“¡Más rápido!”
No podía ser así de débil, tenía que ser más fuerte que eso, de algo debía valer el hecho de venir de una raza que se jactaba de ser superior que todos, sin embargo, sus débiles piernas y sentir que sus pulmones colapsarían decían algo totalmente diferente.
Las carcajadas de Kai no paraban desde que había comenzado a correr y su pánico tan sólo aumentaba, la luz de su Luna lo iluminó todo cundo finalmente fue capaz de cruzar la muralla de enormes árboles y llegar a un claro.
Sus rodillas le fallaron sin que nada pudiera hacer, sabía que era Kai jugando con él y se negaba a rendirse aún si Kai decidía paralizar todo su cuerpo entero, se arrastró tan rápido como pudo hasta que logró llegar a un árbol poniéndose de espalda a él, sus ojos miraban en todas direcciones esperando cualquier movimiento o lo que sea que Kai intentara.
-¿Eso es todo lo que tiene el glorioso próximo rey de Incendium?-preguntó con burla el moreno que emergía de entre la oscuridad del bosque.
Los ojos de Lu brillaron con intensidad mientras miraba desafiante al hombre frente a él, se puso de pie tambaleante y tomó como arma una simple roca que había encontrado en el suelo, Kai se echó a reír tan pronto vio su patético intento de defensa y comenzó a caminar lentamente hacía él.
-¿Tienes una idea de lo patético que eres?-se burló.
Lu solamente gruñó amenazadoramente aún sabiendo que iba a perder, Kai desapareció ante sus ojos y todo en él se puso a máxima alerta, sus ojos iban de un lugar a otro en espera de lo peor, los segundos se volvieron años para él y la ansiedad estaba por hacer que su corazón se saliera de su pecho.
Un par de amenazantes ojos aparecieron frente a los suyos, la mano del moreno cerrándose alrededor de su cuello y su cuerpo fue empujado contra el árbol tras él, su piel comenzó a quemarse al igual que la de Kai que no paraba de reír como un desquiciado al ver la desesperación con la que el pequeño rubio trataba de liberarse.
Lanzó el pequeño cuerpo con fuerza brutal hasta el centro del claro, lo escuchó quejarse y se sintió satisfecho, caminó con lentitud hacia él mirando maravillado como todavía trataba de levantarse, sus ojos se volvieron negros y los brazos de Lu dejaron de funcionar dejándolo a su total merced.
-Luchar no sirve de nada para ti-le recordó-Tú sabes que nunca has sido diferente a un simple humano, no puedes detenerme y mucho menos defenderte-rió.
Lu ya lo sabía pero no podía evitar luchar, no podía aceptarlo tan fácil aún sabiendo que perdería sin importar lo que hiciera, la mano de Kai le acarició el rostro provocando una nueva herida, miedo era lo único que sentía pero continuaba luchando para no llorar, no podía darle esa satisfacción, se negaba a hacerlo.
-¿Quieres seguir luchado de verdad?-inquirió falsamente sorprendido.
Un insoportable calor corrió por sus venas hasta su espalda, la marca se sintió como ácido en su piel, un rugido rompió el silencio casi al mismo tiempo que Lu gritó de dolor cuando ellas se desplegaron igual de dolorosas e incompletas que la primera vez.
-Vaya, eso es nuevo-escuchó decir a Kai.
Los ojos del moren se fijaron en los ojos rojos de la enorme criatura en posición de pelea frente él, una sonrisa siniestra se dibujó en sus labios al ver al dueño de sus deseos provocando un bajó gruñido proveniente de él.
-Y de nuevo tus instintos te obligan a protegerlo-bufó-De cualquier forma, bienvenido a la fiesta, Hannie-hizo una reverencia para él escuchando su poderoso rugido.
Permaneció en espera del ataque cuando vio a la desagradable criatura corriendo en su dirección, una sonrisa ladina se instaló en sus labios cuando sus ámbares ojos se volvieron en profundos pozos negros, enormes y afiladas garras aparecieron y al segundo siguiente Han había sido lanzado como un muñeco de trapo.
¡HAN!
Han no se rindió ante eso y se levantó aturdido, escuchaba la maldita risa de Kai enfureciéndose más, podía percibir claramente el aroma del miedo de Lu y el suyo propia, pero la rabia y el odio estaban siendo mucho más fuertes que su temor.
