-¡Mira esta fea cosita!-chilló nada más entrar a la habitación ganándose una mirada mortal del pelinegro.
Cosa que en realidad no le importó en lo más mínimo y continuó alzando bien en alto la cosa pequeña y peluda de brillantes ojos azules y que hacía ese extraño sonido al cual Kana había llamado maullido.
-Kana dice que se llama gato y que los humanos solían tenerlos en sus casas, es el primero de muchos, o eso dijo Kana. También dijo que con esto se iniciaba el proyecto para la recuperación de los animales extintos, o algo así-sonrió antes de poner al pequeño animal sobre el escritorio.
Kyungsoo gruñó antes de dirigir su único ojo al pequeño animal que maulló hacia él, su ojo se volvió completamente negro y segundos después el pequeño cuerpo del animal, ya sin vida, se desplomó sobre el escritorio.
-¿Por qué hiciste eso?-preguntó el moreno mirándolo con reproche.
-No tengo tiempo para estás estupideces-respondió indiferente.
-Pero me gustaba, quería tenerlo hasta aburrirme de él-masculló molesto.
-Me importa poco y creo haberle dejado muy claro a Kana que dejará esta mierda-gruñó.
Kai también frunció el ceño y llevó sus ojos de vuelta la pequeña criatura con la que había estado jugando tan sólo unos minutos atrás, realmente le había gustado esa cosa rara pero debió haberse imaginado que mostrársela a Kyungsoo no sería lo más inteligente que pudiese hacer. Suspiró pesadamente luego de un rato y volvió su mirada a Kyungsoo que una vez más estaba mirando ese extraño collar.
-¿Qué es eso?-inquirió curioso.
-Un collar-respondió con simpleza.
-Ya sé que es un collar. Yo me refiero a la piedra en el collar-bufó debido a que con su respuesta, Kyungsoo había señalado que era un imbécil de alguna forma.
-Es una piedra luna-respondió en voz apenas audible.
-¿Y por qué siempre la estás observando?-continuó interrogando-¿Acaso es alguna clase de tesoro o algo?
«Quiero que tengas esto, es algo muy especial entre los míos y... de verdad espero poder explicarte el porqué algún día... »
-No-respondió al final-Esto es solamente para asegurarme de que todo marcha según mi plan-respondió mostrándole por fin una sonrisa ladina.
-¿Con una fea piedra?-inquirió arqueando las cejas.
-Esto es más que una piedra, te lo explicaría pero no vas a entenderlo-sonrió burlón.
Kai frunció el ceño justo como el pelinegro sabía que haría, volvió a poner toda su atención sobre sobré la peculiar piedra de color humo, con un brillo semejante al de la luna, un brillo de color beige con destellos azul pálido, el punto negro en su centro se había vuelto algo más grande con el paso de los días y ahora había algo parecido a una raíz saliendo de él, ese punto era como una semilla y estaba comenzando a crecer.
-¡Están dirigiéndose el laboratorio siete!-informó una alterada Kana que entró intempestivamente a la oficina.
-Déjalos-murmuró.
-¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Hay información muy valiosa ahí!-chilló la angustiada mujer.
-Dije que los dejes-respondió con voz sombría haciendo callar a la fastidiosa mujer-Se lo que hago, no me contradigas-advirtió.
-Pe-pero…
-¿Crees que estaría tan tranquilo si no hubiese decidido que ellos debían encontrar esa información desde un principio?-inquirió seriamente.
-Es información muy delicada, Sehun…
-Él no importa, fue diseñado para morir después de todo-sonrió con malicia al ver la cara de sufrimiento de Kana-Además, seguro estaremos ayudándolo-afirmó.
-Podríamos… si jugamos bien nuestras cartas, nosotros de verdad podríamos…
-¿Qué?-cuestionó con aburrimiento-¿Traerlo de vuelta?
-Él no es nuestro enemigo-aseguró esperanzada por hacer cambiar de opinión a Kyungsoo.
-Está con la resistencia-le recordó.
-Pero es por…
-Me importa un bledo-gruñó-Las cosas se hacen como yo diga y punto, ¿entendido?-preguntó mirando mortíferamente a la mujer frente a él.
-Sí… señor-susurró con resignación antes de dar la media vuelta y marcharse.
Kai observó con seriedad como ella se marchaba, parecía estar a punto de llorar y de algún modo eso le conmovió, ella siempre había sido muy considerada con él y también sentía que le debía un poco el hecho de seguir con vida pero no podía ayudarla en esa ocasión, era el perro fiel de Kyungsoo al fin y al cabo.
-Entonces… -comenzó captando la atención de Kyungsoo-Nosotros, todos tus experimentos quiero decir, ¿nacimos para morir?-preguntó con una seriedad que Kyungsoo le había visto muy pocas veces.
