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Four seasons por kurotsuki_mikoto

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Notas del capitulo:

¡Siii! Les dije que no abandonaría fics (cofcofaexcepcióndeF1queestaenhiatussecretos) solo que...bueno, ya saben. La mayoría de fics que tengo en este momento son largos y tardo un poco en actualizar ¡pero lo hago!

Quiero agradecer rápidamente a todas esas lindas personas que siempre comentan, vienen a leer o dejan su voto. En serio, a pesar de que esta parte de los fics siempre la dejo rápido, leer hasta el más corto de los reviews o ver que el fic les esta gustando con sus votos me llega a lo más profundo de mi corazón de piedra ;w; -les lanza amor- ya más adelante voy a darles una sorpresa que espero tener lista (también puede que por eso me tarde un poco más con los otros fics que no son hijack lol) para antes de acabar el año x'D en fin.

¡No los distraeré con tanto! Es casi media noche y debo ir a dormir porque mañana tengo maratón de una clase desde las 8 hasta las 3. (Yep, milagro que siga viva)

Advertencias: En este capitulo, ninguna.

Aclaraciones: Ningún personaje aquí presente me pertenece, todo derecho es reservado a los creadores de HTTYD y RoTG

 

—Dialogo—

—Personaje cantando en voz alta—

Canción de fondo

<<Pensamientos>>

Era una excelente mañana, un día que empezaba con ambiente frío pero sin molestar a los estudiantes que eran cobijados por la luz del sol que les regalaba calor suficiente para no importarles la ventisca fresca que revoloteaba por todo el campus.

La fiesta fue un éxito como siempre, los últimos en irse fueron los que corrieron con la terrible suerte de limpiar como sonámbulos el gimnasio y uno que otro estudiante responsable que madrugaba paso a echar una mano a sus compañeros para no dejar todo el trabajo a los pobres desdichados que no podían barrer de forma apropiada por el sueño y cansancio que cargaban sobre sus hombros.

Bastaba con un vistazo rápido para distinguir la hora en que los estudiantes abandonaron la celebración de esa noche. Desde chicos que parecían querer echarse al primer banco que se les otorgara para dormir como dios manda, hasta estudiantes con la más vivaz de las sonrisas y con su energía totalmente cargada mientras caminaban de un lado a otro del pasillo.

Un estudiante corriendo a vomitar en alguna jardinera por el coctel de chatarra mal elegida y bebidas que pasaron por el control de seguridad de los profesores, una joven peinándose de forma torpe y adormilada frente al espejo de su casillero, un profesor fingiendo estar enfermo solo para no dar la clase y retomar sus horas de sueño que el escándalo juvenil le había arrebatado.

No importaba a donde fijara su vista, eso era lo único que captaba la atención de Jackson Overland. Pero a él no le interesaba el estado de sus demás compañeros de clase, y si no asistía a su primera clase era por culpa de su tonto hermano menor. Ese bobalicón que había visto por última vez a altas horas de la madrugada y si bien en ese momento no le parecía extraño, ahora que estaba en sus cinco sentidos era capaz de recapacitar sobre el extraño aspecto que Jack tenía hace solo unas horas.

Ojos rojos, pasos torpes y caminata tambaleante.

No, eso no era normal. Su hermano era idiota, pero no al grado de no poder mantener el equilibrio.

—No te preocupes Jacks— la pelirroja fue la primera en hablar a sus espaldas. Aún cuando intento no demostrar su preocupación cuando se quejo sobre el paradero del albino, ellas podían ver a la perfección ese lado protector que el mayor de los Overland llegaba a brindar sobre sus amigos y más aún con su hermano —Seguro está tirado en alguna jardinera o durmiendo en algún almacén.

—Vamos a buscarlo en el edificio B, quizá los de deportes sepan algo— Rapunzel se puso del otro lado del castaño, dándole unas palmaditas en su hombro a modo de apoyo. Mismo que Jackson apreció con una sonrisa algo cansada pero aún sosteniendo una mirada irritada para no dejar salir la preocupación sobre el regaño. —Ellos son los que siempre se quedan al último, quizá lo vieron.

—Sí, no creo que Don Betún haya durado hasta las seis y media de la madrugada.

Merida volvió a apoyar las ideas de encontrar a un Jack perdido en alguna jardinera o incluso en una de las rejas donde se guardaban los materiales de deportes y gimnasia.

