Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Demonically angelic por DNA

[Reviews - 114]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No.2 y último

Llevaba ahí apenas tres minutos y ya no tenía idea de cómo seguir conteniendo las enormes ganas que tenía de borrar de un puñetazo esa sonrisa arrogante que adornaba los labios del castaño, todo era su maldita culpa.

 

Lu estaba destrozado y apenas había conseguido que lograra dormirse antes de tener que ir a esa habitación para verlo a él, Suho los había reunido ahí para darles información muy importante además de necesitar su opinión que algo tenía que ver con Han.

-¿No podía vestirse antes?-masculló incomodo el pelinegro.

-No, a Suho le gusta ver mi cuerpo-respondió mordaz.

Sehun le envió una mirada fulminante que solamente sirvió para ensanchar su fastidiosa sonrisa, Max se acercó al menor ante la atenta mirada de todos los demás, se quitó el chaleco y lo colocó sobre los hombros del menor.

-Cuando salgamos te ayudaré a buscar ropa nueva-dijo con esa usual y amable que siempre le dedicaba.

Han lo miró extrañado asintiendo de todas formas, no comprendía cómo era que ese tipo no sentía miedo de él, Suho lo tenía aunque no lo reflejara y Jena prácticamente estaba al otro lado de la habitación solamente para no tener ni que mirarlo y en cambio Max seguía tan amable como de costumbre, desvió su mirada nuevamente al frente encontrándose con el ceño fruncido de Sehun y decidió provocarlo más.

-¿Cómo están Baekkie y Xiao Lu?-preguntó falsamente preocupado.

-Tú…

-Basta-ordenó Suho deteniendo el avance de Sehun que parecía estar listo para matar al pequeño psicópata-No estamos aquí para eso-le recordó a ambos-Puedes comenzar-indicó finalmente.

Han asintió y se acomodó en su asiento antes de comenzar a hablar por fin.

-Como todos ustedes ya saben mi nombre es Han-pausó un momento para ver las expresiones irritadas de las tres personas que estaban ahí con él-Creo que también ya saben que ni Lu ni yo somos humanos-sonrió malicioso sacándole un gruñido a Suho-Tanto Lu como yo venimos de las dimensiones que coexisten con la de los humanos, Lu proviene de Incendium mientras que yo provengo de Tenebris, y ambos somos los únicos príncipes herederos al trono de nuestros respectivos pueblos.

-¡¿Eres el príncipe de los demonios y Lu es el príncipe de los ángeles?!-exclamó Max que también emitió un extraño sonido que le impidió al menor seguir hablando y se ganó una mirada de fastidio de Han y una reprobatoria de Suho que rápidamente volvió su atención al menor indicándole que podía continuar.

-Hace siete años atrás su gobernante comenzó a promover la alianza de las tres dimensiones para por fin alcanzar la anhelada paz que el primer líder humano no había alcanzado, sin embargo... ni mi padre, ni la reina de Incendium parecían fiarse de las buenas intenciones de su líder y las negociaciones avanzaban con mucha lentitud llegando a durar dos años-la mirada de Han se volvió sombría y pausó unos segundos apenas-Fue entonces, cuando todo parecía estar avanzando favorablemente con las negociaciones, que su gobernante envió una cordial invitación a ambas dimensiones para que los líderes de ambas dimensiones vecinas visitaran su mundo, la reina de Incendium aceptó rápidamente y al no querer ser menos mi padre también aceptó aunque no era capaz de venir en persona, fue por eso que yo fui enviado como embajador en compañía de Kris, mi maestro y custodia personal. Todo fue bien durante nuestra estadía aquí pero algo pasó cuando llegó el día de volver...

><><>< 

-Hoy su alteza no parece estar muy feliz-comentó el apuesto hombre de cabello negro que lo acompañaba.

-No es nada-musitó el pequeño castaño.

-¿Tanto le ha gustado el mundo humano que ya no quiere regresar a Tenebris?-preguntó divertido.

-¡Po-por supuesto que no!-chilló sintiendo sus mejillas enrojecer-Estoy ansioso por salir de este repulsivo mundo y alejarme de esa peste-masculló casi con asco mirando al par que estaba a unos metros de ellos.

-A mi me agradan, creo que el príncipe Lu tiene cierto parecido con usted-comentó.

-¡Eso ni de broma!-chilló indignado-Yo soy el hermoso príncipe de Tenebris y nada tengo parecido a ese estúpido chiquillo mudo-escupió con desdén mirando de reojo a esos dos.

Una hermosa mujer de largo cabello dorado y preciosos ojos reía como una niña mientras perseguía al pequeño de ojos grises que reía y corría tratando de escapar de ella ante la estúpida mirada de adoración de sus guardias.

-Te atraparé Xiao Lu-advertía ella haciendo al pequeño correr más rápido sin darse cuenta que lo hacía en círculos.

