Fuegos artificiales
Festejos y desfile
Las banderas con rayas y estrellas
No significan nada para mí
Es solo por tu fuego y estrella
Que me motiva a seguir.
Por la mañana Tony se despertó pensativo, no sabía aunque respuesta dar a Steve. El repiqueteo constante del timbre le hizo levantarse y abrir la puerta, fuera estaban Rhodes, Visión y Bruce.
—Hola chicos ¿qué les tare por aquí?
—Venimos a ver qué tal estas. —Dijo Rhodes.
—Y queremos el chisme de lo que paso anoche. —Comento Bruce.
—Además te traemos ciertos informes. —Menciono Visión.
Tony los hizo pasar y ya una vez instalados desayunando en la mesa de la cocina, cada uno dio inicio con la plática directo al punto que deseaban tratar.
— ¿Se reconciliaron? —Pregunto Rhodes.
—Lo perdone, reconciliación no, sólo perdón.
—Ya, ¿y estas bien con eso?
La mirada de Bruce era inquisitiva, a Tony le daba impresión que podía ver dentro de él.
—No sé. —Admitió.
—Vale, señor Stark, queríamos informarle que esta noche se hará una fiesta de cumpleaños a Steve.
— ¿Hoy? o sea el 3. ¿Por qué no mañana?
—Sí, hoy en la noche, pero supones terminara en la madrugada y después el tomara un avión hacia Afganistán, ira a una misión especial que Fury le ha dado.
Tony palideció y apretó su vaso, el cual se astillo causándole una cortada. Sin decir nada Bruce tomo su mano y empezó a curársela.
— Lo lamento, me falto tacto para decirlo, el capitán partirá a esa misión mañana al atardecer. Fue esta mañana que Fury Se lo propuso y el acepto, supusimos que le rechazaste, él se veía mal, pero preferimos comprobarlo contigo.
Le Dijo Visión, por su parte Banner termino de vendar su mano y le aconsejo.
—Si quieres despedirte ve a la fiesta, no sabes cuánto tiempo pase allí, sólo estaremos los Avengers unidos una vez más, para limar asperezas, además de Fury, Hill y Coulson, será algo pequeño.
— ¿Y el sargento Barnes?
—En un bloque de hielo, creí que Steve te había dicho, ah creo que igual ira el rey Tchala y bueno…Sharon Carter.
Oír el nombre de la rubia enfado a Tony.
— ¿Él la invito?
—No, lo hizo Sam, él cree que Steve le debe una disculpa en persona.
Tony aporreo el florero de la mesa y comenzó a vociferar:
—Pinche Sam ¿Qué le pasa? ¿Por qué la invita? él odia que Steve este conmigo o que, ¿acaso es homofóbico? el anciano es mío, no de la rubia desabrida esa que de seguro es una oxigenada facilona que…
—Calma Tony, Sam no está emparejándolos ni nada, sólo quería ser cortes con la chica, en cuanto a ti creía que habías dicho que no volverías con él.
—Yo dije que lo pensaría, iré a esa estúpida fiesta, quiero enfrentar al capitán.
— ¿Eso o marcar tu territorio? —Bromeo Rhodes.
Tony miro a los tres con los ojos entrecerrados y golpeo la mesa con el puño.
—Eso lo decidiré al momento, pero me enoja lo de la misión, no me gusta eso, yo aún no le daba mi respuesta y el maldito ya me está pensando en abandonar.
—No, la cosa no es así, Steve dijo que iría solo si tu no le aceptabas de nuevo, si lo hacías rechazaba, pero nadie cree que lo perdones ni él mismo, sólo mantuvo esa cláusula como una última esperanza.
—Humm, como sea voy a por mí rubio. Mío, será un cabeza hueca por rubio, pero es mío. Ahora tengo cosas que hacer, los veo en la noche.
Los tres se fueron sin sentirse ofendidos por ser sacados, ya que su amigo estaba de nuevo animado y con deseos de recuperar su amor, seguro tenía un plan y deseaban que se reconciliara con el capitán porque sabían bien cuanto se amaban los dos y confiaban que esta vez ni el hombre de hierro ni el súper soldado la fueran a cagar. Deseaban que todo saliera bien y que Tony fuera feliz.