Jackson solo pudo pensar en esas posibilidades y en callarse lo que realmente daba vueltas en su cabeza.

No era el lugar donde se encontraba lo que le perturbaba, si no en qué condiciones estaría.

.

.

—(—)—

Hoy hace un día excelente

No entiendo porque les gusta tanto este tipo de clima a los chicos. Los mejores son los nublados

Cada quien tiene sus gustos Astrid, a Hiccup y a mí nos gusta más cuando hay sol ¿verdad?

Lo siento pata pez, a mí también me gusta cuando está nublado y hace frío.

Eres un traidor.

Jack se tapo las orejas al seguir escuchando esas conversaciones en su cabeza, resonando como eco y taladrándole su cerebro con cada centímetro que movía su cuerpo.

Le dolía todo, la sensación de haber corrido un maratón hasta vomitar no fue lo único que aquejaba su cuerpo adolorido. No, como si no fuera suficiente también su estomago daba vueltas como lo haría el liquido en una licuadora, todo su cuerpo estaba entumido y su nuca tenía presente un punzante dolor como si un ladrillo se hubiese caído directo a su cráneo.

Ya se está despertando.

No se ve muy bien.

 ¿Por qué no dejaste que se fuera caminando solo?

Porqué esto no le hubiera pasado si vigilara mejor a los gemelos y patán. Es mi responsabilidad.

...Bien, en eso tienes razón. ¿Necesitas algo?

Pensó en decirles que necesitaba silencio o que se callaran de una vez para poder poner en orden todos sus sentidos y al menos tener otro que no fuera el oído a cargo de informarle la situación en la que se encontraba, pero los recuerdos borrosos de lo que sucedió horas atrás fue lo único que necesito para el cerrar la boca.

Había tres voces en ese cuarto donde el reposaba en una cama ajena. Escuchando la conversación que se desarrollaba a sus espaldas e intentando procesar el tiempo transcurrido y todo lo que se pudo haber perdido en ese tiempo o peor aún, lo que pudo haber sucedido en el tiempo que estuvo inconsciente.

Iré por algo a la enfermería. ¿Pueden cuidarlo de mientras?

El no necesitaba niñeras.

No puedo quedarme mucho tiempo Hiccup, en unos minutos empieza mí...

No te preocupes. Si están muy ocupados-

Estas tardando más en dar tu discurso que en ir actualmente por la medicina. Ve, yo me quedare con él.

Gracias Astrid.

Me debes un favor.

Y la risa incomoda fue lo último que se escucho antes de que la puerta se cerrara y el tan ansiado silencio reinara al fin en la habitación desconocida donde Jack descansaba. Dándole tiempo para reposar, respirar hondo una y otra vez hasta poner en orden sus ideas e irse irguiendo sobre la cama con cuidado.

—No creo que debas moverte todavía.

Y todo su esfuerzo casi se va a la quiebra por esa voz femenina que ahora surgía a su lado y le advertía que uno de ellos se había quedado a vigilarlo.

Bueno, podía sentarse sin ningún dolor específico o particular, esa era otra buena señal.

—Gracias y perdón. Pero creo que es mejor que me vaya a mi dormitorio.

— ¿Tienes prisa por vomitar afuera?

Las palabras duras y directas de la rubia causaron una molestia que no pudo sacar debido a los demás malestares fisiológicos que en ese momento estaba presentando.

—En parte— e intento sonreírle lo mejor que pudo —pero creo que ya les cause muchos problemas ayer.

—Sí, lo hiciste.

Por un momento Jack le iba a soltar un insulto para que dejara de buscarle pleito cuando él ni siquiera se podía poner de pie, pero los brazos que ahora lo ayudaban a apoyarse en ella lo sacaron de esa pequeña molestia temporal que su tono de voz le había ocasionado.

—Pero tengo un amigo que se gana los problemas él solo al punto que los busca, entonces no te sientas tan especial. ¿Cuál es tu edificio, el A o el C?

— ¿Por qué asumes que soy un nerd o de música?

Al ver que ella le transmitía un claro “creo que es obvio” sin soltarlo, se limito a reír un tanto incomodo de no poder bromear de otra cosa y ser obligado a recibir ayuda en silencio por el resto del camino.

