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La Persona Que Es Para Mí por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Yugioh! ni ninguno de sus personajes me pertenece

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—Entonces... ¿dónde vives? —preguntó Marik.

— ¿Por qué? ¿Me vas a acompañar hasta mi casa? —jugó Malik con una sonrisa.

—Quizás —dijo simplemente.

Malik se sorprendió antes esto —lo siento, pero no me dirijo a casa —explicó.

— ¿Ah no? ¿Y a dónde vas? Si puede saberse —consultó.

—Pienso quedarme en casa de Yugi esta noche con él y Ryou —respondió —a mi hermana no le importará, nuestras familias se conocen desde hace mucho —se encogió de hombros.

—Ya veo —musitó el mayor —oye, dijiste que tu familia se encarga del museo de la ciudad ¿cierto?

—ajá ¿por qué?

—oh, es que mi hermano comenzó a trabajar allí hace unos días —explicó, desviando la mirada al cielo.

— ¿Ah sí? Hace varios días que no voy al museo pero la próxima vez estaré pendiente a ver... ¿Kuroi, cierto? —confirmó el apellido de ambos, aunque fuesen hermanos uno nunca sabe.

—Sí, pero... me gustaría que me llamases sólo por mi nombre —le dijo con su voz grave en tono seductor, mirándole a los ojos.

—Ahh... D-de acuerdo...Marik —pronunció lentamente, algo perdido en los rojizos ojos lilas del mayor.

—Eso está mejor... Malik —le respondió de la misma forma.

Malik se estremeció en su lugar. A pesar de la lluvia, fue justo en ese instante en que se dio cuenta de que el aroma de Marik era muy agradable para su sensible olfato. No pudo evitar que su nariz se agitara débilmente, como buscando más de ese aroma: Marik olía ligeramente como a madera y, junto a la lluvia, a Malik le recordó el aroma de los bosques, pero por sobretodo Marik tenía un dulce y hechizante aroma a canela que cautivó los sentidos del menor.
En un momento, Malik se halló a si mismo deseando averiguar si el sabor de ese chico era tan agradable como su olor; Malik se relamió los labios, sintiendo sus pequeños colmillos afilarse y crecer un poco, estuvo a punto de inclinarse sobre el hombro del mayor de no ser por la voz de Yami, anunciando que habían llegado a la calle por la cual separaban sus caminos, eso lo sacó de su momento de ensoñación.

— ¿De acuerdo? —Malik se sobresaltó cuando notó que Marik le hablaba ¿se habría percatado de su desliz instintivo?

—Perdona ¿Qué? —preguntó avergonzado.

Marik le sonrió, poniendo el tubo de la sombrilla en su mano —que te lo lleves, me lo puedes regresar mañana ¿sí?

—Eh, sí gracias —respondió aun algo ido —ah, pero ¿y tú?

Marik salió de debajo de la sombrilla —tranquilo, no me falta mucho para llegar a casa —le restó importancia, caminando hacia donde lo esperaban Bakura y Yami —nos vemos mañana.

—Sí, hasta mañana/Nos vemos —despidieron también Yami y Bakura.

—Hasta mañana —se despidieron a coro los tres hanyou, siguiendo su camino hacia la casa del menor.

Lo único que a Malik le pasaba por la mente era "¡¿Qué demonios estuve a punto de hacer?!"
Soltó un profundo suspiro.

—Malik ¿qué te pasó? —cuestionó Ryou —tus garras y colmillos se alargaron —hizo notar, cuando Malik le miró interrogante.

—Sí, y tu ritmo cardíaco está acelerado —añadió Yugi.

Malik se ruborizó un poco, pero sabía que si no se lo contaba a ellos no se lo diría a nadie más.

—E-es que y-yo —vaciló un poco —yo sólo... olfatee algo delicioso —confesó apenado.

— ¿Ah sí? ¿El qué? —preguntó ahora el tricolor, agitando tenuemente su nariz —lo único que percibo es el aroma de la lluvia.

—No lo sé, pero... Estuve a punto,, de morder a Marik —reveló al fin, cerrando los ojos por la pena.

— ¡¿Qué?! —chillaron los primos, sorprendidos.

Malik, sonrojado, se llevó ambas manos a las mejillas y cerró los ojos con suma pena —no sé qué diablos fue lo que me pasó, de no ser porque Atemu habló le habría mordido el hombro sin querer —expresó en un suave chillido que dejó a perfecta vista sus colmillos —fue un desliz de mi instinto animal o algo así —suspiró.

