*~*~*
"Esa voz."
Un dulce voz llena de tristeza cantaba en alguna parte de ese pasillo y Sehun la había escuchado antes aún cuando no lograba recordar donde había sido. Avanzó lentamente buscando su origen pero parecía alejarse más con cada paso que daba.
-No quiere que te acerques-le dijo Yi Jie a sus espaldas.
Sehun se giró rápidamente al escuchar su voz y al verla sintió algo volver a morir dentro de su corazón, ella dio un paso adelante queriendo acercársele pero él inmediatamente retrocedió, arrepintiéndose al instante al ver como sus ojos reflejaban una infinita tristeza.
-Lo siento-murmuró él.
-No, yo...
-Sé que te hago daño al huir de ti pero... debes entender que yo no puedo tenerte cerca cuando sé que no es más que una simple ilusión-las palabras le sabían a tierra y esa melancólica voz tan sólo lo hacía todo más difícil.
-Pero...
-No te acerques por favor-suplicó.
Lágrimas inundaron sus bellos ojos grises y por un segundo le pareció estar viendo a Lu, ella lo miró con enojo por alguna extraña razón y eso lo hizo retroceder más.
-No pienses en alguien más cuando estés conmigo-exigió dolida.
-Yi Jie, él es tu hijo-le recordó para hacerle saber que no estaba haciendo nada malo.
-¡No me importa! ¡Estás conmigo y no con él!-exclamó derramando gruesas lágrimas.
-Yo...
-¡Se supone que no verías a nadie más que a mí! ¡¿Qué acaso ya no me amas?!
-¡¿Y qué sentido tiene hacerlo cuando ya no estás?!-fue su turno de llorar y se odio por ser así de débil.
-Sehunnie...
-Tú ya no estás y duele seguir aferrándome a tu recuerdo cuando sé que ya nunca seré capaz de verte jamás... yo simplemente ya no puedo con esto Yi Jie... me está matando por dentro y ahora tan sólo desearía no haber recordado nada-sollozó lamentablemente.
-Entonces... tú...
-Lo siento tanto-murmuró.
-¿Te enamoraste de Lu?-preguntó temerosa.
Sehun la miró sin saber que responder, la bonita imagen de ese dulce pequeño se materializó en su memoria y algo dentro de su pecho se sintió cálido al recordarlo a él.
«Sehunnie...»
Su dulce voz volvió a él fácilmente y entonces se dio cuenta de algo, era la voz de Lu la que cantaba aquella triste canción, miró hacia el otro lado del pasillo completamente desconcertado y tal vez de no ser por el débil lamento que brotó de los labios de Yi Jie, se habría olvidado de ella.
-Lo amas, ¿verdad?-sollozó.
-Yo...
«Tú eres el único con quien yo deseo estar de esa forma...»
Su imagen y su voz borraron cualquier rastro de la de Lu, su sonrisa era su más precioso tesoro y un inusual latido golpeó en su pecho. En los últimos días Han se había vuelto el centro de su atención pero estaba ya tan confundido que no podía diferenciar lo que sentía.
-No lo sé, ya no sé que siento-respondió finalmente.
-Sehun, yo debo decirte que...
*~*~*
-Sehunnie-la susurrante voz de Lu terminó de devolverle la conciencia y al poder enfocar su mirada se topó de frente con esos angustiados ojos grises.
Su pequeña mano descansaba sobre su hombro y Sehun no pudo detenerse a tiempo para así no empujarla lejos. Una mirada de tristeza fue dirigida hacia él pero ni siquiera tuvo el valor para pedirle perdón porque en esos momentos su tacto era lo último que deseaba.
-Yo... tan sólo quería saber cómo está Han-musitó con la voz quebrada.
-Igual-susurró.
Su mirada se fijó entonces en Han que se encontraba dormido desde hacía cuatro noches atrás, no tenía ningún daño físico pero tras esa noche cuando se había quedado dormido en sus brazos, él simplemente no había vuelto a despertar hasta ese momento.
-Sehunnie, yo...
-Todo está bien, yo te haré saber si hay algún cambio, así que...
