Miraba hacia atrás en ocasiones, podía sentir la adrenalina en mi cuerpo, ansiedad y miedo en caso de que me alcanzara, era fácil para mí meterme entre la gente y perderme de vista pero aun así el me seguía de alguna manera el paso y me era imposible el perderlo.
Podía escuchar el cómo gritaba mi nombre, pero no me detendría ¿Qué haría ahora? Ya se, iria a casa de Kise, doble la calle dirigiéndome hacia aquella dirección. Mientras pensaba aquello me di cuenta que ya no se escuchaban los gritos de Kagami-kun así que me detuve en una esquina para mirar hacia atrás, en la calle menos concurrida irónicamente logre perderlo, ya no venía detrás de mí. Sentía mi corazón palpitar como frenético después de aquella huida, no tenía tanta condición.
Estaba tan distraído que no escuche aquellos pasos que se acercaban a prisa detrás de mí, y de pronto pude sentir su agarre en mi espalda.
-¡No! ¡Suéltame!
-Solo escúchame por favor
Abrí mis ojos y note que en sus manos tenía un ramo de rosas ¿enserio pensó que eso podría funcionar? Las rosas no arreglarían nada, seguro primero se las había regalado a ella y al ver la situación se las quito. No quiero eso.
-Ya no hay nada de qué hablar –Forcejeaba para soltarme de su agarre aunque bien sabia que eso de nada iba a servir.
-Lo hay estas confundiendo las cosas –Susurraba en mi oído –Vamos a casa, ahí te explicare todo y…
-Te estoy diciendo que no quiero saber nada, solo déjame ir por favor –La paciencia se me estaba acabando y ya no quería seguir llorando, sentía mi cara muy caliente y mis ojos ya ardían.
Me apretó fuerte y luego me dio un pequeño zangoloteo en manera de “Cálmate ya y deja de moverte” eh inconscientemente hice caso, deje de mover mi cuerpo y así mismo de llorar, oh eso trate… Puse mi típica cara seria de “no me importa nada” pero aun dolía.
Nos quedamos así unos segundos más y al poco tiempo me bajo y me volteo para mirarnos a los ojos, por el reflejo de un auto que se detuvo para dejar pasar aun peatón pude ver mi expresión, mi cara estaba roja y mis ojos claramente hinchados, aun así mantenía mi cara seria.
-Para ti…
Me ofreció las rosas, levante mi ceja ingenuo, no queriendo creer lo que Kagami-kun intentaba hacer.
-No las quiero.
Pero el tomo mi mano y me hizo agarrarlas firmemente.
-Escúchame, no es lo que crees… yo… No te engaño
-Estabas en la zona de hoteles con otra mujer
-Sí pero…
-¿Tienes otra excusa para eso?
Kagami-kun bajo la mirada, lo sabía, ya no había más que decir.
-Tienes razón…
Mi corazón estaba terminando de romperse.
-Te estuve engañando un tiempo…
No quería escuchar eso.
-Yo… no salía a donde te decía, ni estaba con Aomine…
Cerré mis ojos, en una manera de suavizar el golpe
-Realmente… Realmente… estaba haciendo esto… Tetsuya…
El escuchar mi nombre en un susurro suyo hizo que mi piel se erizara.
-¿Quieres casarte conmigo?
Abrí mis ojos de golpe, Kagami-kun ya no estaba frente mío, baje la vista y ahí estaba de rodillas sosteniendo una cajita negra que en su interior tenía un anillo.
Estaba atónito ante aquella escena no entendía nada, entonces… ¿Realmente no me estaba engañando? Al parecer Kagami-kun entendió el porque la confuncion en mi cara así que tragando saliva continuo…
-La razón de los mensajes es verdad, hablábamos de comida…
-El último mensaje… el ultimo… hablaba sobre… "Trajes" y… juguetes… algo que… a ella le entraba a la perfección y…
-Sí, el traje es el que yo usaría para pedirte matrimonio, yo… quería hacer esto especial, con nuestros amigos y familia, sobre "entrarle a la perfección" se refería al anillo, ustedes tienen el mismo tamaño de dedo así que le pedí ayuda también para el anillo, y sobre los juguetes... es tan descarada que dijo que de regalo de compromiso nos regalaría "eso" así que, a eso se refería el mensaje.
Si lo pensaba adecuadamente y con la cabeza fría… todo tenia lógica.
-Ella, dijo que le habían gustado los batidos de vainilla, así que ella me ayudaba gratis y a cambio yo le pagaba con los batidos, pensé que te enojarías así que decidí escondértelo, y sobre pedir tu mano... también quería que fuera sorpresa.
Pero debido a mis celos, arruine la sorpresa de Kagami-kun...
Comencé a llorar nuevamente, levante mi mirada y alrededor ya había gente que nos miraba, algunos curiosos y otros con una sonrisa en su rostro, yo había sido tan tonto al desconfiar de Kagami-kun, el jamás, jamás me haría eso.
-Kuroko -Baje mi mirada y ahora MI Kagami-kun sonreía, una sonrisa tan tierna, tan hermosa, que me llenaba de felicidad y seguridad.
-Tetsuya… ¿Te quieres casar conmigo?
Tape mis ojos con mi brazo… ya era imposible ocultar tanta felicidad.
En verdad había sido un idiota, desconfié del hombre más honesto, puro eh inocente que existe en este mundo, del hombre que me ama y que yo estoy perdidamente enamorado de él. Mire por debajo de mi brazo, Kagami-kun me miraba con ternura…
-Entonces… ¿Aceptas?...