-¡No te detengas! ¡Sigue corriendo!-exigía Han.
Sus manos estaban fuertemente unidas mientras ambos luchaban desesperadamente por huir de él. Un rugido potente les advirtió que él estaba cada vez más cerca presionándolos a ir más rápido.
¿Cómo habían llegado a eso?, se preguntó Lu.
No estaba del todo seguro de ello y lo último que recordaba era el fuego que Han había creado en aquel horrible lugar, pero... ¿qué había pasado después?
Tenía una vaga imagen del elevador que había subido y fue entonces que se encontraron cara a cara con Kyungsoo, él tenía una expresión desencajada que pronto se volvió pura ira combinada con lágrimas y entonces él los había atacado, un ataque diferente a los juegos con los que solía torturarlos, él definitivamente quería matarlos en esa ocasión.
Ellos apenas habían podido escapar pero aún eran capaces de escuchar los rugidos de Kyungsoo, rugidos que se escucharan como lamentos de pura agonía que chocaban con cada pared cubierta de fuego, salir de ahí era su máxima prioridad para así poder defenderse de Kyungsoo porque ahí donde estaban no eran más que ratas atrapadas.
Un potente gritó retumbó por todo el lugar iniciando una cadena interminable de explosiones que apenas pudieron evitar, sus manos temblaban tanto como se apretaban fuertemente como si quisieran fundirse en una sola. Sus pasos frenaron de golpe cuando un muro de fuego les bloqueó el paso dejándolos sin salida y a merced de la criatura que los estaba cazando.
-Quédate detrás mío-ordenó Han ocultándolo como si fuese algún tipo de escudo.
-No, haremos esto juntos-sentenció entrelazado sus dedos con los del mayor y plantándose a su lado.
La tenebrosa figura de Kyungsoo apareció en medio del fuego, su único ojo era negro, afiliados colmillos se asomaban de su boca y sus afiladas garras se arrastraban sobre la pared mientras avanzaba, arañando el concreto como si fuera simple plástico.
-Lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran, lo pagaran-repetía con susurros apenas entendible-¡LO PAGARAN!-gritó finalmente.
Ambos menores se quedaron paralizados en sus lugares cuando lo vieron abalanzarse sobre ellos, una blanca figura se abrió paso entre el muro de fuego saltando sobre Kyungsoo.
"¡Váyanse!"-ordenó Lux.
Lu reaccionó apenas y jaló con fuerza la mano del castaño comenzando a correr hacia la salida que su guardián les había hecho, el alivio invadiéndolos cuando fueron capaces de cruzar hacia el exterior. Ambos respiraban agitadamente y al mirar nuevamente hacia la cueva vieron la entrada bloqueada por las llamas.
-¡Lux!-llamó Lu angustiado al no verla salir.
Una explosión disparó el fuego por todas direcciones haciendo volar un centenar de rocas que Han bloqueó formando un escudo, impidiendo que el fuego o las rocas los tocaran mientras que con su mano libre sujetaba fuertemente el brazo del menor.
-¡LUX!-gritó el pequeño rubio que era retenido por Han para que no corriera al lugar que todavía estaba siendo consumido por el fuego.
-¡No puedes ir!-le dijo Han empujándolo lejos.
-¡NO PUEDO DEJARLA! ¡ME NECESITA!-gritó desesperadamente.
-Lo siento Lu-musitó con pesar-Es tarde.
Lu negó frenéticamente con los ojos fuertemente cerrados para así no comenzar a llorar y Han tan sólo podía mirarlo fijamente sin saber que decir o hacer, hasta que un quejido captó su atención, sus miradas viajaron rápidamente a ese lugar y unas sonrisas inmensas se extendieron en sus rostros cuando vieron aparecer a la hermosa loba.
-¡Lux!-exclamaron al unísono.
Ella se echó en el suelo completamente exhausta dejándose hacer por las caricias suaves de ambos menores que la recibían como si fuese la más grande heroína, y lo era por lo menos para ellos dos que por un segundo habían pensado que no iban a volver a verla.
-Buena chica, buena chica-decía llenó de alegría el rubio.
-Tranquila, vamos a ayudarte-prometió Han.
Ambos aliviados y felices porque todo parecía indicar que todo finalmente había acabado, Kyungsoo seguramente había muerto ya y ellos pronto volverían a sus hogares, todo finalmente iría bien.
-¿Realmente creen que ese insignificante fuego lo mató?-preguntó esa escalofriante voz que los hizo paralizarse en segundos.
