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Demonically angelic por DNA

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Notas del capitulo:

Hola a todo el mundo!!!

Espero que estén muy bien, aquí los siguientes capítulos que espero les gusten.

A leer~

No estaba seguro de que hora era en realidad pero estaba muy emocionado, habían salido incluso mucho antes de que saliera el sol y ahora iban a un lugar desconocido, Sehun tan sólo le había dicho que tenía una sorpresa para él y lo había sacado de la cama para llevarlo a ese lugar.

Le había cubierto los ojos con las manos y en esos momentos tan sólo podía reír cada vez que se tropezaba con algo en el camino, continuando su andar de esa forma un largo rato más hasta que finalmente se detuvieron.

Pensó en todas los posibles a los que Sehun lo habría llevado pero no se decidía por ninguno y únicamente podía esperar a que él le descubriera los ojos, el viento corría suavemente en ese lugar y le hacía cosquillas, estaba demasiado emocionado por saber cuál era su sorpresa pero no se atrevía a retirar las manos de Sehun por su cuenta, quería esperara a que fuera él quien las quitara y le mostrara.

-¿Listo?-le preguntó y él se apresuró a asentir. Las manos de Sehun se retiraron entonces dejándolo ver un increíble espectáculo.

Estaban en lo alto de un acantilado rodeados por las nueves que parecían ser tanto el suelo como el cielo, el sol comenzaba a mostrar sus primeros rayos en el horizonte iluminando las nubes con su dorado fulgor volviendo todo de colores amarillos, azules y sutiles tonos de gris.

Se acercó más para apreciarlo más de cerca y estiró sus manos tanto como pudo esperando así poder alcanzar una de las nueves que los rodeaban, todo en ese lugar era tan hermoso y brillante que parecía más algo que alguien había visto en un sueño que la realidad.

-Veo que te gusto-habló Sehun y él inmediatamente se giró a mirarlo para mostrarle una inmensa sonrisa.

El rubio se apresuro a escribir y luego le dio la vuelta a su cuaderno para que leyera lo que decía, dejando que Sehun se encontrara con un enorme "Gracias", sonrió ampliamente al ver eso para luego volver a poner sus ojos sobre el menor. Las palabras se atoraron en su garganta en cuanto lo vio ahí de pie, siendo sutilmente iluminado por la tenue luz del sol, parecía haber un halo de luz rodeando su pequeña figura y todo él resplandecía al estar de esa forma.

-Feliz cumpleaños Lu-murmuró casi en automático.

La sorprendida mirada del pequeño rubio se posó en él, miles de emociones atravesaron su bonito rostro hasta terminar siendo un par de grises ojos humedecidos y una sonrisa temblorosa. Sehun se acercó con cautela hasta abrazarlo sintiéndose demasiado bien cuando él correspondió.

Era un día importante para él y Sehun seguramente ni siquiera tenía una idea de lo que significaba para él y era por eso que sentía tan felicidad porque Sehun estuviera ahí a su lado aunque no tuviera idea de lo importante que estaba siendo para él esa pequeña muestra de afecto.

-Hey-dijo cariñosamente y se puso en cuclillas para mirarlo a los ojos-No puedes llorar este día, es tu cumpleaños y que llores me deja como un horrible organizador-bromeó consiguiendo hacer reír al menor.

"Lo siento, es sólo que estoy muy feliz"-explicó.

-Sé que no es lo mismo y que probablemente no sea yo a quien quieres a tu lado este día pero... quiero hacer de hoy algo que pueda hacerte sonreír.

La dulce sonrisa en sus labios fue contagiada al pequeño rubio que rápidamente retiró sus lágrimas y se hizo a sí mismo la promesa de no volver a derramar una lágrima más ese día. Volvió su mirada al hermoso cuadro frente a ellos y se sentó en el suelo para disfrutarlo un poco más.

Un par de horas después se encontró caminando de la mano de Sehun hasta el lugar donde su segunda sorpresa lo aguardaba. Su corazón no podía estar más hinchado de alegría y no estaba muy seguro del momento exacto en el que había dejado de caminar y había comenzado a dar saltitos de emoción debido a la anticipación.

