«Despierta.»
Sus ojos se abrieron a la orden de esa hipnótica voz que ya conocía bien, era Sehun. Él estaba llamándolo y tenía que ir, a él no le gustaba que lo hicieran esperar y Baekhyun lo sabía mejor que nadie.
«Te estoy esperando.»
-¿D-dónde?-balbuceó.
«No te preocupes, tan sólo sigue mi voz.»
Baekhyun asintió obedientemente, se sentía flotando entre algodones con cada paso que daba, afuera era un día precioso, era por mucho el día más bonito que había visto desde que había llegado como nuevo recluta a la Fortaleza y de eso hacía años.
El sol brillaba, todo estaba en calma, los chicos lo saludaban mientras caminaba y paz era lo único que podía respirarse a su alrededor. La suave y refrescante brisa del exterior le acarició el cabello cuando salió al exterior y entonces lo vio.
Sehun estaba de frente charlando con Max, una preciosa sonrisa fue única y exclusivamente dedicada a él cuando el pelinegro se percató de su presencia y su mirada era tan diferente, por primera vez Sehun parecía querer mirarlo solamente a él.
«Ven conmigo, amor.»
Le dijo con adoración, el brillo en sus ojos aumento como nunca había visto y extendió su mano en su dirección. Baekhyun sintió que podría llorar de alegría en ese mismo instante y no hubo duda en él cuando decidió correr a su encuentro, eso era todo y más de lo que siempre había deseado.
***
Sus ojos se abrieron de golpe repentinamente obligándolo a mirar a todos lados, el aullido que lo había despertado en un principio volvió a escucharse a lo lejos dejándolo desconcertado, eso de ninguna forma era el aullido de un cazador, sonaba más como un...
"¿Un lobo?"
Eso era absurdo, pensó luego de su propia pregunta, los lobos ya no existían en el mundo humano. El aullido fue emitido por tercera vez y fue solamente entonces que Lu cayó en cuenta de la situación en la que se encontraba.
Sus ojos viajaron rápidamente a su lado izquierdo, donde Baekhyun debería estar, encontrándolo vacío. Su corazón comenzó a latir frenéticamente llevando su mirada hacia la cama a su derecha, estaba vacía también y al mirar en las todas direcciones, no halló rastro alguno de Han pero había algo en el aire, algo iba muy mal y para cuando logró identificar eso que impregnaba el ambiente, no perdió ni un segundo para salir de la cama aprisa.
El choque de sus pies descalzos era el único sonido que podía registrar además del latir enloquecido de su corazón. La noche se sentía diferente esa vez, algo misterios y abrumador se escondía en ella y Lu podía ver ya lo que pasaría esa noche, sin duda alguna sabía que la muerte estaría de visita y esperaba verlo ahí para recibirla.
Un grito le dio la señal que necesitaba guiándolo hacia la entrada principal de la Fortaleza, sintió su sangre congelarse en cuanto sus ojos vieron el sangriento escenario frente a él, los cuerpos de los que antes eran los vigilantes yacían irreconocibles en el suelo, el Cazador a pocos metros frente a él estaba cubierto de sangre bramando por más y Baekhyun corría hacia él.
"¡BAEKHYUN!"
Gritó para sus adentros mientras que de su boca solamente salía un grito de miedo, su cuerpo se movió mucho antes de que su cerebro le dijera que debía hacer, corrió hacia Baekhyun rápidamente y lo sujetó de la camisa logrando sacarlo del camino del Cazador apenas.
"Baek..."
El nombre quedó a medias luego de que sus ojos chocaron con los del mayor, el hermoso color verde que los caracterizaba había desaparecido por completo y ahora eran completamente negros.
-¿Quién eres tú?-inquirió el mayor con voz plana.
"No puede ser."
Baekhyun no podía y no iba a escucharlo en ese momento, él ahora estaba bajó el control total de Kyungsoo y eso solamente significaba que seguiría cualquier orden de ese ser perverso mientras se mantuviera dentro de la ilusión que habían creado para él.
«Baekhyun, ven.»
Baekhyun miraba al frente cuando Lu lo vio asentir, sus brazos rodearon con fuerza al mayor impidiéndole dar un paso más y le envió una mirada de odia a la oscura figura del Cazador que permanecía inmóvil, como si aguardara para las siguientes órdenes.
"¡No vas a dañarlo!"
Haría lo que fuera para mantener a Baekhyun a salvo, se lo había prometido e iba a cumplir sin importar qué.
«Baekhyun, ¿qué sucede?»
La tristeza brillaba en los ojos del Sehun que únicamente Baekhyun podía ver, su expresión se volvió una de decepción cuando él no siguió avanzando hacia donde él lo esperaba aún con la mano extendida, estiró su mano tratando de alcanzarlo con desesperación pero ese desconocido niño no lo dejaba ir.
«Baekhyun.»
La voz de Sehun fue fría cuando pronunció su nombre, la ansiedad y miedo a perderlo lo invadieron cuando él le dio la espalda, sus manos empujaron al pequeño rubio y volvió a correr hacia Sehun.