Un potente rugido hizo eco en el silencio de la noche, sus garras se incrustaban en la tierra con cada tramó que avanzaba, Kai lo recibió con sus garras desgarrando su piel que pronto se bañó con su sangre, su cuerpo fue elevado por segunda vez y arrojado al suelo con brutalidad.
Un aullido de dolor abandonó su boca combinándose con un gritó cercano, Kai retrocedió de inmediato y dos manos pronto estuvieron sobre su herido cuerpo.
"¡Hannie!"-llamó Lu con ansiedad.
Jadeos fue lo único que pudo emitir, veía la desesperación en los grises ojos de Lu y de alguna manera era un poco alentador saber que aunque el rubio sabía que era totalmente inútil, de cualquier forma estaba ahí aún cuando sus propias alas incompletas estaban acabando con él.
Logró incorporarse con ayuda del pequeño niño y se inclinó dándole permiso de subir a su lomo, Lu lo hizo rápidamente al comprender su plan y ambos miraron desafiantes a Kai.
Él no podía tocar a Lu por muy incompletas que sus alas estuvieran, tocarlo iba a matarlo y al Lu estar con Han, Kai no tenía oportunidad alguna y Han por fin tendría su anhelada venganza.
Una vez más se lanzó contra el moreno que en lugar de parecer asustado simplemente sonrió con sorna, un simple chasquido de sus dedos fue lo último que ambos vieron antes de que miles de rayos los golpearan, ambos gritaron ante el insoportable dolor que les produjo y terminaron por derrumbarse.
La transformación del castaño desapareció y ambos yacían en el suelo, Lu luchaba para permanecer cociente y ayudar a Han, se puso de pie tambaleante desafiando a Kai a dar un paso más y atreverse a tocarlos consiguiendo hacerlo reír como un poseso.
-Oh, pequeño ángel~-canturreó-Ese montón de huesos que llamas alas se han ido-señaló divertido.
La mirada de horror del rubio se volvió hacia atrás y no encontró nada, sus alas ya no estaban y sin ellas él no era más un simple humano frente a un demonio. Era frustrante estar ahí sin poder hacer nada viendo con impotencia como la sonrisa de Kai se ampliaba más mientras caminaba sin prisa hacia ellos.
-¡No vas a tocarlos!-la voz de Sehun lo arrastró de vuelta a la realidad.
El puño del pelinegro apenas alcanzó a rozar a Kai antes de que el moreno desapareciera por completo, el suelo bajó sus pies se hundió debido a la fuerza pero ese tipo no estaba a la vista, miró a todos lados buscándolo con ansiedad sin hallarlo, era como su la tierra se lo hubiera tragado.
"¡Sehun!"
El dolor de sus piernas pasó a segundo plano cuando Kai se materializó a espaldas del pelinegro, corrió con todo lo que tenía y lo abrazo en un desesperado por protegerlo del ataque de Kai.
Sehun se giró tan pronto sintió un par de brazos rodearlo pero era tarde ya, mortales rayos fueron disparados por el moreno y él creyó que era el final pero nada pasó. Los rayos rebotaron en una especie de escudo invisible regresando a Kai que no tuvo tiempo suficiente para esquivar su propio ataque.
-¿Qué...?
"El amuleto."
-¡Maldito humano!-gritó rabioso Kai.
Sus enormes y mortíferas garras volvieron a emerger, agudos colmillos se asomaban de su boca y sus ámbares ojos se volvieron negros, volvió desaparecer ante sus ojos volviendo a reaparecer segundos después clavando sus garras en la espalda de Sehun.
"¡SEHUN!"
Un potente grito brotó desde lo más profundo al verlo caer al suelo y corrió hacia él, Kai lo miraba desde arriba y cuando lo vio levantar sus garras una vez más no lo pensó dos veces para desenfundar el arma de Sehun y disparar Kai.
Un aullido de dolor salió de la boca del moreno luego de que la ofensiva bala rozara su brazo derecho, retrocedió rápidamente al darse cuenta que los disparos continuarían pero gracias a la inexperiencia y desesperación del pequeño Lu no era difícil huir de ellos.
Las balas no demoraron en acabarse y fue su turno de atacar, un simple movimiento fue suficiente para lanzar el pequeño cuerpo contra uno de los frondosos árboles que los rodeaban, rió con fuerza al verlo intentar levantarse una vez más, sus garras se clavaron en uno de los costados del rubio y tuvo la oportunidad de deleitarse con uno de sus gritos de puro dolor.
