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Amor Paralelo... por yue_kori

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Notas del capitulo: A todos mis queridos lectores les debo una GRAN disculpa por tanto tiempo de espera eh inactividad, créanme cuando les digo que no fue intencional, nunca dejaría una obra a medias así que no se preocupen, sufrí un lapso de falta de inspiración, quizás por que la historia esta llegando a su clímax y quiero que sea perfecta, es una historia a la cual le he tomado mucho cariño y no quiero decepcionarlos.
Escribiendo este capitulo me sentí como si escribiera mi tesis, escribí fácilmente 4 versiones antes de quedar satisfecha, con esto dicho, he aquí un capitulo un tanto largo para su disfrute, espero, no volver a tardar tanto para la próxima actualización, gracias por su comprensión y paciencia.
Con mucho amor, Yue <3

Mañana... 




Despertó cálidamente no sabía en donde estaba, pero si sentía el calor de un cuerpo ajeno muy próximo el suyo, se encogió un poco más y se acurruco entre las sabanas, después de todo no era raro que Nigou se acostara junto a él, pensó por un momento Nigou... 




Fue entones que reacciono, abrió sus ojos al recordar que Nigou no podía estar con él, retiro las sabanas de manera rápida y violenta, intentando ponerse de pie de manera apresurada cayo de la cama estrepitosamente.  




Akashi despertó por el repentino movimiento en la cama, sin embargo, no abrió los ojos sino hasta que escuchó un ruido sordo que lo tomo por sorpresa y lo hizo incorporarse de golpe en la cama hasta quedar sentado, se apresuró al borde de la cama para ver que había sucedido, su sorpresa fue grande, no tanto por la caída, más bien por la escena que presenciaban sus ojos, Tetsuya se encontraba tirado en el suelo enredado con las sabanas, lo único que se visualizaba era una de sus piernas, su rostro con aquellos hermosos ojos color cielo y un tinte de rojo en sus mejillas adornadas por un mechón de cabello azul que apenas se asomaba bajo la blanca sabana, aquella visión para él era la de un ángel caído del cielo, y él era un demonio dispuesto a devorar a aquel ángel, era simplemente algo tentador, tan hermoso, tan perfecto. Bajo de la cama tranquilo, por lo que veía no había sido una caída grave, debido a eso con tranquilidad quito la sabana enredada en el cuerpo del celeste, lo tomo por debajo de las axilas y lo cargo hasta ponerlo sobre su regazo, recordaba haberlo cambiado de ropa a una que fuese cómoda para dormir, una playera algo grande para él pero que se veía muy cómoda, era la misma con la cual lo habían fotografiado, sí, aún conservaba aquellas fotos que se habían tomado de manera clandestina, se sorprendió por el cabello alborotado que tenía Tetsuya, era como si se hubiese movido toda la noche cosa que él podía dar constancia no había hecho, rio quedamente.  




-Buenos días Tetsuya, ¿qué tal amaneciste? -aquello último no puedo evitar decirlo en tono burlón. - ¿Sueles despertar de esta manera todos los días? -mientras decía aquello se aseguró de enredar ambos brazos en la cintura de aquel maravilloso ser. - ¿Te duele algo? - pregunto con cierta seriedad. - 




Sus mejillas ruborizadas tenían varias explicaciones, entre ellas la vergüenza de ser visto de aquella manera, pena de encontrarse en aquella posición tan comprometedora, pero la que predominaba en este momento sería la del enfurruñamiento por la burla recibida.  




-Gracias Sei. -ante todo la educación. -pero por el momento estoy bien. -poso sus manos sobre el fecho firme de su pareja. -Yo... -sus ojos se encontrar con aquellos hermosos orbes desiguales, rojo y dorado que le robaron la respiración y lo dejaron sin palabras. - 




- ¿Tú? -pregunto juguetón el pelirrojo. -aprovecho su cercanía para pasar su nariz por aquel blanco cuello aspirando así el dulce aroma natural del celeste. - 




-Ammm... -un suspiro escapo de sus labios involuntariamente, la sensación que provocaba aquella nariz sobre su cuello le provocaba algo parecido a un escalofrío. - 




-Eres muy sensible Tetsuya. -susurro contra el cuello ajeno, aquel que tato le encantaría besar y morder para dejar marcas en él, para que los demás supieran que aquel hermoso ángel ya tenía pareja, sin embrago, se contuvo, o por lo menos lo intento pues comenzó a dejar besos en aquella blanca piel. - 




Los besos eran suaves y húmedos al mismo tiempo, algo que Tetsuya no había sentido, no por lo menos de aquella manera, así que intento parar aquellas acciones antes de que llegarán a más.  




-Se... Sei –dijo como en un suspiro mientras con sus manos tomaba el rostro contrario intentando que sus ojos se encontraran, sin embargo, eso fue su perdición. -  




Perdió toda fuerza de voluntad y poso sus manos en los hombros del contrario cuando pudo ver aquellos ojos bicolores un brillo especial los envolvía, un deseo que lo dejo paralizado, por el contrario, aquel iniciador de todo puedo ver en aquellos ojos más claros que el cielo cristalizados, casi como si fuese a llorar, sus mejillas rojas, su respiración agitada, labios entre abiertos, tan tentador, tan erótico, tan Tetsuya... 




No lo pudo evitar, es más ni si quiera lo intento, atrapo el rostro del contrario y se acercó a él besando aquellos labios, aquel beso era totalmente diferente a los que antes había dado, ahora estaba completo, entregaba todo, era él, eran ellos; comenzó de manera tranquila, los movimientos eran suaves para que el celeste, quien se notaba no tenía mucha experiencia en ese campo, lo pudiera seguir, acaricio con su lengua aquellos tiernos belfos pidiendo permiso para adentrarse en aquella cavidad, para profanarla a su antojo, el permiso fue concedido de manera casi inmediata, el celeste se estaba dejando llevar, en ese momento no pensaba, solo reaccionaba. 




Las traviesas manos de Sei abandonar el rostro del contario, una de ellas tomo la nuca de Tetsuya enredando sus dedos entre los sedosos cabellos celestes empujando suavemente su cabeza para poder profundizar el beso y tener mejor control de él. La otra se deslizo por la menuda espalda del contrario acerándolo más, pegándolo a su pecho quería sentirlo, necesitaba hacerlo suyo y fundirse en él. Siguiendo aquella línea de pensamiento lentamente cambio su posición recostando a Tetsuya en el colchón, separo sus labios una vez su obtuvo estaba cumplido, ahora lo tenía a su merced.  




Kuroko comenzaba a sentir calor, un calor extraño que nunca había sentido, este se extendía desde la parte baja de su abdomen y comenzaba a extenderse en todo su cuerpo, no entendía cómo había pasado a estar sentado en el regazo de Sei a estar acostado con el pelirrojo sobre él, aprovecho que sus manos se encontraban en aquellos anchos hombre he intento separarlo un poco, intento controlar su respiración cerrando los ojos, sin embargo, esto fue contraproducente, Sei quien había parado sus movimientos al sentir el pequeño forcejeo por parte de su pareja volteo a verlo, lo que encontró fue la escena más erótica de su vida, la playera el del celeste al quedarle un tanto grande se deslizo de su hombro dejándolo expuesto, aquellos ojos cerrados, sus labios hinchados y entre abiertos pidiendo por un beso, quien era él para negárselos, ataco nuevamente aquellos ya rojizos labios con un beso aún más demandante que el anterior.  