Aun cuando no acostumbraba estar callado por tanto tiempo, en ese momento solo podía agradecerlo al mismo tiempo que maldecía a todas las deidades que se encargaban de estamparle el frío viento en su cara, el cual solo lo dejaba peor a como estaba.

—Perdón por esto, hasta aquí está bien— sonrió internamente cuando sus pasos por fin se detuvieron en el edificio C, ese que le pertenecía a los dormitorios de los estudiantes que iban por las ramas artísticas y tenían un poco de la pinta rebelde que Jack cargaba de forma natural en sus ojos aún con la resaca encima.

—De nada. Para la siguiente fiesta no confíes en nada de lo que traigan los chicos de rugby ¿oíste?— y a pesar de que nuevamente tenía un poco de ese tono mandón, Jack pudo notar que le daba algo de gracia a la rubia el estado en el que estaba manteniéndose firme en ambos pies.

—Creo que lo tendré en cuenta.

¿Club de rugby? Bueno, al parecer ya tenía claro en qué edificio estaba y de donde era el chico que le había ayudado. Sabía a dónde acudir.

Con más esfuerzo al que uso para erguirse en la cama, tuvo que caminar por los alborotados pasillos que solo daban martillazos sobre su cabeza y le asqueaban por el aroma a lavanda que la señora de la limpieza utilizo ese día para limpiar los pasillos.

Camino lo más erguido que su equilibrio le permitía, llegando a su habitación que apenas lo recibió con la puerta abierta, el ya se estaba dejando caer en su cama para dormir todo el día y si dios se lo permitía, también toda la noche.

No, no volvería a tomar una sola gota de alcohol y menos si era de dudosa procedencia. Ya le había quedado clara la lección.

.

.

—(—)—

Ya había recorrido cada salón de los edificios junto a Merida y Rapunzel y Jackson aún no encontraba rastro de su hermano.

Su celular que vibraba cada cinco a diez minutos para avisarle que llegaban mensajes, solo mostraban los nombres de sus amigas informándole del resultado que tuvieron en su búsqueda infructífera.

Poco a poco la calma iba abandonando las facciones preocupadas del mayor de los Overland, quien había dejado de fingir calma al caminar y solo podía apurar el paso para abrir la siguiente puerta de donde buscaba a su hermano. Una tras otra revelaban diferentes figuras en diferentes situaciones, pero ninguna era la que buscaba.

Una pareja besándose, el baño se hombres, el baño de mujeres, otras habitaciones que estaban llenos de inquilinos quejándose por su abrupta entrada. Salones ocupados con estudiantes hablando de tonterías, profesores sentados en la sala, señoras de la limpieza disfrutando de su descanso que los estudiantes les daban al limpiar ellos la escuela tras la fiesta de esa noche…

Ninguno era quien él buscaba.

— ¡Oye!

A Jackson no le pudo importar menos cuando uno de los tantos estudiantes que había interrumpido en su recorrido, ahora le reclamaba. Ya tendría tiempo para lidiar con los problemas que su falta de educación le pudieran causar. Por ahora la prioridad era encontrar a su estúpido hermano menor que estaba a nada de causarle un infarto y una paranoia…invertidos, pero el orden de los factores no altera el producto.

— ¿Buscas a Jack?

Y esas tres palabras fueron suficientes para detener los pasos del Overland que se quedo estático a medio pasillo. Dándose la vuelta para encarar al chico que lo llamó puertas atrás y ahora estaba lidiando más con el hecho de no estamparse contra él por el freno tan abrupto que había puesto.

¿Cómo sabía eso? Era obvio que los conocía, su banda estaba en el top cinco de la escuela y cada uno de ellos destacaba por algo en particular. Merida por su carácter, Rapunzel por su encanto, Jack por su espontaneidad y él por su rebeldía, los cuatro eran una extraña combinación de un “ying yang” evolucionado.

El problema ahí era, que si ese chico sabía dónde estaba su hermano, solo podía estar de quienes eran sus fans o del grupo envidioso que solía jugarles malas pasadas cuando tenían la oportunidad.

La verdad prefería que fuera del primer grupo, no tenía muchas ganas de formar todo un escándalo.

—Eres su hermano ¿no?

—Si.

Que lo preguntara confundido solo descoloco un poco a Jackson, aunque aprovecho esa confusión para recobrar la compostura y ver mejor a ese chico que tenía el cabello del mismo color que él y los ojos casi tan verdes como los de Rapunzel. Quizás un poco más oscuros pero igual brillaban de una forma extraña.

