no se me notara. Cuando llegamos todas las miradas se posaron en nosotros y escuché como nuestro típico grupito de idiotas comenzaba a aplaudir, alabar y felicitar al vernos ya de forma más íntima y formal. Yo sonreía y negaba con la cabeza al no esperarme menos de ellos. Pero me fue inevitable el no notar la mirada afectada de Bucky, aunque trataba de ocultar sus verdaderos sentimientos con una sonrisa. Me sentí nuevamente mal por él, pero el que me acercara a reconfortarlo solo iba a ser aún peor. Lo mejor era mantener mi distancia si él así lo quería y de verdad esperaba que surgiera un nuevo amor para él.
Cuando llegué nos comentaron a Steve y a mí que el consejo estudiantil se las había arreglado para apartar un antro muy bueno especialmente para los estudiantes de nuestro instituto y que solo tendríamos que dar una poca cantidad de dinero para poder obtener la pulsera que nos garantizaría nuestra entrada. Era ¡perfecto! Nunca había alabado al consejo estudiantil por tan buen trabajo, al parecer lo habían mantenido como sorpresa para todos, así que prácticamente todos los aclamábamos y alabábamos con todas las energías para pasar un buen rato entre música, baile y alcohol.
Como pudimos nos acomodamos en los diferentes transportes y cada quien por su lado se encamino al lugar donde se llevaría a cabo el desmadre. Antes de que Steve se separara de mi para ir hacia su moto, me dio un último beso algo prolongado y con bastantes emociones de por medio, joder podría acostumbrarme a esto bastante rápido, el sentir sus labios claramente era la dicha de la eternidad. Algo aturdido por aun no poder asimilar al 100 que esto estaba pasando, me dirigí a mi coche donde me llevé a Pepper, Bruce y Clint. Era raro el que Clint se viniera con nosotros, pero de lo que yo no estaba enterado es que desde hace una semana él había forjado una muy buena relación con Bruce y ahora se la llevaban de maravilla e incluso veía como ambos sonreían más de lo normal al estar en presencia del otro. No era de mi incumbencia pero si me molestaba un poco, ya que Bruce era MI mejor amigo y de nadie más, pero decidí el mejor dejarlo pasar.
—Oh por dios oh por dios ¿acaso no es lo más hermosos del universo? ¡Kyaaa! Se ven tan lindos juntos que voy a estallar, de ahora en adelante los llamare pareja stony —comenzó a fangirlear Pepper ya estando en mi auto, dejando salir toda la excitación que estaba reprimiendo al estar en frente de todos.
—Tranquilízate Pepper que pareces más emocionada que yo —dije con gracia sin despegar los ojos del camino.
—Si no hubiera funcionado yo mismo te hubiera matado Stark, no sabes el horrible calor que tuve que soportar en ese estúpido disfraz —se quejó Clint aun algo insatisfecho por haber tenido que hacer el peor trabajo de toda la sorpresa.
—Jajaja te veías adorable Barton —me burle del pobre de Clint haciendo que este se enojara aún más, era imposible el no molestarlo.
—No tanto como tú al parecer quinceañera enamorada —respondió tratando de defenderse aunque su comentario no tuviera ningún efecto en mí, después de todo tenía razón sin contar que nada en el mundo me haría dejar toda mi felicidad de lado.
—¡Muchas felicidades Tony! ¡Siempre obtienes lo que quieres! todos estamos muy contentos por ti —comentó Bruce de la nada al pensar que Clint y yo nos comenzaríamos a pelear.
—Gracias Bruce, y a ustedes dos también —dije apuntando a Clint y Pepper—, ya que ayudaron a Steve a lograr todo aquello.
—No hay de que Tony, debo admitir que estuve a nada de soltar todo debido a la emotividad, pero gracias al cielo no sospechaste nada —habló Pepper y ahí recordé cuando el día ayer ella y Bruce habían actuado tan extraño. Así que se debía a eso—. De cualquier forma estoy muy orgullosa, pido ser la madrina de anillos.
—Jajaja perfecto —respondí con humor a su petición.
Decidimos el pasar rápido a mi casa para poder arreglarnos un poco mientras dejábamos de pasada a Pepper para que también se pudiera embellecer. No éramos los únicos con ese tipo de idea, había intercambiado unas cuantas palabras con Loki antes de partir, donde me había felicitado y me había dicho que ellos también planeaban hacer lo mismo, después de todo era uno de los mejores antros de la ciudad y a pesar de que estaba apartado para nuestra academia, no estaba de más el hacer buena presencia. La noche era muy larga.
