Tres de julio: Reencuentro
Te pediré perdón una y mil veces
Declarare mi amor a los cuatro vientos
de promesas y juramentos
Entregue mi escudo en ofrenda
Para pagar el error que me costó tu amor
Steve veía furioso de observar, como el otro hombre era recibido con una linda sonrisa. Entendía que eran amigos, mejores amigos pero aun así… y entonces finalmente le cayó el veinte de lo que seguramente Tony había sentido cuando el en apariencia eligió a Bucky, horribles celos, dolor, traición. No era lo mismo, uno el amado, el otro el amigo, lo sabía, lo entendía, y aun así los celos estaban allí, por parte suya, y por parte de Tony en relación al asunto del soldado del invierno.
—Amigo, que gusto verte, ¿Puedes explicarme que pasa aquí?
—Bueno, al parecer ayer hiciste de las tuyas, te pusiste ebrio y llamaste a Steve, haciéndole creer que te habías suicidado y que la llamada provenía de una IA llamada Stony que imitaba tu voz.
Tony se quedó perplejo, así que eso le había dicho al rubio, si lo llamo después de todo. El nombre Stony le recordó el regalo en el que estaba trabajando para su amado, antes de la pelea.
—Oh, yo…
—Tony amor…
Steve se acercó a él intentando tocarlo y este nuevamente lo alejo.
—No quiero hablar contigo, lamento lo de ayer, no recuerdo que dije, estaba pedo. Mis disculpas por eso, ahora solo vete.
—No, no me iré Tony, tu y yo tenemos que hablar. — la voz del capitán era firme y su mirada estaba fija sobre él. — ¿Sabes lo que me hiciste sentir anoche?
Tony lo miro con indiferencia y se encogió de hombros al responder.
—Hum, molestia.
—Por favor déjennos solos.
Pidió el capitán a los demás que asintieron y se marcharon uno por uno.
Cuando los demás se marcharon Tony corrió hasta su habitación y se encerró en ella con seguro.
—Tony por favor…
—Vete, ya te dije que no quiero hablarte.
Steve se quedó tras la puerta llamándole y siendo ignorado, sin importarle siguió hablando y le conto a su amado lo que había sentido la noche anterior. Finalmente Tony cedió y abrió la puerta, era ya la madrugada del tres de julio.
Ambos se miraron sin saber cómo empezar.
—Bien hablemos. —Dijo el millonario cruzándose de brazos en gesto defensivo.
—Tony yo…, por favor escuchame. Te amo mucho más de lo que imaginas, sé que fui un idiota y actué mal, pero nunca deje de amarte.
Tony le oyó tembloroso mientras sus ojos parpadeaban por contener las lágrimas.
—Tú me cambiaste por él.
—No Tony, Bucky es mi amigo, mi hermano, pero mi amor eres solo tú, mi pareja, mi amado.
—No, tú lo protegiste, el mato a mis padres, a mi mama, él... jamás voy a perdonarlo, tú lo sabias y lo callaste, lo sabias y lo defendiste a él, tú lo preferiste antes que a mí, ahora vuelve con él y olvida que existo.
—No, Tony, amor mío, por favor escucha Bucky ha vuelto a congelarse por…
—Ja, ya veo es por eso, pues no señor, yo no soy tu plato de segunda mesa y no voy a volver contigo.
El capitán acorto la distancia y le abrazo, acaricio sus cabellos con ternura y le beso en la mejilla, susurro en su oído con calma.
—No amor, no lo eres, te repito que entre él y yo solo existe una profunda amistad, una hermandad. Somos como Bruce y tú. Él decidió congelarse porque se sentía culpable, me dijo que tal vez debí haberte dejado matarle, pero no podía hacer eso, es el último lazo de mi pasado y le quiero, pero no de la forma en que te quiero a ti.
Tony entre sus brazos no dejaba de llorar, pero no podía apartarse de él, le había extrañado tanto, sentir ese contacto, ese calor, ese característico aroma de su amado y lo bien que se sentían sus músculos contra su cuerpo. Steve le siguió hablando.
—Tony amor, lo de tus padres, si fue un acto egoísta de mi parte el no decirte, no lo hice porque tenía miedo. Miedo a perderte, a que me hicieras elegir y por eso…
Tony al fin encontró las fuerzas para apartarse del abrazo. Quizá en reacción a esas palabras.
