Joder y más joder
Es lo único que podía pensar Park ChanYeol.
Había tenido un jodido día de mierda, porque no decirlo. El caso en él que estaba trabajando junto a SeHun se había complicado un poco hasta la mierda. Tuvo que escuchar por más de dos horas, y si no más, a la esposa demandante decirles las mil y un razones de porque ella se tendría que quedar con él perro de la familia. Fluffy. Y en todo ese tiempo tuvo que estar sentado y callarse su cabreo para no parecer grosero. Además, ¿Quien jodidos llama a su perro Fluffy? ¿era gordo y fofo? ChanYeol lo creía así.
Ese día había pasado su cuota de maldiciones dichas y por haber. Y sabía que SeHun —quien estaba sentado a su lado con su cara de nada— por dentro, estaba igual, o peor de cabreado que él. Al punto de querer arrancarle la cabeza a esos dos idiotas que peleaban por un perro, en vez de la custodia de sus dos hijos pequeños.
Lo peor, es que al salir de esa terrible reunión, donde no se llegó a nada, aumentado su enojo, se dio cuenta que las calles estaban siendo atacadas por la lluvia fuerte que llevaba todo el día pero mil veces peor. Joder.
Él era un lobo, él alfa. Oh, joder que lo era. Y por consecuente no le tenía miedo o detestaba la lluvia, como los cambiaformas tigres de la provincia de al lado. Es más, le resultaba refrescante pasar un día en su casa en el campo bajo la suave lluvia. Pero suave. No está jodida manta de agua que cubría la ciudad. Y a su lobo no le gustaba para nada quedar como un estropajo. Así que no podía liberar su enojo con una carrera por los bosques de los alrededores, joder.
Por eso cuando entró por el portal de su edificio —y empujo las puertas del ascensor casi cerradas lo más brusco posible intencionalmente, cabe decir— estaba literalmente, como lobo rabioso dispuesto a arrancarle la cabeza a la primera persona que se le cruzara. Paro en seco.
Oh, dulzura.
ChanYeol vio como la cosa más adorable y sexy hacía contacto con sus ojos. En este horrible día no esperaba encontrarse frente a frente a él hombrecito de sus sueños más dulces y calientes.
Byun BaekHyun. Claro que sabía cómo se llamaba, joder. Desde el primer momento que lo vio no pudo apartar sus feroces ojos de su dulce ser. Era hermoso. Cabello negro, cuerpo delgado y delicado con piel lechosa. Y su rostro. Joder, su rostro. Labios pequeños y rosados —que quería enrojecer— Ojos castaños y nariz perfecta. Tan dulce. Y era tan pequeño, ChanYeol tenía ganas de estrecharlo entre sus brazos y gruñirle a todo y todos que quisieran hacerle daño.
El no creía en esas mierdas de parejas destinadas y compañeros que había en las manadas de lobos. Eso de su corazón acelerándose y su nariz idiotizandose con él aroma de "su compañero" lo veía estúpido. La posesividad y descontrol de su lobo por la misma persona, le sabían agrio.
Así que ChanYeol se pasaba por el culo esas leyendas estúpidas, ya que él nunca sintió nada de eso por nadie. Y se decía a sí mismo que nunca lo sentiría.
Pero desde que apareció Byun BaekHyun en su vida, se daba de golpes con la pared. Cuando lo vio por primera vez sintió todo eso que se negaba a creer. Hasta sintió las jodidas mariposas en su estómago. La segunda vez que lo vio, la palabra "mío" se repetía en su cabeza una y otra vez. Y la tercera vez se convenció de que esa pequeña dulzura, sea verdad o no las leyendas, para él, era su compañero destinado. Mierda que si.
Pero BaekHyun se veía tan frágil y retraído que le daba miedo acercarsele de repente y asustarlo. Aunque eso no impedía que no notara cuando él chico se escondía sólo para verlo.
Ahora el destino hacía de las suyas, porque estaban atrapados en un ascensor a oscuras y a solas. Con BaekHyun en sus brazos.
—¿Estas bien? —ChanYeol se apartó un poco solo para verle el rostro. Su vista de lobo le permitía verlo claramente.
BaekHyun separó sus labios boqueando, y gracias a su vista nocturna vio como sus mejillas se teñían más de rojo. Adorable. ChanYeol reprimió las ganas de besarle.
—Dulzura, te estoy hablando —Le sonrió aunque este no pudiera verle.
—Yo... --Sintió como BaekHyun tomaba aire temblorosamente.