-¿De verdad creíste poder ganarme a mí?-inquirió con burla-Ni siquiera puedes protegerte a ti mismo y pretendes proteger a otros-rió con fuerza.
"Han... Sehun... huyan."
-¿Huir?, ellos ni siquiera pueden escucharte ahora-se burló.
Lu lo miró estupefacto, era imposible que él pudiera entenderlo de esa forma, Han y su madre eran los únicos capaces de hacerlo.
-¿Eso crees?-cuestionó divertido.
La mano del moreno sacó de uno de sus bolsillos un hemos prendedor que Lu conocía perfectamente. El brillo dorado se combinaba con el resplandor de miles de pequeños diamantes que cubrían el par se alas de oro del cual colgaba una bonita perla, el más preciado de los objetos que su madre poseía.
"Es... mío"-su mano se estiró hacia el prendedor cuando Kai lo puso cerca de su rostro pero en cuanto lo tocó ligeramente, Kai lo apartó de su alcance.
-Ya no, ahora me pertenece-afirmó-¿Sabes?, yo creo que todas las joyas de esa mujer tenían alguna clase de magia o algo así, justo como el collar que le entregaste a ese humano-suspiró dramáticamente-Lastima que su escudo no sea eficiente con los ataques físicos, ¿verdad?-sonrió con falsa dulzura.
"No"-suplicó al darse cuenta de lo que él planeaba hacer.
-No puedo matarte a ti y mucho menos mataré a mi Hannie, más sin cambio, el humano debe morir cuanto antes-sentenció.
Tres balas lo golpearon directo en el pecho en cuanto dio la media vuelta, se quedó inmóvil y llevó una de sus manos hasta una de las muchas heridas que ahora tenía, sus dedos se mancharon con su sangre y la furia rápidamente comenzó a correr por sus venas.
-No te atrevas a dar un paso más-advirtió el estúpido valiente que había osado dispararle.
La mirada enfurecida del moreno se posó sobre el pequeño cuerpo frente a él, desafiantes ojos verdes estaban clavados sobre él y el arma era apuntada sin temer hacia su cuerpo, rugió encolerizado y comenzó su carrera hacia el pequeño humano, más balas lo golpearon pero nada lo detuvo.
¡Baekhyun, corre!
Gritó inútilmente ya que Baekhyun no podía escuchar su voz, vio como la expresión de Baekhyun se volvía una de puro miedo al ver como su intento de defensa estaba siendo inútil.
-¡NO TE ACERQUES MÁS!-gritó Baekhyun, sus ojos se cerraron con fuerza e instintivamente llevó ambas manos al frente soltando el arma.
Kai se abalanzó sobre él, listo para atacar y fue entonces que el cuerpo del ojiverde irradió un enorme y poderoso manto de luz blanca, un gritó de puro dolor fue emitido por Kai que se cubría los ojos con desesperación, todas las heridas que antes se habían cerrado volvieron a abrirse más grandes y profundas, otro gritó brotó de la boca del moreno antes de que desapareciera ante la atónita mirada de Baekhyun.
-¿Q-qué fue...?
Un quejido llamó su atención y lo hizo olvidarse de toda la confusión en su cabeza, corrió hacia Lu y cayó de rodillas a su lado antes de sostener el pequeño cuerpo del rubio contra sí.
-Joder, tú me dirás que fue la mierda que me hiciste cuando salgamos de aquí-advirtió cubriendo con su mano libre la herida abierta del menor.
Lu sintió débilmente en respuesta, su mano se estiró hacia los dos cuerpos a lo lejos y luego miró hacia los desesperados ojos verdes del mayor que lo sostenía con sus temblorosas manos.
-¿Q-qué debo hacer?-inquirió alterado, estaba entrando en pánico y eso era algo que un soldado experimentado como él nunca debería hacer pero no podían culparlo, había salido luz blanca de su cuerpo, ¡de su jodido cuerpo!
"Ayuda", pidió moviendo sus labios de forma que Baekhyun pudiera leerlos.
-Ayuda, correcto-asintió repetidas veces antes de ponerse de pie y correr hacia el bosque.
