Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tan distintas e iguales por Yaoi lovers

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pareciera increíble que luego de una eternidad desaparecida(?) vuelva ahora, seguro es un milagro de navidad(?) aunque aún no sea la fecha pero ustedes me entienden xD

Pero bueno, mis vacaciones han sido bastante productivas y logré terminar este capítulo y avanzar bastante en el resto de mis historias (en caso de que alguien las lea, tenga por seguro que la actu llegará pronto)

Y ya, los dejo con el capítulo

—Mierda… Creí que podría llegar antes—luego de correr unos cuantos metros hasta llegar a la entrada del salón en que acordó encontrar a su amiga por fin llegó, con unos cuantos mechones de cabello sueltos de la coleta que había hecho rápidamente camino al lugar—Lo siento, salí apenas recibí el mensaje pero no sé que sucede con el tráfico de esta jodida ciudad—soltó un largo y profundo suspiro antes de levantar su mirada encontrándose con la pareja.


—Descuida, fue culpa nuestra por no considerar donde estabas y sólo pedirte que llegaras a esta hora—el chico se disculpó mientras apretaba un poco la mano de su prometida—Mejor pasemos, y de verdad disculpa por llamarte de manera tan apresurada.


—Ni lo menciones, son cosas de la organización, estoy acostumbrada a ello—soltó una pequeña risa mientras entraba a su lado intentando disimular lo alborotado de su cabello y acomodar las pequeñas arrugas que se habían formado en su ropa durante la carrera.


Una vez llegaron con los encargados del salón, y tras una nueva ronda de disculpas por el retraso, comenzaron a aclarar las dudas que habían surgido para realizar la distribución de las mesas y los artículos que utilizarían para la decoración además de algunos problemas que habían tenido para encontrar algunos objetos del color que la pareja solicitaba.


Luego de casi una hora por fin terminaron de afinar detalles y pudieron partir, lo cual la más baja agradeció enormemente pues apenas puso un pie fuera del lugar soltó su cabello y lo revolvió causando un par de risas.


—Odio las bodas, definitivamente...—se estiró tanto como le fue posible antes de girar hacia la pareja—Quiero decir, no odio el hecho de casarse o de querer celebrarlo pero simplemente no soporto la organización; no están pidiendo colores extravagantes o que sean muy difíciles de encontrar en varias tiendas pero les encanta poner trabas para hacer lo que les salga más fácil.


—Creo que estás exagerando un poco, tampoco me agradó que quisieran cambiar todo de un momento para otro pero sabes mejor que nosotros que es lo que siempre hacen ¿O no?—tomó el brazo de su pareja mientras se acercaba a ella—Gracias por venir, de verdad. Sé que tienes otros asuntos que arreglar y que no debería pedirte de la nada que vengas.


—No tengo problema con eso, acabo de terminar mi último proyecto y tengo algo de tiempo antes de que vuelva a necesitarme—volvió a estirarse una vez más antes de mirarlos—Pero bueno, será mejor que me vaya. El trabajo está hecho pero mi casa es un desastre.


—Puedes ir a arreglar después, primero vamos a comer y no quieras poner como pretexto el desorden en casa, nunca has sido fanática de la limpieza.


—En verdad no es necesario, con tantas cosas por hacer que deben tener aun lo que menos quiero es que las dejen por mí.


—Angélica, por favor acepta nuestra invitación—esta vez fue el chico quien lo pedía con una amable sonrisa mostrándose en sus labios—Ara y yo en verdad estamos muy apenados por hacerte venir de esta manera.


—Esto no es justo, son dos contra uno—fingió un pequeño puchero mientras los miraba—No soy muy fanática de comer fuera, no siempre me gusta la sazón y no quiero hacerlos gastar en algo que no terminaré—no era del todo falso, pero tampoco se sentía totalmente a gusto yendo a comer con la pareja siendo que su consciencia no paraba de gritarle lo sinvergüenza y mentirosa que era.


