Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Demonically angelic por DNA

[Reviews - 114]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No. 2

El reflejo en el pequeño espejo no era nada bueno, había conseguido levantarse y llegar a las duchas pero aún después de que se había duchado su imagen no parecía mejorar y lo último que él quería era preocupar a Sehun.

Sabía ya y sin necesidad de que él se lo dijera, que era una carga y eso tan sólo iba a ser peor con un cuerpo enfermo, se suponía que el castigo únicamente debía durar algunos días pero para él estaba durando mucho más, tal vez era porque él no era cualquier persona pero recordarse eso simplemente lo hacía peor porque significaba que era una decepción para todos.

Una sonrisa falsa apareció en sus labios cuando escuchó la puerta abrirse, sus manos escondieron rápidamente el pequeño espejo y sus apagados ojos grises se fijaron en la persona que entraba y cuando lo vio a él repentinamente todo se sentía mejor y la sonrisa había dejado de ser forzada.

Le hubiera gustado ponerse de pie pero en su condición era inútil que lo intentara siquiera, por lo que no tuvo más remedio que levantar su pequeño cuaderno blanco tan alto como pudo para que él pudiera leer.

"Bienvenido Hunnie."

Usualmente Sehun le sonreiría, le revolvería el cabello o tal vez lo abrasaría pero en esa ocasión lo qué obtuvo fue una mirada sombría con un apenas perceptible brillo de suplica y quiso llorar. Algo le decía entonces que lo que venía lo iba a lastimar seriamente y fue entonces que deseó poder ser capaz de levantarse y salir corriendo.

-Lu-llamó Sehun con un débil susurró.

"No, por favor, lo que sea que vas a decirme no lo hagas."

Le hubiera gustado suplicarle, gritar y patalear para evitar eso tan oscuro que ya venía venir pero no tenía voz para hacerlo y todo parecía indicar que tan sólo podía aceptar y callar.

-¿Soy tu marioneta?-preguntó con un nudo en la garganta dejando al menor estupefacto.

><><>< 

-Esto debe ser una broma-bufó indignado.

-Me gustaría decirte que lo es pero no es así-musitó afligido.

-Lu jamás haría algo así, es tan sólo un niño-le recordó.

-Pero te recuerdo que no es un humano y hasta donde yo sé, ellos tienen el poder para volver un simple títere a cualquiera-aseguró.

-Mientes-declaró.

Se negaba a creerlo, Lu no era de esa forma, no podía ser alguien tan perverso como para engañar y manipular a los demás, Lu le había demostrado en muchas ocasiones lo dulce y bondadoso que era y por lo tanto lo que Han decía tenía que ser una absurda mentira.

-No lo hago-susurró-¿Acaso nunca te has preguntado por qué te encariñaste tan rápido con él?-interrogó seriamente.

Sus labios se abrieron y se cerraron sin tener una respuesta que pudiera darle al castaño porque sabía que tenía razón, él nunca había sentido ningún tipo de afecto por absolutamente nadie pero había sucedido casi inmediatamente con un niño al cual no conocía bien, estaba dudando y no lo quería, tenía que ser un engaño.

-Los provenientes de la dimensión de Incendium tienen el don para manipular los sentimientos y acciones de otras criaturas, lo hacen para conseguir lo que quieren, es algo instantáneo que un humano jamás podría detectar. Comienza con una inexplicable atracción, después tú no podrás decir que no a todo lo que te pida, tendrás por único objetivo protegerlo y para ti no habrá nadie más importante que él o ella, ellos podrían pedirte incluso morir por ellos y tú lo harías porque ellos te hacen creer que es tu deber-explicó.

Más dudas asaltaron su mente y ya no estaba seguro de que creer, Han lo miraba con preocupación mientras una de sus manos estaba sobre su brazo, odiaba ver tan sinceridad en sus ojos porque eso solamente significaba que no era un broma cruel y eso dolía mucho más que estar siendo engañado.

-No es su culpa, tenía miedo en ese momento y no pensó en nada más, Lu es bueno-aseguró.

-Él no hizo eso, no está manipulándome-afirmó tan seguro como no se sentía.