Rápidamente les presté unas camisas a Bruce y Clint, junto con uno que otro accesorio para que se pudieran lucir. El único que se tardó más de lo normal fue Clint, al pasarse la mayoría del rato jugando con Capitán en vez de arreglarse de una puta vez. Cuando por fin Bruce hizo que estuviera listo, nos fuimos por Pepper que lucía muy linda con tacones y falda que la hacían destacar. Después de todos los halagos metí aceleración para ya estar en el lugar a la cuenta de tres.
Cuando llegamos al antro por afuera se podían ver varias personas queriendo entrar, algunas conocidas y otras no tanto, (si podían asistir personas que no fueran de nuestra escuela, solo tendrían que comprar la pulsera para poder acceder) no me equivocaba al pensar que todos habían pensado lo mismo que nosotros al ver a todos los hombres en buenas prendas y a las mujeres en faldas y pequeños vestidos. Se escuchaba la música electrónica resonar por todo el lugar a pesar de estar afuera y la multitud se acumulaba en masa para poder ingresar lo más pronto posible. Recordé que yo ya había estado ahí antes en mis días de locura y era cierto que al momento de dejar pasar a la gente eran bastante estrictos. No estaba seguro si eso aplicaría el día de hoy, pero en un fin de semana normal, si no eres bonita o delgada no te dejan entrar, así de sangrones eran en aquel tipo de lugar.
Visualice a lo lejos a mi amado y sonreí en mis adentros, se encontraba con los demás y se veía tan pero tan sexy, maldita sea. Con prisa estacioné mi coche y nos dirigimos hacia con ellos, saludándolos mientras le enviaba una que otra mirada indiscreta y sugerente a Steve, que él obviamente respondía. Al parecer solo nos estaban esperando para poder ingresar todos juntos y cabe decir que no fue nada difícil el adentrarnos, solo bastó con que vieran el rostro de Steve para que inmediatamente todos abrieran paso, pues no era tan extraño al ser el héroe de todos con esa jugada final. Vaya, al parecer ahora era el novio del chico más aclamado y codiciado oficialmente de todo el instituto…… no sabía si eso era bueno o malo, era malo seguramente.
El lugar en el interior era casi igual a como lo recordaba, grandes luces de todo tipo de colores colgaban por todo el techo, escasas mesitas y sofás resaltaban a los alrededores, la música se encontraba a todo volumen, el humo hacía de poca presencia y finalmente los jóvenes comenzaban a beber y pedir botellas de todo tipo de licor. El lugar no estaba completamente lleno pero solo era cuestión de tiempo para que en la madrugada se viera el lugar infestado de personas. Oh como me encantaba este tipo de ambiente y más aún si podía compartirlo con Steve.
Nos instalamos en una mesa redonda donde comenzamos a pedir vodka y whisky. Las mesas obviamente no tenían sillas y teníamos que mantenernos de pie para poder esperar nuestras bebidas. Me dirigí con Loki para poder charlar y fue después de unos minutos que me di cuenta que al estar dentro todos los ojos se posaban en Steve, malditos hijos de puta, solo era MI rubio sexy hot MIO y de nadie más. Como ahora no había problema al demostrarlo me posé a lado suyo y me abrace posesivamente de su brazo mientras fulminaba con la vista a cualquiera que se atreviera a devorárselo con la mirada. Él sonrió gustoso ante mi posesividad y me tomó de la barbilla para darme un nuevo beso. Respondí apetitoso el contacto y de paso lo hice solo un poco más profundo para que todos vieran. Si con el enorme letrero que exhibió delante de todos aun eran tan descarados para saboreárselo, al menos esperaba que con ese gesto les quedara más claro a todos lo que se intentaran acercar que Steve ya poseía dueño.
—¡Ehhhh consíganse un cuarto! —gritó Clint a todo pulmón para que lo alcanzáramos a escuchar a pesar del sonido de la música y con una sonrisas entretenidas nos separamos.