-Son peones al final, y los peones se sacrifican-respondió sin una pizca de pena o vergüenza en sus palabras y si Kai era honesto…
Sabía y estaba conforme con la idea de morir si eso era de ayuda para Kyungsoo, él podía sin duda alguna, estaba más que dispuesto a sacrificarse de ser esa la orden de Kyungsoo, vivía por y para él.
***
Miles de recuerdos lo invadieron cuando estuvo frente a la entrada oculta del laboratorio. La espeluznante imagen de esa persona volvió una vez más a su cabeza y lo hizo temblar, aún le parecía ver la sonrisa retorcida que algunas veces se había visto falsamente amable cuando lo llevaba a pasear por los alrededores de ese lugar.
No sabía que era lo que él buscaba al sacarlo a pasear, siempre encadenado y siempre al mismo sitio para obligarlo a hacer algo que no podía, no recordaba ni cuantas veces le había dicho que no tenía ninguna habilidad como la que él buscaba.
-Identifíquese-la voz robótica lo sacó de su ensoñación recordándole que acababan de activar la cerradura de la puerta.
“Herazzx43128”-le dijo a Han con la mirada.
-Herazzx43128-respondió el castaño imitando perfectamente la voz de Kyungsoo.
-Código y reconocimiento de voz exitosos, bienvenido señor Kyungsoo.
Las puertas se abrieron frete a ellos y el pequeño pronto se encontró a sí mismo corriendo a través de los pasillos, las alarmas no demoraron en encenderse. Pronto todo se volvió un infierno que él no quería ver pero que sin embargo, estaba ayudando a crear.
-¡Dispérsense!-escuchó la voz de Suho y no fue necesario una orden más para que él tomara su camino.
Conocía perfectamente el lugar y sabía bien donde encontraría toda la información y archivos. La última vez que ellos habían ido a una misión, Sehun le había contado que los científicos casi habían quemado todo el lugar y era por eso que debía asegurarse que eso no pasara, esa era única misión que Suho le había encomendado y no podía fallar.
No había encontrado a nadie todavía en su camino y se sentía afortunado hasta entonces, pero la fortuna se fue tan pronto consiguió llegar a la oficina principal, había un hombre en ese lugar tomando todo lo podía con la clara intención de huir y él sintió su estomago revolverse al saber lo que tenía que hacer.
Las manos comenzaron a temblarle cuando apuntó hacia él, comenzó a dudar segundos antes y terminó por obligarse a sí mismo a disparar fallando y alertando al desconocido, el miedo se hizo presente cuando los ojos de ese hombre estuvieron sobre él, lo vio temblar mientras extendía su mano a un arma sobre uno de los escritorios y la duda creció un poco más luego de quedarse completamente en blanco.
«No dudes, nunca dudes porque podrías ser tú quien termines muerto… »
Sus manos detonaron el arma luego de que su cerebro reprodujera las palabras de Suho, el cuerpo de esa persona cayó al suelo y él apenas pudo sostenerse de la pared para así evitar que sus rodillas se doblaran, podía escuchar un pitido en sus oídos y los demás sonidos se escuchaban lejanos hasta que un gritó a sus espaldas lo devolvió a la realidad.
Sus ojos se fijaron en el Cazador que Han trataba de quitarse de encima inútilmente, la deforme criatura lo tenía prensado del costado izquierdo con sus filosas fauces que cada vez se cerraban más y más. Se movió sin darse un segundo para pensar y corrió hacía ellos, las manos seguían temblándole cuando tuvo esa arma, que si bien recordaba, Suho le había dicho que se llamaba wakizashi y la cual había sido obligado a llevar siempre consigo atada a la espalda.
Un rápido movimiento fue suficiente para hacer un corte preciso en la espalda del la deforme criatura que pronto no era más que el cuerpo sin vida de un joven a sus pies, sus cristalizados ojos fueron hasta los de Han que respiraba con dificultad sosteniendo su costado que sangraba.
-Bien hecho-susurró agitadamente.
“No, esto no está para nada bien”-le respondió con tristeza.
Gruñidos los devolvieron a la realidad y al mirar a su alrededor se encontraron rodeados por algunos Cazadores más, se obligó a tomar una profunda bocanada de aire y todo volvió a comenzar nuevamente. Pronto los rugidos y gruñidos fueron apagados, cuerpos humanos yacían en el suelo cubierto de sangre que también los manchaba a ellos, Han estaba cansado pero parecía estar mejor que él, que estaba a punto de vomitar y comenzar a llorar a gritos.
-Lo haces bien-le dijo el mayor poniendo una mano en su hombro, él quería animarlo pero Lu no necesitaba ni tampoco quería saber que era bueno en eso que hacía.
