«Te quedan veinte días.»
Se despertó de golpe tan pronto escuchó esa voz dentro de su cabeza y la maldijo para sus adentro tan pronto como pudo recuperar la compostura.
Sabía perfectamente que el tiempo estaba agotándosele y esa voz recordándoselo cada día simplemente lo atormentaba. Una gran prueba de ello era el incontrolable temblor en sus manos, ella sólo sabía torturarlo y él comenzaba a temer volverse loco en cualquier instante, miró a todos lados buscando a la única persona que podía hacerlo sentir que todo estaría bien y cuando lo vio sintió ganas de llorar.
Él abrazaba tan cariñosamente a Han que lo hacía sentir envidioso, no sabía en que momento ellos habían terminado de esa forma porque se suponía que Han había pasado la noche a su lado y no con Sehun, ambos habían ido ahí porque estaban preocupados por él luego de que no hiciera otra cosa más que quedarse ahí sosteniendo la mano de esa mujer.
Había sido así desde aquel día que lo habían dejado solo con ese diario, ninguno sabía que era lo que Sehun había descubierto aunque Lu se daba ya una idea, tan sólo esperaba que no fuese un problema, todo iba a ser más fácil de ese modo para Sehun.
Se levantó teniendo cuidado de no hacer ruido y salió al exterior para recibir a Suho, sentía su presencia cada vez más cerca y también eso iba a ser mejor para así no seguir viendo a Han y Sehun de aquella forma. Su mirada fue hasta el cielo y sonrió al ver los colores que el amanecer comenzaba a traer consigo, aunque todavía podía ver la Luna y eso le recordó que faltaba poco.
La Luna de Tenebris aparecería esa noche y eso le preocupaba, la Luna roja aparecía cada dos meses en la dimensión humana y afectaba demasiado a Han, anteriormente él siempre lo había ayudado a sobrellevarlo pero no estaba muy seguro de que pasaría esa noche, Han tenía dieciséis ahora y además Chanyeol también estaba ahí y él no estaba seguro de cómo era que iba a afectar al joven general.
-Lu-escuchó la voz de Suho e inmediatamente lo miró-¿Qué haces aquí?
-Sabía que venían de vuelta y quise recibirlos-respondió mostrándole una sonrisa a Suho y a Max.
-Muchas gracias por hacer eso-dijo el siempre alegre pelirrojo-¿Dónde está Han?
-Durmiendo-respondió con simpleza, ellos no necesitaban saber más-¿Van a ayudarnos?-preguntó.
Suho hizo una mueca haciéndole saber que no tenía buenas noticias, el mayor lo miró atentamente antes de suspirar y atreverse a hablar.
-Ese desgraciado únicamente nos dejara estar ahí por tres días, después de eso tendremos que buscar otro lugar-explicó.
-Ya veo-murmuró-¿Qué haremos? ¿Aceptarás lo que te ofrece?
-Me gustaría tirarle en la cara su ofrecimiento de porquería pero no puedo darme ese lujo, Kyungsoo está pisándonos los talones y seguro pronto averiguara cómo hacer para pasar la barrera de Minseok, así que no tengo otra opción por el momento-suspiró pesadamente, signo de que algo no estaba del todo bien-Sin embargo, él pidió algo a cambio-murmuró mientras se masajeaba la nuca de un modo que delataba su nerviosismo.
-¿Qué pidió?-preguntó tranquilamente.
-De alguna forma él se enteró de que el nuevo monarca de Incendium se encuentra con nosotros y desea conocerte, quiere una audiencia privada contigo, esa fue su condición-respondió algo avergonzado porque había aceptado eso sin siquiera preguntarle.
Un pesado silencio se extendió entre ellos y Lu vio claramente como la culpa comenzaba a atormentar al mayor, en realidad aquello no le molestaba y él estaba más que dispuesto a ayudar si era necesario pero obviamente Suho no se daba cuenta de ello, además, también se lo debía luego de lo que le habían hecho para conseguir la información sobre el proyecto Zeus.
-Sé que hice mal al aceptar eso y también sé que tanto Lay como Sehun querrán matarme pero no tenía opción y quiero que sepas que si tú no deseas hacerlo, yo no voy a obligarse y...