Una vez a solas el castaño fue a la bodega y saco algunas cosa, como los diseños antiguos para el regalo que quería hacer a Steve, también le pidió a viernes que le entregara las cartas almacenadas en el archivo las cuales se pasó horas leyendo entre lágrimas y suspiros y se decidió finalmente a que sí, iba marcar su territorio. Sharon sácate, ese capidiota es mío. Pensó y se alisto para ir a la recepción.
La fiesta del capitán era amena, la música, el ambiente y la comida eran buenos, sin embargo el capitán se encontraba triste y su humor era evidente. Sharon se le acerco con una copa.
—Vamos Steve sonríe, brindemos.
—Lo siento Sharon, yo no tengo animo festivo. —Dijo tomando la copa— Tony no…
— ¿No crees que debes olvidarlo?
—Lo amo.
—Confusión, es sólo eso, tu antes amabas a la tía Peggy, eso quiere decir que no eres gay, me besaste incluso, lo de Stark, es solo confusión por su amistad, compañerismo y…
—Amor, Sharon, lo amo, a él y sólo a {el, sí ame a Peggy una vez, pero eso fue más la ilusión del primer amor, la bese una sola vez igual que a ti, pero sabes jamás he estado con una mujer en la cama y no tengo interese solo he estado con Tony.
—Tampoco has estado con otro hombre ¿ verdad’, lo vez, fue sólo una experiencia, no quiere decir que seas gay, bisexual tal vez pero, ahora yo podría ser…
—No, lo siento, amo a Tony, solo a él, no quiero a nadie más que él, aun si no me perdona seguiré siendo siempre suyo.
— ¿Dónde está él ahora? —Pregunto la rubia.
—Aquí.
Dijo el millonario acercándose a ellos. De inmediato el rostro de Steve se ilumino con una sonrisa.
—Tony viniste…
—Sip, capi, pero ve4o que estabas coqueteando.
—No, para nada, no lo haría Tony, espero por tu respuesta.
—Hum, así que depende de lo que yo diga.
Stark sonreía ladino y miraba a la rubia con cierta superioridad que la hizo enfadarse.
—Tony, tu sabes que te amo, sólo tú, por favor.
— ¡Basta!, Steve ¿vas a dejar que te trate como su perro?
Tony le dedico una sonrisa burlona y respondió con su característico sarcasmo.
—No señorita Carter, pero no, Soy un Stark, nosotros tenemos lobos huargos.
Bromeo el filántropo que se acercó a Steve sonriendo.
— ¿Eres mi lobo?
—Tuyo.
Dijo sin dudarlo el rubio y Tony coloco una mano sobre la entrepierna del capitán y la guio hasta su miembro y lo froto.
—Mío.
—Entonces se puso de puntillas para mordisquear su cuello.
—Que vulgares.
Dijo la mujer antes de marcharse enfadada.
—Esta celosa, bien lo mío es mío.
—Tony eso significa…
—háblame de tu misión a Afganistán.
El capitán suspiro antes de empezar.
—Pertire mañana, a menos que tu…
Tony coloco un dedo en sus labios impidiéndole continuar.
—Bueno, volvamos con tus invitados, te tengo un regalo ¿sabes?, pero te lo daré más tarde o mañana en mi torre, lo dele allí.
—Tony, por favor dime si lo de hace rato fue que me perdonas.
—Perdonado estas, volver contigo aun pienso en ello, pero no puedo evitar sentirme posesivo, lo siento.
—Está bien, eso es bueno, me da esperanza.
Steve tomo la mano de Tony y la apretó, se inclinó y susurro en su oído.
—Me has puesto caliente.
—Esa era la idea.
Tony le sonrió con sensualidad, y minutos después se unieron a los demás en la fiesta y platicaron amenamente. Ahora Steve parecía estarse divirtiendo. Tony le reclamo a Sam por invitar a Sharon, el hombre sonrió y contesto:
—Estrategia, te hizo salir de tu cueva no.
Stark sonrió alegre.
—Cueva no, no me confundas con otro héroe millonario, genio y playboy de gótica.
Ambos hombres se dieron la mano y luego siguieron la fiesta hasta la madrugada.