-¿Quieres que me vaya?-inquirió con un murmullo.
-Lu, en estos momento yo no...
«Te quedan diecisiete días.»
Su diario recordatorio no pudo elegir un peor momento para hacerse presente, abundantes lágrimas se desbordaron de sus grises orbes y al ver eso Sehun sintió que se odiaba a sí mismo, porque de algún modo hacerle eso Lu era como volver a hacérselo a Yi Jie, era como estar lastimando por segunda vez a quien más amaba.
-Lo lamento-susurró en medio de su llanto-Sé que esto es culpa mía... ya s-sé que no debí dejar que Hannie pasará por esto... se trataba de mi deber... y-yo debí quedarme esa noche con Vestien.
-Lu, eso no...
-Por mí culpa tu ser más amado está así y... nunca quise lastimar a Hunnie de este modo... -musitó.
-¿Mi ser más amado?-dijo algo aturdido.
-Es porque Hannie es mucho más importante para Hunnie, además...
"Me iré pronto."
-Tú ya sabes ahora que él es mucho más frágil que yo y por eso debes cuidar de él como yo nunca pude hacerlo, te lo encargo-sonrió dificultosamente.
-¿Por qué me dices esto? ¿Acaso estás despidiéndote?-preguntó angustiado, se dio cuenta entonces de lo contradictorio que estaba actuando porque mientras se suponía que no quería a Lu cerca, en esos momentos odiaba la posibilidad de que él se fuera lejos de su lado.
-No estoy despidiéndome.
"Todavía."
-Está es mi manera de pedirte perdón por lastimarlo a él-explicó.
Sehun quiso decirle algo para aclarar eso aún cuando ni siquiera estaba seguro de si era una confusión, se atrevió finalmente a acercarse al pequeño rubio que retrocedió al instante. Eso dolió profundamente y cuando finalmente se atrevió a dar el siguiente paso, se aseguró de extender su mano y sujetar la de Lu para impedirle alejarse otra vez.
-No me temas-pidió suplicante.
"No tengo miedo de ti sino de mí, tengo que ser capaz de dejarte ir."
-Despertó-susurró.
La total atención de Sehun se volcó sobre Han al instante y él aprovechó eso para retirarse sin llamar la atención. Han recorrió la habitación totalmente confundido ya que lo último que recordaba era el balcón en la habitación de Vestien, sus ojos no tardaron en conectar con los de Sehun y un nudo en su garganta apareció rápidamente; tenía miedo de su reacción.
La mano de Sehun se estiró en su dirección y él se encogió en sí mismo al no saber que esperar, aunque muy probablemente sería rechazo. Eso era lo mínimo que esperaba y en su lugar lo que obtuvo fue una lenta caricia en el rostro y un tierno beso en los labios antes de ser envuelto en ese familiar calor de los brazos de Sehun.
-Estoy tan feliz de que despertaras- lo oyó murmurar-Estaba muy preocupado.
-¿Estabas preocupado?-preguntó incrédulo.
-No tienes una idea de cuánto.
-Pero yo...
-No pienses en eso-aconsejó.
Negó repetidas veces y se alejó a regañadientes de su refugio, sin embargo, no servía de nada fingir que nada había pasado porque no era así e ignorarlo tampoco iba a retroceder el tiempo y devolverle la vida a Vestien.
-Lo maté-dijo con un murmullo-Maté a Vestien para...
-Ya sé-lo interrumpió-Soy cociente de lo que pasó esa noche pero de ninguna forma voy a permitir que te atormentes a ti mismo con ello, no tienes la culpa-sentenció.
-Sehun, no puedes simplemente decidir que no fue mi culpa cuando fueron estas manos las que...
-Eran tus manos pero en ese momento no eras tú y lo sé porque te conozco, yo sé que mi pequeño Hannie nunca habría hecho eso de ser cociente, sé que hubieses preferido morir a alimentarte de esa forma-aseguró.
El castaño cerró los ojos con fuerza y se abrazó con fuerza al hombre que en ese momento estaba remendando una parte de él que no creyó que podría ser reparada, enterró su rostro en el pecho del pelinegro y se mordió el labio inferior para así no comenzar a llorar.