-De acuerdo-aceptó dándole fin al discurso del mayor.
-¿Seguro?-interrogó preocupado.
-Sí-asintió-No tengo problema alguno con reunirme con esa persona.
-Gracias Lu, te prometo que estaremos a tu lado en todo momento-aseguró.
-Confío en ti-sonrió-¿Quieres que te ayude a despertar a los demás?-ofreció.
-Te lo agradecería.
Lu asintió y se apresuró a ir hacia la carpa que pertenecía a Minseok y a Lay, ellos iban a oponerse definitivamente y él necesitaba tiempo para convencerlos.
***
Han fue despertado por la inconfundible voz de Max además de uno de sus asfixiantes abrazos, rió sin poder contenerse y correspondió efusivamente al entusiasta 'buenos días' que el mayor le dio, escuchó un quejido y tan sólo pudo reírse un poco más fuerte por eso, Sehun seguramente estaba siendo aplastado por ambos.
-Quítate de encima Max-ordenó el irritado pelinegro.
-No~-canturreó el pelirrojo-Hace mucho que no les doy mi amor.
-Cinco días para ser exactos-dijo Han que abrazaba un poco más fuerte a Max para seguirle el juego.
-Ves, Hannie si me entiende.
-Quítense-ordenó Sehun e hizo lo posible por empujarlos lejos a ambos.
Los otros dos sólo rieron más fuerte antes de dignarse a obedecer y permitir que se levantara, Han no pasó por desapercibida la mirada inmediata que la cama vacía frente a ellos recibió, tampoco fue agradable ver el ceño fruncido que Sehun puso y mucho menos lo fue ver como se ponía de pie para ir a buscarlo seguramente.
-Sehun-llamó Max y Han casi lo besó por estar deteniéndolo-Suho dice que debemos prepararnos para ir hacia el refugio cero-informó.
-¿Realmente ese tipo aceptó?-preguntó visiblemente sorprendido.
-No exactamente-respondió un tanto dubitativo-Él tan sólo nos dará refugio por tres días y luego de eso tendremos que arreglárnoslas por nuestra cuenta. Suho aceptó porque necesitamos tiempo para armar un plan, era la única opción que teníamos-explicó de una forma muy sospecha para la tranquilidad de Sehun.
Sehun lo miró con los ojos entrecerrados y lo vio rehuir a su mirada, sabía que algo estaba ocultándole así como sabía que no iba a gustarle para nada.
-Ese tipo no es tan amable, algo debió haber pedido a cambio, ¿qué fue?-preguntó sin rodeos.
-Na-nada... Suho pudo manejarlo bien, así que...
-Max-gruñó a modo de advertencia.
-Yo... es que... no va a gustarte-murmuró.
-Habla-masculló, su irritación crecía con cada segundo que pasaba.
-Él... solicitó una audiencia privada con Lu-confesó por fin.
-¿Qué?-gruñó.
-N-no sabemos cómo es que él se enteró de que Lu estaba con nosotros pero...
-¡De ninguna manera! ¡No hay una jodida razón en el mundo que haga que yo permita eso!-sentenció furioso.
-Pues... es un poco tarde para eso... Lu ya dijo que lo hará-dijo nerviosamente.
-¡Suho!-rugió Sehun y salió de ahí vuelta una fiera.
-¡Sehun, detente!-pidió Han saliendo rápidamente tras él.
"¡Ya deja de actuar como si él fuera el centro del universo!"
Eso era lo que deseaba gritarle pero no pudo llegar a él, Chanyeol se había aparecido de la nada y le había cerrado el paso impidiéndole avanzar.
-Apártate-ordenó.
-Espera-pidió suplicante-Dame unos instantes de tu atención al menos.
-Chanyeol-gruñó.
-Tengo un obsequio para ti-confesó avergonzado.
Han miró con desprecio la hermosa flor blanca que el pelinegro le extendía, la arrancó de las manos ajenas y la destrozó para luego tirarla al suelo, todo ante la estupefacta y dolida mirada de Chanyeol.
-No siento ni sentiré absolutamente nada por ti sin importar todos los patéticos intentos que hagas. Te detesto, ¡entiéndelo ya!-soltó despiadadamente antes de alejarse del atónito pelinegro.