Los vengadores se fueron despidiendo de poco en poco, uno de los primeros en marcharse fue Fury que comento.
—Supongo que tu viaje se cancela, tendré que enviar a alguien más.
—No lo sé Nick, tengo que esperar que dirá él.
—Yo los veo reconciliados.
—Como amigos tal vez, no lo sé cómo pareja.
—Por algo se empieza, nos vemos capitán.
Al final sólo Steve y Tony se quedaron en la estancia.
—Entonces ¿me acompañas a la torre?
—Sabes que si
—ok, pues vamos, iremos a la bóveda de armas al llegar, ya sabes si viajaras necesitaras tu escudo. No quiero que estés en peligro.
—Gracias, pero es tuyo, como dijiste no lo merezco, lo deshonre.
—Pensé eso al principio, sabes creí que tú lo habías utilizado para defender al hombre que asesinó a su creador y para golpear a su hijo.
El capitán se encogió de vergüenza.
—Pero no fue así, cambie la perspectiva. Lo usaste para defender a tu amigo y detener a tu amor de volverse un asesino. Pensé en eso ayer, de igual forma es un icono, un símbolo que te pertenece y quiero que lo tengas y te proteja vayas donde vayas. Mañana iras a esa misión y yo te diré “Vuelve con tu escudo o sobre él “ como los antiguos espartanos.
Tony le dedico una sonrisa triste tocando su hombro. Steve bajo la mirada incapaz de verlo a la cara en ese momento.
—Lo atesorare. No me iré mañana si no hoy al atardecer.
Desvió la mirada, sus esperanzas hechas polvo, no iba a recuperar a Tony, la felicidad de hace un momento se había ido.
—No, te iras mañana, no te dejare ir hoy, es tu cumpleaños y vas a pasarlo conmigo, hoy eres todo mío. —Tony apretó su mano. —El escudo es solo uno de los regalos, te tengo otros y tendremos fondue.
—Eres cruel Tony.
— ¿Eh? ¿Por qué? te ofrezco regalos y mi cuerpo y me llamas cruel.
—Me ofreces en mi cumpleaños una ilusión, una probada a mi pasado contigo, me dejaras tenerte una noche, para perderte de nuevo, eso es cruel.
—Bueno quería despedir al soldado apropiadamente como solían hacer esas noviecitas de los años cuarenta a sus parejas cuando iban a la guerra, no pensé que fuera cruel, creí que estaba siendo clásico. Si no quieres el fondue…
El castaño no termino de hablar, su boca fue ocupada por la lengua del capitán que le estampo los labios sobre los suyos y le obligo a abrir la boca para saborearlo mejor. Se separaron jadeando y Tony sonrió.
—Bueno, creo que si quieres fondue.
Finalmente llegaron a la torre y Steve fue conducido a la bóveda de donde Tony saco su escudo y se lo devolvió.
—Notaras unos cambios. Lo repare y añadí mi toque.
Entonces el capitán observo el reluciente círculo recién pintado y noto que la estrella estaba más brillante que nunca. Sorprendido observo como esta se rotaba y abría un círculo de luz que era una copia del arc de Tony, el cual podía emitir un poderoso rayo, una vez disparado, la estrella volvía a su sitio.
—Sera un arma además de un escudo y me tendrás presente, este modelo es el verdadero Stony, nada de ias, lo pensé el año pasado cuando diseñaba modificaciones a mis trajes, luego pensé en un símbolo de nuestro amor y en alguna forma de estar presente siempre contigo, de hecho incluso diseñe unos trajes así. —Abrió una cámara y le enseño un traje nuevo. —Es Iron Patriot, es para ti si lo quieres, igual podría usarlo yo, es decir, es compatible con ambos. Además esta esté otro. —Abrió otra compuerta y mostro un extraño diseño similar al traje del capitán, pero con mezcla del suyo. —Este es el Civil Warrior. Nos separamos por una guerra civil, pero pensé que también podría unirnos más.
El capitán estaba conmovido por aquellos trajes.
— ¿Cuándo?