Se detuvo algo desconcertado cuando un sonido bastante peculiar llamó su atención, vio a Sehun sonriéndole y sintió un suave tirón que lo invitaba a continuar caminando hasta el lugar de donde provenía el ruido.

No pudo contener el chillido que escapó de sus labios cuando sus ojos se encontraron con una hermosa cascada. La formación rocosa por donde caía el agua tenía la forma de sombrilla abierta y terminaba en cientos de hilos de agua después de correr a través de las rocas cubiertas de musgo, terminando un una hermosa laguna de tranquilas aguas cristalinas.

No pudo con la tentación y se soltó de la mano del pelinegro para correr a la orilla, una risita brotó de sus labios al ver su imagen tan perfectamente reflejada y no pudo contener las ganas de tocar el agua que realmente estaba algo fría.

-¿Te gusta?-preguntó Sehun a sus espaldas.

Se giró levemente para verlo y asentir frenéticamente porque no había forma alguna de que un lugar tan hermoso no le gustara, cada elemento ahí estaba en perfecta armonía haciendo que pareciera algo casi místico.

-¿Te gustaría que te enseñara a nadar?

La mirada del pequeño rubio se iluminó completamente y volvió a asentir con mucho entusiasmo. Lu adoraba aprender cosas nuevas y nadar era algo que no sabía hacer y de alguna forma sentía que iba a ser mucho mejor si Sehun le enseñaba.

-Bien, entonces primero vamos a comer algo y luego podremos comenzar con tus lecciones-anunció.

Lu ladeó la cabeza sintiéndose algo confundido ya que no sabía de dónde era que Sehun iba a sacar comida. Él le dio una sonrisa antes de mostrarle la mochila que llevaba y que contenía un montón de pequeñas bolsas pláticas llenas de esas cosas suaves que los humanos llamaban pan y que casi siempre tenía algo en su interior, como queso por ejemplo.

-Aquí tienes-su mano le extendió uno de esos paquetitos plásticos y una botella con agua-Oh, espera-pidió.

Lu se detuvo en seco su tarea de abrir la envoltura quedándose paralizado, vio con atención como el mayor se arrodillaba y cuando le pido que extendiera las piernas él así lo hizo. Algo se extendió en su pecho cuando vio como Sehun lo descalzaba con tanto cuidado y acomodó su cuerpo de forma que pudiera estar sentado en la orilla con los pies dentro del agua.

Al principio su cuerpo entero se estremeció por la temperatura del agua que poco a poco se fue volviendo agradable. Sehun se acomodó a su lado con los pies también dentro del agua y partir de ahí el tiempo comenzó a pasar despacio para ambos mientras hablaban de cosas sin importancia, porque en realidad era mucho más fácil hablar de Max y sus ocurrencias, que hablar sobre lo que hacían durante las misiones.

Sehun le contaba sobre las pocas que recordaba de su vida y Lu era feliz por poder escucharlo, ese era su momento y no habría podido desear algo mejor que eso. Tal vez estar con su madre también hubiera sido genial pero estar ahí también tenía su propio nivel de perfección.

-¿Vamos entonces?-preguntó Sehun luego de un buen rato en que habían terminado de comer.

Lu asintió rápidamente siendo imitado por Sehun poco después, lo vio ponerse de pie a su lado y se quedó mirándolo con curiosidad. Un rojo intenso se apoderó de su rostro cuando el mayor se quitó el chaleco y la camiseta, sus ojos rápidamente fueron dirigidos a otro lado cuando vio las manos del mayor ir a sus pantalones y terminó estrujando con las manos la hierba que cubría el suelo.

Su corazón estaba latiendo muy rápido entonces y los nervios comenzaron a invadirlo al no saber que era lo que debía hacer entonces. Él no tenía ni la menor idea de cómo se esperaba que actuara en ese tipo de situaciones porque él jamás había visto a un hombre, o mujer, sin ropa.

-Tu turno-dijo Sehun luego de un largo silencio.