Caminó a toda prisa mirando a todos lados antes de que alguien lo tomara de la mano y lo jalara hacia unos grandes arbustos, sintió algo de miedo al principio pero se esfumó tan pronto se topó con eso grises orbes.
-¿Qué rayos pretendes?-exigió saber molesto.
-Necesitaba hablarte en privado-explicó.
-¿Para qué? ¿Acaso vas a explicarme por qué aceptaste lo que Suho te pidió?-farfulló molesto.
-No, es porque hoy tu Luna aparecerá en el cielo.
La mirada molesta de Han se volvió una de preocupación entonces, se había olvidado por completo de eso y necesitaba un plan para ese momento, era peligroso para todos debido a la excesiva cantidad de energía que recibía durante la Luna roja y la bestia estaría al acechando.
-Yo...
-Tranquilo, ya tengo un plan-aseguró-Lleva esto mientras tanto y no te lo quites-pidió dándole una capa con capucha de color negro.
-¿Esto ayudara?-preguntó angustiado.
-Eso espero-murmuró.
Han miró con curiosidad a Lu mientras se colocaban aquella prenda, no entendía porque él estaba usando nuevamente la túnica blanca y el velo pero no tuvo tiempo de preguntar luego de que un aullido llamara la atención del rubio, él tomó su mano y lo obligó a seguirlo donde todos ya estaban reunidos presenciando el fuerte altercado entre Suho y Sehun.
-Sehun, basta-ordenó Han metiéndose entre ambos hombres.
-¡De ninguna forma, Lu hará esto!-vociferaba Sehun.
-¡No tenemos opción!-decía su alterado líder.
-¡Dije que no!
-Ya acepté, no hay nada que puedas hacer para evitarlo-intervino Lu.
Ambos mayores se giraron para verlo y en un parpadeo Sehun se deshizo del agarre de Han y fue hasta él para sujetarlo por los hombros e intentar hacerlo entrar en razón.
-Lu, ese hombre no es confiable, no puedes hacer esto-habló suplicante.
-Estaré bien-sonrió ampliamente para así tranquilizarlo.
-No, tú no puedes hacer esto, no voy a dejarte-sentenció abrazándolo posesivamente.
Lu se sintió en el paraíso al estar entre sus brazos pero poco duró eso al percatarse de las miradas celosas de Minseok y Han, le daba lo mismo Minseok pero a Han no podía ignorarlo aún cuando le costó mucho alejarse de Sehun.
-Nada podrá hacerme un simple humano, además, confío en que estarás cerca para protegerme, ¿verdad?
-Sabes que sí-musitó acariciando delicadamente su precioso rostro.
-No hay nada que temer entonces, todo irá bien-prometió.
No hubo ni un sólo argumento en contra de eso que Sehun pudiera tener y no le quedó más que aceptar aquello de mala gana. Los preparativos para su partida fueron más rápidos de lo que hubiese deseado y odio cada segundo del viaje y más cuando finalmente estuvieron frente a las puertas de esa fortaleza.
-Bienvenidos sean todos-habló la persona que los aguardaba en la puerta.
Vestien, ese era el nombre de esa despreciable rata que tenía el control total del refugio cero. Un bastardo egoísta y traidor que únicamente la basura o los estúpidos seguían. Era un hombre de aspecto desagradable, en su rostro se podía ver claramente la clase de porquería que era, sus pequeños ojos oscuros brillaban perversamente, su sonrisa se veía retórica, tenía la cabeza totalmente rasurada, su altura era monstruosa y su cuerpo era fornido. Sehun lo miró con odio cuando él lo miró y se aseguró de no permitirle ver a Han que se había abrazando a él tan pronto como había visto a ese tipo.
-Así que... -comenzó mientras recorría a todos con la mirada-¿Dónde está su alteza?-preguntó.
Sus turbios ojos se prendaron de la pequeña y menuda figura que bajó del lomo de la impresionante bestia blanca, la miró con curiosidad mientras se acercaba más y más, sonriendo maliciosamente mientras recorría su delicada figura.
-Oh, vaya-dijo al tenerlo finalmente de frente-Debo decir que el velo le da un toque deliciosamente misterioso pero estamos en confianza, dejémonos de ese tipo de tonterías-su enorme mano fue hasta el velo y lo arrancó bruscamente revelando el precioso rostro del pequeño niño.