— ¿Quizás tenía un perfume o algo parecido en su maleta y eso fue lo que olfateaste? —planteó Ryou, tratando de calmar a su mejor amigo.

—No, no había ni gota de alcohol o algún químico en ese aroma... Era netamente puro —afirmó convencido, aunque estaba cien por ciento seguro de que ese había sido el aroma propio de Marik, pero no quería decirlo puesto que eso llevaría a una sola conclusión.

— ¡Kyaaa! ¿Puede ser que Marik te atraiga? —chilló Ryou con algo de emoción, mirando al moreno con ojos brillantes.

— ¿Tú crees que haya sido el olor de Marik lo que a Malik lo aturdió? —le preguntó Yugi a su primo, también sopesando aquella idea.

¡Genial! Pensó el moreno con sarcasmo, ni siquiera había tenido que decirlo, ellos solitos lo habían deducido.

—Ahhh, no lo sé —Malik largó un suspiro, si él mismo no estaba seguro no quería que sus amigos comenzaran a sacar conjeturas. Sería desastroso para él que algún malentendido de esto llagara a oídos de su hermana ¡no lo dejaría en paz! Sobretodo porque la de ojos azules todavía no había encontrado a su compañero de vida, aun a sus 22 años de edad. Por suerte ella no contaba con la opresión de unos padres que la incitaran a comprometerse y traer descendencia a su especie por estar ya en una edad más que idónea para procrear, como seguramente sucedería en otras familias. 
Aunque Malik sí que deseaba que su hermana le diera sobrinos, pero era más por el hecho de que, en un futuro, no fuese él el único encargado del museo.

Al ver el gesto apesumbrado de su mejor amigo, los primos decidieron dejar aquel tema por la paz, ya habiendo llegado a la casa del tricolor. Justo a tiempo para resguardarse de la lluvia que empeoraba, sumada a fuertes brisas que hacían nula la efectividad de las sombrillas, pues el agua caía prácticamente en diagonal.

"Espero que hayas llegado bien a casa, Marik" Malik se sorprendió a si mismo preocupado seriamente por el bienestar de su compañero de clases mientras miraba el aguacero por la ventana. Trató de convencerse a sí mismo que era meramente porque, aquel día, el mayor había sido muy atento con él y habían interactuado más de lo usual, pero aquel intenso aroma regresaba a su memoria y se le hacía agua la boca.
Sintiendo como su parte animal estaba algo alborotada, Malik decidió dejar salir su apariencia natural a ver si se tranquilizaba un poco mientras se retiraba la ombliguera húmeda.

—Con su permiso subiré a tomar un baño caliente —dijo Yugi, sacándose la chamarra del uniforme —no deseo pillar un resfriado.

—Está bien Yuu —le dijo su primo —prepararé un poco de té y luego me iré a bañar yo también —informó mientras se dirigía a la cocina.

—Llamaré a mi hermana, a avisarle que me quedaré aquí —informó Marik, tomando el teléfono.

—De acuerdo —musitó Ryou, poniendo a calentar agua en la tetera.

Malik esperó unos cuantos timbres a que si hermana le contestase, cuando pensaba que ser iría a la contestadora finalmente escuchó la voz de su familiar con voz agitada e incluso jadeante. Malik no le prestó atención, supuso que la morena simplemente había estado lejos del teléfono y se había apresurado para alcanzar a contestarlo.

—Hola hermana.

—Ah, eres tu Malik —dijo ella, tratando de tranquilizarse — ¿cómo estás?

—Ah bien, solo llamaba para avisarte que hoy pasaré la noche en casa de Yugi —informó —es que no quiero ir a casa con esta lluvia.

Ishizu miró su reloj de pulsera — ¿saliste ya de clases? —preguntó extrañada.

—Sí, nos dejaron salir antes por la tormenta que se avecina —explicó, jugueteando un poco con la sombrilla de Marik, la cual había puesto a secar junto a la suya y la de Yugi.

—Sí, comprendo. Yo espero que no me deje aquí atrapada en el museo —planteó ella, levantando un poco las persianas de la ventana en su oficina para ver hacia afuera.

—Hermana, nadie asistiría al museo con esta lluvia ¿por qué no cierras y te vas a casa antes de que empeore? —le propuso el menor.

—No puedo hacer eso, aún hay visitantes aquí dentro y sacarlos sería muy descortés e irrespetuoso —explicó en un suspiro.

—Ya veo... Bueno, ten cuidado hermana, y escríbeme o algo cuando llegues a casa —pidió el menor.

—Lo haré Malik, gracias por preocuparte —sonrió ella, enternecida con la actitud de su hermano.