Los dos giraron aterrados hacia atrás encontrándose con la sonrisa torcida de Kai. Lu fue quien logró salir antes del shock y se puso de pie con sus alas extendidas mostrándole al moreno que iba a proteger a Han y Lux.
-Yo debería ser tu última preocupación-se burlo.
Lu no supo interpretar sus palabras y cuando apenas las trataba de analizar su cuerpo fue lanzado lejos hasta chocar contra algo duro para finalmente impactar contra el suelo.
-¡LU!-gritó Han.
Un destello blanco lo regresó a la realidad y apenas escuchó el gemido de Lux había sido agarrada por la patas traseras y azotada contra el suelo.
-Es una lástima volver a verte de esta manera Lux-murmuró Kyungsoo.
Han reaccionó apenas, consiguiendo ponerse de pie para ir hacia Lu y sacarlo de ahí cuanto antes, logrando apenas dar dos pasos antes de que afiladas garras se clavaran en su cuello levantándolo como si fuese nada.
-Al parecer tienes todo bajo control, iré entonces a recibir a las vistas-informó Kai antes de desaparecer.
Han miraba aterrorizado a Kyungsoo, su único ojo tenía un brillo de locura que él jamás había visto en él, la sonrisa perversa que adornaba sus labios pronto se transformó en una tétrica carcajada psicópata que le aceleró el pulso haciéndolo que comenzara a sudar frío.
-Te mataré de una vez por todas, pequeña mierda-gruñó Kyungsoo.
Han se retórico desesperado, todo dentro de él no dejaba de gritarle que tenía que liberarse pero le estaba resultando inútil y la frustración pronto comenzó a torturarlo empañando sus ojos con inútiles lágrimas.
-¿Me tienes miedo?-preguntó divertido.
Han gimió de dolor al sentir sus garras incrustarse más en su piel, algo se resbaló desde su cuello hasta caer al suelo donde tintineó suavemente y de alguna forma llamó a Sehun y Max con gritos que nadie iba a poder escuchar.
-Eres patético-escupió con asco Kyungsoo-Myrina debe estar retorciéndose en su tumba al ver en lo que has convertido.
La furia lo hizo reaccionar y sus garras alcanzaron a Kyungsoo otorgándole su libertad, tomó velozmente su cascabel y retrocedió gruñéndole a Kyungsoo, su respiración era errática entonces y su corazón estaba por estallar pero no le iba a permitirle a ese pedazo de porquería refiriéndose a su difunta madre de ninguna forma.
-No hables de mi madre, asqueroso gusano-masculló entre dientes.
Kyungsoo se rió de él, la herida que le había hecho se había curado en segundos y su único orbe brillaba con rabia contenida.
-¿Alguna vez te has preguntado por qué tu pueblo te repudia?-inquirió con malicia.
Han gruñó mostrándole sus colmillos a forma de advertencia, un potente rayo fue invocado y aunque lo golpeó directamente Kyungsoo ni parpadeó y él únicamente podía mirarlo con incredulidad porque su más poderoso ataque no le había hecho ni cosquillas.
-¿Por qué te sentías tan cómodo junto a ese asqueroso mestizo?-siguió preguntando.
Han gritó rabioso al oírlo referirse a Kris y volvió a atacarlo arrojándole la más grande de las rocas que tenía al alcance, Kyungsoo la detuvo con una sola mano y la hizo pedazos con la misma sin ningún esfuerzo demostrándole así que todo lo que hiciera iba a ser inútil.
-¿Por qué te sentías atraído por ese insignificante humano?-sonrió de lado tras decir eso.
Han dejó de pensar con racionalidad, olvidándose que no podría hacerle nada con ataques físicos, y se lanzó sobre Kyungsoo que con un simple golpe lo derivó, una de sus garras volvió a cerrarse alrededor de su garganta y él comenzó a luchar por liberarse.
-¿Esto es todo?-preguntó riendo-¿Nada más esto puede hacer el insignificante y débil heredero al trono de Tenebris?-dijo con desdén.
Han pataleó y arañó el brazo de Kyungsoo en un desesperado intento por quitárselo de encima, su piel comenzó a quemar y un grito de dolor quedó atorado en su garganta mientras el brillo de locura en el único ojo de ese monstruo iba en aumento.