Tres hombres se movieron al instante luego de ver aquello pero Suho los frenó al instante dejando que fuera Lu quien lo manejara todo, ya que parecía que Vestien había caído en una especie de trance tras ver el bello rostro del pequeño niño.
-Un placer conocerlo, mi nombre es Lu y soy el soberano de Incendium-se presentó, dejándole oír su preciosa voz.
-Un placer su majestad-dijo a la par que hacía una ridícula reverencia-Yo soy el humilde gobernante de este lugar, mi nombre es Vestien-se presentó aún estando de rodillas.
Tomó su pequeña mano sin permiso y la acercó a sus sucios labios, dejando un desagradable beso en el dorso. Lu trató de retirar su mano pero él no lo liberó, en su lugar apretó fuertemente su muñeca mientras olfateaba y se maravillaba con la suavidad de su piel.
-De verdad, que será un placer tenerle aquí-dijo, sus ojos brillaban con lascivia y le provocaron un escalofrió.
-Le agradezco infinitamente su hospitalidad-habló a prisa mientras jalaba su mano liberándola finalmente.
-No agradezca nada, estoy seguro que usted sabrá pagarla como es debido-sonrió ladino y Lu sintió entonces miedo puro-Pero vamos, no hay que quedarnos fuera. Vamos para que conozcan el lugar.
Un extraño sonido escapó de sus labios luego de que ese hombre le pasara un brazo alrededor de los hombros y lo jalara demasiado cerca de su cuerpo, lo escuchó reír con fuerza y apenas pudo controlar las ganas que tenía de echarse a correr hacia los brazos de Sehun.
-No tiene que estar nervioso-rió con malicia-No es como si estuviéramos solos, aunque no sabe lo ansioso que estoy por eso-sonrió de lado, la lujuria brillaba en sus turbios ojos y su mano había comenzado a acariciar desagradablemente su hombro.
"¡ALÉJATE!"
Quiso gritar pero únicamente podía estar ahí tratando de resistir y no empujarlo lejos. Los minutos mientras caminaba escuchando a ese hombre le parecían apenas un suspiro y ya no recordaba cuantas veces había deseado mirar hacia atrás y encontrarse con la mirada de Sehun que no se había despegado de él ni un segundo.
-Y bueno, eso es todo por ahora-anunció su anfitrión y el cuerpo entero del menor se tenso-Los invito a pasar al comedor mientras su alteza y yo tenemos nuestra audiencia privada-sus oscuros ojos estaban clavados sobre los temerosos ojos del menor y disfrutó de como ese pequeño cuerpo comenzó a temblar bajó su dominio.
Sehun se negó a permitir eso y dio un paso adelante para arrancar a su pequeño de las garras de ese enfermo pero tan sólo pudo quedarse inmóvil luego de ver a quien se le había adelantado.
-¿De verdad debe irse tan pronto?-preguntó usando un tono demasiado seductor que aún así no dejaba de parecer inocente.
La mirada de Vestien viajó rápidamente hacia la bella criatura que posaba gentilmente su mano sobre su musculoso pecho, seductores ojos avellana lo miraban atentamente, una sonrisa sensual curveaba sus tentadores labios rosas y su exquisito cuerpo desprendida un olor casi erótico.
-Quédese un poco más, ¿sí?-pidió suplicante y él simplemente no podía decirle que no al sensual jovencito que se mordía el labio de esa forma tan sexy.
Lu miraba toda la escena estupefacto, Han no sólo se había quitado la capucha sino que estaba ahí tratando de seducir a ese hombre y eso no podría terminar bien.
"¡Han, detente!"
-Claro, yo sería incapaz de decirle que no a una criatura tan hermosa-sonrió galante ganándose una suave risita de parte del castaño.
-¿Vamos entonces?-inquirió prendándose el brazo libre de aquel sujeto.
-Donde quieras-sonrió tratando de ser seductor.
"Hannie..."
Han se dio cuenta entonces de la angustiada mirada de Lu y tan sólo pudo sonreírle tratando de darle alivio, todo estaría bien o por lo menos eso esperaba, no quería que ese sacrificio fuera en vano.