Su corazón se volvió loco luego de esas palabras y tragó con dificultad, sabía que su cara debía estar tan roja como esa cosa llamada tomate y también estaba casi seguro de que estaba echando humo, su cuerpo se sentía agarrotado y estaba completamente seguro de que no iba a poder moverse en lo absoluto.

-¿Lu?-llamó Sehun.

Un extraño ruido fue lo único que pudo emitir, se negaba a mirarlo cuando estaba de esa forma. Silencio fue todo lo que pudo escuchar luego de un rato y el temor de haber hecho que Sehun se molestara lo animó a mirar en su dirección pero ahí ya no había nadie.

Parpadeó varias veces al no comprender nada y finalmente miró en todas direcciones buscando al pelinegro sin éxito alguno y comenzando a preocuparse.

Algo bajo el agua le rozó los pies y no pudo detener el agudo gritito que brotó desde el fondo de su garganta mientras sus espantados ojos grises se encontraban con el rostro de un muy divertido Sehun.

La risa del mayor brotó sin vergüenza, su negro cabello mojado se adhería a sus sienes y a su frente mientras gotitas de agua caían desde los rebeldes mechones haciendo un rápido recorrido hasta sus hombros y cuello que era lo máximo que Lu se atrevía a mirar. El calor volvió a su rostro pocos segundos después y se apuró a apartar la mirada.

-¿Estás molesto?-inquirió sintiéndose culpable por la pasada broma.

Lu no se atrevió a emitir sonido alguno por miedo a avergonzarse más de lo que ya lo estaba, porque de verdad sentía que era algo demasiado ridículo estar ahí tan apenado y cohibido por algo tan simple como el hecho de que Sehun fuese a enseñarle a nadar.

-¿Qué sucede bebé?-le habló con dulzura ayudando a que su cara enrojeciera un poquito más.

Se obligó a sí mismo a negar rápidamente y finalmente se atrevió a mirar a Sehun a los ojos, él le sonrió cálidamente antes de besar una de sus manos que entonces estaban húmedas gracias a que Sehun la estaba sosteniendo.

-¿Te da pena quitarte la ropa frente a mí?-preguntó con cautela.

Lu asintió muy despacio y le dio un ligero apretón a la mano más grande que sostenía la suya.

-No tendría porque, no es como si fuésemos a nadar desnudos o algo-dijo riendo.

Lu apretó los labios y se armó de valor para mirar más abajo en el cuerpo de Sehun dentro del agua descubriendo que en efecto, él todavía mantenía algo de ropa cubriéndolo y eso lo avergonzó sólo mil veces más.

Sus manos rápidamente le cubrieron el rostro evitando de esa forma la mirada de Sehun, lo oyó reír suavemente para luego sentir sus manos tomando las suyas y apartándolas.

-Eres adorable-afirmó enternecido-¿Te ayudó con la ropa?-ofreció porque en realidad no veía capaz a Lu de quitarse la ropa y no podía nadar con ella puesta.

El rubio asintió despacio y se dejó hacer mientras Sehun comenzaba a quitarle las prendas exteriores. Las manos le temblaban cuando Sehun las tomó alentándolo para que entrara al agua y emitió un suave quejido por culpa de la temperatura de esta cuando finalmente se sumergió y escuchó a Sehun volver a reírse antes de atraerlo a sus brazos para ayudarlo con el frío.

Las pulsaciones de su corazón se dispararon luego de que Sehun hiciera eso y él rogaba con toda su alma para que Sehun no se percatara de como su corazón estaba por explotarle en el pecho.

-Deberías ver lo lindo que luces en estos instantes, adoro eso-comentó divertido.

Lu negó un par de veces para finalmente ocultar su enrojecido rostro y la sonrisa tonta, que no pudo reprimir, en el hombro del mayor, ese por mucho era uno de los mejores días que había tenido en bastante tiempo y quería atesorar en su memoria cada segundo.

Algunos minutos después descubrió lo divertido que era jugar en el agua y lo importante que era tener cuidado para no hundirse cuando no sabía nadar bien, fue capaz escuchar la risa de Sehun muchas veces y él también pudo reírse igualmente. Era bueno nadando, eso había dicho Sehun cuando finalmente salieron y estuvieron nuevamente vestidos descansando cerca de la orilla, estaba casi seguro de que Sehun solamente estaba siendo amable al decirle eso pero aunque únicamente había sido eso para él era el mejor de los cumplidos.