-Tú no eres malo, Hannie-musitó-Tú tan sólo tienes miedo desde siempre y piensas que al mostrarte como alguien sin corazón, todos pensaran que no pueden herirte y así tal vez no lo intenten. No es necesario que hagas eso conmigo, a mi lado puedes mostrarte tal y como eres porque yo voy a protegerte-prometió.
-Aún así los demás van...
-Todo está resuelto, Lu borró los recuerdos de los soldados de Vestien y Suho les dijo a los demás que no podían hacerte daño y ten por seguro que sí alguien llega a hacer algo en tu contra, yo acabaré con él.
-Sehun, yo...
"Te quiero."
-No vayas a dejarme-suplicó.
-Jamás-prometió estrechándolo más contra sí.
-¿Incluso si decido volver a Tenebris, no me dejaras? ¿Vendrás conmigo?-preguntó ansiosamente.
-¿Tú quieres que yo...?
-Podrás hacerlo, papá no va a oponerse y así... así yo no voy a estar solo nunca porque tú estarás ahí-dijo esperanzado.
-Yo...
-Sal de aquí-ordenó Chanyeol que ingresaba a la habitación sin molestarse en llamar a la puerta e interrumpiendo la respuesta que Sehun estaba por darle.
-Largo-exigió Sehun abrazando posesivamente al menor.
-Han tenemos que hablar, dile a tu mascota que se vaya-masculló entre dientes.
-No-dictaminó Sehun.
-Han-gruñó Chanyeol.
Han realmente no quería tener esa charla pero tampoco tenía opción alguna, el general era la mano derecha de su padre después de todo y un fuerte defensor de las leyes de su dimensión y él había quebrantado una muy importante después de todo.
-Ve, estaré bien-aseguró.
-Pero...
-Confía en mí-sonrió levemente y Sehun asintió de inmediato.
Observó con atención a Sehun mientras abandonaba la habitación y una vez que la puerta estuvo cerrada, sus ojos fueron directamente hacia Chanyeol que lo miraba con infinito desprecio.
-Ahora mismo me estoy preguntando que fue de todo ese amor tuyo-soltó con burla.
-Déjate de bromas estúpidas-advirtió-¿Tienes por lo menos una idea de la gravedad de lo que has hecho?-inquirió con enojo.
-No soy estúpido-farfulló.
-¡Deja de jugar, joder!-exclamó furioso y exasperado.
No estaba muy seguro de en que momento había avanzado tanto hasta donde el menor se encontraba y tampoco estaba muy seguro de en que momento lo había sujetado de las muñecas con aquella brusquedad.
-Mierda-masculló entre dientes, liberó al menor y comenzó a caminar en círculos-De acuerdo-murmuró nervioso-Tal vez nadie tenga que enterarse de esto, así que tan sólo se lo diré a tu padre y para cuando volvamos todo estará bien-dijo más para sí mismo.
-Sabes bien que eso no será así de fácil-habló seriamente el menor.
-No hay que temer Hannie, seguro tu padre hallará una solución y...
-No la hay, la he buscado por años pero sólo empeora-musitó.
-¡¿Entonces tan sólo debo no hacer nada y dejar que esa cosa continué ahí?!
-¡¿Y qué otra cosa podemos hacer?!
-¡No lo sé!-elevó aún más la voz-¡Pero cualquier cosa es mejor que permitir que decidas devorar a alguien más durante la próxima Luna roja!
Los aguados y rencorosos orbes avellana del menor se fijaron en él e inmediatamente se sintió arrepentido de sus palabras, sin embargo sabía bien ya que Han no iba a aceptar disculpas de ninguna clase.
-Yo no decido hacer esto-escupió entre dientes.
-Hannie, yo no quise...
-Vete-ordenó.
-Han tienes que...
-¡No!-casi gritó-¡Ya dejaste muy en claro que soy un maldito monstruo así que lárgate!-exigió.