-¡SEHUN!-gritó.
"¡No vayas!"
Ordenó sin éxito, sus ojos buscaron con desesperación algo sin importar que fuera, sus dedos rozaron algo en el suelo y sin importarle que era lo empuñó con fuerza mientras corría hacia el Cazador, sí no podía detener a Baekhyun tendría que hacerlo de esa forma, pero antes de poder acercarse aunque fuera un metro Baekhyun lo atacó a él.
"¡¿Qué haces?!"
Quería gritarle al mayor aunque sabía que nada era su culpa en realidad.
-No vas a interferir, ¡no te entrometerás entre nosotros!-aseguró.
*~*~*
El inmenso pasillo con interminables puertas volvió a darle la bienvenida cuando sus ojos se abrieron, esa noche en particular hacía mucho frío en ese lugar y se vio obligado a abrazarse a sí mismo para mantener el calor.
Sus ojos fueron de izquierda a derecha indecisos, no estaba seguro de cuál era la dirección en la que debía moverse, del lado derecho estaban todas las puertas cerradas mientras que del lado izquierdo estaban todas aquellas a las que tenía libre acceso.
"Quiero encontrarla."
Ese pensamiento lo ayudó a tomar una decisión, sus pies se movieron por sí solos llevándolo cada vez más adentro de la oscuridad que rodeaba el camino de la derecha, las cadenas y candados continuaban tan intactos como los recordaba de la única y primera vez que los había visto, de alguna forma sentía como si ellos se rieran de él mientras avanzaba, se burlaban porque aunque eran sus recuerdos no podía verlos.
La idea de estar enloqueciendo cada vez era más fuerte al darse cuenta que había comenzado a escuchar las risas de los candados y cadenas, podía escuchar un llanto incluso y pronto se encontró corriendo hasta que su voz lo detuvo.
-¡Mentiroso!-la escuchó sollozar.
Miró directo a la puerta frente a él y se acercó con cautela, era la voz aunque también se oía diferente de la voz de siempre, era extraño, más extraño de lo normal.
-No, por favor no llores.
Ese era él, sabía que se trataba de su voz pero... era su voz de cuando era apenas un niño.
-¡No!-sollozó ella una vez más-¡No te dejo abrazarme!
-Pero...
-¡Vete con ese estúpido niño!-casi gritó-Yo no voy a detenerte y además... tú ya no me quieres más de cualquier forma-lo acusó.
-No digas eso, no es verdad, tú eres lo más importante para mí-aseguró.
No pudo evitar sorprenderse por eso, nunca había siquiera soñado que podría escucharse hablarle a nadie con tanta ternura y adoración pero ese era él, era su voz.
-¡Mentiroso! ¡Hunnie ahora sólo quiere a ese idiota llamado Suho!-acusó llorando.
-¡No miento!-se defendió con la voz teñida de desesperación-Ya hablamos sobre Suho, es solamente un amigo.
-No es así... ahora tú siempre estás con él mientras que a mí me obligas a mantenerme aquí como un prisionero... ¡prometiste siempre estar conmigo!
-¡Voy a estarlo, nunca voy a dejarte!
-Entonces vámonos, odio este sitio, odio a Suho, quiero que sólo seamos los dos otra vez-imploró ella.
-No… no podemos-respondió apenas.
Nuevamente el llanto de ella fue lo única que se escuchó provocándole una fuerte opresión en el pecho, la necesidad de consolarla cada vez era más grande aún cuando sabía que no iba a poder entrar para estar a su lado.
-Por favor, entiende-su propia voz se oía quebrada-Sé que no te gusta pero tenemos que quedarnos si queremos que ese bastardo no nos encuentre.
-¡Me quiero ir!
-Ya sé pero...
-¡Ya no me quieres, admítelo ya!
-¡NO ES ESO, MALDICIÓN! ¡¿QUÉ NO VES QUE HAGO ESTO PORQUE NO SOY CAPAZ DE PROTEGERTE POR MÍ MISMO?!-gritó/sollozó.
-No... Hu-Hunnie no...
-Yo tampoco quiero estar aquí pero si nos vamos él va a encontrarte y te hará daño... y no quiero que eso pasé... me gustaría ser tan fuerte como para mantenerte a salvo sin ayuda de nadie pero no puedo... lo lamento, no quiero que me odies y mucho menos quise hacerte llorar pero yo... yo...
Ahora él llorando era lo único que podía escuchar, el sonido de pasos pronto se unió al sonido del llanto y por más que trató de imaginar lo que estaba sucediendo adentro, era totalmente incapaz de lograrlo.
-No llores, perdóname-la escuchó decir suplicante-Es mi culpa por ser tan egoísta.
-¡No lo eres!-dijo rápidamente.
-Lo soy, Sehunnie está haciendo todo por mí pero yo... estoy acusándote injustamente cuando no lo mereces, lo siento-murmuró apesadumbrada.
-No importa, además... me gustan tus celos-aseguró más animado.
-¡N-no eran celos!-chilló.
-Tienes la cara roja-rió.
-¡Y-ya! ¡D-déjame en paz!-exigió abochornada.
