CAPITULO III….
La aprensión me embargo cuando me di cuenta de que si bien mi vecindario estaba jodido, no es el único, había logrado llegar al centro de la ciudad sin demasiado contratiempo, lo único que me había dificultado el viaje habían sido los continuos y numerosos accidentes en la carretera, como era posible que todo se hubiera ido a la chingada tan jodidamente rápido?, además de eso, también estaba el hecho de cómo es que ha sucedido todo esto?, radiación, arma biológica, virus?, quien sabe, lo único que sé es que si o si tengo que salir de la ciudad, trague saliva cuando un pensamiento aterrador se alojo en mi mente, esto está sucediendo en todo el país? Y si es así, entonces qué?
Estamos condenados a perecer?
Me reí ante este ultimo pensamiento, condenados o no, voy a ser todo lo que esté a mi alcance para sobrevivir, ya tengo el auto, solo me faltan las armas, comida y una hermosa acompañante, eh, una de cuatro no está mal.
-hmmmm-si bien la ciudad está en caos la estación de policía se ve bastante bien, tal vez podría ser dos de cuatro.
No pude evitar colocarme nerviosa al notar el grupo de infectados en el edificio contiguo, aun estaba a buena distancia, sin embargo, mi diosa de cuero ronronea como un gatito lo cual en estas circunstancias no es demasiado favorable, estudie la situación por un momento hasta que pude llegar a un plan que no me conseguiría ni muerta ni con la pintura rayada.
Tendría que estacionar a una buena distancia y caminar hasta la estación, inhale y exhale tratando de armarme de huevos, recogí el arma del asiento del copiloto y saque el cargador, suspire al ver que solo tenía cinco balas a la izquierda, revise la guantera en busca de munición pero Salí con las manos vacías-esto es malo-si solo el grupo que vislumbre desde lejos tenía más de ocho infectados, tome aire-esto tendrá que hacerlo.
Conseguí un buen lugar y estacione, sabía que no podía tardar demasiado o tendría que volver a encender el coche, quite el seguro y con un último aliento abrí la puerta, apreté la mandíbula cuando el vidrio de la ventana comenzó a colapsar, esto no es bueno, trate de atajar lo mas que pude sin importarme si me cortaba o no, esta es la mejor oportunidad que tendría para conseguir armamento, no me malinterpreten, existen muchas armerías en la ciudad, lo sé porque solía ir con mi padre, un cazador experto, sin embargo, tendría que adentrarme demasiado y es lo último que deseo.
Suspire aliviada cuando dejo de llover vidrio, tenía las manos destrozadas pero estaba bien, al menos no había sido descubierta, sabía que no podía tirar el lio en mis manos en cualquier parte asique decidí colocarlo en el asiento del copiloto, me incline en mi puesto y lo coloque cuidadosamente, con esto fuera del camino podía seguir con el plan, cerré silenciosamente la puerta y sin poder evitarlo bese con cariño el capo (que?, he amado este auto desde que lo vi, demándenme), mientras me alejaba no pude evitar pensar ni dejar de notar que sería realmente fácil para que cualquiera robara mi auto, eso solo me motivo a acelerar el paso, no tenía tiempo que perder.
Me lleve una mano a la boca justo a tiempo, un infectado había salido del auto a mi lado sin que me diera cuenta, rápidamente corrí del otro lado y me agache, parecía que podía sentir mi presencia porque podía escucharlo comenzar a rodear el auto-bendita suerte-tendría que correr por esto, una vez que llegue al siguiente vehículo me zambullí debajo de el, parecía que la suerte no estaba de mi lado porque una vez me arrastre debajo del motor este comenzó a botar aceite, ahogue un gruñido en mi garganta cuando el liquido viscoso cayó sobre mi espalda desnuda.
-malditamente desagradable-masculle saliendo por fin de mi reducido escondite, cerré momentáneamente los ojos cuando me encontré en campo abierto sin lugar alguno para esconderse, los únicos autos en la calle eran los de la pila incendiaria a pocos metros de mi y por ningún motivo quería acercarme demasiado a cualquier edificio, quien sabe que cosas desagradables podrían salir de allí, un gemido me alerto de lo peligroso de mi situación, no tuve más alternativa que meterme en la primera callejuela que encontré y agacharme intentando minimizar mi presencia lo más posible.
Sentí el corazón en la garganta cuando de un momento a otro gemidos y alaridos empezaron a escucharse en todas direcciones, no sabía lo que pasaba solo sabía que era malo, me apoye contra la pared intentando asomarme sin ser demasiado obvia, a veces es mejor vivir en la ignorancia…-pensé sin poder creer lo que tenia ante mis ojos, no uno ni dos, ni siquiera una docena, sino una horda, una maldita horda de infectados, lo peor de esto es que iban acercándose.
Retrocedí cayendo de culo, ahora qué?, mire a mi alrededor esperando algún milagro, por favor dios, no permitas que muera aquí, como si hubiera escuchado mis suplicas vislumbre las escaleras de emergencia de uno de los edificios, me acerque con las piernas temblorosas y mire mejor, mierda, pensé cuando me di cuenta de que no podría llegar a ella saltando.