—No te preocupes por eso, iremos a un lugar donde cocinan delicioso y tienen precios accesibles—el mayor ni siquiera espero su respuesta antes de dirigirla hacia el lugar que comentó.


Se sentía incomoda y no lograba quitar ese sentimiento. No es que la pareja se mostrara muy acaramelada o que hicieran algo en particular que le molestara pero era difícil para ella fingir que todo estaba bien cuando cada día no dejaba de pensar en lo diferente que pudieron ser las cosas si en algún momento se hubiese declarado.


Apenas y había tomado un par de bocados de su plato cuando la más alta la miró fijamente. En cuanto sintió su mirada volvió a comer intentando parecer normal pues le preocupaba que su amiga comenzara con un interrogatorio.


—¿No te gustó la comida?—el chico la miró dejando sus cubiertos para mirarla—Pensé que podría gustarte.


—No, no es eso—rio un poco antes de tomar otro bocado—La comida está muy buena, sólo estaba pensando...—fingió la mejor de sus sonrisas antes de dejar sus cubiertos—Llevaban muchos años ya y apenas me doy cuenta de lo bien que se ven juntos, sólo me sentía tonta por notarlo hasta ahora—rio un poco sintiendo el nudo volver a subir hasta su garganta.


Podía escuchar su voz interna gritando lo patética que era, lo despreciable que era fingir verdadera felicidad al ver a su primer y más grande amor casarse y lo pésima amiga que era mostrando algo que no era.


Quitó su sonrisa antes de mostrarse sorprendida buscando a tientas su celular en el interior de la bolsa del pantalón mirando rápidamente la pantalla antes de tomar la llamada.


—¿Es en serio...? ¡Eres horrible! Te odio ¿Sabes?—soltó un suspiro pesado negando un poco con la cabeza—Sí, sí, ya lo sé. Claro, te veré ahí—rodó los ojos antes de mirar la pantalla haciendo una mueca hacia ella.


—¿Pasó algo?—la pareja la miró curiosos antes lo que acababan de escuchar.


—Es Sandra, al parecer surgió un problema con el proyecto y va a necesitar ayuda—suspiró profundo mirándolos con una mueca cansada—De verdad lo siento, estaba disfrutándolo mucho y en verdad la comida fue maravillosa pero...


—Te entendemos, debe ser algo muy complicado para ti. Pero no te preocupes, podemos salir juntos cualquier otro día—el más alto sonrió mientras la chica se levantaba de su asiento.


—Gracias, y en serio perdón por irme así—revolvió entre sus cosas para buscar su cartera hasta que él la detuvo.


—Déjalo así, fue nuestra invitación.


—No, no. No puedo aceptarlo así nada más.


—Anda, de verdad no es necesario. Deberías darte prisa para llegar a tiempo con ella.


Y tras un par de disculpas más tomó sus cosas y salió casi corriendo del lugar.


Eres patética, lo sabes. Ni siquiera eres capaz de decir lo que sientes y afrontar tus problemas ¿De verdad fue mejor huir fingiendo que tienes trabajo?


Una vez más su voz interna se encargaba de recordarle su cobardía, últimamente esa voz no paraba de gritarle y sumirla aún más en su miseria.


—Carajo, esto es simplemente horrible—luego de un par de cuadras corriendo se detuvo en una esquina apoyando su espalda en la pared de uno de los edificios apretando los ojos ante la frustración que eso le causaba.


Se sentía aún peor de lo que se había sentido los días anteriores y no pudo hacer más que volver a casa y tumbarse nuevamente en el sofá.Estaba consciente de que eso no solucionaría nada pero no podía evitar volver a caer en ese estado.


Luego de un par de horas decidió salir de nuevo al parque intentando despejar su mente y evitar pensar en lo que acababa suceder.


Estaba tumbada en el pasto mirando hacia el cielo. Se sentía impotente y frustrada por su comportamiento y no encontraba la manera de remediarlo.


¿Qué podía hacer? No fue su decisión enamorarse de su mejor amiga y nada podía hacer para que las cosas cambiaran, que la chica terminara por enamorarse de ella y que la pusiera sobre ese chico a quien tanto quería y que tantos momentos felices le había dado.