BaekHyun se removió en sus brazos y ChanYeol pensó que este se separaría de él. Pero en vez de eso, BaekHyun apoyó su cabeza en su pecho. ChanYeol aspiró su aroma y se sintió enloquecer por lo dulce de el. Joder, sentía como su lobo golpeaba dentro de él queriendo salir y reclamar a su pareja. Pero cuando BaekHyun tembló en sus brazos él deseo pasó a segundo plano dando paso a la preocupación.
—Hey, hey ¿que sucede? —No respondió-- BaekHyun contestame.
—Est-a o-oscuro.
—Si, me he dado cuenta —A ChanYeol se le salio el sarcasmo solo.
—Muy oscuro... —BaekHyun parecía a punto de llorar. Eso lo preocupo.
—BaekHyun. ¿Le tienes miedo a la oscuridad?
BaekHyun no respondió, pero ChanYeol sintió como asiente en su pecho. Sus piernas estaban temblorosas y podía escuchar cómo su corazón estaba acelerado
—Mierda. —Maldijo sin poder evitarlo— Tranquilo BaekHyun respira. Esta todo bien ¿vale? yo estoy aquí contigo, no estás solo.
ChanYeol se apoyó en la pared del fondo y fue deslizándose lentamente hasta tocar el suelo. Llevando a BaekHyun con él, sentándolo entre sus piernas.
—Respira conmigo—Lo apegó a su pecho— Trata de igualar tu corazón con él mío. —Le susurro en su oído. BaekHyun se estremeció.
Pasaron un rato así, BaekHyun poco a poco se tranquilizó distrayéndose con el sonido de él corazón de ChanYeol junto a su oído.
ChanYeol se separó de él, parándose. Podía oler el miedo de BaekHyun de nuevo. Utilizó su antinatural fuerza y con sus manos quitó la tapa que había en el techo, haciendo que un mínimo de luz de afuera —ChanYeol pensaba que era de alguna fuente de energía de emergencia— pasará a través de ella. Terminado su trabajo volvió a sentarse y abrazo a BaekHyun. La poca luz que pasaba, pegaba en su hermoso rostro. Lo sintió relajarse otra vez.
—¿Mejor? —Pregunto. BaekHyun asintió.
ChanYeol dio la conversación por terminada. No quería presionar a BaekHyun. Todavía lo podía sentir temblar un poco contra él. Pero al contrario de lo que pensó, BaekHyun habló unos momentos después.
—Usted... —Se calló unos momentos— Usted sabe mi nombre...
ChanYeol parpadeo y miro al pequeño chico en sus brazos.
—Claro que lo se.—Contestó con obviedad.
—¿C-como...?
—YiXing me lo dijo en una de nuestras conversaciones en el pasillo.
—Ah...
Bueno, tal vez mintió un poco. Era verdad que YiXing lo había mencionado casualmente algunas veces. Pero ChanYeol ya sabía el nombre de BaekHyun mucho antes de que este se lo dijera.
ChanYeol pidió a Kim MinSeok, su amigo y él Director de Estrategia y mejor recolector de información de la manada, que averiguara sobre él chico. Este al siguiente día le dio en una carpeta todo lo que consiguió. ChanYeol prácticamente sabía hasta de qué color era la manta que le pusieron al nacer a su pequeña dulzura. Veinte años, padres divorciados y distantes, estudiante de arte, y lo más importante, soltero.
Pasaron unos segundos más en donde BaekHyun se relajó por completo contra su pecho. Pero un instante después jadeo y se separó de él como si le quemara. ChanYeol frunció el ceño.
—Lo si-siento Señor Park, yo no quise, yo... —Podía oír cómo su corazón volvió a palpitar rápidamente.
—Hey, esta bien —ChanYeol trato de tranquilizarlo.
BaekHyun se sentó a su lado. ChanYeol se dio cuenta como se acerca a él pero sin llegar tocarlo.
—Así que, ¿tú también sabes quien soy yo? —Preguntó con un tono juguetón en su voz.
—YiXing me lo dijo —Contestó rápidamente BaekHyun. ChanYeol rió.
—A YiXing como que le gusta hablar de los demás ¿eh? —Bromeo— Y cuentame, ¿que más te ha dicho de mi?
—N-no mucho...
—¿En serio BaekHyun?
—S-si...
—¿Y que tal JunMyeon?
—BaekHyun dudo—S-solo que u-usted es muy importante señor Park—BaekHyun lo dijo tan bajo que ChanYeol estaba seguro que si no fuera por su oído más desarrollado no lo hubiera podido escuchar.
—Yah, no me digas señor Park, cuando lo dices solo puedo pensar en mi padre. Dime ChanYeol, y te diré BaekHyun a ti ¿de acuerdo?—Pregunto.