-Lo he visto hacerlo antes, tan sólo quiero que tengas cuidado-pidió, besó su mejilla y le sonrió con dulzura o tal vez lastima.

><><>< 

Tras esas palabras Sehun no había podido quedarse más escuchando nada  más, había ido directamente a buscar a Lu escuchando una voz que gritaba: "no le creas". Sin embargo, tenía dudas y solamente el pequeño rubio podía aclararlas.

Los nervios invadieron al pequeño frente a él, lágrimas pronto volvieron vidriosos sus hermosos ojos y todo se fue al demonio cuando lo vio tragar duro. El sentimiento de decepción lo golpeó tan fuerte que por un instante se olvido del lugar donde estaba y solamente tenía una pregunta.

¿Por qué?

-Lo hiciste-susurró dolido.

El rubio negó frenéticamente pero sus ojos decían lo contrario, la decepción pronto se volvió un mar de confusión hasta finalmente volverse coraje que se había quedado atorado en su garganta.

-¡¿Ni siquiera tendrás el valor de aceptarlo?!

Lu volvió a negar, la desesperación no lo dejaba pensar con claridad, tenía que explicarle, decirle que no había hecho nada, que debía crearle a él, estaba dispuesto a suplicárselo pero ningún pensamiento coherente estaba formándose en su cabeza.

-¿Hasta cuándo planeabas hacerlo? ¿Cuándo hubieras regresado a salvo a tu mundo o simplemente hasta que te fuera útil?-escupió llenó de resentimiento.

"¡No es así! ¡No te engañe, tienes que creerme!"

Tratar de gritarle de ese modo era inútil pero también lo era tratar de escribir, estaba completamente bloqueado, las lágrimas ya no lo dejaban ver y las manos le temblaban tanto que no podía sostener el lápiz siquiera.

-Debiste reírte tanto de mí cuando todos me decían que estaba siendo engañado pero yo te defendía a ti-rió sin ganas.

"¡NO! ¡YO NUNCA LO HARÍA, NO CREEAS EN ÉL!

-Soy un imbécil-masculló antes de irse dando un portazo.

"¡SEHUN!"

Intentar levantarse sólo lo dejó sobre el duro suelo, lágrimas de rabia e impotencia caían sin piedad mientras sentía algo horrible construyéndose en su interior junto al insoportable dolor en su corazón.

-Lo tomó muy mal, ¿no crees?

Sus ojos claros se dispararon cargados con puro rencor a la criatura perversa que estaba recargada en el marco de la puerta con una sonrisa triunfal pintada en los labios, todo era por su culpa y no iba a perdonarlo, nunca.

"¡¿Por qué lo has hecho?!"-exigió saber.

-Él merecía la verdad-se encogió de hombros con calma.

"¡NO LO ESTOY ENGAÑANDO!"-gritó.

-Tú y yo sabemos que estás mintiendo, sé perfectamente la clase de trucos de las que tu gente se vale para manipular todo a su favor-soltó fríamente.

"¡Yo no lo hice! ¡Conozco sobre eso pero no lo hice!"

-Yo no voy a creerte y ahora él tampoco-sonrió ladino.

"¡Eres despreciable! ¡Eres el menos indicado para acusarme de nada cuando haces exactamente lo mismo y con un propósito mucho más asqueroso!"-lo acusó.

-Tú...

"¡No vuelva a tocarme!"-advirtió sosteniendo la mano que él había levantado.

Han lo miró atónito, jamás había visto y mucho menos esperado esa reacción de parte de Lu y eso solamente significaba que estaba sufriendo y él no podría sentirse más feliz con ello.

-Tienes razón, yo también puedo hacerlo pero la gran diferencia es que yo lo hago por supervivencia y para evitarles el dolor, en cambio tú, tú lo haces por gusto sin importar que es lo que esas inocentes criaturas sufran, eso te hace miles de veces peor que yo-aseguró.

"¡Vete! ¡Aléjate de mí!"-exigió.

-Muy bien, iré a dormir con Max-sonrió-Pero antes una cosa más.

Labios amargos y helados se pegaron a los temblorosos del más pequeño que estaba en estado de shock con los ojos bien abiertos, algo se resquebrajó más en su interior y más lágrimas silenciosas cayeron, se quería morir.

