-Kyunggie mi amor-llamó con ese fastidioso y meloso tono de voz que provocaba que el pelinegro quisiera matarlo.
-¿Cuántas veces te he dicho que llames a la jodida puerta?-masculló entre dientes.
-Yo soy casi tu esposo así que yo no tengo que llamar a la puerta para verte, eso déjalo para tus insignificantes peones-declaró sonriente aunque en su mirada no se reflejaba para nada feliz.
-¿Nos despertamos de malas?-preguntó divertido.
-Sí, ahora deja esa mierda que estás haciendo y dime cuando la puta marca servirá de algo-soltó entre dientes aún sin borrar su sonrisa falsa.
Kyungsoo dejó sobre la mesa lo que estaba revisando y fijó su fría mirada en el moreno que continuaba con el ceño fruncido, le daba algo de razón porque él también comenzaba a perder la paciencia con la maldita marca pero esperar era lo único que podía hacer ya que ninguno podía volver a hacer lo que Kai había hecho para poder ponerla, no por lo menos al menos.
-Es una marca temporal, no aparece de la noche a la mañana como una permanente, sé paciente-dijo aparentando estar tranquilo.
-Esto no estaría pasando si tú…
-¡Ya basta!-sus manos golpearon fuertemente el escritorio cuando se puso de pie pero el moreno ni pestañeó ante su repentina explosión, en realidad estaba bastante acostumbrado a ellas y ya le daba igual-¡No voy a repetirlo! ¡Cállate y obedece o vas a conocer una parte mía que no te gusta!-amenazó.
-Te conozco mejor que nadie y no hay ni una sola faceta tuya que no me guste, tu amenaza es estúpida-bufó.
-No me provoques-masculló entre dientes.
-¿O qué?-lo retó-¿Vas a matarme?
El dorado y único orbe visible en el pálido rostro del pelinegro pasó a ser totalmente negro pero no tuvo ningún efecto en Kai que lejos de estar asustado se comenzó a mirarse las uñas como si no hubiera cosa más interesante en el mundo.
-¿Has logrado hacer algo con el niño?-preguntó tranquilamente como si lo anterior nunca hubiese sucedido.
-No, ahora mismo me es imposible llegar a él, probablemente siempre debe estar con ese hombre-frunció el ceño de sólo recordar a Sehun.
-Entonces, ¿qué haremos respecto a él?-inquirió.
-Para eso es la marca, idiota-bufó-Sí ellos siempre están a su lado eso obviamente significa que van a llevarnos con él y entonces podrás encargarte-Kai sonrió.
-Como usted diga señor-respondió entusiasta.
-Sólo una cosa-agregó y Kai lo miró con mucha atención-No vayas a destruir su cuerpo-advirtió.
-¿Por qué no?-refunfuñó.
-Porque lo necesito para algo, ahora levanta tu trasero de ahí y sígueme-ordenó.
El moreno volvió a refunfuñar e igualmente lo siguió en silencio, los soldados que se encontraban a su paso, rápidamente se hacían a un lado y agachaban la cabeza para no provocar la ira de Kyungsoo. Eso había sido muy divertido al principio pero ahora ya no lo era tanto y comenzaba a aburrirse.
Su ceño se frunció cuando sus ojos divisaron las compuertas que llevaban a la salida secreta del la Ciudad, ahí adelante estaba ese repugnante humano que Kyungsoo usaba como su títere y al cual odiaba como a ningún otro y fue por ello que no hizo esfuerzo alguno por tratar siquiera de suprimir el bajo gruñido que brotó de su boca.
-Todo está listo para usted, mi amo-dijo sumisamente manteniendo su mirada en el suelo en todo momento.
-Perfecto, encárgate de todo mientras no estoy-ordenó.
-Como usted diga-murmuró obediente.
-Kai vendrá conmigo-informó y siguió caminando hacia el vehículo que ya los esperaba.
Los ojos ámbar del moreno se cruzaron con los turbios ojos oscuros del anciano que brillaban llenos de odio y celos, una sonrisa victoriosa se dibujó en sus labios cuando alcanzó al pelinegro y se dio el lujo de rodear su cintura con su brazo derecho restregándole al otro que su tacto no era repulsivo para Kyungsoo como lo era el suyo.
-Compórtate-advirtió Kyungsoo sin alejarlo en ningún momento.
-Yo siempre-afirmó falsamente ofendido.
Ambos pronto abordaron en vehículo blindado que los trasportaría a un destino desconocido para Kai, él ya sabía que Kyungsoo tenía varios laboratorios fuera de la Ciudad y también tenía el conocimiento de que Kyungsoo los visitaba cada cierto tiempo pero jamás lo había acompañado y de ser su destino alguno de esos laboratorios, sería la primera vez que lo vería.
-¿A dónde vamos?-preguntó tras tres horas de un molesto silencio.
-Al laboratorio diez-respondió sin mucho interés.
-¿De verdad?
-¿Por qué te respondería eso si no fuese verdad?-cuestionó con fastidio.
-Nunca antes me has llevado a ninguno de los laboratorios antes-se encogió de hombros.