"¿Cómo supiste que hoy es mi cumpleaños?"-le preguntó mucho después de que sólo habían estado hablando de cosas triviales luego de haber terminado de comer.

-Han fue quien me lo dijo-se encogió de hombros luego de responder.

"¿Han?"-inquirió muy sorprendido.

-Sí-asintió-Últimamente ha estado más relajado y amable.

"¿Y por qué no vino también?"-preguntó y no era que fuera muy fan de esa idea pero Han también se merecía eso

-Porque esta es nuestra cita-respondió tranquilamente.

¿Cita?-inquirió completamente sonrojado.

-Sí, porque esto es un regalo solamente para ti, es tu día y por eso nadie más debería estar aquí además de tú y yo-explicó.

La emoción que sentía en esos momentos era inmensa pero como siempre esa vocecita que le decía que debía hacer lo correcto le ganó y por mucho que no quería se vio obligado a decirle a Sehun esa parte de la información que creía que Han no le había dado.

"Él no te dijo, ¿verdad?"

-¿Decirme qué?

"Hoy también es su cumpleaños."

-¿Qué?-musitó atónito.

"Él y yo nacimos el mismo día pero en diferente año, es algo relativamente imposible pero de alguna forma sucedió."

-¿Por qué no me lo dijo?-murmuró con culpabilidad.

"Probablemente quería estar solo"-sonrió lo mejor que pudo en un intento por quitar esa mirada de culpabilidad de los bonitos ojos de Sehun.

-Tal vez-murmuró-En realidad... ahora que lo pienso... ¿es por el hecho de haber nacido en la misma fecha que se parecen tanto?-preguntó curioso para así cambiar de tema.

"Realmente no lo sé. No he podido explicar eso aunque hay algunas leyendas en mi mundo que dicen que si alguien muere, tal vez su cuerpo llegue a reencarnar en la dimensión humana o en Tenebris, será tu mismo cuerpo pero no la persona que solías ser"-relató.

-Pero ustedes no pueden ser eso porque ambos están vivos, ¿cierto?

"Exacto"-asintió.

-Entonces... -hubo una larga pausa-¿Si yo muero podría reencarnar en tu dimensión?

"Tal vez, pero... no serías la persona que yo conozco y probablemente yo no te querría igual a como te quiero ahora"-sus mejillas se colorearon de un bonito color rojo al tiempo que agachaba la mirada tímidamente.

-Tienes razón-concordó-Me gusta más este tú.

La sonrisa tonta volvió a aparecer y un agradable calorcito se extendió en su pecho luego de esas que fueron las palabras más lindas que le habían dicho según él.

-¡Oh, casi lo olvido!-exclamó repentinamente el mayor sacándolo de su burbuja-Tu obsequio.

Los curiosos ojos del menor no dejaron de observarlo ni un instante mientras rebuscaba algo en el interior de su mochila hasta que por fin una sonrisa fue esbozada por sus labios una vez que halló lo que tanto buscaba.

-Aquí tienes. Feliz cumpleaños-dijo extendiéndole unos googles.

Lu los tomó sin saber muy bien porque era que el mayor estaba dándole eso, lo miró confuso recibiendo una sonrisa de parte del pelinegro.

-El día que te conocí yo usaba esos googles, son algo así como un amuleto de la buena suerte para mí y quiero que los tengas tú. Además... -se detuvo como si le costara seguir hablando.

"¿Además?"-interrogó el menor ansioso por saber el resto.

-Quiero que tengas algo para recordarme cuando regreses a Incendium-susurró.

Un nudo se formó en la garganta de Lu que repentinamente tenía la sensación de que podría echarse a llorar en ese preciso instante y en su lugar de eso lo que hizo fue apretar los googles y esbozar una enorme sonrisa.

"No te olvidaría aunque no tuviese nada tuyo, además, voy a venir a visitarte"-prometió.