Se sentía la peor persona que pudiera existir y no hizo más que cerrar los ojos con fuerza intentando con ello borrar todo rastro de culpa que guardara.


Todo hubiera sido perfecto de no ser por esa chica que volvió a atravesarse en su camino. No se sentía de humor y verla ahí sólo empeoraba las cosas.


—Si quieres fastidiarme vuelve otro día, hoy no tengo ganas de discutir—volvió a cerrar los ojos intentando ignorar su presencia.


—Que carácter... A tu edad y con esa actitud de porquería no vas a llegar a ningún lado—era extraño, pero por alguna razón le gustaba provocarla para ver su reacción.


—¿Es en serio que piensas fastidiarme hoy?—suspiró profundamente frunciendo un poco el ceño aún sin verla— De verdad no tengo ganas de discutir y si sólo quieres hacerme el día más mierda será mejor que te vayas.


—Hey, tranquila—se sentó a su lado apoyando sus brazos en sus rodillas mirando hacia la nada—No quiero fastidiarte, sólo me pareció curioso verte aquí a esta hora del día con esa ropa y sin tus audífonos puestos pegada a esa libreta tuya.


—¿Y por qué tanto interés de pronto? Apenas me conoces, además, creo que eres la menos indicada para opinar algo sobre mí perdiendo el tiempo aquí cuando desde que nos conocemos no haces más que venir y dejar correr las horas.


—Para tu información son descansos creativos, no podrás negarme que este sitio es tan increíblemente tranquilo que deja fluir tus ideas.


—No voy a negarlo, por eso siempre vengo aquí buscando inspiración. Y eso no tiene nada que ver contigo...—había bajado la guardia pero no seguiría así—Tu misma dijiste es tan tranquilo que deja fluir tus ideas así que sólo mantén la boca cerrada y que tus ideas fluyan.


—De verdad no entiendo porqué siempre eres tan agresiva—soltó un largo y profundo suspiro antes de mirarla—No puedes pensar que toda la vida el mundo va a hacer algo contra ti.


—En verdad no tengo ganas de discutir y menos contigo, si lo único que quieres hacer es molestarme sólo ve y piérdete lejos hasta que me sienta con ánimos.


—¿Qué te hicieron para que estés tan resentida con la vida?


—Si no piensas irte dilo de una vez para que sea yo quien se largue, me fastidia soportar a alguien como tú cuando no tengo humor.


—De verdad no entiendo porque tienes esa actitud ¿Qué ganas quejándote todo el tiempo y pensando que tu vida es lo más miserable que exista?


—¿Disculpa? ¿Y quién te crees para venir a decirme eso?—una vez más había agotado su paciencia y no pudo evitar reaccionar de manera agresiva nuevamente—¿A ti que más te da si quiero sumirme en la miseria y pensar que el mundo conspira en mi contra? ¿Te afecta en algo ni negatividad? ¿Te causa algún problema que esté contra el mundo y sólo piense en la manera de alejarme de todo?


—¿Ves lo que digo? Deja de tomarte todo como una agresión. Simplemente quería conversar porque te veías muy dispersa, es extraño porque las veces que vienes aquí te ves bastante animada y traes todas tus cosas mientras te dedicas a hacer no sé cuántas cosas.


—¿Y qué? Simplemente hoy no tengo ganas de nada de eso, no estoy de humor para dibujar o para ir a ver a Sandra. Quiero estar tranquila, si no puedes respetar eso no es problema mío.


—No te entiendo, sólo eso—volteó hacia la mayor quien ya se encontraba mirándola—Quizá de mí sea de quien menos quieras escuchar un comentario y lo entiendo pero siempre te ves tan solitaria...


Sus miradas se encontraron y la más baja pudo notar el interés que la chica frente a ella mostraba. Simplemente suspiró antes de desviar su vista hacia otro punto apoyando su rostro sobre sus manos que ahora descansaban en sus rodillas.