-Pues como esta será la primera vez espero que prestes atención-advirtió.
-Pero que sexy luces cuando estás todo mandón-soltó únicamente para fastidiarlo.
Kyungsoo no emitió comentario alguno sobre lo que había dicho limitándose simplemente a observarlo con de la misma forma fría de siempre, bufó al verse ignorado e intentó con algo diferente. Su mano se posó sin vacilación sobre el muslo izquierdo del pelinegro, dio un ligero apretón y le dio una mirada traviesa cuando finalmente obtuvo la atención que había buscado.
-Eres un imbécil-declaró el pelinegro y retiró con búsqueda la mano ajena-Ya llegamos así que bájate-ordenó.
Kai farfulló algunas maldiciones e insultos hacia el más bajito mientras bajaba del vehículo como le había dicho que hiciera, afuera todo lucía como una simple y oscura cueva que estaba muy lejos de ser un laboratorio.
-Sígueme-habló Kyungsoo y él se apresuró a darle alcance muerto de curiosidad.
Avanzaron durante lo que para él fueron horas únicamente iluminándose con una estúpida barra cyalume que apenas y alumbraba algo, estaba casi listo para mandar a Kyungsoo al carajo y largarse de vuelta al vehículo pero entonces Kyungsoo finalmente se detuvo.
Lo vio con atención alumbrar el sólido muro de roca hasta que logró encontrar algo y presionar, un extraño sonido retumbó dentro de la cueva seguido de un leve temblor, el moreno no tenía idea de que pasaba y cuando llevó su mirada a Kyungsoo este ya se estaba adentrando por la enorme compuerta que se había abierto, lo siguió rápidamente quedándose descolocado cuando se encontró en el interior de una gran sala blanca completamente vacía.
-Identifíquese-escuchó una voz robótica y rápidamente se volvió para mirar a Kyungsoo que estaba frente a un pequeño panel.
-Zeusgsx55389-respondió.
-Código y reconocimiento de voz exitosos, bienvenido señor Kyungsoo.
Una nueva puerta se abrió y ambos entraron a enorme pasillo blanco lleno de puertas negras todas con diferentes símbolos en ellas, intentó preguntar que significaban pero Kyungsoo no respondió y continuó avanzando hasta llegar a la puerta con lo que parecía ser una llama, el pelinegro colocó su mano sobre el pequeño panel del lado derecho y la puerta se abrió.
Un rugido lo hizo cubrirse los oídos en cuando entraron, miró al frente desconcertado encontrándose con una enorme criatura encadenada y encerrada tras tres muros transparentes, sabía que era un Cazador pero nunca había visto una criatura tan enorme y poderosa aún cuando esta estaba en el suelo respirando ruidosamente y con partes de su carne quemada.
A su alrededor un grupo de personas se movían de un lado a otro diciendo cosas que él no llegaba ni a entender mientras que otras tantas operaban algunas de las máquinas que había en el lugar.
-La regeneración será completada en tres... dos... regeneración exitosa-anunciaba una joven castaña tras una máquina que probablemente monitoreaba los signos de la criatura que poco a poco volvía a ponerse de pie.
-Activen el quinto lanza llamas-ordenó la mujer que parecía la mayor de todos ahí.
-Entendido-respondió un joven.
Un sonido que jamás había escuchado antes se hizo presente, las llamas llenaron la jaula y la bestia volvió a aullar de dolor. Kai permaneció atónito sin saber que esperar mientras todo aquello sucedía, no supo cuanto tiempo había transcurrido cuando finalmente el fuego se extinguió y la poderosa criatura apareció en el suelo casi completamente calcinada pero respirando aún.
-Signos vitales normalizándose, proceso de regeneración iniciado-anunció la joven de antes.
-Kana-llamó Kyungsoo a la mujer que se encontraban frente a la jaula anotando algunas cosas.
La mujer rápidamente hizo una reverencia de 90° grados al ver al pelinegro, dejó lo que estaba haciendo y se acercó a ellos, una expresión de asombró apareció en su rostro al verlo a él y Kai no pudo más que poner una perfecta cara de fastidio ante ella y su molesta e insistente mirada.
-Imposible-dijo la madura mujer-¿Es posible que...?
-No-la cortó tajante Kyungsoo-Deja de perder el tiempo y dime como van las pruebas-ordenó.
-S-sí-tartamudeó nerviosa y prácticamente corrió hacia su escritorio.
Kai miró con confusión primero a Kyungsoo que permanecía inmutable y después desvío sus ojos a ella permitiéndose observarla con mucha más atención repasando en cada detalle de la delgada mujer, ella era pequeña y su cuerpo era tan delgado que parecía que podría romperse, su cansado rostro ya tenía marcadas líneas de expresión y unas prominentes ojeras bajo sus tristes ojos chocolate, su largo cabello negro contaba ya con algunas canas y en pocas palabras, ella se veía exhausta.