Llegaron las botellas y comenzamos a beber como locos, mi propósito no era embriagarme, pero unas cuantas copitas si te hacen disfrutar muchísimo más el ambiente, por algo dan alcohol en las fiestas. Steve, como el buen niño que es, solo tomo un vaso y ya de ahí dijo que no iba a tomar más, todo un anciano pero aun así lo amo. Los que bebíamos más éramos los típicos borrachos, nada fuera de lo normal. Paso el tiempo entre risas y más que nada baile, en ese tipo de lugares podías intercambiar una que otra palabra pero era principalmente para ir a bailar. A la hora, como había predicho, el ambiente se puso muchísimo más bueno, había demasiadas personas tanto mujeres como hombres, bailando y bebiendo sin control mientras la música retumbaba hasta por dentro de mis oídos. Pequeños papelitos brillantes parecidos al confeti comenzaron a caer mientras que por encima de la música se escuchaba una felicitación a “Los Vengadores” para después seguir con el gran sonido de la canción “Turn up de speakers”. Yo ya estaba algo “happy” y hasta ahora me la estaba pasando muy bien, con lo que me encantaba bailar.
Varios dicen que no se necesita el alcohol para divertirse, que es malo y cosas por el estilo. Yo siempre había pensado que esas eran puras mierdas. Era cierto que podías bailar y reír sin tomar nada, pero también era cierto que cuando uno toma hasta el punto en el que estaba yo ahorita, todo era muchísimo más gracioso, genial y divertido.
Después de un rato Steve me aviso que tenía que ir al sanitario y se retiró de ahí. Fue en ese momento en el que Loki se me acerco.
—Este es tu regalo de noviazgo —me dijo al oído y me tendió el vaso de Steve—. Has que se tome todo lo que hay ahí —finalizó con su común sonrisa maléfica a lo que yo asentí. No estaba en mis 5 sentidos y fue por eso que no le cuestione nada, simplemente obedecí órdenes.
Cuando Steve llego de nuevo a nuestra mesa lo chantajeé poniendo ojos de corderito y diciéndole “mi amor solo tomate un último trago conmigo”. Si bien al principio se resistió poniendo sus comunes pretextos, al final terminó accediendo, logrando así, que vaciara todo el líquido de su vaso en un shot.
Fue después de esa precisa acción, que poco a poco todo se fue tornando más animado y vehemente. Las canciones al paso del tiempo eran más buenas, yo comenzaba a ver todo en cámara lenta y fue ahí que decidí el parar de tomar, aunque no por ello dejaba de divertirme. El lugar estaba hasta la madre, nada que ver con el principio, el olor a tabaco y alcohol inundaba mis fosas nasales. Ni me di cuenta en el momento en el que Loki y Thor desaparecieron, simplemente ya no estaban de un minuto para otro y en este punto sería en vano el tratar de encontrarlos, lo más seguro era que se encontraran fajando en algún cubículo o esquina. Clint me jaloneó del brazo para llamar mi atención, sus ojos se notaban completamente perdidos y me veía con algo de angustia.
—¡Tony! ¡Mis papas no dejan de marcarme! ¡¿Qué hago?! No les puedo contestar así —gritó lo suficiente para que pudiera escucharlo y con eso me di cuenta que no estaba tan borracho como para no darse cuenta de su condición.
—Pon el celular en modo avión —respondí para ver como se le iluminaba la cara mientras asentía repetidamente.
—¡MODO AVION! ¡MODO AVION! —gritó a todo pulmón con una enorme sonrisa y después aventó lo más lejos que pudo su celular, perdiéndose entre todo el gentío y lo más seguro era que haya golpeado a alguna suertuda persona en la cabeza.
Definitivamente me había equivocado al pensar que no estaba tan mal, pero como había sido tan gracioso no me limite al soltar grandes carcajadas sin poder parar. Al parecer Bucky también había apreciado la escena ya que comenzó a seguirle a mis risas sin control. El celular de Clint ya se daba por perdido, pero eso iba a ser algo que le recordaríamos con gracia. Bruce al parecer estaba consciente de lo que había ocurrido y tomó a Clint de los hombros algo preocupado mientras le decía cosas que la verdad ni escuchaba por el sonido fuerte de la música. Clint por su parte solo se abrazaba de él, dejando la mayor parte de su peso caer.