—Pe-ero eso sería una falta de respeto señor...—BaekHyun dijo desconcertado, abriendo sus hermosos ojos de una forma exagerada, que a ChanYeol le pareció jodidamente tierna.
—Será nuestro pequeño secreto ¿vale?
—Pero...
—A si que, ¿me permites llamarte BaekHyun?
—Y-yo...
ChanYeol sin poder evitarlo acercó su mano a su rostro, rozando suavemente la punta de su índice desde el medio de las cejas hasta la punta de la linda nariz de BaekHyun. Joder, este chico lo tenía completamente jodido por él.
Mio mio mio.
—¿O prefieres que te diga dulzura?
BaekHyun estaba temblando. No sabía si por el miedo de estar encerrado en un ascensor a oscuras, la conmoción, o porque el que ha sido su amor platónico por tanto tiempo le había llamado de esa forma.
Que Park ChanYeol lo hubiera tocado de una manera tan suave, como si él fuera la cosa más delicada del mundo y que lo haya llamado dulzura con lo que, BaekHyun creía era un deje ternura en su voz ronca y sexy, santa mierda. BaekHyun sentía como si su cabeza fuera a explotar.
No te ilusiones Byun, él simplemente es cautivador por naturaleza.
BaekHyun lo sabía. ChanYeol solo quería ser amable con él chico amigo de su vecino, que le tiene miedo a la oscuridad. Ahora a ojos de Park ChanYeol siempre sería él rarito miedoso. Sep, jodida situación.
—Tomaré eso como un si.
BaekHyun despertó de su ensoñación y miró hacia ChanYeol con una expresión de sorpresa en su rostro. Que era estúpido porque obviamente él tipo no vería nada en la oscuridad del ascensor.
De repente las luces del ascensor se encendieron por una fracción de segundos mientras se volvía a sacudir bruscamente. BaekHyun pego un grito —poco masculino, para su vergüenza—e inmediatamente saltó hacia los brazos de ChanYeol. Este inmediatamente lo estrechó en sus brazos pegándolo de nuevo a su pecho. Protegiéndolo. El movimiento se detuvo y el ascensor volvió a la oscuridad del principio.
—¿Qué fue eso? —Susurro tan bajo que pensó que ChanYeol no lo escucharía. Estaba asustado hasta la mierda.
—Seguramente están tratando de hacer funcionar el generador de reserva. Imagino que si el ascensor no funciona, entonces todo el edificio debe estar sin electricidad. Deber ser por la tormenta. —Explicó ChanYeol.
—¿Y porqué tardan tanto? ¿sabrán que estamos aquí? ¿siempre hay cámaras en estas cosas, no? ¿deberíamos gritar y patear la puerta...? —BaekHyun seguía hablando rápidamente y sin parar, solo había levantado la cabeza del pecho de ChanYeol, pero seguía aferrado a su camisa con fuerza.
Parecía un cachorrito asustado, solo le faltaba ponerse a lloriquear como uno. Pero no lo podían culpar, en serio la situación lo aterraba, joder. Por lo menos no estaba solo, tenía a ChanYeol a su lado...
ChanYeol...
BaekHyun se callo y recapacito su situación.
Estaba oscuro, sep. El ascensor seguía sin querer funcionar, bah cuento viejo. Puede ser nadie sepa que ellos se encuentran atrapados allí, ¡yupí! Y...
¡Oh claro!
Estoy en los jodidos brazos de ChanYeol ¡otra vez!
—BaekHyun trato de separarse de él— ¡Lo s- siento! yo, yo, no fue mi intención.... —Seguía balbuceando—Lo lamento, me apartare...
Cuando BaekHyun hizo el amago de separarse de él, ChanYeol lo atrajo de nuevo a su pecho. BaekHyun jadeo por la sorpresa.
—Oh no dulzura, tu te quedas aquí. —Lo abraza con más fuerza hacia el— No correré el riesgo de que te de un ataque nervioso y te desmayes.
Pegado a su pecho, podía sentir su aroma . ChanYeol olía a bosque después de una llovizna, y a limón. Olía a hombre. BaekHyun tembló.
—¿Tienes frío? —ChanYeol se apartó un poco para después con sus grandes manos tomar su rostro— Joder, estás helado —Tocó su fría piel para después pasar a su mojada ropa—Estás todo mojado dulzura.
—Estoy b-bien...— BaekHyun temblaba, pero estaba seguro hasta la mierda de que no era por él frío.
—No me mientas.
—Es en serio, yo...
Paró en seco. una caliente mano paso su gran sudadera y camisa para posarse contra su piel. Misma piel que se erizo al contacto.
—Quítate esto dulzura...—Susurró, su aliento chocando contra su rostro.
BaekHyun como que si tendría ese desmayo.