—Pero elegiste, lo elegiste a él.
—Elegí salvar su vida, no imagine que te perdería en el proceso. Lo de los acuerdos y lo de Bucky, solo fueron diferencias de opinión, malentendidos y falta de comunicación, pero nunca falta de amor, yo no te he reemplazado, ni por él, ni por nadie, jamás lo haría, te amo solo a ti.
— ¿Qué hay de la tal Sharon? Nath dijo que…
Steve rodo los ojos deseando que su amiga fuera más discreta, porque tuvo que contare a Tony de ese minúsculo y estúpido desliz.
—Sharon fue solo un momento tonto, un recuerdo de Peggy que mi corazón mal interpreto. En medio del lio y la desesperación la bese una única vez, un solo beso, un error, no sentí nada, estaba molesto contigo porque sentía que no me apoyabas, no era capaz de ver que a su vez yo no te apoyaba a ti, sentía que no me comprendías, fue algo estúpido lo sé. No he vuelto a verla, sólo le envié una disculpa por correo y un agradecimiento por su ayuda. Le dije que te amaba, todos saben eso ahora, incluso Bucky y el rey T challa, mi amigo me dijo que debía volver y arreglar las cosas contigo, antes de congelarse, quería hacerlo, pero tú no llamabas y tampoco contestabas a mis llamadas o cartas.
—Te bloque en mi teléfono y sólo recibí tu primera carta, ordene a viernes no darme ninguna otra, fueron al archivo muerto.
—Amor, por favor dame otra oportunidad, no puedo vivir sin ti, te necesito. —Steve lo miro con añoranza, se podría decir que tenía el corazón colgado de un hilo. —Te amo, tu eres el único, solo contigo quiero hacer fondue, nadie más.
Tony sonrió por las palabras y pregunto.
— ¿No has estado con nadie desde…?
—No, sólo tú. Eres el único que ha estado en mi cama, solo tú.
—Bueno, yo podría tal vez querer perdonarte, pero no puedo, tú me atacaste, me rompiste el corazón literal y metafóricamente.
—Tony el arc ya no es tu corazón, solo el centro de energía de tu armadura, solo querría inmovilizarte para que dejaras de pelear y ya, nunca quise herirte, pero no podía permitir que siguieras con tus instintos asesinos, porque tú no eres así, al principio quizá sintieras la satisfacción de la venganza, pero después te habrías sentido mal, culpa, vacío y la tristeza se saberte un asesino, tienes el alma demasiado noble y un corazón bondadoso, matar te habría cambiado, te habría destruido. No fuiste el asesino de aquel chico, ni de nadie, pero te sientes así, por los daños colaterales. Si hubieras matado a James, te sentirías mal, sólo querría detenerte, quizá me pase.
Estaba desesperado, lo lamento, pero ese acto me dolió tanto como a ti, sabía que estaba golpeando mi corazón.
Tony se quedó sin palabras meditando lo aquello, tenía algo de cierto, pero aun así desde su lado las cosas se habían visto distintas.
—Entiendo, Steve, por favor, no te odio, pero no sé si pueda…Por favor vete, necesito estar solo y pensar las cosas. Mañana hablamos, ahora necesito mi espacio.
—Mañana es mi cumpleaños.
—Lo sé, yo te preparaba un regalo esta vez, comencé a idearlo desde el 5 de julio del año pasado, pero tras la Civil War quedo olvidado.
—El único regalo que quiero y necesito, es tu perdón.
—Bien, te perdono, pero eso no quiere decir que sigamos juntos, no te guardo rencor y aun te amo, pero estoy muy dolido por todo esto, necesito tiempo, por favor dejame solo.
Steve asintió, su semblante derrotado, se acercó a Tony y le beso brevemente en los labios antes de marcharse.
—Entiendo, descansa cariño. Te veo mañana.
Se retiró sin decir más y Tony volvió a su cama y se lanzó a ella cerrando los ojos y colocando una mano sobre ellos y otra sobre su pecho.
“¿Qué hago? ¿Qué le digo?, lo amo, pero estoy asustado de ser dejado de nuevo.
Steve…él ¿qué tanto me ama? ¿Qué tan cierto es lo que dice?”
Se quedó dormido con mil interrogantes en la cabeza.