-Pero era de esperarse de un error como tú-soltó asqueado-Nadie te dijo pero ahora yo lo haré porque te quiero y porque se lo debo a esa puta que tú llamas madre y que en alguna ocasión yo llame amiga-sonrió con fingida ternura.
Han gritó cuando el dolor se hizo más insoportable, lágrimas comenzaron a escalpársele y el aire ya no le llegaba a los pulmones.
-Tú, el flamante príncipe de Tenebris que debería ser todo poderoso, no es más que un simple mestizo-dijo con burla-Eres la mitad de eso que tanto desprecias, un mitad humano.
Una suave risa perversa llegó a sus oídos pero él ya no reaccionaba a nada y tan sólo miraba estupefacto a Kyungsoo, miles de imágenes de su vida en Tenebris volvieron a su memoria y comenzó a negar alejando sus manos de Kyungsoo y deteniendo su lucha inconscientemente.
-No te preocupes Hannie, yo terminaré con ese dolor innecesario-aseguró con falsa compasión.
-¡SUÉLTALO!-gritó alguien a sus espaldas y fue turno de Kyungsoo de ser lanzado contra lo que antes había sido el laboratorio diez-¡Han!-llamó angustiado el pequeño rubio.
-No es verdad, no es verdad, no es verdad, no es verdad, no es verdad, no es verdad, no es verdad-era todo lo que repetía mientras se abrazando a sí mismo, gruesas lágrimas manchaban su rostro y Lu tan sólo pudo poner sus manos sobre sus hombros e intentar conectar sus miradas.
-No lo escuches, está tratando de dañarte únicamente-aseguró.
-Yo... yo no...
-¿Realmente trataras de mentirle con algo que es tan obvio?-inquirió con diversión Kyungsoo apareciendo entre los escombros sin ni un sólo rasguño.
-Cállate-gruñó el pequeño niño.
-Decirle que no es un error no lo hará cambiar-rió luego de decir eso.
-Clonar a mi tío tampoco va a devolvértelo-contraatacó deteniendo la risa de Kyungsoo-Y estoy seguro de que en caso de que lograras hacerlo él no sentiría por ti más que odio por hacer esto-aseguró.
El odio con el que Kyungsoo lo miró lo hizo temblar ligeramente pero no retrocedió, un rugido de rabia lo asusto ligeramente pero él rápidamente recuperó la compostura o por lo menos aparento recuperarla.
-Están siendo un jodido dolor en las bolas, mis niños-masculló
Lu se plantó frente a Han, su inmaculadas alas ocultaban al castaño de la mirada de Kyungsoo y antes de que ese perverso ser diera un paso más, Lu disparó hacia él una esfera de brillante luz que era mortal para cualquier habitante de Tenebris pero no para Kyungsoo que la detuvo sosteniéndola como sí nada.
-Imposible-musitó atónito el rubio.
-¿Sabes?, tu tío me dio un gran regalo antes de decirme adiós-susurró con melancolía-Él siempre hizo todo pensando en protegerme de todos.
Una sonrisa hermosa y serena se extendió en sus labios, enormes alas blancas aparecieron en la espalda del Kyungsoo extendiéndose orgullosas e imponentes dejando estupefactos a ambos menores, ellos eran hasta hora unas de las pocas personas que las veían.
-Tus ojos... pequeño Lu-llamó casi con dulzura-Me recuerdan a él-lágrimas resbalaron por sus mejillas en total desacuerdo con la sonrisa psicópata que esbozaba-Por eso te los arrancare antes de matarte-prometió.
Los dos niños estaban muertos de miedo para esas alturas, Kyungsoo era invencible y ellos ya no sabían qué hacer más que mirar aterrorizados como él se acercaba cada vez más. La mano de Kyungsoo se extendió hacia ellos que tan sólo fueron capaces de abrazarse con fuerza y cerrar los ojos esperando su inminente final.
-¡ALEJA TUS ASQUEROSAS GARRAS DE MIS NIÑOS!
Ese grito les supo a gloria, ambos abrieron los ojos justo a tiempo para encontrarse con la figura de Sehun frente a ellos, el suelo se había hundido bajo su puño y Kyungsoo se hallaba lejos a varios metros luego de evitar el golpe.
-¡Sehun!-lo llamaron eufóricos lanzándose a sus brazos a la vez.
-Todo saldrá bien, voy a protegerlos-prometió estrechándolos con fuerza, sintiéndose aliviados de poder tenerlos de esa forma luego de todos esos angustiosos días.