—No es que quiera entrometerme y disculpa por haber escuchado tu conversación pero no creo que pelear con tu familia sea la opción adecuada aún si eres mayor de edad.


—¿Disculpa? Los términos con mi familia no son un problema... O al menos no por ahora—suspiró profundo pensando en la situación que ocultaba a toda su familia excepto su hermana.


—Te escuché hablando con tu madre, fue la vez que pensé que estabas faltando a clases. Y en verdad perdón pero de ninguna manera lo que dijiste muestra que estés en buenos términos ¿Qué es lo que no aceptan de tu vida?


—Mi mamá ya ni siquiera se molesta en discutir conmigo, está cansada de ello. Por eso prefiere tratarme como si tuviera cinco años y sólo preocuparse porque entregue el trabajo a tiempo, coma y tenga ropa limpia.


—¿Y es el que te traten como niña lo que causa la discusión?


—¿Esto es terapia? Déjame decirte que fui por mi propia cuenta a dos sesiones y preferí no volver, no va a funcionar contigo.


—No quieres escuchar esto de una chiquilla como yo pero créeme que lo entiendo. Papá no soportaba la idea de que su única hija quisiera romper la tradición de la familia y quisiera dedicarse a escribir. Y mucho menos que fuera una desviada y mamá no está dispuesta a perder al amor de su vida. Créeme que entiendo mejor de lo que desearía que tus padres no soporten lo que eres—buscó en su bolsillo el cigarrillo que había guardado dispuesta a acabarlo en menos de lo que tardaría encendiéndolo.


—¿En qué momento mi terapia se volvió un grupo de auto—ayuda? ¿Ahora vamos a reventar los globos que representan lo que nos hace daño y queremos desechar de nuestra vida?—una sonora risa escapó de sus labios—Eres increíble ¿De qué centro vienes?


—¿Por qué no puedes tomarte esto en serio? Sólo quiero ayudar, quizá sea para sentirme menos miserable o lo que sea pero al menos finge que te interesa—el volumen de su voz se había elevado y la más baja no pudo evitar sorprenderse—¿Sabes qué? Tenías razón, esto es un completa locura, no sé que intento hacer con esto.


—Eres rara ¿Segura que no estás en drogas?—una pequeña risa escapó de sus labios antes de girar ligeramente su rostro para mirarla—Sólo de esa manera entendería que actuaras así.


—Quien está en drogas debes ser tú, hace nada estabas reclamándome y ahora vienes con esto ¿Qué sucede contigo...?—estaba confundida y ese sentimiento sólo había conseguido que el volumen de su voz se elevara mientras la miraba fijamente.


—Sí, quizá sea yo quien las consume...—suspiró profundamente antes de que su mirada volviera a perderse en alguna parte del cielo—Al menos me hiciste reír y eso es algo que la mayoría no puede.


—De verdad eres increíblemente extraña, no te entiendo—suspiró profundo estirándose un poco antes de mirarla—¿Qué tanto traes en la cabeza...?


—Bueno, tampoco es para qué te sientas con tanta confianza...—se levantó de su lugar sacudiendo un poco su ropa antes de mirarla—Me hiciste reír y lo que sea pero ya fue suficiente, me largo porque tengo demasiadas cosas en las que pensar...—y tras decir aquello comenzó a caminar sacudiendo ligeramente su mano hasta perderse de vista de la más alta.


—Lo dicho, es demasiado extraña—sonrió un poco negando ligeramente con la cabeza antes de encender el cigarrillo que dejó a un lado mientras hablaba con la más baja.


Era extraño pero sólo pudo consumir la mitad antes de hartarse del aroma y terminar por apagarlo y depositarlo en el bote más cercano. Extrañamente sólo tenía ganas de volver a su departamento y encerrarse en él mientras dejaba pasar el tiempo.


Conforme caminaba optó por tomar su celular y marcar rápidamente el número de Carolina, seguramente estaría en la editorial o en algún lugar buscándola, pues aparentemente había desparecido de la faz de la tierra.