Con mi sonrisa aun presente, volteé hacía con Steve y vi como comenzaba a dar pasos de baile muchísimo más intensos y prendidos, de hecho prácticamente estaba bailando solo, se veía tan gracioso, pero por alguna razón eso no me dio tanta gracia como debería. Ok ese definitivamente no era Steve, él estaría muerto de la vergüenza. Con trabajos se había movido un poco en todo este tiempo y ahora de la nada se movía con vigor, energía y muy poco dominio. Al ver que lo estaba mirando, de la nada me tomo de la cintura y comenzó a bailarme de forma sensual, casi obscena, mientras mantenía nuestros cuerpos DEMASIADO pegados. Maldición maldición maldición, ahora no era para nada gracioso, era TAN SENSUAL joder. Le seguí el juego y también comencé a bailar de esa forma con él, con nuestros cuerpos embarrándose uno en el otro mientras que manteníamos el contacto visual. Estaba a punto de besarlo pero lo que me paro fue que sentí una mirada penetrante en mi nuca. Giré mi cabeza para encontrarme con los ojos de Pepper, que nos miraba bastante conmocionada y se podría decir que ¿excitada? No lo sé, pero le veía la clara intención de que en cualquier momento sacaría su celular y nos comenzaría a grabar. Sonreí al verla de aquella forma, ella claramente apoyaba las relaciones entre dos chicos, de eso no cabía duda.
Sentí el cómo Steve me soltó abruptamente cuando se dejó escuchar la canción “Pursuit of happiness” en el antro mientras que él se encontraba del todo emocionado y alegre. Todos comenzaron a gritar “¡¡ohhhhh!!” mientras se dejaba escuchar el sonido y las manos de todos se levantaban para cuando se llegara al estribillo de la canción, todos comenzaran a saltar con las manos bien en alto y sin control alguno, conmigo uniéndome más a aquella masa de jóvenes.
De ahí la noche siguió y mi me entraron unas ganas increíbles de mear. Me aleje de ahí lo más que pude para encontrar los sanitarios y rápidamente hacer del baño. Si era raro que no haya ido antes, ya que cuando tomo, voy al baño aproximadamente 4 o 5 veces en una sola noche. Me tome solo un poco de tiempo ahí dentro para poder reponerme y recuperar mi percepción de las cosas. Cuando salí de ahí más consciente, me percate que todos los ahí presentes ya estaban lo que les seguía de ebrios. Las mujeres se movían como viles prostitutas e incluso se levantaban la falda lo suficiente como para ver sus bragas, no todas, pero si varias. Lenguas, fajes, drogas y alcohol por doquier. Incluso segundos después vi como dos chicas se subían arriba de una de las barras que habían ahí y comenzaban a bailar a todo lo que daba el sonido, mientras todos los hombres se volvían LOCOS. Al principio no me di cuenta porque estaban a una distancia considerable, pero ya entrecerrando los ojos y concentrándome más me pude percatar de que se trataban de ¡Natasha y Pepper! Casi se me cae la quijada al verlas, bueno de Natasha no se me hacía tan raro, ella era muy animada en las fiestas pero ¿¡Pepper?! De tan asustado y preocupado que estaba me encaminé hacia donde ambas se encontraban, pero no pude dar más de dos pasos cuando sentí como alguien dio unos pequeños toquecitos en mi hombro para que me volteara y así lo hice, encontrándome con un chico bastante atractivo.
—¿Por qué estás tan solito lindura? —me susurró al oído mientras me rodeaba con su brazo. Yo no respondí nada, sinceramente me estaba tardando mucho en reaccionar pero era porque apenas me estaba recuperando—. Si quieres podemos irnos a otro lugar, ahorita tu rubio empalagoso no está mirando. —sonrió malicioso al decir aquello y fue cuando me moleste.
Estaba a nada de propinarle un buen golpe para que me soltara de una vez pero un puño extra me gano en la acción, haciendo que aquel pobre chico cayera al suelo. Era Steve, con lo que parecía una mirada furiosa.
—¿¡QUE MIERDAS¡? ¡Malditos locos! Yo mejor me largo de aquí —nos gritó a ambos aquel hombre para después pararse enfurecido y continuar—. Ni que estuvieras tan bueno —fue lo último que me dijo bastante disgustado para salir de ahí con pasos marcados. Busqué con mi vista a Steve que había cambiado su mirada furiosa por una en exceso triste.
—Tony….. ¿Por qué me engañas? —preguntó ya acercándose a mí, con los ojos acuosos a casi estallar lágrimas y un tono decaído.
¡¿Qué chingados?! Me quede completamente impactado. No había sido para tanto y aunque Steve lo hubiera visto de mala forma, JAMAS comenzaría a llorar aquello y más enfrente de mí en una situación tan común. Lo conocía bien y él no era ese tipo de persona, estaba convencido que aquella actitud se debía a el supuesto regalo de Loki que había hecho que Steve se tomara. Al parecer había sido un tipo de droga para afectar a Steve de esa manera.