Aquello lo tomo por sorpresa, como pudo respondió al beso, pero n o pudo mantener el ritmo por mucho tiempo, su falta de experiencia le jugaba en contra y el aire comenzaba a escasear, así que en un intento desesperado por separarse mordió el labio contrario con la esperanza de que se separarán.  




Sitio un dolor punzante en su labio, paro el beso debido a la sorpresa y un tanto preocupado por la reacción que había tenido su pareja lo miró fijamente como preguntando el porqué de aquella acción, el celeste volvió a ver el rojo con dorado, podía ver un rastro de preocupación en esos orbes, respiro profundamente intentando aclarar su mente, sabía que pasaría si seguían de aquella manera y para su sorpresa no le importaba, no lo asustaba, solo se sentía inmensamente nervioso, jamás lo había hecho, ni si quiera había estado en una situación parecida a esa, desvió su mirada por un momento, debía tomar una decisión, la respuesta llego de golpe. Deslizo sus manos de los hombros al firme pecho del contrario, quería hacerlo, no le importaba que fuera él, es más deseaba que fuera Sei quien lo hiciera, no había porque tener miedo, así que haciendo acopio de toda su fuerza se acercó al rostro ajeno y deposito un casto beso.  




Sei se encontraba sorprendido, era la primera vez que Tetsuya iniciaba un beso, sin embargo, la sorpresa duro poco, había entendido que tenía la autorización del celeste para pasar al siguiente nivel y no podía estar más contento por ello, aquel beso fue diferente a los demás, fue suave y lleno de amor, termino rápidamente pero no así sus acciones. Continuo besando, ahora las comisuras de los labios, su mentón, bajo al cuello y dejo varios castos besos, en algunas ocasiones succionaba solo lo suficiente para dejar algunas pequeñas marcas rojizas que serían muy evidentes al día siguiente lo cual provocaba que el cuerpo debajo de él se retorciera un poco, pudo escuchar quedas gemidos causados por sus acciones, paso del cuello al hombro expuesto dejando un camino húmedo, sin embargo, su camino fue truncado por aquella molesta prenda de ropa, rápidamente deslizo sus manos al borde de está tomándola y quitándola de manera rápida, una vez que aquella prenda lejos de estorbar siguió con su tarea, mordió el hombro contrario, haciendo que el celeste soltara una queja más parecida a un gemido en un volumen más alto que todos los demás mientras su espalda se arqueaba, supo que de alguna manera aquella acción había sido bien recibida puesto que no hubo además de querer detenerlo, así pues, ahora su boa paso a dar atención a aquellos erguidos botones rozados, tomo el derecho entre sus labios succionando con algo de fuerza, el izquierdo no fue olvidado pues su mano derecho comenzó a acariciarlo, tomo aquel pezón entre sus dedos y lo retorció delicadamente.  




Tetsuya se encontraba perdido entre tantas sensaciones, todo era nuevo para él, su cabeza daba vueltas y lo único que podía hacer era dejar escapar gemidos y quejidos con una voz que no reconoció como suya, los besos en su cuello habían dejado una sensación de hormigueo, la piel en la que había dejado marcas se calentaba, la mordía palpitaba enviando una sensación dolorosa y placentera al mismo tiempo, se sabía excitado, arqueaba la espalda con cada succión que sentía en su pecho, aquellos dedos y lengua acariciaban y retorcían sus pezones con maestría, por un momento sintió que la boca u dedos de su pareja hacían una pausa, fue entonces que respiro, no sabía si quiera que había estado aguantando su respiración ahora totalmente agitada, pero aquel descanso no duro mucho, pues ahora aquella boca intercambio lugar con sus dedos, ahora aquella boca torturaba de manera húmeda y delicio su pezón izquierda mientras que aquellos dedos retorcían casi dolorosamente su húmedo pezón derecho, la sorpresa de aquel ataque hizo que soltara un gemido aún más grave que los anteriores, encogió sus piernas sintiendo entre ellas el torso desnudo de su pareja, en qué momento se había quitado su playera era todo un misterio en ese momento, y no era como si le importara mucho, solo podía concentrarse en el placer que desconocía hasta ahora, podía sentir como todo el placer se acumulaba en su miembro, no faltaba mucho para que este liberara la evidencia de su excitación, todo se sentía tan bien.   




Soplo sobre los pezones rojizos, húmedos e hinchados como si fuesen velas de cumpleaños, la sensación que provocó no se hizo esperar, aquella blanca piel se erizo mientras todo su cuerpo se arqueaba, sabía que su celeste no aguantaría mucho más y saberse responsable de eso lo hacía sentir excitado, se había despojado de la playera que había usado para dormir momentos atrás, se encontraba toda sudada y restringía sus movimientos, se inclinó sobre Tetsuya, se apoyó en sus codos para no caer sobre el cuerpo del celeste, hundió su nariz en aquel sedoso cabello,, su aroma natural había cambiado, ahora también olía a sudor, pero no era algo que le molestara, para nada, beso su frente, aquella delicada nariz, ambas ojos, acaricio delicadamente una de las mejillas para después depositar un beso en cada una de ellas, su pulgar delineo los labios ajenos son parsimonia, grabando cada detalle, con su pulgar separo levente el labio inferior deslizándolo hasta la barbilla, sabía que Tetsuya esperaba un beso de él, lo sabía porque inconsciente o conscientemente había estirado su cuello para encontrar sus labios, pero no se lo daría, no todavía, lo haría delirar del placer hasta que le pidiera más, quería que su primer encuentro o él fuera memorable, que no existirá otra primera vez que no fuera con él, borraría todos los recuerdos de encuentros pasados que hubiesen llegado a suceder, lo haría de tal manera que no pudiera dejarlo, que se hiciera adicto a él, tanto era su deseo de que fuera suyo, qué fuera totalmente de ellos. Sus labios solo se rozaron, no hizo más, retomo el camino de besos en donde lo había dejado, del pecho bajo al abdomen, murmuro algunas palabras de amor y deseo que hicieron a Tetsuya suspirar, poso ambas manos sobre su cintura bajándolas lentamente por sus piernas, las elevo y poso sobre su hombro, todo esto sin dejar de mirar al celeste quien con ojos acuosos veía cada acción, acaricio ambas pantorrillas bajando hasta aquellos apetecibles muslos, sin querer evitarlo mordió levemente uno de ellos para después dar un casto beso en la marca que había dejado, paso rápidamente sobre los firmes glúteos de su pareja, prefería sentirlos sin nada que se interpusiera entre ellos y sus manos, llego al borde del short que le había puesto como pijama he introdujo ambos pulgares en el elástico, no del short, si no, de la ropa interior del celeste jalándolos y quintándolos, una vez libre de estorbos paro toda acción y admiro el cuerpo de aquel ángel, las manos del celeste intentaban cubrí su rosto pues la vergüenza era mucha, aquello le hizo reír de ternura, su hermoso cuello, aquel torso desnudo lleno de marcas, aunque no las suficientes, aquel abdomen plano, su delineada cintura, las piernas que aún sostenía sobre su  hombro, Dios, era tan perfecto, también pudo ver el miembro del contrario chorreando de líquido pre seminal, tan sexy. Separo las piernas del contrario acomodándose entre ellas, se acercó lo suficiente para que sintiera lo duro de su erección, aún no se quitaría la parte baja de lo que había usado como pijama, no, lo tentaría un poco más, se inclinó buscando sus labios, aquellos labios que se mantenían ocultos tras sus manos, las quito con delicadeza entrelazándolas con las de él, las llevo a su boca y las beso dulcemente mientras le dedicaba una sonrisa tranquilizadora, como lo amaba, era suyo, su ángel, se inclinó moviendo levente su cadera simulando una embestida, el celeste gimo en respuesta, por fin se apodero de aquellos labios, lo beso con pasión y deseo, lo beso con devoción y amor, al terminar aquel beso se acero a su oído y le susurro.  