-Par de idiotas-bufó por lo bajo.

-No puede referirse de esa forma a la reina de Incendium, moderé su vocabulario o puede causar un serio problema-reprendió el mayor.

Han se cruzó de brazos enfurruñado como el caprichoso y mimada niño que era, miró de reojo nuevamente al par que jugaba y no pudo evitar sentir envidia del pequeño príncipe que era abrazado y besado por la hermosa mujer rubia, ¿cuándo había sido la última vez que él siquiera había hablado como se debía con su padre?

-Disimule-susurró Kris.

-¿Maestro?

-Mirando de esa forma a esos dos, su alteza parece un pobre Cazador bebé abandonado.

-Yo...

-Su padre lo adora-afirmó-Usted es su caprichoso y hermoso pequeño, su único hijo, el centro de su mundo pero usted también tiene que entender que él es nuestro rey y es por eso que no siempre puede estar a su lado como a usted le gustaría, pero tenga por seguro que no habrá hombre en el universo que ame más a su alteza como lo hace su padre-aseguró.

-¿Y usted?-susurró tímidamente-¿Usted me quiere, maestro?

-Demasiado mi pequeño y rebelde príncipe-la sonrisa más hermosa del mundo fue dirigida sólo y exclusivamente a él y sintió su corazón listo para salírsele del pecho.

Su rostro se sentía tibio y sus manos habían comenzado a sudar, no había ni pensado que unas simples palabras podrían llenar de tanta dicha su corazón, estaba inmensamente feliz en ese momento pero todo terminó desvaneciéndose al recordar aquello que le recordaba que no podría tener un final feliz como el que deseaba.

-Dice que me quiere pero...

-Lamentamos mucho él retraso.

Un hombre no muy alto, piel muy blanca, una sonrisa con forma de corazón, cabello negro, que usaba un parche de un lado del rostro y del otro lado dejaba ver su único ojo de color dorado, apareció en la sala con una expresión amable. Han rápidamente se dio cuenta que se trataba de uno de los suyos pero no lograba entender que hacía con los humanos y mucho menos porque sentía tanta desconfianza al verlo.

-¿Abrirán los portales ya?-preguntó con un tono hostil Kris que también se colocó frente a él.

-Ya estamos listos para esto-respondió él con una sonrisa extraña.

Hubo un largo silencio antes de que todo empezara, las puertas de aquella sala se abrieron de golpe y de ellas un centenar de Cazadores comenzaron a entrar, lo siguiente sucedió en cámara lenta para Han.

Kris lo empujó al suelo y corrió en dirección a la reina de Incendium ya que sus guardias habían sido eliminados sin esfuerzo, algo se partió en su interior al ver como su maestro los defendía a ellos mientras a él lo dejaba en manos de otros.

-¡KRIS!-llamó a gritos sin saber que hacer al darse cuenta que cada vez había menos guardias.

-¡Conténganlos!-ordenó el mayor a los guardias que quedaban y les abrían pasó a una de las salidas ya que lo más importante era sacar a su príncipe de aquel salón sin ningún rasguño.

Su mano tomó la del pequeño y asustado niño obligándolo a correr, tras ellos esa bella mujer rubia corría con un pequeño rubio que no paraba de llorar en brazos, su carrera no tenía rumbo y él podía escuchar que los perseguían.

Miró hacia atrás encontrándose con cientos de Cazadores tras ellos y él no lo entendía, él era su príncipe y ellos no podían tocarlo, ellos deberían estar protegiéndolo en lugar de persiguiéndolo, tenía miedo, un inmenso miedo que nunca había ni imaginado llegar a experimentar en su vida.

Los cuatro se encerraron en la primera habitación que hallaron pero la puerta no iba a soportar por mucho tiempo por la forma en la que la golpeaban, él miró a todos lados sin saber que hacer, Kris sujetaba fuertemente su mano tratando de darle calma pero de nada servía ya que el fuerte llanto del rubio solamente lo hacía sentir más ansioso con cada segundo que pasaba.

-Son demasiados, no podremos ganarles-dijo la rubia.

-¿Alguna idea para llegar a la salida?-preguntó Kris.

-Sí-asintió ella para luego mirar al rubio que no dejaba de llorar-Tranquilo bebé, todo saldrá bien-susurró dulcemente logrando así parar el llanto del menor finalmente-Mami debe ir trabajar-le dijo con la voz algo quebrada y los ojos humedecidos-Xiao Lu debe ser bueno e ir con el señor Kris y Hannie, ellos van a cuidarte y podrás jugar con Hannie todo lo que quieras ¿está bien?

El pequeño rubio parecía algo confundido pero aún así logró asentir, ella sonrió débilmente antes de estrecharla fuertemente en sus brazos, lo besó en la frente y se lo entregó a Kris, buscó entre sus ropas hasta hallar un pequeño cuaderno blanco que le dio al pequeño niño.