—Hasta luego —colgó el moreno para luego ir hasta el sofá y tumbarse en el mismo, dejando que su cabeza colgara por el reposabrazos del mismo, tampoco quería que su pelo húmedo mojara el sillón de su amigo —Ahhhh —dejó escapar un suspiro a la vez que cerraba sus ojos y dejaba que su pomposa cola acariciara superficialmente su torso descubierto "Marik... ¿Qué estarás haciendo ahora?" suspiró por lo bajo antes de que unas blancas manos pusieran frente a sus ojos una humeante taza de té —Gracias Ryou —le sonrió aceptando la bebida caliente, perfecta para el clima que se traían.

-o-

Marik caminó del baño hacia su habitación con un largo y abrigador pantalón color crema y una toalla en sus manos con la que secaba su siempre alborotada melena ceniza, algunas gotas de agua tibia corrían aun por su torso pero él no prestó atención a ese minúsculo detalle y se lanzó a la cama con un suspiro de satisfacción, decidido a dormir un largo rato mientras, afuera, el agua golpeaba con fiereza todo en su camino.

Desvió su mirada a la ventana un momento para apreciar mejor semejante aguacero... y los tontos del colegio querían armar un partido, negó con la cabeza, pobres incautos, de seguro estaban empapados y buscando la manera de llegar a casa.
Sonrió pensando en el chico que le había salvado de correr la misma suerte con un simple comentario... ver su rostro sonrojado y sus apenadas sonrisas era tan agradable para él... ¿Acaso ese chico le interesaba?

Marik se durmió con el pensamiento de que Malik era un muchacho especial, más allá del hecho de que fuese un hanyou, era inteligente y agradable... incluso, un poco... Lindo.

-o-

Luego de atender la llamada de su hermano, Ishizu se tomó un momento para calmarse antes de salir de su oficina, había sido sorprendida por el timbre del teléfono cuando estaba sumamente perdida en sus pensamientos y por ello había corrido para poder atender a tiempo -cosa que no difería mucho de lo que había pensado Malik- solo que sus pensamientos eran algo diferente a lo usual.

─Señorita Ishtar ─le llamó una profunda y grave voz masculina desde el marco de la puerta, que había dejado abierta; la morena trató de no saltar en su lugar cuando esa voz le erizó por completo la piel.

─A-adelante ─cedió la morena, acomodando nerviosamente los dos mechones que tenía adornados por accesorios dorados y caían por delante de sus hombros.

─Señorita, le solicitan en la recepción ─anunció el moreno de pelo negro recogido en una coleta a su jefa.

─De acuerdo, gracias Kuroi ─la morena suspiró disimuladamente pero luego se reprendió y se convenció a si misma que, en presencia de ese hombre, lo mejor sería respirar disimuladamente por la boca, la esencia de ese hombre le alteraba su kitsune interna, podía sentir como la piel le cosquilleaba al pasar a su lado; tuvo que morderse el labio inferior cuando el hombre decidió acompañarla, su colmillo raspó suavemente la piel brillosa por su labial y sus manos acomodaron nerviosamente su vestido ─Perdone ─le llamó apenas sin darse cuenta de lo que hacía.

─Sí dígame ─respondió de inmediato, diligente.

─Me disculparas pero soy malísima con los nombres ─mintió apenada, solo buscaba crear algo más de confianza con aquel varón.

El mayor sonrió apenas ─Odion, señorita Ishtar ─respondió ─y no se preocupes, de todas maneras llevo poco de haber entrado a aquí.

Ishizu sonrió más abiertamente, realmente le encantaba la voz de ese hombre, casi la hacía suspirar. Pensó divertida que si estuviera en su apariencia natural, su cola estaría ondeándose de emoción.

─Puedes llamarme Ishizu… Odion ─mencionó ella, dedicándose su sonrisa antes de girar por el pasillo hacia la entrada del museo… a ver para que la necesitaban ahora.

El moreno de ojos pardos se quedó quieto unos instantes, sentía una incómoda calidez en sus mejillas cuyo origen ignoraba así que decidió sacudir su cabeza para alejar de su mente la imagen de la bella sonrisa de su jefa.

Ishizu le parecía una mujer tan hermosa como intrigante.

Continuará…

 

Notas finales:

Tenemos bronzeshipping a la orden del día, próximamente un par de capitulos con Puppyshipping y un emocionante giro a la hisotria que juntará más a las parejas en proceso.

Me alegra que les esté gustando la historia y gracias a todos por su apoyo.

Nos leemos, mis queridos nekitos! Cuidense mucho.

Ja ne~nya 


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