-Eres perfecto Tetsuya.  




Aquello le hizo llegar, no sabía que había pasado, pero solo esas palabras le provocaron un orgasmo tan intenso que su cerebro no proceso otra cosa que no fueran aquellas palabras, su cuerpo convulsiono por el placer, había cruzado sus piernas aprisionando a Sei en el proceso, acercándolo más provocando una deliciosa sensación en él.  




Sei, por su parte sonrió complacido, había llevado al orgasmo a su pareja sin siquiera tocar su miembro, ahora sabía que iba a utilizar como lubricante para que la intromisión no fuese tan dolorosa, estaba en ello justo cuando escucho un celular sonar, al principio lo ignoro, después de todo él había apagado el suyo, sin embargo, el sonido se intensifico y pudo reconocer el sonido, era una canción vieja, muy famosa y en ese momento muy irritante, pensaba seguir ignorándolo, pero al parecer Tetsuya no pensaba lo mismo. Observó como su pareja se incorporaba cubriéndose en el proceso con una sábana.  




- ¿Pasa algo? -pregunto desconcertado. - 




-Si... eh... no... -apenado se cubrió un poco más con la sabana. -Es mi celular. -sentencio finalmente.  




- ¿Debes contestar? -pregunto esperanzado, aun sabiendo la respuesta.-  




-No, lo siento, es Kise-kun. -termino por sentarse escabulléndose del contrario. -Es su tono. -se excusó mientras señalaba la puerta del cuarto, su celular probablemente se encontraba en la sala. -  




-se quedó por un momento en medio de la cama, semi desnudo, frustrado y caliente, muy, muy caliente. -Claro, tomare prestada tu ducha. -no era una pregunta, así que se puso de pie y sin esperar nada más salió de la habitación.- 




Kuroko suspiro, ¿qué demonios había pasado?, más aún, ¿qué demonios iba a pasar de haber seguido? El sonido del celular paro y él se cubrió totalmente con la sabana, sintió una sensación pegajosa en su abdomen, haciéndole recordar que hasta hace un momento había eyaculado, se sonrojo ferozmente y se limpió como pudo, se incorporó y busco algo de su ropa, el celular comenzó a sonar nuevamente, como era de esperarse Kise-kun no pararía hasta que le contestara, aunque por esta ocasión lo agradecía, se vistió como puedo y corrió a la sala, efectivamente su celular se encontraba en uno de los sillones, respiro profundamente y respondió, esperando no sonar agitado.  




- ¿Sí? -soltó un pequeño suspiro, que espero pasara desapercibido. -  




-¡Kurkocchi! ¿Estás bien? -pegunto un preocupado rubio. -  




-Sí, -hizo una pequeña pausa para tomar aire. - ¿por qué no habría de estarlo? -pregunto intento retomar su inexpresiva voz. - 




-Suenas algo agitado, ¿seguro que estas bien? Puedo ir a tu casa si te sientes mal. - estaba a punto de decirle a su pareja que se alistará para salir cuando Kuroko contesto. - 




- ¡No! -esperaba no haber sonado tan desesperado como creyó. -No es necesario, es solo que... -pensó rápidamente una excusa creíble que alejara a su amigo de su casa por ese día. -Es solo que ayer Nigou sufrió un accidente mientras paseábamos, estaba buscando su medicina cuando llamaste. -no era totalmente una mentira, así que esperaba que funcionara. -  




- ¡¿Nigou?! ¿Qué le paso? ¿Está bien? -se preocupó Nigou era parte de la familia. - 




-Si, se rompió una pata, pero está bien, el veterinario dijo que pronto sanara, solo debe guardar absoluto reposo, así que está en su jaula. -explico ya tranquilo, retomando su actitud normal. - 




- ¿Por qué no nos llamaste ayer? Te hubiésemos acompañado al veterinario. -le reclamo algo molesto, no era bueno cargar con todo el solo, para eso estaban los amigos. - 




-No quería molestarlos, yo... -en se momento fue interrumpido por la voz de su amigo. - 




- ¡No es ninguna molestia! -grito, haciendo que su pareja le volteara a ver. -para eso estamos los amigos. -finalizo ya un poco más calmado. - 




-Perdón. -una parte de él sabía que había estado mal no avisar sobre la situación de su mascota, todos los conocían y todos habían cuidado de él en su momento, era como si fuese la mascota de su equipo, de todos ellos. -Lamento no haberles avisado, pero estaba tan cansado que simplemente se me olvido. -eso sí era verdad. -Los últimos detalles de la boda me tienen, nos tienen tan atareados que tengo la cabeza en otro lado, lo santo, de verdad, todo está bien. -reafirmo. -  




-Yo también lo siento, -declaro el rubio. -lamento haberme maltratado, pero es que... -ahora fue turno del celeste para interrumpirlo.-  




-Lo sé, Nigou es muy importante para todos. -sonrió quedamente. -Ahora dime, ¿para qué me necesitabas? -desvió el tema. -  




-Claro, Claro. -aclaro su vos para retomar el tema. -Eta para confirmar la reservación para la despedida de solteros, el club está listo para comenzar a recibir a las personas a partir de las 7, ellos llegaran como a las 8, Kurokocchi puedes llegar después de las 7 pero antes de que ellos lleguen, yo estaré ahí antes para poder recibir los pedidos de alcohol y comida, además de las sorpresas.  




- ¿A qué sorpresa te refieres? . pregunto dubitativo. -estuvimos de acuerdo que nada de desnudistas, ni bailarías, si quieres que eta boda se celebre.  




-Lo sé, lo sé, no es nada de eso, solo un payaso para adultos. -rio un poco ante su idea. - ¿Pero estas seguro que esto está bien?  