-muy bien-salte en la punta de mis pies-no pasaste todo esos años practicando parkour para que vengas a fallar ahora-agite los brazos tratando en vano de relajarme y tomando impulso corrí hacia la pared, logre dar cinco pasos pero perdí el equilibrio cayendo bruscamente al suelo, apreté la mandíbula cuando escuche mi hombro craquear, había tenido continuos accidentes en mis días así que sabia sin lugar a dudas que me había dislocado el hombro.
-¡Ah, La Madre Que Lo Pareo!-gruñí entre dientes olvidando momentáneamente el peligro a mi alrededor, fui traída de regreso al presente cuando escuche un gemido demasiado cerca de mi posición y vi aun en la oscuridad del callejón la mano aferrándose a la pared, entrecerré los ojos sin entender porque estaba tan abajo, lo comprendí cuando vi el zombi arrastrándose por el suelo, a pesar de no tener piernas una vez que noto mi presencia pareció meterle turbo porque comenzó a moverse sorprendentemente rápido, trague viendo como se acercaba, desvié la mirada hacia las escalera pensando en que solo tendría una oportunidad y tenía que tomarla.
Corrí una vez más hacia la pared y en el quinto paso salte con todas mis fuerzas esquivando por segundos las mandíbulas ensangrentadas del muerto viviente, mire las escaleras cada vez más cerca, casi podía tocarlas, hasta que empecé a caer-no, ¡NO!-en un impulso estire mi brazo dislocado sintiendo las lagrimas correr en el dolor, dolía como una perra pero mi brazo izquierdo no estaba en un buen Angulo como para utilizarlo, grite como alma en pena cuando mi hombro volvió a su lugar después de lograr agarrarse de las escaleras, mi cuerpo estaba extendido y solo mi muy adolorido miembro me mantenía de caer, los infectados después de escuchar mi grito habían corrido tal cual flash y ahora invadían cada rincón del callejón, si cayera seria mi fin, debía sujetarme con mi otro brazo, sin embargo estaba tan cansada y adolorida, no sabía si podía hacerlo, cerré los ojos intentando aplacar el dolor y tome aire, debía intentarlo.
Tal cual wonder woman, flexione lo mas que pude el brazo e intente sujetarme con mi otra mano, solo para fallar, ni siquiera fui capaz de rozar las escaleras, si mal no recuerdo mencione anteriormente que estaba en un pésimo estado, no?, bueno eso no era mentira, mi brazo comenzaba a cansarse y solo era cuestión de tiempo antes de que perdiera la fuerza, debía intentarlo una vez más, colocaría todo lo que tenía en este último intento, si fallaba, al menos moriría sabiendo que di todo de mi, cerré los ojos intentando concentrarme, los alaridos hambrientos me lo hicieron difícil pero aun así lo logre, con mucha más determinación esta vez y utilizando hasta mis últimas reservas, flexione, ah, aun dolía, con un grito de guerra me impulse hacia arriba, estire mi brazo izquierdo y…solo un poco más, vamos…
.-¡¡SANTA MADRE DE ANTORCHA, LO LOGRE!-sin perder tiempo comencé a escalar tropezando más de una vez hasta que por fin llegue a la cima, me apoye por un momento en las barandillas y trate de recuperar el aliento, una vez que mi respiración se regulo un poco mire hacia abajo quedando pasmada al notar lo oscuro que se había vuelto el callejón, desvié la mirada al cielo, podía entender el porqué, comenzaba a oscurecer, eso no era una buena señal, debía salir de aquí antes de que eso pasara, si esto es un infierno en el día no quiero ni siquiera imaginarme en la noche.
Mire las largas escaleras, desde aquí podía llegar fácilmente al techo, sin embargo, las luces del apartamento estaban apagadas, lo sabía porque solo podía vislumbrar oscuridad desde la ventana, me acerque lentamente, temerosa de que algo pudiera saltar y atraparme, estaba cerrada pero a un infectado no le costaría demasiado el abrirse paso a través de ella, me coloque a centímetros del vidrio y espere, no era capaz de escuchar nada desde aquí, sin embargo, eso no garantizaba que el lugar estuviera vacio, me mordí el labio inferior indecisa, esta es una oportunidad en un millón, si lograba conseguir algo útil aquí tal vez no tendría que ir a la estación de policía, además, habían muchas probabilidades de que pudiera encontrar comida no perecedera.
Me pase las manos por la cabeza, ir o no ir, he ahí el dilema.
Después de un largo minuto de reflexión-a la mierda-saque el arma de la cintura del pantalón y quite el seguro-solo cinco balas-inhale y exhale lentamente tratando de aplacar mis nervios y abrí la ventana, gracias a dios esta no tenía el seguro puesto, corrí la cortina y pase una pierna, me senté por un momento en el filo de la ventana intentando ver si había movimiento, aunque realmente era inútil el lugar estaba completamente a oscuras, tragando pase la otra pierna hasta encontrarme apoyada contra el alfeizar de la ventana, muy bien, ahora qué?
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