Sehun apenas pudo asentir porque sabía bien que lo que Lu pretendía iba a ser imposible, nadie de su mundo iba a dejarlo regresar luego de todo lo que estaba pasando al estar en la dimensión humana.

-Eso me gustaría-murmuró apenas-Creo... que ya es hora de regresar. El sol pronto comenzara a ocultarse y también estamos un poco lejos-Lu asintió despacio, sabía que Sehun no le había creído-Vamos, seguro aún podemos felicitar a Han.

Volvió a asentir débilmente y cuando Sehun estaba por ponerse de pie se apresuró a tomarlo de la mano ganándose una mirada de extrañeza, no lo miró de vuelta y se apresuró a escribir algo que luego le mostró a Sehun.

"Lo haré, yo haré lo que sea para volver a visitarte y por eso Sehunnie debe prometer que volveremos aquí para que puedas seguir enseñándome a nadar"-traicioneras se asomaron de sus ojos cayendo sin vergüenza por sus mejillas.

Las manos de Sehun las retiraron con cuidado y sus ojos volvieron a encontrase con los del mayor que sólo tenía ternura y cariño para él que siempre terminaba siendo una molestia de alguna forma u otra.

-Lo prometo-susurró-Vamos a volver muchas veces aquí-le juró y él asintió.

"Te quiero."

-Yo también te quiero mi dulce ángel-respondió antes de abrazarlo con fuerza.

Lu se aferró a él tanto como le fue posible y cerró los ojos con fuerza para evitar más lágrimas. Él volvería, no importaba a quien tuviera que enfrentarse, él encontraría la forma.

-Bien, no más lágrimas, es tu cumpleaños y esto no está bien-lo regañó falsamente molesto.

"Entendido"-sonrió finalmente.

-Entonces ven, volvamos a casa.

Sus manos volvieron a sostener a la otra y comenzaron a caminar de vuelta a la motocicleta de Sehun. Lu le dio una última mirada a la cascada y sonrió ampliamente, ese sin duda siempre iba a ser su lugar favorito en ese mundo.

Fue un largo viaje de vuelta y la noche ya lo cubría todo cuando finalmente estuvieron de regreso en la Fortaleza. En cuanto la motocicleta estuvo apagada Lu se colgó de Sehun que se había ofrecido a llevarlo en su espalda y el pequeño rubio no podía parar de reía contagiando a Sehun.

Ambos estaban tan inmersos en su mundo que ninguno se daba cuenta del extraño silencio que había y que las luces de todo el lugar estaban apagada aunque todavía no era tan tarde. Esa noche la Luna se encontraba en el cuarto menguante y si Lu no estuviera distraído, sabría que era una mala señal.

No fue hasta que estuvieron dentro del edificio que Sehun supo que algo no iba bien, puso a Lu en el suelo tras él y le hizo una seña para que se mantuviera callado.

Hizo que se abrazara a su cintura mientras comenzaban a avanzar por los negros pasillos, mirando a todos lados con su arma ya en las manos lista para ser disparada, el sonido de pasos lo puso en alerta máxima y apuntó su arma a la figura que se había detenido frente a ellos, la Luna estaba oculta por las nubes y le era imposible ver a esa persona.

-Identifícate-ordenó.

No hubo nada y justo antes de que Sehun repitiera su orden, las nubes descubrieron a la Luna que iluminó apenas el pasillo rebelando a la persona frente a Sehun.

El color oscuro de la sangre cubría sus manos al igual que algo de su ropa, de la comisura de sus labios escurría algo de color negro que mandaba el suelo con el constante goteo y su mirada vacía casi muerta lo miraba sin ver realmente.

-¿Qué has hecho?-preguntó horrorizado Sehun temiendo la respuesta que conllevaba el aspecto del menor.

El castaño dio dos torpes pasos y levantó una de sus manos hacia Sehun que no bajaba el arma, sus labios se entreabrieron y sólo un nombre salió de ellos.

-Kri... Kris-balbuceó antes de caer al suelo.

-¡Han!-gritó alarmado Sehun soltando finalmente le arma y corriendo al menor en el suelo.

Notas finales:

Lu es tan tierno >.<


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