-¡Eres adorable!-exclamó.
Hubo un golpe sordo al interior de la habitación seguido de risas que le provocaron tanto tristeza como felicidad, en esos momentos recordar era lo que más deseaba.
-Después de eso me pediste que intentara tener una amistad con Suho.
Sehun dio un respingo al escucharla hablar tan cerca, no le costó mucho saber que ella estaba recargada en la pared a su izquierda y no pudo evitar sonreírle.
-Te dije que no quería pero de cualquier forma me obligaste, siempre te salías con la tuya-rió ligeramente-Dijiste que era porque querías que fuera igual al resto, querías que tuviera amigos, que viviera tranquilamente... tú siempre me sobreprotegías de todo a pesar de que no lo necesitaba-murmuró.
-Entonces... ¿nosotros...?
-Yo para ti era... -se detuvo antes de decir más y dejó ir un suspiro-Eso... en realidad no importa-su voz se quebró un poco.
-¿Por qué?-preguntó molesto-¿Por qué no me dices nada? ¿Por qué no puedo recordar?, se supone que eras importante en mi vida pero no te recuerdo y al parecer tampoco quieres que lo haga, ¿por qué?
-De esta forma no sufrirás innecesariamente-musitó.
-¡Eso no te incumbe, no es tu decisión!-elevó la voz.
-Sí algo amenaza con dañarte entonces es algo que sin duda me incumbe-sentenció.
-¡¿Qué no vez que de esta forma me dañas mucho más?! ¡Me estoy volviendo loco!
-Lo sé-susurró-Yo sé que no debería visitarte, estoy haciendo algo que no debería pero... simplemente no puedo quedarme con los brazos cruzados, tal vez vayan a castigarme después pero... sé bien que puedo soportar una eternidad de castigos por estos pequeños momentos contigo.
Sehun apretó los puños mantenido la cabeza agachada, sentía un cúmulo de sentimientos, todos negativos, carcomiéndolo desde lo más profundo de su ser, la impotencia y frustración iban a tragárselo vivo y aún así sentía que podía dejar sus dudas a un lado luego de esas palabras.
-¿Por qué te fuiste lejos de mí?-era la única duda que necesitaba aclarar, tan sólo esa.
-No puedo decírtelo ahora, pero lo haré y cuando lo haga... por favor... ódiame-pidió.
-¿Qué?-musitó incrédulo.
-Lo siento-rió de forma extraña-Es estúpido que te pida hacer algo que de cualquier forma harás-dijo con un triste murmullo.
-¿Por qué? ¿Por qué dices eso?-exigió saber.
-Debes irte ahora-dijo evadiendo la pregunta.
-No lo haré, no te dejaré escapar esta vez-sentenció.
-Ese pequeño niño al que tanto adoras está a punto de morir-dijo con total calma.
*~*~*
El tiempo se volvió una bomba de tiempo a partir del instante que abrió los ojos hasta el momento que comenzó a correr con desesperación a través de los pasillos, escuchó las alarmas encenderse y pronto Han corría a su lado hacia la entrada principal de donde provenían los ensordecedores rugidos de un Cazador, las puertas se abrieron de un solo golpe y él sintió su corazón hundirse en cuanto cruzó las puertas.
El Cazador se levantaba jadeante y desorientado, había varias heridas sangrado en la zona de su tórax y una en su cabeza, Baekhyun estaba inconsciente en el suelo a unos metros de distancia y Lu estaba justo frente al Cazador, sobre un charco de sangre y su pequeño cuerpo no se movía.
-Lu-lo llamó con un hilo de voz, ¿eso no estaba ocurriendo de verdad, cierto?
Quería creer que nada malo estaba sucediendo pero Lu continuaba inmóvil mientras el Cazador continuaba gruñendo, el temor pronto se volvió ira a punto de explotar imparable o eso creyó él.
-¡LU, NO LO HAGAS!-gritó Han.
Pero ya era tarde, el cuchillo ya estaba clavado justo donde estaba el corazón del Cazador, un aullido desgarró el silencio y segundos después una pequeña figura delgada caía a los brazos de Lu que sollozaba estrechando el cuerpo más pequeño contra el suyo.
-Joder-masculló Han antes de correr hacia Lu y arrebatarle el cuerpo de la pequeña niña en sus brazos-¡TE DIJE QUE PARARAS!-le gritó.
Sus manos fueron al cuerpo de la pequeña extrayendo el arma y tratando inútilmente de salvarla, Han podía curar a los Cazadores algunas veces pero con ella no podría hacer nada, ella ya se había ido y además, ella ya no era un Cazador, ella había vuelto ser una niña humana.
«Muchas gracias.»
Susurró una dulce voz al oído del pequeño rubio justo cuando los brazos de Sehun lo envolvieron obligándolo a ocultar su rostro en su pecho para que no siguiera viendo aquella horrible escena que él mismo había provocado.
"No pude salvarte, lo lamento."
Un pequeño lamento fue amortiguado por el pecho de Sehun, si tan sólo hubiera descubierto la cura antes.