-No hagas tanto drama, ya estás manchado de cualquier forma y seguro a nadie le importara una mancha más, seguro tu prometido estará bien-le dio un último guiño y abandonó la habitación sintiéndose triunfal al escuchar el lamento de agonía qué fue capaz de escuchar.

Por un segundo espero sentir la culpa que sentía cuando era niño y hacía algo malo a escondidas de Kris pero en esa ocasión no sintió nada de eso, de hecho su sonrisa seguía agrandándose más y más, definitivamente eso solamente podía significar una cosa, Lu se lo merecía.

-Tío Maxi, dormiré hoy contigo-anunció y sin esperar ningún tipo de repuesta solamente entró.

***

Al entrar a su habitación se sentía tan cansado como nunca había estado, sus manos bien podría necesitar ser revisadas por Jena pero no tenía fuerzas para llegar a la enfermería, se desplomó en la cama cuando la tuvo lo suficientemente cerca de él y deseó hundirse en ella.

Había pasado horas entrenando pensando aliviar un poco de la presión en su pecho pero esta no se había ido y lejos de disminuir estaba aumentando, nunca había pensado que la decepción doliera tanto aunque también sabía que había algo más, dolía porque era Lu y… ¿eso no significaba que tal vez no lo habían engañando?

No sabía, en realidad ya no sabía que creer, tal vez ambos estaban engañándolo y él estúpidamente estaba cayendo en sus redes, tal vez ellos ni siquiera estaban peleando como fingían estar haciéndolo, probablemente todo era un teatro donde él era su títere.

Su cabeza comenzó a palpitar y gruñó debido a la pequeña molestia que probablemente pronto iba a convertirse en un fastidioso dolor, suspiró pesadamente acurrucándose mejor contra su almohada sintiéndose insatisfecho, era como si faltara algo ahí o mejor dicho alguien y pensó inmediatamente en ese pequeño ser que le había estado viendo la cara de imbécil.

Gruñó por segundas vez y se obligó a cerrar los ojos para dejarse llevar por el sueño, esperando que esa noche fuera una de esas ocasiones que lo arrastrará de inmediato aunque eso significara volver a ir con ella, pronto sus ojos comenzaron a sentirse demasiado pesados y por mucho que sentía que algo se sentía muy extraño no luchó por quedarse despierto de ningún modo.  

*~*~*

Sus ojos volvieron abrirse lentamente y supo que algo no iba bien cuando se dio cuenta del lugar donde se encontraba, siempre que él despertaba estaba en la habitación donde ella siempre lo esperaba pero en esa ocasión lo que tenía frente a sí era un largo pasillo apenas iluminado y lleno de puertas.

Se levantó del suelo y miró a su derecha pero el interminable pasillo era todo lo que podía observar, se atrevió a girarse para quedar frente a la puerta en la que había estado recargado cuando abrió los ojos y se encontró en el suelo y no en la cama que siempre ocupaba.

Dudó en abrirla pero al final se armó de valor y lo hizo quedándose estupefacto por lo que vio, adentro había dos personas y lo que realmente era sorprendente era que una de esas personas era él, Suho estaba junto a él hablándole de sus planes para el futuro mientras Sehun ni siquiera trataba de fingir que lo escuchaba y él recordaba vagamente eso.

En ese entonces él tenía trece años y acababan de unirse a la resistencia, había visto a Suho algo decaído ese día por la tarde y era por eso que había tratado de animarlo y ellos habían terminado en el campo de entrenamiento mirando las estrellas mientras hablaban de lo que querían para su futuro.

Suho había hablado de un montón de idioteces sobre liberar a todo el mundo y convertirse en un hombre que pudiera protegerlos a todos y a Sehun no podía interesarle menos todo eso pero había pensado que iba a ser grosero que hiriera los sentimientos de Suho cuando apenas parecía estar animándose.

-¿Y cuál es tu sueño de un mundo perfecto?-escuchó preguntar a Suho y puso atención, no recordaba su respuesta en realidad.

-Lo único que me importa es que estemos juntos-respondió su yo del pasado, lo vio ponerse de pie y comenzar a alejarse ante a malhumorada expresión de Suho.