—Yo quiero que me correspondas solamente a mí —volvió decir a nada de romper en llanto para después apretujarme fuertemente en sus brazos y hundir su rostro en el hueco de mi cuello—. No te quiero compartir con nadie….. —dijo suavemente sin soltar su agarre y fue porque estábamos tan cerca que lo pude escuchar, sino hubiera sido imposible.
—Y solo te correspondo a ti, ya somos novios ¿no? —dije enternecido para ver como él levantaba su cabeza y me miraba bastante impresionado.
—¿¡YA SOMOS NOVIOS!? —preguntó tontamente mientras una sonrisa se formaba en su rostro. ¿El hijo de puta lo había olvidado? Bueno no podía ser duro con él ya que ahorita estaba drogado y seguramente sus recuerdos estaban borrosos y revueltos—. Entonces…. ¿mi sueño se hizo realidad? —preguntó con una enorme cara de ilusión y fue ahí que me robó el corazón por milésima vez. Steve nunca se cansaba de arrebatarme todo mi ser a cada instante. Eso significaba que él pensaba exactamente las mismas estupideces que yo cuando dedico mi mente a él, esto en definitiva ya era amor mutuo y correspondido.
—Nuestro sueño se hizo realidad —dije con una sonrisa de entera felicidad y sentí como Steve aprisionaba sus labios con los míos en señal de respuesta.
Fueron demasiado cortos los segundos en los que el beso de ser normal, paso a uno francés. Así es señoras y señores, de repente Steve había introducido su lengua en mi cavidad bucal y yo estaba alucinado y a la vez agitado. Correspondí cautivándome con el sabor de aquel húmedo musculo que se movía con desenfreno, grabando en mi memoria la sensación que por primera vez estaba sintiendo al ser el primer beso de lengua que daba con una persona de la cual estaba enamorada. Era un beso completamente diferente a los que había dado antes, era simplemente insuperable. Rodeé su cuello con ambos brazos y lo tome de la nuca para poder tener más contacto, sintiendo como él me tomaba nuevamente de mis caderas con algo de fuerza. Seguimos besándonos y cada vez subíamos más de tono, ya me estaba calentando y después de unos segundos ahogue un gemido en el interior de su boca. Advertí el cómo poco a poco Steve bajaba sus manos hasta mi trasero, comenzándolo a apretar de forma agresiva, sin para sus movimientos con la lengua.
Se sentía TAN bien, pero gracias a esa acción me di cuenta de que lo que estábamos haciendo no estaba bien ¿Por qué? Porque Steve ni siquiera estaba consciente y se podría decir que se encontraba muy drogado. No estaba bien el que yo me aprovechara de las sustancias que traía en su cuerpo para darle un tremendo valor y perder la vergüenza. Steve no haría algo así, Steve nunca me besaría de esta forma tan atrevida al primer día de andar como novios. Conociéndolo él era el típico caballero que lleva las cosas lentamente y a su ritmo natural, siempre con respeto y cortesía. Con todas las fuerzas del mundo me separe de él, reprimiéndome a más no poder, porque si seguíamos así, ya no podría parar y terminaríamos haciéndolo en algún baño de por ahí y yo no quería eso, yo no quería que mi primera vez con Steve fuera de esa forma tan poco especial, así que esto era lo mejor.
—Steve vamos con los demás ¿quieres cielo? —pregunté dulcemente a lo que vi como el asintió, algo mareado y probablemente sin saber que era lo que estaba pasando.
Sin soltar la mano de Steve, nos fuimos caminando hacia donde se suponía que era nuestra mesa. Cuando llegamos no había NADIE, bueno nadie de nuestros amigos porque ese lugar estaba a muy lejos de estar en soledad. Al único que pude visualizar después de observar mejor fue a Bucky, que se encontraba besándose con ¡TRES! chicas ¡TRES! al mismo tiempo junto con algo de manoseo por parte de él. Joder el hombre ya me había superado, pero bueno yo no era nadie para juzgarlo. Aun así un sentimiento de intranquilidad se apodero de mí pero no podía hacer nada y más siendo yo.
Noté como Steve se soltaba del agarre de mi mano para dirigirse hacia la mesa, donde comenzó a pelearse con el envase de la botella. Maldito Loki ¿Qué mierdas le había dado a Steve? Genial, ahora comprendía a la perfección la preocupación de Pepper al momento de andar cuidándome plenamente ebrio.