—Bueno, no te preocupes. Ayer se quedo dormido pero me acaban de enviar un mensaje de que insistió en que prefería regresar a su habitación.

Dicho esto el chico le tendió una caja con tres pastillas que estaban indicadas contra dolores de cabeza, molestias estomacales y acidez. Un bonito detalle que le dejo con un aproximado del estado actual de su hermano.

—Vaya, gracias ¿eres uno de sus fans?

—No en realidad, tengan cuidado la próxima vez que les ofrezcan bebidas de extraña procedencia. Y soy el encargado de los dormitorios de este edificio mientras el profesor no está, pero le ayude porque fue culpa de mis amigos que se pusiera en ese estado. La próxima vez va a ganarse una suspensión o expulsión si alguien lo encuentra así.

—…Bien ¿algo más que quieras agregar?

—Si, antes de quedarse dormido se cayó de la cama por intentar volver a la fiesta. Dijo algo de una apuesta y termino tirando la pecera.

Y ahora Jackson pensaba que no era buena idea seguir investigando que tantos desastres había hecho su hermano, por lo que dejaría el asunto morir ahí y mejor se dirigiría contra el responsable directo de todo eso: Jack.

—Gracias y perdón por las molestias que causo mi hermano.

—Está bien, creo que tiene futuro en las artes con esa voz. Suerte a ambos.

Jackson se quedó estático en su lugar, observando como el extraño se alejaba de ahí y ahora una nueva duda asaltaba su mente.

<< ¿Jack tiene una buena voz? ¿Cantó? ¡¿Él?!>>

Dirigió su andar a donde el desconocido había indicado que estaba su hermano, tenía que preguntarle si era verdad que había roto su pacto de silencio, restregarle que perdió la apuesta y sobretodo, regañarlo por todo el desastre que había tenido que pasar para poder encontrarlo.

De lo cual, lo último fue más emocional y mental, claro.

—(—)—

.

.

Jack al fin podía presumir que su cabeza se encontraba en mejor estado al de hace unas horas. No tenía una idea clara de cuánto tiempo había dormido desde que se dejo caer en su cama, pero lo que si tenía en cuenta era que el dolor actual de cabeza era por el hambre, el martilleo por la resaca, la resequedad en su garganta por la falta de agua y en su espalda por una posible caída que pudo apostar, fue contra alguna maceta cuando en algún punto de la noche intento pararse de manos.

Si, los recuerdos de la noche pasada estaban empezando a fluir en su mente como un rio que había sido estancado por la presa de algún castor quisquilloso.

Se había concentrado tanto en el hecho de no significar una molestia para los estudiantes que lo habían recogido de su miseria, que no se dio el tiempo de pensar como había llegado ahí y cuanto tiempo se quedo tumbado en ese lugar.

Pero no podía pensar con el estomago vacío, no. No iba a alargar más su tortura e inmundicia. Con eso en mente, se fue a dar una limpieza rápida al baño, un cambio de ropa cómodo y con los audífonos ya puestos se dirigió al comedor con esa pequeña burbuja imaginaria que lo aislaba del ambiente caótico de la escuela y lo dejaba solo con la música a todo volumen y a él. 

Al llegar a la cafetería de su edificio fue tanta su concentración en el menú y su hambre tan fuerte para obligarlo a no mirar alrededor, que la llegada de sus dos amigas casi le cae como plomo al estomago por lo efusivas que fueron al estrujarlo cuando lo encontraron y Merida lo golpeó en el hombro sin esperar siquiera a que se quitara los audífonos para escuchar el inicio de su queja.

—… ¡Todos los malditos edificios Jack, y no estabas en ninguno! Jacks está muy enojado, vas a pagar con intereses esto.

— ¿Estás bien? ¿No terminaste en ningún camión de basura, verdad?

Tuvo que mantener al margen las quejas (por parte de Merida) y las preguntas (ambas) que caían sobre su nula atención y limitarse solo a contestar lo que él había procesado hasta ahora.

—Estoy bien ¿si? Dejen pido algo de comer y les cuento todo lo que paso, me muero de hambre y desde mi punto de vista, es muy temprano como para ya tener los regaños de mamá Meri sobre mi pobre y seco cerebro.