-Oh, vamos-refunfuñó-Podrían dejar de pensar únicamente en ustedes sólo para variar-se quejó.

Su mirada se mantuvo fija en su propio cuerpo mientras más se alejaba de Suho, la palabra “ustedes” no dejaba de repetirse en su cabeza provocándole una fuerte punzada en el pecho, cerró la puerta tan rápido como pudo y su respiración se volvió agitada, ahora recordaba, había alguien importante en su vida pero no lograba recordar quién era.

Sus piernas se pusieron en movimiento nuevamente y las puertas que tuvo al alcance se fueron abriendo una a una pero todo lo que había eran esos eran recuerdos que él conocía perfectamente y que no tenían nada importante que decirle, avanzó más y entonces se detuvo cuando varias pertas de madera oscura llenas de cadenas y candados lo saludaron, caminó con torpeza sin saber que esperar o que hacer hasta que un fuerte sonido llamo su atención y se detuvo frente a una de ellas.

-¡Ya detente!-exigió ella, la voz.

Escucharla tan asustada lo preocupo y rápidamente trató de romper la cadenas para entrar y ayudarla pero antes de tocar las cadenas la voz que escuchó lo detuvo en seco.

-¡No! ¡Dime la verdad!-demandaba su propia voz.

Trató de recordar una pelea donde él alzara la voz de esa forma y dijera esas palabras pero no logró recordarlo porque para él, eso nunca había sucedido.

-¡Ya te lo dije, no es verdad!-sollozó ella-¡Suho lo confundió todo!

-¡¿Me crees estúpido?!

-¡Para estas alturas es obvio que lo eres!-casi gritó aun con la voz rota-¡Se supone que me amas pero es a él a quien le estás creyendo, ¿es eso lo que llamas amor?!

-Yo…

-No merezco esto Sehun, es injusto.

-No, por favor no llores.

-Cállate-ordenó-No quiero verte más por hoy.

El sonido de pasos acercándose a la puerta le aceleraron el corazón luego de que simplemente había estado ahí escuchándolo todo, por un segundo la idea de que la puerta se abriera y por fin lo dejara ver el rostro de quien fuera a quien perteneciera esa voz llevó sus pulsaciones todavía más alto y contuvo el aliento.

-No te vayas, por favor-se escuchó suplicar a sí mismo.

-¿Y para que debería quedarme? ¿Para que sigas acusándome de engañarte con todo mundo aquí?-soltó con resentimiento.

-¡Lo lamento!-casi gritó-Sé bien que no te merecías nada de lo que te dije pero estaba matándome, todos lo decían todos te llamaban la puta del lugar y yo me esforzaba por creer en ti pero entonces Suho me dijo que te vio con ese hombre y yo… me estaba muriendo de celos.

-¿Y te pareció más fácil venir a gritarme que preguntarme sin necesidad de comentarios hirientes?

-Lo sé, lo sé. Lo siento mucho, perdóname por favor.

-No puedo enojarme contigo-la escuchó reír dulcemente-Ve aquí niño tonto.

Nuevamente el sonido de pasos se escuchó demasiado fuerte al interior de la habitación, escuchó su risa nuevamente y se sorprendió al escuchar la suya acompañarle, hubo un pequeño silenció antes de finalmente volver a escucharla hablar.

-Te amo demasiado Hunnie-dijo y nuevamente ahí estaba su preciosa risa.

-Yo también, te amo demasiado.

Escucharse decir eso fue suficientemente para sentir su corazón detenerse, su respiración se agitó y su cerebro le exigía abrir la puerta para ver la cara de la persona a la que acaba decirle que la amaba, sus desesperadas mano fueron hasta los candados luchando por romperlos.

Una ráfaga de viento apareció de la nada y luego de ella Sehun sintió a alguien sostener su mano con fuerza obligándolo a correr a su ritmo, apenas podía ver algo pero sabía que era ella quien lo tomaba de la mano y lo obligaba a correr a través del pasillo, una gran puerta fue lo que encontraron al final del pasillo, las puertas se abrieron y ella lo obligó a entrar antes de que la puerta volviera a cerrase.