-Cuídalo mucho-le pidió a Kris.

-Nada le pasará-aseguró.

-Nos vemos mi amor, se bueno-pidió y él volvió a asentir-Salgan por la ventana-ordenó.

Han quería preguntar que estaba pasando y porqué ellos tenían que cargar con ese niño que nada tenía que ver con ellos pero apenas pudo razonar nada cuando Kris lo levantó del suelo con su brazo libre y saltaron por la ventana.

Pudo escuchar la puerta romperse y ver un ligero resplandor azul antes de que estuvieran nuevamente con los pies en el suelo y comenzarán a correr tan rápido como podían, sabía que se dirigían a la puerta que separaba la ciudad del vertedero pero también sabía que no sería tan fácil, el sonido de las alarmas se lo confirmó y nuevamente eran perseguidos hasta que lograron encontrar un escondite para recuperar el aliento.

-¿Qué está pasando?-preguntó por fin mirando con miedo a su maestro.

-Nos traicionaron.

-Pe-pero los Cazadores no pueden... ellos no...

-Esas no son las criaturas con las que suele jugar en los jardines del palacio, esas bestias son abominaciones creadas por ese monstruo del parche-explicó.

-¿Cre-creadas?-no entendía eso, eso no era posible.

-Nos encontrarán pronto-masculló.

-¿Y qué haremos?-preguntó angustiado.

-Escuche su alteza, tiene que tomar al príncipe Lu y huir mientras yo los distraeré para que ustedes puedan escapar-indicó.

-¡¿Qué?! ¡No, yo no voy a dejarte atrás! ¡No me iré sin ti!-sentenció.

-Tiene que hacerlo, su misión ahora es protegerlo a él, Kyungsoo no puede poner sus manos sobre ninguno de los dos.

-¡No quiero!-sollozó a causa de la rabia, ¿por qué de repente ese estúpido e inútil niño era tan importante para Kris?

-¡No es momento para comportarse como un mocoso inmaduro y caprichoso, compórtese como el príncipe que es!-elevó la voz.

Han apretó los puños con fuerza mientras sentía las lágrimas corriendo sin cesar luego de que Kris le hubiera lanzado esas crueles palabras, tomó la mano del rubio que también lloraba y miró dolido a su maestro, el mayor se puso de rodillas frente a ambos y colocó sus manos sobre sus cabezas durante unos instantes en los que él fue capaz de percibir un ligero calor emanando de la mano de su maestro.

-Ahora ambos están conectados al otro, si ellos los atrapan no podrán matar a alguno porque entonces mataran al otro también, salgan después de mí y corran tan rápido como puedan-indicó-Tiene que prometerme que pasé lo que pasé se mantendrán juntos y lucharan por escapar a toda costa-habló mirando al pequeño castaño que no podía detener sus lágrimas a pesar de que Kris siempre le decía que tenía prohibido llorar frente a los demás.

-Lo prometo-balbuceó apenas.

-Buen niño-sonrió con tristeza.

-Dijiste que tú nunca ibas a dejarme-recriminó el castaño.

-Perdóneme-dijo antes de salir a distraer a sus perseguidores.

Han se obligó a sostener con fuerza la mano del rubio y correr sin mirar atrás, pudo escuchar cada segundo de la batalla tratando de resistirse a voltear pero al final fue completamente en vano.

-¡Lo tenemos!-escuchó decir a alguien y no pudo seguir corriendo, no sin él.

-¡MAESTRO!-gritó.

-¡No vegas! ¡Tú deber es proteger a Lu, eso es lo único que importa!

-Pero...

-¡HUYAN!-gritó.

Han nuevamente se obligó a dar media vuelta y comenzar a correr con los ojos cerrados, el hombre del parche apareció frente a ellos de la nada y con un sólo movimiento de su mano lo lanzó contra un muro de duro concreto, su cabeza golpeó contra el suelo al caer dejándolo totalmente aturdido, la promesa que le había hecho a Kris lo hacía resistirse a cerrar sus ojos, buscó a Lu con la mirada y trató de estirar su mano hacia él que estaba paralizado mirando al hombre frente a él.

-L-Lu... co-corre... –trató de decirle.

Él no pareció escucharlo y lo último que él vio fue a la madre de Lu aparecer y tras eso todo para él se volvió negro.

><><>< 

-No volví a ver a mi maestro ni a la madre de Lu luego de ese día pero hasta el día de hoy me he esforzado por mantener la promesa que le hice a mi maestro y mantenerme junto a Lu por mucho que no lo soporte, sé por Kai que su gobernante se limpio las manos y Tenebris culpa hasta hoy a Incendium y viceversa, el objetivo de Kyungsoo es hacer estallar una segunda guerra entre las tres dimensiones y hasta ahora está haciendo un gran trabajo-dijo seriamente.