A pesar de que ambas parecían ansiosas a su propia forma por escuchar lo que tenía que decir, aceptaron en darle espacio e ir a elegir una mesa mientras él se quedaba a escoger el menú que se encargaría de ahogar todas sus dolencias que tenía en ese momento y disfrutar de la música que sonaba en el comedor. La cual, a pesar de no ser la que él quería escuchar en ese momento, tampoco significaba que fuera desagradable como tal.

Ellos vienen arrastrándose desde la esquina

Y todo lo que sé es que no me siento seguro.

Si bien no le era fácil revocar los recuerdos de la noche anterior con aquel ambiente un tanto ambiguo que creaba la música junto con las expresiones cansadas y fastidiadas de quienes estaban a su alrededor, igual intento quitar eso de su atención y centrarse solo en lo principal.

Jack repasaba de forma rápida todo lo que sucedió luego de separarse por momentos de su hermano en aquella noche de fiesta. Después de bromear un poco con algunos compañeros, competir en baile con una chica de danza (lo cual no recuerda si perdió o gano), se había topado con el ruidoso grupo de rugby que lo invitaba a ser parte de un extraño juego que consistía de hacer apuestas, gemelos golpeando sus cabezas como chivos de montaña y un gordinflón que no dejaba de regañarlos por lo poco maduros que estaban siendo en frente de un extraño.

Siento el golpeteo en mi hombro y me giro en un estado alarmante

Pero ¿estoy perdiendo la cabeza? Realmente lo creo

Luego uno de ellos había mencionado tener una bebida energizante que serviría para durar despiertos toda la noche y celebrar junto al gallo el sol naciente. Recordaba vagamente haber aceptado beber un poco de ese liquido dulce que sus compañeros de ese momento le regalaron como muestra gratis.

Aunque también empezaba a tener en mente el hecho de que no era normal la sensación de adormecimiento en su boca y la acción rápida de los chicos de deshacerse de muchas pruebas físicas sobre el tipo de envase que habían llevado...Aunque no mintieron, también recordaba haberse llenado de extrañas energías que lo incitaron a dar un segundo baile por si solo e incluso ir a despedirse con naturalidad de su hermano y el dúo fémino que les acompañaba a ambos hermanos.

No es una criatura a la vista, pero lo que no sabe es que

mi respiración se hace más rápida y también lo hace mi latido del corazón,

Y ahora que forzaba su memoria, también recordaba lo poco estable (física y mental) que se había mostrado frente al castaño que había visto esa mañana en la alcoba donde amaneció.

Pequeños fragmentos de su conversación le hicieron morder su labio cuando llego a la parte donde incluso se atrevió a cantarle a ese chico extraño... ¡Dios! ¡Lo había cargado! ¡¿Cómo pudo olvidar algo tan vergonzoso como eso?!

Me gustaría que esto hubiera terminado,

me gustaría que esto sea un sueño pero...

He creado a un mounstro, un infierno dentro de mi cabeza.

<<Y cante...Oh dios ¡¿Por qué no me quede callado?! ¡¿Y QUE ES ESA MIERDA DE CANTAR CASUALMENTE?!>>

Aunque en su defensa, podía recordar el buen...perfecto...Lo amable que había sido dios al brindarle atractivo a ese chico que lo había salvado de hacer un ridículo todavía mayor al que había tenido esa noche.

No tengo dónde ir, estoy por mi cuenta

Oh, estoy tan asustado~

Recordaba también ese extraño y agradable olor a roble y madera que no solo estaba en la habitación del castaño, pudo jurar que también llego a discernir un poco de esa fragancia natural cuando estaba cabalgando su espalda a través de la noche. ..Y si forzaba más su memoria hasta podía llegar a recordar cuando lo sujeto de los..

<<¡No! ¡NO! Concéntrate Jack, eso no es lo más importante. Hiciste el ridículo y un estúpido integrante del equipo de rugby tuvo que ayudarte...lo cual es en parte su responsabilidad. Aunque si es guapo.. ¡No! ¡NO! Es por el alcohol, fue por culpa del alcohol. Por eso es que me sentía así y si sigo pensando en eso es porque en cierta parte agradezco el favor>>

He creado un mounstro, una bestia dentro de mi cabeza

No tengo dónde ir, estoy por mi cuenta

Mi mente se deteriora

Despiértame de esta pesadilla.