-suspiro cansado, había tenido esta discusión con Kise desde que le había dicho su idea. -Se que no es convencional, pero ¿qué más podía hacer? Por más que quiera no puedo partirme en dos. 




-suspiro cansado, ¿por qué tenía amigos tan complicado e infantiles. -Todo es culpa de Aominecchi y Kagamichi. -sentencio. - Entonces nos vemos más tarde. -se despidió.-  




- ¿Más tarde? ¿A qué te refieres? -pregunto algo dudoso. -  




-…- aquello le sorprendió, acababa de decirlo. -En la despedida, te veo ahí. -dijo con obviedad. - 




-Pero la despedida es el viernes. -respondió seriamente. - 




-Kurokochi, hoy es viernes. -sentencio. - ¿Seguro que estas bien? -pregunto nuevamente, su amigo estaba actuando realmente raro.-  




-vio rápidamente su celular para confirmar lo que había dicho Kise, era cierto, era viernes. -Si, no te preocupes, es solo que ya sabes, con lo de Nigou y los últimos detalles de la boda estoy muy distraído.- se apresuró a contestar. - 




-Claro... -algo andaba mal, pero no presionaría a su amigo, esto le diría si fuera algo realmente grave. -Te veo más tarde entonces.  




-Si, nos vemos. -se despidió para después cortar la llamada. - 




No podía creerlo, había estado tan distraído con el asunto de Sei que no se había percatado del día que era, también había contribuido el que no tuviese que ir a trabajar, negó levemente, aún tenía algunas cosas que resolver, confirmar un par de proveedores, contactarse con el salón para ultimar detalles, se encontraba tan metido en sus pensamientos que simplemente no escucho cuando el ruido de la regadera dejo de sonar, tampoco sintió como se acercaba el hombre que salió de la ducha solo con una toalla amarrada a la cintura mientras con otra se secaba su cabello, no fue sino hasta que lo tuvo frente a él que percibió su presencia.  




- ¿Todo está bien? -pregunto mientras secaba su cabello. - 




-salto por el susto que le provoco su compañero. -Si, era Kise-kun... quería confirmar... -volteo a verlo y no pudo emitir alguno palabra más, así como no pudo evitar el sonrojo de sus mejillas.- 




Akashi Seijuro se encontraba semi desnudo frente a él, sabía que habían estado en una situación a una más comprometedora, que no deberá sentir vergüenza, sin embargo, era muy diferente el haberlo visto en una obscuridad parcial y segado por la bruma de la excitación que lo envolvía en ese momento a estar completamente lucido con la luz del sol entrando por las ventanas de iluminándolo todo. El hombre frente a él era perfecto y le estaba dando un espectáculo muy sensual, una de sus manos se posaba en su cintura justo en el borde de la toalla que cubría su intimidas mientras que la otra secaba su cabello con una toalla, en sus brazos miraba el musculo que ante cualquier movimiento haciendo notar el ejercicio que seguramente hacía, algunas gotas de agua se escurrían de entre su cabello aún húmedo y se deslizaban por su cuello, algunas recorrían aquellos anchos hombros y se deslizaban por su espalda, aquella firme espalda que había podio tocar, otras irrumpían en aquel firme pecho y se perdían en el camino que se trazaba en su marcado abdomen, solo podía imaginar lo que se escondía tras aquella toalla puesto que no había tenido la oportunidad de verlo aún, trago saliva ante e pensamiento, nunca había reaccionado así ante un cuerpo ajeno, ni siquiera en su época de estudiantes, ni siquiera con “él”. 




Trago saliva pesadamente, echo que no pasó desapercibido por el pelirrojo quien había disfrutado de como la mirada celeste viajaba por su cuerpo, es simplemente le aseguraba que la atracción que sentía era mutua y no solo un producto de su imaginación, fue entonces que decidido probar un poco a su pareja, deseaba saber hasta qué punto era deseado.  




-Entonces... ¿todo bien? -repitió la pregunta despertando a Tetsuya de su ensoñación. - 




-alejo de inmediato la mirada apenado, sinceramente esperaba que Sei no se hubiese dado cuenta de cómo se le había quedado viendo. -Si... -aclaro su garganta. - Era Kise-kun confirmando la reservación para la despedida de solteros. - 




-Maravilloso. -aquella respuesta más que dirigida a lo que había dicho el celeste era por su reacción.  -Por cierto, ¿cómo supiste que era tu amigo Kise? -pregunto algo intrigado. - 




-comenzó a jugar con sus dedos algo nervioso, la presencia de Sei semi desnudo era imposible de ignorar. -La canción. -respondió apresuro y en un tono de voz algo alto. -Es su canción.  




-Ah, ya veo. -tomo asiento en un brazo del sillón cera del celeste, cruzo una de sus piernas sobre la otra y puso una de sus manos en su barbilla, como pensando. -La canción, era... la de las Spice Girls, ¿cómo se llamaba? -fingió algo de demencia mientras veía las reacciones del celeste. - 




-ahora el celeste se encontraba aún más sonrojado, solo que ahora se debía a que su pareja sabía de la canción, no quería tener que contar la historia tras ella, pero solo de acordarse, sonrió divertido. -Wannabe, esa es su canción. -respondió aun sonriendo y volteando a verlo. -No preguntes, algún día t contare. - 




-aquello lo desarmo, así que solo asintió. -Claro.  




Al verlo nuevamente rodo la situación en la que se encontraban, él en pijama, en realidad solo tenía la playera y su bóxer puestos, Sei solo tenía una toalla, peso rápidamente en que debía hacer. - 




-Sei... tu ropa... -susurro. - 




- ¿Qué dijiste?  -se acercó un poco más al celeste con el pretexto de oírlo mejor. - 




-Tu ropa, ¿podrías ponerte algo de ropa? -respondió algo cohibido por la cercanía del celeste. - 




-Claro, es solo que la ropa de ayer esta sucia. -sonrió pícaramente. -ya he mandado por ropa limpia, pero tardarán de 30 minutos a una hora en traerla, lo siento, por el momento estaré bien así. -era mentira, no había pedido ropa limpia y aún si lo hubiera hecho esta llegaría en menos de diez minutos si así lo quisiera, solo quería ver si podía repetir lo que había sucedió antes. - 




-Ya veo. -asintió levemente. -Por ahora tomare un baño rápido, por favor dale un vistazo a Nigou. -pidió y entro a su muerto por ropa. - 




Mientras buscaba lo que se iba a poner descubrió la ropa que había obtenido de Seijurou cuando se había quedado en su apartamento a dormir, el pantalón que le había prestad le quedaba tan bien a él que no creía le quedará a Sei, así que opto por buscar un pantalón que le quedará grande afortunadamente encontró uno que solo uso una vez, un regalo de cumpleaños que había sido un par de tallas más grande, no había podido realizar el cambio de la prenda, así que simplemente la había arrumbado, rezaba por que le quedará al pelirrojo, encontró la camisa que aquel día Seijurou le había prestado, no la había lavado, le gustaba el olor que tenía y aunque no lo admitiría en voz alta, a veces cuando se sentía solo, la sacaba y abrazaba para aspirar su aroma, negó con su cabeza, tomo la ropa que usaría ese día, así como un par de boxers, uno limpio y uno nuevo, con todo en brazos salió de su güero.  