—Oh, trabaje en ellos en secreto hace meses, lo deje todo después de la pelea, pero los termine ayer, honestamente me faltaba poco para acabar el escudo, lo modifique días después de que llego tu primera carta y lo guarde. Solo faltaban detalles que añadí ayer después de hablar y bueno sabes, puedes volver sin el escudo, pero vuelve, ignora el dicho espartano.
Steve lo tomo en brazos y lo beso.
— ¿Fondue? —Dijo Tony coqueto.
—Sí, dame Fondue.
—Vamos.
Tony lo guio hasta la habitación y sonriente le entrego una cajita forrada. Otro regalo. Steve la abrió y encontró un par de camisetas iguales. Tony le quito una.
—Esta es para mí, son camisetas de pareja.
Steve sonrió mirándolas, eran de color gris claro y estaban estampadas por aquel símbolo que Tony había llamado Stony.
—Me encantan, gracias amor.
—Bueno, creo que sigue el regalo que más has esperado. —Tony meneo las caderas. —Mi trasero.
—Eso y tus labios. —Añadió Steve besándolo apasionadamente. —Tony, no me tengas más en vilo, no puedo seguir con esto, tú y yo ya volvimos o no, necesito saber.
Por toda respuesta Tony le beso.
—Vamos a la cama, te deseo en mí, ya.
—También yo, pero necesito que respondas.
—Te estoy ofreciendo mi cuerpo y aun preguntas.
—Necesito saber si también me devuelves tu corazón.
—Nunca te lo quite. Steve ven a la cama.
El rubio entonces lo hizo cargo a Tony llevándolo a la cama y recostándolo sobre ella a la par que se recostaba sobre él y comenzaba a besarlo. Sus manos buscando la piel, levantando la orilla de la camisa y colocándose bajo esta para acariciarlo, su miembro despierto restregándose contra el bajo vientre del moreno haciéndole sentir su dureza. En breve despojo de la camiseta a su novio y le beso el cuello mordisqueándole un poco al tiempo que estrujaba sus duros pezones y los jalaba o giraba un poco provocando gemidos apasionados en su amado. Tony se dejaba hacer dócil y receptivo. Sintió la lengua de Steve lamerle el pecho y luego aquella boca aprisionar y succionar un pezón, la sensación fue tan placentera que le hizo estremecerse.
—Desnúdate Rogers, quiero verte.
El rubio se apartó para cumplir la orden.
—Ahora desnúdame todo capitán.
Sin esperar Steve acato la orden de nuevo.
—Bien hecho soldado, ahora joda con todo lo que tiene a su general.
—No señor Stark, voy a hacerle el amor.
El rubio se posiciono entre las piernas del menor y levanto las caderas dejando Al aire el firme trasero que contemplo gustoso. Tomo una botella de lubricante y baño sus dedos con el líquido, mismos que llevo a la fruncida entrada.
—Ella se equivocaba, no soy gay, ni bisexual. Soy Ton sexual, no hay nada que me excite más que tu culo.
Dijo mientras insertaba un dedo en él provocando un gemido en Tony. El millonario sonrió.
—Humm, sólo yo pongo feliz al mini Rogers ¿verdad?
—Tú sabes que no es nada mini. —Dijo mientras insertaba un segundo dedo.
—Si prefieres lo llamo capiconda, aunque es más como una titano boa, oh, haaaa…
—Sí, ya la quieres dentro.
Mientras el capitán hablaba movía los dedos en círculos y los separaba para dilatarlo.
—Sí, ah…ha pasado un tiempo, hummm.
Un tercer dedo irrumpió haciéndole gritar.
—Te extrañe.
Steve se inclinó ´para besarlo.
—Tambien yo… Hazme el amor.
Steve saco los dedos para reemplazarlos por su pene, al momento de la invasión Tony Jadeo, el éxtasis baño todo su cuerpo a los pocos segundos. Se sintió liviano, amado y algo adormilado, pero las potentes embestidas le mantenían encendido. Disfruto de aquel momento, nunca paro de besar y arañar levemente a su pareja que cada vez imprimía mayor velocidad y fuerza a sus embates. Tony sintió como su trasero se contraía apretando la enorme pieza de carne caliente que tenía dentro y la fricción era deliciosa, en ese momento se sintió posesivo a pesar de ser él el poseído y mordió el cuello de Steve asegurándose de dejarlo marcado.