-Hasta ahora el sujeto de pruebas C-450 ha tenido grandes avances y parece adaptarse a cualquier ambiente hostil al que se le exponga, ya sea a temperaturas extremadamente altas o bajas-dijo ella mientras sostenía una carpeta negra-Su fuerza va en aumento a diferencia de todos los otros sujetos de prueba, su capacidad de regeneración es casi instantánea y su velocidad supera a la de cualquier Cazador salvaje.
Kai no pudo evitar desviar su mirada al contenedor luego de haber escuchado aquello y apenas pudo creer lo que veía cuando encontró a la bestia de pie y sin ningún rasguño, como si no hubiera estado bajo las llamas nunca.
-Perfecto-sonrió malicioso.
-¿Qué rayos es eso?-preguntó por fin Kai.
-El Cazador perfecto y tu compañero-respondió con orgullo.
-¿Trabajare con esa cosa?-inquirió incrédulo y algo asqueado.
-Por supuesto que sí-sentenció-He esperado mucho para este momento y por fin podré observar como todos mis esfuerzos dan frutos, él es el primero de muchos-aseguró casi pareciendo feliz, casi.
-Él es repugnante-masculló Kai.
Kyungsoo le lanzó una mirada fulminante que poco le importó, decidió ignorarlo al final y le entregó la carpeta que Kana le había dado antes de dirigirse a la puerta deteniéndolo en seco al verlo siguiéndolo.
-Tú te quedas aquí con el resto del equipo para observar las pruebas que le harán-indicó.
-¿Qué no se suponía que me trajiste para acompañante a todos lados y así conocer este lugar?-preguntó inconforme.
-No, te quedas aquí-sentenció y sin más abandonó la habitación en compañía de Kana.
La siguió hasta la última puerta del lugar que daba a una habitación a la que únicamente ellos tenían acceso, la científica abrió para él dejándolo pasar primero al ascensor que los transportaría al laboratorio subterráneo que era el más resguardado de todos.
-¿No puedo creer que él esté aquí?-murmuró ella con la mirada fija en la nada.
-No entiendo que es lo que tanto te sorprende-se encogió de hombros despreocupado.
-Usted fue quien lo dijo, él fue un fracaso-le recordó
«¿Vas a destruirme como él dijo que tenías que hacer?»
-Estaba equivocado-Fue la simple respuesta del pelinegro.
Las puertas del ascensor se abrieron para ellos dándoles la bienvenida a la parte más oculta del lugar, Kyungsoo observó con algo de tristeza la fila de contenedores frente a él, se acercó lentamente rozando apenas con la yema de sus dedos uno de ellos y sintiendo un doloroso frío atravesarle el pecho, casi todos estaban vacíos.
-¿No va bien, verdad?-preguntó con desilusión.
-Lamentablemente no, cada día mueren más de los que podemos producir-explicó ella.
Kyungsoo apretó los puños y se giró a ver con furia a la mujer mayor, todo su esfuerzo parecía estar yéndose a la basura porque la parte de sus planes que más le importaba no conseguía resultado alguno.
-¡¿Por qué no está funcionando si te la entregue a ella?!-exigió saber frustrado señalando al único contenedor apartado de los demás que brillaba con una tenue luz azul.
-No lo sé-respondió por lo bajo.
-¡Dijiste que si la mataba y te la entregaba habría una posibilidad!
-Lo sé pero es más difícil de lo que imaginé-murmuró igual de frustrada.
-¡No me vengas con eso y has algo!-exigió.
-¡Eso intentó!-se defendió.
-¡Pues haz algo mucho mejor que eso, sácale provecho a esa maldita perra!-ordenó apuntando al contenedor.
-Voy a darte resultados, solamente necesito tiempo-pidió.
Kyungsoo pareció tranquilizarse un poco con eso, caminó lentamente hasta estar frente al contenedor de aquella hermosa mujer y la observó con odio, le había contado tanto llegar a ella y cuando finalmente lo había conseguido nada salía como debería, de aluna forma sentía que era su culpa.
-Lu sigue esperando que aparezcas para cumplir con tu promesa de protegerlo-una sonrisa torcida se dibujó en su labios mientras dejaba a su diestra dibujar el contorno de su rostros a través del frío cristal-Continuas tan hermosa como la primera vez, te echamos de menos mi querida Yi Jie-se burló.
Se giró para mirar a Kana que se había mantenido en total silencio, pasó a su lado para llegar al elevador al cual se adentro manteniendo su único ojo fijó en ella, no había planeado decírselo pero ahora ella merecía sentir tanto dolor como él.
-Encontré a Sehun-anunció dejándola en shock.
-N-no... e-eso no… imposible... él es-está... -balbuceó con esfuerzo.
-Él volverá con nosotros-aseguró.
-¿D-de verdad... es-está con... vi-vida?-pudo preguntar apenas con un hilo de voz.
-Sí pero cuando vuelvas a verlo él ya no lo estará-prometió.
Las puertas se cerraron justo cuando vio a la científica caer de rodillas llorando con fuerza, ella siempre había sentido un afecto muy especial por Sehun pero ese era su problema porque ya debería saber que los sentimientos ajenos para él no tenían valor alguno, todos eran reemplazables.