Akashi Seijuro se encontraba de lo más tranquilo sentado en el sofá, al parecer había encendió el televisor y buscaba algo interesante que ver. 




-Toma. -se acercó a él y le tendió la mitad de la ropa que llevaba en brazos. -No es bueno estar así por tanto tiempo, puedes pescar un resfriado que te impida ir conmigo a la boda. -se excusó mientras evitaba la mirada bicolor. -Yo me bañare rápido, por favor revisa que Nigou este consciente, si puedes dale de comer, a él y a Sebastián. -finalizo y corrió al baño. - 




Diablos como había conseguido que un ser tan especial se fijara en él, era un misterio, se vistió en la sala, no veía el sentido de ir a la habitación si no había nadie ahí, saco el boxer de su empaque y se lo puso, vio el pantalón, quizás le quedaría un poco chico, nada perdía con intentar ponérselo, si no le quedaba podía, ahora sí, llamar a alguien para que le trajera ropa, efectivamente tal como supuso, el pantalón le quedaba un poco justo, pero era tolerable, además el color era de su gusto, verde militar, finalmente puso su atención en la camisa que el celeste le había dejado, para su sorpresa se trataba de aquella que “él” le había prestado, siendo sinceros se les había olvidado por completo, la olisqueo y pudo darse cuenta que esta no había sido lavada, sonrió de lado, eso significaba que tal vez a Tetstuya le gustaba su olor, quizás en las noches olía aquella prenda recordándolo, añorándolo; negó levemente, imposible, su Tetsuya no era así, eso era más propio de él, no por nada aún guardaba aquellas fotos que habían sido tomadas ilícitamente, entre otras cosas. Se dirigió a la jaula en donde descansaba Nigou, justo a un lado en el frío suelo se encontraba Sebastián, al parecer había desarrollado cierta conexión con el pequeño husky, debía parecerse a su dueño, pensó resignado; saco al perro con cuidado, ya estaba consiente, sin embargo, aún se mostraba algo aletargado, no era tan grave así que cuando visualizo un par de trastes, uno de comida y uno de agua, se dispuso a alimentar a ambas mascotas. Sirvió suficiente comida para ambos, vigilo que Nigou tomara agua con calma, para su sorpresa Sebastián comió solo cuando Nigouo se alejó del traste, pudo observar como el yeso dificultaba el andar del pequeño así que decidió dejarlo en la pequeña cama que supuso era del él, se sentó nuevamente en el sillón y se dispuso a ver la tele, solo faltaba encontrar algo que valiera la pena. Pasados 10 minutos escucho la puerta del baño abrirse, volteo esperando ver a un celeste semidesnudo con gota de agua deslizándose por su cuerpo, sin embargo, lo que encontró, aunque hermoso algo decepcionante fue a un Tetsuya pulcramente vestido secando su cabello con una toalla.  




- ¿Ya les has dado de comer? -pregunto mientras se dirigía a donde estaba Nigou. - 




-Si, hace un momento, también me asegure de que tomara agua. -respondió saliendo se su estupor. -Está bien, quizás un poco desanimado, pero le pasara pronto. - 




-Bien. -sonrió tiernamente en mirando a su mascota mientras pasaba la mano en su pelaje. -Vamos a desayunar. -se puso de pie y se dirigió a la cocina. - 




-reacciono algo lento, pero mientras veía como Tetsuya sacaba ingredientes del refrigerador propuso. -Podemos salir a desayunar si así lo prefieres.  




-Mmmm... no, quizás en otra ocasión. -sentencio. -Hoy quiero que pruebes algo que he preparado. -dijo convenciendo al pelirrojo. - 




-Si. -respondió sin rechistar, su novio era el mejor, porqué...  era su novio ¿o no? - ¿Te ayudo con algo?  




Lo miro con algo de duda que logro esconder, después de todo aquel que tenía frente a él era Akashi Seijuro, dueño de Japón, realmente dudaba que alguna vez hubiese entrado a la cocina a preparar alimentos, así que como si se tratase de alguno de sus alumnos comenzó. 




-Bueno, hare hot cakes con algo de fruta piada, pon el agua para el té y mientras acomoda la mesa, los cubiertos se encuentran en ese cajón- dijo señalando uno de los cajones a su lado mientras comenzaba a hacer la mezcla para los panqueques. -los platos están guardados en aquel estante y las tazas en el de a lado, todo lo demás –haciendo referencia a el azúcar, miel de maple, etc. -está en aquella alacena. -finalizo mientras sonreía. - 




-Claro. -internamente respiro aliviado, no es que fuese un inútil, sin embargo, jamás había preparado comida por su cuenta. - tomo todo lo necesario y se dispuso a acomodar la mesa. -  




 




Después de 15 minutos se encontraban desayunando tranquilamente, hablando de nimiedades, Sei, sobre la empresa, el contrato con Kise que estaba rindiendo frutos, fue entonces que decidió abordar un tema que había quedado pendiente más temprano.  




-Entonces la despedida de solteros es hoy, ¿quién ira a cuál? -pregunto. -  




- ¿A qué te refieres? -lo miro algo confundido mientras ladeaba el rostro. - 




-Serán 2 despedidas de solteros, ¿no?, ¿tú a cuál asistirás? -eso determinaba a cual lo acompañaría.- 




- ¡Ah! -recordó. -No, como todos somos amigos de los dos sería injusto que asistiéramos a una y no a la otra, y estar yendo de un lado a otro sería muy cansado y problemático, por eso decidimos que sería una despedía de solteros en conjunto. -finalizo mientras tomaba un poco de té. -  




-Ya veo. -tomo un poco de su café. -Es la primera vez que escucho algo así. -no es como si hubiese asistido a muchas fiestas o reuniones, pero le parecía algo curioso. -  




-Si, fue idea de Kise-kun. -recordó la charla que habían tenido Kagami-kun, Aomine-kun y Kise-kun para ponerse de acuerdo con respecto a ese punto. -Afortunadamente, si no, hubiese sido probable que no habría despedida de solteros.  




- ¿Y estoy invitado? -la respuesta era algo obvio para él, solo preguntaba por educación. - 




-Clar... no. -respondió firme y tajantemente. - 




Él l quien tomaba un poco de café comenzó a toser pues la respuesta había supuesto una gran sorpresa.  




- ¿Cómo? -pregunto puesto creyó no haber escuchado bien. - 




-No creo que sea buena idea que vayas. -repitió. - 




- ¿Te avergüenzas de mí? -dejo su taza en la mesa, sabía que no todo podía ser perfecto, que ingenuo había sido. -Te avergüenzas de mí. -afirmo. - 




- ¡No! -se puso de pie y se acuclillo frente a Sei. -No digas eso, jamás me avergonzaría de ti. -intento tomar las manos contrarias entre las suyas, pero estas fueron alejadas bruscamente.-  




- ¿Entonces qué es? -alejo sus manos de las contrarias, quería salir de ahí, habían sido unos tontos, nadie podría aceptarlos como eran. - 




-Es por tu bien. -acaricio aquella blanca mejilla incitándolo a que lo mirara a los ojos. - 




-…-aquello llamo su atención y cedió, volteo a ver aquellos ojos celestes que eran su perdición.- Explícate.  