<<Solo fue amable y por eso sigo pensando en eso...en eso y, dios, porque coquetee con él. Siento la vergüenza caer sobre mi nombre porque coquetee con él sin conocerlo. Yo, Jack solterías locas, perdí el control solo por una noche y eso no volverá a pasar>>

Jack sonrió al ordenar de forma gradual sus prioridades, llegando al fin a donde la señora encargada de cafetería pregunto por sus deseos y el señalo con orgullo el menú menos saturado de grasas pero con suficiente glucosa como para llenar ese espacio vacío donde se supone, debería estar su estomago.

Al tener la charola de comida en sus manos, dio media vuelta para buscar el lugar donde Rapunzel y Merida se habían logrado posicionar en esa cafetería poco usada para ese día de descanso y justo cuando pudo divisar la posición de sus amigas la sangre volvió a sus mejillas

¿Por qué? Porque podía ver al dueño de sus preocupaciones a través del ventanal, caminando entre los chicos de rugby y hablando con la misma chica rubia que lo había llevado al edificio.

Espera, algo no se siente bien (se siente bien)

No, algo parece mal (mal)

Y me he sentido de esta manera...

¡Por demasiado tiempo!

Por un momento pudo sentir como sus dedos se tensaban al punto que parecían congelados, aferrados a la orilla de la charola para evitar que esta cayera de forma estrepitosa y su ansiada comida cayera al suelo.

Estaban solo a algunos metros de distancia, con mesas, sillas, sus amigos y un enorme vitral de por medio que los separaba y Jack no pudo evitar maldecir internamente al no haber recordado la maldita sonrisa sensual que ese tipo tenía.

<<No, Jack. Tu comida. Merida. Rapunzel. Perdiste la apuesta con tu hermano. Concéntrate. Vas a usar vestido>>

Pero sus intentos por apartar al castaño de su punto focal de atención perecieron cuando él levanto la mirada y por fin sus miradas se cruzaron.

A medida que mi visión se difumina, mi piel se enfría.

Apareciendo joven mientras estoy envejeciendo

Me dejo caer al piso y grito:

¿Alguien puede salvarme de mi mismo?

Jack podía escuchar a lo lejos como Merida le gritaba que se apresurara a sentarse, pero el estaba más concentrado en devolverle la mirada a ese par de ojos esmeralda que ahora se quedaban fijos en su figura. Porque se había detenido de su caminata y en su acción, la chica a su lado también lo había hecho y ahora lo veía igual que su acompañante.

¿Qué podía hacer? ¿Solo ignorarlo e ir a su mesa? Eso sería descortés, aún no le agradecía por completo ni se disculpaba, sobre todo por el penoso espectáculo que había tenido que cubrir al llevarlo a rastras a su dormitorio para encubrirlo y que no le llovieran notificaciones de expulsión por sus actos impulsivos.

Pero ¿qué hacía? ¿Quedarse como un tonto ahí, en medio de la cafetería viendo a la parte externa de la cafetería?

No tuvo que pensar más cuando una sonrisa broto de sus labios al mismo tiempo que el contrario y ese simple intercambio de sonrisas logro verter una sensación cálida en cada rincón de su estomago vacio.

—Jack.

Al escuchar su nombre viniendo de su lado, apenas pudo notar que esa voz no era del castaño que tenía del otro lado del vitral al otro extremo de la cafetería, no. No fue hasta que volteó aún con esa sonrisa estúpida en su rostro, que se dio cuenta de que quien lo llamaba en ese momento era su hermano con una sonrisa burlona y severa en el rostro.

—Creo que me debes una buena explicación de lo que paso ayer.

Oh no, en definitiva no iba a mencionar nada de ese maldito jugador encantador que hasta hace dos segundos le había sacado una de las sonrisas más estúpidas que Jack se podía imaginar.

No.

 

Merida y Jackson no lo dejarían en paz si se enteraban.

Notas finales:

Y hasta aquí llega el segundo capitulo, espero les haya gustado, no les moleste que algunos capítulos sean más cortos que otros y disfruten de la vergüenza que Jack estará atravesando en los siguientes capítulos :v ya si tienen una sugerencia de que color les gustaría que fuera el vestido de Jack, comenten ¡comenten!

Diganme que colores quisieran en el vestido que nuestro princeso va a usar para su ansiado examen de matemáticas. Recuerden que no hay respuestas erróneas ¡muajajajaja!

 


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