-Tienes que irte, rápido-dijo ella con desesperación.

-No, yo… -no tenía idea de que decir, miles de preguntas le taladraban la cabeza junto a la desesperante necesidad de abrazarla.

-No puedes quedarte, él está aquí, va a lastimarte y tienes que irte-imploró.

-¿Él?

-¡Tan sólo márchate!-exigió.

-No puedo, yo…

-Lo sé, sé lo que escuchaste y prometo decirte tanto como me sea posible pero debes irte, rápido-suplicó.

-¿Y tú?-preguntó angustiado.

-Estaré bien amor, tan sólo despierta cuanto antes-pidió.

-No, no quiero dejarte, no lo voy a hacer-sentenció.

Un par de brazos rodearon su cuerpo y él maldijo a todo el mundo por no poder abrazarla también, labios que antes siempre estaban fríos se volvieron tibios al presionarse contra los suyos apenas unos segundos antes de que la puerta se abriera de golpe.

-¡NO TE ACERCARAS A ÉL!-gritó ella y antes de que Sehun pudiera ver a quien fuera que había aparecido en la puerta, ella ya se había abalanzado contra la figura oscura y desconocida y la puerta se había cerrado.

-¡NO!-gritó también y corrió hacía la puerta tratando de abrirla-¡Abre la puerta!-ordenó desesperado.

-Sehun-escuchó llamar a una voz extrañamente familiar.

Su concentración continuó en tratar de derribar la puerta, continuaba exigiendo que le abriera la puerta mientras lo único que escuchaba tras ella eran quejidos de dolor y el rugir de algo.

-¡Sehun, abre los ojos!-exigía la voz.

Golpeó la puerta con todas sus fuerzas pero esta ni siquiera se movió, la escuchó gritar y su desesperación creció, la puerta se abrió entonces y una figura negra apareció de espaldas a él, había un cuerpo en el suelo que Sehun no alcanzaba a distinguir pero algo le decía que era ella.

-¡SEHUN, DESPIERTA!

*~*~*

Sus ojos se abrieron de golpe encontrándose con un par de hermosos ojos castaños que lo miraban con preocupación, la respiración comenzó a ser dificultosa y un sudor frío le estaba recorriendo la piel, Han lo miraba alarmado sin saber que hacer, sostuvo su rostro con sus delicadas manos y fue capaz de ver el horror en sus ojos cuando chocaron con los suyos.

-Ese bastardo llegó a ti-dijo angustiado.

Sintió su garganta cerrase y le fue imposible seguir respirando, Han se movió de inmediato y lo sostuvo antes de que perdiera la conciencia, lo escuchó decir algo que no consiguió comprender y finalmente los labios del menor estaba sobre los suyos, tan suaves y cálidos como los de ella.

Ella, que fue su último pensamiento antes de que todo se volviera negro a su alrededor.

***

 Un fuerte estruendo llamó su atención obligándolo a abrir los ojos, vio a Kyungsoo recargado sobre su escritorio, todo estaba en el suelo y sus ojos rápidamente pasaron de todos esos objetos a Kyungsoo, sangre manchaba sus labios al igual su costado derecho.

-¡Kyungsoo!-llamó angustiado cuando lo vio desvanecerse, corrió hacia él y lo levantó un poco hasta tenerlo en sus brazos.

-Continua protegiéndolo con uñas y dientes-susurró antes de finalmente quedarse inconsciente.

-¡Kyungsoo!-llamó alarmado-¡No te quedes ahí! ¡Ve por un medico!-le ordenó al estúpido humano que Kyungsoo tenía por mascota, lo vio salir de inmediato dejándolo ahí sin saber que hacer para ayudarle-Aguanta un poco Kyungsoo, vas a estar bien-prometió nerviosamente sin saber porque sentía que trataba de convencerse a si mismo más que a Kyungsoo.

Notas finales:

Les confesare que me siento como el ser más horrible del mundo luego de este capítulo TT~TT

Espero que a ustedes les hayan gustado y esper que dejen sus RW como una hermosa prueba*o una amenaza a mi vida*, muchas gracias por leer y hasta la próxima.

Las amuuuu <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).