-Aomine-kun es policía.  




-… -asintió, aquello ya lo sabía. -  




-Kagami-kun es bombero.  




-asintió nuevamente. -Lo sé, ¿eso qué tiene que ver? -pregunto algo frustrado. -  




-suspiro cancinamente. -Aomine-kun tiene el habito de investigar a todos los que se me acercan. -corrigió rápidamente. -se nos aceran, Kagami-ku o apoya en todo. 




-… -asintió nuevamente sin entender. - 




Al ver la reacción de Sei supuso que debía recordarle un hecho muy importante que al parecer estaba olvidando. - 




-Para ellos tú no eres Akashi Seijuro, tu eres... -se vio interrumpido.-  




-Akaai-san... -finalizo. - 




-Así es, sinceramente me sorprende que ninguno de los que fue al hanami te haya reconocido o aun que sea hubiesen insinuado el parecido que tenías con el dueño del país. -esta vez lo dijo en voz alta. - 




-no pudo evitar reír por lo último dicho por el celeste. -No soy el dueño del país. -aunque no estaba lejos de serlo. - 




-Eso no es lo importante. -desvió el tema no podía creer que se le hubiese escapado aquel apodo. -Les prohibí que te investigaran y probablemente no lo hayan hecho, de lo contrario, bueno... en esta charla hubiesen participado más personas.  




-Podemos decirles quien soy, sería perfecto hacerlo en un ambiente relajado como una fiesta. -  




-S, claro, una fiesta con cantidades insanas de alcohol, rodeado de policías, bomberos y demás quienes sin dudarlo apoyarían a sus compañeros sin preguntar. -le miro con una ceja alzada. - 




-Es mejor si yo se los digo en la boda, saben que me enojare si hacer algún escándalo que arruine todo el esfuerzo y trabajo que hice. -sonrió mientras se ponía de pie dispuesto a recoger los trastes sucios. -  




-Entonces, ¿estoy invitado a la boda? -preguntó ilusionado. - 




-Claro que sí, serás mi pareja. -afirmo mientras se encaminaba a la cocina. - 




Toda la pesadumbre que sentía antes se esfumo como por arte de magia, ahora sentía una emoción que invadía su pecho, estaba feliz, tan feliz. 




-Dime, ¿´cómo será tu traje? -irían combinados, así nadie tendría duda de que fueran pareja. - 




-paro en seco provocando que una de las cucharas cayera. - ¿Cómo... -comenzó a ponerse pálido. -Creo...  




- ¿Sí?  




-suspiro resignado. -No tengo traje, se me olvido comprar uno. -se encogió de hombros restándole importancia. -me podré el de mi ceremonia de graduación. -después de todo solo se lo había puesto aquella vez. - 




-era su oportunidad. -Yo puedo arreglarlo, una rápida visita al sastre, unas cuantas palabras y tendrás un traje a la medida para mañana. -sonrió satisfecho por su idea. -  




-Agradezco la intención, pero con el de mi graduación estará bien. -recogió 




 la cuchara que había caído al suelo y retomo su camino a la cocina. - 




-Pero ¿por qué? -no lo entendía, sencillamente no lo hacía. -Si es por el dinero, no es problema, yo pagare todo, es más de ahora en adelante. -sintió una suave mano sobre sus labios. -  




-había dejado los trastes en el lavabo cuando Sei comenzó a haber, sabía a donde iba eso, así que suavemente puso su mano sobre los labios ajenos callándolo. -De ahora en adelante todo será igual, sé que el dinero no es problema contigo, sé también que puedes y quizás quieras pagar muchas cosas para mí de ahora en adelante pero no lo necesito. -  




-hizo el intento por hablar, pero otra mano lo impidió. - 




-He trabajado y sido independiente desde que era joven, no me gustan las cosas extravagantes, soy una persona que aprecia la sencillez, amo lo que hago y ahora tengo el trabajo que siempre he soñado, solo quiero que estés a mi lado. -lentamente retiro ambas manos. - 




-Debe haber algo que pueda hacer por ti. -no se iba a dar por vencido, quería sentirse necesitado. - 




-Bueno, si hay algo... -poso uno de sus dedos sobre su mentón como pensando. - 




-Dime, lo que sea será tuyo.  




-Una lavandería exprés. -sonrió divertido mientras retomaba su labor de lavar trastes. - 




-negó divertido, era la primera vez que perdía y algo le decía que no sería la última. -Está bien, si quieres se le pueden hacer algunos composturas o ajustes de ser necesario. -justo en ese momento saco su celular, lo encendió y mando un mensaje pidiendo que vinieran a recoger el traje con prontitud. - 




-No lo sé, la última vez que lo use fue para mi graduación. -ese traje también había sido el que había usado en la ceremonia de bienvenida. - No creo que necesite ajustes, no he cambiado mucho desde entonces.  




Dejo todo de lado y se encamino a su recamara, al entrar diviso rápidamente el armario, lo abrió, justo en el lado derecho pudo distinguir la cubierta protectora del traje, lo descolgó y coloco sobre la cama para poder revisarlo, se encontraba tan ensimismado en sus pensamientos que no sintió la presencia ajena invadiendo su espacio personal.  




-Deberías de probártelo, -le susurro al oído. -o no sabrás si es necesario arreglarlo o no. -beso el lóbulo de la oreja, sintiendo como se estremecía. -te ayudare. -acaricio sus hombros. -  




Deslizo sus manos por aquella fina espalda, la recorrió lentamente sobre la ropa, llego al borde de la camisa y sus manos traviesas se colaron por debajo de esta. Tetsuya se retorcía al toque ajeno, su cuerpo comenzaba a calentarse poco a poco, sabía que si las cosas salían así harían todo menos probarse el traje, sintió como su playera era quitada con suavidad, era totalmente diferente a la mañana, el toque era apenas un roce con la yema de los dedos, besos húmedos se esparcían por su cuello provocando que el dejara caer su cabeza hacia atrás chocando con su firme pecho, volteo lentamente para poder besar aquellos labios, si, estaba tan cerca, estaban tan cerca que podía sentir el cálido aliento, sin embargo, justo antes de poder consumar aquel beso sonó el timbre, el celeste se separó un poco.  




-No espero a nadie. -dijo mirando con dirección a la puerta de la habitación. - 




-Siendo ese el caso se ira pronto. -tomo el pálido rostro de manera delicada para intentar besarle nuevamente. - 




Sin embargo, justo en ese momento el timbre sonó nuevamente.  




- ¡Maldición! ¿Quién es? -salió de la habitación apresurado, dispuesto a correr a quien fuera estuviese molestando. - 




Abrió la puerta molesto, pero aquella molestia se transformó en sorpresa cuando vio a un par de sus subordinados al margen de la puerta.  