-Si yo fuera ustedes no le tendría mucha confianza. Después de todo, esa fue la misma promesa que le hizo a 01 y falló.
La voz de Kyungsoo los alertó y nuevamente ambos estaban tras Sehun como si él fuese su escudo protector.
-Supongo que Kai debe estar haciendo un pésimo trabajo si te ha dejado pasar-suspiró dramáticamente-No me malinterpretes, me alegra mucho verte 241, aunque... realmente esperaba que me dieras un mejor saludo, después de todo, fui yo quien te creo.
***
"Aguanta, tan sólo un poco más."
Se presionó a sí mismo mientras continuaba con su frenético ataque que poco a poco lo debilitaba más y más, todo era fuego a su alrededor y eso no ayudaba a sus estado pero debía poder, lo hacía por Sehun y no iba a rendirse por eso.
"Tengo que poder, ¡debo aguantar!"
Se dijo a sí mismo mientras volvía a disparar un nuevo rayo de blanca luz a ese bastardo que no dejaba de reírse de él y la verdad era que la risa irritante de ese tipo lo estaba poniendo de los nervios. Era capaz de escuchar los interminables disparos y gritos de sus compañeros que lo estaban dando todo para retener a los Cazadores dejándole a él el camino libre para que acabara con ese bastardo malnacido pero Baekhyun ya estaba exhausto y no sabía cuánto más iba a poder aguantar.
Lanzó un disparó más pero en esa ocasión fue mucho más débil y permitió que Kai avanzara hasta él y lo golpeara lanzando varios metros lejos su cuerpo como si fuera de trapo.
-¡BAEKHYUN!-escuchó gritar a Max.
Se levantó tan rápido como pudo y apenas logró distinguir la llamarada que iba directo a él, sus ojos se cerraron con fuerza y se cubrió con ambos brazos esperando que el ataque lo alcanzara pero en su lugar sintió una suave brisa acompañada de un agradable olor a bosque y lluvia.
Sabía que algo había pasado pero temía abrir los ojos y encontrarse con que todo era una ilusión, una desconocida y profunda voz llegó a sus oídos animándolo a mirar, abrió los ojos lentamente encontrándose entonces con un par de orbes violeta que brillaban de una forma casi mística, fuertes brazos lo sujetaban firmemente y ya no era capaz de sentir los pies en el suelo.
"¿Acaso he muerto y llegué al paraíso?"
-¿Te encuentras bien pequeño rayo de Luna?-preguntó él con la voz más sexy que Baekhyun había oído nunca.
-S-sí-balbuceó apenas.
-Has tenido suerte, de no haber sido por mí ahora mismo no serías más que un trozo de carbón-sonrió ampliamente dejando aún más atontado al ojiverde.
-Yo...
-No temas, aquí estarás seguro-afirmó dejando que sus pies volvieran a estar sobre algo sólido, la gruesa rama de un gigantesco árbol para ser exactos.
-Mis amigos, ellos...
-Ya me estoy encargado de eso también-dijo ladeando su cabeza en dirección al campo de batalla donde entonces eran los Cazadores salvajes quienes se enfrentaban a las creaciones de Kyungsoo y no sus amigos que ya se guardaban igual que él.
Baekhyun volvió a mirar al hombre que lo había salvado y no pudo hacer más que mostrarle una enorme sonrisa de agradecimiento, eso era todo lo que tenía y esperaba que fuera suficiente.
-Gracias.
-No agradezcas nada pequeño rayo de Luna, también has hecho un gran trabajo ahí-aseguró.
Un rugido de furia interrumpió lo que Baekhyun estaba por decir, el alto hombre miró hacia el suelo antes de volver a poner sus ojos sobre los del más bajito que reflejaban temor.
-Espérame aquí, yo me encargaré de todo y después vendré por ti-prometió sin saber por qué y sin esperar respuesta alguna del pequeño chico, saltó al vacío para ir tras la mascota de ese fastidioso sujeto.
Baekhyun intentó llamarlo pero no pudo hacerlo a tiempo, sus ojos tan sólo lo siguieron y un gemido de incredulidad combinado con miedo escapó de sus labios al ver las manos del más alto cubrirse con fuego y comenzar a atacar a Kai como si no fuese nada.
"Es uno de ellos."
Sus puños se apretaron con fuerza al igual que su mandíbula, la mirada que antes había sido de agradecimiento se volvió de desprecio y una parte suya deseo verlo caer a manos de Kai aún cuando ni siquiera lo conocía bien.