Chanyeol no pudo ni tratar de decir nada más y salió de la habitación dando un portazo, Han se hundió en la cama tan pronto el mayor se fue y luchó por no echarse a llorar de rabia porque para cómo iban las cosas tarde o temprano debería usar la única cura de la que Kyungsoo le había hablado; la muerte.
***
Chanyeol ingresó a la habitación azotando la puerta, verdes ojos inmediatamente fueron hasta él y antes de que golpeara la pared, como tenía planeado hacer, un par de suaves y cálidas manos tomaron las suyas más grandes.
-¿Pelearon?-preguntó un tanto preocupado el pequeño rubio.
-Es un necio-gruñó frustrado.
-¿Eso quiere decir que no te ha escuchado?
-Dice que no hay remedio para lo que pasó-masculló entre dientes.
-¿Entonces eso tan sólo se repetirá? ¿Él volverá a hacer eso?-dijo angustiado.
-Probablemente.
-Debemos advertirle a Sehun, él tiene que saber que Han es peligroso y que debe ale…
-Él ya lo sabe-lo cortó, su mano estaba alrededor del brazo del pequeño chico para detenerlo-Estaba ahí esa noche Baekhyun, él vio lo que pasó con ese humano y aún ahora sigue prometiéndole a Han que no se alejara de su lado-murmuró.
-Pero… él corre peligro junto a Han-susurró.
-Aparentemente no le importa eso-suspiró.
-¿Por qué? ¿Por qué Han hizo eso?-preguntó.
Sabía que la Luna iba a afectar a Han y a Chanyeol porque había sido este último quien se lo había advertido cuando Baekhyun le informó que iban a ocupar la misma habitación, sin embargo, Chanyeol no le había hecho eso que Han le había hecho a Vestien, Chanyeol tan sólo le pidió que lo dejara alimentarse y Baekhyun había aceptado algo dudoso.
Y él estaba bien, Chanyeol no le había hecho nada que no aceptara ni le desagradara y aún cuando al principio había sido incomodo entre ellos, todo estaba bien entre ellos entonces pero lo que Han había hecho… él era peligroso.
-No lo sé-respondió finalmente Chanyeol.
-Pero tú… tú no…
-Han es un mestizo y además ha sido expuesto a los experimentos de Kyungsoo, lo que sea que haya pasado anoche tuvo que ser por eso-explicó frustrado.
-Entonces…
-Tu humano estará bien-aseguró-Han uso a otro y seguramente hará eso cada vez que esto suceda, no creo que lastime a tu humano, además, sé que tarde o temprano aceptara volver a Tenebris y entonces será mi problema.
Algo se sintió mal al escucharlo decir eso, lo imaginó teniendo el mismo final que Vestien y se negó a aceptarlo, porque Chanyeol era bueno y él merecía más que alguien que únicamente sabía despreciarlo y que además era un riesgo latente.
-No-musitó, su diestra fue hasta la camiseta que él usaba y empuñó la oscura tela-No puedes.
-¿Por qué no?-preguntó desconcertado.
-Porque él es peligroso.
-Lo sé, pero tendré que arreglármelas, voy a ser su compañero de por vida-dijo, más sin embargo esa idea ya no le provocaba emoción o felicidad.
-¡Pero mereces algo mejor que él!-soltó sin medir su tono de voz-Él no hace más que ser cruel y no mereces eso, quien este a tu lado debe ser alguien que únicamente pueda mirarte a ti y no alguien que está enamorado de otro, no es justo para ti.
-Lo sé. Lamentablemente soy de Tenebris y únicamente puedo enamorarme una sola vez en mi vida y todo parece indicar que Han es el dueño de mi corazón, estoy condenado-sonrió tristemente.
-¡No es justo!-exclamó y lo abrazó antes de razonar sobre sus acciones.
-Tienes razón-susurró estrechando al pequeño chico que se había vuelto alguien valioso para él; su primer y único amigo-Ojalá me hubiese enamorado de alguien como tú, sé que hubiera sido muy feliz-rió sin ganas. Se daba cuenta entonces que nadie podía tener una vida perfecta, tenía que haber por lo menos un pequeño factor que la manchara y el suyo era Han.