-Señor, vimos lo más rápido posible. -hizo una pequeña reverencia mostrando su respeto. - 




- ¡¿Qué?! -pregunto desconcertado. - 




-El traje... -contesto extrañado. -Mando un mensaje indicando que pasáramos a esta dirección a recoger un traje que necesitaría tintorería y ajustes de manera urgente.  




En ese momento lo recordó, había mandado ese mensaje justo antes de entrar al cuarto de Tetsuya, en ese momento y por primera vez lamento que tuviera subordinados tan pendientes de sus órdenes.  




-suspiro cansadamente, era la segunda vez del día. -Esperen un momento aquí, aún no termina de probárselo. -se adentró a la habitación del celeste esperaba no lo hubiese esperado. -Es mejor que... -levanto la vista y observo al celeste se acomodaba el saco, simplemente se quedó sin palabras. - 




El traje era color gris perla, si es que no se equivocaba, consistía en tres piezas, el pantalón le quedaba un poco largo, sin embargo, se ajustaba justo en los lugares que debía, sus piernas se veían largas y delgadas, una cintura bien definida, su chaleco le favorecía de sobre manera, le hacía ver más delgado, con más estilo, el saco le daba un porte de masculinidad, pero al mismo tiempo de delicadeza, lo único que no le convencía era el color de la camisa, blanco, quizás un color lavanda fuese un poco más favorecedor y la corbata de un color morado, no, un lila, si, se vería simplemente perfecto.  




- ¿Quién era? -pregunto mientras terminaba de acomodarse el saco. - 




-Un par de subordinados, vinieron para llevarse tu traje a la tintorería. -se acercó a él mientras lo miraba de todos los ángulos posibles. -Te ves perfecto, no creo que necesite ningún arreglo, bueno solo el dobladillo. -lo tomo por la cintura, lo atrajo asía si y lo beso castamente. -Es una lástima, pero debes quitártelo para que se lo lleven.  




Salió del cuarto con la poca fuerza de voluntad que aún le quedaba, se sentó en el sillón, ¿por qué Tetsuya era tan adorable? Espero a que este terminará de guardar el traje, una vez listo se lo entrego a sus subordinados advirtiéndoles que el traje debía estar listo a más tardear al día siguiente por la mañana, de otra manera estarían en serios problemas.  




-El traje se te ve perfecto, únicamente faltaría una camisa y corbata de otro color. -sonrió. -No te preocupes, yo me encargare de eso. - ¿qué planes tienes para el resto del día? -había mirado su reloj y aún era relativamente temprano, eran las 12 del día. - 




-Pues terminar algunos endientes y confirmar proveedores, además con Nigo de esa manera deberé buscar una pensión o una persona que pueda cuidarlo mañana, no puedo dejarlo solo.  




Estaba de acuerdo, justo cuando estaba a punto de recomendarle algunos lugares su teléfono celular sonó, al ver el nombre en la pantalla resoplo, ya se había tardado.  




-Disculpa, tengo que contestar. -se excusó mientras salía un momento, no quería que lo escuchara. - 




-Claro, no hay problema. -a pesar de ver salir al pelirrojo se alejó de la puerta y se sentó en el sillón, prendió la tele y pretendió ver algo. - 




-tomo una profunda inhalación y conto hasta diez antes de contestar. - ¿Sí? -no pudo ni quiso evitarlo, su tono de voz sonó brusco. - 




-¿Sei? -pregunta algo dudoso. - ¿Eres tú?  




-Si, soy yo. -respondió con el mismo tono de voz, aún seguía muy molesto con Reo. -  




- ¡Ah! Perdón, ¿podría hablar con Akashi o Seijuro? -pidió amablemente. - 




-su mirada se afilo, su molestia para con Reo aumento un poco más. - ¿Para qué?  




-Es solo que... -comenzó dudoso, no podía controlar a Sei, jamás lo había logrado. -Es sobre la empresa. - 




-Pues ellos están aquí. -puso su mano sobre su pecho a pesar de que nadie lo veía. - Di lo que tengas que decir, te escuchamos. -sentencio. - 




-suspiro lentamente intentando que no se escuchará del otro lado de la línea, sinceramente no quería hablar sobre la empresa. -El trabajo se ha acumulado n estos días, es necesario que se tomen decisiones sobre algunos temas y hoy Akashi tiene una entrevista con una revista muy importante, se requiere su presencia en... -pero no pudo finalizar la frase. - 




-Diles que si quieren la entrevista deberán ir a la oficina. -dijo con voz firme, prepara todos los documentos que deban ser firmados con urgencia, los temas menos importantes deberán esperar, el día de hoy solo se atenderán asuntos urgentes e impostergables, ¿entendido?  




-Si. -no podría averiguar lo que realmente quería por teléfono, así que esperaría a que Sei llegará a la empresa, aunque sinceramente esperaba que solo estuviese presente Akashi, con él era más sencillo hablar. -Estará todo listo, ¿a qué hora llegaras?  




-A las 2:30, recuerda que mañana tengo un compromiso ineludible, no atenderé nada, no importa que sea.  




-Entiendo, le diré a Chihiro que ponga un recordatorio en tu agenda, ¿cómo nombro al evento? 




-Boda. -y colgó. - 




Después de aquella espectacular mañana tener que regresar a la rutina, al trabajo en la oficina era algo que le causaba cierto desagrado, sin embargo, no por nada era uno de los 10 empresarios más importantes del mundo a tan corta edad, sabía que debía cumplir con sus responsabilidades a pesar de que la idea no le agradara, si tan solo Tetsuya fuese su asistente en lugar de Chihiro, sus piro resignado para después negar, no, si Tetsuya trabajara con él no se concentraría y las cosas nunca se harían, aunque la idea de poder verlo más no era mala, ingreso nuevamente al hogar del celeste, lo vio sentado en el sillón mirando la teles, había puesto  Nigo en su regazo y Sebastián se encontraba con su cabeza apoyada sobre uno se sus muslos, le encanto aquella escena que, sin pensarlo mucho retrato, no se lograba distinguir de manera clara el rostro del celeste, pero si la escena en sí, era bella, ojalá, pensó, aquello fuese algo común en el fututo. Se acerco con paso sereno y tomo su lugar a un lado de su mascota.  