— ¿Te gustan las mordidas?
—Pueden ser sexys, hacerlas también lo es.
—Entonces voy a morderte por todas partes, después de todo soy tu Lobo huargo.
La sonrisa maliciosa del rubio le calentó. Sólo él conocía el lado oscuro y le gustaba tanto como el luminoso. Aquello iba a doler, Pero le iba a gustar. Él no era un masoquista, pero había algo excitante en ver a Steve perder el control y tomarlo por horas, como también en sentir los dientes de su pareja morderlo y dejarle marcas de propiedad, y esa noche quería eso, morder y ser mordido, que ambos llevaran en sus cuerpos la marca del otro, las huellas de su deseo.
Steve cambio la postura varias veces durante el resto de la noche o más bien madrugada. Lo embistió una y otra vez estimulando su centro de placer y Tony grito hasta quedarse sin voz.
Al final ambos cayeron dormidos en un tierno abrazo. Al despertar Tony intento moverse, pero el dolor se instaló en su cadera. “Bueno valió la pena” pensó y comenzó a besar y acariciar el pecho de su amante hasta despertarlo.
—Feliz cumpleaños capi paleta.
—Gracias amor, ¿estás bien?
—Algo, me dejaste inválido, me apetece un baño juntos, ¿me llevas a la bañera?
—Claro.
Steve lo cargo como princesa y lleno la bañera donde lo coloco y añadió burbujas.
—Hay pastel, compre uno para ti, comamos pastel ahora, necesito energía, tú tienes demasiada y sí que me extrañabas.
—Sí, mucho.
—No creo que pueda tenerte en mi culo de nuevo por ahora, pero si puedo satisfacerte con mi boca. Anda ve por ese pastel se me antoja comer una buena rebanada y después tu polla untada con merengue.
Steve enrojeció al acto, su miembro se levantó a la expectativa.
—Voy por él.
—Humm, si también trae champaña y unas fresas y algo de chocolate, luego ven a la tina conmigo.
Steve no tardo en volver y unirse al baño con su pareja a quien limpio con cuidado. Allí compartieron una copa de champan y varias fresas y bolitas de chocolate, además de su pastel. Aun en el agua Steve acaricio el trasero de Tony.
— ¿Duele mucho? lo siento, además te mordí demasiado.
—Sí, no sé si me duele más el agujero o las mordidas, pero me siento feliz. Lo gozado nadie me lo quita.
Tony contemplo sus marcas, algunas de ellas, pues no alcanzaba a ver todas. Pero fácilmente conto unas diez dentelladas. Había en su cuello, hombros, pecho cadera y muslos.
—Eres un salvaje amor.
—Tú también. —Respondió el capi que también portaba huellas similares. —Me mordiste hasta las nalgas.
Tony se encogió de hombros y sonrió.
—Son suculentas, ¿algún día podre ser yo el activo?
—Humm, sí, tu próximo cumpleaños te las regalare.
—Yai, eso me gusta.
Se besaron antes de salir de la tina y Steve sirvió a ambos otra rebanada de pastel. Traviesamente al gastar su rebanada Tony se sirvió una tercera Proción, pero esta no la comió, si no que quito el merengue para colocarlo en el miembro de Steve.
—Ahora voy a devorarte gózalo amor.
Se escucharon gemidos y gritos de placer, mientras Tony hacia disfrutar a su capitán de un muy feliz y dulce cumpleaños.
Lo retuvo como dijo durante todo el cuatro de julio allí en la cama, besándolo y mimándolo.
Tony dijo a Steve que podía ir a su misión, pero que se cuidara y fuera lo más rápido posible. Él le esperaría en casa y podrían volver a estar juntos. Si Fury se lo había pedido era porque era importante y vidas dependían de él. Así que al día siguiente Steve partió hacia Afganistán para luchar contra un poderoso grupo terrorista liderado por hidra.
Y tras quince días de extrañar a su pareja finalmente volvió con él. Tony le recibió con una sonrisa amorosa y le prometió una muy buena cena con Fondue cuando volverían a su torre, su hogar.
Fin.
Feliz cumple capi