Al pensar el nombre de Loki lo invoqué, ya que apareció de la mano junto con Thor, ambos bastante sonrientes y frescos como una lechuga ¿En dónde se habían metido los muy idiotas? Por su apariencia daban a entender que habían tenido una buena ronda de sexo rápido o por lo menos un buen faje, aunque eso a mí me importaba poco, por lo que estaba realmente interesado era de su estado y gracias al cielo no se encontraban borrachos. Los regañe a ambos algo enojado, diciéndoles que la mayoría estaba en mal estado y que necesitaba apoyo, aunque mis gritos no quitaron las tontas sonrisas en sus rostros. Entre los tres conversamos un poco, yo desviando mi mirada hacia Steve en ratos para ver que seguía en un pleito con aquella botella y al final decidimos que por hoy ya era suficiente. Ya eran las 5:00 am. Y yo ya no estaba disfrutando el festejo gracias a la angustia de que les pudiera pasar algo a mis amigos.
Los tres nos separamos. Thor se fue a buscar Natasha y Pepper, Loki se quedó con Steve y Bucky y finalmente yo me fui en busca de Bruce y Clint, ya que cada quien cumpliera con su misión, nos volveríamos a reunir en ese mismo punto. Di dos vueltas a todo el lugar algo estresado sin ver señal de aquellos dos. No había pasado por los baños, así que me fui a revisar, encontrando así, a ambos a un lado de la puerta. Clint tenía sus manos apoyadas en las rodillas y se dedicaba a vomitar ahí mismo en el piso. Bruce le daba algo de soporte y por su expresión me percaté de que se encontraba igual de preocupado que yo. Me dirigí hacía con ellos con velocidad donde Bruce me explicó la situación, diciendo que Clint no había alcanzado a llegar al baño y que por eso se encontraban ahí. Tuvimos que esperar algo de tiempo hasta que Clint dejara de vomitar todo lo que traía. Y con el soporte de Bruce y mío, lo llevamos cargando hasta donde le había dicho a Bruce que me había quedado de ver con los demás. Fue inevitable el que Clint nos embarrara de un poco de vómito, y si me dio asco, pero no le podía hacer el digno después de que yo también había pasado por lo mismo.
Cuando llegamos afortunadamente todos los demás ya se encontraban ahí. Bucky ya no estaba con sus tres chicas y me sorprendí mucho al ver que si se encontraba bien, consciente. Steve estaba en trance, mirando a la nada y desde lejos se le podía ver la cara de drogado. Natasha y Pepper estaban con el ceño fruncido, exigiendo que querían ir al after party. Ya cuando me acerqué a Thor me explicó que había unos cerdos que estaban a punto de llevárselas en sus coches prometiéndoles que seguirían la fiesta y como las dos andaban mal, casi se subían al auto sin tener idea de que tanto les hubieran hecho aquellas porquerías. Ahora sí que estaba preocupado, pero por fortuna Thor había llegado a tiempo.
Esa fue solo una razón más para salir de ahí y terminar la fiesta por el día de hoy. Thor y Loki se llevarían a Natasha y Clint. Bucky había insistido en llevarse a Steve y aunque yo estaba angustiado por él, lo mejor era que Bucky se encargara, había dado un muy buen argumento y ese era que no podía entregar a Steve en ese estado, así que se quedarían a dormir en su casa. “La mamá de Steve confía en mí, no le parecerá raro” fue lo que dijo Bucky y con ello yo me di por vencido. Yo me encargaría de llevar a Bruce y Pepper, terminando así la organización y poniéndonos en marcha.
Primero llevé a Bruce sin ningún problema. Cuando me dirigí hacia la casa de Pepper me quede estacionado un tiempo, esperando a que a la mujer se le bajara la peda. Después de una hora sin estar haciendo nada más que esperar en el auto, Pepper me dijo que ya estaba mejor, no sin antes agradecerme infinitamente todos mis cuidados. Me di cuenta que no mentía y que ciertamente ya había recuperado sus sentidos. Ya algo más tranquilo dejé que se bajara del auto y me retiré ya hasta que vi que cerraba la puerta de su hogar.
Para cuando ya estaba en mi casa era prácticamente un nuevo día siendo las 6:45 en el reloj. Alimente rápidamente a Capitán y sin siquiera quitarme la ropa, me tumbé en mi cama para poder descansar un poco, aunque por dentro no pudiera conciliar tranquilidad gracias a la espinita de cómo se encontraba Steve. Decidido a que mañana iría a verlo, cerré mis parpados abandonando mi cuerpo.