- ¿Esta todo bien? -pregunto más que por curiosidad por preocupación. - 




-Si, es solo que he dejado mi trabajo de lado en estos últimos días, al parecer necesitan la aprobación de Akashi para ciertos asuntos. -esto último lo dijo con cierta tristeza. - 




-Pero si tú también eres Akashi. -dijo sin ni siquiera pensar. - 




- ¿Eh? -aquello lo desubico y provoco que volteara a verlo. - 




-volteo para encontrarse con aquellos ojos dispares mirándole con duda. -Tú eres Akashi Seijuro, la perfecta combinación de ambas personalidades. -respondió sin dudar. - 




-aquello conmovió su corazón a un nivel que no supo explicar, estiro los brazos y lo abrazo. -Es por eso que eres el indicado. -susurro a su oído dejando, de paso, un suave beso. - 




Aquello lo descoloco, sin embargo, acepto el abrazo, algo en él le decía que aquello era lo único que necesitaba en ese momento. Después de aquello todo paso muy rápido para su gusto, terminaron de ver la película que ni si quiera había comenzado a ver, sinceramente ni si quiera sabía cuál era, solo que se trataba de una pareja que al parecer no podía casarse por más que lo intentaran, fue graciosa y al final pudieron casarse o algo así; Sei se puso de pie y acaricio a Nigou quien para entones ya se encontraba más despierto, le advirtió que debía cuidarse y estarse quieto, dejo en una tarjeta el número de una pensión canina de su entera confianza, le indico que solo debía llamar y decir que llamaba por recomendación suya, tomo la correa de Sebastián quien dio un par de lametazos al pequeño husky en forma de despedida y se marchó prometiendo contactarse más tarde, sus piro cansado, hasta ese omento el día había sido agotador, demasiado intenso, necesitaba descansar antes de la despedida de solteros, así que tomo a su mascota y la llevo a su cuarto, a su perro lo dejo en un cojín a los pies de su cama, él se acostó y cerró los ojos asegurándose de dejar una alarma en su celular para que lo despertara en 15 minutos, era lo único que necesitaba.  




Akashi Seijuro llego a A.C Enterprices a las 2:30 en punto, llevaba un traje negro sin corbata, lentes de sol que ocultaban sus ojos bicolor y una sonrisa en el rostro, algo inusual pero que ninguno de sus empleados le hizo notar, no querían tentar su suerte, subió al último piso y se preparó mentalmente para lo que venía, se abrieron las puertas del elevador y justo como lo anticipo Mibuchi se encontraba ahí. 




- ¿Akashi? -pregunto, gracias a los lentes de sol no podía distinguir quien era. - 




-En parte. -quito sus lentes para dejar a la vista sus ojos. -Soy Akashi Seijuro, ¿algún problema con eso? -se encamino a su oficina, mientras Reo se recuperaba del shock. - ¿Cuáles son los documentos que tengo que firmar? -se dirigió a su asistente Mayuzumi, no lo había visto pero sabía que en donde esta Reo estaba él. - 




-dio un respingo al verse descubierto, además era la primera vez que trabajaría con esa personalidad, así que no sabía que esperar. -Claro, debe aprobar los siguientes contratos. -le dio una carpeta negra. -Son los que mencionaban el convenio con Europa, así como las ordenes de importación y exportación, hay algunos contratos sobre la expansión de las cadenas de librerías, el último que verá se trata de la compra del banco que había mencionado antes, las negociaciones salieron bien.  




-comenzó a revisar todos los documentos en el orden en que su asistente los iba mencionando. -Muy bien, otra cosa, avisa a la pensión a la que siempre llevo a Sebastián sobre la llamada de Kuroko Tetsuya, díganle que todo lo que pida lo carguen a mi cuenta y que no lo mencionen, ¿a qué hora llega la entrevistadora? -llego a su oficina. abrió la puerta para adentrarse a ella, rodeo su escritorio y se sentó en su silla. - 




-La entrevista se hará en la sala de conferencias C, la reportera llegará a las 3.30, llamare cuanto antes, ¿hay algo más... -no pudo terminar su pregunta, en ese momento la voz de Reo le interrumpió. - 




-¡Sei! -miro a Chihiro y con la cabeza le indico que se retirara. - 




-así lo hizo. -Me retiro. -hizo una rápida reverencia y salió cerrando la puerta suspirando aliviado, aquellos ojos le habían causado un poco de miedo. - 




-Dime, ¿qué se te ofrece Reo? -pregunto sin levantar la vista de los documentos que firmaba. -Estoy ocupado, qué sea rápido por favor.  




- ¡Mírame cuando me hablas! -elevo un poco la voz sin querer, aclaro un poco su garganta intentando recuperar su compostura. -Eh estado preocupado estos últimos días, necesito saber que estas bien. -dijo en voz conciliadora. - 




-suspiro, Reo era la única familia que le quedaba así que suponía, le debía una explicación. -Estoy bien, de hecho, mejor que nunca. -dejo su pluma a un lado y sonrió apoyando su barbilla en sus manos enlazadas. -Me acepto tal y como soy.  




- ¿Qué? -pregunto confundido. - 




-Tetsuya acepto ser mi pareja, ayer arreglamos las cosas. -retomo su pluma y comenzó a firmar nuevamente. -Hablamos, le conté sobre mi niñez, sobre mis... personalidades y me acepto.  




- ¿Así como así? ¿No te parece raro? -su rostro no reflejaba otra cosa que no fuese sorpresa. - ¿No crees que es algo sospechoso?  




-No fue así como así, tuvo sus dudad, primero hablo con Shintaro para entender mejor la parte médica, yo le expliqué más la parte emocional, a pesar de todas las mentiras que le dije él me comprendió y me acepto, me acepto a mí, a Akashi Seijuro, dijo...  dijo que le alegraba que Akashi y Seijuro fueran una sola persona. -termino de firmar el último contrato y dejo la pluma para sonreír ampliamente. -Reo, él me quiere, así como soy, a nosotros - 




No podía creerlo, no podía aceptarlo, que alguien que solo era un maestro cualquiera pudiera engañar de tal manera a su querido sobrino, no, seguramente él se encontraba tras su dinero, tras una posición social elevada o tan solo tras un chisme, fuera lo que fuese no permitiría que nadie dañara a su única familia, al único hijo de su querida hermana.  




-Ya veo... pero Sei... -se sentó en la silla frente al escritorio. - debes tener cuidado, tal vez esa persona no sea lo que crees que es, quizás solo busa aprovecharse de ti, de tu posición.  




-se puso de pie bruscamente mientras apoyo fuertemente ambas manos sobre su escritorio parando el parloteo de su tío, sabía que no lo entendería. -No hables mal de Tetsuya, él nunca haría algo así creía haberlo dejado claro la última vez que hablaos por teléfono. -se sentó nuevamente mientras acomodaba su traje. - ¿Hay algo más de lo que quieras hablar? -pregunto secamente. - 




-aquel ataque lo había asustado un poco puesto que lo tomo por sorpresa. - Solo quiero lo mejor para ti. -se puso de pie, dejaría el tema por el momento. -Necesitamos a Akashi para la entrevista, si lo pudieras traer de vuelta sería magnifico, lo apreciaría mucho. -camino asía la salida. - ¿Por favor?  




-Él estará aquí para la entrevista, no te preocupes. - 




Escucho como Reo salía de su oficina, no dudaba del amor que sentía por él, sabía muy bien que su ti se preocupaba por él pero, debía de entender que no era necesario preocuparse por Tetsuya, él era el indicado, lo sabía en su corazón, sao su celular y observo la foto que había sacado esa mañana, si, él se encargaría de que aquella fuese una escena común en su día a día de ahora en adelante.  




 




 




 




 




 




 




 

Notas finales:

Espero les haya gustado, la actualización, espero este pronto, gracias por su paciencia. 


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