Lu trató de moverse pero su cuerpo ya no respondía, su angustiada mirada se enfocó en Han y Sehun que no daban señal alguna de vida, quería llamarlos pero sabía que ninguno iba a escucharlo. Un sonido proveniente del bosque lo alertó, sus sentidos se pusieron alerta y sus ojos se clavaron en el lugar de donde provenía el ruido, algo emergió de entre las sombras pero no pudo distinguirlo hasta que no fue iluminado por la luz de la Luna.
Un hermoso y abundante pelaje blanco brillaba bajó la luz de la Luna, ojos grises lo miraban de forma indescifrable mientras acordaba las distancias pasando de largo a Sehun y Han, la bella criatura acercó su hocico a él y lamió una de sus mejillas con suavidad mientras emitía suaves gimoteos.
"¿Mamá?"
No, esa magnífica criatura no podía ser su madre, la había visto antes pero no lograba recordar cuál era su nombre en ese instante, su mano se alzó a duras penas y pudo hundir sus dedos en el suave pelaje blanco de la hermosa criatura que se restregaba contra él buscando más contacto.
Apenas pudo continuar unos segundos más antes de que su mano cayera laxa al suelo, la bonita bestia de ojos grises aulló elevando su cabeza al cielo y fue entonces que Lu recordó cómo se llamaba ese hermoso animal.
"Un lobo de Incendium."
-¡Deprisa, es por aquí!-escuchó la voz de Baekhyun.
El lobo corrió hacia el bosque al escuchar a los humanos y él ya no pudo continuar cociente y tan sólo cerró los ojos con tranquilidad cuando por fin vio aparecer a Baekhyun y a los demás.
***
-¡Kai!-exclamó Kyungsoo.
El cuerpo del moreno había aparecido repentinamente en su camino, tenía graves heridas y se había desmayado en sus brazos. La preocupación y la rabia pronto lo hicieron olvidarse que horas atrás había estado furioso y dispuesto a matarlo por las estúpidas decisiones que había tomado mientras él no estaba inconsciente, pero ahora lo único que podía hacer era gritarle a uno de los soldados que fuera por ayuda.
"No, no otra vez, tú no."
Suplicaba internamente estrechando cada vez más fuerte el cuerpo ajeno. Apartarse de él fue tan difícil como no llegó ni a imaginarlo pero no había opción sí quería que él saliera con vida de eso.
-¿Cómo está?-preguntó apresurado tan pronto vio a Kana salir a la sala de espera contigua a su habitación donde ahora Kai descansaba.
-Las heridas no están sanando como deberían-murmuró.
-¿Qué mierda significa eso?-exigió saber.
-Pues eso mismo, las heridas no están regenerándose, tuve que tratarlo como a cualquier otro humano-explicó la estresada mujer.
-¿Qué le pasó?-cuestionó.
-No tengo la menor idea-respondió cansada.
Había sido demasiado con que Kyungsoo la hiciera venir tan abruptamente como para ahora tener que soportar todo aquello que Kyungsoo se traía con ese moreno.
-Lo averiguare entonces-declaró antes de dirigirse a la habitación y encerrarse en ella.
Sus ojos rápidamente buscaron a Kai sintiendo mucha más ira de la que ya estaba acumulada. Él estaba pálido y respiraba agitadamente; se acercó lentamente y le descubrió el torso mirando atentamente las vendas que lo cubría, había más en sus brazos y la herida en su rostro que antes había estado cicatrizada se había abierto una vez más.
Apretó los puños clavándose las uñas en las palmas y haciéndolas sangrar, su mano derecha se colocó sobre la frente de Kai y cerró los ojos para concentrarse mejor mientras buscaba entre los recuerdos de Kai hasta que lo halló, un chico de ojos verdes.
Salió enfurecido de la habitación, Kana trató de hablarle pero él no quiso escucharla y continuó caminando hasta el laboratorio llamando la atención de todos luego de que entrara haciendo las puertas chocar con las paredes.
-¡Liberen a todos los Cazadores!-ordenó.
-Pe-pero señor...
-¡AHORA!
-¡S-sí!
Siete compuertas se abrieron y de ellas emergieron sus adorados experimentos, sus ojos se volvieron negros al igual que el de todos los Cazadores que esperaban pacientemente sus órdenes. Kyungsoo tan sólo les trasmitió un rostro.
-¡Vayan!-ordenó-¡Lo quiero muerto!
Nunca, nadie iba a volver a quitarle nada, mataría a quien lo intentará y ese humano sería el primero.