—Diga—su voz denotaba la intriga que el número desconocido que marcaba la pantalla le causaba.


—Hola Carolina, que gusto saber que sigues ahí y no tienes intenciones de acabar conmigo luego de todo este tiempo—caminaba por el parque antes de sentarse en una banca una poco apartada dispuesta a aclarar el asunto pendiente con su editora.


—¿Qué quieres Verónica? Ha sido un martirio soportar las preguntas sobre el manuscrito y que ni siquiera tenga idea de que es lo que pretendes.


—Justo por eso llamaba, aún no he terminado siquiera el prólogo pero al menos ya empecé. Sólo por si te interesa. Puedo enviarte las notas que tengo para la redacción hasta el primer capítulo, luego de eso no tengo más—jugó con sus dedos sobre su pierna mientras se preparaba para el reclamo de la mujer.


—¿Tengo que recordarte que tienes como plazo un año para terminar el manuscrito?—la castaña dejó lo que hacía antes de apoyar su codo en el escritorio presionando suavemente sus sienes.


—Lo tengo más que claro, de no ser así seguiría sin siquiera acercarme a un trozo de papel—rodó los ojos, estaba consciente de que la plática sería pesada pero en el fondo no se sentía preparada—¿Vas a querer las notas o prefieres que llegue hasta el primer capítulo antes? Mi nueva dirección te la daré en unos días, por el momento quiero seguir con mis vacaciones.


—Será mejor que la envíes, si preguntan no quiero seguir sin saber que sucede—soltó un profundo suspiro antes de abrir su correo electrónico esperando el momento en que la chica lo enviara.


—Bien, entonces voy a mandarlo en cuanto vuelva. Sólo no esperes que lo envíe de inmediato, hay un par de cosas que quiero hacer antes. Cuelgo—y sin más aviso cortó la comunicación volviendo a guardar el aparato y emprender el camino de regreso a casa.


Aún sin muchos ánimos volvió hasta el escritorio y comenzó a re—escribir el párrafo que no terminaba de convencerla y, aún con los sorprendida que ella misma se sentía, logró avanzar más de media página en un tiempo considerablemente corto.


Resultó menos descriptivo que al principio y con eso se dio por satisfecha. Pese a eso, aún tenía la sensación de que algo hacía falta en la historia pues simplemente sentía que el rumbo que estaba tomando se alejaba completamente de su estilo actual.


Era extraño que por primera vez el tema central no fuera ni el romance ni el misterio pues, al menos hasta donde lo tenía planeado, lo más importante sería el desarrollo de su personaje principal y el cambio tan radical que había tenido desde el final de su saga anterior.


—Esto es un asco...—dejó su peso reposar sobre el respaldo de la silla mientras cubría sus ojos con su antebrazo—Definitivamente debo enviarle esto a Carolina para que me haga notar lo estúpido que es cambiar por completo la línea que sigo—dio un rápido vistazo a su alrededor buscando indicios de alguna cerveza oculta por ahí—Joder... Tendré que volver a salir...—volvió a suspirar de manera pesada antes de levantarse y tomar su cartera para re-abastecerse de bebidas, no sin antes enviar los documentos a la editora.


Había preferido ir hasta el centro comercial, pues sabía de sobra que no encontraría más que cerveza en la tienda de autoservicio y estaba un poco cansada del sabor, y tras recorrer algunas tiendas por fin encontró algo que la mantendría ocupada el resto del día.


Justo cuando terminó de pagar y estaba dispuesta a salir se encontró con una chica bastante atractiva, totalmente su tipo, quien se encontraba sola rondando las tiendas.


—Sólo una, no creo que sea grave si Carolina no se entera...—y sin esperar más se acercó a la chica, sabía de sobra como conquistarlas y, si todo salía bien, esa noche no sólo tendría compañía para salir a embriagarse.

Notas finales:

Y eso fue todo por ahora, espero estar de vuelta pronto y felices fiestas (por si no vuelvo para esas fechas xD)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).