“Vamos, tenemos que resguardar la central”-indicó.
Han asintió y ambos entraron rápidamente al lugar, caminaron rápidamente hasta llegar a los archiveros de donde Lu sacó todo lo que halló además de quitarle todo lo que tenía al único cadáver en el interior mientras Han trabajaba a prisa con las pocas computadoras que había, guardándolo todo en un disco.
-¿Eso es todo?-le preguntó al menor que ya había dejado todo sobre uno de los escritorios.
“Sí.”
Han asintió y comenzó a revisar todo lo que acababan de hallar sorprendiéndose visiblemente cuando halló algo en particular, lo tomó con cuidado y se lo mostró a Lu que lo miraba con confusión.
|Proyecto Zeus: Sujeto No. 241|
Ponía en grandes letras rojas en el centro de la carpeta beige, ambos menores se miraron entre sí antes de asentir y atreverse a abrirla, escucharon un fuerte golpe en la puerta y ambos saltaron debido a la impresión antes de ponerse en guardia en espera que lo que fuera que había afuera, entrara.
La puerta cayó con fuerza y tras ella apareció un agitado Sehun acompañado de Baekhyun que parecía estar en peores condiciones además de tener varios cortes en la piel visible de sus brazos, los ojos del mayor rápidamente se centraron en el pequeño rubio que no pudo hacer más que apartar la mirada completamente avergonzado, sentía todavía la sangre fresca manchando sus manos y su ropa además de otras partes de su cuerpo y no deseaba que Sehun lo viera de esa manera.
-Lu-susurró y dio un paso adelante.
El pequeño retrocedió sin pensárselo y luchó por no mirarlo a los ojos, no quería que se acercara a esa horrible faceta suya. Han intervino cuando vio al mayor avanzar nuevamente y recibió una mirada de reproche.
-Esto va a interesarte-le dijo para distraerlo.
Sehun tomó la carpeta que el menor había estrellado contra su pecho y por un segundo se quedó paralizado, ¿podría ser de verdad que por fin hubiese encontrado algo acerca de su pasado? Levantó la mirada hacia Han mientras su boca se abría y cerraba sin tener idea de que era lo que tenía que decir a continuación.
-Lu-la voz de Suho lo trajo de vuelta a la realidad y lo hizo fruncir el ceño, no podía dejar de pensar que el estado de Lu era culpa de Suho-Muy buen trabajo-felicitó al menor con una mueca que trataba de ser una sonrisa.
Lu asistió levemente dejándose hacer cuando Suho le revolvió el cabello, pronto las órdenes de su líder fueron dadas y ellos se encargaban de llenar los camiones con todo lo que habían rescatado además de los varios cuerpos que pertenecían a sus aliados.
-¿Qué haremos ahora?-preguntó Max, su mirada de tristeza estaba fija en los cuerpos de sus compañeros y las personas inocentes que habían sido obligadas a ser algo que no querían ser.
-Volver a la Fortaleza-respondió Suho con un murmullo.
Fue inevitable no sentir que marcharse fue mucho más rápido que prepararse para llegar ahí pero nadie podía culparlos cuando todos sabían que quedarse ahí por más tiempo era algo que nadie quería, la noche cayó mientras ellos emprendían el camino de vuelta, una sombra de tristeza y rabia los arropaba esa noche mientras todos y cada uno de ellos que se sentía inútil e impotente al no ser capaz de hacer más.
No hubo sonrisas ni entusiastas palabras de bienvenida cuando cruzaron los muros hacia la Fortaleza, se derramaron lágrimas tan rápido como las puertas del segundo camión se abrieron y Suho se retiró en silencio y con los ojos aguados.
Lu sintió sus propias lágrimas listas para comenzar a correr antes de ser envuelto en los brazos de la única persona capaz de aliviar su dolor, se aferró a él con fuerza manteniendo los ojos cerrados y luchando por volverse sordo también.
-Ven, necesitas una ducha-susurró Sehun.
Asintió débilmente antes de verse obligado a dejarlo ir, sus grises ojos se fijaron entonces en Han que estaba de pie frente al cadáver de una hermosa mujer, lo vio agacharse y tomar su mano con delicadeza para luego deslizar un pequeño aro dorado en su dedo anular.
No dudo en soltarse de la mano de Sehun y correr hacia donde él estaba, su mano se colocó sobre el hombro del mayor y dio un suave apretón al no tener palabra alguna para decirle.
-Encontré ese anillo en uno de los escritorios de uno de los científicos y al tocarlo... pude ver las valiosas memorias que guardaba, sabía que ella terminaría de esta forma y por eso... quise devolvérselo-susurró.
-Ella seguramente está muy agradecida ahora-habló Sehun ganándose una indescifrable mirada de parte del castaño.