-¿Con que propósito buscaría una guerra?-cuestionó confundido Max.

-Desconozco sus razones pero siempre nos dijo que ese era su objetivo y por eso nos usa a nosotros y a su gobernante.

-No lo entiendo, porque el gobernante buscaría una guerra, no le beneficia en nada-razonó Suho.

-Es porque ellos tienen un acuerdo.

-¿Un acuerdo?

-Su gobernante tiene una enfermedad que hace mucho debería haberlo matado pero Kyungsoo lo ha mantenido vivo todo este tiempo a cambio de su cooperación con todos sus planes.

-Imposible-murmuró incrédulo Max.

 

-Con Kyungsoo nada es imposible-masculló.

-Entonces... ¿es Kyungsoo quién maneja todos los hilos?-preguntó seriamente Suho.

-Sí, hasta ahora él es quien ha tomado las decisiones sobre lo que sucede con ustedes los humanos y durante este tiempo también nos ha usado para diferentes pruebas y experimentos al igual que con los humanos que ustedes se encargan de rescatar, desde el primer día él nos mantuvo encerrados y nos movían de un laboratorio a otro cada cierto tiempo, logramos escapar sólo cuando entramos a la Ciudad-finalizó.

Un profundo silencio llenó la habitación entonces mientras ellos intentaban procesar todo lo que Han les estaba diciendo, aquello era una locura y si ya de por sí sabían que sería un suicidio empezar una guerra con el gobernante no tenían ni idea como serían capaz de enfrentarse a un demonio loco con un ejército de monstruos.

-¿Cuál es el trato que quieres ofrecerme entonces?-preguntó por fin Suho.

-Les ofrezco una alianza-propuso.

-Una alianza con un monstruo como tú-masculló Jena.

-Pues resulta que este monstruo recuerda cada ubicación de los laboratorios secretos de Kyungsoo y puede llevarlos a ellos además de asegurarles protección contra los Cazadores salvajes, ellos no pueden tocarme y tampoco a ustedes si esa es mi orden-respondió entre dientes-Además, si bien no estoy seguro de nada puede que tú encuentres las respuestas que buscas-señaló a Sehun.

-¿De que hablas?-inquirió repentinamente ansioso.

-Como dije, no estoy seguro pero en algunas ocasiones escuché a algunos de los científicos hablando de un proyecto fracasado donde se hablaba de una poderosa criatura, no estoy seguro de si se referían a un humano o alago más pero esa cosa era algo con habilidades idénticas a las tuyas.

-¿Estás seguro?-preguntó inseguro, no iba a poder con otra pista falsa.

-Estoy seguro de lo que escuché pero no de si tenga que ver contigo-respondió.

-¿Y qué esperas que hagamos nosotros por ti a cambio de todo lo que nos ofreces?-interrogó con desconfianza Suho.

-Nada complicado, solamente tiene que dejar que tanto Lu como yo nos quedemos aquí ya que aparentemente al estar aquí Kyungsoo es incapaz de localizarnos, me ayudaran a encontrar a Kris y también permitirás que me alimente cuando lo necesite-propuso.

-¿Que te alimentes?-Han asintió.

-¿Y qué come un demonio?-preguntó curioso Max.

Han puso los ojos en blanco luego de escuchar aquello nuevamente, los humos siempre terminaban relacionándolos con esos términos de demonio y ángel cuando ellos nada tenían que ver con esas inexistentes criaturas.

-Con unas tres almas y dos litros de sangre de mujeres vírgenes al día estaré bien. Lu solamente necesita luz del sol-soltó con tono irónico.

Max no pudo evitar reírse mientras que Suho y Jena lo miraban horrorizados logrando hacerlo bufar por su estupidez excesiva.

-Nosotros nada tenemos que ver con esas absurdas creencias humanas que hablan de demonios y ángeles, no somos nada de eso-sentenció-Es verdad que tengo una necesidad especial, por así decirlo, pero nada tiene que ver con la esas creencias suyas, tengan por seguro que no mataré a nadie y ni siquiera se percataran de cuando me alimente, así que... ¿tenemos un trato?-preguntó extendiendo su mano hacia Suho.

El miró a las tres personas que los acompañaban en espera de alguna objeción pero al no tenerla se puso de pie y estrechó la mano del menor frente a él.

-Tenemos un trato-afirmó.

-No te arrepentirás-sonrió complacido.

-Eso espero.

Notas finales:

Y tenemos una alianza señores, ¿qué hará Kyungsoo cuando se entere?

Y bueeeeeeno, eso es todo por hoy, espero que los capítulos les gustaran y saben que agradecería sus RW, muchas gracias por leer, hasta la próxima.

Las amu <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).