-Supongo-murmuró manteniendo su mirada al frente donde sólo podía ver más muerte.
-Vamos, ambos deben asearse, vayan juntos y después reúnanse conmigo en mi habitación-les indicó.
Sorprendentemente para él, ambos niños aceptaron sin problemas a pesar de que ellos casi siempre estaban peleando de un tiempo a la fecha, pero era más que obvio que todo mundo había tenido más que suficiente por ese día y pelear era lo último que deseaban.
Escoltó a los menores hasta la mitad del camino donde se separó de ellos y emprendió camino directo a su habitación. Había algo que sostenía en las manos que debía revisar cuanto antes.
Una vez dentro de la seguridad de su habitación fue hasta la cama donde se dejó caer agotado pero no así menos interesado. Sus manos estaban sosteniendo con demasiada fuerza la carpeta beige y eso no era otra casa más que la señal de que la ansiedad comenzando a consumirlo.
Su respiración se aceleró de golpe en cuanto abrió la carpeta y se encontró con un montón de hojas, radiografías, gráficas y fotografías de varios objetos en su mayoría destruidos, se sintió confuso de inmediato pero se obligó a ir hacia adelante.
|Sujeto de prueba No. 241|
|Edad: 5 años|
|Sexo: Masculino|
|Peso: 18.03 kg|
|Altura: 106.40 cm|
Lo siguiente que había en aquella hoja no pudo entenderlo del todo pero parecían ser resultados de pruebas físicas y varios exámenes de diferentes partes del cuerpo del sujeto 241. Comenzaba a frustrase con todo eso hasta que finalmente llegó a las notas de la persona que al parecer estaba a cargo del experimento.
|El sujeto de prueba 241 muestra en poco tiempo grandes avances y hasta ahora no hay ningún indicio de descomposición celular dentro de su organismos.|
|Hasta ahora es capaz de levantar un peso de casi media tonelada y la fuerza físicas va en aumento.|
|Las células dañadas hasta ahora tiene una velocidad de regeneración de 25% del daño en cuarenta segundos.|
|Posee memorias fotográfica.|
|En sólo dos meses ha sido capaz de dominar cada idioma hablado en la Tierra antes del Suceso.|
|Parece haber desarrollado cierta aversión por los científicos.|
|Se ha vuelto retraído.|
|Dejó de hablar repentinamente.|
|Ha despertado al sujeto No. 01.|
Un agudo pinchazo de dolor en la cabeza lo hizo dejar caer la carpeta al suelo, las hojas se dispersaron en el suelo y él cayó de rodillas gimiendo de dolor mientras un tifón de imágenes difusas acudían a su cabeza, veía lugares desconocidos, distintos paisajes y entonces todo se volvió muros de fuego, personas corriendo y paredes manchadas de sangre, comenzó a escuchar miles de voces que hablaban todas a la vez antes de convertirse en agonizantes gritos.
«Muy buenos días 241, estás listo para comenzar... »
La figura difusa de una mujer apareció y le provocó un enorme miedo y ganas de llorar, su voz era amable pero sabía que algo malo iba a pasarle al estar con ella.
«No tenemos por qué ser amables con él, ni siquiera es humano... »
-Ba-basta-imploró sujetándose la cabeza.
« ¿Está bien que confiemos en algo como él? »
-No… más-sollozó de agonía.
« ¿Yo?... Yo soy quién te creó, bienvenido al mundo, 241...»
La sonrisa más perversa que jamás había visto se materializo en su cerebro, un bello hombre de cabello negro que usaba un parche cubriendo un lado de su rostro era el dueño de esa sonrisa, su único ojo de un oscuro color rojo lo observaba de una forma que lo hacía sentir pequeño e insignificante, ese hombre le tendió su mano y él la tomó temeroso dejando que él lo levantara.
«Espero no seas un error más que deba destruir... »
El hombre de sus recuerdos le sonrió más ampliamente antes de marcharse y dejarlo con esas personas desconocidas. Ese pequeño recuerdo aumento más el dolor haciéndolo gritar, hasta que segundos después, todo ceso y se quedó en silencio entonces, su cuerpo se desplomó en el suelo, tenía los ojos abiertos pero estaba fuera de sí ahora que por fin todo se había detenido o eso deseaba.
«Yo... lo hice por Sehunnie... ellos iban a matarte y no podía dejar que le hicieran eso a la persona que amo... »
Esa familiar voz sin rostro volvió como un dulce susurró, todo eran ruinas dentro de ese recuerdo y la pequeña figura de ella le daba la espalda.
«Por eso... por favor no me dejes... »
Lágrimas desbordándose de un par de preciosos y familiares ojos fue lo último que vio antes de que la inconsciencia por fin lo arrastrara lejos de todo el dolor y confusión.